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El OMEGA Y EL EMPERADOR.


El precio de la mentira.

Yuri lo miró pálido, como si estuviera frente a él una aparición y es que había pasado tanto desde la última vez que se vieron que ahora tenerlo ahí en aquella remota y pequeña aldea, la situación parecía más un sueño.

—Yura…

—Beka, nos dijeron que estabas muerto, tú y Viktor, pero gracias a los dioses, ¿qué significa esto?

Otabek no lo pensó más, corrió hasta su Yura y con fuerza lo sujeto entre sus brazos temeroso de volver a perderlo.

—Es cierto que nos emboscaron, nos hirieron de gravedad, y pasamos por un infierno, pero no podía fallarte, les ganamos. Ahora dime mi amor, ¿qué sucedió? —preguntó estrechando entre sus brazos al tembloroso muchacho.

—Después de creerlos muertos, Yuuri y yo fuimos acusados de adulterio, decidieron sentenciarnos con la muerte, pero gracias a Leo es que logré huir, sin embargo, no volví a saber de Yuuri. Lo he buscado como loco una vez que logre establecerme y garantizar la seguridad de ambos, pero simplemente desapareció, ni siquiera una pista de él tengo —contó el rubio aferrándose a los brazos de su amado, dejando caer las lágrimas que había guardado por tanto tiempo.

—Entonces, era verdad lo que creía, él no está contigo —afirmó Otabek.

—No, ¿Por qué? —preguntó temeroso.

—Él está en peligro, Alain envenenó el oído de Viktor —Otabek se separó un poco de Yuri para tomarlo por los hombros, mirándolo a los ojos decidió explicarle la gravedad del asunto—convenció a Viktor que tú y el omega huyeron juntos, que claudicaste a tu lugar como regente y traicionaste a tu pueblo, dijo que tomaste al omega como amante y ahora los busca a ambos para darles muerte.

Los ojos de Yuri se abrieron de pavor ante las palabras de su amado, sabía que no contaban con tiempo y cada minuto era esencial ya sea para buscar a Yuuri o convencer a Viktor de la realidad.

—Debemos encontrarlo antes que ellos.

La batalla parecía casi perdida, Otabek había ido en busca de Yuri hacía ya seis largos meses, y en ese tiempo nada les aseguraba que no hubieran encontrado ya a Yuuri. No contaban con mucho tiempo, por lo que desesperado el rubio decidió regresar al imperio y hablar con Viktor, demostrar su inocencia y de ser posible rogar por clemencia para el azabache.

—Yura, ha pasado tanto tiempo…

Yuri asintió vagamente mientras pensaba sobre lo mejor que podían hacer en una situación asi, h.

—Beka, yo regresaré, pero lo mejor es que lo haga solo —dijo de repente.

—¿De qué hablas? podrían matarte.

—Lo sé, pero tú eres un exiliado, si regresas ni siquiera te dejarán cruzar, te matarán al instante, por favor mejor aprovecha el tiempo y continúa buscando a Yuuri, si no logro mi cometido al menos puede que tú llegues antes que ellos. — el moreno lo miró con adoración y admiración, mientras sentía como su corazón se quebraba en dos, aquella tarde podía perder ahora si al amor de su vida, pero no había marcha atrás, debía obedecerlo.

—Heredaste la nobleza de tu abuelo, solo espero que tus planes resulten y en caso contrario nos encontremos en la otra vida — dijo tomándolo con fuerza entre sus brazos besando sus labios de manera apasionada.

—Tal vez ahora que me vea, decida perdonarme, ese infeliz se lo debe a mi abuelo.

—Viktor se encuentra muy resentido. Por culpa de Alain se cree traicionado por quien considero un hermano, por su amante y no fue solo personal, él cree que también traicionaron al imperio, así que no esperes encontrar al mismo hombre que llamaste «consorte».

—Me lo imagino, pero no importa, debo de al menos intentarlo.

