MOF – 🔥Cap 25🔥


Shary Pov’s: Hola si has llegado hasta aquí por medio de AO3, espero que puedas disfrutar de esta bella historia y que la versión corregida esta aquí en ALIANZA YOI e Inkspired. ¡Nos leemos al final!

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🔥 Capítulo 25: 
De Obscuros a Grises…
🔥 Autora: Shary
🔥 Re-Beteo y Arreglos: Shary y Salem
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Zona de entrenamiento. TSPA Shibuya / Japón
Inicios de Julio del 2017 – 7:00 A.M (Lunes)


El entrenamiento sobre la madrugada hasta los primeros rayos del sol no dio respiro en estos días así como las energías del personal. cada quien estaba concentrado en lo suyo; jefes en sus labores, instructores con sus cadetes, ¿y hablando de cadetes o de oficiales?, los cadetes de la T.S.P.A como esos Oficiales del FPJ de Shibuya auguraban un fuerte revuelo con las apuestas a flor de piel tras correr como locos e ir a ver la causa de tal conmoción…

—¡Vamos! ¡Rápido! 

—¡Nos perderemos la paliza del año a los de alto rango del F.E.G.I!

—¡Sííí!

—¿Puedo saber a qué se debe este alboroto, caballeros?

—¿TC Katsuki…? —Esos estudiantes de la TSPA voltearon al respingarse del miedo y asombro tras la voz conocida a sus espaldas. Rápidamente le explicaron las cosas a su superior.

Se supone que la comarca más joven junto a otra de las más experimentadas del FEGI estaría en medio de su descanso reglamentario después de que sus capitanes (los cuales hacían de instructores como le indican los estatutos) les rindieran sus entrenamientos matutinos. Al llegarles la notificación sobre las asignaciones de limpieza al grupo del capitán Crispino, los de mayor promedio se reían con chanza de la desgracia ajena.

Eso sí, nuestra señora de boca acorazonada no se quedó callada.

Ella en sus arrebatos les sacó con la misma tónica chistosa que eran tan delicados, que no podrían ni un día con el trabajo. Lo que nos llevó la actual situación, aprovecharon que se hallaban en su receso y sin sus jefes para hacer una pequeña apuesta.

Los mayores a sus anchas lo encontraron divertido, e incluso dejaron escoger a los novatos (estando Nikiforova a la cabeza) el estilo de combate, y cuando ella abrió su boca para mencionar su veredicto…

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—¡Esgrima libre!

—¡Ehhh! —Digamos que los camaradas de la conejita no la vieron venir.

—El último integrante que quede en pie con su espada será el equipo ganador y los perdedores asumirán la carga de la limpieza por dos semanas!

—¡Hecho, Nikiforov, nos convenciste!

—Espero que tú y tu equipo se pongan los guantes de hule para que dejen todo realmente pulcro.

—No canten «victoria» antes de tiempo, cariño. —Esa pose de reina empoderada y su ceja en alto, lo dijeron todo. 

—¡V-V-Vicky! ¿No… e-estás hablando en serio, o si? —Uno de sus compinches palideció con ello al igual que el resto de sus amigos al percatarse que la jugada se hacía realidad.

Of course! 

—¡Nos van moler!— Se desahuciaron al suelo los oficiales imperiales novatos.

—¡Vamos, señores, que poca fe tienen! ¡Estamos hablando de Vicky alias: «¡Lady Oscar!» —Acotó Emil, en su frescura con esa referencia—. ¡Es la mejor con la espada ropera después del Capitán Crispino! ¿Quién quite y los sorprendamos? ¡Será divertido!

—Es que no sorprenderemos, Emil… ¡Ganaremos! —Afirmó fuerte y claro su amiga con su típico: «Pueden apostarlo»

—¿Y qué te hace pensar eso? —Todos notaron que su actitud estaba más enérgica de lo normal.

—Una corazonada. —Puntualizó optimista al guiñar su ojo—. Y que con «esta belleza” Nos traerá mucha suerte. ¡No perderemos! —Elevó con gracia esa mano donde portaba el bello amuleto

Culminó llevándose esa sortija a sus labios y lo besó gustosa indicando su buen humor, sin mencionar, sus ojos brillantes o esa aura rosada llena de purpurina a su alrededor. Emil y compañía parpadearon extrañados, como si los signos de interrogación en sus caras no fuesen suficientes para comprender los pensamientos de esa adolescente infantil. No es para menos…

Parece que Vicky en sus inocentes sentires enamoradizos, no dejaba de hallarse especial después de esa cita memorable con su noble caballero amargado o de admirar el significativo regalo que le otorgó a su persona. 

Prevemos que por ahora, continuará así por un par de días más…

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Con esas cuentas claras, el panorama nos ubicaba en la acción principal con un Teniente Coronel acercándose a la improvisada función y la paliza para ambos bandos, era visceral.

—¡Carajo! ¡Esto es serio! —Espetó uno de los Oficiales imperiales de mejor rendimiento a sus cinco compañeros. El cansancio ya le estaba pasando factura—. ¡Nos van a patear el trasero de ponernos las pilas! 

De hecho, todos estaban apaleados y a punto de tirar la toalla ante su única, pequeña pero poderosa contrincante que blandía con estilo su espada ropera. La seguridad rodeaba a esa muchacha y se evidenciaba en su gallarda sonrisa. Los otros oficiales novatos de la mano con el checo grandulón y ondeando la bandera rosada de conejitos en apoyo a la rusa, ya había perdido al no ser muy diestros con esa arma filosa. Mas no dudaban de las habilidades mortíferas de su lideresa por mega votación popular. 

—¡Viejo, nadie esperaba que la conejo tuviese esa destreza!

—¡¡Es cierto, la chica ha mejorado!! —Replicó el otro en respuesta.

—¡No importa! ¡Sí no le ganamos a Nikiforova, nos tocará limpiar los baños! ¡Somos más que ella!

—¡Heyyyy! ¡Señoritas!

—¡¿Ahhh?! —Sus caras atrofiadas fueron imparables.

—¡Es de pésima educación dejar esperando a una dama distinguida como yo! —Lista para atacar y resguardando su defensa, fue tras ellos cambiando bruscamente a una línea directa—. EN GARD!!

Rápida y audaz era la definición en ella, en cierto modo no les dio tregua entre cada zarpazo de su hoja al hacer sus florituras. ellos obviamente, no se dejarían poner el pie, también se la pusieron difícil haciendo todo más interesante.

En ese mismo orden de ideas, los espectadores se fueron sumando y dando sus barras a cada equipo, unos a los veteranos, otros perros enamorados con la intrépida oficial, eso sin mencionar que algunos superiores (un hámster, un cabaretero, un charro y una leona) que pasaban por ahí con varios documentos, detuvieron sus labores y así como a sus subordinados o estudiantes, se distrajeron con esas apuestas.

De plano Leo, le iba a la comarca del Capitán Kimetsu, Chris aunque adorase a su bella ilegal sabía de la calidad de los adversarios, Alessia y Phichit igual.

Katsuki para ese entonces, se encontraba detrás de ellos cual sombra sigilosa y sin que se dieran cuenta, ha escuchado los montos de sus apuestas, que doscientos dólares, o quinientos dólares. Era lo más sonado. Su vista pasó con Vickytoria, su pupila revoltosa que dirigía las pautas con su acero filoso, no la pensó dos veces.

—Cuatro mil dólares.

—¿Yuuri? —Hablaron los apostadores…

¡Es decir, sus amigos los cuales tuvieron un respingo en sus cuerpos revoltosos!, Yuuri nuevamente confirmó su cifra.

—Cuatros mil dólares, a que Nikiforov barrerá el piso con ellos.

—¿Cuándo llegaste?— Preguntó Phichit a ese fantasma.

—Hace poco. Debería de dar mi clase y heme acá, esperando a que esa mujer de allá termine sus pleitos callejeros.

Se terminó de acercar y se sentó al lado del moreno muy neutral sin dejar de observar a la chica, su semblante se mantuvo serio pero ciertamente denotaba un enigma ladino y reservado en sus gestos. Cosa que Phichit entrevió, pero que los demás lo pasaron de alto por andar comadreando sobre su inusual juego de azar, sin mujerzuelas y hombrezuelos.

Exceptuando a Leo… Ese latino bien estrafalario lo atrincheró hablándole en su jerga floridamente mexicanizada y el signo peso estampado en sus ojos.

—¿Es neta lo de la lana, cabrón? 

—Neta. —Respondió con la misma jerga dejando a Leo incrédulo por su informalismo—. Sí me ganan, les daré cuatro mil dólares para que se lo repartan entre ustedes, pero sí pierden, me darán mil dólares cada uno.

—¡Ah fíjate, que ofertón!, ¡Yo si le entro al negocio, güey! 

—¡Nosotros igual! —Chris y Alessia de una se vieron tentados con esa suma monetaria.

—¿Estás seguro de hacerlo, Yuu? —Phichit lo analizaba con sus ojos acusadores y apostando también en su contra.

—Tengo razones de peso…

—Ayyyy güey, este vato se nos chiveteó y le dio duro el amor, compas. —Bromeó con descaro el fedérale—. Está mansito y todo por su coneja, íralo. —Los demás se carcajearon y Yuuri negó resignado, cualquier minucia es poca para que ellos dejaran de molestarle. 

—Concuerdo con Leo, Yuu. Por mucho que nosotros apreciemos a Vicky o que a tí te encante, sabes perfectamente que el grupo del capitán Kimetsu es de los mejores de nuestro F.E.G.I. —Phichit prosiguió, pero no negará que esta oportunidad de dejar pelado su jefe amargado, no se veía todos los días.

—¡Todo lo que dijo el chamo por dos!

—¡He de pensar igual, Ma Chére!

—¡A huevo!

—¿Hmmm…? —Yuuri hizo silencio por un par de segundos, e igual continuó férreo en su decisión—. Yo no me confiaba mucho de ser ustedes…

Simplemente les miró ajustándose sus espejuelos y les sonrió duramente a medio lado. El cuarteto sintió un revoltijo horrible en todo su ser. Eso les indicaba que algo tenía entre manos y de pronto…

Sxf: ¡¡BRAM!!

La algarabía de los presentes sacudió los sentidos del Tailandés, el mexicano, la Venezolana-portuguesa y el suizo al presenciar el como Vickytoria combinaba su esgrima con otro nivel marcial algo particular, que si bien, no era tan pulido generaba tensión además de aturdimiento a los otros oficiales imperiales.

Y era uno que Phichit lo supo identificar por ciertos movimientos que solo los ha visto en alguien…

¿ESO ES GATOTSU? ¡¿ACASO ELLA…?! —El exagerado se lo gritó en toda cara al japonés que tiene a su lado—. ¡¡¡ZORRO DESGRACIADO!!! ¡¡¿SE LO ENSEÑASTEEE?!!

—Je…Te dije que era buena. —Don amargado, bien sobresaliente con el ego, le dio su respuesta.

—¡¡¡¿COMO RAYOS LO APRENDIÓ SÍ ELLA MANEJA ESGRIMA?!!! ¡¿Ni los más avanzados dominan eso del todo?! —Reclamaba chillando su amigo.

—Tengo mis trucos y ella es mi mejor pupila.

Ese budista no esperó que la Oficial en formación aprendiera gran parte de las mañas combativas de Katsuki haciéndola una rival monstruosa. Tampoco pensó que su nivel de aprestamiento fuese tan elevado. Es decir, quizás que tuviese uno otro que avance…y era lo normal dado que recibía las clases extras.

Ahora debió tragarse sus comentarios y admitir que Yuuri tenía razón en decirle que Vickytoria cuando se lo propone, era igual o peor que el insistente de su padre.

Los otros tres superiores estrafalarios,  (que desconocían ese detalle) han de quedar con sus bocas exageradamente abiertas, tanto que les llegaban al suelo y Katsuki, acabó haciéndose el desentendido con una sonrisa austera mientras desde su puesto, disfrutaba él como Vicky daba un tiro lateral logrando desarmar al último adversario complementándolo con tres patadas y al final, concretó una última bien mortal en toda la quijada ajena. Este tendido en la arena parecía un saco de papas que usaban para practicar, quiso reponerse y la conejita mosquetera puso su pie en el pecho del otro sin dejar de direccionarle con la punta de su espada.

—Touché! —La ganadora se pavoneaba—. ¡Ah! ¡Y quiero ver todo reluciente como una tacita de plata, señoritas!

¡SIIII!, ¡BIEN HECHO VICKY! El cachorro grandulón gritaba de felicidad, su equipo igual. 

Con palabras como: «La coneja ganó!», «¡en sus caras!» y así, seguiríamos con el listado ensordecedor. Todos fueron con ella y la levantaban muy alegres por esa hazaña; Emil fue de los últimos al rastrillarle su mejilla barbuda al cachete delicado de Vicky, se dejó consentir a gusto y se sentía en la cúspide por patearles el trasero a sus colegas veteranos.

—¡Ooohhh~ ¡Sacrebleuu! ¡Esto es una tragedia a  mi bolsillo! ¡Voy a quedar  corto este mes!

—¡Coño! ¡¿Tú solo?! ¡Marico!, ¡Yo ando en las mismas, vale!

—¡No manches, broooo! ¡Eso, fue un golpe bien gacho! ¡¿De cuándo acá esa pelusa mejoró tanto?!

—Bien… —Regresaron sus caras agónicas con Katsuki, quien yacía parado, internamente contento por recuperar parte del dinero gastado en la pintoresca cita del viernes inolvidable y mirando su reloj, retomó su palabra seca. —Coincidencialmente, hoy pagan. Cada uno me debe mil dólares. Eso les da un total de cuatro mil dólares, y los quiero en efectivo. Fue un gusto hacer negocios con ustedes.

—¡Yuuri! ¡¡Eso fue cruel!! ¡No es justo! ¡Tú ya sabías en qué terminaría!

—Yo diría que fue algo “práctico” —Katsuki, solo sonreía, esta vez algo más cálido suavizando sus facciones para el roedor quejoso de Phichit—. Nikiforov ha mejorado en su esgrima gracias a Crispino cómo no tienes idea, y ya me ha dado mis palizas al retarnos con espadines.

—¿Es broma…? ¿Tanto así?—Palideció el moreno.

Su jefe asintió orgulloso y malicioso de brazos cruzados. Lo estaba.

—Y sí hablamos de sus tácticas de combate físico, me atrevo a asegurar que está casi a la par de Plisetsky. Creo que…Sí le presiono un poco más en las prácticas nocturnas, llegará al nivel de nosotros.

Puede que Nikiforova sea la mujer que lo tenga distraído, pero en sus cabales de jefe de línea debe reconocer los logros agigantados que ha dado siendo su mejor pupila en dicha promoción anticipada de Oficiales Imperiales.

Leo, Chris y Alessia, fuera de base pusieron una mueca peor, ¿Solo querían comprender qué rayos ocurría entre el cuchicheo de esos dos y cómo fue que Yuuri y Vickytoria llegaron a esos buenos términos?

Hasta donde tenían entendido, el hombre portaba la soga al cuello con ella.

—Lo otro que se te olvidó es que es la hija de Andrei Nikiforov y que por sus capacidades es una joven prodigio, ¿qué esperabas?, ¿a una princesita bailando en tutú? ¡Ya su carácter andrógino dice mucho de ella! —Fue frontal en su infausta neutralidad.

Al poner en polo a tierra a su amigo de tez morena, se coloreó aún más blanco recorriéndole el pavor, y ni hablemos del resto. Yuuri en sus adentros se divertía del sufrimiento ajeno; no es que se acostumbrarse a ello, pero era un gusto que pocas veces realizaba viendo que la mayoría de las veces, él era la víctima a bullear. Tras eso, les recordó su deuda monetaria.

—Como quiera que fueran los acontecimientos, la acotación fue que aquello les ocurrió a ti y a ustedes tres por apostar al caballo equivocado. Y ahora, ¿si no les importa?, debo retirarme. Hay muchos labores que atender. Buen día, caballeros.

Yuuri hizo un ademán elegante con sus dedos a modo de despedida guardando su discreción y se va así como llegó. 

Los otros boqueando, ajetreaban al pobre Phichit exigiendo muchas respuestas de sus incógnitas o de qué tan cierto era eso de las cosas entre ese par se arreglaron o de las famosas clases nocturnas y un millón más… Les confirmó lo de las clases, y fue algo que los dejó con los crespos hechos; sin embargo, con la pena en su alma (o tal vez salvaguardando su vida de un posible “katanazo” a sus partes íntimas) Phichit no dijo absolutamente nada de lo otro, ¡ya saben!, la salida que Yuuri improvisadamente organizó con la damita (Desconociendo que el japonés le omitió lo de los anillos y en efecto, usaba sus guantes de cuero para pasar de desapercibido) Pero lo más importante que si les comunicó, fue que  su amigo, ha ido reivindicándose de apoco con esa pequeña y que en lo posible, que no lo presionen.

—¡Vamos chamo!, ¿no puedes callarte el chisme?

—¿Y para rematar nos llamas “intensos”?

—¡Ya se están perdiendo los valores, chavos!

—Lo siento chicos, sé que quieren ayudarle, pero es mejor dejar que Yuuri arregle sus cosas por su cuenta. Es en serio, no lo atosiguen, suelen sofocarlo mucho.

—¿Sí, tú…? ¡Claaaaro! «¡El burro hablando de orejas!»

Leo se indignó, acompañado con Alessia y Chris diciendo en coro a ese hámster un: «Lo tomaremos pero nos ofendes muchísimo»

Phichit se le figuraba una sonrisa tranquila, porque sabe que no se adentrarán en lo comentado… nomas debe esperar que se les baje un poco su orgullo herido.

Yuuri alejado de esos vientos huracanados  y apoteósicos en medio del mar de gente se aproximaba a los dos equipos de Oficiales del F.E.G.I, y por supuesto, a su escandalosa estudiante que no paraba de hablar cuál lora sobre el gran logro que obtuvo o de mencionar que gracias a su amuleto contaba con mucha suerte (eso lo enterneció) Emil, los chicos de grupo o los veteranos yacían sentados viéndole brincoletear.

—¿Su colega se porta asi todo el día?

—No siempre, pero hoy está más hiperactiva de lo normal.

—¡¡Oigan!! —Infló sus mofletes con enojo y resopló su mechón de modo lindo e infantil.

 —¡Es verdad!

—¡Moooh~~! ¡Otro día dejo que les pateen sus deprimentes traseros! ¡Jum! —Se cruzó de brazos la diva, luego tomó un buen respiro para relajar sus ánimos, ladeó su mechón con estilo y regresó a su estado risueño—. Pero no importa, nada me quitara mi buen humor y mi buena fortuna.

—Y yo espero que ese buen humor como ánimo que imprimiste al auspiciar el alboroto con los otros caballeros, te sirvan para concretar todo el programa de entrenamiento que les tengo preparado para hoy.

—¡Yiagh…! E-e-el T.C…está detrás de mí, ¿v-verdad?

Habló muy bajiito que ha de erizarse y aminorando sus actos. Sus compañeros  asintieron con el pánico en sus rostros, y presintiendo que su jefe hará valer el cumplimiento en sus palabras.

—H-h-hola, jefe bonito. ¿C-cómo está? —La doña con esa sonrisota tonta de corazón intentaba salvar su pellejo del posible castigo maximizado con su voz aniñada. 

—¿No lo sé Nikiforov?, llevo diez minutos y un segundo de «mí» aprestamiento perdidos porque ciertos personajes, incluyéndote, ya deberían estar conmigo «allá»—Katsuki señaló sutil con su cabeza el sitio y solo alzó tentativamente su ceja cómo ha de hacerlo siempre. 

—Aaahhh  ja, ja, ja, eso… BuenoSe rascaba su cabeza intentando despejar la tensión y giró su cabeza en dirección a los cobardes de sus compañeros—. ¡Chicos, Emil, ayúdenme! ¡Digan algo!

La coneja se trababa y decaía chistosamente (hasta sus orejas de conejo se habían caído ante la mirada enseriada del zorro de su superior) que en sí, quería reír del intento de discusión de todos sus hombres con la damita abordo, pero no podía. A veces maldecía por lo bajo el rango que tiene. 

Entre otros asuntos, aunque Vicky recibía el sermón conocido en Yuuri, ella buscaba con su mirada el otro anillo que daba juego con el suyo, pero… 

—»Vicky, cariño están en la academia, es obvio que no lo va usar…»

Entristeció un poquito al no ver asomes de ello.

Yuuri al culminar el regaño, no dio demora en sus asuntos y se llevó a todos a sus entrenamientos, para cumplir su horario. En la misma mañana y a la hora de haberse acabado su larga sesión tortuosa donde las flexiones, los combates y recorridos por los circuitos fueron los protagonistas, muchos se fueron cojeando con los pocos pedazos de lo que alguna vez eran sus «cuerpos», y  tal vez en esos momentos, ellos desearían aprender a controlar la alquimia y fortalecer su coraza carnal, más no son alquimistas estatales o algo por el estilo, para su desgracia.

Por lo menos corrieron con el milagro de que su jefe, no dominase las propiedades del fuego como cierto coronel de la serie en mención.

Continuando con lo otro, al quedar el T.C Katsuki solamente con Nikiforova, justificó su prácticidad ya que al ser la autora intelectual de su retraso, sí o sí, debía trabajar más a fondo. Lo habitual en ese japonés.  Aunque también lo hizo porque le gustaba pasar tiempo con su Oficial y en cosillas así, era su única forma de estar con ella y ganar más confianza de la otorgada, ¡a nosotros no nos engaña!

—Da-dame…ha..ha….dame un respiro…ha…ha… —La chica sin glamour intentaba sostenerse sobre el barandal y no le daba la cara sufrida a su torturador.

—¿Ya te cansaste? Fue bromista sin perder su elegancia reservada aun si respirase agitado—. ¿Dónde quedó tu energía y juventud? ¿Acaso te sientes como toda una señora de la tercera edad? 

—Really?!!!  —Ya se dignó a mirarle con una vena marcada en su frente brillante—. ¡Retráctate de lo último! ¡Las jovencitas bellas y delicadas como yo, también nos agotamos!

—Esas son excusas rebuscadas, a tu edad hacía más que eso en la FBS.

¡¿Ja?!, ¿Y me lo dice el señor amargado amante del trabajo? ¡Ni eres humano! ¡No todos tenemos tu resistencia de Robocop!, ¿Sabías? —El horror, el horror se vio en ese reclamo dolido en la chica.

