Doce Sakura


Yuuri regresó junto al embajador y a Borislav Mijailov, conservando la tranquilidad escuchó atento la conversación entre ambos y rogó porque Nobu Yoshikawa retuviera más tiempo al ex jefe de seguridad de su mansión. Pero el hombre parecía tener prisa y se despidió con una reverencia y un fuerte apretón de manos.

Al ver las manos del cónsul unidas con las de aquel hombre, Yuuri mordió el interior de sus mejillas para no soltar las palabras que se quedaban atoradas en su garganta y desenmascarar al cruel y frío asesino de Kaori.

El comandante Mijailov extendió la despedida a Yuuri, pero éste le pidió conversar solo unos pocos minutos sobre el asunto de Kaori.

—Usted conoce bien a la familia y sus actividades, solo quiero su opinión sobre el caso y tal vez alguna teoría, su experiencia me ayudará un poco más para formular una buena estrategia para atrapar al asesino de la señorita Kaori. —Yuuri sonreía para evitar mirar con ojos acusadores, ojos llenos de desprecio hacia el hombre que segó la vida de la muchacha.

—Con mucho gusto compartiré cualquier información adicional y mi opinión desde el lugar donde me dirijo, agente. —El hombre comenzó a caminar rumbo al auto policial que pensaba dejar en la oficina, despedirse de sus jefes y amigos y partir hacia el aeropuerto esa misma tarde.

—Solo… solo dígame comandante ¿cree usted que se trata de una persona que mató a la señorita Kaori por asuntos personales o es tal vez un imitador del Depredador? —Yuuri caminaba al mismo ritmo de Mijailov y trataba de detenerlo todo el tiempo que le fuera posible.

El hombre calló por casi un minuto y con una gran sonrisa invitó a Yuuri a pasar al vehículo.

—Disculpe agente mi actitud, si no quise hablar antes es porque no deseo agrandar más la pena de la familia con argumentos técnicos, es de su hija de la que estamos hablando, le pido por favor conversemos un par de minutos en mi coche para que le dé una completa visión de lo que yo creo. —El oficial ruso invitó a pasar al auto al teniente Katsuki y cuando cerraron las puertas del vehículo lo miró de manera fija y comenzó a argumentar.

Yuuri se sentó con total confianza en el lugar del copiloto y comenzó a notar la cantidad de mensajes que entraban en su celular por las vibraciones del mismo. Imaginó que los mensajes provenían del celular de Víctor quien le estaba llamando con insistencia.

—Agente Katsuki, la muerte de Kaori fue muy dramática, esa chica no se merecía un final así y aunque usted no lo crea, lo que pienso es que ella buscó posicionarse en una situación muy peligrosa y fue como si provocara de más a su asesino.

Yuuri no lograba entender ese argumento, era como si el oficial justificara la acción de la peor manera, culpando a la víctima.

—Yo pienso que el responsable de la muerte de Kaori no fue el Depredador, yo pienso que otro hombre mató a Kaori porque se vio acorralado por ella, por su inmadurez y su infantilismo, por su manera irracional de tomarse las cosas y porque quería destruir la vida y la tranquilidad que ese hombre había conseguido.

Yuuri pensó que aquello que estaba escuchando era una confesión, la más sincera que hubiera podido presenciar en su trayectoria interrogando culpables de delitos.

—¿Sabe por qué le digo esto? —Yuuri negó solo con un gesto—. Porque yo sabía que la policía maneja hasta ahora la versión que ese asesino en serie a quien han llamado el Depredador es el responsable de la muerte de Kaori, no sabía que tuvieran otro sospechoso y por lo que puedo ver creo que el departamento de investigación criminal no solo tiene un sospechoso si no un culpable.

Yuuri se estremeció, la respuesta del policía lo dejó tan fuera de lugar que no tenía idea de cómo reaccionar, no podía arrestarlo sin una orden o flagrancia, no podía enfrentarlo y no podía pedir ayuda.

—¿Sabe cómo llegué a esa conclusión? —Yuuri volvió a negar en silencio–. Porque usted fue el que me dijo algo que solamente conocerían los del equipo de “los cazadores” y nadie más. —Yuuri se sintió estúpido, acababa de ser infidente con el propio asesino—. ¿Y sabe por qué se lo estoy diciendo?

