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Kega


Notas iniciales: El hijo del emperador es una historia con severa crudeza de la trama, con muerte de personajes, asesinatos, sangre y algunas escenas que pueden herir ciertas susceptibilidades, las cuales serán trabajadas con la respectiva objetividad, sin romantizar ni alardear sobre los hechos. Si aun con ello, desea seguir la lectura, bienvenido, si no, puede retirarse con toda la confianza del mundo. 

Celestino fue citado esa mañana a través de uno de los retenedores* del señor Monou para presentarse ante el consejo en horas de la tarde, Celestino acepto con inconformidad en su interior, dado los momentos que debían aprovechar para tomar nuevas acciones contra la familia Nikiforov. Mas aceptando dicha situación, le sirvió también como una especie de brecha que le permitió evaluar el ritmo actual de su antiguo hogar, delegando el cuidado del príncipe Yuuri a su prima Liliana, camino por la villa acompañado de un viejo amigo de la infancia quien también era el esposo de su prima: Hisashi Cialdini.

—Muchas gracias por prestarnos su hogar —agradeció el ninja y emisario a uno de sus iguales, un hombre de rasgos asiáticos, pero de piel tostada, igualaba a Celestino en altura y edad, pero vestía ropas diferentes que denotaban la diferencia en los rangos que poseían. Sin embargo, su trato era sencillo y fraternal, como dos conocidos de toda la vida, y el hombre hizo uso de ello, palmeando cariñosamente su hombro.

—No tienes que preocuparte Celestino, entiendo perfectamente lo que está ocurriendo y no sabes lo que me alegra poder ayudarte, más en este momento —menciono, recordando las palabras que escucho por parte de él en relación a la situación del príncipe imperial.

—Es un alivio que Liliana pueda ser de apoyo a Yuuri, gracias a sus feromonas, se ha podido sentir más tranquilo y no ha sufrido ningún otro ataque de ansiedad —comento, sinceramente agradecido.

Dadas las secuelas del ataque, Yuuri había desarrollado un cuadro postraumático que elevaba su nerviosismo y niveles de ansiedad, apenas había sufrido de un ataque, pero Celestino temía que fuera a sufrir otros aumentados por la propia depresión de verse separado de su cachorro. Liliana, esposa de Hisashi Cialdini (antes Morooka), como una omega en espera de un hijo, utilizaba sus feromonas para tranquilizar la ansiedad que pudiera nacer en el cuerpo de Yuuri, calmándolo como un brebaje. Sin embargo, ese no era el único problema que Celestino debía preocuparse, los rumores sobre una reunión entre los señores feudales en el castillo imperial ardían como la pólvora y no ocasionaban buenos presentimientos para el emisario, y aunado también la tardanza de su reunión con los integrantes del consejo de la villa, hacía que se sintiera más intranquilo. El otro hombre, advirtiendo los pensamientos de su amigo, decidió intervenir con palabras.

—Todo estará bien, el consejo es fiel y leal al clan Katsuki, lo ha sido durante muchos años. Ellos encontraran la forma de conectar nuevamente con los protectores de la región del fuego y aliarse con otros señores feudales de ala oriental.

El ninja aprecio sus palabras de apoyo, debía tener esperanza.

Antes de ser alcanzado el crepúsculo, el emisario se presentó ante el consejo shinobi integrado por nueve alfas del más alto rango dentro de la casta ninja. El principal de todos, Akihito Monou, le insto a sentarse a unos metros frente a él, con los demás hombres viéndole desde los laterales. Cuando se hubo sentado, Celestino agradeció con una reverencia seguida de palabras, la oportunidad y el recibimiento presentado hacia su alteza, Akihito le pidió que levantara el rostro.

—De verdad, honramos su visita y su consideración por llegar a este lugar en busca de apoyo —le recibía Akihito, y a quien, Celestino reverencio con solemnidad.

— Yo soy el que estoy agradecido con usted, señor Akihito y con su consejo por permitir la estancia y protección de su alteza Yuuri —agradeció, Akihito le insto a levantar su cabeza, mientras el resto de los nueve integrantes del consejo le veían desde sus asientos.

—Nuestra lealtad y deber esta junto al clan Katsuki y la familia imperial, sería un descaro no prestar apoyo al heredero en una situación tan compleja como esta —expreso, Celestino asintió conforme.