۞۞۞

El rubio regresó al palacio exigiendo una audiencia con Viktor, pero para su mala suerte este no se encontraba. No le sorprendió que se lo negaran, lo que si le fue extraño es que todos los cargos en su contra habían sido retirados y ya no se le buscaba más por traidor. La situación le brindó cierto alivio porque ingenuamente creyó que por obra divina la verdad había llegado a la mente del emperador. Solo bastó salir del palacio y ver el alboroto que había para darse cuenta de la amarga situación.

Viktor se encontraba en el coliseo, al lado de su pupilo Jean y su consejero Alain, todo el pueblo se encontraba animado y no hablaban de algo más que no fuera la contienda que tendría lugar, después de todo hacía mucho que los omegas no combatían. Cuando Yuri preguntó por el nombre del omega, uno de los ciudadanos le indico que hacía unas semanas Viktor había encontrado al omega que lo había traicionado y huido manteniendo en secreto la realidad de no solo haber concebido a una niña, sino también a un fuerte varón, el omega había tratado de engatusarlo, pero el firme carácter del emperador y la presencia de Alain le habían llenado de fuerzas para no caer, por lo que recordando lo herido que estaba no solo en su corazón, si no en su orgullo creyó que era un buen momento de demostrar que las leyes aplicaban a todos por igual y sin pensarlo por segunda vez lo había condenado a combatir.

Esas palabras le habían hecho correr como nunca en su vida en dirección al coliseo, solo él tendría oportunidad de detener la injusta masacre y debía darse prisa.

Llegó cuando el combate llevaba minutos de haber iniciado, y presentándose como el consorte del emperador exigió ir al lado de Viktor, los guardias lo desconocieron, e insultaron por su aspecto, pero él fue más astuto, colándose por la entrada del pueblo ingresó y haciendo uso de un atajo que en su niñez conocía fue que llegó a Viktor. No sin antes con terror observar como un corpulento hombre se enfrentaba con una espada al frágil omega que apenas y podía sujetar el escudo y la espada a la vez.

—¡Detén esto! —. Gritó a lo lejos el rubio ganando la atención del emperador—No seas idiota, nosotros no te traicionamos, pero ellos sí — dijo señalando tanto a Jean como a su padre.

—¿Qué haces aquí? que te haya perdonado y absuelto no te da derecho para estar aquí y ¿Qué tonterías dices? — dijo levantándose de su lujoso asiento para encarar al rubio que se encontraba en una de las entradas, siendo retenido por los guardias de la entrada al palco.

—Estas cometiendo el peor de los errores, ese omega el único pecado que ha cometido ha sido amarte. Tanto él como yo fuimos engañados por Alain, los pensamos muertos a ti y a Otabek, me apresaron por adulterio, de no haber huido este asesino me habría matado, además de Yuuri no volví a saber, pero de seguro también fue su plan desaparecerlo — Alain se levantó de su asiento viendo de frente al rubio.

—No creerás en sus palabras, Viktor— dijo Alain caminando hacia él, tomándolo por el hombro.

—Ahora te atreves a tutearlo, cuando antes solo te quedaba besar el suelo que pisábamos, ¡bastardo! — Viktor pensaba a mil por hora, no tenía idea de que sucedía, frente a él tenía al rubio, su compañero, al que consideró por años un hermano, y quien por su aspecto sabía lo había pasado bastante mal aquellos meses, en tanto por otro tenía a uno de los personajes más influyentes en Roma, en la vida de Nikolai y ahora en la suya, aquel que se le conocía por ser el de mayor confianza en el imperio. Aunque, los hechos también hablaban por sí solos, Yuuri fue encontrado en una lejana aldea, completamente solo, haciéndose cargo de sus hijos, no sabía nada del rubio y su historia era similar a la de Yura, cuando lo llevaron ante él una sonrisa había iluminado su hermoso rostro misma que se borró al instante cuando conoció su destino, no queriendo contradecirlo, ¿Por qué no se había defendido?, ¿acaso era señal de que algo ocultaba?, ¿de qué era culpable? , ¿Qué debía hacer?, ¿continuar o retractarse ante todo el pueblo romano?, lo que fuera no contaba con mucho tiempo.