Yuuri reunió mucha fuerza para no reírse con esa vieja referencia, y al ver esa conejita «supuestamente» enojada pero que daba una apariencia adorable. Le encantaba.

—¡Y de tanto sudar, hasta mi cabello ya no se ve resplandeciente! ¡Eso es una calamidad capilar! —Lloriqueaba sobándose la coleta desordenada que yacía en sus manos.

¿Y eso que tiene que ver con el entrenamiento? —No lo entendió en medio de su neutral despiste.

¡¡¡MUCHOOO!!! —Ella sintió otro bajón de energías tirándose al suelo con dramatismo absoluto, tomaba sus bocanadas de aire y ni le importó verse despeinada—. ¿Pero qué vas a saber sobre el cuidado del cabello o de cosas hermosas si no tienes sentido de la belleza, la salud o de la moda? ¡El que se me caiga es sinónimo de maltrato, si sigo así, allí sí pareceré una anciana, me quedaré calva, y Yurio se burlará de mí! ¡Ahhhh~~!

«¡O-okay! Ya activó su modo drama«—Lo pensó. 

La dejó ser o desahogarse en sus pucheros. Vicky se quejaba de la stammina del diablo que Yuuri poseía, sin dejar de exigir que en estas noches deberá compensarla con varias cosas de su pliego de peticiones entre esas, shampoos, rinses, y todo lo necesario para su cabellera porque según, gracias a sus inclementes clases lo tenía hecho un desastre, con poco brillo y hasta algunas hebras se le han caído a raíz de ello preocupándola por completo.

Sí, será muy policia, pero no deja de ser alguien pomposa en cuanto a su imagen.

No obstante, este hombre ya se había distraído genuinamente y mirando algo específico de su cabeza. El cabello de Vickytoria mantenía un  pequeño remolino divisorio donde nacía su cadejo y a su vez una parte de su cuero cabelludo, ya ni prestaba atención a lo comentado por la señorita, sus ojos no desviaban de ese punto, entonces…

—Claramente tú eres mayor que yo… —Ella se sacudió sus ropas estando en una posición inclinada donde ese espiral era el objetivo ajeno—. Y aun así, no se te cae ni una pisca de tu cabello o de tu resistencia y… ¿Ah?

Con la punta de su dedo índice, ha tocado su borde por pura curiosidad sintiendo lo suave o abullonado en ese lugar aunque sin figurar, el gran dilema que se le vendría encima y más, con esta pequeña en frente suyo revisando su propio remolino  y sin emoción alguna.

¿Tan… tan notorio o delgado se me ve?

Yuuri, pronto cayó en cuenta de la indiscreción que ha hecho, emitiendo un desesperado—: ¡Ahhh, Yooo, etto, no, no, no, no, es grueso y sedoso! ¡Everything it’s Ok!—, y sacudiendo sus brazos o exagerando sus gestos para hacerle sentir bien pero… 

¡Eres horrible Yuuri, me mueroo~~~!

Se derrumbó por última vez cuál actriz de telenovela en esa arena con dolo y ahínco mortal ante esa acción simple, como ruin y nefasta en Yuuri. Técnicamente le dio a entender que sería una calva prematura (según su rimbombante imaginación) el Teniente Coronel en su tímida metida de pata, no hallaba que hacer para salir de ese atolladero.

No creo recuperarme…

—Go-gomen!! Gomen! ¡E-en serio, Vicchan! Gomenssaiyo!! —Le imploraba perdón o le hacía muchos dogezas comprobando la culpa que se clavó.

Más y más disculpas se impartieron por parte del mayor a la menor, sentado en la arena, detuvo sus agasajos un momento para sacarse sus guantes revelando el anillo brillante, y bueno, así las caricias de Yuuri sobre el cabello Vicky podrían ser más sutiles o dar ese conforte a su baldeado de agua pero ella se negaba con sus actitudes consentidas, no le daba su cara al ocultarla en sus propios brazos y sin querer levantarse de su rincón. 

—Entonces… ¿No me hablaras, Vicchan? —Probó una vez más usando su apodo, Vicky lloriqueaba en silencio. 

El zorro japonés al expulsar ese vaho resignado o definiendo que esto iría para largo, agotó su última cuantía, una dócil y amable e infalible para que esa dulce pero caprichosa princesita, empezará a ceder…

—Ya veo…eso significa que…  No podré pedirte ayuda para cuando regrese Yuuki por mi imprudencia. —Vickytoria reveló un su faz de la madriguera improvisada de sus brazos al igual que su enormes y curiosos ojos azules o esas orejas de conejo.

A Yuuri le pareció precioso su comportamiento, sonrió y no escatimó en acomodarle su cadejo. 

Ella en esta ocasión percibió a Yuuri muy diferente, lo cual la hizo sonrojarse o sentir esas mariposas extrañas, y prestó atención a cada palabra suelta.

—Tenía pensado en hacerle algo especial. De estar allí conmigo cuando lo recibamos, Yuuki se pondrá más feliz…—Este, contento, continuó con su jugada. Fue sincero en su idea pero, bien, se estaba valiendo de ello, puesto que no es la primera vez que le hace regalos sorpresa a su niño—. Yo… ¿Me preguntaba sí lo que me dijiste en estos días en la cita sigue en pie?, realmente quiero que participes. Eres importante para Yuuki, solo que… como la he liado de nuevo dudo que aceptes...—Su fino perfil, más la amabilidad dada en su voz eran el toque de cierre que necesitaba, el pedido era solo una excusa para tenerla consigo, obvio, cabe destacar que a su pequeño le gustará.

Vicky caviló por un segundo y se atrevió a hablar.

—¿Mi…mini-príncipe viene en estos días…?

—A lugar.  —Respondió en corto. 

Yuuri notó el sonrojo enfurruñado en Vicky, la cual estaba arrodillada y erguida como reina sin mirarle. Ella le especificó que solo lo hará por Yuuki, con esto, su  jugada resultó exitosa, y por ende, ella picó su anzuelo. ¡Bien!

Eso le bastaba. . .

Con tenerla a su lado, le bastaba.

Le ha dado un franco «gracias» a su señorita mimada, además que decirle que a cambio, trataría de dar una solución con ese listado para su cabello en recompensa por su buen trabajo en estos días (sabiendo que su bolsillo se quebrará) en lo que ella coordinase  junto a él lo de Yuuki.

¿De qué te ríes, zorro amargado?—Entrecerró sus ojitos hacia el acusado.

Nada en especial. —Mintió, pero alzó sus palmas en son de paz, en ese instante fue que Vickytoria notó que ya no traía sus guantes y lo siguiente que vio en el dedo de una de ellas, la asombró.

¿Eso era real…? 

Yuu… Yo pensé que no tenías tu…

—Ah… ¿esto? —Se hizo el loco al fingir no saber nada en lo que su palma daba reverso a los ojos de Vicky para dejarle en claro que si lo usaba. —Prometí portarlo, ¿no. . .? Lo bueno es que me siento aliviado de que el amuleto que nos dieron sí es mucha suerte o que hice bien en aceptarlo…—Él se animó rompiendo sus dejos ansiosos a posar su mano para entrelazarla con la de ella, y su toque fue tan íntimo o tan cálido, que Vickytoria se ruborizó o le miró otra vez a sus iris marrones y luego, de vuelta a sus manos dándose cuenta de que sí portaba ese pequeño objeto que ambos comparten en común—. Y veo que también usas el tuyo.

Sobra decir que en automático, el semblante en Vicky cambió, y sus zafiros adquirieron un brillo hermoso por ese sencillo gesto, ella sabía que Yuuri no es dado a ese tipo de contactos y que en definitiva, son de buena suerte.

—Gracias a esta joya sobreviví a un posible peluchazo en mi cara. 

—¡Ja! ¡s-s-sigue soñando, tonto amargado! —Trató de imponerse, pero no podía.

No con Yuuri estando así de lo lindo con ella.  Solo ha de envolverse con sus sensaciones, hallándose más y más confundida o el doble de roja. Sin mencionar que estaba feliz con eso de que cumpliese su promesa o que luego se auto reprendiera por demostrar esos aspavientos extraños cuando debería de enojarse con las bromas anteriores de Yuuri. 

Se dijo así misma cosas como—: «Vicky compórtate…¡No caigas ante ese caribonito amargado! ¡Demuéstrale quien manda, querida!» O que hablase en voz alta un—: L-lo de Yuuki es d-distinto, perfectamente puedo golpearte.

—En esgrima, sí. En combate físico, aun te falta mucho para patearme. —Le retó e hizo algo más al acercarse demasiado y dejar delicadamente su dedos para peinar los cadejos de Vicky hacia atrás o apreciar mejor su majestuoso rostro. 

La actitud esta vez en Yuuri fue imperiosa, a su vez desafiante sin perder su afabilidad…Podríamos agregar que su leve adulamiento en medio de su reservado ser para Vicky, fue algo que personalmente ella no pasó por alto y reaccionó con sus sonrojos perpetuados en sus mejillas. Yuuri, entreveía en los ojos azules los remolineos inocentes en su interior y ciertamente, lo ayudaban a convencerse cada segundo, que estaba dispuesto a establecer algo con ella y de ser alguien más que un “simple jefe”.

Pero ya vio que no será sencillo, deberá ir con calma.

Le felicitó por el combate improvisado, que fue muy contundente con las enseñanzas que le ha guiado Crispino o las suyas, aunque le recalcó que debía trabajar más su zona frontal. El mensaje a su receptora la puso muy feliz. Su boquita entreabierta con forma de corazón al no poder decir nada, era todo. 

Eso sí, trata de hacer tus alborotos, peleas o locuras con tus compañeros lejos de mi vista o en tus descansos, y no cuando sea cercano al horario de clase de cualquier instructor  como lo fue mi caso, porque la próxima no contarás con suerte y puede que Richelieu ande por allí, ¿de acuerdo? 

“¿Ahhh? ¡¿A quién engaño?!, ¡No puedo enojarme!” —Con eso se la ganó y olvidó todo formalismo o cabreo, tirándosele encima haciendo su típico tacleo dulzón o gritándole ese «¡Mi Yuuuuriiii!» cariñoso, con muchos besos en toda su cara de su parte.

—¡Esperaaa¡ ¡Ahhh! ¡Noooo!

—¡Me gusta mucho cuando te pones tiernito, mi Yuuri!

—¡Vicchan, aquí no! ¡S-soy tu s-superior! ¡M-mantén tu distancia!

—¡Ño quiero!, ¡muuuak! —Le valió un pepino su indicación y le dio otro beso a su nariz, Yuuri temió de que alguien lo pillara en esas con su desvergonzada oficial. ¡Hasta imaginó a Felstman pegando el grito en el cielo!

—¡¡V-VICCHAN!! ¡NOS VAN A VER!

—¡Estamos solos, mi tío Yakov no está y recuerda puedo abrazarte o darte mimos cuando yo quiera! ¡Muack, muack, muack!

—¡¡Bastaaa!!! ¡¡Noooo!! ¡Que es una orden, Zanahorias!

—¡Zorro amargado! ¿Por qué eres así? ¡Muchos es tu lugar estarían encantados! —Infló sus mofletes en protesta y seguía aferrada a su jefe—. ¡Mis dulces besos no hacen daño!

¡Que nooo, d-detente!

—¡Eso no fue caballeroso!

Bueno, el malestar de la conejita rusa es prueba superada en su estatus más adorable, y asumiendo que el bellaco japonés tampoco hacía lo propio con lo del espacio personal, ese Karma besucón perpetuado lindamente por Vicky en todos sus cachetes y nariz. Era justo, ¿no? ¿Ustedes que piensan?

Por otro lado, escondidos en los arbustos porque los cogieron en el momento preciso en el que Yuuri estaba aturdido o renegando de los abrazos despistados en la rusa (lo bueno es que no escucharon del todo su conversación o tampoco divisaron bien esos anillos), Chris ha de tener la mandíbula abierta y esa mano en su cachete, expresaba con su cara un » no lo puedo creer» al lado de un Phichit burlón, casi le daba un infarto.

De no estar allí viendo todo en primera plana nunca se les pasaría por su cabeza esa bella escena. 

Dieron por ese lugar con el propósito de cortar camino pero las voces de Vicky y Yuuri les prendió su sensor de chismorreo sobre todo en Chris, quien era uno de los que estaba anonadado por el rumbo armonioso en ese par, Yuuri solo se pone así de nervioso como cachorro desorientado o con aires amables cuando se trataba de Yuuki, y ahora al ser con Vicky, le da más veracidad a lo expuesto por Phichit. Suizo y tailandés terminaron con esa ranura sonriente e igual de bobas entre sí. 

Se alegraron por él… Lo merecía, era justo que la vida le sonriese en medio de su soledad y sufrimiento. 


Hotel Yutopia / Hasetsu – Japón
Inicios de Julio del 2017 – 10:00 A.M (mismo día)


Del F.E.G.I o sus alrededores, hemos de presenciar a cuatro pilluelos en el gran patio del Onsen con sus yukatas de verano puestas, y degustando de los ricos bocadillos de la dueña del local mientras adelantaban algunas de sus tareas.

¿Pero cómo llegaron a ese lugar?

Les diremos que la orquesta filarmónica juvenil ganó todas sus categorías en los recitales, y siendo la de Yuuki el solista principal obtuvo el premio mayor, ahora departía en el hotel de sus abuelitos, con sus amigos y todo el equipo filarmónico.

En lo que permanecen los últimos días del festival de música clásica en Hasetsu, la academia donde Yuuki estudiaba hizo contrato con el Hotel Yutopia que administraban sus abuelos. El de la idea fugaz fue Yuuki y viendo que era en Hasetsu, a sus maestros les pareció viable por ser el sobrino de unos de los Jefes del F.E.G.I les daba un parte de confianza, y sus abuelos al saber de qué su nieto tendría ese recital, realizaron un descuento especial.

Y bajo cuerda, los amiguitos de Yuuki (Dylan, Rose y Rock) como a los papitos de ellos, su estadía fue gratis. 

Con este resumen nos disponemos a centrarnos en los niños, y en la tarea que les dejó la profesora sobre cuáles son las cosas enojan o enorgullecen a sus mamás cuando sus papás o ellos como hijos, realizaban diariamente. Era cierto que Yuuki no tenía a su mamita Lucy o su papito Kouji consigo, ellos los cuidaban desde el cielo, mas no pudo evitar el curiosear con atención a Dy-kun o Ro-chan, cuando estos relataban las regañizas que su mamá le daba a su papá…

—Papá siempre tiene moretones, dile a tu tío que nunca se enamore de mujeres pegonas.

—Pero papá se los busca por hacer enojar a mamá cuando le toca lavar los platos. Eso no significa que mamá no lo quiera, e igual debe regañarlo. ¡Tú eres igualito que papá!

—¡Las mujeres son muy estrilonas!

—¡Y los hombres son muy flojonazos!

—¿No hay un solo día que dejen de molerse a golpes? —Rock navegaba muy difícil con ese par de gemelos discutiendo y metiéndose en el medio usando sus palmas sobre las caras de ellos. Lo único que paró la trifulca infantil, fue la frase dicha por Yuuki.

—Vicchan… Hace las mismas cosas con tío Yuu… —Aquello lo dijo en voz audible y bien distraído.

—¿En serio? —Se intrigó Rock quitándose en medio de ambos hermanos provocando que se cayeran por la gravedad, y Yuuki asintió inocente.

Les dijo que su señorita Vicchan, solía realizar muchas de las menciones que dijeron ellos, incluso eso de apuntarle con la cuchara de palo cuando su tío estuvo enfermo meses atrás para obligarlo a tomar sus medicinas, por dar un ejemplo. Que estaba muy al pendiente de ambos o simplemente los consentía con lo que más les gustaba y que con él, jugaba mucho o nunca lo ignoraba.

Rose siguió suspirando corazones con el siguiente comentario.

—Entonces, La señorita Vicchan a parte de quererte mucho, también aprecia a tu tío, pero parece que él igual. ¡Waaa eso es tan lindo y hasta romántico en ellos!

—¿Ro…Romántico? —Yuuki quedó sacado de onda  en su mente, no entendía.

—¡Ya empezaste con tus doramas y shôujos tontos! Reclamó Dylan—. ¡Ni son novios!

—¡Oye! ¿Qué tiene de malo decir que el señor Yuuri y la señorita Vicchan podrían ser novios a futuro? 

—¡¿Ehhhh?! —Yuuki esa palabra si la entendió y ella no paraba de explicar cómo parlanchina su soñadora y novelesca conclusión.

—¡Es más! ¡Sí ambos se siguen llevando muy bien, se van a enamorar como en las novelas que mamá se ve. Entonces, la señorita Vicchan pasaría a ser la novia del señor Yuuri.—Se imaginó todo el cuadro con muchos brillos sin dejar de sonreír o fangirlear en su narración—. Luego, se convertiría en una bonita tía para Yuuki, y sí se casaran, dejará de ser su tía, sino su nueva mami y tu tío, ahora sí sería su papá de verdad. ¡Qué genial!

—¿Vic….Vicchan… y tío Yuu, juntos…? —Susurró en voz baja al imaginarse en su cabecita la curiosa en escena—. ¿Tío Yuu sería mi papá  y Vicchan mi mami…?

Se veía así mismo con ella a un lado luciendo uno de esos bonitos vestidos y su cabello largo de rapunzel platinada, con su tío Yuuri muy elegante del otro lado y al final Makkachin, todos muy felices como una familia completa. 

Nuestro chiquitín no paraba de idearse aquello manteniéndose por momentos ultra ilusionado, Dy, Rose y Rock no serán los magos como el Dr. Strange, pero era cuestión de observar la carita redonda y rozagante del despistado de su tímido amiguito para saber que le encantó, pues aprendieron con el tiempo que Yuuki no es muy expresivo de palabras pero sus gestos hablan por él, y que Vicchan era y es, de sus personas favoritas, después de su tío policía.

Los tres sonrieron, y mucho más Rose.

—¿Yuuki, te gustaría que ella se quedara con tu tío y contigo? —La gemela flautista se puso a la altura del menor estando en cuclillas.

—Etto… —Él se mantenía estático con sus cachetitos más colorados que antes.

—¿Dah?, ¡es obvio que sí, tontarrona! —Dylan le contestó con su mueca gestona y de la nada se le ocurrió una locura—. ¿Hey? ¿Y si ideamos un plan para que el señor Yuuri y ella se casen?

¿Eso sí funcionará, Dy? —Preguntó con bruma Rock.

¡Claro que sí! ¡Confía en mí, Rock! ¿Acaso dudas de mis súper-mega-hiper  planes? ¡Tenemos que hacer que la señorita Vicchan y el señor Yuuri se hagan novios, ya!

—No puedes con matemáticas o japonés y ni bañar al gato, menos vas a poder con eso. —Su hermana Rose fue realista.

¡¡¡Oye!!! ¡Soy un genio cuando se trata de armar planes!

—Sí es como la vez pasada que querías usar los revólveres o las espadas del señor Yuuri sin su permiso…

Vamos chicos, otro día discuten entre ustedes. Rock fue el conciliador, total ya está acostumbrado. Luego se dirigió a Yuuki muy amable y continuo—. Pero creo que todos concordamos en ayudar a nuestro amigo Yuuki y ver cómo le hacemos para que la señorita Vicchan sea su mamá y quede con su tío. Eso quieres, ¿Verdad, Yuu?

—Yo….—El más pequeñín fluctuó un poquito, aferrándose a su peluche por inercia y timidez, de soslayo vio que el trío de niños mayores lo alentaban, y él emitió su sentir —Sí… Sí me gustaría…—Dijo quedito y sonriente sin perder su carmín en sus mejillas—. Tío Yuu y yo somos muy felices este año desde que Vicchan está con nosotros, y ella con Makkachin hacen que tío Yuu y yo sonriamos mucho o no estemos solitos. Ahammm… ¿Eso…? ¿E-e-eso sí se podrá?

—¡¡CLARO QUE SÍÍÍÍ!

Todos rodearon a Yuuki muy emocionados, Axel, Loop y Top pronto aparecieron (ya tenían días de ser amigas de los compañeros de su primo por estarlo visitando). Les explicaron lo que había sucedido y ellas ni cortas o perezosas también se unieron a la noble causa.

Yuuki lucía muy alegre con todo lo que le pasaba aunque sentía muchos nervios de pollo por las alocadas ideas del grupo de chicos de ocho años con las trillizas de nueve sobre lo anterior, oh pero un adulto, en este caso una joven que relajada se fumaba su cigarrillo a unos metros de ellos sin que la vieran, formaba una curva ladina en sus labios y con su ceja en lo alto. 

Oh, veamos cómo le hará el amargado de mi hermanito cuando sepa esto de mi sobrino.

Para Mary, era bien sabido de los cambios vistos en Yuuri gracias a los informes que Phichit le mandaba bajo cuerda desde que se enteró que dicho personaje (la hija de Andrei), llegó a formar parte de sus filas. Ella pudo evidenciar en vivo la cercanía de la muchacha  hacia Yuuri o Yuuki. No obstante se ha deleitado con esta grata sorpresa de su sobrino y de su adorable deseo para con ella.

Deseo que Mary no dudará en aceptar o en hacerlo cumplir sí eso le brindaba alegrías al miembro más consentido y menor de la familia Katsuki: Su Yuuki.

Y muy en el fondo, quiere que su hermano tenga una luz en medio de esa fría obscuridad llamada soledad, que se dé una oportunidad, que no se encierre y que con el tiempo, lo que logró discernir en los días que visualizó en su trato con esa jovencita se pueda a extrapolar más allá de una simple amistad.


En algún Campamento Provisional- Shibuya/Japón.
Inicios de Julio del 2017 –  (días después)


Las revoluciones otra vez hicieron meollo en la ciudad y en los Shibuyenses al ejecutar silenciosamente los operativos usando a los escuadrones, grupos élites y demás dedicados a lo suyo. puede que hayan muchos clanes realizando el mismo modus operandi, más solo el Clan Kazuma o sus movimientos adjudicados eran los de mayor relevancia.

De plano las autoridades de la ANP  sabían que recibían apoyo absoluto para que su Cartel urbano de drogas, trata de blancas o cualquier mano de obra llegase a regarse como pólvora pudiese operar sobre la marcha y previere los insumos que necesitan en su verdadera proyección. No obstante los incendios provocados eran mitigados por la Fuerza Policial Ordinaria (FPJ) en compañía del F.E.G.I y otros entes más. 