—Entendiendo eso, varios de nuestros hombres han sido informados de la situación que vive el castillo y las dificultades que la familia imperial ha cruzado en los últimos días —empezó a hablar otro de los hombres, un alfa avanzada edad de nombre Nishimoto Eishin, su fruncida mirada evaluaba cada gesto elevado por emisario, que no se intimido ante su presencia.

—Si. Como principal involucrado en el proceso de escape, permítame relatarles los acontecimientos suscitados en el castillo imperial y el complot ejecutado por la familia Nikiforov hacia el clan Katsuki.

Celestino narro los hechos que ocurrieron la noche del cumpleaños de Yuuri ante los shinobi, explico su posición inicial y la de su maestra, la heredera imperial, respecto al proceso de rescate del príncipe al mismo tiempo que eran atacados por hombres contratados por la familia Nikiforov. Especifico la situación de secuestro del nieto del emperador Toshiya, la desaparición de la emperatriz Hiroko y las perdidas físicas tanto del emperador como de la heredera imperial. Varios de los hombres denotaron su furia e indignación ante los sucesos que debieron afrontar los herederos al trono, mientras que otros tantos, como Fuji MIjara y Nishimoto Eishin expresaban su inconformidad ante los hechos.

—Entonces está queriendo decir que permitió que la heredera imperial fuera asesinada en lugar morir protegiéndola, es eso lo que viene a decirnos —increpo ahora Fuji con decepción, el beta bajo el rostro con sentida vergüenza.

Celestino estaba consciente de la falta gravísima cometida, un lacayo jamás podía morir antes que su maestro y que casos como aquellos, habiendo perdido su honor como protector, lo más aceptable era recurrir al Seppuku* para enmendar su error y seguir a su señor al otro mundo. Sin embargo, para el emisario aquello no era una opción aceptable.

—Mi señora, considerando el estado de sus heridas, vio vital que protegiera a su alteza Yuuri, ordenándome que me alejara lo más rápido que pudiera con él del castillo y velara la protección de su vida a fin de reestablecer aquello que les había sido arrebatado por la fuerza por la familia Nikiforov—relato el emisario, resintiendo el peso de aquellas ordenes, sintiendo las miradas de aquellos alfas quienes eran los líderes del lugar donde se había criado y formado para proteger a la familia imperial. Era una vergüenza total que debía ser pagada con la muerte misma para limpiar su honor, pero Celestino estaba dispuesto a vivir en la deshonra siempre y cuando pudiera cumplir los últimos deseos de su maestra sin importar las consecuencias que asumiera.

Sin embargo, la mirada de parte de aquellos hombres era dura y no daba cese a su evaluación, uno de ellos en particular, tenía su mirada fija en las reacciones del emisario.

—La pasada mañana la familia Nikiforov convoco a una reunión de todos los señores feudales en el castillo imperial para explicar los hechos ocurridos con la familia imperial, por supuesto, sus palabras buscan alejar el foco de sus personas en relación a la mente maestra detrás del asesinato del emperador y su heredera. Siendo incluso inculpado usted como participante de la masacre —destaco Akihito, con notable desaprobación en la mirada—, posteriormente, su carta maestra fue presentada, en donde proponen al hijo de su alteza Yuuri y el heredero de la familia Nikiforov, como el nuevo emperador, pero teniendo en cuenta la incapacidad del mismo para gobernar, un regente imperial sería elegido para gobernar el tiempo que el emperador alcanzara la mayoría de edad y este fue su propio padre, Víctor Nikiforov.

—Dama Okukawa, la señora del rayo, fue la única en demostrar su desacuerdo contra la decisión pese a la participación activa de las familias occidentales en la aprobación de Nikiforov como el nuevo regente imperial—menciono ahora FujI Mijara—, si bien fue una situación desfavorecedora, y puesto en una situación de desaparecido, no se desacredita la participación de su alteza imperial, siendo este el ultimo hijo con vida del emperador Toshiya,  lo que nos permite una brecha diminuta a nuestro favor —estableció.

La noticia sinceramente no tomo desprevenida a Celestino, luego de un par de noches en vela considerando todas las posibilidades y movimientos de parte de la familia Nikiforov, consideraba esa como una de las factibles, incluso su inculpación al asesinato de su maestra, aunque fuera una injuria de las más bajas. Sin embargo, su atención fue directa al hecho que Dama Okukawa denegó dar su aprobación al nuevo emperador y su nuevo regente, esa era una luz de esperanza en todo aquel camino de oscuridad.