—No sé de qué me habla… —Era muy tarde para que Yuuri intentara disimular su error.

—Se lo estoy diciendo porque sé muy bien que yo soy el sospechoso, sé que usted se acercó a mí con el propósito de retenerme y porque no creo que hoy llegue a hacer algún arresto teniente. —Mijailov movió la mano en dirección a Yuuri que intentó bloquear el movimiento sin éxito y le dio una descarga de quinientos voltios cuando acercó el taser al cuerpo del teniente.

Yuuri se revolvió sin control en el asiento del copiloto y el comandante aprovechó que en ese momento ninguna persona se hallaba cerca del estacionamiento de vehículos, para prolongar la descarga por algo más de un minuto. Su intención era la de provocar un infarto a Yuuri, llevarlo en el auto hasta cierto punto de su camino y deshacerse de su cuerpo. Tenía tiempo de sobra para hacer realidad ese plan.

Cuando dejó de pulsar la carga eléctrica Yuuri se desvaneció sobre el asiento del vehículo, Mijailov acomodó el cuerpo y con calma salió de la mansión del cónsul, observó la avenida y partió sin rumbo fijo. Tal vez sería mejor ir a la zona de los puertos y deshacerse allí de Yuuri.

Cuando Víctor y Otabek llegaron a la mansión de Nobu Yoshikawa el cónsul japonés se alarmó mucho por la manera cómo entraron. Víctor se mostraba tan nervioso que no lograba controlar sus movimientos ni el tono de su voz.

El diplomático solo atinó a decirle que hacía unos siete a diez minutos observó al teniente Katsuki subir al coche oficial del comandante Borislav Mijailov y suponía que fueron juntos hacia la oficina de seguridad de dignatarios o que tal vez Yuuri le pediría que lo llevara a la de criminalística.

Víctor tembló, no sabía en qué situación se encontraba Yuuri, si tal vez el asesino de Kaori ignoraba que la policía ya sabía sobre su culpabilidad o si había deducido algo así por las actitudes del teniente Katsuki, que a veces por ser muy transparente pecó de ingenuo.

Víctor dejó a Otabek en la casa del cónsul y en voz baja le pidió que se encargue de darle la noticia al diplomático. El kazajo aceptó con el gesto serio, por dentro se sentía molesto porque no le gustaba explicar los casos o dar malas noticias a los familiares. Pero en cuanto Víctor salió siguiendo el vehículo de Mijailov, Otabek pidió al cónsul que se sentara porque tenía que decirle algo muy importante.

Víctor no sabía dónde debía dirigirse para buscar a Yuuri, comenzó a llamarlo para que le respondiera, no importaba en qué circunstancia se encontrase, si respondía a su llamada significaría que estaba bien. Mas, Yuuri no respondía su celular. De pronto el mayor Nikiforov recordó que Yuuri le comentó que el hombre iba a salir del país esa tarde y lo más probable era que se dirija al aeropuerto.

Decidió dirigirse por las calles menos congestionadas porque esa sería la ruta más obvia que tomaría el asesino para escapar, desesperado abrió la radio, sabía que el hombre tenía una radio similar en su vehículo y que lo más probable es que escuchara las comunicaciones de las patrullas. Entonces decidió llamar por celular a Georgi.

—Georgi, el teniente Katsuki está con el tipo por favor si van a seguirlo háganlo, pero con discreción podríamos poner en peligro al teniente y de paso alertar a Mijailov. —Víctor necesitaba ganar tiempo para ubicar al policía.

—Está bien, no diremos nada, pero ¿por dónde empezamos a buscar? —Georgi tenía la posibilidad de restringir las comunicaciones.

—Creo que va al aeropuerto, hoy tiene un vuelo en la tarde para dejar el país. —Víctor observaba con atención a ambos lados de la avenida que conducía a una utopista en ruta al Púlkovo.

—Víctor, Yura dice que puede interceptar el celular de Yuuri porque le puso un transmisor desde la última intervención. —Georgi se refería al día de la intervención en la casa del Depredador, Yuri no quería volver a correr riesgos con esos dos irresponsables que cortaron toda comunicación.