—Yuri, si son verdaderas tus palabras, ¿porque no hay más testigos?, alguien que se atreva a defender tu inocencia, alguien que contradiga las palabras de Alain —cuestionó dejando en la respuesta a esa pregunta la solución al problema. Yuri se mostró desesperado, con horror miraba el estado del omega con quien meses atrás pasó tan agradables mañanas y a quien había jurado proteger, pero como su educación y carácter dictaban no se permitió titubear mi mostrarse débil ante el hombre de quien dependía todo.

—Por un carajo, no lo sé, tal vez no hubo tiempo para asimilar la situación de una forma diferente, aquel día todo pasó muy rápido, el mismo día en que el rumor se esparció Yuuri entró en labor y yo estuve con él todo el día, por la madrugada, cuando dio a luz me apresaron bajo cargos de adulterio con el general, dime, ¿quién más sabía de mi romance con Otabek? solo este bastardo que ahora comparte asiento contigo mientras a quien llamabas el amor de tu vida se está jugando la vida allá abajo.

— Viktor por favor, no le creerás, él siempre quiso una sola cosa, su libertad para ir al lado de Altin o con quien fuera, su libertinaje fue primero a sus responsabilidades, Nikolai lo sabía, por eso busco a su heredero en otro lugar, él miente, no puedes caer, Roma depende de ti —Alain de nuevo intervino usando ese tono meloso y manipulador con el fin de ganar la atención de su emperador. El rostro de Viktor que al principio se mostró imperturbable había cambiado con las palabras de Yuri a una expresión de duda y desconcierto, pero con Alain a un lado suyo como un soporte que jamás había solicitado volvía a poner en tela de juicio la credibilidad del rubio.

—Por mi amada Roma no puedo creerte Yuri, no hay suficientes pruebas, toda Roma no habla más que de su deslealtad, nadie comparte tu versión, no importa como hayan sucedido las cosas, lo hechos lo demuestran todo, así que lárgate ahora mismo ya que si continuas con tu obstinación de inmediato te bajaré a la arena, combatirás después de Yuuri —. El rubio no se dejó amedrentar, tomando aquellas palabras como una afrenta alegó.

—Como cambia la gente cuando al fin alcanza lo que quiere. ¿Recuerdas la promesa que le hiciste a mi abuelo el día de nuestra boda?, tus votos matrimoniales… —. Los azules ojos se abrieron al escucharle recordar el momento. — «A pesar de no amarlo como pareja, prometo cuidar a Yura como mi esposo, como mi vida, como a mi imperio…» —. Se encargó de recordarle el muchacho —« Te lo prometo a ti y a nuestros dioses que Yura jamás sufrirá, jamás carecerá de nada, porque él será el consorte que los dioses me han dado, y junto con él gobernare, sus errores serán míos y los míos suyos, si discrepamos lo escucharé, nos uniremos en perfecta paz, perfecta armonía y perfecta comunicación… »— dijo esto último con la voz quebrada soltando algunas lágrimas, sintiendo la desesperación apoderarse de él al notar como Yuuri se encontraba ya bastante herido y cansado en su enfrentamiento. —Viktor mira estas manos, ¿crees que me la pase de lo mejor?, mira mi rostro, y mira mis ropas. Yo…yo no te miento, por favor, como el hermano que decidiste ser para mí, créeme, has valer tu promesa y libéralo por mí, solo eso no te pido más, déjalo ir con sus hijos y si así lo quieres tómame a mí en su lugar, si eso ayuda a sanar tu orgullo está bien, mi vida por la de un inocente… — No pudo más, si esto no resultaba, nada lo haría, frente a él se quebró en llanto.