Los últimos reportes dados a ellos en conjunto de las investigaciones del señor Morooka y su Kouhai, Kenjiro Minami para el T.C Katsuki, son de denuncias por intimidación o asesinatos por los territorios a dominar en algunos sectores y los allanamientos sorpresivos, han sido prueba aleatoria, aparte de primicia principal en ello.

Los otros medios de comunicación, en sus especulaciones, también indicaron que los archivos revelados de la laptop del único sobreviviente del cartel Académico (el Ex- Intendente Yamamoto) intensificaron el rumor de que algunos políticos del país estarían involucrados, y ahora son pieza clave para terminar de armar el rompecabezas necesario para desbancar a los Kazumas,  lo que los llevaría a esa organización que muy poco se sabía de ella. 

En ese orden, cualquier acción, ofensiva, peritaje o interdicción debía ser asumida con suma cautela, pero como en todo, hay altibajos, ¡y este fue uno de ellos!

—¡Ahora resulta que no tengo “Oficiales” si no «delincuentes» en mi comarca! 

—Excúseme, señor.

—¡Esto es increíble! —El serio y estricto Teniente Coronel en una de las carpas provisionales para atender los heridos fue claro con su orden sentado frente a la golpeada pero ofuscada Oficial, mientras tomaba con firmeza y sin hacer mucha presión en el mentón ajeno para que le diese la cara y pasarle algo de hielo sobre el pómulo hinchado en lo que regresaba la médico jefe. 

Aquello fue producto de la discusión que fomentó con Plisetsky (que por cierto, tampoco salió bien librado de la paliza que su colega le dio) y que para colmo, acabó en un fuerte altercado entre ambos tras muchos tropiezos en su labor.

°°°《  ¡Flash Back! 》°°°

💠

Sí los contextualizamos, al estar bajo presión el equipo ha tratado de responder al pie los mandatos del General o de sus jefes para no estar caídos o no darle cabida a cualquier comentario mal intencionado por aquellos dentro de la cúpula policial no desean que ellos avancen con su cometido. Sin embargo, el grupo integrado por la FBS no estaba en sus mejores días, específicamente el Cabo primero Plisetsky y su jefe de línea, el Subteniente Altin. Después de haberse reintegrado a la institución, en medio de su viaje ocurrieron roces a nivel personal por parte de ambos Oficiales, por lo que su convivencia no era la mejor.

Todo se complicó al mezclar variados intereses y eso afectaba el desempeño de los demás, en especial por parte del Oficial ruso, que al manejar un carácter de los mil demonios desobedecía constantemente las ideas impartidas por el Subteniente, ignorándolo sin darle la más mínima importancia. 

En palabras castizas: “todo le valió un céntimo”

El Cabo Segundo Leroy, desconociendo las razones para que sus dos superiores estén en esa tónica, debía sobrellevarlos, pero no era tarea sencilla. Con el pasar de esa semana unificaron fuerzas con el equipo más joven en guardianes elites del capitán Crispino. Por supuesto, Nikiforova y Nekola daban soporte, solo que al igual que Leroy la carga pesada entre el C.P Plisetsky con el S.T Altin no daba buen augurio. Los resultados fueron misiones cuyo desenlace eran apresurados y con un Cabo Primero realizando lo que se le diese la gana o un Subteniente tratando de solventar la situación.

—Señor Altin, ¿ambos están bien? —Vicky en sus buenos deseos quería colaborarle—. Me…sorprende verlos así y más Yuri…

—Descuida Nikiforova, —Su línea fue algo cansada al tratar de sonreírle, y por mucho que intentase fingir, sí se notaba el desgaste en su fatigado rostro—. Diferencias que nunca faltan, pero trataremos de darle una solución, ya pasará. 

Le revolvió sus cabellos como síntoma de que las cosas mejoren entre ellos pero a Vicky eso no la convenció. Altin se fue y poco a poco, el resto de sus amigos llegaron con Vickytoria manteniendo esa misma incertidumbre.

—Yo…realmente no sé qué hacer. Estoy que tiro la toalla con ese par. —Comentaba Leroy preocupado y despeinándose las greñas al tener ese despelote. Prácticamente la dirección debía torearla solo y sus compañeros lo entendían. 

—¿Pero no sabes la razón por la que están así? —Indagaba Nekola con el mismo semblante.

—¡Ni idea!, pero desde que regresaron de Rusia el trato entre esos dos no ha sido ameno y más en el tigre. ¡Está hecho una fiera salvaje!

—A Diferencia de Yurio, el señor Beka busca reparar el asunto del cual desconocemos pero… Yurio sigue reacio. Esto…no es bueno, chicos. —Nikiforova con esa pose reflexiva y un tanto seria al reposar su dedo índice sobre sus labios o de no perder de vista al joven ruso que caminaba a paso molesto y más atrás el Kazajo, analizaba las cosas—. En cuanto a los lineamientos de su profesión cada quien tira para su lado y si ellos no solucionan su problema les pasará factura. Es más, en caso que de ese inconveniente llegue a oídos de mi tío Yakov, será peor. 

—¿No hablarás en serio, Vicky? 

—Mi buen amigo, déjame decirte que la princesa y mi real persona por primera vez nos ponemos de acuerdo en algo. —Leroy cruzado de brazos acotó esa afirmación con seriedad—. No es lo mismo un regaño del Kamikaze Katsuki que del viejo Felst. Con Katsuki podemos siquiera, hablar. Con el viejo Felst, dalos por muertos, Emil. 

Vicky retomó su idea.

—No te creas, Mi Yu… digo, Katsuki-san tiene su límite de paciencia y el General no es tan ogro como parece, pero en ambos opera un detalle y es que antes de mover alguna ficha, toman las justificaciones como su soporte. Les confesaré que yo… sentí que tuve mucha suerte esa vez que discutí con el T.C  por ser novata… Lo sigo siendo; el General vio que mis intenciones no eran del todo malas cuando hice mi descargo en esos días de suspensión total. Tanto el T.C como mi persona fuimos amonestados al dejarnos llevar por nuestros malos entendidos a falta de comunicación, pero en medio de esas disonancias en dicho operativo, apuntamos a un mismo lado, o bueno… él continuó mi plan pese a no estar de acuerdo, de ejecutar el suyo de modo independiente al mío o que tuviésemos discusiones tan discrepantes como lo han traído Altin y Plisetsky, el marcador fuera catastrófico. El T.C. fue sabio en medio de su disgusto y pudo separar lo personal de lo profesional. Eso yo lo interiorice estando a la deriva.

Nekola y Leroy comprendieron el punto que la rusa intentaba de explicar.

—Lo otro fue que Katsuki-san aceptó que mi idea no era del todo descabellada o que ustedes me ayudaron ese día y no hubo mayor complicación, los civiles estuvieron a salvo. Fue otra de las razones que evitaron mi  expulsión… Aunque en lo personal, si lo merecía…fui un dolor de cabeza en esos meses para el T.C Katsuki; aun así yo me iba por decisión propia o que no pensare en regresar, él insistió muchísimo de que me quedase y por ello, trato de reivindicarme con esta nueva oportunidad. —Fue madura en su respuesta y sus labios crearon una sonrisa sosegada. 

Nekola y Leroy quedaron atónitos con ese secreto revelado, de verdad que no esperaron que ella, la conejita rebelde desistiera por un instante de su sueño. Lo que hizo que ese par concluyeran que ya estaba tomándose muy en serio su rol, aún si su carácter alegre y despistado dijese otra cara.

—Ahora, no sé cómo sería con ellos viendo el rango que devengan como Oficiales en este país…No son novatos como yo, ambos son superiores, por ende, ellos están en capacidad de dirigirnos y salvaguardarnos. Cualquier error caerá sobre ese par y eso me preocupa, en especial Yuri… Ya lo ha hecho muchas veces de una forma agresiva restándole autoridad al señor Altin e importándole que le gane por un nivel.

—¡¡¡Ahhhh…Sakra!!! Roguemos para que ese tigre mejore sus ánimos…

—No me hago ilusiones, Emil… —Jean  fue claro con ese esquema—. Yuri es… explosivo y hasta que alguien no le haga un buen parón, o que por “x” causa se desarrolle algo muy fuerte, no se detendrá.

Y Vicky supuso algo así, lo que la dejó incomoda o expulsando ese estupor caliente y pesado de lo que se avecinaba. Cosa que se concretó dos días después, luego de que los miembros de la Policía ordinaria adelantaran un allanamiento en las instalaciones de la zona marginal, en Shibuya.

Este medio cultural publicó un comunicado en el que señalaba “afirmaciones intimidatorias” durante la diligencia, que se adelantó en la mañana lo que los floreos, desacatos o puyas agresivas de Plisetsky se elevaron. Los avances en sus tareas no eran prometedores y por más que Jean intentase manejar a su compañero, se vio en grandes apuros. Su grupo de trabajo también notó la bruma y entre los guardianes élites prometieron cubrirse sus espaldas. Más que todo porque no deseaban que al señor Altin le amonestaran por las insensateces del Cabo Primero. Lo cierto era nada se ocultaba entre el cielo y la tierra, por consiguiente, ese día no les fue para nada bien.

Altin debió enfocarse en otra forma, muchos de los hombres al no saber si tomar la palabra en ambos, entorpecieron enormemente el operativo de categoría “B” y que gracias a los malabares del Capitán Chulanont, la cuestión no decayó.

Vickytoria completamente hastiada de la actitud de Plisetsky, se enteró al igual que sus compañeros una vez reposados en los campamentos provisionales que rodeaban el lugar de los hechos sobre el llamado de atención que Katsuki le ha otorgado a jefe Kazajo. Claro, siendo este la cabeza, la culpa finalmente recayó en él y a ella no le pareció justo, su paciencia de ser comprensiva con Yuri se agotó.

En simultáneo nos vemos enfrentados a la larga y dura conversación que Katsuki acababa de tener con Altin, una denotando sus falencias con los reportes en sus manos y sin dejar de observarle con severidad. Chulanont siendo el vocero trató de aligerar lo sucedido pero con el T.C., las cosas son claras, grises u obscuras.

Al final accedió a tomar la palabra del Capitán, más hizo la salvedad que dicha charla ya era una advertencia palpable de que la próxima no será un sermón y habrán acciones. 

—Pero Katsu…

—No a lugar, Chulanont. Es mi última palabra.

—El T.C está en su derecho, Capitán Chulanont, acepto mi descuido. —Altin no replicaba, pese a que su líder le ha dado un gran descargue, lo ha hecho de modo prudente, tampoco se sentía orgulloso, concluyendo para así que el ajuste fue justo y acorde con las normativas. No va a jugar, muchas vidas dependen de su pericia.

Al salir de la carpa, Katsuki iba adelante y Altin con Chulanont animándolo más atrás pero el japonés se detuvo volteándose para ver nuevamente al amonestado subordinado.

—Otabek… —Fue seco, pero le nombró de modo informal.

—¿Si… señor? —Habló sin demora quedando inmóvil

Phichit se sorprendió por esa mención poco usual y luego, el joven de traje imperial continuó su conversación.

—¿No sé qué ocurre con ustedes dos?, pero sea lo que fuese que esté pasándoles a nivel personal o incluso de pareja, deben cortarlo de raíz y ahora.

—Señor…nosotros no…—Katsuki con un ademán de su mano le indico silencio, con Phichit fue igual y prosiguió.

—Cuando trabajamos en Almaty, inferí desde hace un buen tiempo que ambos son más que simples colegas, y el tenerlos en mi división me confirmó esa premisa. —Fue franco en su enunciado.

Altin demostró una fachada de calma que no poseía en lo absoluto, de hecho se intensificó cuando Phichit pudo sentir el temblor sobre el hombro ajeno, al dejar la palma de su mano como símbolo de apoyo, y si somos sinceros, Otabek pensaba lo peor o alguna destitución, pero ese reclamo nunca llegó.

—Lo que hagas o dejes de hacer fuera de tus funciones con Plisetsky, no es de mi incumbencia y nunca les he hecho acotación a su vida privada, porque siempre los consideré personas maduras que saben discernir lo personal de lo laboral. A mí solo me concierne lo último, pero cuando hay razones externas que entorpecen los planes de acción como los de hoy, allí si he de meterme. 

—Pero Yuu…

—Denegado. Una cosa es que se lo deje pasar por primera vez y otra muy diferente es que no le dé su ultimátum, Capitán. ¡Ah!, y recuerde sus honoríficos al mencionarme en su trabajo. ¿Está demás el decir que soy tu jefe ahora y no tu amigo? —Phichit se cruzó de brazos arrugando su ceño. Katsuki ha permitido alivianar  a los dos oficiales con su postura. Sin embargo fue imparable el que no quedaran atónitos y que al menos, la sanción no será tan dura, Yuuri estaba por culminar su idea—. Hay mucho en juego y no seré benevolente si llego detectar otro error así, mucho menos Felstman. ¿Entendió lo que dije o deberé repetirlo, Subteniente?

—Yo… Presento mis más sentidas disculpas, Señor.— Otabek se hallaba desairado, porque Katsuki, tenía razón. 

Aunque Katsuki no imaginaba pista alguna de lo que les estuviera pasando (como pareja), realmente esperaba que se solucionará pronto, ambos chicos los consideraba excelentes y de enterarse el General de los tropiezos en su ausencia por estar en protocolos de oficina con el ministro, sus otros colegas y el emperador, las cosas se les pondría color hormiga a ese par, así que mantuvo su hechura neutral.

—Las excusas no me sirven, solo arreglen su problema, sigan las indicaciones y punto.

—Sí, señor.

—¡Oh, vamos, Yuu!

—Es enserio cuando digo que…

El T.C no pudo terminar al escuchar el bullicio a pocos metros de donde se hallaba su carpa. Altin acompañó a sus superiores por esas zonas derrumbadas e incluso se adelantó dejándolos atrás y lo que se encontró casi al llegar fue algo sin precedentes.

—¡DEJA DE JODERME LA VIDA, NIKIFOROV, NO ES TU PUTO PROBLEMA!

—¡¿TE ESTÁS ESCUCHANDO?! —Vicky le ha tomado con fuerza por su brazo haciéndole voltear—. ¡TRATAMOS DE AYUDARTE Y TÚ SOLO RENIEGAS DE MEDIO MUNDO! ¡¿QUÉ RAYOS TE PASA?!

¡TE DIJE QUE ME DEJES EN PAZ, NO BUSQUES QUE TE ROMPA LA CARA!

La empujó malamente, por suerte Emil estaba allí para sostenerla en lo que Leroy le reclamaba por su cabreo, y en definitiva como Vicky vio que con él ya no se podía hablar, se separó de su amigo sin darle oportunidad de pensar, y fue tan rápida, que al detener a ese ruso malhumorado o que le gritase de esa forma inesperada…

¡PLISETSKY!

—¡¿AHORA QUE QUIER…?! 

Sfx: ¡Crack!

Que en su simplismo, el puño cargado, habló por ella en respuesta de lo anterior. Él mencionó golpes, ¿no? ¡Entonces, será a los golpes!

Todos quedaron paralizados entre en esa lluvia de contra-ataques, estruendos y maldiciones de ambos rusos, incluso Altin o Chulanont sorprendidos con lo turbio que se tornó la escena vacilaron en ingresar a ella.

¡ME LAS VAS A PAGAR, IMBÉCIL!

¡ESTOY ESPERANDO BARBIE! ¡¿NO QUERÍAS ROMPERME LA BOCA?! Lo provocaba con intención. ¡AQUÍ  ME TIENES!

¡YA CÁLLATE  MALDITA SEA!

¡ENTONCES  DEJA DE ALARDEAR COMO MARIQUITA Y PELEA!

Un revés a su estómago, el quejido ahogado del contrario, el desdén y la preocupación acumuladas en los observadores (exceptuando a Katsuki) seguía en aumento.

Nikiforova y Plisetsky en su repartir de puñetazos por igual estando en el suelo se intercalaban uno tras otro hasta que la novato Oficial acostada en el suelo usó sus piernas y lo pudo alejar, lanzándolo hacia atrás. Yuri rápidamente rodó al tocar la superficie, y se paró poniéndose sobre sus pies, ella sin perder tiempo le igualó su jugada retomando esa guerra anunciada. No obstante, con un Yuri furibundo o cegado en su molestia, no era certero en su ataque o guardia, y Vicky cada vez golpeaba con más entereza, al punto que en uno de esos esquivos oportunos… 

¡¡HEAHHH!!

Aprovechó la distracción total en Yuri situándole en blanco, con grandes combos propinados y un final explosivo siendo el gancho a su mentón o parte de su boca  ensangrentada, la campana de aviso de que la apoteósica pelea culminó.

—¿Ya acabaste, rubia barata? —Dijo Vickytoria agitada y en una postura hostil. 

By Sharayanime

Se pasó con desafuero parte de la manga de su vestuario sobre su labios (igual de rojos por la sangre que escupió por ese altercado) y su semblante como iris azules no eran los habituales haciendo que todo luzca pesado.

—¿O quieres seguir? 

—¿Quién carajos te has creído, hija de perra? 

—Nadie.  —Le indicó—. ¡No sé qué rayos te pase, pero tus acciones nos están perjudicando a todos! ¡¿Y qué es eso de estar desafiando al señor Altin viendo que ambos son superiores?! 

—¡Para lo que me interesa lo que ese desgraciado haga, y tú no tienes derecho a mandarme!

—¡Como superior, no! ¡Pero como tu amiga, sí puedo! ¡Si no se ponen de acuerdo puede pasar algo muy malo porque no sabemos a quién demonios seguir!

—¡¿En serio me dices eso?! —Rió con sorna premeditada—. ¿Tú? ¿La Insolente que hace meses atrás hizo lo que le vino en tu puta gana? —Su lengua viperina hirió los sentimientos en la joven en que solo quería lograr que su amigo entrase en razón—. ¿y qué aún lo hace? ¡Vaya que tienes descaro! ¡Ahórrate tus jodidos sermones! 

Dolió…

A Nikiforova le dolió porque ella sabía que no había mentira alguna, sin embargo tenía muy claro que su desliz con Yuuri fue distinto y que ante cualquier circunstancia, en ambos, primó la seguridad de sus compañeros y civiles. Eso sí, muy a su manera aun sí ellos mantuvieran el conflicto interno.

En Yuri, no había asomo de ello, solo un deseo de altivez gigantesco que no lo dejaba visionar entre cada punzada despectiva a las sugerencias de sus amigos o desacato a su jefe de línea. Jean aguantado por Emil gritaba una sarta de palabras en desacuerdo y a lo lejos, Yuri continuaba sus respuestas usando improperios, pero entre ese venir del canadiense con el ruso.

—¿Eres idiota o te haces? ¡Animal! —Leroy se molestó—, ¡No tienes que decirnos esas cosas, somos tus amigos!

—¡Ya no me jodas, Charlatán!

¡NI UNA MIERDA, YA BASTA YURI  PLISETSKY! Espetó con rabia la novata al tomarle de la nada del cuello de su chaqueta policial dejándolo callado, gesto que Leroy o Nekola, igual imitaron. Nunca esperaron oír a esa educada jovencita así—. ¡JEAN TIENE RAZÓN, ESTAMOS CANSADOS  DE TU PUTA Y MALCRIADA ACTITUD RENCOROSA!

—J-Jean hay que…

—No, Cachorro. —Jean lo agarró con mucha presión. —. Ya es hora que Yuri le suelten sus verdades y sí con la princesa no lo entiende, este amigo de “aquí”—Se refirió a su puño al besarlo—. ¡Lo hará por mí!

Vickytoria prefirió soltarlo o alejarse un momento para tomar un buen respiro en lo que su mano estresada se deslizaba por su mechón, de no hacerlo el incendio de golpes resurgirá. Plisetski en el suelo quejándose del dolor, le miraba con sus esmeraldas incrédulo por la forma en la que ella se ha expresado. Los demás estaban igual. 

—¡COMO TE…!

¡Que ya pares y cierres tu boca!Lo paró de nuevo demostrando frialdad en su voz, sin mencionar del fastidio tratándole de dar un punto final esto.

—V-Vicky, e-espera….

—¡No, Emil! ¡Ya no más! —Acotó y luego apuntó a Plisetsky con su dedo bien desafiante importándole un bledo el resto—. ¡Sí es necesario que te quiebre a golpes, lo haré y puedes apostarlo!, ¡PERO NINGUNO AQUÍ ES UNA FICHA DE DOMINÓ QUE GIRA ALREDEDOR TUYO!

—Esto se pondrá peor, Beka.

—¡Vayamos! 

—¡Ni se les ocurra hacerlo!

—¡¡Pero, T.C!!

Cuando Chulanont o Altin estaban por meterse y salir de su escondite, Katsuki caminaba a paso firme, con sus manos dentro de sus bolsillos hasta situarse a un lado de los dos uniformados. Ellos enseguida le expusieron que de no hacer algo se van a matar, el japonés de lo más tranquilo en el mundo les ignoraba y por el contrario, afirmó nefasto que si alguno de ellos se inmiscuía allí, tendrían un serio problema con él, con su libreta militar y con su curriculum vitae.

—¡T.C Katsuki, pero ellos…!

—Ya fui claro, Capitán. Lo mismo va para usted Subteniente. Les aseguro que ese par de pandilleros estarán mejor que cualquiera de nosotros.

Aunque aparentase soberbia, Katsuki ha de tener sus razones para dejar que ellos molieran sin contemplación, o bien entendió lo que quiso realizar Vickytoria, tras escucharle parte de su estrellada discusión con el vándalo ruso y le dejó ser.

Eso sí, ya verá como amonestaría a esa chica por sus ocurrencias disparatadas.

 —¡Nadie está para aguantarte tus reclamos o tus frustraciones externas!, ¡mucho menos tu falta de empatía!

 —¡La santa coneja que no rompe ni un plato ha hablado!, ¿se te olvida todas las barrabasadas que cometiste?

 —Sí, es cierto, yo cometí mis errores, ¡sí!, fui muy obstinada o como tu dirías un dolor en el culo para muchos. Aun así yo….

Sustentó su punto al muchacho y los ánimos fueron empeorando para el ruso, pero se estabilizaron en la rusa superándole en cada argumento. Andrei solía adoptar esas facciones o incluso apropiarse de un vocabulario oportuno de acuerdo a la persona que se dirigiese y cuando el asunto merecía tratarse con la mayor seriedad posible.

Tal parece que Vickytoria, también lo heredó.

—¡Tú ya has cometido cagadas!

