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No Me Abandones.


XVII. DUDAS.

Eran cerca de las ocho de la mañana cuando una irritante y conocida melodía interrumpió su sueño, sonaba una y otra vez. Era una llamada de su celular.

Sin abrir los ojos, quiso alcanzar la mesita de noche donde solía dejarlo, sin embargo un extraño peso le impedía moverse. Confundido entreabrió los ojos y se encontró entre los brazos de Yuuri, al instante recordó todo lo acontecido el día anterior, una sonrisa se dibujó en sus labios y se dio permiso de perder la llamada para acurrucarse de mejor manera en el pecho del japonés.

—Yuuri—susurro al viento como si no pudiera creer lo que estaba ocurriendo, como si llamarlo reafirmara que aquello era real y no una mera fantasía de su mente. Lo pensó y por un momento sintió miedo por aquellos momentos de felicidad rogando porque no fueran efímeros, pero al instante desechó aquel pensamiento y se permitió disfrutarlo, miro detenidamente al mayor, sintiendo una indescriptible alegría de por fin haber realizado su más oculto deseo. Estando entre sus brazos, compartiendo el mismo lecho, disfruto de mirarlo dormir, de sentir su tranquila respiración sobre su nuca y sus labios besando sus cabellos de vez en cuando, hacia bastante que no recordaba haber sido tan feliz como en aquella ocasión.

Su celular volvió a sonar y termino por despertar a Yuuri.

—Buenos días—saludo este entreabriendo los ojos y sonriéndole tiernamente.

—Maldición, mi celular te despertó ¿cierto?

—Jajajajaja, tranquilo, está bien—dijo dándole un suave beso en sus rubios cabellos.

—Veré quien rayos es y que quiere—dijo y al final lo alcanzo. Encontró al menos unas veinte llamadas perdidas y unos 30 whats de una sola persona.

—Mila—pronuncio el nombre dejando los ojos en blando y preparándose para leer cada uno de los mensajes.

«Llegue ayer por la noche, competiré por la tarde»

«¿Por qué no me avisaste que competirías?»

«¿Acaso ya no somos amigos?»

«De haberme avisado, habría llegado desde hace tres días»

«¿Iras a verme competir?»

«Eres un inconsciente»

«Tengo que hablar contigo»

«Desayunemos, tengo que hablar muchas cosas contigo»

Aquellos eran los últimos mensajes.

—Esa bruja fastidiosa ¿porque no deja de meterse donde no la llaman?—preguntó en voz alta.

—¿Sucede algo?—pregunto Yuuri preocupado.

—Es solo una molestia, no pasa nada—respondió mientras texteaba de vuelta a su amiga.

«Tu invitaras el desayuno»

—Mila compite hoy, así que llego ayer por la noche, desayunare con ella, ¿está bien?

—Si, bueno de hecho también quede con Pichit—Yuri dejo el celular a un lado y pensó en cómo le contaría todo lo sucedido a Mila, Yuuri lo interrumpió de sus pensamientos tomándolo entre sus brazos.

—Pensé en lo que me contaste anoche—comenzó.

—No vale la pena pensar en ello, ha pasado algún tiempo, es mejor ignorarlo.

—No podría ignorar algo así, fue terrible, pero me ha demostrado que cuentas con una admirable fortaleza y así mismo quiero prometerte algo—dijo en un tono solemne que asusto al menor.

—¿Qué?

—Mientras este a tu lado, no permitiré que vuelvan a lastimarte, yo te protegeré incluso con mi propia vida si es necesario—prometió mientras se aferraba a él.

Yuri solo se dejó hacer mientras su mente viajaba al pasado y recordaba palabras similares dichas por su abuelo muchos años atrás, jamás pensó escucharlas salir de los labios de Yuuri, ni en sus más locos sueños.

—Es una promesa bastante cursi, pero no podía esperar menos de ti cerdo, gracias.

—Solo quiero devolverte todo lo que me has dado, quiero que seas feliz, y si en algún momento soy yo el culpable de tu sufrimiento, en ese momento me alejare de ti—dijo convencido, Yuri se limitó a negar con la cabeza.

