Shary POV’s: Hola, si has llegado hasta aquí por medio de AO3, espero que puedas disfrutar esta bella historia y les recuerdo que la version corregida estará en ALIANZA YOI e Inkspired.
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🔥 Capítulo 20: ¡Nuevos Aires!
🔥 Autora: Shary
🔥 Re-Beteo y Arreglos: Shary y Salem
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Base secreta del F.E.G.I en el parque de Ueno – Tokyo / Japón
Inicios de Junio del 2017 – 10:00 A.M
🔥Operativo: «Jaque»
🔥Grado: «B+»
🔥Objetivo: Desmantelar una de las altas redes de prostitución, recuperar a las víctimas y de ser posible, averiguar más datos sobre los causantes de dicha entrega.
Desde muy temprano en las horas de la mañana, el operativo conjunto entre el FPJ, algunos organismos gubernamentales de Shibuya con la premisa de ser liderados por su F.E.G.I (puesto que ellos eran los entes principales de seguir el caso viendo que se dio inicialmente en su prefectura), se dieron a la tarea de rastrear y comprobar hace días atrás un mensaje anónimo en donde «afirmaban» una entrega próxima con trata de blancas, las cuales en su mayoría eran menores de edad, y todas provenientes de su zona.
Según la misiva, estas fueron endulzadas con engañifas al asegurarles un gran futuro en el modelaje; las chicas, víctimas preferiblemente de estratos altos que no tenían una buena relación con sus padres o que por creerse saber todo lo habido en el mundo, ni dimensionaron el destino abrumador que les esperaba. Buscaron miles de formas para asistir al evento y de obtener los permisos sin que ellos sospecharan, de modo que ellas desconocían el rumbo original que era en sí, el camino de la prostitución. Algunos oficiales de la división de Crispino (dentro de ellos Nikiforov o Nekola) tras el seguimiento intensivo en distintas escuelas de gran prestigio, pudieron dar constancia a través de cámaras que grababan o captaban el instante en que ciertas mujeres comandadas por los «chulos» o jefes temporales, se encaminaban a sus víctimas (ya con previa indagación hecha) convenciéndolas que era la mejor decisión de sus vidas, sin dejarles de recalcar el «permiso» autorizado.
Por supuesto, Crispino y su gente solo seguían órdenes dado que el laburo fue llevado a cabo por el Escuadrón de Espionaje e Investigación (E.E.I) teniendo a Giacometti y Chulanont en primera fila, más el trío de la FSB como apoyo extra. Las personas o «chulos» de dudoso fundamento inicial, corresponden a tres hombres de apellidos Kusanagi, Yagami y Mensén. Lo más curioso e interesante en los seguimientos del delito de trata de personas con fines de explotación sexual en perjuicio de las colegialas por debajo de los dieciocho años, fue que en el momento que les interceptaron las llamadas en los puntos que la carta anónima apuntaba, figuraban como posibles secuaces pertenecientes al Clan Kazuma y que por órdenes explícitas de ellos, debían a como dé lugar concretar el trato y subsanar pérdidas económicas.
Otro insumo más al prontuario de esos canallas.
En Shibuya las demás divisiones estarían realizando más golpes sorpresivos contra el Clan para desbaratar sus planes; mientras tanto, los chicos debieron agilizar trámites sin que los Yakuzas intuyeran alguna anomalía, e ir por rutas alternas al sitio de localización privada en medio del verde natural donde se efectuaría la carga principal con los proveedores de más importancia. Ueno es uno de los distritos del barrio Taitō en Tokio, Japón; mayormente conocido por sus centros culturales y extensivos parques o bosques frondosos. Hicieron un esquema rápido de cómo rodear la mansión de estilo tradicional japonesa e incluso cubrir ciertas complicaciones, pero todo sería inútil sin algún infiltrado que les informara en tiempo real del estado de las jovencitas en esa parábola endemoniada, y entonces…
—¡Me ofrezco como voluntaria en ello! —Una enérgica Oficial pidió la palabra.
—¡¿Eh?! ¿Estás demente, frentona? —Por obvias razones al Cabo Primero y colega ruso, no le pareció aprobar tal locura de su escurridiza e inexperta compañera.
El equipo principal se encontraba en una zona cercana de la mansión deliberando sus movimientos. Si hablamos del capitán Crispino, se sorprendió arrugando el rostro negándose a ello. Sus compañeros intentaron persuadirla, e incluso su mano derecha, Nekola, no vio prudente el que se expusiera de esa forma; ya que tanto ella como él aún no han experimentado misiones de esa índole y lo correcto sería dejarle aquello a los veteranos. Mas Vickytoria Nikiforova, nuestra valiente Oficial en su optimismo, ¡no se dejó!
Les expresó que lo más importante en estos instantes era velar por la integridad de las civiles. En lo que había entendido necesitaban a un chivo expiatorio que no llamara la atención, y que mejor manera de hacerlo que con alguien que cumpla los requisitos que esa gente busca (una menor) podría usar su condición de adolescente para sacar ventaja. ¡Mejor aún! Dar las pautas a seguir ya que estando dentro se haría más sencillo ofrecer las ubicaciones, la cantidad de gente y los posibles puntos de escape. Pese a que comprende la preocupación que aquello genera en sus camaradas, no hay otra opción.
—Ustedes como hombres no pueden ir así como si nada, automáticamente el teatro se acabaría. —Fue clara con Plisetsky, Nekola, Popovich, Chulanont, Altin, Leroy, el resto de oficiales de su división o su Capitán.
—¡Para eso están la Bruja y la hermana del Italiano!
—Lo lamento, pero el caso de las agentes Crispino o Babicheva no podrían hacerlo porque su contextura, soltura y madurez las delataría. Con eso no quiero decir que ella sean unas señoras de cuarenta, al contrario. —Vicky en sus ademanes exagerados y adorables, se le iluminó su rostro al admirar a sus compañeras—. Me parecen unas modelos divinas en sus veintes, pero no para lo que necesitan los jefes del E.E.I y creo que si me doy a entender, ¿cierto?
—Buen punto. —Mencionó Sala enternecida con Vicky.
—Y no te preocupes conejita, te entendemos. —Mila en la misma tónica de Sala, concretó la oración.
—Ahora, quién podría cubrir el papel era la señorita Hong y no se encuentra con nosotros porque está prestando su servicio con el Escuadrón Anti-Droga. —No titubeo y su rostro mantuvo su determinación—, eso los lleva a que yo soy su mejor ficha, y quiéranlo o no, creo que no hay tiempo para entrar en debate en algo «elaborado».
Plisetsky no paraba de rezongar al igual que Crispino, los otros en cierta forma fueron aterrizados o más consientes en sus palabras aceptando lo propuesto, Chulanont trató de convencerle una vez yéndose por otra vía, pero la rusa manejo bien sus cartas. Él único no había intervenido en las locuciones expuestas fue el Mayor suizo, que en una pose pensante analizaba todo con lujo y detalle.
—¡Haz caso por el amor a Roma, Nikiforova y deja de buscarte problemas! —Crispino arrastraba su mano por toda la cara.
—El amargado ni siquiera sabe que estamos acá haciendo «esto» a sus espaldas o que tú con el otro barbudo se metieron de colados.
—¡¡¡Hey eso no es cierto!!! —Nekola reclamó a Plisetsky por lo dicho.
—¡Esta vez sí estamos en el operativo a lo legal! —Nikiforova lo secundó.
—¡Me vale! —Renegó Yuri.
—Moooh~ y el T.C no tiene que enterarse. —Además de salir con ese disparate de su boca de corazón y en su frescura al llevarse sus manos detrás de su crin.
—¡¿NO HABLAS EN SERIO, MALEDIZIONE?! —A Crispino estaba apunto de darle algo.
—Lo veo razonable. —Y ahora sí habló el Mayor rozando su afamado mentón.
—¡Ni se te ocurra cabaretero!, ¡esa chiquilla descarriada es mi responsabilidad!
—Pero resulta que soy el jefe de mayor rango «aquí» —Interrumpió el alegato de Crispino—. Y siendo sinceros, la propuesta de Nikiforov es lo mejor hasta el momento, a menos que…
—¿Qué? —Le preguntó en su ladrido y Giacometti en sus maldades le miraba con malicia picarona.
—A menos que tú quieras ponerte una de las faldas de tu hermana y pasar por un bello travesti italiano. Por mí no hay problema. —Crispino estaba rojo, echaba espuma de la ira y en definitiva debió tragarse sus palabras porque se vio perdido.
El Mayor Suizo tras su jugada, se dirigió otra vez con Vickytoria.
—De antemano sabes que no podremos salvarnos sí Katsuki se entera, ¿cierto pequeña?
—¡Afirmativo, señor! ¡Ya verá que todo saldrá bien y con los civiles a salvo! —Vicky fue efusiva, se encontraba lista y presta para la acción.
Luego de esa conversación prepararon todo con rapidez, le consiguieron un vestuario escolar que la hacía lucir tierna y al tiempo tentadora para cualquier embaucador, (al menos no deberá usar esa ropa de conejita playboy) no obstante, eso no dejaba de prender las alarmas en Plisetsky. Los demás lucían sus trajes de E.S.M.A.D y de apoco el operativo tomaba forma, pues al día siguiente se ejecutaría.
—¿Tú no valoras tu vida, verdad ilegal? —El russian punk en su aspereza y cruzado de brazos, no dejaba de mirarle con hastío—. Cuando el amargado se entere de lo que el cabaretero y tú están haciendo, los va a joder.
—Descuida. Sé cuidarme, lindo gatito. —Le aclaró la muchacha alegre que terminó de ajustarse el uniforme.
Ella entendía que su actitud fuese algo exagerada o el que tomara lo de Yuuri buscándole excusas era porque estaría sola y no con su compañía como las veces anteriores. Le enterneció que ese gato gruñón se pusiera fraternal.
—Sí lo que te preocupa es que algún tipo de poca monta me haga algo, sabes bien que los haré papilla y por el amargado, no hay problema. A lo mucho me pateara mi cola o quizás me castigue con alguna otra cosa. Yo me las arreglaré, confía en mí.
—¿Me estás jodiendo?
—No lo hago y puedes apostarlooooo~, lindo gatito. Byeee~~. —Acabó todo cantarinamente y guiñando su ojo azulado en confianza.
—»Esa conejo no tiene remedio…»— pensó el C.P ruso yéndose de canto al suelo por semejante respuesta.

En algún lugar apartado de Taitō – Tokyo / Japón
Inicios de Junio del 2017 – 2:00 P.M (Al día siguiente)
Son las 14:00 horas, esa tarde Nikiforova pasó el filtro sin problema alguno (porque interceptaron a unos de los empleados con una menor de edad) Plisetsky no perdió tiempo y sin que nadie se lo pidiera tomó el lugar del capturado. Cuando el par de rusos se adentraron al recinto cada quien se separó por su cuenta. Yuri Plisetsky encubierto entre tanto arpía, veía a Vickytoria Nikiforova que en el grupo de chicas aparentaba ser una linda estudiante de secundaria dejando encantados a muchos de los «contratistas» con su carisma y los demás se encontraban fijos en sus posiciones. La enorme residencia tradicional asombraba por la magnificencia que irradiaba y de paso pudo constatar que varias chicas entre las edades de catorce a dieciséis años cumplían con los parámetros establecidos: De buen estrato, con muchas ínfulas de grandeza e inmadurez, de hermosura sin igual y de familias adineradas esperando hablar con algún manager reconocido por «la convocatoria»
Habría un total de treinta menores de edad, lo mejor de lo mejor que fueron escogidas por filtro al ver sus características, por supuesto, Chulanont desde su bunker enviaba las fotos o evidencias captadas por la micro cámara espía que portaban Nikiforova o Plisetsky en uno de los prendedores de sus uniformes a la Fiscalía Adjunta contra la Trata de Personas y el Tráfico Ilícito de Migrantes, en lo que la junta Penal Juvenil movía todas sus fichas para acelerar el proceso con su corresponsal hermana de la ciudad o barrio de Taitō teniendo a Nekola como corresponsal.
Nikiforova se separó del grupo procurando de tomar cualquier punto ciego para darle una mayor perspectiva a sus colegas; por suerte, Yuri no le perdía sus pisadas y la seguridad no era tan elevada (gran descuido por parte de los Yakuzas según el instinto conservador de los rusos) y por ser un lugar espacioso tendrían las de ganar. Ambos dieron el santo y seña para que la fase dos iniciara. Mientras los oficiales avanzaban con sigilo, Vickytoria y Yuri debieron esconderse.
Las colegialas fueron sacadas de su burbuja cuando se dieron cuenta del plan tramado, que ahora son reclutas del Clan Kazuma y que a cambio de preservar sus vidas, tendrían que prostituirse con diferentes hombres para apoyar a su noble causa. Dos de los forajidos con sus fusiles 2R-M16 les apuntaban sin descaro e incluso les comentaban abiertamente las cosas impúdicas que les harían los posibles “clientes” sobre sus cuerpos.
Esas jóvenes se asustaron al punto de llorar, pero Yuri y Vicky como linces al acecho fueron cautelosos y sorprendieron a los tipos por la espalda con sus pistolas SIG-Sauer P228 o la Ekol Colt Aras 9mm D; listos para disparar en caso de ser necesario. Los oficiales soltaron el seguro y mencionaron a los cobardes que si emitían palabra alguna les volarán sus sesos.
Unas cuantas niñas de catorce años provenientes de la academia de artes y danza donde estudiaba Yuuki reconocieron a su maestra Danseur provisional, sintieron que su alma volvió a su cuerpo. Ella les hizo un ademán muy serio de callarse, tres guardias estaban por volver e improvisó un plan junto a Yuri.
Los secuaces al ver someramente por la puerta entreabierta a sus compañeros en el suelo inconscientes, cayeron redondos en la trama y las jóvenes junto a los oficiales los abordaron sin mucha estela.
—Miss Nikiforova, gracias. Nosotras…
—¡Les pedí silencio! —Vickytoria les cortó todo cuchicheo de un tajo.
Esa tonalidad poco jovial sorprendió por mucho a Yuri y él estando pegado a la puerta, apoyado en una de sus rodillas con su pistola al aire, solo se dedicó a escuchar el regaño de su colega a las crías que tienen un par de años menos que ella.
—Ustedes deberían estar en sus clases de ballet de la academia o en casa con sus padres y no en algo como esto. ¡¿En qué rayos pensaban al venir solas en un lugar así?!
Ella les vapuleó fuerte y claro, sin mencionar que a sus padres los informaron y que estaban totalmente preocupados por ellas, las chicas se avergonzaron terriblemente en medio de sus hipidos o disculpas por asumir una actitud tan malcriada o dejarse llevar de esa forma, y aunque Vickytoria le dio algo de congojo el arrepentimiento en esas niñas, tenía que aparentar dureza.
Es allí en donde le gustaría tener el temple de acero de ambos “Yuris” cuando se trata de estas cosas.
—De acuerdo niñas. Escuchen. Lo bueno es que mis compañeros y yo estamos aquí. —Les sonrío lo mejor que pudo para calmarles.
—¡Lo que sea! ¡Espero y con eso hayan aprendido la lección! —Yuri en su fastidio ya quería acabar con esa locura—. Ahora todas presten mucha atención porque no lo repetiré dos veces y más te vale hacerme caso, Usaforov.
—Lo que digas, Tigre.
—¡Bien! El plan a seguir por el Mayor Giacometti va de esta manera… —Habló que en pocos minutos ingresaran a la fuerza las divisiones para reprender al Clan Kazuma y sus clientes de otros suburbios en barricada.
La idea era no dejar escapar a ninguno y que si escuchaban tiroteos era lo habitual. Hizo énfasis en que no se separaran cuando él diera el aviso de «correr» en la dirección que les indicó para ponerlas a salvo y sobre todo, que mantuvieran la calma.
Tal como predijo, sucedió demasiado rápido. Los oficiales rompieron protocolo de tregua gritando las palabras de ley iniciales de todo ente autoritario de la ley, empuñaron sus revólveres, pistolas, fusiles o cualquier arma a disposición para descargar toda su artillería al igual que los enemigos. De parte de ellos, su reacción fue lenta más no por eso, el escenario no dejó de ser sangriento y estruendoso.
La iluminación, el previo rastreo como la locación permitieron dar con los blancos de manera efectiva. Muchos corrieron evitando los vidrios esparcidos por las balas en el suelo y las Beretta 92FS o las Colt Python eran la comidilla predilecta que habían desatado en un abrir y cerrar de ojos todo lo acontecido. Lo más complicado era que no podían dejar que nadie se le escapara, sí eso pasaba, generaría un ajuste penal entre las jurisdicciones de ambas entidades.
