Perder a su padre no fue lo peor que le sucedió al modelo ruso Víctor Nikiforov. Heredar la reconocida casa de modas de su progenitor y no saber cómo manejarla, tampoco. Mucho menos tener que salvar las enormes deudas de la empresa. Ni enterarse que tenía un hermano menor y encargarse de él. Lo peorSigue leyendo «Tabú»