—Pero entre tus cagadas o las mías hay un pequeñísimo detalle, querido. Yo no soy un superior que devenga un título específico o alguien que saque en cara el defecto ajeno a mis colegas en asuntos serios, soy un novato en formación que está en post de aprender o que de algún modo, intento dar lo mejor de mí. No me quedo con el sulfuro interno o culpo a cualquiera de mis idioteces. Oh… claro que… ¿Será que podemos decir lo mismo de tí? —Le planteó sin muchos rodeos.

Lo curioso para Katsuki era que ya veía venir algo así y mentalmente se dijo un:» interesante argumento…»  —La dama sin miramientos supo hundir a Plisetsky con suma elegancia.

—¿Tú qué alardeas de tu infinita madurez? ¿El que se golpea el pecho diciendo que separa sus emociones personales de lo demás? Dime: ¿Acaso lo haces en estos momentos? ¿O le partirás la cara a esta pobre e indefensa “conejita”? Porque que de “indefensa” no tengo un culo y a cualquiera se lo sostengo en tu presencia, cariño.

Dio un paso invasivo dejando su rostro a merced del otro o tanteándose su mejilla con su propio dedo varias veces, como sinónimo de desafiarlo y él, solo contuvo sus puños hasta ponerlos blancos o que apretase sus dientes.  

—¿Awww qué pasa? ¿Ahora no me hablas? ¿Te comió la lengua el conejo? ¿no quieres golpearme o saliste cobarde?

—¡Hey! ¡Ustedes!

—¿T.C Katsuki? —Leroy, Nekola, Nikiforov y Plisetsky lo nombraron al unísono, no supieron cuando llegó.

—Capitán Chulanont, CS. Leroy, y Oficial Nekola.

—¿Si, señor? 

—Lárguense de aquí y retírenme a esa alborotadora de mi vista, de hecho quiero que la lleven a la brigada de salud  provisional en lo que yo ajusto mis cuentas. —Estimó que ya fue suficiente lapo y seco en contra del otro.

—Tranquilo, señor Katsuki. No hay necesidad de eso, me sé el camino y no se preocupe, no buscaré más pleitos en su ausencia. —Ella no opuso resistencia comentándolo de lo más despreocupada. 

Emil hizo un intento de regañó a su amiga (el cual no funcionó), Jean con Phichit con esa gota escurridiza en su sien, les daba duro el ver como esa pequeña tenía esos cambios volátiles, o que Yuuri levantase su ceja por las salidas en aquella cría. Pero la muchacha al detenerse unos centímetros se giró para mirar una vez más el iris verdoso del soldado destrozado,  y auxiliado por Altin. Se refirió a su persona.

—Yo…Comprendo que destiles cualquier incomodidad o el que refutes nuestros consejos, tampoco pienso reprocharte tu encare y la pelea que tuvimos, ¿sabes?, —Su talante fue tranquilo e igual su sonrisa, quizás algo asediada por todo, no obstante se hallaba mejor—. Solo espero que cambies, que hables lo que tengas que hablar y que lo que sea que te moleste lo logres soltar. Recuerda que somos tus amigos, no lo contrario.

Llevando sus manos a su crin se despidió con un ademán muy informal hacia el japonés, el ruso o el kazajo. Ella ha de seguir su camino y más atrás Chulanont apresuraba sus pisadas y por último, Nekola junto a Leroy negaron en dirección al ruso y con decepción a sus acciones, luego acompañaron a la Oficial con el Capitán. 

Lo demás se dio solo. . . 

—Ya que los tengo a ambos aquí, los tres hablaremos en privado. Advierto que no quiero defensas a su colega de parte suya, Subteniente.

—Sí señor

—Y tampoco quiero querellas o mierdas de tu boca, ¿entendió, Plisetsky? 

—¡Tsk!

En la carpa con ese ruso el triple de cabreado que no dejaba mucho a la imaginación o con Altin agobiado debido a los malos entendidos, le tocaba resolver pronto sus conjeturas y acatar lo indicado por Katsuki.

°°°《  ¡Fin Del FlashBack! 》°°°

💠

La textura blanca que envolvía el puñado de hielo aminoraba el dolor en la zona maltratada, Yuuri no decía palabra alguna por evaluar lo acontecido, y serio como el mismo, limitó su quehacer en lo que vimos al inicio: Vickytoria en lo corrido de los segundos se fue avergonzando poco a poco de su actitud una vez se hubo calmado y enfriado sus emociones, además de sentirse mal por no cumplir lo que prometió hace días a su jefe bonito de no buscar pleitos o algo parecido, solo que lo de Yuri ya la había colmado.

Eso en Katsuki captó su atención.

Obviamente, el japonés no fue muy ortodoxo el dejar que esos dos arreglaran patéticamente sus problemas a los golpes. Mas comprendiendo el por qué un achaque llevó a lo otro en la rusa, digamos que quiere creer que ese tigre la pensará dos veces antes de cometer una última embarrada. De realizarlo, allí si tendrá que sancionarlo como se debe. 

En fin, Yuuri mantenía su vista penetrante y reservada en Vicky, los ojos azules de ella vez en cuando ojeaban el rostro ajeno y luego, daban al suelo como cualquier cachorrito arrepentido de su fechoría. Yuuri lo sabía, y acertó un más cuando Vicky tanteaba terreno o que le hablase en un tono de voz cabizbajo denotando su pena.

—Aham… ¿Supongo que nos… Amonestará a ambos?

—Supones bien. —Él no dio alargue.

 Ella soltó un suspiro largo y arrugó su ceño a otro lado.

—Espero que mi suspensión o que mi bello rostro agrietado hayan valido la pena y cambie, ¿no sé qué rayos le pasa a ese gato de m…?

—¿Hmmm?

—Ahammmmm… ¿De pacotilla? —Pronto se percató de su ligereza—. Excuse mi vocabulario, T.C.

—Para que dejes fluir ese “locuaz” hablar o que olvides tus “modales de alcurnia” es porque Plisetsky viene así desde hace días con Altin, ¿tengo razón, Conejita?

—N-No soy conejito y lo otro… b-bueno…

Katsuki no disimuló esa línea ladina o el nombrarle de modo informal rompiendo el aura pesada de ese momento al realzar la faz ajena y Nikiforov ha de pagar los platos sonrojándose.

—Realmente no quise ser alguien tan vulgar… Yo…

—Tu padre tampoco lo fue e igual le heredaste su toque. —Ese «eh» salió muy espontáneo en Vicky tras conocer esa particularidad, Yuuri prefirió tomarlo con calma y proseguir—. Así como él era un erudito en sus diálogos también fue un deslenguado de primera cuando trataba de callar con argumentos o golpes a mi hermano si se equivocaba. Creo que… no se me hizo raro que lo asumieras de ese modo, sigues siendo su hija. Aunque verte u oír de tí tales improperios con lo jactanciosa o selectiva que eres para dirigirte a alguien…fue interesante, no lo negaré. 

—¡N-no me siento orgullosa! ¡Una señorita de clase no debe usar esas bajezas! ¡Pero tampoco me pidan compostura con ese “gato amarillo malcriado” si anda reacio o boicoteando lo que el señor Beka o nosotros hagamos! ¡Ya lo viste! ¡Me tocó a los golpes! ¡Auchs! ¡Me…me duele mi carita! —Y al fin recuperó su estado natural, franco y despistado la rusa de bocota acorazonada. Aunque diremos que el desgraciado japonés le gustó tal descubrimiento.

En definitiva, Vicky es el tipo de persona que le encanta: Dulce, Sincera y risueña pero ruda sin dejar su mal carácter.

—Eso te pasa por creerte pandillero, “Vitya”

—¡¡No soy niño!! ¡Es Vickytoria!

—¡Eso díselo al señor Felstman, “Vitya”

—¡Moohh~~! ¡Que no!

Le bromeó un poco acercándose nuevamente el hielo en la zona que le dolía. Ella hizo un mohín sonoro por ese feo apodo, su tío Yakov se acostumbró a llamarle así cuando le ratificaba que no se codeaba con una jovencita sino con vulgar “muchacho”

Yuuri al verla mejor, siguió su conversa.

—Habrán días claros u otros obscuros en cuanto a los ánimos de tus colegas, sin embargo, tu idea me ayudó a confirmar que ese par no anda en sus laureles y más con el vándalo “amarillo” que tienes por compañero.

—¿Por eso no me detuviste al inicio?

—Дa! —Afirmó en ruso—. Y tal vez porque al no estar Felstman pude tomarme ciertas libertades. 

—Yuuri…

—Espero no arrepentirme, con ese par. Lo suyo daba para expulsión. —Esa libranza de Yuuri bastó más que mil gestos o señales y siempre la sorprendía cuando se trataba de actos nobles, a Vicky le cautivó aquello.

—Sé…que no era correcto que discutiéramos así y…

—¿Te he dado permiso de hablar?

—Lo siento.

—Confórmate con saber que Plisetsky, pagará sus deudas en trabajos comunitarios por semejante pleito. No obstante, tanto él como Altin tienen su ultimátum con los operativos.

—Pero…El señor Altin no tuvo la culpa…

—Él era tu jefe de turno y no pudo con Plisetsky, ¿cierto? —Le debatió ganándole todo alegato y aunque compartiera el mismo sentir con lo ocurrido al Subteniente, no podía. Su cargo se lo impedía y debía ajustar cuentas—. Lo dijiste en tu careo, y no pienso pasarle un segundo espectáculo a Plisetsky o que Altin baje su guardia en plena comandancia. Los dos deben sí o sí, ser herméticos en sus funciones, sus asuntos personales o incluso de “pareja” no pueden entorpecer la labor de tus compañeros, en eso concuerdo contigo.

—WHAT?! —Aquí puso una cara de desconcierto y chiste total con su boca de corazón, ¿Hasta pensó el cómo se enteró de su relación? ¡Tenía que protegerlos!—. Yo nunca dije que ellos…

—¿Son pareja? —Lo aseveró con chanza para así mismo al terminar de limpiar la carita de ella—. Si preguntas el cómo lo supe, ten por seguro que no suelo juzgar a nadie de su condición o gustos personales, me basta y sobra con que hagan bien su trabajo; y de lo otro, soy tu “Teniente Coronel, bonito-amargado, hechicero y práctico”, que siempre se entera de todo de alguna forma. . . ¿Recuerdas?

—Really?! —Vicky internamente pensó que a veces su jefe era un asiático creído. Al menos su alma regresó al cuerpo porque a sus amigos no los destituirá por ser pareja, lo que sí le quedó sonando fue ese “tú”, y en su engreimiento de diva dramaturga le dio poca importancia—. ¡Ya quisieras tú que yo dijese que fueras algo mío! 

—¿Entonces  los «mi Yuuri», no son un indicio de algo? —Su audacia zorresca y bromista relució y le sirvió para cambiar el tema.

—¡Ahhh! ¡para con e-eso…! ¡Esto es serio! —Empojó sus mejillas en reproche, ignorando las señales aduladoras en Yuuri.

—¡Ok…dejémoslo así! —Acabó su broma, aunque en realidad lo hizo para sacudirla un poco y animarla de su mal sazón.

Claro que él, se gastó una última hazaña, y reunió todo el valor que pudo en ejecutarlo. 

—¿Que tanto me miras o piensas?

—Mmmm… ¿No lo sé?, ¿tal vez me acordé de algo más…?

—Eh… ¿Katsu…ki?

Bien sobrio con sus ojos marrones, aquellos obscurecidos  bajo esa mística y predeterminado su próxima jugada bajo su sábana de  autoridad, rozó el labio inferior amoratado muy sutil poniendo en sobre aviso a la señorita, mientras la otra mano agarraba la ajena.

Suponemos que la chica quedó con su chip fundido.

—¿Aún no sé de qué modo yo pueda amonestarte, Miss Bunny? ¿Tienes idea del cómo deberé hacerlo? —El perfil de aquel serio caballero guardián se acercaba más y más a la muchacha. —Fomentar disturbios entre oficiales está prohibido…

Puede que sus movimientos o quizás su voz sean reservadas, mas su compostura era diferente pese a que le estaba regañando, (coqueteando para nosotros) Vicky ya estaba atrapada en la ranura de ese Don Juan japonés.

—Ah…yo…no me quejo por un castigo del zorro estando «así», ¿eso es legal?—Pensó fugaz, en voz audible y bien embobada por la galantería en su jefe.

—¿Disculpa, dijiste algo? —Mencionó con simulado despiste. 

Que el muy maldito se haga el loco aparentando que no escuchó nada ante la pobre, era diferente, y allí mismo Vicky con sus “eh” se reprendió encandilándose de un carmín por completo o de acribillarse mentalmente.

«¿Ahhh que acabo de decir? ¡Vicky, idiota!, ¡borra esos pensamientos impropios en una señorita de tu clase! ¡Yuuri es tu jefe, uno guapo pero es tu jefe!» —Por supuesto, ella cacareó de inmediato para disimular su infortunio—. ¿Y-yo? este… ¡Quise decir que aceptaré cualquier cosa!, ¡Tú…tú… eres el jefe, tú sabrás cómo castigar a la irresponsable de tu subordinada! ¡ja ja ja ja!, haaammmm…

Él juntó sus labios lo más cerca a unos de los pequeños oídos de Vicky haciéndola erizar con su voz serena pero profunda al decirle una única frase—: Me parece bien…

Acto seguido, echó completamente hacia atrás el mechón plateado de Vicky como cosa perdida y apremió el lujo de deleitarse con los aspavientos rojizos en la rusa lo que lo ponía muy contento, e incluso obtenía más y más confianza en lanzarse al agua y bueno, Vickytoria empezaba a divagar en su cabecita de que si eso, seguía siendo parte de su regaño u otra acción.

—Un par de días en el archivero complementado con labores de rutina bajo órdenes de Richellieu bastarán para tí…—Abordó su espacio con gusto llegando de nuevo al oído de la oficial y soltó de esos labios un—:¿O deberé repetirlo?

—»¡¿Re-re-petirlo?!» —Concluyó en silencio quedando peor  con sus sentidos mareados, sus ojos en espiral o con esos malditos mariposeos y pronto, se escabulló como la excelente conejo escapista que era—, Y-Yo…yo, y-y-yo creo que está bien, y, y, creo que de-de-debo irme pa-para empezar cuanto antes mi castigo…

—¿Hmmm? —Alzó su ceja confiado, esto le dio un buen indicio—. Te noto muy nerviosa. Pero con sus ganas de reírse, debió mantener su «neutra intención» hasta el final o ella le golpearía.

—¿Ner-neviosa, yo? —Y Katsuki asintió ladeando su cabeza, ella continuó—. ¡Alucinas! ¡Yo…yo es-toy bi-bien! ¡M-m-muy amazing!

—No te creo. —Negó—, seré muy franco… ¿Te ocurre algo, Nikiforov? 

—¡Eeeeeeeeeh! ¡Claro que N-Nooo! —Mintió. 

—¿Segura?—Sostuvo sus manos entre las suyas imposibilitando cualquier huida.

—»¡Ahhh claro que sí, tonto Yuuri! ¡Me tienes nerviosa y más si me hablas o actúas así!» —Eso quiso responderle a viva voz pero la vergüenza en forma de rojo brillante le pudo negando con más furia al mover su cabeza de un lado a otro. 

Tampoco quería aceptar por más que Yuuri fuese un amigo o su jefe, le estaba costando mirarlo de esa forma. Mucho más cuando ambos logran acariciar conversaciones de este tipo.

—¿Entonces por qué huyes de mí? ¿No somos amigos? ¿Tienes algún problema que no me quieras decir?—Fue directo y esperaba pronta respuesta.

Vicky sacó muchas excusas baratas ante su persona, ¿y cómo no estarlo si el cabrón la pone como conejita temblorosa cuando expone de la nada esos flirteos disfrazados en practicidades?

Yuuri la hubiese presionado un poco más o él hubiese propiciado algo más íntimo con ella en dicho diálogo improvisado, a no ser que en esas, la médico Yang con Chulanont llegaran allí a dañar la atmosfera, la primera para aplicar el recetario a usar, truncando toda posible partida anticipada en Vicky y el otro para buscar a Yuuri ya que los funcionarios de la ANP lo requerían y así llenar unos papeleos. 

En su reservadez infinita, Katsuki culminó con la tortura ajena yéndose jaloneado por Chulanont, no sin antes de insinuar un recorderís a su escurridiza pupila.

—Tú y yo tenemos una conversación pendiente, Nikiforov…

—»Ahhh estoy frita, estoy frita, estoy frita con ese hombre…me muero» —Se desplomó al suelo, La médico Yang sin saber el por qué esa niña perdió sus colores la zarandeaba o tomaba su pulso. 

En fin, era cuestión de tiempo para que Yuuri estuviese a solas y retomará su “encare”

Fuera de las carpas Phichit conversó lo ocurrido en los rusos. Tambien lo hizo preocupado por las acciones que Yuuri les cargaría, más se sorprendió al saber el resultado final, de ser el Yuuri del año pasado estuvieran sin sus placas y eso era un buen síntoma. Lo seguro era que si en algún momento se volviese a presentar algo parecido con Plisetsky o Altin (basado en lo que Yuuri le comentó al lidiar a Vicky en la enfermería), apelará con el doble de motivos para tomar fuertes represalias.

—¿Insistirás en ello?

—Sí, Phichit, ya lo que me dijo Vickytoria o lo que vi en la pelea de barrio que formó gracias a que Altin o Plisetsky desestabilizaron al grupo, fue suficiente.

Phichit no quisiera darle la razón, no obstante allí ganó su amigo, rogaba a sus dioses budistas para que tal peripecia no llegase. Lo que si no pasó por alto fue la interacción entre líneas que evaluó en Yuuri al despedirse de Vicky con ese interrogante y como no se quedó con esas, le hizo la pregunta del millón.

—Castigos habituales en tu protegida, lo de siempre.

—Mentiroso.

—¿Porque lo dices?

—Te veo diferente…—Phichit estaba sonriente al ver una extraña picardía en los atrayentes ojos de color envinado—. ¿Qué le hiciste a la conejita, zorro Katsuki?

—Nada. Confórmate con eso, y ya vamos a trabajar.—Yuuri  adelantó su paso.

—Siempre y cuando sea por el bien de mi ship, bienvenido sea. ¡Más te vale!

Gritó el otro atolondrado tratando de caminar al ritmo de Yuuri y él, negó riendo de tal embauque. Solo que esta vez el moreno si acertó en sus intenciones.

Katsuki, muy seguro  de lo que vivió en breve con Vickytoria y de lo que halló en el día de hoy en esa carpa, buscará a toda costa en romper toda barrera para estar con ella. ¡Ya el hombre se terminó de convencer que en las franquezas espontáneas de Vicky, persiste ese tímido “interés” hacia él!

Deberá seguir avanzando como ha ido hasta ahora, que su insistencia no flaquee y que el nuevo pentagrama que ha iniciado en su ansioso corazón, la conquiste.


TSPA – Shibuya / Japón
Inicios de Julio del 2017 –  (dos días después)

—¡Encáralo!

—No es. . . sencillo.

Ella, imponente no podía discernir la magnitud y el tinte impensable (rayando en lo infantil) que surgió entre Altin y Plisetsky mientras estaba por fuera siguiendo unos lineamientos de Felstman para la investigación. Los rumores accedieron a oídos suyos apenas pisó tierras niponas, cuando vio todo con sus propios ojos, se encontró con un cabizbajo Altin y sus estoicas emociones hechas bruma.

¿Qué le reprendió? ¡Claro que lo hizo! Será su primo y lo querrá mucho o respetará a pulso su trabajo como Subteniente, pero no permitirá que causales tan pequeñas como incumplimientos de pareja, su aniversario fallo o acciones posteriores a ello, empañen toda una red de trabajo colaborativo internacional y policial.

—¿Entonces esperarás a que te jodan por otro arranque de ese chamo?

—No es la idea… Aunque soy en parte culpable para que él esté así.

—¡Coño!, ¡deja de justificarlo que él no es un carajito de cinco años, vale! ¡Tú tampoco, pues! —La Capitana hablándole en un ruso (medio latino) le estampó esa realidad en su cara. —¡Katsu ya descubrió su noviazgo!, pese que no tiene hallazgos concretos que le digan que el peo entre ustedes fue personal, ¡lo infiere, ese pana no es idiota! ¡También supe que el divino niño de tu “gatito inmaculado” tuvo su encontronazo con varios!, ¡hasta con la Catire por su retrógrada actitud contigo en los operativos! ¡Me hubiese gustado ver cómo le partía la boca de un coñazo! 

—¡Alessia!

—¡No!, ¡bien merecido se lo tiene!, ¡Yo hiciera lo mismo! —Lo sostuvo sin rodeos—. ¡Al igual que ella, el Cabo real J.J, el cachorro o el resto de Oficiales que diriges discrepaban con la gata y lo hicieron porque ya te perjudicó! ¡La sacaron barata…! Creéme que esto no se repetirá una segunda vez si Katsu los vuelve a pillar en esas…

—Yo… lo sé… es solo que…

—Hey, no te frustres. —Le miró con pesar al tomar su endeble rostro—. Ese chiquillo debe entender que ahora hay mucho en juego en la investigación, que no fue tu elección el dejar a un lado los asuntos entre ustedes o las fechas importantes como su aniversario y que tampoco fue tu culpa de que todo te jugase en contra, osito. —Otabek lo sabía, cada palabra dicha por Alessia le encaminaba su realidad. Solo que no encontraba la manera de expresarle que estaba igual de mosqueado que Yuri porque todo se fue al carajo en esos días. 

Yuri había aplazado por mucho cada uno de sus encuentros en los pocos espacios que ellos sorteaban, sin embargo el tener de novio a alguien tan centrado y cuya profesión devengaba una entrega puntual, tenía sus desventajas, pero eso era habitual y siempre lo resolvían.

Claro que en sus años de trabajo jamás se imaginaron llegar a una carga tan extremamente pesada o que ésta interfiriese entre ellos. El año en curso junto a esta investigación les ha copado por completo dejando que todos fuese muy inestable, especialmente este último mes y Otabek siempre se disculpaba. Ciertamente Yuri fingía no prestarle mucha atención con su típica rudeza (lo que hizo que Otabek se confiase en la coraza del rubio o que no hablase mucho), pero en el fondo ya se sentía tan solitario, tan cansado de dimitir o de ser el que el abdicara que no era como otra veces, aquello transitaba de recurrente en su atareada rutina.