—¡NO SE DETENGAN! ¡REPITO, NO SE DETENGAN! ¡SIGAN ASÍ, SEÑORES! —Giacometti tendido en el piso de madera digna y protegido por las mesas volcadas, tenía fijó su metralleta reglamentaria acabando de una con la vida de cuatro tipos.
Dirigía a su gente por medio de su intercomunicador y divididos en subgrupos persiguieron a algunos detractores que se intentaron volar las paredillas pero fue inútil. Como medida de aseguramiento, Chulanont tenía a su merced una línea de patrullas policiales esperándolos para ser masacrados en caso de no acatar órdenes, muchos se rindieron ante ello.
Si nos vamos con los tres chulos responsables opusieron resistencia ante el trío dinámico de Leroy, Plisetsky o Altin y fueron capturados.
Babichieva, los hermanos Crispino, y Popovich recogieron a Vickytoria en el sitio indicado, la balacera no parecía tener fin y en vista que la prioridad eran las chicas, unos se quedaron como carnadas y otros ayudaban a sacarlas como fuese posible.
—¡Sala, Cuidado! —Crispino gritó.
—¿Ah?
—¡¡¡Heahhhhh!!! —Vickytoria dio un par de patadas rápidas acompañado de un buen combo hacía el sujeto que pretendía propinarle su desafuero a la Agente italiana. Lo desarmó en el acto.
—¡No los dejen escapar, Equipo! —Chulanont alentaba a seguir con la justa casi ganadora.
Cada segundo donde aplicarán la distracción fue valioso, no veían la hora en que llegase el esto de su gente y así inmovilizarlos por completo. El caos seguía, poco a poco la resistencia en los Yakuzas fue mermando por la bajas obtenidas, la sangre o la cantidad de policías entre ordinarios e imperiales que les superan en número hasta que se vieron obligados a abdicar al abandono en pie de guerra o lo que en palabras castizas gritó uno de los derrotados como—: ¡Retirada!… ¡Retirada!… ¡Retirada! —Dando por sentado que la victoria fue para los justicieros de ley.
El F.P.J (Policía Ordinaria), el F.E.G.I y los peritos de la A.N.P tomaban las indagatorias competentes en la mansión destruida debido al fuerte enfrentamiento que hubo, el saldo de fallecidos por parte del bando enemigo fue grande y los forenses de inmediato hicieron lo suyo.
Regresando con los capturados, se comprendían por Yakuzas, mafiosos de otros países y adultos profesionales, según comentó Chulanont en su base de datos sobre el tipo de hombres que solicitaban estos servicios; incluso, dentro de los detenidos se hallaban dos entes de la cúpula gubernamental. Aquello sí preocupó en demasía a los oficiales pues, de acuerdo con ellos y la jefa de la sección de delitos contra la integridad, trata y tráfico de personas, el que hallen personas de tal cargo salpicados con esa magnitud, da mucho que pensar y de ahondar sobre que tan inmiscuidos están en dicha porquería o que tanto abarcan sus nexos con esa gente.
Las detenciones que se realizaron en simultáneo por las otras viviendas cercanas a Shibuya de los imputados, también resultaron exitosas. Los sectores como el Centro, Norte y Sur Occidente se detuvieron a seis cabecillas por cada micro grupo de ese Clan que en apariencia formaban la parte experta u organizada para la explotación con fines sexuales en el territorio Shibuyense, y la noticia llegó a los pocos segundos en manos de Giacometti con su aliado Chulanont.
Prontamente, el resto del personal que estaba en Taitō junto con ellos fue informado y se sintieron triunfales con ese Golpe masivo.
Hoy ha sido un gran día para la misiva policial.
Giacometti, Crispino y Chulanont rendían el papeleo de sus formularios con algunas entidades de la A.N.P de Taitō, debido a que ellos son los responsables del operativo en una jurisdicción distinta a la suya. Cada quien hacía lo suyo, las brigadas de salud colaboraban con los pocos heridos que por suerte, no sufrieron nada de gravedad; solo leves lesiones y en otro lado cercano, los chicos no dejaban de celebrar la excelente proeza.
Nikiforova, por su parte, habló por última vez con las jovencitas de la academia de arte y danza recordándoles una vez más, que lo hecho no fue lo correcto y que esa no era la manera más sensata de enfrentar sus diferencias con sus padres, los acudientes de igual forma se sintieron avergonzados por no estar al corriente de ellas y todos prometieron una mejor predisposición.
Al final cuando se despidieron de Vickytoria, la Oficial no dejaba de sentirse aliviada porque la misión que le fue encomendada salió a pedir de boca, la sensación desde lo más profundo de su corazón la tenía de por sí muy alegre y su sonrisa embobada no se le quitaba. Tal vez cuando el T.C Katsuki se entere del éxito obtenido con sus colegas, los felicite y puede que se libren de un futuro castigo por no mandarle entre todos, un previo aviso de lo que harían. Realmente esperaba que su Jefe japonés estuviese muy orgulloso; y si les comentamos a modo personal, Vicky deseaba por mucho que el esfuerzo que hizo, la hiciera brillar ante él como una «igual».
Claro, esfuerzo que sin la ayuda que los demás le brindaron no sería posible del todo.
Ella, de solo imaginarse su cara al tenerlo frente a él, sería perfecto. Lo fuera, excepto porque el gato amarillo (el cual ya conocen en este cuento de adultos) la sacó de sus pensamientos heroicos y soñadores.
—Un Conejo ruidoso dando sermones como toda una adulta en sus cabales, ¿quién lo creyera?
Recostado sobre uno de los árboles, usando su hombro de apoyo, y con sus brazos cruzados, el comentario socarrón no dio espera. Tenía rato de estar observando a esa coneja colegiala y si bien, le agradaba que su compañera se tomara con más seriedad su profesión desde hace muchos días para acá y que los cambios que ha pegado le han sentado para bien, no puede negar que ese maldito cuadriculado que tiene por jefe, ha tenido una fuerte influencia en ello y tal vez como él lo habría pronosticado, la admiración de la pequeña conejita para con el zorro está pasando a un “sentimiento mayor”
Pero eso algo que le compete solo a ella. Mientras pueda, la fastidiará con ello porque le divierte.
—¿Eh? ¿Eso que tiene que ver? ¡Soy toda una profesional, querido!
—Pensé que el único sermoneador en la policía de Japón era tu «Cerdo» de…
—Modera tu boca Yurio, aún hay damitas pequeñas aquí. —Su humor cambió a uno quejón y mandón—, y cuidadito te escucha el amargado, porque ese al que llamas «cerdo de tal cosa»… También es tu jefe.
Por alguna razón no le agradaba cuando ese vándalo de lengua puerca insultaba a su amigo. Una cosa es llamarle «amargado» y otra son sus vulgaridades. En fin, Vicky regreso al punto de partida.
—Ahora, cualquiera de nosotros puede «sermonear», y para que lo sepas, es nuestro deber como Policías Imperiales responsables, el velar e imponer autoridad cuando algo va mal.
—¿Sí? ¿Tú? ¿Responsable? —Se la quedó mirando con esa ceja por lo alto.
—Ehhh~~… Bueno, no tanto como quisiera. —Lo admitió con descaro chistoso al rascarse su cabeza—, pero por algo se empieza y ya soy más responsable. ¡Jum! —Se lo arguyó con su pose mimada.
—Sí, sí, sí, claro conejo de la ley, ¿Y para eso tienes que sonar igualito al «cerdo» de Katsuki, hasta en los regaños? Insisto que tienes un gusto del orto. —Arrancó a molestarla premeditadamente y sacándole su lengua al simular «asco».
—A-hh hmppp, p-por favor, no empieces con tus sandeces, Yurio. —Se sonrojó e inflo adorablemente sus mejillas muy enojada—. Yo regaño de acuerdo a las normas que me enseñaron en la T.S.P.A y Yuu… ¡Es decir! ¡Katsuki en mis clases nos dice a nosotros variadas formas de cómo hacerlo!
—Ajam… —Continuó viéndola muy malicioso—. Vamos frentona, conmigo no tienes que fingir sobre el trato que tienes con ese viejo traga-años. Tú y él se han vuelto buenos amigos. De no serlo, lo insultarías con más soltura y ni le llorarías como esposa dramática el día que lo dejaron hecho un pordiosero en el hospital. —Eso sí que la puso rojísima ante el tigre astuto y sabelotodo.
—¡¡E-eso fue d-diferente!! ¡¡Estaba en peligro y mi lindo bebé Yuuki quedaría solo de no despertar!! —Trató de justificarse con su careta de siempre pero fallando por completo—. Y si fuese cualquiera de ustedes también lloraría. Además ¿qué tiene que ver mi estima o no hacia el amargado en todo lo que yo haga?
—¡Mucho! —Atestiguó—. No sé si lo sepas anciana ilegal, y tal vez el resto no se dé cuenta pero yo si lo hago; llevas días así… ¿Por qué no aceptas de una buena vez de que quizás aparte de ser “solo su amiga”, sí tengas más afinidad por el tocino japonés de otra “forma”?
—»¿De otra forma…?»—Ya se vio confundida la conejita despistada, hasta que su cerebro pudo embonar correctamente lo que quiso decir Plisetsky—. WAIT!…WHAT?! ¡C-claro N-no! ¡ES IMPOSIBLE! ¡NO! ¡NO! ¡NO! ¡NO! ¡¡¡NEVER!!! —La pobre renegó ante esa calamitosa posibilidad—. ¡A mí no me gusta mi jefe! ¡Y nunca me gustará! ¡¿Cómo se te ocurre pensar eso?! ¡¡¿Estás drogado?!!
—¿En serio osas decirme cosas como «esta» a tu edad o de verdad no te has pillado?
—Pues, pues, p-p-pues… ¡¡¡Yo no te entiendo!!! —Vicky se quejó aún más infantil cerrándose a la banda —, ¡Y deja de decir tonterías como esa!
—¿Decirte que te gusta el enano es una tontería?
—¡SIIII!
Yuri Inhalaba y exhalaba ese aire frustrado. Daba por sentado de que Vickytoria era alguien realmente lenteja en las velas del amor. Supuso bien en vigilarla, aunque debía asimilar el hecho de recordar por boca del hámster o del suizo cabaretero que la mocosa estuvo casi toda una vida encerrada en su castillo de cristal, logrando que su tía le omitiera el tantear cosas que cualquier adolescente de su edad ya debería haber experimentado o bien, recién lo está haciendo (Solo que aún no lo sabe) y Vicky se malhumoraba o perdía los estribos cada que Yuri le tocaba el tema.
Veamos, Yuuri era su maestro, su jefe y su amigo, uno bastante importante para ella, uno que día tras día ocupaba un espacio muy pero muy especial por todo lo que significó el conocerlo de niña y ahora en su actual presente como severo Oficial. Y bueno, aparte de ello, Yuuri también era como ese noble y sabio caballero guardián de antaño que siempre ronda por su seguridad o la guía en sus disparates.
—»Aunque Yuuri no es mal partido para cualquiera, solo hay que sobrellevar su lado cuadriculado un poco y su encanto adorable resaltará»…— caviló eso por un momento en su distracción al llevarse sus dedo índice a sus labios. Ah pero al rato…—WAHHHHGGG!!! ¡¡¡¿EN QUÉ RAYOS ESTOY PENSANDO?!!! ¡¡¡NOOOOO!!! ¡¡ME MUEROOO!!~~ —Gritaba cualquier cosa de la nada al tirarse al suelo abnegadamente en su desgracia e hizo encrespar al ruso huraño, asustándolo en el proceso.
Ella no podría ver a quien es su maestro de otra forma, no puede, no quiere… ¿O tal vez sí pueda y recién cae en cuenta?
¿Ni siquiera sabe el por qué están hablando de algo como eso?
¡Le era imposible! ¡La Barbie oxigenada tenía la culpa por relucir esas extrañezas en esos últimos días! Y ahora no puede evitar hacerse cierto interrogante: ¿Qué era Yuuri para ella… ?
—«Basta, cariño…Yuuri es… Yuuri es solo Yuuri»… —Concluyó en su mente al tratar de calmarse.
Quería responderle eso, sin embargo perdió valor y eligió irse por otro lado para no delatarse. Peinó su mechón con porte y solo se limitó a cortar la santísima conversación.
—Ya deja de inventar cosas, lo diré una vez más; é-él es y será mi amigo, pero sigue siendo mi jefe. Uno de muy alto rango, bastante centrado y con demasiadas ocupaciones en su cabeza como para perder su tiempo en una…
—¿»Chiquilla» como tú…? —Completó—. Ohhh, ¿me estás diciendo que ya has pensado el ser su novia, frentona? —Su risa altanera resplandeció.
— ¡¡¡¡¿QUUUÉÉÉÉÉÉÉÉ?!!!
—Deberás esperar a tus dieciocho para serlo y tener la legalidad porque podrían meter a ese cabrón preso en la cárcel, ¿sabías? —El brillo de maldad en los jades de Yuri fue insistente tras su broma y Vickytoria captó en su inocencia que Yuri lo mal-interpretó todo (o eso le hizo creer el maldito ruso nada más para ver sus reacciones) Ella, con el soponcio en sus venas y siendo digna hija del rey dramático ruso, Andrei Nikiforov, le aclaró de golpe las locuras de ese gato rastrero que tiene por compañero de ley.
— ¡¡¡NOOOOOOOOOOOOOOO!!!!! ¡NO ES ASÍ! ¡YO NO QUIERO SER SU NOVIA! ¡¡ESO NO ES AMAZING!!
—¿Entonces, dejarás que cualquier día se venga una aparecida y te quite al enano de tu vida o que él tenga novias a futuro? —Metió esa puya o incertidumbre en la cabecita curiosa de hebras platinadas.
Pero Yuri tampoco dejó de preguntarse si ese cerdo alguna vez tuvo parejas o algo por el estilo.
—El T.C Katsuki… P-puede hacer l-lo que quiera, solo soy su amiga. —Se sintió incomoda al responder eso, además de no poder con el poema que era su rostro.
—¿Segura Usaforov? —La retó—. Los celos pueden aparecer en cualquier momento.
—Ya dije que no me interesa, Tigresky… —Hizo como si no le importara el dardo lanzado por Yuri.
No obstante la revoltura en su estómago continuó ante esa negativa y cada que analizaba más los fraseos de colega ruso sobre el asunto que hablaban o de imaginarse a Yuuri con alguien más le hacía un clic involuntario en Vickytoria. Ella, prosiguió muy a la defensiva.
—De todos modos Y-Yuuri no es… De los que se meta con cualquier persona de buenas a primeras, hasta donde sé no tiene pareja y sí es que la tiene, cosa que sería muy raro ya que Phichit o Chris nos los dirían, eso no me compete porque soy solo una subordinada más en su vida, solo eso. —Y pese a que estaba dándole la espalda como toda una diva al ruso, sus pequeñitas orejas de color carmín la volvieron a delatar.
—Puede que tengas razón… —»Más ese hijo de puta no deja de ser alguien aventajado que sabe bien lo que hace y lo que provoca en ti, Vickytoria»….
Se guardó eso para sí mismo al final sonriendo con presunción. Ya no hay dudas para él que esa niña en su inexperto ser demuestra un “interés” por el cabrón de ojos rasgados. Pretendía inmortalizar sus burlas con Vickytoria, pero el cómico lío fue interrumpido cuando aparece corriendo un Oficial ordinario bastante alterado hacia ellos. Yuri y Vickytoria le preguntaron muy extrañados sobre lo sucedido, este dio explicaciones enredadas en su vago inglés revuelto con japonés de que un grupo de Oficiales que no pertenecen a sus divisiones aspiraban llevase todas las evidencias incluyendo los capturados bajo una orden judicial.
Vicky no entendió mucho pero Yuri, sin demora supo concebir este tipo de jugadas. Cambió su chip a uno dominante. Necesitaba sacar al suizo de la reunión en la que estaba para que estuviese presente y por lo menos ganar algo tiempo para impedir que se tomaran todo la faena que sudaron con mucho esfuerzo.
—¿Yura, qué está pasando?
—Solo acompáñame, Vickytoria. —Le nombró serio con un semblante de pocos amigos—. Te explicaré en el camino.
De inmediato mandó al Oficial ordinario en su búsqueda y avisó a los demás por su intercomunicador o su bíper para que llegaran al sitio de concentración.