—Que tonto eres, bueno levantémonos, te dejare con Pichit y de ahí iré con Mila.

Eran las nueve menos treinta, Pichit se encontraba en el restaurante del hotel esperando paciente por su amigo, al verlo llegar con Yurio se adelantó a saludarlos.

—¡Yuuri y Yuri!—Saludo de manera alegre muy propia de él.

—Hola Pichit—respondió sonriente Yuuri. En ese momento el oriental estaba muy alegre por ver a su amigo y tenía tanto que contarle.

—Hola—saludó secamente el rubio acomodando la silla de Yuuri en la mesa que compartiría con el tailandés.

—Bueno los dejo, me espera Mila en un café cercano al gimnasio, nos vemos—dijo saliendo hacia su destino.

—En verdad me alegra mucho verte amigo.

—También estoy contento, después de todo ha pasado bastante desde el GPF.

—Vaya que sí, jamás espere que tú y Plisetsky,ammmm….—Trato de decir algo apenado, cuando Yuuri entendió a qué se refería los colores se le subieron al rostro.

—Yo no….ammm.

—No trates de negarlo, somos amigos y me parece algo genial, aunque a decir verdad llegue a pensar que no te aguantaba, supongo que es cierto lo que dicen, si alguien te molesta es porque le gustas.

—Jajajajaja, supongo que si, sinceramente no pensé que pudiera ser tan obvio—contesto sonrojado mientras desviaba su mirada hacía el piso fijamente el piso.

—Hay que ser observador y conocerte para darse cuenta, desde que el entro a la pista lo mirabas de una manera muy especial y después del beso de ayer, para mí fue obvio que no era un beso por euforia, pero no te compliques demasiado pensando en eso—dijo volviendo a sonreir intentando no agobiarlo.

—Es verdad, no fue un beso ocasionado por la euforia del momento, en aquel momento Yuri me pareció el ser más hermoso sobre la faz de la Tierra y su actuación en la pista lo había hecho parecer un ángel—admitió tímidamente mientras jugaba con sus pulgares, hablar de esa situación lo ponía algo nervioso—No pude resistirme, aunque habría deseado haberlo hecho.

A veinte minutos de aquel lugar, en una pequeña cafetería, en una de las mesas más apartadas de la vista humana dos jóvenes volvían a reencontrarse, aunque no de la mejor manera.

—¡¡Eres un idiota Yuri Plisetsky!!—gritaba una hermosa peliroja a los cuatro vientos a su enfurruñado amigo.

—¿Acaso estás loca? deja de gritar, no quiero que nadie nos vea, si las locas de mis fans se dan cuenta de que sigo por aquí, estoy muerto.

—Es que, no lo entiendo, como se te ocurrió besarte en frente de todos, sobre todo en frente de ya sabes quién—dijo irritada.

—Como si pudiera controlarse algo así—respondió con completa sinceridad encogiéndose de hombros.

—Es que ¡¡¡haaa!!!.—dijo furiosa tratando de contenerse—Tan solo mira las redes sociales, sus últimas actualizaciones han sido tomando un vuelo de regreso a Almaty y se ve destrozado, lo acabaste , ¿no podías tener más tacto?.

—¿Qué tipo de tacto podría tener? ni siquiera llegamos a ser más que simples amigos, jamás hablamos de nada de eso—dijo como defensa

— De cierta manera me siento mal por él, pero no lo he visto de otra forma en cambio con el cerdo, con él simplemente no pensé tener tanta suerte.

—En fin, espero que pueda superarlo rápidamente y a pesar de todo me alegro por ti, hacia muchísimo que no lucías tan radiante, sobre todo después de…aquello—dijo algo sería arrepintiéndose de hacer mención de aquel cruel evento.

—Me siento muy diferente jamás me había sentido así, siento como si a su lado pudiera lograr todo olvidar todo lo malo que ha ocurrido, con él soy fuerte y capaz de lograr todo lo que me proponga, estoy seguro de que tendremos una genial temporada—dijo entusiasmado. Verlo tan alegre como hacía mucho no lo estaba, tan lleno de vida bajo la molestia de su amiga—Por fin todo está saliendo bien.