Víctor siguió manejando rumbo al aeropuerto escuchando el canal regular de la policía, cuando ingresó una nueva comunicación de Georgi por el celular.

—Víctor el celular de Yuuri está transmitiendo desde Admiralteysky y aún está en movimiento. —Georgi seguía coordinando por interno— Pero no ha tomado la ruta al Púlkovo, está rumbo a tomar la ruta hacia Peterhof.

—Georgi… ya lo sabe. — Víctor pasó hacia el carril de mayor velocidad, no tenía que buscar, era hora de perseguir.

—Víctor dónde estás. —El capitán observaba la trayectoria que marcaba el celular de Yuuri en una de las pantallas del ordenador de Yuri Plisetsky.

—Cerca a la sinagoga. —Víctor buscaba evitar el tráfico de la mañana.

—Date prisa el auto está dando la vuelta hacia el Voskresenskiy. —Un parque muy cercano a la ubicación de Víctor, el capitán hizo notar que el tipo no llevaba mucha velocidad para no llamar la atención.

Víctor aceleró casi hasta llegar a la velocidad límite que debe imprimirse en las calles petrinas, pasó hacia una avenida amplia que se dirigía hacia el oeste, cuando de pronto Georgi le advirtió que el celular de Yuuri se quedó estancado de un momento a otro y por la forma tan rápida que sucedió dudaban mucho que Yuuri hubiera podido bajarse del vehículo.

Víctor imprimió más velocidad llamando la atención de una patrulla que comenzó a perseguirlo, pero como no tenía tiempo que perder, tuvo que poner en funcionamiento su propia circulina. La carrera contra el tiempo había empezado y solo era cuestión de minutos el poder encontrar el vehículo.

Cuando llegó al Rimskogo Prospekt, Víctor divisó un vehículo que comenzó a incrementar la velocidad. Al verlo bien reconoció que se trataba de un vehículo oficial. Una camioneta de mayor potencia a la que él tenía. Víctor debía dar alcance al coche esquivando los vehículos que pasaban lentos por algunos tramos de la avenida e intentando que la patrulla que le pisaba los talones no le impidiera seguir.

Víctor tuvo que arriesgarse y abrió los canales de comunicación general pidiendo ayuda y describiendo al vehículo que perseguía. De inmediato obtuvo respuesta y otra patrulla intentó alcanzar al auto oficial cuando éste viró en sentido Este por la vía paralela al río Fontanka.

La potencia del vehículo oficial era superior a las patrullas y el auto de Víctor, pero él no cejaba en su objetivo de perseguir y alcanzar el auto, de saber qué había pasado con Yuuri y de detener al oficial que huía de la justicia.

Dos patrullas más se sumaron a la persecución que dejaba atónitos a los habitantes de San Petersburgo, Mijailov esquivó una de ellas y no dudó en abrirse paso chocando con fuerza a la segunda patrulla que intentó ponérsele en frente. Víctor supo en ese momento que Yuuri corría peligro, el comandante estaba dispuesto a todo con tal de no ser capturado.

La persecución a través del Fontanka comenzó a llamar la atención de los ciudadanos y también de los medios de comunicación y una televisora local dispuso que su helicóptero que sobrevolaba la ciudad para hacer reporte del tráfico, se concentre en seguir y filmar las incidencias de la persecución.

—Para HHTV transmitimos en vivo en estos momentos y somos testigos que en el canal de la rivera del Fontanka muchos vehículos de la policía persiguen desde hace varios minutos a otro vehículo oficial que hace maniobras temerarias entre los autos particulares tratando de huir en dirección Este. Hasta el momento, Koyla, podemos apreciar que son cuatro patrullas, un vehículo oficial de la policía los que intentan alcanzar a una camioneta cuyo logotipo no podemos apreciar bien debido a la velocidad… nos dicen que es de la división de seguridad de AMON. Si nos confirmas… sí, confirmado es un vehículo del AMON al que persiguen las patrullas. Los autos particulares se quedan detenidos otros se desvían hacia los costados de la avenida para dar paso a los vehículos de la policía y evitar de esa forma algún accidente. Koyla quisiera saber si la transmisión está bien.

—Si Dima te copiamos de manera nítida continúa por favor.