Todo empeoró con el viaje a Rusia que también se cruzaba con las fechas de su aniversario, Yuri ultimando detalles al creer que disponían de ese único día libre (y que en teoría era cierto mas no contó que el Kazajo lo solicitarán por asuntos extrajudiciales) había preparado algo muy especial y simple: Películas de acción, champanes, una cena chatarra espectacular, y un par de velas que agregaban el toque de calidez e intimidad.

Sin embargo pasaban las horas, después la noche se volvió una gélida madrugada y Yuri con el remolino de emociones alteradas o el alcohol ahogando sus pesares puesto que aún negaba que Otabek faltase a su palabra en algo tan importante para ambos, que todo ensombreció tras abrirse la puerta o que luego el vaivén de fraseos dolidos en el menor tomado como las excusas en el mayor llovieran en cascada.

Esa madrugada fue el límite de Yuri.

Esa madrugada fue el desastre para Otabek

Esa madrugada uno de los dos corazones lastimados (el del ruso) y que por varias razones no durmieron juntos desde ese día, se extendió hasta su regreso agrandándolo más, más y más e incluso importunando lo ocurrido en sus quehaceres habituales.

Por supuesto, al consumirse en lo que vemos ahora, Yuri no le ha perdonado absolutamente nada.  Alessia analizaba las cosas con lupa y le comentó que quizás simpatizó un tanto con ese gato por lo que pasó, más lo que ya debe tener en claro es que uno de los tantos obstáculos que tendría desde el momento en que puso un pie en la cúpula policial sería eso, falta de tiempo.

Poco tiempo en esparcirse a sí mismo, con su familia o con la persona que escogiera para vivir, ella lo ha presenciado en carne propia y por optó por ser un alma «libre», sus colegas igual o el propio Yuuri con eso de tratar de dividirse entre su sobrino y su trabajo.

Obvio, siendo Altin un Oficial de buen rango como Plisetsky, complicaba el horizonte.  

—¿Beka?

—¿Huh?

—Si…necesitas ayuda en esto no dudes en buscarme.

Expresó la Capitana al notar el semblante decaído en su primo, él destacó ese gesto y negó anticipándose a cualquier propuesta mencionando que estará mejor. Además de agradecerle por escucharle o aconsejarle.

Más tarde Alessia en una de las oficinas bajo la compañía de Mila, Sala, Georgi, y Guan, preparaban el nuevo esquema junto con las rutas de apoyo en caso de presentarse algún nuevo impase cuando realicen las futuras redadas, en lo que hacían aquello, Alessia o su conciencia no estaban presentes por estar al pendiente de Beka, de su dilema con el gato soez o que no se repitiese el inconveniente, salía factible que esos dos ya se arreglaran, pero conociéndolos, demorarán en esa vuelta. Lo que la trajo a tierra fueron las palmaditas de Isabella, quien estando en descanso quiso esperar a Jean allí o que los jadeos en sorpresa del resto resonarán cuando Vickytoria atravesara la puerta a la velocidad de la luz, y llevando los correos de muchas documentaciones las cuales salieron volando al tropezar en su torpeza. 

—¿Señorita Vicky, que le ocurrió a su rostro? —Guan se angustió con solo verle.

—Ah, ¿esto? —Señaló de lo más fresca con su dedo a su cara amoratada y llena de curitas de conejitos o vendas. Supuso que la Agente asiática aún no sabía de su contienda callejera—. Se le llama «gajes de oficio»—y le picó su ojo juguetón.

—Yo diría pelea de barrio.

—Ehhhh~ Lo siento, madeimoselle Yang. —Le miraba apenada en su ruego dramatizado, quizás así la convencía.

—A este paso tú y Yurio me dejarán sin suministros.

—Supimos de tu pelea por el cachorro y el rey, pero…

—No esperamos que terminaras así.

—¿No te duele?

Mila, Sala y Georgi anexaron sus opiniones al respecto pero ella sin mucha estela y con su mejor sonrisa encantadora les dio a entender que no pasó nada de qué preocuparse o que Isabella era el mejor médico del mundo.

—Ahora por culpa de eso, el T.C amargado no me baja de «coneja pandillera» o de decirme “Vitya” como mi tío.

—No me extraña la gran hazaña viendo tus rebeldías. ¡Signorina irresponsable! —Las penumbras le regresaron a Vickytoria con ese regalo inesperado del Capitán Crispino al cruzar la puerta—. ¿Cuándo será el día en que el General y yo veamos que te comportes como una signorina y no como un fantoche verdulero?!

—¡Mooh~ No soy niño y antes de que lo diga, tampoco me llamo Vityaaaaaaaaaa! —La descarada le respondía con sus manos detrás de su crin y sus mejillas empojadas.

—¡¡Serás “Bambino” si sigues asi!! ¿Capichie?

—Vamos Mikey, lo bueno fue que el señor Katsuki no la suspendió de sus labores. ¡Oh Hoooola, Vicky-Vickycienta!

—¡Hi~~, Don Emi-Emiliano! 

Ese fue Emil que llegó más atrás trayendo las armas blancas de su Capitán, Vicky feliz, le saludó y esos muchachos le pegaron la ignorada.

¿Ah, para qué fue eso?, el italiano se le marcó su vena y estalló reprendiéndolos a ambos de su insensatez, más Vicky en sus ocurrencias lo dejó más mosqueado con sus respuestas disparatadas o afirmándole que su castigo era leve en comparación a las sanciones severas que Katsuki le daba, Emil le apoyó.

—¿Ahhh y tienes el descaro de decirme eso, maledizione? ¡No seas sinvergüenza, hija de rasputín! ¡Siempre es lo mismo!

La conejita reía con todos sus dientes muy infantil escondiéndose detrás del checo san Bernardo, Michelle, en sus rabietas pensaba que esa pelusa era caso perdido y los demás, incrédulos con esa gota de sudor escurriéndole sin pena alguna, no se les hacía raro que ella tomase las cosas de esa forma tan espontánea u olvidadiza. Así era Vicky a fin de cuentas.

Cualquiera estuviese con un humor de pocas pulgas por dicho enfrentamiento o sus consecuencias, en especial Alessia, quien le observaba en su cauteloso ser, sin embargo por lo que se enteró de Yuuri o Phichit, Vicky les dijo que no le tomaría desagravios a Yuri. Y que por el contrario, que sí terminó a los golpes con su amigo fue para ver si reaccionaba o cambiaba de parecer.

—»Plisetsky tiene suerte que la chica tenga las gracias nobles e intactas de Andrei” “Otra persona dejaría de ser su amigo”… —Pensó Alessia y dio un gustoso suspiro.

—¡Un día de estos me provocarás un infarto!, ¡¿acaso no existirá un momento en que yo pueda descansar en sana paz del espíritu santo sin que me digan, Nikiforova hizo esto o Nikiforova hizo aquello?!

—¿Eh? No sé italiano, Capi bonito… 

Contestó con esa carita preciosa y el parpadeo de colibrí indicando en ella, cero comprensiones idiomáticas sobre el idioma “hetaliano” veneciano.

Grrrrrrrrr….K..kkk…El cabreo en ese señor pasó de peor a gigantesco en su crujir de dientes.

—Yo sí le entiendo Vicky, ¿te lo traduzco?

—Amazing! ¡Gracias Emil!

 —¡Y cuando no eres tú, es el otro bodoque con patas enormes! ¡¿Que coños quieren ustedes de mí?! ¡¿Volverme loco?! —Volvió a explotar en sus desahogos de cascarrabias.

—¡Mikey, no te sulfures!

—¡No los defiendas, Sala! ¡Ahh pero esto no se queda así!, ¡Los dos vienen conmigo!

—¡Woahhh, Ay, ay, ay!, ¡Eso duele!, —Chillaron los novatos al unísono al ser jalados por sus delicadas orejas y llevados a remolque con él a cualquier lado para regañarlos sin que nadie los interrumpiera.

—Nada de «me duele» par de pillos, a partir de hoy seré más estricto con ustedes en su disciplina y cada vez que me entere de algún sermón de otro superior les pondré mano dura. ¡Son Oficiales!, io non sono tua madre para estarles diciendo lo mínimo. Andiamo!, andiamo avanti, coppia di mascalzoni!

—¡Pero si yo no hice nadaaaa! —Empezó Vickytoria a llorar.

—Nemmeno io! —El checo tembloroso le habló en la lengua madre romana fallando en su intento.

—¡A Cállare, maledizione! —Ladró sin cesar.

Lo otro era que las querellas que destilaba Michelle, iban en una mezcla italo-española o a veces totalmente en un italiano incomprensible por sisearlo entre dientes. 

—¡Estos bambinos de hoy en día, ya no hay respeto con la autoridade, ah pero ilsso me pasa por no ponerles mano dura desde un inizio. «La vergogna!«

—Caramba… ¿Ese hombre es así con ellos?— Alessia salió de la oficina divirtiéndose de esa escena.

—Siempre…—Milá y Georgi lo afirmaron.

—Pobrecitos.— Guan se condolió.

—Mikey no es tan malo, solo es poco paciente pero si los aprecia mucho.

—Eso lo dices porque es tu hermano, Sala. —Mila y Georgi se rieron.

Entrando la tarde, para dar comienzo a la noche Vicky gimoteaba su tragedia abrazada a sus rodillas sobre la azotea más alejada y decorada en flora. Aquella donde siempre iba a despejarse, aunque esta vez estaba acompañada.

El lío era que Yuuri después de tanto trámite de oficina disponía de un par de horas libres (coincidiendo con el horario libre de Vicky) así que ambos acordaron reunirse y avanzar un poco con los códigos o simbología del caso especial, cero rollos según el japonés. Pero…

—¿Vicchan, Makkachin?

—¡Hammm…Mi Y-Yuuuuuuriii..!

Sfx: BRUSHH!

El tacleo a su entelequia, con caniche incluido y el manojo de lágrimas de esa conejita exagerada era de las cosas que le costaba tratar, así que haciendo memoria, hemos de remontar al inicio donde su fiel mascota Makkachin y a su lado, el llamado caballero Katsuki Yuuri, la consolaban.

El perrito veía como ese humano se le escapaba una tímida sonrisa por cada lamento de su dueña y solo esperaba alguna una señal del cielo para saber cómo proceder, ya que la niña consentida no se calmaba, lo único que hacía era darle palmaditas o que en su callar y escuchar  su drama amplificado por mil sobre los cantares injustos que le hizo Crispino en la tarde de hoy.

Por supuesto, la nueva función hizo que exteriorizarse su risa reservada o que Vicky muy enfurruñada le estrilase.

—¿En serio lloras por eso? Te he dado castigos peores que los de Crispino.

—¡Es que e-eso no fue justo!, ¡Yo me porte bien…Bbbbbbb!

—Sí soy sincero, se lo merecían por darle severa ignorada, me consta que Crispino sufre mucho contigo y Emil-san por sus despistes monumentales o por no ser prudentes en su hablar. —Dijo tranquilo desde su puesto.

—¡¡Yuuuuuuuuri!!

—Cada palabra de mi boca es cierta. —No ocultó o disminuyó intención alguna, entonces el perrito lanudo de color café fue con él y Yuuri en su juguetear, continuó su sutil prácticidad—. ¿Tú qué opinas amigo? ¿Tú dueña nunca ha sido disciplinada con Crispino, verdad?— Y el caniche ladró o le lamió la mejilla a Yuuri como si hubiese entendido, el solo quería jugar.

—¡Makka traidor! ¡No te daré chuletas!

—¿Y después dices que yo soy el tirano? ¡Míralo! —Ese caniche resultó ser buen actor como Vickytoria al poner esa cara de cachorro tristón.

—No lo defiendas, conozco bien a ese peludo bribón y… ¡Mmm…mmmm!

—Shhhh, ¿No escuchas voces? —La silenció posando su mano en su boca.

Yuuri enserió su rostro, algo que Vicky le extrañó y adoptó la misma postura. Los dos Oficiales y el perro guardián se escabulleron en sigilo hasta ubicar el punto exacto o la sorpresa que vino después, ratificó lo que ellos suponían días atrás con un par de personajes.

—Yurokcha, por favor, escuch…

—¡No me hables!, ¡tampoco me toques, porque si no te reviento!

—Sé que debí avisarte, pero… ¿Comprendes que era algo delicado?

—¡Lo nuestro también!, ¡¿qué te costaba avisar o dejar un puto mensaje?!, ¡es como si lo tiraras todo nuestro esfuerzo a la basura!

—¡Claro que no es así! —Se estresó—. No te adelantes, solo no hemos tenido espacio.

—»Espacio…» —Bufó por la mentada palabra y negar con sarcasmo—. «Dame espacio», todo es el maldito «espacio», ¡estoy harto de lo mismo porque yo puedo cumplir o tu faltas a tus promesas!

—¡¿Y tú no crees que no me siento cansado de todo esto o de no cumplirte?!, ¡no me jodas, Yuri! 

—¡Púdrete, Beka!

—¡Vete a la…! —Estuvo a punto de mandarlo a la porra, más lo pensó mejor y fue sensato, al menos uno de los dos debía establecer la cordura. No valía la pena desgastarse. —No pienso perder mi tiempo, cuando dejes de comportarte como un crío, y actúes como un adulto, hablamos.

—¿Ahora soy un crío?

Y de a poco, lo que se podría llamar un «diálogo» no ameno, fue empeorando.

—Esto no es bueno… No… ¿No podemos hacer algo, Yuu? —La mirada en la pequeña conejita fue suplicante.

—Negativo. —El zorro aunque quisiera cumplir ese recado, se le salía de sus manos. —Esto es un asunto privado que ni deberíamos de estar escuchando y que solo les compete a ellos como pareja, 3ayka. Anda, retirémonos de aquí.

Vicky aferrada a Makka cual peluche no sabía que decir al respecto, su conocimiento sobre relaciones amorosas era equivalente a su manejo en la cocina, además de sentirse acongojada de ver como discuten y no poder ayudarles.

Si hablamos de Yuuri, él no es quien para meterse en cosas de pareja, y por lo que alcanzo a oír de la pelea en esos dos, sus diferencias van para largo, lo cual no era conveniente, y en caso que les tocara acudir a alguna misión, su mente no estaría enfocada en ello. No le agradó en lo absoluto.

De repente los Biperes del C.P, el ST, la Oficial y del T.C sonaron al tiempo, y dicho pitido ha realizado que Vicky se asustara sacando un gemidillo agudo o Makkachin ladrara delatando la posición de su dueña o del japonés, este último maldijo en bajo.

—¿Oficial Vickytoria? / ¿Anciana? —Ambos la nombraron.

—Ahamm… ¡Holaaaaa y lo siento! ¿Interrumpimos algo? —Vicky tomó las riendas saliendo de allí o fingiendo que no sabía nada.

Se le dio por inventar que su mascota estaba de fugitivo o que por casualidades del destino el T.C se topó con ella, (algo difícil de creer asumiendo que el sitio era poco conocido) Otabek entendió que no era su intención encontrarlos o de fisgonearlos en su privacidad, Yuri estaba por tirarla al precipicio de los insultos. Pero Yuuri diluyó cualquier amague iracundo tornándose autoritario al concluir la llamada recibió de su intercomunicador diciéndoles que el mensaje del bíper era escabroso. 

Debían armar un frente improvisado para incautar un posible cargamento de procedencia desconocida que entraría hoy por el suroriente de Shibuya ya que detectaron movimientos sospechosos.

—El Señor Himura mandó el reporte hace poco y Chulanont con Giacometti ya se dieron a la tarea de confirmar la notificación.

—Eso… nos deja con poco tiempo, señor y la división que dispone es la del Capitán Crispino o el de la Capitana Dos Santos. —Nikiforova evaluando la distribución actual emitió sus inquietudes con pronta seriedad—. Ellos tienen a su mando a la promoción más novata, incluyéndome y no estamos acostumbrados a redadas «así».

—Y por eso mismo necesito que Altin o Plisetsky sean de apoyo para Dos Santos o Crispino. —Ratificó Katsuki en su hechura mientras caminaba a paso rápido por las escaleras.

Al bajar, continuar el sendero y llegar a una «T» donde separaban sus destinos por el campus, Katsuki ordenó a Nikiforova  que buscase con su compañero Nekola a diez hombres de su grupo que ellos consideren que vayan a su ritmo y que se situarán en la zona de partida con sus municiones, ellos serían el combo alternativo que Plisetsky y Altin comandarían de refuerzo. Nikiforova se despidió con el saludo militar y se fue fugaz a cumplir con el recado.

—Señor, ¿y usted no estará con nosotros? —Altin quedó intrigado, Plisetsky cruzado de brazos no soltaba ni media palabra.

—Negativo, Subteniente. Por esta ocasión no puedo acompañarlos de modo presencial, debo informar a Felstman de nuestra jugada, pero estaré monitoreando cada movimiento que realicen a través de lo que me comente Chulanont o Himura-san. —Fue directo, no obstante se puso ansioso al dejar a sus novatos en algo de alto riesgo, la diferencia es que su coraza no dejaba escapar esos destellos—. Tampoco podemos darnos el lujo de que esas ratas se escapen. Así que les exijo que olviden sus diferencias. Los quiero centrados, muchos de esos hombres y jovenes dependen de sus directrices y eso incluye a Nekola o Nikiforova en el paquete. Serán los mejores de aquella promoción, mas no poseen la experiencia que ustedes devengan. ¿Quedó claro?

—Sí señor.

—Eso espero, también va contigo Plisetsky.

El ruso chasqueó su lengua restándole cinco a la palabra de Yuuri, no quería estar al lado de Altin, tampoco el ser niñero de ninguno y eso que la noche apenas comenzaba. . .

Zona Suroriental de Shibuya – Tokyo / Japón
Inicios de Julio del 2017 –  (misma noche)

Gritos desesperados se escuchaban en uno de los tantos callejones que conectaban a un bulevar «x», específicamente en la calle 28a. Eran los agónicos bullicios de un hombre y todo su grupo de chulos que rogaban piedad para que sus vidas no fueran arrebatadas por el Clan Yakuza que ha tenido aterrorizada ese barrio en Tokyo.

Los hermanos Kazuma tenían poco de haberse reincorporado al manejo de sus territorios, manejaron la prudencia en su ingreso al país aprovechando que la policía continuaba su búsqueda. Pero no vinieron solos…

La risa sádica del sujeto perpetuador y desconocido para muchos dejó sin aliento a pocos  idiotas (intento de malandrines) que estaban arrodillados a su merced creyendo que hacían un buen negocio. Acabaron en una trampa sin salida y con sevicia fue apuntándoles a las cabezas de cada cabecilla, o ejecutándolos en el acto donde la sangre corría. 

—Hace tiempo que no percibía esta buena sensación. —Mantenía su punto fijo en los cadáveres, los demás no podían moverse del miedo.

—Oh veo que acabaste, nada mal.

Apareció Raven entre las sombras, con su cigarro y su cúmulo de escoltas. A su lado, su hermano menor (recuperado en su totalidad) dio un silbido en aprobación. 

—Fiuuu, el jefe tenía razón. ¡El tipo es bueno, bro!

—¿Y la Merca? —Raven preguntó.

—Frente a ustedes. Ha dicho el nuevo integrante.

—Esos ilusos creyeron que ganaron una buena ganga con nosotros. Jay C diles al resto que tomen todo.

—¡Tú no me mandas, marihuano!

—¡Como sea, marginal! ¡Solo hazlo!

Y procedieron con ello las medidas con las que se preparan, temas claves que deben saber sobre las marchas de su negocio o del ajeno les entonaba perfectamente a no ser que las grabaciones hechas por el equipo del E.E.I con la participación del cuadrante policial Ordinario del Oficial jefe Himura fueran pieza clave.

—¿Grabaron todo?

—Lo tenemos señor, incluso se ve directamente como acceden a la mercancía.

—Sí anexamos este video a la corte, se les va ir hondo a esos delincuentes, Mayor. 

—Excelente, trabajo caballeros. —Fue de las frases que dijo Giacometti a Chulanont como al señor Himura cuando grababan el operativo—. ¡Preparen sus posiciones!, ¡implementaremos la redada!

El comunicado del Mayor Giacometti se extendió a los policías Ordinarios que les acompañaban como a su pelotón, y en la hora de hacer el allanamiento, los sorprendieron por su espalda coaccionando esa guerra de poder.

La puja de ambos bandos fue rápida y concisa, civiles huían  de la zona del conflicto, balas, sangre, sesos y partes desmembradas por los rifles o armas portadas en el proceso. La voz de la ley se alzaba por cada cuadra recorrida y Crispino o Do Santos con sus equipos llegaron de últimos sirviendo de resguardos; distribuyeron cada hombre de tal modo que auxiliaran a los ciudadanos o que vigilaran a los capturados. Nekola, Nikiforov y sus diez compañeros eran el soporte del S.T Altin con el C.P Plisetsky, pero aun si la recomendación (con cara de advertencia) instaurada por Katsuki era contundente, Plisetsky no hizo caso. 

¡Por un demonio Plisetsky!, ¡no salgas con tus descojones ahora, es una orden!

—¡¿Y dejar que esos bastardos se escapen?! ¡Mírame está!, “señor”El dedo del medio no tardó en anunciarse.

—¡Señor Altin!

—¡Esperen aquí hasta nueva orden a menos que vean necesario moverse! —Fue tras el renegado y temerario tigre siberiano, ya no podía tolerarle otra liada así.

—Pero…

—¡Maldición, la tenemos difícil con ese par así de alterados! —Vickytoria no estaba en sus mejores bríos.

—Ni que lo digas, Vicky. —Emil compartió su sentir.

Los Oficiales Imperiales trataron al máximo de no involucrarse en problemas evitándole una nueva sanción de Altin, mas el punto álgido al discernir era que los Policías Ordinarios no daban abasto en esa redada o que la comunicación de los informantes anónimos de ese lugar, señalaran cinco puntos en los que se estarían guardando explosivos y material gráfico importantísimo. El desemboque final en la Oficial Rusa y su compañero, el Oficial Checo apuró a no pensar en lo que harían. ¡Tomarían las riendas y se aventarían al fuego!

—¡No…No estamos capacitados para ello!

—¡Y el señor Altin nos dijo que…!

—El Subteniente Altin, presenta dificultades en estos instantes y si no se han dado cuenta estamos sin realizar absolutamente nada. —La mujer  los trajo a tierra—. Sabemos que es una locura, pero no podemos quedarnos aquí y ver como los demás se rompen el lomo, por algo somos “equipo de apoyo”. Sé que ustedes al igual que yo piensan lo mismo.

—Y nuestro jefe nos dijo que nos moviésemos de ser necesario, así que tomaremos su palabra.