—Tengo entendido que el príncipe Yuuri se encuentra convaleciente debido al extensivo viaje y las secuelas de su parto —pregunto uno de los consejeros, Celestino asintió.

—El médico que lo trato anuncio que se encuentra fuera de peligro y que solo necesita descansar para recuperar la fuerza que ha perdido —explico.

—Entonces ¿qué es lo que se supone que haremos de ahora en adelante, señores?  —cuestiono Nishimoto, y a quien Celestino afinco su vista hacia él. Los demás integrantes del consejo se vieron entre todos, evaluando.

—La familia Nikiforov es, al igual que el clan Katsuki, un cuerpo poderoso con mucho poder e influencia tanto en la capital imperial como en la parte central de la Isla, no podemos obrar sin establecer un plan—menciono Fuji.

—Concuerdo con usted —coincidió Eishin—, debemos asegurar los puntos de control y protección de su alteza, limitar la información que salga de la aldea. Conectar con otros clanes aliados y fomentar un acuerdo nupcial, luego de ello…

— Espere un momento —intervino Celestino—, ¿Qué es lo que quiere decir? ¿Acuerdo nupcial? Solicito una explicación inmediata —pidió el emisario. El hombre se removió un poco incómodo en su asiento, mostrando actitudes que alertaron los sentidos de Celestino, más decidió ser precavido y se limitó a esperar su respuesta.

—Lo que queremos expresar que, para obtener mayor seguridad, vemos de vital importancia comprometer la mano de su alteza, el príncipe Yuuri, con alguno de los hijos de los líderes de clan más influyentes con el fin de generar una alianza estratégica. Es un alivio que, aunque haya dado a luz un heredero, no fuera marcado por Víctor Nikiforov y deje libre esa oportunidad que debemos aprovechar para fomentar su retorno al poder—estableció Akihito en tono conciliador, mas aquello no fue suficiente para calmar los ánimos alterados del ninja.

—El príncipe Yuuri no es un objeto que puedan negociar, es el heredero imperial, y por lo cual amerita respeto. Él es quien debería convertirse en el siguiente emperador—defendió Celestino, temiendo el giro de acontecimientos que tomaba la reunión. Pero contrario a sus deseos, aquellos que tiraban de la cuerda en dirección diferente a él, solo aumentaban.

—No es que consideremos ello, pero actualmente, además de su sangre, no hay nada que otorgue poder al príncipe Yuuri para alcanzar el trono por su propia fuerza. Es débil desde el punto de vista militar, no tiene posesiones ni entrenamiento militar que le sustente, además, es un omega y fue instruido para ser padre, no para gobernar. Lo más lógico sería buscarle un esposo alfa con las capacidades necesarias para convertirse en el próximo emperador y el príncipe en su emperador consorte—comento Nishimoto.

—Estoy completamente seguro que su alteza Yuuri es capaz de tomar el lugar de su padre y hermana como emperador del reino de Hasetsu —implantó con firmeza y un tono cargado de rabia por las intenciones presentadas hacia su maestro—. Me parece un acto de completo insulto contra la figura de su majestad, el emperador Toshiya y de su alteza Yuuri que quiera desestimarlo de ese modo, le pido que por favor rectifique sus palabras —solicito el ninja, sosteniendo con fuerza una de sus Daichos mientras el consejero Nishimoto se veía engreído e incluso un poco burlón ante sus últimas palabras.

—Pero Celestino, aquel chico por mucho que sea hijo legitimo del emperador Toshiya, es un omega que no estaba considerado para gobernar. Su tarea como omega era proseguir la línea sanguínea del clan Katsuki mientras nosotros los alfas estamos encargados de líder y controlar la región. Nosotros los preñamos y ellos tienen a los niños que necesitamos, lo único que cambia en el príncipe es su linaje, por lo cual es una incubadora imperial no calificada para gobernar—expresó Nishimoto encogiéndose de hombros mientras se cubría el rostro con el abanico que llevaba en sus manos. Celestino no aguanto más insultos contra él y su maestro, levantándose colérico de su asiento.

—¡Usted…! ¡No pienso permitir que le falte el respeto de ese modo a su alteza imperial!

—Por favor, calmémonos todos —busco detener el conflicto que otro de los miembros del consejo, un hombre joven de cabellos largos que miraba preocupado tanto a Celestino como a otro de sus compañeros—. Este no es momento para clarificar el género de nuestra alteza imperial, lo que debemos considerar aquí es como garantizamos su seguridad en un momento tan crucial como el que tenemos, yo considero permitir a Celestino descansar por la noche de hoy y reunirnos mañana al alba para discutir estos temas con mayor responsabilidad ¿No les parece eso mejor, caballeros?

