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Melodía Inmortal.


1. Propuesta.



Habían pasado ya más de diez años desde que decidiera tomar ese camino, abandonando todo lo que conocía. Su ciudad, su familia, amigos, todo por creer firmemente en su sueño.

Yuuri Katsuki era un joven alfa de apenas 23 años. De los cuales había dedicado al menos la mitad a su gran pasión convirtiéndose en patinador profesional a una tierna edad. Desde su tierna infancia se había visto fascinado por tan noble deporte iniciando sus prácticas en la pista de hielo pertenecientes a sus vecinos y a la par de su amiga de la infancia Yuko y su compañero de clases Takeshi pasaron grandes momentos. Sin embargo solo Yuuri destacaría de entre ellos dos.

Desde niño comenzó a participar en competencias regionales sin pensar ir más allá, situándose siempre entre los tres primeros lugares. Debido a lo anterior pronto llegarían numerosas oportunidades, con su talento y su naturaleza de alfa solo era cuestión de tiempo.

Celestino Cialdini fue el encargado de sacarlo del país. Confió en su talento prometiéndole el ansiado éxito. Por supuesto que Yuuri acepto de inmediato confiado en las palabras del hombre que se convertiría en su Manager y Coaching.

Después de diez largos años los resultados no fueron los esperados, su técnica no era la mejor y durante el transcurso de ese tiempo solo en dos ocasiones había alcanzado a llegar al GPF, sin embargo la primera vez ni siquiera logró competir lo cual provocaría la falta de apoyo tanto de su país así como la obtención de patrocinadores. Avergonzado por los resultados jamás dejó de dar todo de si en cada entrenamiento, en la preparación de cada rutina. Sin embargo, al final, justo cuando todo parecía ir viento en popa alcanzando de nuevo un puesto en un GPF los nervios, la ansiedad y su falta de confianza le jugaron en contra. Yuuri apenas alcanzó el último lugar.

Desmotivado pensó en decirle adiós a su entrenador y retirarse. Regresar a su hogar y establecerse. Aunque al final la vida tenía preparado un camino muy distinto para él.

Después de su última presentación Yuuri se encargaba de vaciar todo del locker asignado para salir presuroso del lugar queriendo olvidar lo más rápido posible la vergüenza del evento, pero eso no era posible. Apenas puso un pie fuera del recinto sintió todo el mundo caer sobre sus hombros. sintiéndose terriblemente derrotado corrió hasta las bancas de un cercano parque para desplomarse ahí.

La noche comenzaba a caer y las estrellar a salir y brillar al lado de la hermosa luna llena. Levantó sus ojos al cielo y no pudo evitar pensar en todo, en su familia, en Celestino, en lo dura que sería la sociedad con él tratándose de un alfa. Una silenciosa lágrima resbalo por una de su mejilla izquierda, al tiempo que después le seguía otra en la derecha. Trato de contenerlas lo mejor que pudo queriendo no quebrarse en un lugar como ese.

—¿Puedo sentarme?

Una calmada voz lo distrajo de sus pensamientos.

—He…si, claro —respondió avergonzado intentando esconder su llanto.

«Qué vergüenza, esto no es lo que se esperaría de un alfa».

—¿Eres Yuuri Katsuki cierto? —afirmó el hombre a su lado tomándolo por sorpresa. Yuuri giro discretamente el rostro para mirar a su misterioso acompañante y no pudo quedar más sorprendido. Se trataba de un joven de largos cabellos platinados, preciosos ojos azules y piel de porcelana. Sin recato alguno hecho su cabello hacía atrás atontándolo por unos minutos con su cítrica fragancia.

«Es un omega». pensó de inmediato.

—Lo soy. —Admitió.

—Un gusto conocerte—dijo de repente girando su cuerpo hacia el joven extendiéndole una mano, Yuuri la estrecho algo sonrojado. Una vez que ambas manos se rozaran fue inevitable sentir una conocida y reconfortante sensación recorrerle el cuerpo—.Acabo de ver tu presentación—Esas palabras cortaron de tajo el agradable sentimiento llevándolo a sonrojarse aún más.

—Lo siento, no fue de las mejores. —Se disculpó avergonzado.

—No te disculpes, eres muy bueno interpretativamente, aunque los saltos no son lo tuyo, tal vez si lograras clavarlos podrías ser el mejor.