En la Mansión a las afueras de Taitō – Tokyo / Japón
Inicios de Junio del 2017 – 4:30 P.M (mismo Día)
Vickytoria acompañaba a un Yuri inexpresivo por cierto lugar donde se estaba efectuando una grave irregularidad. Al aproximarse, vio un tumulto de policías, por sus trajes deliberó que eran de la Guardia Imperial, variaba un poco en su estilo pero los colores sobrios y/o accesorios se mantenían igual. Vickytoria no sabía porque llegaron esos sujetos de una forma tan repentina o sin notificación. Eran enormes, de facciones asiáticas duras y para nada amables. De a poco tomaban todo lo que no era suyo, papeles, armas, cajas, todas las evidencias o pruebas explícitas del caso, los demás Oficiales ordinarios, los forenses o sus compañeros de igual rango que ella pertenecientes al mando de Crispino (que eran muy pocos, pues la mayoría se han ido retirando) no podían hacer nada para impedirlo y menos refutar la orden de quien los dirigía.
—¿Jefe, esto también?
—Mi orden fue clara, Ozuna. Dije todo. Eso también nos lo llevaremos a nuestra base.
—¿Se puede saber qué carajos está pasando aquí? —Plisetsky impuso su voz en perfecto inglés.
Voz que no pasó por alto para el sujeto cuyo rango era superior a cualquiera de los presentes. Todos los que obstaculizaban el camino al rubio de ojos verdes le abrieron la brecha y al fin el joven llegó a su destino teniendo a la Oficial Nikiforova a un costado. De pronto, los Oficiales Imperiales de la otra prefectura desenfundaron sus armas apuntándole sin piedad a Plisetsky o buscando quebrantar su espíritu.
—»Ilusos»… —Pensó Yuri.
Sí aquellos creyeron asustarle, están muy equivocados. Yuri es un hombre de acciones, está acostumbrado a manejar presiones, y de hecho, todo lo que hizo fue mirarles con una prepotencia única y sin igual que dejó perplejos a sus «francotiradores»; Nikiforova en sus nervios tampoco permitió que estos la hicieran sucumbir al temor; a ciencia cierta, podrá aparentar ternura con la vestimenta que lleva puesta, más se puso a la altura respirando hondo sacando su casta de loba siberiana, sin abandonar a quien era su cabo primero, y mirando fijamente al señor de contextura intermedia.
Con una señal fría y creída, el desconocido desistió de la guardia que le rodeaba, pero sus lacayos no dejaban de estar alertas y dispuestos a disparar.
—¿Acaso no saben que esa no es la manera de recibir a quien es su «jefe de rango» en este territorio?
—Sin ofender, pero la Oficial y yo solo rendimos cuentas al General o su mano derecha del F.E.G.I al cual pertenecemos. —Plisetsky fue seco, además de mostrar su 9 milímetros en respuesta—. No de aquellos gusanos que vengan a tomar lo que «no« es suyo o que tengan el descaro de apuntarnos en la jodida cara.

Los Oficiales del otro bando no creían el cinismo con el cual el extranjero se animó a devolverles la gesta, Vicky se ha tensado y el jefe de mando, callado por unos microsegundos, no demoró en hablarle así como los otros mantenían sus miras láseres en ellos.
—Allí temo que si se equivoca, extranjero. —Invitó nuevamente a todos a bajar sus armas y él siguió—. Están en Taitō, que es uno de los barrios especiales de Tokyo y el cual está bajo mi jurisdicción. Ustedes llegaron aquí sin permiso alguno a realizar operativos de los cuales no se me fue informado.
—¡Oh qué bien! ¿Y por eso nos hará creer que no sabía de esto hasta ahora? —Yuri no mordió su serpentina lengua para nada ante el mayor—. No somos imbéciles.
—Con el debido respeto señor, pero mi Cabo Primero y mi persona no nos creemos su excusa. De haber querido ayudarnos se hubiese unido a nuestro operativo y por el contrario, dejaron que hiciéramos el trabajo para después apoderarse de la manera más fácil lo que no les pertenece. ¿No es así? —Y Vicky ha de atribuirse el resto de la confrontación
—Oh nada de eso, yo no lo llamaría de esa forma. —La actitud altiva y diplomática de Vickytoria o la altanería en Yuri no les cayó para nada en gracia, pero bien, supo disimularlo—. Aunque como sabrán, estos son procesos legítimos que me ha otorgado la fiscalía de mi zona. No tienen un papel de soporte que les valide lo realizado, por ende todo lo que han incautado me pertenece hasta nueva orden. Simple protocolo de rutina.
—¡Huh!, rutina mis huevos. —Yuri en medio de su cabreo trató de no propinarle un tiro en toda la frente, guardó su arma antes de verse tentado—. El operativo fue reportado a las ANPS de ambas prefecturas.
—Y eso usted lo sabe perfectamente. —Completó Vickytoria.
—Es mi labor como «Teniente Coronel» respetar la ley… ¿No? —Les miró con arrogancia tras su presentación—. ¿Disculpen?, ¿y ustedes son? —Yuri y Vicky debieron frenarse un poco viendo el cargo que ostentaba el pelele frente a ellos, pero no se dejaron intimidar.
—Cabo Primero Plisetsky de la FBS en Rusia, en su país tengo el rango de C.P Imperial y mi compañera es la Oficial Imperial Nikiforova, ambos somos del F.E.G.I de Shibuya.
—¡Oh! ¡Ya veo! Debí suponer que tanto «forastero» era de ese lugar, además de «la chica» que tiene de boca en boca a sus filas como al Jefe de línea que les dirige. ¡Vaya sorpresa! —Sus hombres no omitieron risa alguna de ese fraseo camuflado con indirectas hacia ella, Yuri gruñía entre dientes y con una mala actitud de la cual el superior engreído se dio cuenta—. No lo tome a mal, C.P. Blutousky.
—Plisetsky.
—«Eso…” La división en la que están ha tenido sus “falencias” como “antecedentes” con eso de aceptar a extranjeros o convenios innecesarios.—El mordaz comentario fue en su contra y no tardó en dirigirse a Vickytoria—. Pero creo que al aceptar por primera vez a una mujer en el rango Directivo/Tradicional en algo que es comprendido en nuestra cultura por los hombres de nuestra nación, solo ha creado polémicas o disgustos en el gremio aunque, viéndole bien, era de suponerse que fuera así de corriente como el inapropiado de su jefe…
—¡Con el T.C Katsuki no se meta! —Vicky sorprendió a todos al hablar así tan demandante—. Sé muy bien el revuelo que he causado al momento de ingresar en la cúpula policial de su país, de mis aciertos como desaciertos, y son más los triunfos que he obtenido gracias a la buena diligencia o las pautas que el señor Katsuki y su gente han tenido conmigo. Lo que no voy permitir es que enloden el nombre de mi institución, de mis colegas y menos del T.C Katsuki en mi presencia.
Vicky ya estaba acostumbrada a que hablaran pestilencias a sus espaldas en la alta sociedad de la austera Rusia o de no prestar ni pizca atención a lo más mínimo; sin embargo, esta vez sí se sintió realmente mal e impotente, porque ya no se trataba de lo que dijeran o no de ella, era de Yuuri y de su buena labor. No consentiría que ningún fulano de cuarta, pordebajeara todas las metas bien logradas de su jefe.
Muchos de los Oficiales ordinarios inferiores que servían de apoyo así como los que conformaban el equipo de Crispino, estaban de acuerdo con la muchacha pero debieron retirarse por órdenes del superior dejando solos al par de muchachos extranjeros.
—¿Oiga jefe, y si le da a una lección?
—Es solo cuestión que chasquee sus dedos y nos la llevamos por revelarse a su autoridad.
—Déjenlo así, señores. Es divertido. ¿No les parece?
—Sí vuelve a opinar cualquier cosa o calumnia en contra del T.C, se las verá conmigo.
—¿Lo dice una novata que juega a ser policía con esa ropa? —Habló uno de los Oficiales corpulentos en contra, los otros rieron—. Para lo único que servirías es el ser un adorno en mi casa.
—O quizás en tu cama, amigo. Hay que admitir que cuerpo sí tiene la «supuesta» Oficial. —Soltó el segundo sujeto con descaro.
—Otro comentario más de ella, y no sabrás quien mierda te golpeó, bastardo.
—Yura… Espera, déjalos no pasa nada.
—¿Y ellos creen que pueden faltarte al respeto solo porque están con su jefe o en su zona? ¡Ni de coña!
No estaba nada cómoda con esto, temía que todo se saliera de control con Plisetsky enfurecido, y en su límite dando un par de pasos a ellos. El C.P no la pensará dos veces para sonarles la boca a golpes.
—¿Quién lo dice, florecita?
—¡Yo lo digo, Perro! ¡Así que cierra tu hocico! ¡Ella ha hecho mérito en ganarse su lugar en el F.E.G.I como cualquiera de nosotros!
—¡Plistesky! ¡Mantén tu posición! ¡Yo me encargo a partir de ahora! —Giacometti dio su orden.
Mentalmente Vicky cuando vio al Mayor Giacometti y el resto de muchachos de la cúpula principal, pudo tranquilizarse.
Todos los superiores, agentes y demás, hicieron frente rodeando a Vickytoria ya que el tal Teniente Coronel y su gente se había ensañado con ella como punto de provocación o manzana de la discordia. Claro ellos lo sabían, pero no caerían en su juego de palabras, y tampoco permitirían que su colega sufriera de manera injustificada el peso de algo que no le corresponde; no obstante la culpa ya estaba carcomiendo a Vicky por ser el blanco.
Giacometti tuvo una acalorada discusión con ese hombre, una cuestión llevó a la otra y luego la cosa pintó para peor.
—Mis papeles temporales te sirven y lo sabes, Sagara.
—Teniente Coronel Sagara para ti, Giacometti. Conoces mis leyes. —El hombre de apellido «Sagara» ya estaba aburrido—. Prefiero los originales; por consiguiente, lo que hayan incautado en el operativo de hoy me pertenece hasta nueva orden.
Altin, Leroy, Babicheva más el resto se indignaron con el hecho, Plisetsky no se quedó callado, llamando «cínico» al cabrón que se estaba atribuyendo sin derecho alguno el allanamiento perpetrado, y apretaba por mucho sus nudillos hasta dejarlos blancos de la ira.
—Di lo que quieras forastero, y agradece que no te he metido preso por difamación o fomentación de violencia directa a mis Oficiales.
—¡Eso es absurdo! —Refutó esa mentira—. ¡Ellos sacaron sus armas, yo solo defendí mi integridad y la de mi compañera! —Dijo sin rodeos Yuri.
—Es verdad. Mi Cabo nunca los amenazó. Debería darle vergüenza en abusar de su poder, señor. —Vickytoria no compartía las injusticias.
—Y usted no está en posición de hacer reclamos, niña. ¿Señores saben qué? Tomen todo, vayámonos y traigan a esos buscapleitos conmigo. Un par de días en el calabozo les sentará de maravilla. —Los hombres intentaron acercarse a ambos rusos y Giacometti se interpuso.
Yuri retrocedió un poco atrayendo a Vicky con él, así como sus camaradas no dudaron en usar la fuerza en caso de pasar a mayores.
—¿Qué crees que haces? —Michelle inició.
—Te estás pasando de la raya, Sagara. —Phichit no demoró en hablar.
—Ellos son mis subordinados, por ningún motivo dejaré que te los lleves. —Christopher fue claro.
—Y yo tengo un maldito rango mayor que el tuyo o que el esos dos. No tienen los malditos documentos y están en mi fregada zona, puedo hacer lo que me plazca.
—Y tú deberías cerrar la letrina que tienes por Boca, Daisuke…
Todos giraron al escuchar esa voz reservada, severa y reconocible por donde se le escuchase.
Vicky no puede evitar pasmarse al nombrarlo involuntariamente. Paso tras paso y portando solemnemente el uniforme que le caracteriza como Teniente Coronel en Shibuya, Katsuki Yuuri con un Emil Nekola apresurado, han llegado en el tiempo exacto de esa crítica escena. Phichit, Michelle y Christopher debieron suponer que su teatro no les duraría mucho y que Yuuri se enteró del asunto al toparse con el checo (misterio del cual no saben cómo le hizo). Igual, agradecen su arribo oportuno.
—No se supone que deberías guardarme respeto al ser mayor que tú, Yuuri. —El T.C Sagara fue irónico con su rival—. ¿Qué clase de modales japoneses son esos al tutearme?
—¿Y acaso debería tenerlo contigo? —La cara del contrario, quien le gana por muchos años se le deformó por esa mención haciéndolo irritar internamente —. Solo lo hago con aquellos que realmente lo merezcan, y te recuerdo que ambos poseemos el mismo rango aunque… dudo que lo hayas obtenido de forma decente. —Katsuki sonrió duro al intuir el gesto de desagrado.
Plisetsky, Giacometti o los demás debían admitir que Katsuki en modo «nefasto» con sus enemigos era un deleite. Nikiforova solo quería que esto acabara, no deseaba meterlo en problemas. El T.C de Shibuya terminó de acercarse.
—Te hacía apaleado en el hospital, mis allegados de Shibuya no daban ni un «yen» por ti. Me alegra verte repuesto.
—Lo sé. ¿Es una verdadera lástima para tí, verdad? —El sarcasmo negro de Yuuri se elevó—. Ahora estoy aquí, impidiendo cualquier movimiento sucio de tu parte, Sagara.
—Oh para nada… Solo seguía mi protocolo.
—Dejémonos de falsedades. —Con esa neutralidad latente que le caracteriza fue directo al grano—. Será mejor que alejes a tus «perros» de mis Oficiales o sino me veré obligado a usar otros recursos.
—¿Sí es que a eso que tienes les puedes llamar «Oficiales»?
—A simple vista, ese par de forasteros se ven como unos críos rebeldes. —Fue casual en su diálogo e incluso tomó una postura interesante—. Mmm… Pensando bien lo son, lo admito. —Yuri y Vicky se les marcaron un par de venas rojas por esa fea mención. Sin embargo Yuuri solo preparaba terreno en medio de su practicidad.
—Pero una vez que les ves en acción, diré que Plisetsky es de los mejores en cuanto a entrenamiento táctico y manejo de operativos bajo presión, lo de hoy fue un claro ejemplo, no por nada le llaman el tigre de Rusia y es digno de representar el legado del señor Nikolay Plisetsky.
Yuri no esperaba ese halago tan directo de su jefe hacia él o de su abuelo, ni sabía cómo reaccionar quedando de piedra y bajando sus ánimos de querer matarlo.
—Y si hablo de mí Oficial Imperial, el que sea joven no la hace menos que nadie. Sus niveles de deducción al hilar los casos incongruentes llegan a un noventa y nueve por ciento de efectividad, que hasta el más experimentado de tus hombres se asombraría. Es lo que se espera de la hija del legendario Detective de élite, Andrei Nikiforov.
Con Vickytoria, digamos que su renuencia fue peor al poner su cara totalmente roja porque su bonito-amargado, la tiene en cuenta.
—Del crio no lo dudo, se le ve su experiencia pero de la chica e intento de policía que tienes en tus filas, está en veremos. —Descartó hondamente los alcances de Nikiforova y su veneno no acabó con esa simple conclusión—. Igual debería darte vergüenza en aceptar a gente de afuera. ¡Peor aún! ¡Añades a mujeres! Nuestros F.E.G.I.S se han caracterizado por ser la élite y mantenerse a la vanguardia policial durante años siendo la envidia de muchas naciones. Los cargos llevados a cabo es competencia exclusiva de nosotros. Tú, tu hermano y tu General siempre se han empeñado en destrozar la ideología de nuestras tradiciones.
—Los tiempos cambian, Sagara… —Fue enfático recordando esa frase del Ex-Sargento Katsuki en vida—. Todo en este mundo de intrigas, cambia. Japón no puede relegarse en el pasado o encerrarse en sí mismo como en las eras de antaño, todos pueden aportar independiente de que sean hombres o mujeres para dar el máximo cuando se trata de proteger vidas y sí es para bien, que así sea; pero no viene al caso hablar de nuestras rivalidades, de historia o arcaísmos obsoletos. —Yuuri no demoró en llamar a Nekola a su lado.
El Oficial hizo entrega de tres documentos con distintos remitentes reglamentarios que acreditan que el operativo realizado es legítimo, dejando al T.C de Taitō con un humor de mierda.