—Pero Oficial Nekola…

El rubio con su gran estatura, seriedad y lectura corporal dio a entender que eso sí o sí, lo harán

—Soy de los primeros en replantear o refutar cualquier ocurrencia en mi compañera, pero hay vidas de por medio, si los llegan a regañar o algo parecido, Nikiforov y mi persona asumiremos las consecuencias. —Suavizó su faz a una más amigable.

—Confiemos en que todo saldrá bien. —y Vickytoria ha hecho lo mismo.

Sus camaradas en cuestión de segundos ya residían a su lado, apoyando su iniciativa y procurando que las razones que daban los jóvenes promotores se cumplieran. Se escuchaba a los uniformados preguntar insistentemente por sus intercomunicadores sobre las capturas, que sí estaban respaldados, que sí el enemigo ha sido neutralizado o no y un sin número de factores en ese desbarajuste de pólvora, plomo y carne ensangrentada.

Más allá de lo previsto, la nueva figura macabra que acompañaba a los Kazumas estaba por terminar con la vida de tres policías, y como si de guerreros se tratasen, Nikiforov y Nekola interrumpieron su designio final a la vieja escuela; solo que en la rapidez con la que se prodigaron las cosas…

—¡¡EMIL!!!! —Vickytoria le llamó en su desespero.

Sus amigos quedaron estupefactos al ver que el Oficial de ojos azul rey obtuvo una herida profunda en su brazo y parte de su hombro por exponer instintivamente su cuerpo para que el otro policía Ordinario (también con magulladuras) fuese salvado. Dicen los testigos que el sonido característico de los disparos junto a otro objeto sin identificar fue el causante de tal desgracia, y no se escuchó, puesto que llevaban un silenciador.  A Vicky poco o nada le importó, persiguió al rufián con el temple que le amparaba y sin dejar de disparar.

Emil les pidió ir por ella y que no la dejaran sola. Vicky en ese instante ya tenía su propia lucha, al hombre le ha sorprendido encontrarse a alguien así de gallardo y según su concepto, estúpido por encararlo, Pero…

—Esos…ojos…

La mirada celeste que él novato Oficial (creyendo que era hombre) destilaba, lo aturdía.

Lo aturdía  porque se le hacía demasiado familiar y desvariaba en su intranquilo ser augurándole cosas de su tormentoso pasado, la imagen borrosa, ese fantasma fundiéndose con la presencia de aquel policía le traicionó perdiendo su realidad…

—Ese… maldito, hooligan…  está muerto… ¡Está muerto! ¡ÉL ESTÁ MUERTO! Reprimió sus sentires, en su experiencia desarmó al joven, cuando estaba por darle un tajo con el filo de su arma letal Vickytoria ha usado sus manos y una cadena oxidada que tomó importándole el dolor o que estas se cortaran horriblemente, de no hacerlo las consecuencias hubieran sido fatales.

—Desgraciado, ¡¿Quién mierda te crees?! —Su idioma ruso le evidenció.

—Tú peor pesadilla, malnacido… —Le habló en su propia lengua.

—“¿Es mujer…?”—Detalló en el acto, y ahora ella es quien fue en ofensiva.

Esa misma cadena le sirvió para enrollarla en su puño, hacer un par de jugadas o responderle de la misma forma causándole al contrario un sangrado en la nariz o moretones en sus costillas. La alejó de un empujón y empezó a calibrar una nueva estrategia, claro siempre y cuando la caballería arribe en tu llamado.

—I’M BACK, MOTHER FUCKERS!!!

Hombre y mujer voltearon por inercia en dirección de la voz ruidosa y abrazadora, el resto asesinos liderados por alguien que ya conocían (Jay C) acabaron la fugaz charla de golpes. También los refuerzos de las divisiones Imperiales u Ordinarias acudieron por Vickytoria. Bien y mal protegiendo lo suyo o buscando sus beneficios.

Los jóvenes  del FPJ que la socorrían mientras que los colegas imperiales de ella se sumaban a la lucha, querían constatar que estuviera en buenas condiciones.

—¡Vayan por él y por el Kazuma! ¡Yo estoy bien! —Reclinada en la pared ya portaba una pistola provisional aunque su agarre fuese una tortura o que el umbral de dolor era enorme.

—No podemos dejarle sola Oficial

—¡¡Solo olvídense de mí! ¡Es una orden! ¡Aquellos sujetos son importantes!

Y aunque intentaron seguir la indicación en la oficial imperial por el rango que devengaba, fue demasiado tarde. Los prófugos abandonaron el campo de batalla en sus motocicletas de color negro y para molar su mala suerte,  las placas se encontraban tapadas. Eso sí, el hombre del que ahora sabemos que es de nacionalidad rusa y que pertenece a esa extraña organización criminal para la cual los Kazumas sirven, está precavido con ella y por la sombra que le rodea en su obscuro pasado.

Una hora después del suceso, el F.P.J como el F.E.G.I con el control de la situación, acordonaban el lugar haciendo valer la seguridad protocolaria. La gente, los medios y demás extraños se aglomeraban en la zona. Los hombres del DIC, con su usual vestuario blanco de criminalística, acumulaban pruebas con sus aparatos de última tecnología de la mano del escuadrón Antidrogas de la D.E.A, liderado por el detective Jefe, Seung Lee.

Devuelta en la T.S.P.A y en unos de los cuartos del bloque de la enfermería como de cuidados intensivos Otabek con el karma latente intentaba disculparse por lo acaecido con sus amigos. Yuri desde el marco de la puerta les veía con su cara irritada y solo allí, esa estaca de irresponsabilidad le cayó encima. 

Fue un imbécil.

—Yo… De verdad…

—Señor Altin, descuide. —Emil le miraba con mesura, Otabek contemplaba sus vendajes o su brazo enyesado y en su interior sentía que no merecía esa condescendencia—. Ya…paso, tengo suerte de no estar postrado en la cama por semanas, solo por hoy je, je, je.

—Yo igual, pero no podré agarrar ningún arma o maquillaje hasta que me sanen las manos.  —Vicky fue más pizpireta y catastrófica en su comentario.

Ayudó mucho a bajar la tensión y que los otros camaradas de su división que hicieron parte del grupo rieran un poco. Sin embargo, Otabek no podía hacerlo cargando esa culpa, y Plisetsky quería retirarse dejándolos con la intriga, cosa que en la cual falló porque  Altin lo detuvo.

—En serio no dirás nada.

—Necesito un respiro.

—Es el colmo… ¿Van a pelear otra vez? ¿No creen que ya cometieron muchas huevonadas en el día de hoy como para aguantarnos otra tontería más? ¡Lo que pasó con estos carajitos es grave! ¡Coño!

—Capitana…espe…

—Guarden silencio. —Ordenó Crispino a sus muchachos magullados.

Conoce a la conejita y al cachorro lo suficiente como para saber que disminuirían el impase de hoy. Dos Santos que en medio de su cólera trataba de guardar la calma, se dirigió con el Cabo rubio de ojos verdes o su contraparte de tez trigueña y mirada estoica, regañándolos por todo con justa razón, su aura desbocada no permitía que se calmase porque parte del operativo casi se viene abajo, pudieron contener fragmentos de la mercancía; entre ellos, civiles que serían usados para actividades ilícitas, Desgraciadamente por las desatinadas entre Plisetsky y Altin durante la redada, más la huida del Kazuma menor, quedó a medias.  

¡Oh, pero aquello no era nada comparado con lo que afrontarían! ya que a pocos metros Katsuki, hecho una fiera silenciosa estaba por llegar. El Teniente Coronel Imperial no decía nada, solo caminaba directo y sin escuchar a nadie, ignoraba las voces a su alrededor  buscando a un par de personajes, no sin antes confirmar con sus propios ojos en el pabellón de enfermería que lo relatado, no fuese real.

Su actitud rígida se debía a que minutos antes se había topado anticipadamente con el Oficial Jefe Himura y este le detallaba los balances de lo observado, como también las penurias. Oírle de su boca todo lo que capoteó el grupo de apoyo más joven del F.E.G.I en dicha misión  y que les tocó con las uñas defenderse de ciertas situaciones que ameritaban una guía (más aún sabiendo que allí los asistirían Oficiales experimentados)  le fue desencajando la cara al T.C. hasta rayar en lo absurdo.

Y en su sinceridad, Himura le ha comentado que los Oficiales ordinarios como Imperiales no estaban tan perdidos, gracias a Nekola o la señorita Nikiforova, puesto que en su poca envergadura hicieron lo posible por mantenerlos en calma, pero que a su vez fueron los más expuestos y los únicos heridos de importancia de ese grupo (los demás a su mando tenían heridas superficiales). De no ser porque esos muchachos que anteriormente se han involucrado en una que otra particularidad en misiones anteriores, podrían haber muerto o incluso sus compañeros.

Esas mismas palabras las escuchó minutos después con Chulanont o Giacometti.

Las voces audibles de Alessia, Yuri, Otabek o Michelle le ayudaron a encontrar la  habitación sin necesidad de preguntarle a una enfermera sobre los novatos. Al entrar, notaron la figura autoritaria en una postura sobria y faz más neutral como circunspecta de lo habitual.

—T.C Katsuki…—Los oficiales de rango menor se asombraron.

—¡Ah, mierda! ¡Más sermones!

—¡Ya jodas, Mamagüevo¡ 

—Quiero silencio. —Encausó el mencionado a la Capitana o al Cabo primero.

La orden generó un silencio profundo en sus hombres y escudriñó a sus dos pupilos lastimados con lupa a medida que fue caminando, le dolió verlos así.

Y más que un dolor, su impotencia fue elevándose por los causantes de tal atropello y pésimo cuadro, ya que no solo le dolía ver a Nekola en dicho estado deplorable, sino que aquella Oficial de ojos azules tambien le miraba indiscreta y un tanto entristecida por notar el aura intranquila que él destilaba tras hallarle “en esa forma”

Ha hecho que Katsuki se enervase, que endureciese sus facciones o que finalmente dialogase con tres de sus diez subordinados inexpertos que hicieron parte del grupo de apoyo

—Oficiales Tamiya, Namida y Miyohin, respondan con “sí” o “no” a lo que les voy a decir y piénsenlo muy bien antes de mentirme… —Los sentenció.

Vicky o Emil quisieron hablar y de un tajo, el T.C les ha dicho a ambos que no pueden intervenir.

Él no hizo las preguntas directamente con ellos, porque previó que no le dirían nada que perjudicase al Subteniente o al Cabo. Los otros novatos al encontrarse con sus manos atadas, les estrujaron su fuerza de voluntad. Le comentaron las verdades (estas ya sabidas por los hechos narrados en el señor Himura) y que encontrándose con nuevos detalles, lo decepcionaron enormemente.

—Así que era cierto. —No dijo más.

Esperaba que esos no cayeran en lo mismo y lo defraudaron.

Esperaba a que fuese un mal entendido, y no lo era…ciertamente no lo era.  

Lo hicieron enojar más de la cuenta, peor aún con esos chicos solventando situaciones que no les acontecen, y agradece mucho de que sus heridas no fueran de mayor complejidad.

—Pe-pero lo bueno es que estamos bien, en serio… Un par de días en reposo y Nikiforova o yo estaremos como nuevos, señor Katsuki. —Emil demostraba su mejor actitud alegre.

—Es…es cierto Señor Katsuki, no hay de qué preocuparse. La mala hora pasó. —Y Vicky corroboró con un intento de sonrisa que apenas se alcanzaba a lucir detrás de su mechón despeinado.

Con eso esperaba aplacarlo o al menos trató en su torpeza de hacerlo mientras su vista aun puesta en aquel superior sulfurado de su boca le decían un mudo: “tranquilo, no te exasperes, no hagas una locura, estamos bien”

Él podrá aparentar una soberbia quietud ante los demás, pero no en presencia de Vickytoria, ya que lo conoce demasiado, su puño cerrado envuelto en ese guante de cuero y con ligeros temblores por la rabia lo delataban.

Yuuri pensó que esa niña le pedía un imposible e inhaló y exhaló el aire perturbado de la habitación en que se encontraba con tal de “sobrellevar” el incómodo momento hasta buscar el momento indicado para salir de allí con los reincidentes.

—Por nuestra parte tendrá un reporte exhaustivo de este acontecimiento, T.C Katsuki. —Crispino fue duro.

—Y no pensamos tapar el sol con un dedo, menos un desliz de estos. —Alessia también lo fue y en su inconformismo, esperaba que Yuuri les delegara una buena sanción.

Lo siguiente que estaba por ocurrir era ver a un Yuuri realizando un gesto de aviso con su índice a los acusados, que salieran del cuarto dejando  helados a todos y más en Vicky. Ella no quería que Yuuri tomase una decisión exagerada en medio de su neura. Entonces, delimitando que nadie haría nada o que todo lo entredicho resultaba en palabras inconclusas, fue tras ellos aun si Crispino le gritara o que intentaran detenerla.

Recorrió muchos pasillos blancos y envejecidos, pasando a otros menos concurridos por estar absorta en sí misma en el rollo argumentado. Se preocupaba por el futuro de sus amigos, si no también por su jefe que en primera instancia era bondadoso pero que de estar fuera de sus cabales, había adoptado un carácter en extremo intimidante en sus movimientos, y ahora temía que cualquier detonante le terminara de desbocar su ira predeterminada.

Todo por decisiones o mezcolanzas personales que para bien o mal, no ayudaron en nada.

Su búsqueda no se detuvo salvo que de encontrarlos en otra sección muy retirada, donde Katsuki fluía sin filtros los señalamientos en ellos y ella se escondió para que no le viesen.

—¡Oh, que bien! Esto no tiene precedentes. ¿Les brindó la oportunidad de remediar sus «cagadas» conmigo y me pagan con esto? ¡¿Qué clase de grosería es está?!

—Tiene todo el derecho de reclamarnos señor, yo…

¡DOS DE MIS MEJORES OFICIALES A PRUEBA EN EL F.E.G.I ESTÁN FREGADOS PORQUE HICIERON LAS LABORES QUE USTEDES, EN SU MEDIOCRIDAD, DESCUIDARON! —Bramo con todo su ser—. ¡Y ni les digo del resto de novatos que dejaron sin guía como gallinas sin granero! Yo…

El ceño y sus expresiones eran indescifrables de lo inverosímil que era todo el asunto.

—Yo…sopesaba que el Cabo continuaría igual, ¿pero usted, Subteniente? —Katsuki lo nombró muy defraudado de su desempeño y acabó resoplando del malgenio.

—No… Tengo excusa alguna.

—¡No la hay! ¡Eso es obvio! —Afirmó tajantemente—. Esperaba más madurez y cero permisividad en usted, S.T Altin.

 —¡Sí!, ¡sí!, ¡ya!, ¡la cagamos! ¿Qué más quieres que hagamos?

—¡No seas cínico con los demás y claro que tenemos la culpa, en especial tú por tus necedades! —El kazajo reclamó ofuscado.

—¿Entonces pretendes que le roguemos, al cer…?

—¡Ten cuidado sobre el cómo cojones te diriges a mi persona! ¡No soy cualquier mojigato al que mangoneas a tu antojo, Plisetsky y mi maldita paciencia se está acabando! ¡Te lo advierto! —Espetó frio y atroz.

Para ese momento había olvidado su protocolo, decidió hablar con franqueza y en el mismo idioma de ese deslenguado, con un léxico descuidado o poco propio de alguien como él ante ese Yankee eslavo con ínfulas de grandeza.

 —¡HABÍA MUCHOS DESGRACIADOS ALLÍ Y ME JODÍ EL CULO CON TAL DE AGARRARLOS!

—¿Y dónde están los malditos cabecillas principales o secundarios? ¿Será que veo alguno por aquí o deberé preguntar? —Yuuri fue sarcástico al cruzarse de brazos o poniéndose en frente del joven que le ganaba por dos cabezas su altura—. ¡Porque no los hay, no veo una mierda, Plisetsky! —Gesticuló con sus manos abiertas al dar tiempo por alguna respuesta—. No contento con eso, gran parte de nuestras pruebas aunque fueran grabadas dependían de la captura de Jay C Kazuma con sus secuaces, que por perra suerte de la vida, se enfrentaron con el pelotón que tú y tu colega dejaron solos por… ¿No sé,? ¿Tú dime?—El fuego en sus palabras ostentaba en quemar el ímpetu mal habido en aquel irrespetuoso—. ¿Ah, y te quedas callado? ¡Qué bien!  

—¡¿Cómo carajos quieres que te responda si no me dejas?!

—Simple, ¡no hallo lógica en tus justificaciones! —Le ha reñido en esa justa con prepotencia. —¡Es más…! ¡Cierra tu puta boca sino dirás algo de servicio, que mientras más hables del tema, te hundes!

—¡Yo diré lo que me venga en gana! Sí, admito que no debí desobedecer, mas no fue para tanto.

—¡Pero lo hiciste! —Altin por fin enunció algo frunciendo su ceño. —Y desobedeciste mi orden directa como tu superior.

—¡EL PUNTO AQUÍ ES QUE AMBOS FALLARON! —Señaló Katsuki a Plisetsky sin mucha estela y enseguida repitió lo mismo con Altin—. ¡Tú, por no respetar o respaldar a tus colegas y usted, por no demostrar carácter para cortar cualquier disyuntiva, eso me queda claro!

—¿Huh? ¿Habló aquel quien se cree el «Dios todopoderoso» e hijo de puta de toda Japón?

—Disculpa, ¿escuché bien? —Yuuri enarcó su ceja ante esa provocación ahogada, pero no le daría el gusto.

—¡Vamos! ¡No te las tires de santo conmigo! ¡También pasaste por algo parecido con aquella ilegal!

—Ciertamente. —No lo negó— . Solo que hay una grandísima diferencia, Cabo, y es que eres un superior al igual que tu colega Altin.

No le gustó que involucrase a Vickytoria en algo fuera de lugar. Las situaciones eran algo parecidas mas no iguales, así que sin rodeos respondió con altura digna de un oficial de rango como el suyo.

—Los superiores no dejan de ser “superiores”, y aun si el marcador la juega en contra. Uno está obligado a mantener su cabeza fría y buscar alternativas con tal de cuidar a su gente. Eso no lo oí del testimonio de los demás. ¿O entonces, para qué demonios pierdo “mi” tiempo teniendo esta maldita conversación? —Repuntó con disgusto. —La idea de Vickytoria en ese viejo operativo para abarcar las bombas, aunque refutase la mía, fue en pos de proteger a sus aliados y civiles, no de dejarlos tirados. ¡Claro!, yo estando enojado no visionaba los hechos a favor, pero sabiendo que Chulanont contribuyó en esa estrategia o que su equipo la apoyaría, reorganice mis fichas y di el aval de completar dicho plan obteniendo un buen resultado. No valía la pena desgastarme. ¿Que fue improvisado?, ¡sí! ¿Qué hubo heridos?, ¡claro!, pero ninguno de gravedad, todos con magulladuras superficiales, sin embargo eso no ocurrió con ustedes. ¿Estoy o no estoy en lo correcto, Altin?

Otabek quedó callado, sí nos vamos con Yuri, solo hubo un mosqueo por esa honesta y destructiva aseveración.

—Lo otro ya lo debes de saber: que el plan resultase no desmeritaba una sanción para Vickytoria al desafiar mis mandatos; siendo franco, yo… la llevé a eso y cada vez que lo recuerdo o que Felstman me lo escupió en mi cara, puedo decir que fui alguien estúpido y fallé como superior. —Habló un poco de más llamando la atención en ambos muchachos, el mismo efecto pasó con Vickytoria haciéndole sonrojar, pues ella sabía exactamente a qué se refería. —Creo que… de haber sido más abierto en mis rendiciones, esa pequeña incomodidad no hubiese ocurrido. No obstante, pasó… ¡Y con todo y aquello, tanto Nikiforov o mi persona intentamos que nuestras diferencias no aparecieran en los días siguientes tras ese incidente!!

No vio rollo alguno en dar una explicación y no tendría que hacerlo, total, eso es algo que le compete solo a él y a Vickytoria. Continúo con su idea ubicándoles con su ejemplo.

—Si hablo por mí, he de cambiar el chip en mi trabajo en caso de ocurrir alguna fricción porque no les mentiré que sí llegué a trazarlo con Chulanont en algún momento.  Cuando ambos diferimos y discutimos afectamos a terceros. Entonces nos guste o no nos toca minimizar el disgusto, seguir como si nada y luego buscar la forma de arreglarnos. Eso es lo correcto. Fue concreto en su actuar y cerró con su argumento final—. Eso si, por muy cabreado que este jamás en la vida me verán abandonado a mis hombres bajo mi guardia… Eso se los puedo asegurar. 

—¡Tsk! igual eso fue por…

—¡Ya Yuri, admite tus errores y deja de discutir! —Altin le debatió.

¡No los abandone, los dejé contigo!

—¡Y si no fuera por tu rebeldía esto ni se diera!

—¡Oh por favor!

¡YA BASTA! ¡¿QUÉ CARAJO LE PASA A LOS DOS?!Vociferó Katsuki en su estruendo.

Cansado de dialogar o de aguantar alaridos, el mutismo abismal acogió al ruso y el kazajo descompletando su rugir.

¡LO ÚNICO QUE LES PEDÍ FUE ESO! ¡Y NO CUMPLIERON! ¿ACASO CREEN QUE ESTOY JUGANDO O QUE SOY SU FREGADO MONEDERO? ¡LA CUESTIÓN ES GRAVE Y NO ACEPTARÉ SUS POBRES ALEGATOS  REBUSCADOS!

Katsuki no se contuvo, su paciencia se esfumó en algún rincón para no regresar por lo irrisorio que fue el declive de prudencia en ese par y porque le pareció injusto que por no separar sus compromisos de las grietas de su relación sentimental, los inocentes pagaran las penas de los pecadores.

Vicky, quien escuchaba todo, rogaba para que Yuuri no se le fuera la mano. Deseaba inmiscuirse allí como la metiche que era, no obstante reaccionó demasiado tarde. Ruso y Kazajo no alzaban sus rostros desviándolos a otro lado y con grandes sin sabores inducidos por las dagas honestas y nefastas en Katsuki, los aplastaba más y más.