—Ahora, ahora apreciamos que son tres patrullas más las que se suman a la persecución y … oh, dios santo, la camioneta acaba de chocar y arrastrar a una de las patrullas hasta estrellarla contra un autobús y el auto negro sigue huyendo a gran velocidad. No tenemos aún confirmación de los detalles de la persecución, pero podemos ver que uno de los vehículos que persigue a la camioneta se acerca con cierta temeridad a esta, trata de alcanzarla por el lado del piloto, pero el chofer no le deja espacio, ahora intenta rebasarlo por el lado del copiloto, pero tampoco lo deja… oh dios estuvieron a punto de chocar, vieron eso  por poco los dos vehículos de la policía chocaron y la ruta de huida sigue quedando despejada… Koyla ahora son dos patrullas más las que se suman a esta intensa persecución, dos patrullas que intentaron hacer una especie de barricada pero no llegaron a tiempo, sigue la persecución y el vehículo que intenta dar en alcance a la camioneta sigue acercándose cada vez más.

—Dima nos confirman que efectivamente es un vehículo de la división de seguridad a dignatarios el que es perseguido en este momento por las patrullas…

—Koyla en este momento un helicóptero de la policía acaba de sumarse a la persecución, intentan alejarnos de la transmisión, pero a la vez están detrás del vehículo que ahora está tomando ruta hacia la avenida Nesvsky, no sé cómo va a huir en tan congestionada vía, pero ¡lo hizo! ¡el auto ha comenzado a rebasar los demás vehículos de forma peligrosa! Pasa uno, casi choca con un autobús escolar, el chofer sigue imprimiendo velocidad y las patrullas intentan seguir con la persecución, casi no lo logran solo el auto oficial que desde un inicio ha estado persiguiendo al vehículo está detrás de él todo el tiempo, intentando no chocar con los automóviles particulares, esperamos que, el semáforo… lo pasó en rojo, señores lo pasó en rojo y sigue su loca carrera y tras de él tenemos al oficial que persigue este auto.

—Dima, escucha esto. No es oficial la información que te voy a dar y voy a compartir con nuestros televidentes; pero fuentes muy confiables nos acaban de informar que en el vehículo del AMON se encuentra un oficial que probablemente tiene que ver algo con el caso del Depredador, eso es lo que nos dicen, es decir… que tal vez en ese vehículo está el asesino más buscado en estos últimos años, pero no es una información confirmada.

—En este instante el auto sigue en dirección sureste por la Nevsky y ha evitado a un grupo de transeúntes que pasaba por uno de los cruces, el hombre está loco casi los atropella, de no ser por la reacción de los jóvenes ahora estaríamos siendo testigos de una tragedia, ambos vehículos, el que huye y el vehículo oficial que lo persigue van a gran velocidad, más adelante se ve que algunas patrullas comenzaron a hacer una barricada, se hace una barricada en la Nevsky con cuatro patrullas, los oficiales acomodan todo y apuntan con sus armas, el vehículo se acerca peligrosamente y no ha disminuido la velocidad… al contrario señores y señoras el chofer aumenta la velocidad del auto, los agentes están a punto de disparar, los agentes… dios, dios , chocó, se abrió paso, la camioneta es blindada y chocó a las patrullas, se abrió paso y sigue huyendo por la Nevsky, el auto oficial sigue persiguiendo de cerca al fugitivo y detrás las patrullas intentan alcanzar a los dos vehículos, Koyla, Koyla…

—Sí, sí Dima. Acabamos de comunicarnos con las oficinas de la AMON y no quisieron darnos información sobre el auto ni su ocupante, no existe hasta ahora información oficial sobre esta persecución…

—Koyla el vehículo acaba de abrirse paso entre varios coches particulares a los que ha rozado y topado con cierta fuerza y ha dado la vuelta en sentido del puente Alexander, el helicóptero de la policía se posiciona sobre el puente y dos agentes armados se disponen a disparar al auto, van a disparar, no se sabe si son uno o dos ocupantes, desde nuestra posición podemos ver que son dos ocupantes los que están en el vehículo, sabemos que es un auto blindado porque se encargaba de dar seguridad a alguno de los dignatarios residentes en la ciudad, van a disparar… un misil pequeño, el oficial sujeta un corto lanzamisiles… el auto ingresa al puente, el vehículo oficial que lo persigue se encuentra cerca señores y el oficial del helicóptero apunta el arma y ¡dios santo!, ¡dios mío!, ¡no puedo creerlo!…

Los ojos de quienes observaban la persecución por la televisión fueron testigos de la manera más increíble como acababa la persecución del vehículo, nadie podía creer lo que acababan de ver, todos quedaron paralizados y mudos, todos excepto el Mayor Nikiforov.

