Era extraño para Mischa el dejar el castillo de Kiritsy solo y apagado. Esas paredes cubiertas de cuadros hermosos, estatuas carísimas y pisos de mármol tenían un encanto especial que había conquistado el corazón del chico de cabellos selenos. El joven había pasado una buena parte de su nueva vida en ese sitio y habíaSigue leyendo «AdC 24: «Primera cita»»