El corazón de Viktor no soporto más, Yuri estaba dispuesto a dar su vida por la de Yuuri. En aquel punto sintió la angustia del rubio como propia y una sensación de remordimiento se instaló en su pecho, le había fallado a Nikolai, con todas y cada una de sus acciones. ¿Cómo había podido dudar del muchacho que igualaba a su mentor en nobleza?, ¿cómo había dudado de su hermano?

—¿Viktor? —Alain colocó una mano en su hombro intentando llamar su atención.

—Conozco a Yuri desde hace tanto tiempo…y aún así, yo decidí creer en ti maldito traidor— dijo con voz trémula —, él no estaría aquí si sus palabras fueran mentira, dioses…Yuuri, mi vida…¡detengan el combate ahora! ¡y suelten a mi consorte! —gritó Viktor cayendo en las palabras de quien fuera su consorte volteando a ver lo que sucedía en la arena, pero fue demasiado tarde.

—¡Yuuri! — grito el rubio que a su vez miraba con horror como el vientre del pelinegro era atravesado por el otro gladiador quien sacaba su espada orgulloso mostrando a todos su hazaña mientras el omega caía sobre la tierra desangrándose. Viktor miró la escena aterrado, como loco bajó como pudo hasta llegar al lado de su omega.

Una vez estando a su lado, lo tomó entre sus brazos con delicadeza mientras intentaba cubrir con una de sus manos la hemorragia.

—No, no, por favor no, Yuuri, mírame, mi amor, mírame — Yuuri abrió sus ojos con esfuerzo y bajo una mueca de dolor intentó sonreír—Yuri me ha contado todo, por favor sé que no lo merezco, pero si puedes hacerlo perdóname y continúa a mi lado.

Yuri también bajó al lado de Viktor, miraba la escena con el corazón desgarrado, llorando de ira, dolor e impotencia, ya no había nada más que hacerse, más que castigar al culpable y él se encargaría, por lo que en nombre de su aún esposo mandó a apresarlos antes de que huyeran.

—To-todo va a estar bien —susurró Yuuri con esfuerzo intentando llevar la mano derecha a la mejilla de Viktor para atrapar una de las tantas lágrimas que comenzaron a desbordarse

—Dioses por favor no, por favor permítanme estar con él —imploró tomando aquella mano y sujetándolo con fuerza.

— A-hora sabes la ver-dad, yo no te trai-cioné, estoy bien…, con eso —dijo cerrando los ojos.

—Debía huir…, de- debía pro-tegerlos.

El cuerpo del joven se contrajo entre sus brazos de dolor mientras tosía escupiendo sangre, agonizaba y no había nada que pudiera hacer.

—Lo sé mi vida —dijo llorando —Fuiste muy fuerte, y te prometo que ahora todo va a estar bien, por favor no me abandones, no te vayas.

—No…, no puedo más, cu-cuida bien de nuestros niños,… Viktor.

—Yuuri…, no, Yuuri por favor aguante solo un poco más.

—Yuuri, por favor resiste, en un momento trataran tu herida, solo resiste, si lograste escapar aquella noche, puedes resistir cualquier cosa —El rubio se había acercado hasta ellos e intentaba animar, pero sabía que era una batalla perdida

—Yu-Yuri, que ale-gría saber que… estas bien. —dijo con pesar al mirar los verdes ojos del alfa llenarse de lágrimas por su situación —Gra-cias por todo, fu-fuiste mi primer… amigo, lamento no poder quedarme, pero yo, ya no puedo más.

—No, por favor mi amor, por favor no te vayas.

—Si-siempre te amare …Vik-tor— Fue lo último que dijo antes de que su cuerpo perdiera toda fuerza.

—¿Yuuri? — pregunto sacudiéndolo—. ¡Yuuri! ¡No!

Yuuri había fallecido en sus brazos, y a pesar del engaño, el dolor y la humillación a la fue sometido, él lo perdonó, pidiéndole como único favor cuidar de su tesoro más preciado, los hijos de ambos.