—No, dios no, Yuuri… ¡Yuuriiiiiiiii!

Víctor pisó el freno e impotente observó que el misil salía hacia su objetivo, Mijailov dio la vuelta al auto en un movimiento imprevisto, chocó contra la barrera del puente a gran velocidad y se precipitó hacia el río Neva, mientras que el misil solo alcanzó la a impactar la parte posterior del coche.

Víctor salió del vehículo y corrió hacia el boquete que abrió la camioneta que comenzaba a hundirse en el río. El Mayor no dudó en quitarse el abrigo que dejó tirado en medio del pavimento del puente y sin pensarlo más se lanzó a las aguas oscuras del Neva.

La camioneta siguió su trayectoria rumbo a la zona profunda dejando a su paso estelas burbujeantes en el agua, Víctor nadaba tras el vehículo intentando llegar hacia la puerta del copiloto. Su corazón latía con gran fuerza, no sabía si Yuuri estaba vivo o muerto, solo quería llegar a él cuanto antes, se dio un fuerte impulso y sus manos alcanzaron la parte posterior de la camioneta, avanzó sujetando las salientes del diseño, las manijas de la puerta y llegó a la puerta del copiloto.

El agua impedía que Víctor abriera la puerta, el mayor se calmó observó hacia el interior y vio que el oficial Mijailov no se encontraba dentro del vehículo, su puerta estaba abierta y sería más fácil sacar a Yuuri por ella, apelando a la resistencia de sus pulmones y músculos Víctor avanzó hacia la puerta del piloto mientras el auto seguía cayendo hacia la profundidad.

Cuando llegó encontró a Yuuri echado entre los dos asientos y sujeto con el cinturón de seguridad, Víctor empujó el cuerpo de Yuuri, por suerte logró desenganchar el seguro del cinturón y jaló con todas sus fuerzas al teniente fuera del vehículo, con las pocas fuerzas que le quedaba Víctor tomó a Yuuri del cuello y empezó el ascenso hacia la superficie, esperando no salir directamente en la ruta de alguna embarcación porque podría atropellarlos.

El esfuerzo que hizo por rescatar a Yuuri comenzaba a cobrar sus primeros síntomas, Víctor sentía que sus brazos le pesaban demasiado, no sabía si podía seguir sujetando a Yuuri y lo que era peor, no sabía si podía llegar a la superficie, su cuerpo no cedía ni se movía al ritmo que él deseaba, la falta de oxígeno era evidente y necesitaba con urgencia aire, solo que para llegar hasta la superficie y oxigenarse tendría que dejar a Yuuri. Víctor no sabía qué decidir, su corazón le decía que siga sujetando al hombre que había comenzado a querer con mucha fuerza y su cuerpo le decía que ya no podía resistir que necesitaba aire.

Estaba a punto de claudicar en su intento por rescatar a Yuuri, tal vez si subía tomaba aire podría volver y sacar al teniente del agua, tal vez lo perdería en la corriente del río. Una decisión de vida o muerte que debía tomarla ya, una decisión que no quería tomarla, una decisión que no tuvo que tomar. Cuando ya sus pulmones estaban en su tope máximo y no tenía más aire que soltar, Víctor sintió que unos fuertes brazos lo sujetaron por la espalda y luego por el cuello, su cansada mano soltó a Yuuri y un váguido lo dejó sin conciencia por varios minutos.

Un minuto después dos tripulantes de una embarcación de turismo salían sujetando a Víctor y Yuuri y eran socorridos de inmediato por los demás miembros de la embarcación. Un kilómetro tras de ellos una patrulla policial y una embarcación ambulancia se dirigían hacia el puente Alexander Nevsky.