—Si, al parecer siempre han sido mi debilidad —respondió intentando no darle demasiada importancia, después de todo ya había tomado una decisión.

—¿Te gustaría ir a tomar un café? —preguntó el desconocido de manera atrevida, aunque Yuuri intento no darle demasiada importancia.

—¿Qué?

—Sería un honor invitarte un café o si lo prefieres algo más fuerte, aunque por tu condición de atleta temo que lo rechaces.

Yuuri no estaba seguro sobre que pensar, tal vez se trataba de un admirador y nada más. Uno terriblemente atractivo. Sin embargo, una extraña sensación lo embargó desde el momento en que ambas manos se tocaron y aún se mantenía presente.

Sin mucho que pensar y sintiéndose extraño de aceptar la invitación de un omega decidió que un café o algo más fuerte no tenían nada de malo.

Sin mucho que pensar y sintiéndose extraño de aceptar la invitación de un omega decidió que un café o algo más fuerte no tenían nada de malo

Después de media hora en una cafetería conversando de todo y nada pasaron a dos horas en un cercano bar. Para sorpresa de Yuuri aquel hombre resultó un excelente conversador llevándolo muy lejos de su situación actual. Había que admitir que al principio Yuuri sehabía mostrado algo receloso al alcohol, pero después de unas horas iba de copa en copa perdiéndose en los hermosos ojos azules de su interlocutor.

Pasaron al menos unas cuatro horas tonteando cuando el joven frente a Yuuri decidió ponerse serio.

—Y dime, ¿Cuáles son tus planes a corto plazo?

Más relajado el oriental no se tomó aquella pregunta demasiado enserio, así que fue sincero.

—Retirarme.

El platinado tomó su copa jugando un poco con ella antes de continuar.

—Es una verdadera lástima, eres muy bueno. —Observó mientras jugaba con los hielos en su vaso. Yuuri rio por lo bajo, aquella era una buena broma o un sarcasmo muy cruel.

—Si claro. Sabes para alguien como yo ya no queda más. Soy demasiado mayor para esto, me costo tanto llegar hasta donde lo hice y justo en mi única oportunidad lo eche a perder, no quiero volver a hacerlo ni a llevar la deshonra a mi país ni a mi familia.

—Usualmente un artista no piensa en cosas tan banales como el honor, la edad o lo que los demás pensaran de él mientras ejecuta su arte, y un patinador artístico por supuesto que es un artista. ¿Sabes? No te he dicho mi nombre—dijo de repente el platinado y era cierto, ¿Cómo era posible que pasaran tanto tiempo juntos y Yuuri no se le ocurriera preguntar por su nombre en ningún momento? Había algo más después de esa declaración y no era necesariamente algo malo—Escucha Yuuri voy a contarte una historia ponme atención porque al final te hare una propuesta. Si la aceptas no hay marcha atrás, pero si la rechazas no volveremos a vernos.

Yuuri se froto el rostro, en verdad debía tratarse de una broma, pero en aquellos momentos ya no le importaba. Qué más daba aceptar la propuesta que un omega tan atractivo como él pudiera hacerle.

—Cuando era apenas un niño pequeño solía salir de vacaciones a distintos lugares del mundo de la mano de mis padres. A los cinco años fuimos por primera vez a Nueva York. Era invierno y nos encontrábamos paseando por Central Park, fue entonces cuando mi madre insistió en ir a patinar a una hermosa y enorme pista de hielo. Esa fue la primera vez que me deslice sobre el hielo. Fue mágico, —narró y de forma preciosa sus azules ojos resplandecieron como si con recordarlo pudiera revivir el momento—apenas me coloque los patines y sabía que había nacido para estar ahí. Mis padres se dieron cuenta de inmediato y cuando regresamos a Rusia no dudaron en inscribirme a un curso donde aprendí lo básico sobrepasándolo por mucho. Poco tiempo después conocí a quien sería mi mentor Yakov Feltsman quien me dedico todo el tiempo del mundo en pulir mi técnica y llevarme a la cima. Fueron los mejores años de mi vida, en aquel lugar conocí la aceptación que todos los omegas deberían tener, supe que sin importar mi condición podría llegar a donde quisiera si solo me esforzaba lo suficiente. Debuté a los siete y a los quince en mi debut como senior obtuve el oro siendo el primer omega y el concursante más joven en hacerlo en un GPF.