Daisuke Sagara, Teniente Coronel y Comandante principal de todo el F.E.G.I de la prefectura de Taitō o sus alrededores; hombre de treinta y cuatro años, destacado por ser alguien oportunista que siempre juega a favor de su propio beneficio, aprovechándose de cualquier cosa o del poder que tiene su familia a nivel político y de la alta sociedad; estaba seguro que esos documentos tardarían mínimo una semana en solicitarse.
Ya había hecho sus averiguaciones previas y conocía de primera mano que Katsuki no estaba al frente por su convalecencia, y que su equipo decidió adelantar por su cuenta variadas investigaciones.
Dentro de ellas, la que hicieron en el día de hoy.
Lo que no se imaginó, era que Katsuki ya estaba de vuelta al ruedo y que tendría una comisión en dicho barrio o distrito especial en la A.N.P de ese lugar como representante de su prefectura y al encontrarse con Nekola en las horas de la mañana, el checo debió escupirle todo lo que sabía, por lo que optimizó su tiempo previendo algo como esto.
Yuuri Katsuki, en sus palabras resaltó cada cuchillo o reglamento que hería el orgullo de su colega directo, Daisuke Sagara. Expulsando el aire iracundo producto del mal giro que tomó su “posible arribo”, le apretaba su garganta. Cada bando no desistía en mirarse minuciosamente o escudriñarse cualquier salida en falso, Vickytoria a un lado de su superior sentía que las cargas estaban en un punto delicado, además de no disimular su desasosiego al juguetear con sus manos, temía por alguna trifulca o algo parecido. Yuuri supo darse cuenta al mirarle de soslayo por lo que la “serenó muy “a su manera” en su reservado modo de ser.
—¿Y bien? —Sin dejar de observar a su homónimo de rango con austeridad, posó su mano sobre el hombro de la Oficial captando su curiosa atención y logrando su objetivo de calmarla o de reconfortarle seguridad—. ¿Todo en orden o falta algo más que agregar, T.C Sagara?
—Todo en orden. —Fingió cortesía.
—Perfecto, porque lo que tengan tus hombres en contra de mis muchachos o de mi Oficial, pueden resuélvelo en los combates oficiales de los F.E.G.I.S que están próximos a realizarse por órdenes del Emperador en el distrito de Shinagawa.
—»Entonces lo que dijo el hámster de los combates si es cierto…» —Recordó el Yuri ruso la peculiar mención—. «Ahhh, como lo voy a disfrutar»
Ya quería que hagan el dichoso evento para romperle los huesos a esos charlatanes que osaron burlarse, tal cual como se ha tornado su cuello. Al final Sagara, en medio de su realidad que no aflojaba la opresión, debió ceder a ese estallido explícito, así que se pronunció.
—No te preocupes, así será. —De no hacerlo Katsuki podría levantarle algún salvoconducto por irregularidad—. ¡Señores! ¡Rompan filas y larguémonos de aquí!
—Pero jefe… —Intentó oponerse y Sagara al caminar lentamente en dirección de la salida llegó con su subordinado.
—Ya di mi orden, Ozuna. Katsuki y su gente lamentaran esto. Los humillaremos públicamente en el evento.
—¡Si señor! —Afirmó y luego habló en voz alta para su comarca—. ¡Ya oyeron al T.C Sagara! ¡Despejen el lugar!
Poco a poco cada Oficial Imperial fue retirándose junto a su líder de Taitō, Crispino y los muchachos del E.E.I y su división pudieron respirar un poco mejor después de ese agite. Los forenses, los investigadores, los oficiales ordinarios y los otros colaboradores fueron en busca de los capturados, las pruebas o evidencias.
Vickytoria más atrás con Yuri, Otabek, Emil, Phichit y Jean agradecían a los cielos con ese suspiro estresado que estaba a nada de pasar a mayores pero, a pocos metros de ellos; Yuuri no perdió el norte.
Necesitaba poner los puntos claros e imponer las posibles sanciones a uno de sus hombres de confianza por no brindarle detalle alguno de sus movimientos.
—Te espero en cinco minutos en las carpas provisionales, Giacometti.
—Yuu, de verdad que…
—Cinco minutos. —Un Katsuki cortante no lo dejó hablar más, se largó dejándolo sin pena y ni gloria.
—Mierda… —Esos fueron Yuri y Jean.
—Ya se enojó. —Completó Emil.
—Parece que el jefe Katsuki, sí volará cabezas después de todo. —Otabek lamentó por mucho que eso pasaré con el Mayor, pero la vio venir.
—¿Y no podemos hacer algo, Phi? —Habló Vickytoria preocupada.
—Por más que aboguemos será complicado porque Chris era el segundo al mando, pequeña. Todas las responsabilidades recaen sobre él.
—Chris se metió en ese lío por mi culpa… Tengo que hacer algo…
—¡Tks! ¡Esa Conejo siempre se mete en donde no le llaman! ¡Oe! ¡Oe! ¡Espera!
Otabek lo aguantó, cualquier intento de persuadirla sería inútil, y la pelusa plateada se ha pirado hasta que su silueta se difuminaba al estar distante de aquella mansión.

Campamento de concentración en Taitō – Tokyo / Japón
Inicios de Junio del 2017 – 4:40 P.M (mismo Día)
A los cinco minutos, Katsuki Yuuri ya tenía frente a su escritorio al Mayor Giacometti rindiéndole el descargue permitido como lo atribuyen los estatutos gubernamentales de su nación y así tomar la mejor decisión (o en su caso “sanción”) por omitirle información de importancia. En la sección final que insinúan resquicios, grietas, y demás que justificaran sus movidas, comprendió un tanto el actuar de él o de los muchachos para no preocuparle y que éste, tomase bien su estado de convalecencia, pero su deber quiéralo o no, era el advertirle sobre posibles cambios o atribuciones que sean de su competencia.
Empezando por las acciones apresuradas que organizaron al ir a un distrito distinto sin los permisos asegurados, el de recrear estrategias sin consultarle o que mediante un puesto de control bastante bajo inmovilizaran a cerca de una gran muchedumbre de personas que pertenecían a la estructura criminal de los Kazumas, teniendo como chivo expiatorio a la más novata del grupo cuando pudieron incorporar a alguien más experimentado.
—Al menos pudiste decirme el lugar donde se cubriría el cateo de mayor importancia. ¿Sabes lo que hubiese pasado si no tuviera esos papeles conmigo o de no toparme con Nekola?
—Si lo sé, fue un error momentáneo de mi parte, pensé que con preaviso temporal de la A.N.P le bastaría a ese imbécil.
—¡Con ese «imbécil» nada es suficiente y ese «imbécil» casi se nos roba un anexo, Giacometti!
Ni ángel de redención y ni acto bien habido hacia aquellos auspiciadores de lo malo permitirían que Katsuki Yuuri se ablandara con su amigo y colega.
Vickytoria escuchaba toda la conversación detrás de las telas rústicas y plásticas que cubrían ese perímetro reservado sin que los dos superiores se dieran cuenta de su presencia. Christopher debió ir a otra de las carpas por un momento a buscar el formulario que le ha pedido Yuuri y en lo que regresaba, Vickytoria tomó valor para convencer a su jefe de que no arremetiera del todo con él.
—¡Bien Muñeca! ¡Tú generaste esto, tú lo arreglas!
Se alentó así misma inflando su pecho cual pavo real antes de abrir la cortina. Yuuri sintió el ruido y le vio allí aparentando fortaleza cuando la verdad estaba nerviosa por dentro. Ya le conocía sus impulsos. Siguió revisando el papeleo de su escritorio y ella retomó la charla.
—Ahammm… Señor… ¿Puedo pasar?
—¿No veo por qué darte la entrada cuando usted sola se ha auto-invitado, Nikiforov? —Eso fue funesto de su parte.
—»Me llamó por mi apellido”, “¡Ok!” “¡Empezamos con el pie izquierdo, Vicky…!” —Se lo dijo para sí con esa gota escurridiza, su boca chistosa acorazonada y su cara de: “Ese hombre me matará”
Aquella señal le ha ayudado a detectar que él continuaba enojado y Yuuri decidió respirar unos segundos para así no arremeter contra la pobre muchacha vestida de «colegiala».
—Hoy no estoy para juegos o charlas, Nikiforov. Estoy muy ocupado arreglando la novatada que hizo Giacometti, sin mencionar el operativo que es otro asunto que aún no he tratado.
—Yo… L-lo sé…—Ella lo aceptó—. Pero en cuanto a lo último…R-r-resulta que parte de esa idea fue…»mía»
—¿Hmm? ¿Así que tuya?—Eso sí que le llamó tremendamente su escucha—. ¿Por qué no era de extrañarme?
Yuuri mucho más irritado, pensó que “Vicky”, no es “Vicky” sí no se metía directamente en el “problema” y ella sintió un respingo asustado al oírle ese sonido cabreado.
—Tienes un minuto para explicarte, Nikiforov.
—V-verá… Yo estuve escuchado la conversación...
—Van cincuenta y siete segundos… —Observaba su reloj de pulso—. Se acaba el tiempo, ¡ve al grano!
—¡Waagyaghh!..¡Y-ya voy!… —Se aminoró y tartamudeó como si fuese una niña pequeña en ese instante más no quería perder la batalla. Tomó un gran respiro para mirarle a sus ojos con sus ademanes adorables, y le sumó su terca determinación—. Sé que no debería de estar aquí, pero parte de que todos los chicos incluyendo a Christopher hicieran esta locura fue por mi culpa y…—Vicky de apoco expresó como ocurrieron las cosas.
Le dijo que ella planteó la idea al ver que sus camaradas buscaban la forma de entrar en plena seguridad a ese lugar y tomarse todas las precauciones de salvaguardar las vidas de los civiles. Que se ofreció como voluntaria con el propósito de despistar al enemigo que dentro de poco se llevarían a esas niñas lejos de su hogar a ejercer esa bajeza en contra de su voluntad, que aun con Plisetsky o Crispino tratando de llevarle la oposición, ella inquirió más y más argumentos, hasta que poco a poco fue convenciéndolos.
Yuuri con rostro íntegro y con sus dedos tomando parte de su lozana barbilla, no dejó escapar cada punto, coma o letra de ella. Vickytoria fue llenándose de más confianza o atribuyéndose una seriedad poco usual que en cierto modo lo desconcertó, y mientras más le oía los procesos y cuidados ocupados en dicho operativo, pudo cerciorarse que la planeación aun si fuese organizada a la rápida; contó con todas las normas y cumplimientos exigidos.
¿Que era un tanto burdo?, ¡sí!; pero lo suficientemente efectivo para sorprender al enemigo acabando con esa red en simultáneo con lo que pasaba en los otros puntos de Shibuya.
—Es por eso que no les quedó otra opción a los demás, incluyendo a mi Mayor, de seguirme el juego. Sé que todo pudo salir mal de no tratarse con cautela, así que de mi parte di lo mejor de mí para que no hubiese errores o riesgos y que el resto pudieran entrar a realizar su trabajo. Ahora, si lo que hice perjudicará al Mayor Giacometti o mis allegados, entonces es justo que a mí y solo a mí se me imputen los cargos, Señor.
Vickytoria terminó su ponencia acercándose a escritorio, apoyándose en él usando sus manos y dándole sus claras intenciones de echarse toda la culpa. Al parecer su actitud corporal como la chispa vivaz y necia que carga no le hará cambiar de opinión, por lo que el T.C Katsuki revaloró sus condiciones en esa pose pensante sin decir nada. En su meditar, si él estuviese en esa encrucijada no tendría otra alternativa que apelar a dicha idea. Obvio, tal vez la hubiese armado de manera sutil sin dejar de ser igual o más agresiva manteniendo las bases, pero lo hecho hasta ahora les ha funcionado.
Eso y que a ciencia cierta, lo que lo ha dejado más absorto sin expresarlo abiertamente, es la madurez y actitud profesional con la cual Vickytoria se ha tomado el asunto.
—«Vaya novedad. Nada mal, Nikiforov…” —Fue todo lo que pensó.
La “Vicky” que recién ingresó a su cúpula hace unos meses atrás estaría relinchando como yegua llorona, pero está “Vicky” actual que sigue en ascenso, es la “Vicky” que desea seguir viendo en los operativos.
Quizás ya lo ha venido forjando desde hace mucho pero lo de hoy le confirma que la Oficial está en plena conciencia de lo que hace y que por fin se comporta a la altura. No negará sentirse orgulloso siendo su superior y maestro. Igual Katsuki no canta del todo “victoria”, sabe que su pupila aun es joven y que puede cometer sus fallas, mas no deja de alegrarse por el buen camino que va escalando.
Él revisaba sus papeles una vez más y su mirada la enfocó nuevamente en esos ojos azules que en su insistencia, esperaban una respuesta suya. Por ahora Giacometti se ha salvado de algo «más grave» sin embargo, no deja de estar algo molesto al no ser notificado del todo, o que Sagara casi se arguyera lo confiscado de modo oportuno.
—Tendrás que pagarme muchas sanciones a nivel disciplinar por alentar a tus compañeros a juicios como esos. También en tus entrenamientos o labores comunitarios. ¿Comprendes, Nikiforov?
—¡¿Eso quiere decir que no sancionarás a Chris, Yuu~~ri?! —Vicky regresó a su aura infantil y se le iluminaron sus ojitos curiosos poniéndose muy alegre.
Cosa que rompió la seriedad con la cual Yuuri le miraba, Nikiforova se dio cuenta y llegó a colorearse pidiendo muchas disculpas al guardar su compostura de “dizque oficial” e hizo que Yuuri expulsara un vaho resignado por esos arranques, además del trato informal. Entre otras cosas… El suizo tenía rato de estar parado detrás de las cortinas de plástico, escuchando todo con buen punto chismoso y encantado como nunca; tendrá que hacerle un altar a su «Santa coneja: patrona de los Germanos pervertidos» por ampararlo de su agrísimo-jefe sensual.
—No del todo. —Katsuki, acomodó sus lentes mientras que Vicky solo pudo inflar sus mofletes en respuesta desanimándose.
Esa gracia provocó que el liberara una línea curva amistosa de sus labios para ella y le respondió de la misma forma solo que más dócil.
—Al menos el sinvergüenza de tu Mayor se salvó de algo “peor” porque tú y el equipo sortearon bien su “parte”, pero sigo enojado por otros conductos…—Katsuki le explicó que su disgusto en sí, fue por la jugada que Sagara pretendía hacerles.
Él suele dar autonomía a sus subordinados cuando están en otros distritos, no obstante, cuando se trata de practicar labores en Taitō, lo mínimo que pide es una notificación para ir a un paso adelante y cubrir posibles anomalías como lo ocurrido en el día de hoy. Ningún F.E.G.I tiene buen trato con la sucursal hallada en Taitō por sus privanzas preferenciales u oficiales arrogantes.
Todas han tenido rivalidades por años con ellos y se ha intensificado desde que Sagara asumió el poder. Poniendo miles trabas a cualquier comarca que desee internarse o que sus operativos se topen en ese distrito o barrio especial.
—Ese tal “Sagara…” ¡Ni me hables de ese sujeto! ¡Es un atrevido de cuarta que no tiene ni la más mínima decencia! ¿Puedes creer que se atrevió a enarcar sus uñas amenazantes en contra de Yurio? ¿O que luego pasó a insultarte y devaluar tus méritos en mi presencia?
El “Eh” de Yuuri fue impagable así como su cara o parpadear.
¡Esa mujer estaba dulcemente furiosa!
La vena roja marcada, su indiscreción e histeria elitista Nikiforov-neana salió a flote de la boca acorazonada y sin chistar en su malcriada divosidad. Por un momento ella se olvidó del mundo, siguió con su enojo despotricando y remedando al tipo en mención. En cambio a Yuuri, sintió un nostálgico sentimiento. Su jefe Andrei muy pocas veces solía explotar así cuando algo realmente no le agradaba o cuando se metían con Kouji incluyéndolo a él por ser su pupilo y debía calmarlo. Como dicen por ahí: «De tal palo, tal astilla.»
—«Istidis Dibin guirdirmi rispito…» “si jifi ni vili nidi” ¡Ña ña ña ña ña ñeeeeeeeeh…! ¡¡¿Jaaaa?!! ¡¿Quién se cree que es como para meterse con “mis” amigos o con “mi” Yuuri?! —Soltó eso sin pensar y nuestro Yuuri se sonrojó quedando más rojo o encandilado que unas cerezas.
¿Él escuchó bien?…“¿Su, Yuuri?”
No le llamó “su teniente”, ni “su zorro amargado”. Le dijo “su Yuuri” y por segunda vez.