¡LES ADVERTÍ SOBRE LAS CONSECUENCIAS DE NO CONTROLARSE! —Unos cuantos pasos le bastó para situarse a su frente o que ellos retrocedieran por inercia al ver a ese león enfurecido. —¡SE LOS DIJE Y LES VALIÓ UN BLEDO MIS CRITERIOS! ¿SABEN EN EL PUTO PROBLEMA QUE SE HUBIERA ARMADO SÍ A LOS OFICIALES NEKOLA Y NIKIFOROV ATRAVESARAN UNA SITUACIÓN MÁS GRAVE POR SU CULPA O QUÉ MURIERAN POR SU  INUTIL NEGLIGENCIA ? ¿ESO QUERÍAN¡MADUREN!

Aquí los encrespó terriblemente. Sus conciencias maquinaron los peores escenarios tras esa última frase, de pasar aquello no soportarían cargar con algo así.

¡¿O DE QUE TODO EL JODIDO PELOTÓN A SU CARGO PASARA POR UN ERROR FATAL POR NO ESTAR BAJO SU ORIENTACIÓN?! ¡TIENEN SUERTE QUE EN MEDIO DE LA ADVERSIDAD ELLOS LES TENGAN UN SUMIDO RESPETO Y OPTARAN POR NO MANDARLOS A LA MIERDA!, ¡INCLUSO POR SU POCO DIRECCIONAMIENTO PODRÍA LLEGAR A LOS TRIBUNALES Y ACABAR SU CARRERA! El asunto fue serio—. ¡Aquí no hay ostentosidades!, ¡no es de poder!, de que «yo hago mejor las cosas», ¡de estar con estúpidas rivalidades!, ¡trifulcas de pareja o como le quieran llamar a su relación!

—No fue así, yo…

¡SÍ LO FUE!, ¡Y CÁLLATE CUANDO HABLE, PLISETSKY! ¡SOLO… CALLA TU MALDITA BOCA POR UNA VEZ EN TU PUTA VIDA! Exigió en ese manoteo a su persona—. Sus asuntos personales deben quedar a un lado de lo laboral. No es justo que esos muchachos se vieran en esas por su desfachatez. Emil o Vicktoria tampoco merecían lo que les ocurrió y no pienso discutirlo. —Fastidiado, los destinó al paredón de los mártires—. ¡Los quiero fuera de mi vista, ahora! Pero no irán a mi oficina. El General ya estudió su caso, y estará “encantado de saber” ciertas cosas porque le van a contar de su propia boca la mediocre actitud de hoy como de su fregada ineptitud… Yo… me encuentro muy decepcionado de ambos.

Como escudriñando a que reaccionar con esa sentencia, Yuri ya no tenía argumentos para desarmar a Yuuri, ese cerdo (como suele llamarle) tenía la maldita razón en masacrarlos así, la tenía…y recién se dio cuenta con ese golpe a su realidad y Otabek aceptó su derrota porque sabía que esa batalla, la que traía en su contra jamás la ganaría, los oficiales, víctimas de su propio malestar, se fueron a la jaula donde les esperaría el lobo mayor dentro de esa manada.

—Yuuri…—Susurró la Oficial a lo lejos acongojándose…

Ver aquello le revivió esas imágenes de cuando ella pasó por lo mismo, pero el contexto era distinto…en gran medida lo era. Ella siempre se arrepintió en haber quebrado la confianza que Yuuri le tenía en un principio al rebelarse (y que al aclarar las inquietudes entre ambos con el tiempo de su lado se afianzó), Ahora en su cabecita inquirió que en esos dos su mal momento les jugó la contra. Necesitaba hablar con él.

Yuuri se tomó un par de minutos antes de proseguir a la guarida del General y aplacarse lo más que pudiera, dejándose llevar por su manía de deslizar los dedos en su cara o de masajearse con desafuero sus ojos y el tabique de la nariz producto del estrés. El fogonazo de sus ansias han hecho méritos en aparecer ¿y cómo no hacerlo?

Con semejante insipidez en el par de muchachos no estaba para bromas de mal gusto.

Vicky salió de su escondite llamándole con duda en una fina pero dócil voz que Yuuri pudo reconocer, y suponiendo que esa chiquilla revoltosa le ha seguido, que habrá escuchado todo lo que habló o que muy a su manera pretendía alivianarlo y de evitar una nueva discusión entre él con sus amigos por lo surgido cuando se encontraran con Felstman…

Simplemente sonrió bastante lacónico y agotado.

—Tú…no dejas de buscarte inconvenientes, ¿verdad?

Ella corrió hacia él brindándole un abrazo reconfortante, y al tener así de angustiosa a su Oficial debido a lo que vio, el Teniente Coronel hizo lo primero que se le ocurrió en su cabeza, corresponder a ese gesto y escucharle.

A los segundos de sentirse un poco mejor, Vickytoria en modo impulsivo y parlanchín, le hablaba muy nerviosa, sin soltar su abrazo y tratando de dar su versión de los hechos de ese operativo del que resultó malherida echándose la culpa, sin embargo, Yuuri, pese a que estaba atento, le comentó que no podía o que dejase de escudarles, que su deber ante la ley primaba  y uno de estos era en amonestar a esa dupla por no proteger a su equipo o por delegarles (sin opción alguna) a ella y su amigo Emil “funciones elevadas” para las que aún no estaban preparados.

 —A-a-al menos. . . Al menos piénsalo Yuu, muchos de nosotros nos movimos por nuestra cuenta o bueno, yo fui quien los impulsó…En teoría ellos no tienen la culpa.

—Eso no se me hace raro… —Se separó un poco y trató de hacerle un chiste a Vicky olvidándose del asunto, uno bastante malo. Pero no le sirvió de mucho porque ella seguía empecinada e intranquila.

—Por eso deberías regañarme a mí y no a ellos. Sé que Yuri no trataría de dejarnos solos, Beka igual… No se encuentran en sus mejores días, y nunca había ocurrido algo así… Emil y los demás me siguieron la corriente porque sabemos que no son malos jefes.

—Vicky… Sabes que no puedo.

—Por favor…—Aquí esta niña tras dar ese paso, ponerse en puntas y de invadir de nuevo el espacio ajeno alcanzando el rostro levemente sonrojado como reservado en aquel Teniente Coronel con sus manos vendadas, pidió su deseo desesperado—. Una última vez, por favor… te lo suplico, Yuu. No lo hagas… —Los ojos azules de Vicky tenían un dejo dulce que derretiría el corazón de cualquiera, incluso del ser más cuadriculado en la tierra, eso pensó.

También pensó que se sentía tan cautivado por el poder que la Oficial ejercía sobre él, que maldijo a la vida por ser tan blando cuando ella usaba esos recursos tan distintivos como aquella ternura en su voz, sus cálidas caricias o abrazos.

.—“Eso… eso no es justo, Зайка.”—Repasó en sus adentros aquel dilema. Ese ruego no era justo para su frágil y enamorado corazón.

—Perdónalos una última vez, Yuuri… Por…por favor, ¡Ahg! ¡A-auchs…!

—Debió dolerte, ¿no?

—Yo…estoy bien.

Ella al querer agasajar un poco la piel lozana y contraria, por no tener cuidado obtuvo un intenso dolor y debió retirarlas lentamente reprimiendo su quejido mimado. Yuuri viéndose desarmado, no encontraba forma de consolarle que no fuese cumpliendo su pedido, sin embargo…

—¿Al menos lo pensarás?

—No puedo, Vickytoria. —Le nombró con quietud y firmeza—. No puedo hacerlo…

Debió reunir mucha fuerza y voluntad en sí mismo para rechazar ese capricho al devolverle el gesto y en el instante que encorvó un poco a su altura, de que tomara su fémina cara para enfatizar su orden o que luego, atrajera el cuerpo de ella consigo. Vickytoria ensimismada, no conseguía responder adecuadamente.

—Es que…                  

—Aunque me mires así con esos luceros maravillosos y que parezcas un… lindo conejito implorando perdón por ellos, a mis ojos no puedo hacerlo. Lo siento, Vickytoria…

El entusiasmo en esa chica fue decayendo porque entendió que por mucho que se lo pida, Yuuri cumplirá su mandato. era su trabajo, y aunque él tenga razón, en su inocencia creyó que merecían otra oportunidad.

Si nos vamos del lado de Yuuri, comprendía las intenciones de Vicky, ella era noble y muy optimista después de todo. Mas nadie dijo que ser un superior de alto rango era tarea fácil y ese par debían asumir sus consecuencias. ¿Qué podría hacer él para animar a su linda señorita o hacerle entender su complicada posición?

El Guardián imperial ya tenía una breve idea rondando por su cabeza.

Tiempo atrás, ni lo pensaría pero ahora, luego de meditarlo y con sus sentimientos a flor de piel o aprovechando que no había nadie por esos pasillos le importó cinco que estuviesen allí en la academia.

Agarró con cuidado una de las manos lastimadas de Vickytoria, entrelazó sus dedos encajándolos perfectamente y la palabra “Yuuri” salió involuntariamente de aquellos labios que se asemejan a un corazón.

—Yo…de haber  estado en esa redada nunca permitiría que tus colegas o que a Nekola les pasara algo de esta magnitud porque está en mi, como su dirigente principal, en cuidarlos, simplemente no lo concibo y eso me tiene exacerbado.

Él se daba una idea de las magulladuras a través de los vendajes que observaba. Ella también se daba a la idea que su jefe detrás de su pausado hablar, escondiese su rabiar. Oh, pero la mano delicada sostenida por Katsuki la ha llevado hasta acunarla a su propia mejilla y ha sopesado un poco su peso sobre ella o de entrecerrar sus parpados.

—Tampoco  te dejaría sola y menos que te hicieran daño, ¿sabes?

—Yuu…

—Por mucho que seas mi Oficial más rebelde o que sepas defenderte, no dejas de ser mi subordinada y también eres alguien muy valioso para mí.

Quizás fue el impulso del momento o su lado protector surgiendo a flote, pero ahora sus labios se posaron sobre el dorso lastimado y provocando un bello erizamiento como un fugaz sonrojo en la menor.

—Sin duda alguna no lo permitiría, eso puedes apostarlo, Vickytoria… —Con esa frase bandera de la señorita en mención, Yuuri la uso a su favor y no ocultó su serio e intenso mirar.

Los brillos rosados y encantadores en esa muchacha la dejaron fundida y bueno, asumiendo que ese zorro (ahora con cara de príncipe azul) sin ser consciente, cortejaba a la princesa despistada de este cuento para hombres como mujeres grandes, deseaba congelar esta bella imagen para siempre en su memoria.

—Yuuri…tú me… besaste…

—¿Hice mal?  

—N-n-no… b-bueno….es que…—No podía hablar en su tartamudeo—, ¿p-por qué lo hiciste?

—Tal vez me nació hacerlo porque sueles… hacer lo mismo cuando intentas animarme… —Algo tímido, ese gentil guardián de sonrisa amable aceptó su fechoría y no se arrepentía—. Y vives diciéndome a boca llena que soy una persona especial para tí. Así que con eso quedamos a mano.

—Aham… — “¿Yo soy especial para él?”… “¡Ahora sí me muero…!”

Vicky no dejaba de concluir en sus gritos internos que “su Yuuri” era un ángel adorable cuando se lo proponía con sus detalles inesperados.

—Y sobre lo otro, en mis claras finalidades de realizar la sanción como de mi enojo inicial con ese par, ¿si entiendes que es necesario, que ambos los abandonaron a ti como a Nekola a su suerte con el resto de oficiales ordinarios y que no hay excusa que valga, no? —Él no quisiera romper la linda armonía, ni desprenderse del calor de esa dama, pero el deber llamaba—. Anda, ve a descansar… Esas heridas no se ven bien.

—Es solo que…

—Gome-ne, pero no me convencerás. —Aquí se acercó afectuosamente brindándole un beso en su frente para  acabar toda querella—. No esta vez, Vickytoria. —Susurró y sin derecho a refutar, ella se halló pequeñita ante él. —Y fin de la conversación. Espero que… mejores pronto.

Una última caricia a su rostro ruborizado como último beso a su mano derecha como su buen protector, (solo que bien reservado) y ha prendido su marcha hacia la oficina del General…

—¿Ahammm? ¿Él? ¿Me parece o Yuuri m-me…me coqueteó? —Vickytoria no lo podía creer quedando rojita ni un farol o con ese hormigueo extraño en su ser y tampoco se creía lo que sucedió—. ¿y según eso soy especial para él? P-p-porque eso me dijo, ¿c-cierto?

Sacudió su atolondrada cabeza llegando a una absurdísima negación infantil.

—Cariño, tranquilízate, eso fue…fue un conforte entre amigos, p-p-porque Yuuri es un caballero que se preocupa por ti, solo que… —La duda…la bendita duda atacaba su corazón de conejita enamorada—. ¿Los amigos besan y se hablan así? ¡Ahhhhhh, Dios! ¡Se supone que ese amargado es mi jefe, que es mayor que yo y ni debería asomarse esa locura por mi cabeza! ¡Es el un hombre prohibido para mí!

Listo, la pobre pudo salir de su shock a medias y seguía divagando sí aquello seguía siendo una aclaración de un amigo preocupado o un coqueteo del zorro reservado.

 ¿O quizás ambas cosas? ¡Quien sabe!

—Ah p-pero él… Me decía esas cosas tan bonitas con su voz o mirándome con sus lindos ojos de chocolate. Eso…eso fue lindo. —Suspiraba y suspiraba sin parar llevándose sus manos aprensivas a la boca—. Yuuri tiene un modo de ser complicado, ese hombre me matará. Lo que no me explico es… ¿El cómo alguien así,  puede poseer una personalidad tan inexplicable? —O que en segundo saliera con sus disparates—. Y bueno…aparte del sexy tatuaje que tiene como su atractivo y que eso compense su deplorable gusto por la moda?, pero…—¿Se escuchó bien? ¿En serio dijo eso? ¡Todo a su alrededor se obscureció! —¡¡¡Ehhhh~~!!! ¡¡¡¡¿Qué rayos estoy diciendo?!!!! ¡Cerebro, ya bastaa!

Abatida, la coneja novelera se tiraba al suelo cuál actriz por sus pensamientos dejados hacia Yuuri…

—Ahh, me muero~… ¡Soy un monstruo ilegal cayendo en una fuerte tentación, mi tía se indignaría de saber esto y de mis comportamientos! ¡Vickytoria, repite conmigo! ¡No pienses en Yuuri, es tu amigo! Es tu amigo… Él… ¿Si será mi amigo o algo más para mí como me dijo Yura? —Especuló la boca floja—. ¡¡¡Ahhh, ya no se nada!! ¡E-esto no es bueno!

Terminó por desesperarse y jalonearse sus cabellos echada en el suelo, de repente solo por proseguir su impulso al seguir desparramada en ese fría cerámica, levantaba la mano que poseía el bonito anillo que le regaló o que fue besada por esos labios en un lindo gesto sincero.

—Yo… no puedo seguir así por ese zorro… Si yo llegara a enamor… Hammm. Esto…no puede estar pasándome… —Jadeó y el sonrojo fue más notorio, la sola mención de la palabra en su cabeza la tenía dando tumbos y obviamente con muchas preocupaciones—.  Yo… ¿Por qué tengo que sentir esto de quien se supone que es mi amigo?¿Qué debería de hacer contigo… Yuu? —El suspiro, ahora uno muy cargante afloró de nuevo—. ¡Dios! ¡Dame una señal! —Y dudaba mucho de poder controlar sus sentimientos, puesto que día tras día… Se intensificaba.

Eso, por parte de Vickytoria Nikiforova… ¿Pero qué pensaba Katsuki Yuuri de la proeza que cometió?

Les diremos que con una mano en sus bolsillos, con la otra en su barbilla o que esa sonrisa floja en su tonta cara le ayudase a mantener una fachada tranquila ante lo que consumó, sus pulsaciones  iban a mil debido a sus nervios o que repasará cada tanto con la yema de sus dedos el cálido beso que dejó en la piel ajena y en todo lo que le dijo.

—¿Será que fue correcto el ser así con ella o fui algo irrespetuoso?

Sí, no será la gran cosa para muchos, para él que siempre le ha costado ser expresivo tanto en acciones como de palabras, esto era un peldaño más en su reto personal de ser “abierto” con quienes le rodean cuando le necesiten, en especial con esa señorita, su señorita de ojos azules bonitos. Negó y llenó de valor a su alma, no quería sugestionarse con esas neblinas o sombras entre lo ideal o no, el simple hecho de recordar con gusto los rostros adorables que Vickytoria hacía ante cada muestra de afecto fueron suficientes para convencerse de que va por buen camino.

Era el mejor motivo para decidirse por un poema de amor con esa mujer a su lado.

Lo malo fue que su poca calma enmascarada o el rato agradable que vivió tras abrir la puerta y encontrarse con el viejo ruso mayor o los otros dos esperándole, los hizo a un lado y remontó a esa acalorada gresca por el cual se ubicó.

Katsuki…

—¿Dígame, señor?

—Quiero un resumen de los hechos.

—¿Y por qué no le preguntamos a los caballeros de su diestra…? —Dijo eso refiriéndose al Subteniente Altin y al tigre indomable de Plisetsky—. Le atestiguaré que será más interesante en ellos que en mí, General Felstman.

Fue funesto crucificando al par y luego no hubo narrativa que los salvase.


Oficina del General Felstman – Tokyo / Japón
Inicios de Julio del 2017 –  (Madrugada después del incidente)

A las afueras de aquellos cubículos de procedencia militar, nos encontramos con un Yuri sumido en su desgarro o con un Otabek estoico y sin hablar. El ruso cada vez que se acordaba que por su culpa el telón para ellos se cerró abruptamente, se insultaba. 

No les fue nada bien en el descargue hecho por el General, su voz austera acompañada por ese manotazo a su escritorio, y exacerbado por las pavadas que escuchaba debido a los desacuerdos internos, le pareció sumamente inaudito e injustificable. Katsuki, algo alejado de ese huracán no emitía sonido alguno, se mantenía indiferente y reclinado sobre el borde del marco de la puerta de madera. Tampoco les rendía pleitesía a esos muchachos en quienes confió pensando que su consejo sería suficiente, y que ellos al ignorarlo, descuidaron su quehacer rompiendo los estándares básicos.

Yuri y Otabek, sorteaban las punzadas en su contra, el perfil decaído sobraba y aunque notaron el detalle de que su General desconocía el motivo real de su muralla personal llevándolo solo a discordias de ordenanzas (lo cual era cierto) entonces, fue allí donde meditaron que si Katsuki fuese un completo hijo de puta con ellos, le hubiese dicho la verdad absoluta a Felstman de su relación amorosa o que por cuestiones de su intimidad afectada, permearon su juicio en la redada.

A ciencia cierta Yuri, por mucho que renegase internamente en su ser o que su compañero, se auto lacerara por no haber llevado mejor los baches entre ambos estaban en una deuda grandísima con Katsuki por el hecho anterior, y más el Yuri ruso siendo el promotor de todo este enredo. No debió extremarse, debió ser neutral, debió morderse su lengua, y lo más importante, debió ser responsable.

Total, eso no cambió las consecuencias de ser amonestados con las normativas del Código Metropolitano de la Policía Nacional de Japón por sus imprudencias y cada vez  carecían de signos vitales ante el General, que constantemente perpetuaba sus resquicios o señalamientos hacia ellos.

Por su parte, la máxima autoridad rusa no pudo con tanto cuando pasaron al tema de los jóvenes mal trajeados en la redada.

—Es que los escucho y me siento en una pésima función de mal gusto. ¿Cómo carajos llegaron al punto que en sus desacuerdos,  permitieron que esos críos abordaran algo de tal calibre? ¡¿Y sí a Nekola o Nikiforova les ocurriera algo de más gravedad?! ¡¿Díganme cómo diantres responden por ello?! ¡Por un demonio, tienen los huevos demasiado grandes para salir con novatadas como esas!!  

—Me alegra saber que no soy el único que piensa con esa lógica, señor. —El T.C fue claro con su oratoria y sarcasmo contenido.

—¡Es inconcebible! —Se llenó de indignación más hizo acopio de mostrarse templado.

—Excuse nuestra indiscreción General…

—No…Altin… Fue la mía. —Yuri con su férrea mirada puesta en su máximo jefe que les observaba en el tiempo que estuvo parado se le dio por emitir su opinión. 

Otabek se ha sorprendido ya que por primera vez ese muchacho le dirige la palabra en una actitud tranquila.

Yo acepto que mis precipitaciones fomentaron este suceso. Si hay alguien por joder, es a mí, General.

—No hay excusa que valga y nada me garantiza que repitan lo mismo, en especial tú, Yurochka. —La distinción quebrantó su orgullo, y en su interior sabía que la ha cagado, el hombre entrado en edad prosiguió—. ¡Tu insolencia puso en peligro todo un esquema de trabajo!, ¡Sí Nikolai Plisetsky estuviese aquí, se decepcionaría de ti!

—Lo sé… —Rabia, la rabia le carcomía  y lo peor era el jodido acantilado que no podía evitar, y del modo más inútil ha manchado el legado policial que su abuelo delegó en él. Lo trastocó con desgarro.

—Pero, como tengo entendido que esto también circuló más de la cuenta por el poco control que Altin emitió. La sanción será para ambos.

—Pero señor…Altin no tiene la…

—Plisetsky…—El Kazajo lo sostuvo y negó en silencio, Yuri atribulado por el futuro incierto que ese hombre de facciones envejecidas estaba por anunciar, se maldecía.

En un movimiento, la palma de la mano en Felstman yacía estirada y completamente abierta  en su escritorio. Quizás su decisión era radical pero con algo así no podía hacer excepciones.

—Quiero sus placas. Desde hoy quedan fuera de toda actividad encubierta, redada y operativo en su agenda de rutina y por supuesto de mis filas. En los códigos penales deberán asumirlo como “revocación” por su alto grado de inoperancia.

—“Es…una lástima…” —Acotó mentalmente el T.C. Katsuki.

Sabía lo que vendría y aun así no estaba listo para asumir que ese par ya no los comandará, el otro dilema será decirle a su equipo principal que no estará con ellos. Aunque Felstman había cubierto eso con primacía.

—Ante sus compañeros fingirán  “suspensión” hasta nueva orden, ya bastante escándalo han hecho como para tener otros ojos encima. —La voz magna se impuso sin mucha condescendencia —. Ya luego hablaré con las embajadas de sus países y personalmente me encargaré de devolverlos o de avisar que su regreso fue por decisión de sus entidades. Lo que da a entender que su convenio queda anulado. Aspiro que esto sí lo sepan manejar con la mayor prudencia posible.

—Sí…señor.