[…]

Siete días tardó el oficial Katsuki en recuperarse, siete días en los que fue sometido a muchos exámenes para saber si la descarga eléctrica había dejado alguna secuela en su sistema nervioso, los exámenes no arrojaron malos resultados, lo que sí se comprobó era que el nivel de estrés vivido por el oficial japonés era muy alto y que debía reposar por un tiempo al regresar a su natal Japón.

Víctor llegó puntual como todos los días cuando visitaba a Yuuri, solo que esta vez llegó para llevar al oficial a su departamento para que recogiera sus pertenencias, la comandante Okukawa había ordenado que Yuuri regrese de inmediato cuando fuese dado de alta. Al llegar a la casa de Víctor, Yuuri comenzó a sentir la presencia de la tristeza convertida en un dolor sordo que se manifestaba en todo su cuerpo. Si de él dependiera, no se iría nunca de Rusia, no dejaría San Petersburgo, se quedaría para siempre en ese departamento del centro de la ciudad.

En la tranquilidad del departamento, Victor y Yuuri se dijeron adiós, amándose una vez más antes que llegara la hora de partir hacia el aeropuerto. Serían sus últimas horas juntos, desde ese momento hasta navidad o quién sabe hasta cuándo.

Cerca de las siete de la noche los dos amantes tomaron una ducha juntos y tuvieron que vestirse a prisa para llegar puntuales al aeropuerto.

Víctor se acercó a Yuuri y con el rostro entristecido abrazó al teniente con todas las fuerzas de sus cansados brazos, fue un abrazo que se prolongó durante muchos minutos y que ninguno de los dos quería romper.

—Yuuri te llamaré todos los días, no me importa qué tenga pendiente por hacer, siempre te llamaré. —Los dos oficiales convinieron en comunicarse a una hora exacta, serían las cuatro de la tarde para Víctor y las diez de la noche para Yuuri.

—Voy a extrañarte mucho Víctor. —Yuuri intentaba ocultar su pena sin éxito, su corazón parecía partirse en dos mitades y ardía, quemaba, ajustaba el pecho.

—Yuuri te estoy amando, ahora más que nunca. —Víctor sabía que no existían otras palabras para darle un nombre a ese sentimiento.

—Yo también ya puedo decirte que te amo Víctor Nikiforov. —Yuuri rodeó con sus brazos el cuello del Mayor y éste rodeo todo su cuerpo.

El beso de despedida sabía dulce, sabía amargo; si volverían a verse quedaba como una promesa para cuando Víctor tomase vacaciones y volase hacia Tokio a pasar las fiestas de fin de año.

—Si Borislav Mijailov aparece vivo o muerto te llamaré de inmediato no importa la hora que sea. —Víctor comenzó a soñar desde ese momento con darle la noticia de la captura del asesino de Kaori, por más que lo buscaran dentro de las aguas y en las orillas del río Neva, nadie logró encontrar el cuerpo o alguna señal del comandante.

—Cuídate Víctor. —Yuuri apretó con más fuerza al Mayor entre sus brazos.

—Cuídate Yuuri, quiero volver a ver tu sonrisa. —Víctor lo besó una vez más.

Las despedidas de los amantes son muy tristes, tratan de ocultar las lágrimas, intenta sonreír para darse ánimos el uno al otro, no quieren soltarse, comienzan a sentirse huérfanos. Yuuri y Víctor tuvieron que dejar sus muestras de despedida en el departamento, porque en el aeropuerto no podrían abrazarse con fuerza, solo se despedirían con un abrazo distante, un apretón de manos y un saludo oficial. Por ese motivo dejaron los suspiros y la piel en esa habitación.

Yuuri no dejaba de ver la terminal desde la ventana del avión, Víctor no dejaba de ver el rostro de Yuuri pegado a la ventanilla. Los corazones latían adoloridos, el cuerpo se tensaba con fuerza y los dos oficiales reprimían las ganas de llorar mientras el Airbus A320 con destino a Tokio alzaba vuelo en el aeropuerto Púlkovo.

Publicado por Marymarce Galindo

Hola soy una ficker que escribe para el fandom del anime "Yuri on Ice" y me uní al blog de escritoras "Alianza Yuri on Ice" para poder leer los fics de mis autoras favoritas y escribir los míos con entera libertad.

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