¡Bien!, aunque supuso que lo hizo más por el lado amistoso que por la «otra vía», él fue realista.
Sin embargo se sintió… ¿Esperanzado, quizás? El corazón le bombeaba más de lo debido tras cada oración rebelde y sincera de esa muchacha poniéndole muy alegre aunque no lo parezca.
—No es porque seas mi Jefe o mi amigo, pero eres de los mejores Oficiales superiores que hay en Japón y de los más respetados. Me da igual si dice cosas de mi, pero contigo, ¡no! —Lo señaló exagerando sus caras o su dedo redentor. Yuuri no sabe si reírse o contenerse—. ¡NO SEÑOR! ¡Ese fulano puede besar mi trasero real si quiere! Y conste que estoy siendo muy diplomática en “palabras” ¡Ya aprendí un par de insultos gracias a Yurio!
Por otro lado Chris, debió taparse la boca para no delatarse o reír como foca epiléptica con esos arrebatos de la muchacha. La coneja seguía y seguía.
—Es que con solo recordarlo quiero darle un par bofetadas y no te rías Yuuri, es en serio. —Katsuki no resistió, el negaba feliz por esos disparates sueltos de su Oficial. Vicky no paró—. No bromeo, cariño. Puedes apostarlo y si me expulsan me voy con gusto. —Con esa pose altiva de medio lado o que recomodara su mechón en su obstinación al mirar muy ceñuda a quien sabe donde, no le faltaba casi nada para cumplir su sentencia.
—“Si se vuelve a meter con mi Yuuri lo haré trizas y olvidaré mis modales de señorita…” —Pensó.
¿Así o más diva indignada?
Para ella era un sacrilegio que se metieran con su Yuuri. ¡Sí! así como leyeron otra vez: “su Yuuri” ¿Qué opinan? ¡Tres veces en un mismo día, es un gran ofertón!
—«Deberé prohibirle cualquier agresión de su parte en contra Sagara o se meterá en problemas…” —Tomó esa nota mental habiéndose sosegado y luego habló—. ¿Vicky-san? —Le llamó y ella no respondía. Optó por la otra forma—. Hey, Vicchan … —Ahora la chica sí reaccionó, volviendo a tierra con ese apodo y bajando su guardia.
—¿Ah?, ¿Dime?
—Ya pasó. Mi pleito con Sagara es “antiguo”, él buscará cualquier método para perjudicarme o de indisponer a mi gente. —Su aura adorable de conejita despistada regresó pero al terminar, ese Teniente Coronel como siempre, salió con sus “picaras maldades”—, y puedo asegurarte de que “tu Yuuri” sabe cómo frenarlo.
—¡¿Eh?! ¿C-c-c-uándo dije eso?
—Me nombraste así muchas veces sin darte cuenta en tus reclamos y sinceramente no sé cómo debería sentirme al respecto. «Zanahorias» —Yuuri en su aire maldadoso, con su codo sirviendo de apoyo a la mano empuñada en su pómulo y la sobrante en su escritorio, le miraba ladino en su hecho pensado y ella, la pequeña conejita, ahora estaba roja dela vergüenza por todo lo que expresó, y por no fijarse en ese nombramiento tan «personal»
¿Por qué demonios le llamó así? ¡Quería estar en su cuarto y no salir de allí jamás!
—¡¿Ahhh?! ¡¿Really?! ¡Tienes que estar bromeando, tal vez escuchaste mal!
—Oh no bromeo, pero tranquila «Zanahorias» ¡Haré como que nunca escuché eso en el día de hoy o esa vez en la emboscada!, más no me molesta tu halago. Me agrada.
— ¡¡¡YUURI!!!
Era ruin, un jodido hijo de puta que reía en sus adentros por cada colorete rojo que se formaba en el rostro ruso angelical en su disimulado “coquetear” según el suizo mirón de largas pestañas.
Cuando pueda se lo echará en cara. Yuuri cortó sus burlas comportándose en su ecuánime neutralidad sin olvidar esa pizca de adulamiento en sus gestos.
—En fin, Sagara querrá incomodarte con cualquier comentario, Yo no permitiré que se sobrepase contigo o con cualquiera de mis subordinados. Lo único que te pido es que no caigas en su juego, ¿De acuerdo?
—¡M-más te vale g-golpearlo con tu prácticidad o q-que ese señor no se encuentre conmigo!
Para Yuuri ya era normal que Vickytoria saliera con rabietas como esas porque sabe lo protectora que es cuando se trata de defender a sus seres queridos. Sin embargo, no negará que él quisiera verle esa épica acción recurrente sobre el idiota de Sagara. Ganas no le faltaban para alentarla.
—“Esta niña es un caso…” —Por mucho que lo deseara, no puede darse el lujo de que Vicky se meta en líos por defenderle. Prefirió reservarse aquello, dejarlo pasar y contestar con calma en lo que arreglaba sus papeles—. Si, como tú digas “zanahorias”… Solo evita los problemas para “tu jefe bonito Yuuri”, ¿Quieres?
—¡Y OLVIDATE DEL “MI YUURI”! ¡NO LO ERES, CUATRO OJOS ANTIPÁTICO! ¡JUM! —Se encapricho bien jactanciosa.
—Hey, tú sueles hacer bromas en venganza a este «antipático», y este mismo «antipático» tiene derecho a devolverlas, Miss bunny. —Fue letal con esa vuelta de su parte al arquear su ceja ganadora.
Katsuki se levantó de su asiento un tanto sonriente, para acompañarle a la salida, Vickytoria estaba reacia (y en su fase de princesa dramática), ¡Ah! más no se quería ir hasta asegurarse de que Yuuri le prometiera que no castigaría a Chris. Yuuri debió acceder a sus exigencias o sino nunca se iría, pero este por pasarse «de listo» en una de sus bromas al molestarle por su vestuario…
—Anda Nikiforov; y ya cámbiate, con esa pinta escolar te ves como una «niñita» de kinder y no como una Oficial.
—¿Perdón? ¿Niñita? —Vicky se llevó su mano al pecho por ese apelativo y le desafió devolviéndole la jugada. Ella no es ninguna pequeña, odia que la reten. Pronto montó su teatro travieso como la excelente actriz que es—. ¿Ohhh que raro?, porque eso no era lo que decían esos señores al ver a esta “niñita ilegal” en la misión. Señor amargado.
—¿Hmmm?
—Y no es por darme “bombos”, pero hice un buen trabajo bajo las exigencias de Christopher.
—Fuera Nikiforov. —Yuuri más o menos previó que esto no será nada bueno.
—¿En serio no quieres ver cómo esta “niñita” le hizo para encantar a los demás? —Vicky siguió en su juego, uno adulador sin darse cuenta de lo caliente que ha tornado su atmósfera—. A esos tipos les gustó tanto mi presencia, mi carisma y mi vestuario que se creyeron mi actuación y según ellos, yo podría ser toda una top model.
Se paseó alrededor suyo con una magnífica pasarela, donde sus caderas resaltaban en el movimiento de su falda. Al final los estilizados dedos de la señorita alcanzaron el mentón varonil de Yuuri de una caricia, y se encaramó en su escritorio con una gracia infinita y tentadora que a cualquier hombre lo haría vibrar.
—Este cuerpo tiene lo suyo, ¿no te parece, cariño?
Yuuri tragó hondo con esa sugerencia de alto voltaje para él y que para Vicky solo fue un simple comentario en su arbitraria lógica. No dejaba de sorprenderse por el descaro o cambio de actitud ocurrente de su desfachatada Oficial.
Actitud que rayaba en lo adulto y que a su parecer, le provocó un escozor dejando su piel y mejillas enrojecidas.
—V-Vickytoria, ¿q-qué crees que haces? —Inmerso en su apocada timidez, intentó regañarle olvidándose que tenía que hablarle en inglés y no japonés—. ¡Bájate de ahí! ¡T-te van a ver!
Vicky eso sí lo entendió por ser una frase muy básica, pero se hizo la desentendida. Le gustó lo que vio y lo tomará a favor de su venganza.
—¿Pero sí no he hecho nada malo, Katsuki Sensei?
Se cruzó de piernas en una pose sensual que desalineo su falda mostrando parte de sus muslos provocadores y hasta su panty hecha encaje se vio de más. Eso acaloró al pobre T.C peor de lo que ya estaba.
¿Era calor lo que tenía, resequedad en su boca o tal vez otra cosa que ya estaba por ponerse dura?
—Ahora mismo soy su tierna estudiante extranjera que no entiende nada de lo que dice, el japonés no se me da muy bien. ¿Recuerda, Katsuki Sensei?
—¡Aleluya! ¡Esto es oro puro! —Chris ya estaba a nada de soltar su carcajada en lo que tomaba fotos para usarlas como comodín en caso de verse en algún rollo con Yuuri.
La fingida inocencia en la fémina voz o los ademanes adorables con tintes atractivos que Vicky se atribuía (complementado al estudio que hizo sobre el comportamiento de algunas chicas en japón con eso de ser “tierno/moe”) en medio de sus encantos naturales o su mirada azulada, acababan con la poca moral de Yuuri. Lo otro era que él presenciara esa postura tan audaz y poco explorada en ella.
En sí, sabía que estaba jugándole una broma tras su arrebato rebelde para hacerle saber que era alguien grande en su necedad berrinchuda. Lo sabía y le constaba.
La cuestión se hallaba en su “cochina” conciencia y sus “cochinos” pensamientos pecaminosos como adulto tras imaginarse a la conejita estando sola para él, con ese look escolar y con dicha actitud corporal que no hace más que instarle a muchos actos donde la piel nieva o el sudor salino de ambos se vea involucrada.
—«Maldición…» —Una reacción involuntaria no tardó en aparecer; y lo supo disimular muy bien por ahora.
Ya no puede seguir pensando con el fuego consumiéndole sus desafueros, (de hacerlo se sentiría más indecoroso gracias a sus calientes hormonas) y busco parar la treta en esa muchacha al ponerse frente a ella con templanza, no obstante; Vicky no dejó las cosas allí. Elevó por mucho su apuesta.
—Owww eso no es divertido, ¿Ya no quieres jugar conmigo, Katsuki Sensei?
—Vickytoria, bas-basta…
—¿Eh? ¿Por qué? —Volvió a fingir dulzura curiosa con su expectante sonrisa, definitivamente obtuvo su venganza y admitió que adoraba a Yuuri en ese plan de cachorrito respetuoso e intimidado—. La estabamos pasando muy bien… —Y se acomodó a gusto en el escritorio.
Se descruzo para abrir un poco sus muslos y así hacer que Yuuri estuviese en medio de estas o que ella en sus impulsos juguetones sostuviera parte de la chaqueta imperial del contrario en sus manos. ¡Está acorralado!
—Vi-Vickytoria ya m-m-e… quedó claro tu función en el operativo, y-y-ya basta… —El rubor era visible en su cara.
Sí Vicky sigue invadiendo su espacio más de lo que ya lo ha hecho, se desplomará y de paso esa «niña» con rostro de mujer, no tardará en sentirle algo “despertado” en su entrepierna de juntarse demasiado hacia él.
—¿Disculpe? ¿No lo oí bien? —Se sintió ganadora y no paraba en su tontear.
—¡Que ya entendí!! ¡Fuiste buena y para nada infantil! ¡Ahora déjame!
—¿Hmm?

Lo dicho fue tal, que Yuuri quedó petrificado al ver su rostro tan apegado al de ese demonio angelical. Cerró sus ojos con fuerza imaginándose el final, y el subconsciente lo traicionó. No hubo beso en sus labios por parte de Vickytoria…
¡Pero si un pico en la nariz del amargado y más atrás su alegre risa!
La travesura valió la pena.
—¡Pffff Haajajajaja! ¡Debiste ver tu cara, Yuu! ¡Eso fue Amazing! —Su desfachatez era insuperable.
—¡NO VUELVAS A HACER ESO! —Yuuri se alejó lo más lejos de ella, y para ocultar su animal «despertado» desvió la atención exteriorizando su enojo.
—¿Hacer qué? ¿Hablarte así, cariño? —No lo ocultó su chabacanería al poner su dedo sobre sus propios labios acorazonados—. Oh vamos, era una pequeña broma por parte de tu «mejor» pupila. Lo sé, ¡soy una actriz genial!, ¿eh? ¡Merezco un Oscar, muchos dulces, varias sesiones de Spa y unas vacaciones con mi hermoso rollito, Yuuki!
Nadaba como pez en el agua sin darse cuenta de los estragos que le dio a ese desdichado Oficial.
—¡Anda! ¡Ríete! Deja esa cara, sé nunca harías tal cosa insulsa conmigo, porque siempre me cuidas y te portas como un príncipe azul Imperial ante esta bella princesa que tienes por Oficial. —Le agarro sus cachetes al ponerse de puntitas y los estiró con feliz desparpajo—. ¡Toma eso como un ajuste de cuentas y una lección por decirme “pequeña”, cuando soy casi una adulta… Katsuki-Sensei!

Vaya que esa muchacha no tiene remedio alguno, Yuuri quería fulminarle o reprenderla por su acto cometido, Vicky siguió con más imprudencias y sin que se lo pidiera, se le ha tirado encima para abrazarlo o rodearle su cuello usando sus brazos muy cariñosa. Con ello buscaba que le perdonase su indiscreta tomada de pelo, sabiendo la postura reservada que Yuuri tiene en ciertos temas. El como pudo, evitó que la muchachita se diera cuenta de su “problema natural” ubicándola de una forma que sus piernas o el cuerpo de ella no sintieran “aquello”
—¡Ne, ne, ne! ¿Me perdonas, Yuu? —Esa mixeada de inglés con japonés al hablar fue muy adorable.
—Mmmmm… —No le miraba, seguía disgustado y con el carmín en su cara.
¡Ah! pero bien a gusto que se encontraba con esa Oficial descarriada sobre su existencia.
—¡Di que sí! ¡Por favor, por favor, por favor! ¿Si?
—Negativo en civil. —Los ojitos azules de tierno conejito casi le convencían, más fue fuerte ante esa niña mimada—. Estamos trabajando…y d-deja de… abrazarme.
—Mooh~~ pero yo no quiero, los buenos amigos siempre se quieren o se perdonan las bromas.
—Aquí no soy tu amigo, soy tu jefe, ya sabes la regla… ¡Es una orden!
—¡Awww esto es bello! ¡No seas amargado con tu oficial y déjate consentir, Katsuki! —Interrumpió Chris al par de tortolos en potencia que le miraban su llegar.
Consideró auxiliar a su jefe de los desparpajos apapachables de la linda conejita, ella se negaba a soltarse en sus pucheros de un Yuuri renegón diciendo que no había problema porque era Chris.
Yuuri como sea se la sacó de encima aludiendo que estas son horas laborales.
—Eres muy cruel conmigo, Katsuki sensei. —Vicky fingió sentirse dolida con el japonés pero bien que le sonreía—. Y esto aún no ha terminado, puedes apostarlo. —En su guiño coqueto y el «bang», decidió irse en paz por ahora—. ¡Bye, bye~~ Chris! ¡Te dejo en las buenas manos del antipático de tu jefe!
Se despidió del suizo con su simpático gesto encantador dando media vuelta al caminar elegantemente a la salida sin dejar de revolotear su coleta en sus caprichos.
—Katsuki sensei, he de decirte que perdiste una gran oportunidad de probar los labios de tu oficial en su rol de «estudiante ilegal»
—¿Me estabas espiando?
Christopher río y le dio a entender que “si” al mostrarle su rostro sugestivo o sus pestañeos perversos para con él, un Yuuri horrorizado no le permitió hablar yéndose netamente a sus actividades o huyendo de esa carpa en su tímida actitud, algo que pocas veces el suizo podía apreciar.
Chris, le hablaba y Yuuri le ignoraba, aunque no mucho gracias al último comentario que hizo.
—Yuuri, amigo no seas así. Puedes hablar conmigo.
—No pienso decir nada; y si observaste todo, sabes que esa muchachita cometía sus imprudencias de siempre.
—Tal vez de Vicky fue una simple broma inocentona, en ti vi “otra” cosa.
—¿Qué insinúas?
—Dime la verdad, zorro amargado. ¿Te «calentaste» con Vicky, ¿cierto?
—¡¿Pero qué demonios?! —Se vio descubierto.
—¿O se te «paró» cuando ella jugueteaba contigo en su rol de estudiante? No me lo niegues, yo sé que si. —Lo terminó de matar.
—¿Cómo se te ocurre? ¡E-ella es una menor de edad y mi Oficial! …Yo no….