—Me alegra y no sabes cuánto, solo espero que los sentimientos de Yuuri sean sinceros—escuchar aquello lo hizo brincar de su asiento y ponerse a la defensiva.

—¿Qué quieres decir?, por supuesto que son sinceros, es el cerdo, no hay persona más transparente que él—la muchacha lo miro y trato de responderle, no había querido decir aquello. Sin embargo estaba preocupada, no quería volver a ver a su amigo tan roto como hacía tiempo atrás, dio un sorbo a su taza de café antes de responder.

—Han pasado juntos muy corto tiempo, no quería decirlo, pero sus sentimientos pudieran no ser claros, después de todo tu y yo sabíamos que moría por Nikiforov, no hacía falta que lo aceptara, era sumamente evidente y todo ha pasado muy rápido, el accidente, la reciente relación de Víctor, el hecho de que tu aparecieras como su salvador, yo… no quiero suponer mal, muy probablemente me equivoque, solo quiero lo tomes con calma ¿deacuaerdo?

—Pienso que estás loca, ¿acaso es por Otabek? ¿a ti te gustaba no?

—Sí, si me gustaba, pero no es por él, me duele lo que está sintiendo en estos momentos, pero ya lo he superado ahora voy por otra persona. Escucha no quiero que me lo tomes a mal, solo sigue mi consejo, tómalo con calma y no des demasiado de ti, solo haz eso.

—De acuerdo, de acuerdo lo tomare en cuenta, ahora ¿podemos dejar en paz el tema?—preguntó fastidiado.

En tanto al otro lado de la ciudad un angustiado Yuuri tomaba lentamente de su taza de té analizando las palabras de su amigo.

—Creo que debiste esperar un poco más, todo ha pasado muy rápidamente, ni siquiera tuviste tiempo de digerir la relación entre Violet y Víctor y ahora te aventuras a iniciar una propia con Yuri, ¿estás seguro que puedes corresponder correctamente a los sentimientos de Yuri? ¿qué pasaría si solo fuera una atracción temporal?—pregunto con sincera preocupación el Tailandes mientras observaba atentamente los gestos de Yuuri, hacerlo le ayudaba mejor a entender como se sentía. Su amigo no era precisamente de las personas más expresivas ni mucho menos por lo que con el tipo aprendió a leer entre líneas analizando su lenguaje corporal.

Para Yuuri eran muchas preguntas y todas iban en un solo sentido, no sabía si pudiera darles una respuesta objetiva, o si quiera si pudiera responderlas, a pesar de que estaba seguro de que fuera cual fuera su respuesta su amigo no lo juzgaría.

—Yo…, no sé que decir, Yuri apareció en un momento crucial de mi vida, y durante todo este tiempo he recibido su apoyo, no ha pensado en apartarse de mi lado en ningún momento, gracias a él logre superar todo esto y recientemente comencé a sentirme fuertemente atraído hacia él, al punto en que no toleraba verlo al lado de alguien más, estoy seguro que sabré corresponderle y daré lo mejor de mí por hacerlo feliz. Solo en eso pienso—dijo dejando caer sus hombros y no precisamente en señal de derrota, más bien había inseguridad, miedo, pero en cuanto levanto su rostro para verlo a los ojos lo noto, la sinceridad en ellos. Las intenciones en Yuuri de verdad eran buenas.

—Si esa es tu decisión final, sabes que te apoyo amigo, puedes contar conmigo, y por favor, no vuelvas a alejarte, por lo menos envíame un mensaje de vez en cuando o responde a mis llamadas.

—Prometo que así será.

En aquellos instantes al otro lado de la ciudad en un lujoso hotel, una hermosa rubia despertaba en los brazos del ruso más codiciado del momento, estando ambos completamente desnudos como prueba de lo sucedido durante la noche se trataba de convencer de que aquel hombre era únicamente de ella, lo miraba embelesada, satisfecha de ello lo aparto para darse un rápido baño sin siquiera preocuparse por cubrir su desnudez atravesó la amplia habitación hasta llegar al cuarto de baño, abrió la regadera y conforme el agua caliente caía en forma de cascada por su cuerpo, recordaba lo que había sido su vida hasta aquel momento.