El efecto del alcohol desapareció por completo tras escuchar lo último, porque no había forma de que aquello fuera posible y mucho menos que le estuviera sucediendo a él. Si todo aquello era cierto él se encontraba frente al hombre mito, la muestra de que todo podía ser posible con esfuerzo y dedicación sin importar de quien se tratara. En verdad no podía ser cierto.

El hombre frente a él soltó un largo suspiro y dio un sorbo a su bebida para continuar.

—Tenía diez y siete años cuando ya contaba con dos oros en mi carrera en el GPF. Estaba más que listo para el tercero, yo era la promesa del patinaje ruso que Yakov había esperado por años y aun así todo se derrumbó en una tarde; me encontraba en pleno entrenamiento, aquel no había sido mi día ya que desde muy temprano no me sentía nada bien, desde hacia varios días no lo estaba. No había desayunado nada por repetidas nauseas, mi cuerpo se sentía agotado, sumamente débil, no lograba ejecutar con la precisión de siempre mis saltos a falta de aire. Con todo lo anterior fue normal que para medio día colapsara en plena pista. Despertar me llevó a una realidad completamente distinta. En una camilla de hospital con diversos monitores conectados a mi cuerpo y sin saber nada.

La verdad la supe tras varios exámenes, yo Viktor Nikiforov el mejor patinador en toda la historia de Rusia, había nacido con una falla cardiaca que con el tiempo había evolucionado hasta llevarme a colapsar. De no retirarme no llegaría a los veinte y así fue como la estrella se apagó.

Yuuri escucho todo boquiabierto, realmente sorprendido porque aquello no podía ser cierto, su destino no podía ser tan caprichoso.

—¿Tú…eres Viktor Nikiforov?

—Si, ese soy yo.

—No puede ser, el niño de oro, la promesa del patinaje en Rusia.

—Vaya, me conoces. —Asintió con una sonrisa.

Por supuesto que lo conocía, como no hacerlo si su historia era leyenda una leyenda que tras retirarse sin dar las debidas explicaciones hizo suponer que jamás había existido, pero claro que había vestigios de su existencia, innumerables videos de presentaciones perfectas, records que superar y una motivadora historia para cualquier omega que decida salir de su entorno y luchar en la búsqueda de sus sueños. Aunque también si veíamos la otra cara de la moneda estaban los malos comentarios, aquellos malintencionados que hacían dudar de las capacidades de un omega, ya que por supuesto el retiro de Viktor fue puesto en duda llevando a pensar que sus instintos habían ganado, que no llegó más allá por la necesidad de establecerse como pareja de alguien, que jamás habrá omega que llegué a la cima y se mantenga en ella, al final el instinto siempre gana.

—Si hubieras contado todo esto las cosas habrían sido diferentes, pudiste haber callado tantas calumnias.

—Tuve buenas razones, la primera es que no quería que todos aquellos que me admiraron ahora me miraran con lástima y la segunda es que bueno, cuando pasas los siguientes meses en una fría habitación de hospital ya todo te da igual.

—Dioses, pero en ese caso no deberías estar aquí bebiendo como si nada o dime ¿estas curado?

—Tranquilo, desde hace un rato me encuentro estable. Además, ¿Qué mal puede causar una copa de vez en cuando?—dijo como si nada terminando su copa—En fin eso no es lo importante, a lo que he querido llegar desde que te encontré es a lo siguiente, quiero entrenarte. El trato es simple, déjame entrenarte por todo un año, estoy seguro de que cuentas con el potencial, solo te hace falta algo, déjame encontrar ese algo y hacerte ganar en el siguiente GPF el oro.

Yuuri lo pensó, no era normal que algo así sucediera era como sacar un billete de lotería ganador.

Sorprendido de como su suerte había dado un interesante giro y sin importarle si aquello era una cruel broma o la oportunidad de su vida tomó una decisión.

—Acepto.

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Publicado por nincoxx

De entre todas las cosas en la vida mi mayor placer es escribir, para mi es tan esencial como el aire que respiro. Por medio de mis historias puedo ser libre, explorar mil y una posibilidades, salir de la monotonía, vivir varias vidas y convertirme en distintas personas. En lo personal me considero una persona completamente romantica, sin embargo mis historias pueden estar llenas de tragedia o finales no muy felices, pero sin embargo nunca faltará una buena dosis de amor.💓

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