—Ni tan menor…Ella es una ilegal Oficial de diecisiete años que sabe muy bien lo que hace, pronto será una adulta de dieciocho, y que te atrae demasiado como mujer. Tu mirada lo dice todo y no te culpo, cuando se lo propone inconscientemente es súper candente. Yo me pondría cachondo o me vendría al instante sí me hablara de esa manera y cada día ratifico mi bisexualidad.
—¡C-CÁLLATE! —¡Listo eso fue todo! ¡Su cara estalló hecha un volcán!
—Oh La la ~ señor japonés ¿Entonces si le atiné?! ¡Ay Yuuri, eres un puerco de primera! ¡Te hacía más santo y menos “guarro” que Kouji!, ¡Igual me encanta tu fetiche y perversión! —Aplaudió ese nuevo descubrimiento y Yuuri solo apresuró su paso para no oír las pendejadas del diablo que tiene por amigo/subordinado. —¡Alto ahí Katsu, cuéntamelo todo! ¡Quizás pueda hacer que Vicky siga usando cosas sensuales para ti en los operativos de infiltración! ¡Esa cola de conejo lo vale!
—Si no cierras tu boca voy a golpearte. ¡Ve a trabajar!
—No seas Aburrido… Mira el lado amable, Al menos tendrás algún sueño húmedo con ella en la noche, ¿No? ¡WOW!
Sfx: ¡Zasss!
—¡Fallaste!
La patada lateral fue ágil y Chris pudo esquivar a tiempo, aunque este besara el piso con su enorme trasero tras caerse. Yuuri serio, rabioso y encarnado por todos los dobles sentidos del Mayor suizo, siguió su camino incómodo y soportando el endurecimiento de cierta parte de su cuerpo a otro lado.
Para nadie es un secreto que el erotismo, la atracción y el deseo son recursos urgidos en los humanos cuando se está altamente enamorado. Algo así como una velada visual en quien lo padezca; les hace querer y poseer la atención de la otra persona del cual se está interesado en dicho cortejo, al punto de imaginar cómo serían en la intimidad. E independientemente que sean heterosexuales o no, los hombres suelen ganar por mucho esa cancha debido a sus hormonas.
Son seres extremadamente instintivos, corporales y sexuales.
Obvio, la conclusión leída va por cortesía del veterano del grupo y en su experticia, Chris ha detectado que Yuuri por más neutralidad encubierta que oponga, le cuesta controlar su «libido» ante esa pequeña rusa de figura perfecta.
—«Yuuri amigo mío, estás en un bonito problema…” —Finiquitó para sí el suizo—. “Veamos por cuanto más seguirás conteniéndote ante esa diosa ilegal”
Percepciones, clarividencias, rumores o no, lo único cierto es que lo anterior es una realidad que cada individuo tiene y que por ende, cada quien tendrá su forma de afrontarlo.

Oficinas de la ANP en Shibuya – Tokyo / Japón
Inicios de Junio del 2017 – 10:00 A.M ( Tres días después)
El día comenzó agitado para los pregoneros de la ley y el orden en el barrio pintoresco de Shibuya, la Agencia Nacional de Policía (ANP), organismo administrativo que hace parte de la Comisión Nacional de Seguridad Pública como de la oficina del Gabinete de Japón, ha pedido con prontitud algunos formalismos a tratar con el F.E.G.I que comanda Felstman. Acciones de rutina según ellos, ya que es la agencia coordinadora de las fuerzas policiales de Japón y cualquier rótulo, peritaje, cateo e inspección debe pasar por sus manos.
A diferencia de otros cuerpos, como la F.B.I, la C.I.A o la Oficina Federal Estadounidense por dar un ejemplo, la ANP no tiene ninguna unidad en sí, más bien el rol de dicha entidad es el determinar los estándares generales de la policía y que tan viable son los casos a tratar; aunque en emergencias nacionales o en catástrofes internacionales de gran escala donde Japón se vea involucrado, son autorizados para tomar el mando de las fuerzas policiales de todas las prefecturas las cuales son siete en total. En este caso, Kanto por ser la región en la cual se sitúaba Tokyo es de las más importantes y prácticamente toda la soberanía de la ANP recae allí.
Ese día harían un interrogatorio personalizado al Ex-Intendente convicto, Takeo Yamamoto, para confrontarlo con la nueva información hallada desde Rusia y la situada desde aquí en Shibuya con respecto a los últimos acontecimientos, estaría programada para eso de las 1030 Horas y la comitiva del F.E.G.I de Shibuya responsable de los seguimientos, el F.E.G.I de Taitō que intervino en el último operativo, algunos magistrados, los diputados de la ANP y la Jueza que registraba con lupa cada toma de decisiones, comenzarían dentro de poco la plenaria.
Pero también otro integrante en su lista, renovará los aires y les ayudará en su labor.
De hecho ahí se encontraba, en toda la entrada luciendo despampanante, salvaje con sus lentes de sol y sin perder su originalidad. La capitana y espía portuguesa de procedencia venezolana, (Alessia Do Santos) mantenía una charla amena a través de una aplicación creada por Chulanont desde su Iphone con el Teniente Coronel Katsuki. Aplicación que era muy parecida al Skype solo que esta es cifrada por cuestiones de seguridad.
Katsuki estando en el parqueadero y un tanto alejado de Chulanont, daban repaso sobre lo que usarían en esa plenaria extra judicial. Le prometió a su colega que estarían dentro de un par de minutos en el lugar de los hechos, solo faltaba alguien de su lista e iniciarían partida. Hasta allí todo bien. Chulanont por su parte revisaba sus últimos contenidos hasta que el Suizo se dignó a aparecer.
—Llegó tu Sugar daddy, Mignón Hámster.
—Tengo veintinueve y tú treinta y uno, ese término no aplica contigo, Chris. Eso le queda mejor a Yuuri con Vicky.
—¿Oír a Vicky decirle a Yuuri: “My daddy”? ¿Eso no lo había pensado? ¡Me gusta!—Acariciaba su mentón malicioso por esa posibilidad—. Pero otro día hablamos de ellos. —Desistió y rapidamente lo abrazó obligandole a realizar esa pose de parejas de bailes con romantisismo solo por bromear—. ¡Ahora es el tiempo de nosotros! Déjate llevar por la pasión, «Chery»
—Gracias bro, yo paso.—Rió por los chistes del mal versado de su amigo y se liberó—. Más bien búscale una buena excusa al jefe de tu llegada tarde. Si no fuese por Vicky, estuvieras suspendido.
Su dedo apuntó en la dirección del cual Katsuki parecía venir. Acababa de hablar con Alessia, explicándoles a ellos punto por punto de lo que han acomodado. Claro Katsuki de inmediato le reclamó a su subordinado por esas ligerezas y el cizañero de Giacometti no pudo evitar salir con sus «desquites»
—Prometo que no volverá a pasar. ¿Por cierto?, ¿cómo te fue en estos últimos días, Katsuki Sensei?, ¿si pudiste dormir bien o seguías acalorado con esas clases «personalizadas» de tu pupila?
Yuuri bufó y puso sus ojos en blanco producto del mal fraseo explícito. Se fue dejando a un Capitán confundido y al Mayor descarado a la deriva. No quería discutir y menos recordar lo sucio que se sintió al rememorar los días en que Vickytoria le hizo aquello “en broma” o lo que tuvo que hacer para sacarse esas imágenes sonsacadoras de su cabeza retorciéndose de placer en la tina.
—¿Qué fue lo que pasó? ¿Qué le hizo Vicky a Yuu?
—Secreto de estado, colega mío.
—¡Hey!, ¡soy de tus mejores amigos!
—Pero también eres de los más chismosos.
—¡Me dueles!
—De decirte lo que ocurrió, Yuuri acabaría cortándome el pene con su katana y soy demasiado bello para estar castrado.
Phichit achicando sus ojos de hámster no tuvo que ser mago para saber que algo de peso debió pasar para que esos dos hablaran en clave, trató de sacarle la información a Chris, sin embargo no obtuvo mayor éxito.
Regresando a las instalaciones se podían observar a los reos peligrosos que eran situados en cubículos previos para hacerles el pre-informe como lo indica el protocolo a seguir, en esas sale Takeo Yamamoto, quien también estaba en las mismas, más la función se vio interrumpida por un reclamo poco usual.
La Capitana Dos Santos, hecha una fiera con los funcionarios de esa sala principal, no paraba de quejarse por la pésima atención a la cual era sometida y si es cierto que su papeleo sigue en trámite, pero Feltsman ya había hecho un anuncio previo de su asistencia. Casualmente, ese día Vickytoria Nikiforova prestaba servicio especial en la guardia de ese recinto (gracias al castigo o karma endonado por Katsuki días atrás, acompañado una fuerte paliza a su cola en sus entrenamientos) se dio cuenta del problema y se acercó a ellos. Cuando la Oficial hizo uso de sus buenos modales, de su sonrisa encantadora o que su tono de voz se escuchara cautivadora, Alessia pareció no funcionar al tener semejante carajito a sus ojos.
—»Ay papi, pero tú estás burda ‘e bueno…» —Fue lo que pensó en términos venezolanos al morderse los labios por inercia o quedar embobada con ese manjar.
El catire, (según Do Santos, porque la androgeneidad de Vicky sale a flote con su uniforme) podrá ser súper joven para ella y quizás bajo de estatura, pero ese rostro de Barbie le puede, y automáticamente se le olvidó el por qué peleaba al ver que el Oficial se ofreció a colaborarle. ¡Tiene que aprovechar esa oportunidad!
Los funcionarios agradecieron por mucho su valor al enfrentarse con esa leona, Nikiforova le pidió esperar amablemente en el lugar mientras confirmaba su asistencia, y ella solo asentía a todo lo que decía fingiendo una calma de la realeza y serenidad nunca antes vista.
Leo de estar allí le dañaría su “vuelta” soltando todo el pozole de su maraña.
—Por favor espéreme aquí señorita…Aham…
—Alessia Nazareth Batista Do Santos. Pero para ti soy lo que desees, corazón. —Su coqueteo en inglés americano fue tan frontal que Vicky se desajustó, en si no sabe cómo lidiar con mujeres—. Un joven precioso como tú debe de estar ocupado con tanto ajetreo. De verdad agradezco por mucho tu caballerosidad.
—»¿Eh…? E-ella cree que soy hombre…” —Intuyó rápidamente e intentó aclararle las cosas—. Señorita Do santos, es mi deber ayudar pero creo que está equivocada conmi…
—Nada de creo, es la justa verdad. —Se acercó con propiedad a la joven y poniéndola nerviosa al tomar su mano o acariciarla con intención—. Hoy en día los hombres han perdido las buenas costumbres, tengo mucha suerte de toparme contigo.
—Yo…yo…s-s-s-si! ¡Yo ya vengo y, y, y le averiguo eso! —Salió corriendo.
—»Ay, ese catire me huele a virgen, me encanta…” —Se imaginaba miles de escenarios con ese jovencito siendo dominado por ella bajo su piel y que gimiera su nombre en medio del placer—. ¡Ahhh gracias Diosito por el mandado! —Se persignó como buena católica y orando al Todo poderoso, no todos los días se encuentra deleites así. La sola idea de ser ella quien lo dirija a su antojo o de robar su inocencia, la prendía.
Sxf: Dancing all to night~~
—Mujer. ¿Dónde estáis?—El ring tone le indicó que era Chris y le habló en su idioma con toque madrileño.
—Yo estaba feliz con una bella y tentadora imagen mental de un chamito Oficial que conocí, hasta que tú me la esfumaste.
—No pierdes el tiempo, ¿eh?
—¡Nunca! ¡Y el chamo está divino! ¡Es lo mejor que he visto desde que llegué a Japón!
La llamada de Chris con el tono de “intoxicated” la sacó de su estado lujurioso, haciendo que chasqueara su lengua en reproche. El suizo le preguntó que si ya estaba dentro del lugar, ella solo se quejó por interrumpirle su fantasía sexual de estar con alguien más joven que ella, por lo que Chris no tardó en hacerle su pintoresco interrogatorio.
En lo que eso ocurría, Yamamoto estaba por terminar su previo, personas de todos los estratos cumplían sus órdenes judiciales y en esas varios, hombres de traje inmovilizaron a parte de los vigilantes o espantaron a la muchedumbre a punta de disparos.
Christopher cambió su semblante a uno tenso al nombrarle insistentemente; pero ella ya había colgado.
Katsuki y Chulanont no les gustó para nada aquello, por lo que fueron corriendo con sus armas en mano lo más pronto posible a la entrada principal. En la sala donde ocurría el alboroto, los sospechosos que resultaron ser unos mercenarios a sueldo, arremetieron todas sus cargas contra el Ex-Intendente Yamamoto. De alguna manera ese hombre salió bien librado al tirarse al piso y usar como escudo las enormes sillas o muebles del lugar, fue de la cúpula policial así sea del secretariado. Mínimo sabrá cómo responder.
Los Oficiales Ordinarios que tenían bajo custodia algunos jóvenes principiantes de la T.S.P.A o los novatos del F.E.G.I como Nikiforova no tardaron en aparecer para socorrer a la gente y de paso enfrentar a los criminales.
La Capitana Dos santos no demoró en participar de la acción y sacó su pistola Colt Python atinándole con una acérrima puntería al sistema contra incendios provocando que este se activara y regara agua por doquier. Aquella gestión fue inteligente, hizo que el gentío dentro del lugar saliera en manada y de paso desorientó a los mercenarios. Vicky quien peleaba cuerpo a cuerpo con parte de los forajidos que ya no disponían de sus municiones o que estaban confundidos por el sistema de agua, fue auxiliada por Alessia.
Esa mujer entró de la nada tomando cualquier objeto largo y lo usaba como instrumento de combate haciéndola ver temeraria ante sus ojos azules a falta de balas en su pistola. Se traspasaba de lado a lado, nadie podía ella y con distintos golpes en puntos vitales en la nuca, tiraba de boca a sus contrincantes y dejándolos inmóviles.
—Amazing! ¡Es muy buena! —Siendo honesta, no esperaba encontrarse a una mujer con tales características y movimientos de combate. Pero se percató que uno de los tipos trataría de atacarle a sus espaldas—. ¡Señorita, Cuidado! —Grito Nikiforova a lo lejos.
—¡Tks!
Se movió a un lado soltando la vara de aluminio antes de que la silla que le tiraron ambos agresores se reventara con Do Santos.
—¡Mamagüevos, sean frenteros!
Y nuevamente retomó la justa pero ahora con el Oficial novato a su diestra que no sabe en qué momento llegó, sin proponérselo intercalaban sus combos con mucha rapidez, Alessia dio un giro al suelo, Vickytoria le entregó su arma al aire, y ella como toda francotiradora perforaba piernas en sus disparos. Cuando quiso reunirse con el muchacho, quedó embelesada de ver la expresión aguerrida en sus ojos. Le pareció precioso sin perder su avistada masculinidad o lo bien que maneja su espada ropera encantando por mucho a Alessia.
¡Su duda era si el chico era mayor de edad! (viendo que en otros países se enlistan desde sus quince o dieciséis) Ruega a los dioses que el niño tenga dieciocho y que sea legal… ¡Tiene que ser legal!
—«¡Alessia concéntrate! ¡Luego lo invitas a salir y te lo comes…!” —Sacudió su cabeza entrando en modo capitán y se dirigió a él—. ¡Hey, chamo!
—¿Ah? ¿Yo? —No sabía qué idioma era pero asumió que fue con ella.
—A la voz de “tres” iras por Yamamoto. Él es su objetivo, no permitas que le claven una bala en el culo. —Fue seria hablando en inglés.
—¿Pero y usted?
—Son pocos hombres, y créeme esta leona ha estado en peores situaciones, pequeño. —Guiño su ojo confianzudo—. Ahora, crearé una distracción ¿De acuerdo? Tú solo encárgate de ir por él.
Vicky asintió. Pudo notar que no está hablando con cualquier fulana, la señorita se le ve su experiencia y que no es una mujer ordinaria como pensaba, ella simplemente siguió su mandato. Alessia en el momento justo le dio la seña a Vicky tras llamar la atención de los criminales restantes y los demás oficiales también se acoplaron. Vicky fue con Yamamoto en medio de la lluvia de balas impidiendo así que lo lastimaran, ella sabía de la importancia de su testimonio para el caso que sus jefes llevan, no permitirá que muera.