—Ay no Yuuri…—Con todo el dolor de su corazón el rubio había visto a Yuuri expirar en brazos de la persona que más amo, no lo soporto y se dejó caer de rodillas—Perdóname, al final no pude protegerte.

—Por favor, no te vayas, no mi amor —pidió sacudiéndolo — ¡No!, ¡Dioses por favor devuélvanmelo! Regrésenlo a su emperador…

El doloroso lamento de un alfa que acababa de perder a su omega se escuchó por todo el glorioso coliseo, en donde en ocasiones anteriores los presentes vitoreaban los resultados, y animados daban gloria al ganador, ahora en esta ocasión observaban con tristeza como su joven regente perdía una parte de su corazón en aquella sucia arena.

۞۞۞

Por mucho, no se habló del penoso incidente de Yuuri, el pueblo romano mantuvo silencio por respeto a su emperador, pero nadie ignoró los servicios funerarios que se le dedicaran al omega, propios de la nobleza, y por supuesto tampoco ignoraron la contienda que enfrentó Alain en pleno coliseo o el exilio de su hijo Jean. Por su parte Yuri viéndose imposibilitado de olvidar con facilidad lo ocurrido y pese a que se le ofrecieron disculpas y tanto a él como a Otabek regresarles sus vidas, estos se negaron recluyéndose en la aldea que acogió al rubio ante el peligro viviendo una vida de simples, pero tranquilos campesinos.

Por su parte, Viktor consumido por el dolor y la vergüenza se sintió incapaz de criar a sus propios hijos, pidiéndoles al rubio y a su pareja se hicieran cargo de ellos, quienes gustosos aceptaron. Ellos no podrían concebir hijos propios por lo que acogieron a los hermanos con gusto e ilusión cuidándolos como suyos y Yuri aún con la culpa por no haber podido cuidar de la madre de los pequeños, vio en su nueva tarea una expiación a sus pecados.

De esta manera el legado que Viktor dejó para sus sucesores fue la satisfacción de extender su territorio llenándolo de riquezas y abundancia, un imperio próspero en donde era un honor el hacerse llamar romano y después de la dolorosa pérdida del omega que tanto amo, la liberación de derechos para todos los omegas pertenecientes al imperio, permitiéndoles vivir la vida que mejor les pareciera, sin ser vistos nunca más como simples dadores de vida.

Viktor dejó este mundo a los sesenta años, dejando su amado pueblo en manos de un joven que como él en su momento, había acogido como pupilo, un joven de veinte años llamado Pichit, que después de conocer en el lecho de muerte por voz del mismo emperador su trágica historia y conmoverse hasta las lágrimas, una vez que dio su último aliento y lo dejó a cargo del vasto imperio mandó los restos del alfa a descansar al lado de los de su amado en un mausoleo para ellos dos, queriendo creer que si en esta vida mundana su amor no floreció, al menos lo haría en la siguiente. 

۞۞۞

Hola a todos quienes decidieron seguir esta triste historia.

Antes que otra cosa, perdón por el final, pero debo admitir que me encanta el drama, pero bueno no vine a decirles eso, sino que más bien a agradecerles llegar hasta este punto e incluso leer las notas finales así como aprovecho para dejarlo a su decisión si les gustaría ver un final alternativo. Ya lo tengo en mi cabecita solo quiero saber si les llama la atención o prefieren que lo dejemos así.

Sin más los dejó para que lo piensen y ya me dirán. De nuevo muchas gracias y un fuerte abrazo.

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Publicado por nincoxx

De entre todas las cosas en la vida mi mayor placer es escribir, para mi es tan esencial como el aire que respiro. Por medio de mis historias puedo ser libre, explorar mil y una posibilidades, salir de la monotonía, vivir varias vidas y convertirme en distintas personas. En lo personal me considero una persona completamente romantica, sin embargo mis historias pueden estar llenas de tragedia o finales no muy felices, pero sin embargo nunca faltará una buena dosis de amor.💓

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