El consejero, iracundo, chasqueo la lengua y se devolvió a su lugar mientras Celestino realizaba una reverencia, solicitando el permiso para retirarse y agradeciendo la oportunidad otorgada. Desvió una mirada rápida al joven que le ayudo y se retiró finalmente del salón hecho una fiera, para salir hasta las afueras de una de las casas intentando calmarse. A los pocos minutos observo salir a parte de los consejeros, algunos de estos con expresiones rebosantes y risueñas, provocando intensar preocupación que le hizo considerar de vital importancia partir en la mayor brevedad posible. No había tenido mayor opción que traer a Yuuri a ese lugar para poder tratarle y ocultarle el tiempo que fuera necesario mientras la familia Nikiforov iba tras de ello, pero lo más probable fuera que aquella decisión que había tomado no parecía haber sido la más correcta. Las actitudes de algunos de aquellos hombres habían sido de su total disgusto y en una situación tan delicada, donde no se clarificaba la lealtad al emperador, el emisario no estaba dispuesto a confiar a ojos cerrados, debía sacar a su maestro de esa aldea la mañana siguiente más tardar. Sin quererlo, se había adentrado a un nido de víboras.

Retorno a la residencia de su amigo hecho una fiera que apenas pudo ser controlada por Hisashi Apenas calmándose un segundo, explico los planes que tenían en mente

—Una incubadora imperial ¿En qué cabeza cabe eso? Están hablando nada más y nada menos que del hijo del emperador —bramo Hisashi compartiendo la furia de Celestino, él, aunque era alfa, estaba casado con una kunoichi omega que fue obligada a dejar su deber en el momento que se embarazo. Él había visto su rabia e impotencia al ser desechada tan pronto cuando no les fue útiles a los maestros y estaba rotundamente en contra de aquellas acciones tan asquerosamente misóginas.

A los minutos apareció Liliana que había dejado a Yuuri en su habitación luego de haberlo acompañado al rio para que se aseara, vio el ambiente que rodeaba a los dos hombres y no pudo evitar preguntar lo que sucedía, reacciono de la misma forma de estos, aunque debió calmarse para no afectar a su bebe. Los tres adultos se vieron con impotencia, sin saber qué hacer. Aunque tenían la conciencia del apoyo de la región del rayo, la distancia entre la aldea y la residencia de Dama Okukawa era demasiado larga, varias semanas de traslado a pie que serían demasiado fuertes para el delicado cuerpo del príncipe. Sin embargo, el emisario no se atrevía a poner a su maestro en una circunstancia tan desagradable como un matrimonio arreglado, el emperador Toshiya jamás fue participe de ese tipo arreglos y siempre los desaprobó, entendía que una circunstancia así lo ameritaba si querían retomar el poder del príncipe pero Celestino no quería por ningún motivo decirle que el lugar donde el espero tenerlo protegido era un nido de víboras que solo esperaban sacar beneficio de su dolor, luego de haber elevado su lealtad eterna a él, no tenía la fuerza para decírselo, aunque era una necesidad hacerlo para que pudiera tomar una decisión.

Con frustración, apretó fuertemente los puños sobre sus ropas buscando las palabras correctas para hacerlo, debía hacerlo. Fue entonces el llamado a la puerta de una voz desconocida hizo que los tres adultos se pusieran en alerta. El ninja pidió a sus amistades que se quedara dónde estaba mientras caminaba hacia la puerta. 

—Tu eres —reconoció celestino a uno de los tantos de los consejeros que le recibieron esa tarde, aquel que pospuso la reunión viendo el ambiente tenso en el que se encontraban. Este simplemente asintió al reconocimiento.

—Tengo unas palabras de su sumo interés y que considero debe escuchar por el bien de su alteza imperial —expreso el hombre, provocando el estremecimiento del emisario. Este analizo la mirada y gestos del consejero, palmo las armas que llevaba ocultas entres sus ropajes preparándose ante cualquier ataque, y observando la posición de su maestro, accedió a darle la entrada.

—Pase —le permitió y aquel hombre entro a la residencia vigilando el camino por donde entro, cerrando la puerta tras de él.