Cuando Katsuki, Chulanont o Giacometti quisieron llegar uno de los tipos salió volando por la fuerza descomunal en la capitana portuguesa de raíces latina al conectarle un Hit a la quijada y terminó con tan mala suerte de caer a los pies de los superiores de alto rango tras romper el vidrio de la puerta principal que…
—Yo no lo haría tal estupidez si fuera tú.
Katsuki, con su Magnum S&W 500 y sus colegas respaldándolo más atrás, pasmaron del miedo al desgraciado. Él debió rendirse con esos fierros apuntándole sin piedad.

Oficinas de la ANP en Shibuya – Tokyo / Japón
Inicios de Junio del 2017 –(Misma mañana, 2 horas después.)
Los rufianes envueltos en grilletes y policías como custodios reforzaron la seguridad. Dieron con indicios de que un funcionario fue quien permitió su ingreso irregular debido a que lo habían amenazado o que le habían hecho inteligencia con anticipación. Katsuki al observarle sus tatuajes en los antebrazos, encontró la marca de «cobra» en su piel como la insignia de la letra «K» de cierto Clan. Los Kazumas y esa organización a la que sirven están tras los hechos y buscarán a toda costa de que Yamamoto no hable. Un indicio más de que las aguas cada día se ponen más y más peligrosas.
Chris o Phichit estaban con Alessia en una de las Oficinas apartadas para ellos preguntándole sobre su condición y ella les dijo que no hay de qué preocuparse. Katsuki arribó con ellos, pregonando los ítems hallados lo que hace que los dos capitanes y el mayor tomen una seria postura y que fortalezcan sus reservas. Les tocará empezar a desconfiar de su gente sobre los nuevos movimientos que hagan.
—Tuvimos suerte de que Do Santos llegará primero que nosotros. —Concretó Giacometti—. Ahora más que nunca debemos estar alertas.
—Los Kazumas se están descarando y elevando sus niveles, T.C —Secundó Chulanont.
—Y se les nota que esto no fue planeado de un día para otro, hablaré con los dirigentes de aquí para que a partir de ahora reciban más protección. La ANP pese a que nos regulan, no suelen disponer de mucho personal policiaco en su seguridad. Algo así no puede volverse a repetir ya que ellos manejan parte de nuestros archivos.
—Déjalos que armen “peo” que igual les damos bala, mi amor. —Alessia en su jerga de barrio fue directa y fresca con Yuuri—. Los pocos Oficiales novatos que estuvieron conmigo hicieron lo suyo pero definitivamente el apoyo que tuve de ese carajito fue primordial.
—¿Carajito? —Phichit no es que sea muy bueno con el español, así que preguntó y chris respondió.
—¿Mmmm? ¿Con “carajito” te has de referir al lindo Oficial del que me habláis por teléfono antes de que se formara severo mogollón.
—¡Ohhh si, baby! —Allí su cara cambio a una encantada con brillos a su alrededor por todo lo que vio. Chris con Phichit rieron por montones y Yuuri la vio venir—. Es que si lo vieran, esta riquísimo; y el chico parece pertenecer a sus filas porque portaba su uniforme. ¡Yo necesito saber su nombre! ¡Su número! ¡Todo!
—Dos Santos, tienes tajantemente prohibido mezclarte sentimentalmente con mis Oficiales. —Yuuri con una careta lúgubre ante el entusiasmo de esa leona, la bajó de su nube.
—¡Ay Yuuuuuu!, ¡No seas maluco, vale! ¡Hazme el dos, marico!
Esa mujer terminó abrazándolo, y valiéndole que estaban en un recinto público o que en cualquier momento alguien podría entrar a la oficina. Yuuri no podía hacer mucho, solo esperar a que ella le diera la gana de soltarlo. Siempre ha sido así con él desde que trabajaban en el F.E.G.I bajo la comandancia de su hermano.
—Te conozco, y no pienso quedarme sin personal porque les rompas sus corazones.
—Juro que es para darle las gracias por ayudarme. —Mintió.
—Tampoco dejaré que los emborraches para hacer de las suyas.
—¡Coño! ¿Otra vez con eso? —Alessia no pudo con la risa al igual que Chris o Phichit porque conocen muy bien esa anécdota—. En primera, te recuerdo que yo también estaba ebria.
—Y en caso tal, a quien deberías culpar es a Andrei por el alcohol que metió de contrabando en esa festividad, Yuuri. — Phichit defendió a la colega.
—¡¡¡Mignón Hamster no te hagas, todos ayudamos ese día a emborracharlo, me declaro culpable y no me arrepiento!!!
—¡No me importa, me sentí abusado! —Yuuri fue enfático y neutral.
—¿En serio? ¡¿Tú casi nos violas a mi y a Leo en tu alicohoramiento, Katsu?!—Reclamó Phichit chillando—, ¡¡Eres realmente peligroso con tu “palo” cuando estás en tragos!!
—¡Yo no me quejo, conmigo si lo hizo y lo movió muy bien! —Alessia orgullosa por ese título, atrajo el rostro de Yuuri a sus pechos sin medir sus impulso. Yuuri se esaba asfixiando y quería desaparecer por esas menciones de su quejumbroso pasado—. Ahh~~ lo recuerdo como si fuese ayer. —Suspiro de modo soñador—. ¡Puedo dar fe y testimonio que la chica o el chico que llegue a capturar el corazón de este hombre que ven aquí en su reservades, gozará de un buen semental en la cama siempre y cuando lo emborrachen!
—STOOOOOOOOOOP!!!! —Yuuri ya estaba demasiado avergonzado.
—Recordar es vivir y pensar que esa fue tu primera vez. Lastima que no se repitiera.
—¡¡¡YO ESTABA BORRRACHO!!!, ¡¡¡NO RECUERDO NADA!!!, ¡¡¡DE SABER QUE AL PONCHE DE FRUTAS LE AGREGARON VODKA JAMÁS PASARÍA ESA CALAMIDAD!!!— La crisis de moral le superaba por mucho al estar decaído en el frío piso de cerámica.
—¡Qué suerte la tuya, bandida! —Chris si no cayó en su inconformismo melancólico—.Yo aun sigo indignado con ese hijo de puta por quedarse dormido y dejarme iniciado con mi salch…
—¡¡¡SILENCIO!!!—lo abatió de inmediato en sus desesperos.
—¿Eh? ¿Cómo así? ¿No te basto con Ale, y casi con nosotros, también querías con Chris? ¡Yuuri qué cochino! —Phichit grababa todo con burla amistosa—. Por algo el lobo Nikiforov te nombró con la clave de “Eros” en tus misiones de riesgo. ¡Wahhahajajaja!
—¡BASTA! ¡BASTA! ¡BASTA! ¡BASTAAAAAA! ¡LES PROHÍBO HABLAR DE MIS ESTADOS DE EBRIEDAD O LO QUE SEA DE MI! ¡ES UNA ORDEN! —Su aura negra regresó y esa mancha obscura de sus memorias le ha arrebatado su tranquilidad.
Como sabrán, el alcohol procede de diferente forma de acuerdo a los rasgos del metabolismo o de la personalidad de las personas cuando están sobrios, y puede que potencie o aminore comportamientos poco visualizados dando como resultado lo que estamos viendo. Pero…
¿Qué tiene que ver eso con Katsuki?
¡Pues bien!, la milicia y la cúpula policial se caracterizan por valerse de cualquier método para hacer caer a los criminales, si se trabaja como infiltrado o espía en un operativo secreto, es bien sabido que una de sus armas es «la seducción» y en la mente del inoportuno de Andrei, Yuuri gozaba del privilegio de ser alguien atractivo por naturaleza.
Pero Yuuri, siendo alguien en extremo cuadriculado y respetuoso en ciertos aspectos por las normas culturales de su país, no podía ejecutarlo del todo gracias a esos detalles.
Por lo que cierto día, Andrei ha recurrido a «La embriaguez» de modo experimental para comprobar si su pupilo sería apto en desarrollar las misiones de espionaje y de paso, darle fin a su problema de «castidad», aunque eso le costara al calvo papanatas días y días de arrepentimiento o que le rogara a su amigo Kouji de que hablara con «su Yuuri» y así este, le diera el perdón.
A nivel científico, la embriaguez puede considerarse como un ‘tiempo fuera’ del habito normal y visto desde los ojos de Andrei, es también la segunda personalidad que permanece oculta y que se logra liberar desconectándose de todo gracias a esa embriaguez. Un 50% de los tomadores son ≪borrachos agresivos≫, el otro 50% se dividen personas que son ≪borrachos avivados o Borrachos de mal genio «llevable»≫ y no hay problema en ello, solo refuerzan sus cualidades.
Más si se trata de personas que al ser tímidas cuando están sobrios como Yuuri, los cuales son el 5%, se vuelven el bien nombrado ≪Borracho extrovertido≫. Que son aquellos que pierden sus usuales inhibiciones esbozando un descontrol total. Si no está tan (pero taaaan) tomado, eso no disminuye su nivel de conciencia, solo se hace sincero llegando al descaro, Sin embargo y en caso de estar full borracho, llegaría al punto de ser pésimo con la bebida, de cometer tonterías, de intimar con cualquiera y de no recordar nada de lo que pasó.
¡Y si!, ¡Yuuri es de esos casos que ni sabe en dónde está parado después de una fuerte resaca y cana al aire por su falta de tolerancia alcohol!
Las pocas veces que ha recurrido a ese feo sistema siendo más joven, lo hizo solo a nivel laboral para capturar a los criminales (sean mujeres u hombres) en vigencia y no duden que más adelante esos cabrones que Yuuri tiene por «amigos», le saquen el resto de trapos al sol, pero por ahora; ellos decidieron dejarla allí.
Alessia alentaba al pobre muchacho hallado en el suelo dándole palmaditas, Chris con Phichit solo pudieron reír de las reacciones en el Teniente Coronel, aquello les agradó muchísimo; les era bueno saber que el Yuuri de siempre, ese amable, recatado y noble «Yuuri» aun sigue vigente y que poco a poco, se vaya mostrando en medio de su coraza severa.
—Vamos Yuuri, ¿Cuando será el día que nos perdones a todos? En algún momento tendrías que dejar de ser «virgen» por lo menos de adelante al estar en una profesión así. —Replicó en broma el suizo.
—¡Ya Chris, déjalo en paz! ¡Pobre Yuuri, jajaja!
—Es verdad, que agradezca que tiene la experiencia para cuando vaya a intimar duro con nuestra linda conejita de la ley y tengan sus conejitos.
—¡¡¡CHRISTOPHER!!! —Se levanto sonrojado y de la nada olvidando su malestar moral por otro peor.
¿Ella y él con hijos? ¡Chris la sacó del podium!
—Oh es cierto…—Alessia se tomó la libertad de atrincarlo en su abrazo mientras le miraba acusadoramente divertida—. ¿Cómo está eso de que conseguiste una posible novia y no te hayas dignado a avisarme, mal amigo? —La sonrisa tortuosa, forjó que en Yuuri tuviera escalofríos.
—¡N-no ha-hagas caso a las tonterías de ese par!
—¡¡OYE!!—Tailandes y suizo le renegaron al tiempo.
—Pues, necesito conocer a esa linda señorita y ver que pase mi filtro. ¡Hey! Ya en confianza… ¿Al menos esta buena? ¿Tiene buen trasero? ¿Es un angelito como los chicos dicen o una pequeña diablilla encantadora de japoneses?
—¡Alessia! ¡¿Tú también?!
—¿Qué?, Los adolescentes de ahora se comportan como sujetos de veinte y son re-aventajados. Lo digo con justa causa.
—Nuestra conejita es re-dulce como la miel y mimada hasta decir no más, quizás sea igual de frentona que su padre, sin embargo tu lógica no aplica con ella, una vez que la conozcas me darás la razón. —Aclaró un Phichit alegre.
—Pero de ti no lo dudo, tú eras asalta-tumbas de joven y ahora sois todo lo contrario. Ha, ja, ja, ja. —Chris no se guardó su comentario mal intencionado con Alessia—. Mira que quieres ligarte a ese muchacho del cual aún no sabemos su procedencia.
—¡Ayyy Marico! ¡Es verdad y no le pregunté su nombre! —Se llevó sus manos a la cara en su drama.
Luego buscó en Yuuri consuelo dejándolo tieso como cartón porque él no sabe cómo responder ante esas reacciones estrepitosas (bueno, al menos ya las domina un poco con Vickytoria) pero igual no deja de ser embarazoso.
A pocos metros de la oficina Nikiforova se dirigía con los formularios e informes, le avisaron que Katsuki, Chulanont y Giacometti se encontraban en esa dirección en cuanto supo de ellos no dudó en adelantar el papeleo para aligerar las cargas, además de avisarles que la plenaria la aplazaron para las 13:00 horas de la tarde. De seguro la felicitará por lo que hizo.
Al llegar a la puerta sintió las risas de Christopher y Phichit, pensó que de pronto esos dos le debieron jugarle una broma a Yuuri, por lo que giró con cuidado el pestillo de la puerta y al entrar sus iris azules se toparon con una retrato que jamás se le ocurrió.
—¿Puedes soltarme?
—No quiero, déjame pasar mi duelo de ligue, chamo.
Así como a Yuuri años atrás le tocó acoplarse a las majaderías de Leo, los toqueteos descarados de Chris y el ataque compulsivo de fotos por parte de Phichit, digamos que algo parecido le pasaba con Alessia, cuando ella lanzaba sus coqueteos indiscretos, tal vez no de intenciones amorosas reales. Pero si bromistas y por molestarlo.
Ojo, vale aclarar que Alessia solo ve a Yuuri como a un hermanito incondicional, y aunque admite que el paso del tiempo o su madurez lo fueron haciendo más atractivo, Yuuri no es su prospecto de hombre. Sin mencionar que él nunca la vio a ella como algo más allá de una vieja amiga por su aislada naturaleza.
Así como Yuuri la aprecia por ser quien es y por pertenecer a su círculo cercano.
—Ya buscarás a otro que quiera estar contigo y se te pasará el velorio.
—¿Y no te gustaría ofrecerte como voluntario? —Le bromeo con voz atrayente muy apropósito solo por verle su rostro ceñudo y recordar viejos tiempos. Ella guiaba las manos varoniles del superior (dos años menor) para que le sostuviera muy firmes sus caderas—. Mira que esta leona está disponible. Seria tu “Suggar Mommy” —El “gruñido” en reprobación por parte de Yuuri la hizo reír, adoraba marearlo.
—¿No se supone que estabas de luto porque tu ligue se te dañó? —La vena roja en su frente se le marcó.
—¡Ya lo superé! Además, para qué quiero chiquillos cuando tengo a un sensual japonés de jefe. ¿Qué más puedo pedir? —Le peinaba con propiedad los mechones negros del joven superior.
—Creo que entre los disparates de Vickytoria y los coqueteos de Alessia acabarán con la cordura de Yuuri pfff… ja, ja, ja. —El comentario chistoso de Phichit no escapó a los oídos de Chris.
—«Kami, dame paciencia…” —Yuuri pensó que apenas se acabe la plenaria iría de una a la farmacia a comprar muchas aspirinas para sus próximos dolores de cabeza.
Pero quien seguía sin mover ni un dedo desde que estaba ubicada dentro de la oficina, y tal vez algo impactada con la imagen a continuación, fue la pequeña Oficial de ojos azules.
No pestañeaba, no emitía sonido, Solo estaba allí parada como si fuese alguien minúsculo observando con curiosidad ansiosa ese instante que le generó un sinsabor que no supo explicar. No sabía cómo sentirse al respecto de que Yuuri esté tan cómodo con alguien más en sus brazos, que esta fuese una mujer y que lo más paradójico era, que aquella dama, fuera la extranjera que le ayudó a contener el posible atentado contra el ex-intendente.
Siguió observando. Siguió y siguió plasmando aquello en su retina. Vickytoria no se sentía segura, y tampoco se deslizaba sobre los carriles de sus cabales. Todo lo que su instinto y corazón le indicaba era un alarma tardía que comenzaba a despertarse, una incómoda que ya no deseaba experimentar y la cosa fue mucho peor al ver que la mujer desconocida, rozaba con premura los labios rosados de «su jefe» usando sus dedos o que sin vergüenza alguna le diese un beso en su presencia.
Beso, que en realidad fue a parar en una parte de su mejilla cercana a sus labios porque Yuuri, logró esquivarlo en su arte de escapista Ninja. La chanza malvada hacia su existencia llegó a cabrearlo más de lo que ya estaba. Por supuesto, Vicky al desconocer que los dos muchachos son amigos de antaño, ella solo vio al Teniente Coronel tener una atención especial con la «joven extranjera»

Demasiado preferencial para su gusto.