Como su familia había sido la envidia de la sociedad neoyorkina y ¿cómo no serlo? su padre era el atractivo vicepresidente de una importante marca de ropa deportiva el cual durante una fiesta privada había conocido a su madre, una importante modelo, del fugaz romance había nacido ella. Sin embargo, las ambiciones de ambos los sobrepasaron y para cuando la pequeña Violet cumplió ocho años su madre los había abandonado para más tarde anunciar su nuevo matrimonio con un prestigioso banquero. Violet jamás supero aquel extraño sentimiento de abandono, el saberse reemplazada, principalmente cuando su madre diera a luz nuevamente a un par de mellizas, quienes robarían toda su atención y haciendo que se olvidara de su primer hija; por aquellos años su padre no escatimo en atenciones hacia ella proporcionándole siempre lo mejor y cumpliendo cada uno de sus caprichos.Cuando la muchacha cumplió los quince su padre volvió a casarse con una hermosa actriz de teatro quien pronto se convertiría en amiga de la joven Violet y cómplice de sus escapadas,pero la atención no duraría mucho ya que en cuanto la joven diera a luz a su hermanastro las atenciones de ambos padres se desviarían al recién nacido, de nuevo sintiendo aquella sensación de abandono y frustración busco un refugio al cual apegarse.

Lo encontraría meses después, durante los juegos olímpicos de Francia, la joven hacía acompañado a su padre (quien en aquellos momentos se encontraba en busca de la nueva imagen femenina de su marca).

Eran las competencias de patinaje varonil y lo miro entrar a la pista, no era mucho mayor que ella, pero su personalidad era avasalladora, su coreografía era la más esperada, su carisma único, apenas entró a la pista y el público guardó silencio poniendo todas sus expectativas en aquel joven, lo miró deslizarse con una seguridad envidiable. Su piel al instante se enchino al verlo ejecutar complicados saltos y para cuando terminó el público estalló en aplausos, en tanto que ella solo quería más de aquel muchacho.

Por años siguió su trayectoria, acudió a sus competencias, no se perdió ningún detalle de su vida, quiso encontrarlo en alguna fiesta, quiso ser notada por él, se ilusiono con él, y se repetía diariamente que solo ella podía ser la merecedora de la leyenda del patinaje de Víctor Nikiforov, pero eso jamás sucedió. Cuando se enteró de su retiro como patinador y su nuevo rol de entrenador se sintió decepcionada, furica ante aquel ser que lo apartaba de ella.

No duraría por mucho, sonrió para sí misma de tan solo pensar en cómo habían sucedido las cosas, como el destino se encargaba de acomodar todo en su lugar.

—Ahora eres mío—se dijo con completa seguridad—Tu no me abandonaras, yo tampoco. Tú y yo seremos el centro de atención de todo reflector.

Los siguientes meses fueron de completa felicidad para el par de novios, ya que a pesar de los duros entrenamientos del ruso, este siempre tenía tiempo para la muchacha, quien se encargaba de acaparar el mayor tiempo posible, pronto se convirtieron en la pareja de moda y su popularidad opaco la reciente derrota sufrida, algo que una gozosa Violet disfrutaba.

De esta forma pasaron los días y los meses, tiempo en que la relación se consolidó de manera extraordinaria, y para cuando se anunciaron las fechas del GPF Violet sorprendería a Víctor de manera inesperada arrancando todas las dudas en el corazón de este y marcando su destino de manera definitiva.   

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Publicado por nincoxx

De entre todas las cosas en la vida mi mayor placer es escribir, para mi es tan esencial como el aire que respiro. Por medio de mis historias puedo ser libre, explorar mil y una posibilidades, salir de la monotonía, vivir varias vidas y convertirme en distintas personas. En lo personal me considero una persona completamente romantica, sin embargo mis historias pueden estar llenas de tragedia o finales no muy felices, pero sin embargo nunca faltará una buena dosis de amor.💓

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