Un último cruce de indicaciones fue la compostura final de la intervención, y con los dos Oficiales retirados dirigiéndose a su hogar.

—Perderemos unos buenos elementos. —Yakov notó la desazón en Yuuri, ya creyó saber el por qué decidió traerlos con su persona  y no ser él quien tomase la última palabra.

—Conoces el protocolo, muchacho. Ellos faltaron a su palabra y a su ética profesional.

—Comprendo, señor.

Oh claro, por sí misma la notica era malísima, lo que precedió después de eso fue peor, Otabek dejó su andar haciendo que un Yuri confundido por ello lo imitara y fue allí, que el kazajo con una calma ahogada, se sinceró con la decisión que asumió sin consultarle. Puede que al inicio tomase a Yuri sin bases, jamás habían tenido una discusión así o que se extendiera pero luego de reflexionarlo (ya que por la malcriadez en sí mismo o la falta de templanza en su pareja, acabaron en esta circunstancia) no vio motivos para evitarlo. Se lo buscó.

Yo… no pienso detenerte si eso quieres…—Su voz no fue la misma, claramente quedó afectado y hacía lo posible para no derrumbarse.

Es…Lo mejor por ahora, de seguir así terminaremos lastimados. —El mayor, aunque le doliese creyó que ese tiempo prudencial al no verse y separarse, les hará bien; y aspiraba definir si realmente deseaban estar juntos o de plano, que cada quien continuará con su vida.

Esa noche, el ruso en su departamento y el kazajo en un hotel, como si fueran dos lobos solitarios, se sintieron fatales. 

Los días siguientes tal y como ordenó Felstman, había dado el aval a Katsuki para que pregonara a su equipo principal del suceso ( con la versión extraoficial) Jean o Emil ayudaban Yuri a recoger sus cosas y Vicky inconforme con esa decisión hablaba hasta por los codos.

¡Tsk! ¡Ya olvídate de eso, conejo!

¡Pero…! —Esa niña no quería darse por vencida y Yuri bufo hastiado.

—El viejo dio su orden, estoy suspendido de todo. 

—Lo entiendo pero… ¿Y esto por qué?

¡Eso es cierto! —Jean y Emil apoyaron a Vickytoria al unísono.

Iban guardando algunos implementos en la caja que Yuri les entregó para desocupar su cubículo, en su astucia supo engañarlos con eso de que Yakov no quería que él asomara su «culo» en la academia mientras  pagara su «castigo», así que no vio impedimento en llevarse lo suyo a su hogar, y tampoco confiaba en dejar nada allí en su ausencia. Vickytoria maliciaba o no creía nada de sus palabras.

¿Y la investigación? 

—¿Cómo le haremos?

Ahora el rey canadiense y su fiel cachorro checo expusieron esa intriga así como aquel gato con su mejor fachada de altanero, había predeterminado su plan. Igual no es que se ponga con tanta hiedras en su cabeza.

—Ya que andas de ofrecido con el ego más inflado que tu cerebro y el otro en las mismas por preguntón. ¡Felicidades¡ ¡Desde hoy su majestad charlatán asumirá el cargo principal, con su perro faldero!

—¡¡¡Ehhhhhhh!!! ¡¿Es…espera?! ¿C-Cómo así? ¡Emil y Yo no entendemos tu letra satánica! 

—¡Y sueles quejarte de nosotros porque atrasábamos tus conexiones!

—Buen punto. —Afirmó la dama cruzada de piernas sobre ese escritorio adoptando su típica postura pensante ( el dedo índice bordeando  sus labios) y a modo sincero, Vicky pensó que era una locura ya que ese par no son tan diestros con los rompecabezas.

¿Daaah?, Obvio que lo sé, son tan buenos para nada que no pueden ni con un crucigrama de preescolar.

—¡¡¡HEEEY!!!

Yuri en su hechura más felina e indiferente explicó que ese cargo de J.J sería un vil comodín (solo por llenar los requisitos para el traspaso de papeleos) y que internamente harían caso en todo lo que les dijese la frentona prodigio.

—What?!!! —Vicky perdió toda compostura y se bajó bruscamente del escritorio—. Pero… Yo aún no tengo un rango de peso para dirigir algo así…

¿Quieres darle un pre-infarto al viejo ruso?— Jean y Emil no se quedaron atrás con sus caras estrafalarias.

—Y por eso es que lo hago. No confío en más nadie que en ustedes para delegar mis códigos y de los tres, la conejo es la única que realmente conoce a fondo el proceso de la simbología y quien ha captado muy bien las tácticas que les enseñé.

—Pero Yurio…—El trio de policias quiso hablar…Yuri los remató con su último fraseo.

—Sé que por muy ilegal que sea darás buenas orientaciones y que ustedes par de idiotas, harán un buena tripleta. Yo después los pondré al día de lo que llevó. —Les dio la espalda llevándose la caja.

Vicky, Emil y Jean se miraron entre sí, luego a esa estampa irreconocible en Yuri, es decir, su cara de arisco les indicaba que todo estaba bien, pero la forma tan calmada con la cual desistía de su cargo les pareció increíble de apreciar,  razón suficiente para que Vickytoria desconfiase aún más del Cabo.

Yuri atravesó la puerta a caja llena e iba rumbo a los pasillos con su mirada perdida, tal vez en sus pensamientos y en todo lo que ha mal pasado en eso días por su propia culpa, sin embargo la pequeña oficial en sus atenciones no paraba de preguntarle y este puso sus ojos en blanco por el fastidio, uno que duró poco ya que sus ojos después dieron sobre una figura conocida que salía de otra de las oficinas de igual modo (con documentos y objetos personales protegidos en esas cajas especiales). La muchacha al instante supo por qué su reacción silenciosa.

Ella saludó al Subteniente con sus mejores ánimos, él fue cordial para con ella, no obstante con el Cabo…

—Altin…

—Plisetsky. —No demoró, y continuó su trayectoria.

A pesar de Yuri le conoce su falta de expresividad, lo sintió en esta ocasión más frío, por no decir distante. Para Vickytoria era obvio que algo en esos dos se quebró sumándole al hecho que ese joven tigre rompió su espejo y reflejó un andamio decaído.

—Yurochka…

—¿Hmm? —Contestó sonoramente sin emoción.

¿Tú…te encuentras bien?—Fue sincera.

—Sí lo estoy. —Mintió.

En realidad no estoy bien.

¿De veras lo estás?

—Sí…—Volvió a mentir.

 《¡Claro que no lo estoy, maldita sea!

Los vacíos carentes de soporte alguno no congeniaban y tampoco brillaban por ausencia definida. Por ende el solo fraseo de lo que escuchó, dio en el clavo exacto para que al fin dejará de comprimirse.

—No…Tienes que fingir conmigo, Tigresky… Somos amigos, ¿no? —Ella fue simpática al nombrarle con ese apodo cariñoso, le veía en su rostro la sombra o los desvelos acumulados y se atrevió a despejarle parte de sus cadejos dorados—. ¿Ocurrió algo más después de esa  noche, cierto? 

—La verdad es… —No vio sentido callarlo, Vickytoria era alguien intuitiva por naturaleza, así que habló sin  rodeos—. Que no estoy bien, Vickytoria… Nada va bien, y por mi estupidez tenemos días de estar separados… Eso implica que… No somos pareja en estos momentos….

—Owww Yuri…—Quiso golpearse por meter la pata—.Yo lo sien…

—Déjalo Así…—Salió un suspiró rendido y trató de imponer la coraza de siempre aunque fue inútil. Estaba caído con ella—. Eres la menos culpable en este infierno.

Yuri habló un poco de su actual situación, no demasiado puesto que esa chiquilla tiene el complejo de ser una buena samaritana (solo que algo entrometida) y aunque no lo haga por malo, él prefería dar solución a su propio inconveniente por sí mismo.

—Lo más paradójico es… Que ustedes me lo advirtieron y no quise escuchar, también me extralimité con Beka e incluso tú lo intentaste… Eso me recuerda que… Debo pedirte disculpas por aquello.

¿Eh? ¿Te refieres a esto? —Ella misma  señaló los curitas o morados de su cara y habló fresca como si nada—. Descuida, aunque para mí no fue lindo en recurrir a esa barbarie, pero no ví otra forma de encararte. —Bromeó—. ¿Sin resentimientos?

—Sin resentimientos. 

Aceptó la tregua, con una sonrisa ladina y ambos chocaron sus puños en señal de disculpas. 

¿Es mi imaginación o estás mejorando tus golpes?

¿Quién sabe?— Se engrandeció la diva de Rusia—. ¿Nada mal para una chiquilla frentona, eh?

—Sigue soñando, conejo. —Sonrió socarrón y le revolvió sus cabellos aprovechándose de su altura.

Vickytoria le reviraba en sus querellas mimadas, le brincaba o trataba de zafarse como pudiese para noquearlo. No obstante, Yuri reconoció, de inmediato que esa «chiquilla» tuvo muchas agallas y al final le dijo algo más.

—También me disculpo por lo «otro» —Tomó las manos ajenas vendadas mientras la culpa lo carcomía, esa chica era única y no merecía que le diese ese trato y amistad desinteresado después del cómo se comportó—. Tu cerdo amargado y el Viejo Felst tuvieron razón en putearme. De haber asumido bien mi papel, tú o Emil no estuvieran en esas condiciones o Beka no fuese amonestado.

—¡En primera, ese Kamikaze amargado no es nada mío y tampoco siento cosas por él, olvídalo! —En lo primero tendrá razón pero mintió en lo segundo, de aceptarlo ese gato le haría buylling infinito.

—Caerás tarde o temprano.

La vena roja en su frente fue sinónimo de berrinche, Yuri solo quería molestarle. Ella prosiguió.

—Y en lo demás puedes estar tranquilo… ¡Ya pasó, Yura! ¡Emil y Yo tratamos de suplirlos ese día lo más que pudimos! ¡¡Estamos bien!!

—Pero…

—¡Ya verás que pronto tu asunto mejorará!, Beka y tú ya se hablarán, y estarás otra vez al ruedo con nosotros.

—¡Oe! ¡Oe! ¡Eso es mío, conejo!

—Era tuyo, y guardaré tus cosas en mi cuarto, si te levantan la sanción será engorroso que traigas todo eso de nuevo desde tu casa, ya deja de ser tan cerrado, ¡Ánimos Tigresky!

En su carisma y pasarela de modelo insistió en darle ánimos, se negó en devolverle sus cosas, de modo que Yuri se vio obligado a realizar los caprichos de esa pequeña revoltosa. Ella no desistía en que su suspensión sería pasajera o capaz y contaría con la suerte de que su tío, el General, aplicara el mismo sistema que usó con ella, pero Yuri la tenía Clara. Sus casos no son iguales y lo de su salida era definitiva.

Maldijo en sus adentros.

Maldijo por todo.

Maldijo por ser un estúpido.

Maldijo por dejarse llevar.

Maldijo por miles y miles de posibilidades que pudo haber evitado y no quiso.

Y lo peor no era aquello, lo peor fue el sentirse tan miserable como cobarde puesto que no tenía el valor para sostener en la cara de la amable rusa tal rienda o de bajarle sus ilusiones de su inventada “suspensión”

Lo siento…Vickytoria… —Murmuró por lo bajo pensando que no le escucharía.

¿Dijiste algo, Gatito?

¿Huh?—Fingió demencia y escondió su rubor lo mejor posible—. Será tu frente hablando por ti.

—¡Mooh~~ eso no es gracioso!

Sí, sí como sea… Camina rápido antes de que me arrepienta.

—¡Gato grosero! ¡No me dejes hablando sola! ¡Eso no es de caballeros y tampoco es Amazing!

Yuri adelantó sus pasos dejando a esa gritona atrás y en su estado más natural valiéndole el mundo, continuó como si nada, uno que por ahora le ha de servir para guardar la apariencia que caracterizaba al “tigre de tierras rusas” y de paso esconder sus propias penurias sobre la copa que ha quebrado…

By Sharayanime

📷📷📷📷📷
Continuará…
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Vocabulario Cultural o Idiomático ( corto xD)…
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*Lana = En la jerga mexicana, eso significa «Plata o dinero.» 

*¡En Gard! / ɛn Gard  = De origen Francés, y literal significa: «¡En Guardia!» y a nivel de Esgrima es más que todo el grito básico de batalla entre ambos tiradores al momento de enfrentarse.

*Chivetear o Chivear = En la jerga mexicana, eso significa «Avergonzarse o amansarse.» segun el contexto (y pues digamos que Yuuri segun Leo presenta ambos xD)

*牙突 /「Gatostu」= Hasta donde sé es inspirado en uno de los tantos estilos del Kendo Japones (Hirazuki) el cual usan una variante de Katanas delgadas que les permiten apuntar con fuerza a su adversario en especial con golpes aereos. en si existe pero no como Gatostu (Pues la tecnica la pueden ver como referencia en Samurai x y ya es algo propio en Saito xD) Pero a la shary le gustan las vainas con espadas, ¡Usemoslo xD! digamos que Yuuri le explicó como usar lo básico del Gatostu aun si Vicky use una espada ropera xD.

* «¡El burro hablando de orejas!» = Eso en el contexto latino significa (aquella persona necia que se las tira de muy correcto pero que igual recae en lo mismo xD)

*Signorina / 「 Shiniorina」 = De origen Italiano, y literal significa: «¡Señorita!» 

*Fantoche /「fantoche = La expresion en frances significa «Titere.» se usa mucho en mi país y creo que en Venezuela como prestamo (galicismo xD) no sé si en otros lugares, ahora esta puede ser tres cosas en el idioma español (un titere, alguien extrafalario como mal arreglado o un hombre/mujer manejado por su pareja a su antojo) pero tambien existe un cuarto significado: «algo aspero, burdo, sin finura» y buee xD ya saben como es Crispino.

*¿Capichie? /「 ¿capichiii?」 = De origen Italiano, y literal significa: « ¿entendido?» 

*Maledizione / 「 Maldicione」 = De origen Italiano, y literal significa: «¡Maldición!» 

*「io non sono tua madre = De origen Italiano, y literal significa: « Yo no soy vuestra madre» 

*「Andiamo!, andiamo avanti, coppia di mascalzoni!De origen Italiano, y literal significa: « ¡Vamos, vamos! ¡Rapido, banda de bribones!» 

*「Nemmeno io! = De origen Italiano, y literal significa: « ¡Y yo menos! » 

*「La vergogna!= De origen Italiano, y literal significa: « ¡La vergüenza! » 

Para info de carácter técnico policial, pueden ir al boton que dice (Vocabulario del Fic)

🔥 N/De Shary: HOLA AL PUEBLO ¿¡Como están!? Yo aspiro a que Bien!, ¡Capítulo 25 y contando!, aquí en Alianza YOI hubo un total de 26.100 Palabras :3 (con la nota del final + vocabulario me quedó en 26.875 x____x Juemadreee!!! Alv xDDD ) Amo a mi beta salem por corregirme mis burradasxD

Bueeee, voy con lo propio: ¿Les gustaron los tres dibujitos del cap 25? Por esta vez me fui a la fija con esas escenas, eso si lamento el coloreo y trazo básico, pero es lo mejor para no demorarme. (solo usaré un coloreado más elevado si el capi lo quiere xD)

Ohh ya sabemos el porque vitya estaba emputada en ese spoiler que solté en Facebook xD Ademas vimos que el zorro no es taaaan santo xD eso Yuuri, has que caiga, enamorala a tu manera jajaja ❤ es bonito verlo en ese plan sin que pierda su lado reservado. ¡Y vicky ya empezó a pillar sus indirectas xD! omg… También observamos, una pequeña pesquisa en la investigación policial aproximandonos de apoco al clímax, y el problema de nuestra segunda pareja del fic D: oh noooo… nuestro OTAYURIO PELIGRA TOT

(y la autora chan también porque su beta la regañó xD) Eso me lleva a las siguientes preguntas. Chan chan chan:

-¿Qué cosas creen que pasarán en el capítulo 26? (porque la cosa se puso buenisima xD)

-¿Nuestro Otayurio se salvará D:?

Pregunta extra: –¿El hombre misterioso que apoya a los Kazumas tendrá algo que ver en el pasado de los chicos? -la autora huye después de tirar esa vaina a los lectores

Todo esto y mucho más en el próximo capítulo !!!

PARA FINALIZAR:

1) ¡¡¡MÁS DIBUJITOS!!!!! una linda Vitya bailarina hecha a mano por Krishna Aravena ❤ ❤ ❤ estoy feliz, muchas Gracias

Gracias krishna ❤

2)Podrán saber de adelantos y cosas sobre mis fanarts en mi fanpage de facebook “StarsDub’s” y también los invito a leer otros fics que llevo por allí en Alianza YOI, u otras como Inkspired, o AO3

3) Si tengo dedazos de redacción, o alguna corrección que hacer, ¡Díganme! la idea es mejorar q_q y que estos capítulos estilo biblia para ustedes queden bonitos, gracias 

4) ¡Nos vemos en el que sigue! ¡¡¡Cambio y fuera!!! ¡¡Muchos Saluditos a todos!!

Atte: su servilleta, la Shary : D

Publicado por sharayanime

Profesora de Día, Artista, Fanficker y Fanduber de noche.

17 comentarios sobre “MOF – 🔥Cap 25🔥

  1. ESTOY LLORANDO!!! o sea el cabezon de Yura se lo merece aunque entiendo su malestar pero siguio de mula!!!! y ahora todo se fue al carajo!!! debo pensar que debe bajar su orgullo y pedirle disculpas a Otabek o tratar de hablar, por lo menos si se van a separar a cada uno a su pais </3 que no se vayan mal. Aunque también creo que nuestra coneja se dara de cuenta y algo hará para que recuperen su puesto.. Eso espero.

    Ahora, algo super boneeetoooo: Yuuuriiiii!! ❤ estoy que me da el patatus, esa forma de coquetear me mata ❤ ❤ ❤ ❤

    y ese hombre misterioso, puede que sea alguien en quien confiaba el padre de Vicky y los traiciono, por eso estaba tan sorprendido en verlo "vivo"

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    1. Yura fue terquisimo !!!! Y al final se dio cuenta que la cagó totalmente ToT ay… esperemosnque esto se solucione pronto, no podenos quedarnos sin el gato y este sin su oso ToT

      Yuuri ha resultado ser un señor galan a su manera ❤😍 y pues esta dispuesto.ir por vicky 🤣🤣🤣 a la pobre menla dejó roja yfshshahydhdhd ahhhhhh y con lo.ultimo D: esto.se pone mas interesante y tengan full en cuenta a ese man cuando vuelva a hacer su aparicion

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  2. Me muero!!!!jajajaja me imagino a Yuuri como una sombra super gigante al asecho xD y luego contando sus billetes con cara de malhechor, aaahhh se los debe estos traidores apostando por los demás en lugar de mi tierna Vicky! que les de por la madre!!

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    1. Jajajaja por cuenta de Yuuri los dejaba sin sueldo pero ya ves que no es tan desgraciado como lo.pintan 🤣🤣🤣🤣🤣 tiene su lado amable muy al fondo jajaja

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  3. Qué capítulo para más bonito mi Shary. Me encantó que bebé Yuuki tenga ese deseo de unir a la coneja con el zorro, pero todavía deberá esperar a que se haga legal. Me imagino esa ilusión por tener un papá y una mamá. Morí de risa con la cena que preparó Yura y me quedé en blanco cuando separaste al Otayuri, yo pensé que en el ataque algo malo le iba a pasar a Beka y Yuri reaccionaría, pero supongo que como todos los queremos juntos, será solo un tiempo esa separación, claro que no imagino cómo los harías regresar, ¿tendrá que ver con el caso? Me gustaría que Yura valore más al kazajo. Y finalmente esa coneja todavía es inocente y no se da cuenta de que eso es amor… cuándo lo hará y cómo, me imagino lo roja que se pondrá y dará vueltas como un trompo. Gracias por el capítulo y espero la actu.

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    1. vicky se niega xD pero ya esta mas conciente de lo que le está ocurriendo xD y yuuri va con toda por ella ❤

      con Yura y beka, digamos que mucho estres más sus asuntos personales o que ambos no hablaran del todo claro les paso factura y llegaron a ese punto TOT…. y NO No puedo dejarlos separados,… ya sabes que soy corazón de pollo jajaja Bebé yuuki merece a su mami conejo jajajajaa xDDDDDDDDDDDDDDD GRACIASSSSSS MI MARYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYY

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  4. No estoy llorando, no estoy llorando …a quien engaño estoy hecha lágrimas ¿Porque eres así Shary? Me das avance con el YuuVic pero me destrozas el Otayuri TwwwwT.
    Admito que le quería dar unos buenos madrazos a Yurio, es que que no joda la embarró tremendo con el T.C 😔.

    Ahhh pinche Yuuri sexy Katsuki 7u7 está temendro el cabron, no más faltaba beso en la boca pillín.
    Con Vicky ni se diga, estoy que se me acaba la vos de estar gritando «amiga date cuenta» 😹.

    Ajsjjsjsjs los dibujos como siempre me encantaron UwU ya guarde el bello momento YuuVic 💖👌

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    1. es que si probocaba partirle la bocota a yurio TOT la embarro feo con todos, con Yuuri, con su equipo, con Vicky (que por cierto lo dejo vuelto damier xD) y me dolió con beka TOT a ver como la desembarra el gato TOT jajajaajaja

      y pues el el Yuuvik anda bien bonito uwu ❤ Yuuri anda tirandole los perros a vicchan como todo un caballerazo reservado xD

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  5. AAAAAAHHHHH!!!!!! CASI ME DA UN INFARTO!!!!!! Estaba igual o peor que la coneja cuando le beso Yuuri!!!!!!!!!!!
    Autora lo único que pido es que Beka y Yura se arreglen, ellos se aman 😭😭😭😭😭😭😭

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    1. TOT ya vere como arreglo a ese oso domador de Tigres con su tigre 🤣🤣🤣 (asi como con el.Yuuvik TuT no se dejarlos separados hajajaj) y pos me alegra que les halla gustado el capi con nuestro Yuuri que ya anda picaron TuT fjshdhsbdhshd esoo yuu ve por tu wenejaaaa

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    1. Les dijenquenyuuri se amarraria los pantalones y ya empezaria a buscar a su conejaaa xD dejalo que tome mas vuelo 🤣🤣🤣🤣🤣🤣 ayy Lamento lo.de yura y beka ToT jajajajaaj

      Y pos seee la.conejita no siempre saldra ilesa 🤣🤣🤣🤣

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