Llegando hasta el centro de la residencia, en uno de sus salones, los tres adultos recibieron al consejero, aunque este tenía cercana a los treinta años, parecía mucho más joven de lo que se veía. Cuando estuvieron instalados, el joven comenzó a hablar.

—Mi nombre Ikezawa Yoshida, fui servidor de la línea principal del Clan Katsuki hace algunos años —se presentó realizando una pequeña reverencia con su cabeza—. Por favor, sé que lo estoy a punto de decirle puede sonar como una locura y estoy preparado para asumir cualquier sanción, pero le pido que en lo que su alteza Yuuri se encuentre más recuperado, abandone la villa con la mayor premura posible.

Celestino se vio sorprendido por la petición de aquel joven mientras Liliana y Hisashi se veían confundidos, aunque Yoshida tenía un rango más bajo dentro del consejo, tenía un alto nivel de influencia dentro de la villa por lo cual les sorprendía que pudiera decir tal petición tan llena de significado, esto simplemente alerto a Celestino y los otros dos.

—Como usted bien vio, aquellos hombres solo buscan elevar los hijos de sus propios maestros a través de un matrimonio forzado con su excelencia y así convertirse en lacayos cercanos del siguiente emperador. Lo que desestiman es que por herencia filiar, sin importar el género que tenga, Katsuki Yuuri es el verdadero heredero al trono del Crisantemo—hizo una pausa—. No puedo negar que muchas de las palabras que dijeron allá son ciertas en cuanto a la influencia actual de su alteza imperial. Sin embargo, el clan Katsuki no ha sido eliminado, la familia Nikiforov está comenzando a preparar estrategias de supresión para los protectores de la región del fuego. Lo que no parecen entender es que el fuego es muy voluble ante el viento, es solo cuestión de que la llama arda y prenda todo a su paso, siendo dirigida por quien es su verdadero líder. Señor Cialdini, no permita que su derecho sea arrebatado nuevamente.

Ikezawa se acercó hasta quedar a escasos metros de distancia de Celestino, desatando su espada de su Hakama y dejándola en el suelo, para proceder posteriormente a arrodillarse frente a él, un gesto solemne donde le demostraba sus respetos mientras el ninja le veía impresionado. 

—No le conozco de nada ni usted tampoco a mí, pero juro mi lealtad profunda hacia la sangre imperial y me rijo ante Katsuki Yuuri como el actual emperador —afirmo dejando su Katana ante Celestino reconociéndole como un igual ante la atónica mirada del emisario y de sus acompañantes.

Este iba a decir algo cuando unos gritos alarmaron a los tres hombres quienes salieron corriendo de la habitación hasta la entrada de la casa, encontrándose con Liliana y Hisashi que impidieron que pudieran dar un paso más ante la visión horrorosa que presenciaban. La gente corría despavorida, niños y ancianos eran llevados arrastras a las afueras del pueblo camino a las montañas mientras que la ciudad entera ardía en un completo caos. Varios grupos de shinobis corrían sosteniendo sus armas, Ikezawa insto a Celestino a tomar a Yuuri de inmediato para sacarlo del lugar y guiarse por otro camino que les alejara del fuego, cuando el emisario capto a la distancia las personas que les estaban atacando, y divisando las insignias entendió con horror la gravedad de lo que estaba pasando

Les habían encontrado.

Notas de autor: Bueno, hemos llegado al margen de publicación por esta semana y de lo ultimo que había publicado en Wattpad, el próximo martes se publicara el siguiente capitulo «Kaji». Hasta el momento ¿Que les ha parecido el fic? Es un poco crudo, pero es necesario, especialmente para un hecho y un contexto como la era sengoku de la cual se basa la historia.

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Publicado por ellexlight

¡Hola! Mi nombre es Génesis, pero por esta zona me conocerán como Elle. Soy licenciada es Gestión Ambiental y vivo en Caracas, Venezuela. Me gusta la lectura, la música (especialmente la instrumental y japonesa), y sobre todo escribir. Tengo escribiendo desde el 2009 y he estado en varios fandoms, tales como SCC, TRC, PPG, inazuma eleven y muy gran parte en Death note, a quien amo con locura. Tengo casi tres años escribiendo para YOI, que se ha vuelto un amor extremo para mi y recientemente he comenzado a escribir para el fandom de BNHA. En cuanto a géneros me gusta el drama, lo erótico, lo fantástico, detectivesco y mpreg/omegaverse. Multishipper a morir.

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