—»¡¿Eeeeehhhhh?! ¿A mi no me deja besarle o consentirle así?» —Algo en Vicky terminó por activarse con esa exclamación infantil e involuntaria, sus mofletes se inflaron como nunca y se puso enojada diciéndose algo para sí tipo—: ¡Ese zorro malvado!… ¡Siempre me regaña si me porto super cariñosa en público, diciéndome que me comporte como tal. Pero viene cualquier señorita de rostro o cuerpo bonito, se deja abrazar de ella y allí si se le olvida su lado «correcto» de «japonés» ¡¿Ja?! ¡Hombres! ¡Todos son igualitos!
¡Okay!… ¡Alguien tiene un ligero choque de atenciones que se podría interpretar perfectamente, en un sentimiento nuevo para ella!
Las palabras de Plisetsky se han cumplido como una pésima profecía, palabras que ahora tiene presente en su cabeza…
《 ¿Entonces, dejarás que venga una aparecida y te quite al enano de tu vida? 》
Y que no paraban de martillarle frenéticamente en sus inusuales emociones tropezadas de su adolescente corazón.
《 ¿Por qué los celos pueden aparecer en cualquier momento, sabes? 》
—¡Ese feo Teniente Coronel-Amargado, puede hacer lo que se le dé la regalada gana!—Se cruzó de brazos en medio de su berrinche—. ¡Ni siquiera debería importarme! —Y mientras más se auto convencía de no prestarle la debida importancia, la verdad era que se carcomía en sus caprichos por ver a Yuuri en ese plan o que no tuviese esa confianza amistosa como la tiene con aquella mujer.
Ella no era tonta, será pequeña, pero ya conocía las actitudes corporales de Yuuri y sabía que no cualquiera, se ganaba el privilegio de estar así de relajado con él.
Ah, pero la conejita acabará con ese momento de su “zorresco” jefe, Vicky reparó su respirar muchas veces, se acomodó su mechón adquiriendo una engrandecida actitud de emperatriz, con documento en mano fue caminando hacia donde estaban los cuatro Oficiales adultos de espaldas y luego, a unos tres metros de ellos, carraspeó un poco y habló en ese tono elocuente que suele tener.
—Caballeros. —Chris y Phichit voltearon encontrándose con la Oficial.
—“Es Vicchan…” —Yuuri de inmediato sintió un respingo involuntario al reconocer la voz de Vickytoria y terminó zafándose de su colega. Él no quería que pensara cualquier cosa errada.
—¡Omg, Chicos! ¡Miren! —Alessia si no se contuvo su emoción—. ¡Es el lindo Catire del cual les hablaba! ¡Alabado sea el cielo! —Llegó con el Oficial de una zancada y atrapó sus manos entre las suyas.
—¿Ah? ¿Disculpe? No…Entiendo español.
—No hay problema, fue un saludo. —Lo dijo en inglés y de inmediato pasó al alemán—. ¿Vieron que el catire es precioso?
—Pfff… Dirás la «catire» —Phichit al dar su respuesta en ese idioma germanico se carcajeo y Alessia no comprendió.
—Lo que Phi quiere decir es, que el supuesto Oficial no es «él», es «ella»
—¡¡¡¿CÓMO?!!! —El aspaviento que pegó atemorizó a la conejita —. Pero, pero, él no tiene…Bueno…¡¡Ustedes saben!!
—¡Oh si que las tiene! ¡Que no te engañe su Tomboylisidad!
—¿Me permites? —Alessia descaradamente apegó a la muchacha con ella y la manoseó de arriba a bajo, Vicky quedó inmóvil ante ese extraño protocolo. La capitana pudo sentir que debajo de su chaqueta imperial portaba un chaleco y le impedía comprobar si tenía senos o no, entonces optó por su vía infalible.
—¡¿Ahh…?! Wait…?! ¡¿WaaaaaHH?! —El gemidito seguido del sonrojo la aturdido.
Su cola esponjosa de conejita fue por segunda vez manoseada bajo el tacto de esa libertina mujer. recuerden la primera fue con Chris.
—Ay caramba!, É verdade!. Ela é uma catira! —No paraba de tocarle, o de expresarse en portugués.
—Y sus duraznos son de buena calidad, redonditas como a ti o a mi nos gusta. —Finalizó el rubio de ojos verdes en su travieso y mariposón pestañear.
—¡Hey ustedes dos, ya dejen a la Oficial en paz! —Yuuri intervino atrayéndola consigo y Vickytoria no se le borraba el carmín por completo de su perfil.
Katsuki se los quedó mirando con mal humor generándoles un temblor a ambos canallas, Phichit necesitaba aire de tanto reír o si no moría en el intento. Ya estando apartados, Katsuki se dispuso hablar con la pequeña cambiando su parco semblante a uno más amable e incluso se le acercó con una fraterna protección.
—Vicky-San, ¿te encuentras bien?, Giacometti y Dos santos juntos hacen cualquier desastre.
—Ahamm… Yo…ahhh… ¡Ujum! —Asintió con fuerza sin perder el rubor de sus mejillas y de inmediato lo alejó—. E-estoy b-bb-bien.
—¿Segura que estás bien? —Su comportamiento le extrañó, estaba convencido que a Vicky solía agradarle cuando él tomaba la iniciativa de ser “más afectuoso”
—S-Si. —Aspiró hondo y se calmó redimiendo su azorado y adolescente ser a uno más jovial y cuidado. No caería ante ese bellaco japonés y su bonitura, tenía que ser fuerte—. No se preocupe. Todo está bien, Katsuki-San. —El esperaba que le nombrara como siempre: “Caribonito”, “Amargado”
Hasta pensó que le llamaría por el nuevo apodo indiscreto: “Su Yuuri”, pero no negará que el formalismo le dolió.
¿Será que hizo algo malo? ¿Será que sus castigos con ella en esta semana fueron muy duros? Él no se quedaría con ese dilema y ha de preguntarle de todos modos.
—Sabes que puedes tutearme cuando estamos solos o con los chicos. ¿Todo bien?
—Lo sé, y no te preocupes. Ya le expliqué que todo está bien, pero prefiero seguir el protocolo. Nos encontramos en un lugar público y es mejor evitar malas interpretaciones. —Vicky era de esas mujeres que sabe cómo decir las cosas de modo mortal y afable sin que suenen punzantes—. Y eso mismo deberían hacer Christopher, Phichit o tú con cualquiera de tus allegados, por ejemplo; la “dama” que les acompaña. —Se llevó sus manos detrás de su crin y siguió hablando del tema haciéndose la que no se interesaba con un curioso y quizás enojoso mohín en sus labios—. Fue bastante ligera contigo o los demás. Tuviste suerte de que fuese yo la entrara y no cualquier dirigente de la ANP.
—¡Ahhhammm! ¡Espera! ¡No es lo que crees! —El nervio se apoderó de Yuuri, sintiendo que de alguna forma saldría mal parado—. Ella es una vieja colega de nosotros y me jugaba una broma… ¡Pero juro que yo no hacía nada fuera de lo regular y…!
—¿Colega? ¡Ok!, ¡Ya!, ¡Ya!, ¡Ya!, ¡No hay drama! —Vickytoria con los documentos en forma de rollo en una de sus manos le dio un golpecito en su frente, haciendo que Yuuri bajara sus revoluciones explicativas o que se sobara con timidez avergonzada—. No te estoy reclamando, solo te recuerdo que trates de aplicar tu propia regla contigo mismo. Igual, no deberías justificarte ante mi sobre lo que hagas o no con “tus” colegas. Ese es tu problema. Sé más cuidadoso, You Got it?
—«¿Me parece o está enojada…?» —Pestañeó incrédulo sobre lo que oía, incluso captó algo de “ironía caprichosa” en el discurso diplomático de su pupila, pero no puede dar una certera constancia de las cosas.
Él solo se preguntaba qué fue lo que hizo ahora para que ella actuara así tan rara, irregular y distante.
—¡Ah sí!, ¡Ten!
Y entre tanto ella cambiaba el tema radicalmente al centrarse en el laburo de hoy, de los informes del atentado o de ponerle al tanto de los cambios de horario en la plenaria. Chris aprovechó el momento para manifestarle a Alessia con profundidad que ese Oficial no solo era “la Oficial”, que también esa Oficial era la famosa conejita ilegal que le mencionaron estando en Rusia, y al explicarle de quien se trataba exactamente, o de quien era su padre…
—¿Júralo por tus cremas antiarrugas de Avon y tu gata Bae que no es una broma, desgraciado?
—¡No lo es! Esa pequeña es la hija del sensual Nikiforov y es de la cual te comentamos que Yuuri, parece corresponderle.
—¡Ahhhh!~~ ¡No es justo! —El destino según Alessia, fue muy cruel y efímero con ella—. Cuando parece que había encontrado al indicado y que la vida me sorprendía con el premio de que era una Oficial arrechisima y perfecta para mí, ahora me golpea bien bajo en mis ovarios, ¡Cónchale chico! ¡Esa no se vale!—Se alegraba porque Yuuri, por fin mostraba señales de ser un humano corriente al enamorarse, Pero, ¿Tenía que ser de la rebelde Catire de joyas azules?
—Ni modo Ale. —Phichit la consoló.
—Vickytoria queda prohibida para ti. Así que nada de “tijerazos” o «arepas», con mi pequeña.—Chris modificó su magnífica sonrisa.
—Necesitare un bar para ahogar mis penas con una curda bien fría. —y allí volaron sus intentos de robarle la inocencia a esa chica en sus sábanas.
Una Alessia que fingía agonía en medio de sus risas, se dejaba consentir de los alcahuetos Chris y Phichit, ninguno tiene remedio, y en lo que iban dando pasos hacia la ilegal y el mayor, ella aprovecharía su estadía en Japón para conocerla más a fondo. Chris dejándose llevar en sus modales, se encargó de hacer la respectiva introducción con un Phichit o un Yuuri que complementaban muy alegres otros puntos, como el que Alessia es la nueva integrante en el F.E.G.I, convirtiéndola en la segunda mujer en la cúpula directiva/ tradicional, o de su logros en su carrera profesional en sus dos países de origen.
Esa fue otra cara de la moneda en donde Nikiforova sintió el peso de diferencias con su posible y nueva… ¿Contrincante?
La dama de apellido Do santos, no solo era fina y de rasgos bellos, sus cargos difieren muchísimo, lo suficiente para que se desanimara por el entusiasmo en que sus amigos o que el mismo Yuuri le dialogaban sobre ella. Vicky analizaba su posición y concreta que de cada diez menciones suyas, todo el mundo suele glorificarla más por sus regaños que por un hazañas y no los culpa. Debe trabajar muchísimo en eso si quiere que la vean con seriedad.
—Ya tuve el placer de conocer a la señorita. —Fue cortés detrás de su acorazonada y cansada sonrisa—. Soy Vickytoria Nikiforova, una simple Oficial más.
—¡Oh no! ¡Nada de simple, pequeña! ¡Y precisamente le decía a este papasito amargado que tienes por jefe…! —Rodeó el brazo fornido de su superior con los suyos en familiaridad—. ¡Que fuiste regia en el día de hoy! ¡De no ser por ti, tendríamos un complique con esos malandros!
—Dos santos… ¿Puedes soltarme?, pesas demasiado.
—¡Ya no te quejes, Katsu! ¡Aguántate!.
Phichit y Chris se unieron para fastidiarlo, Alessia lo importunaba aún más y Yuuri con su ceja enarcada, buscaba la fórmula mágica de despegársela de encima o de cantarles la tabla a los otros dos sin ser odioso.
—«Pese a que está molesto se le nota la simpatía o la química que tiene con ella…” —y Vickytoria en un triste silencio se tragó sus opiniones.
No quería escudriñar nuevamente el nuevo sentimiento que le provocaba Alessia, una y otra vez salía a flote de solo verle tan sonriente al lado de Yuuri, llegando al término de sentirse desplazada. ¡Eso era! Sabía que no debería expulsar eso de alguien que lo único que ha hecho es tratarle con la mejor armonía posible.
Pero por momentos, Vicky cedía a sus impulsos, queriendo abalanzarse a Yuuri y tenerlo para ella sola. No obstante su realidad regresaba de golpe con esa risa alucinante de Alessia. Yuuri ya había dejado de renegar y ahora hablaba de lo más normal con sus amigos y hasta le sonreía en franqueza a la dama.
Vicky se sentía fuera de lugar con la posesividad y envidia recién descubierta. Ella no era así, y nunca lo ha sido. No lo desea serlo y menos por el hecho de apoderarse de Yuuri como si fuese un peluche para ella sola.
Él es un ser humano y como todos, tendrá sus amistades.
Lo pensó mejor y escogió por retirarse callada así como ingreso. Necesitaba despejarse. Yuuri daba un vistazo a lo lejos notando la ausencia de su Oficial y con disimulo, hizo lo mismo.
—¿Me disculpan un segundo?, ya regreso. —Sus amigos no tardaron en asentir y él persiguió a paso apresurado la huida de la conejita escurridiza por los pasillos. Phichit o Chris por estar en su mundo chismoso no discurrieron esa tónica de Yuuri, algo que Alessia lo vio llamativo.
De verdad le sorprendió que ese cuadriculado presente esos signos de interés, lo que la ha puesto a intuir de que la hija de su ex-jefe, realmente tiene que ser demasiado especial para que Katsuki patine de esa manera por ella y todo por su ausencia repentina; que entre otras cosas, le encontró su punto de quiebre al entrever la triste sonrisa de la Oficial, cuando ella les reparaba sin saber encubrir su ojeo a su conversar. Aquel síntoma le planteó una posibilidad en la cabeza de la Capitana, solo no quiere apresurarse y dejar que el propio Yuuri se percate por sí mismo sobre la situación o que con el pasar de los días, la niña le dé más señales.
En fin, en caso de que el por X o Y motivo Yuuri no lo detalle, Alessia se lo hará saber con gusto. Por algo es su amiga y una experta en relaciones.
Regresando con Yuuri, este logró alcanzar a la muchacha y le nombró con voz alta por ese largo pasillo.
—¡Vic..! ¡Digo! ¡Nikiforov!
—¿Hmm? ¿Ocurre algo, Katsuki-san?
—Te fuiste sin anunciarte o sin despedirte. —Lo comentó intrigado.
—No lo vi necesario, parecían ocupados. En especial usted y la capitana, tienen mucho de… —Hizo una pausa al llevarse su mano, arrastrar ese cadejo rebelde y simular como si no pasara nada sonriéndole—. Que hablar y no quise interrumpirlos ni a ti, ni a ella y ni a los demás.
—Sabes que no es molestia alguna para mi y la capitana es una de mis oficiales de confianza al nivel de Christopher o Phichit.
—E insisto en declinar la oferta, T.C Katsuki. —Suspendió cualquier nuevo rebusque que Yuuri intentará promover usando su formalidad—. Ya cumplí con mi recado y debo regresar al F.E.G.I por nuevas instrucciones. De no hacerlo, me regañarán.
—Pero…
—Y además, no veo prudente estar en una conversa que les compete a ustedes cuatro y pronto, tienen que entrar a plenaria. —Le señaló a su superior con seriedad. No obstante, recuperó su bondadoso perfil —. Ya luego me dices como les fue.
—Nikiforov…yo…
—¡Suerte, T.C Katsuki! —Le volvió a sonreír más fue algo simple para como ella acostumbraba hacerlo, lo mismo pasó con su ademán militar de despedía tras dejarlo atrás.
Katsuki con sus manos en los bolsillos o tirándole mente al asunto, no le convenció del todo su actitud llegándole a preocupar, y Nikiforova algo decaída, solo quería salir de allí y no contener más esas desdeñosas corrientes celosas en su cabeza. No le hacían nada bien.
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Continuará…
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Vocabulario Cultural o Idiomático (Corto xD)
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* Vapulear: en primera instancia puede ser, Golpear con violencia y repetidamente a una persona. Pero en el contexto empleado también puede significar la reprensión dura a una persona o un sinónimo de «Regañar» (y en este caso Vickytoria, reprendió a las chicas de la academia)
*Embonar: Es un sinónimo de empalmar, y puede referirse a Unir una cosa con otra.
*Mamagüevo: En Cuba, R. Dominicana, Puerto Rico y en Venezuela se puede usar para muchas cosas: 1- como insulto de los graves haciendo alusión de que chupe el miembro ajeno
y 2- para referirse al huevo o testículos del hombre de modo despectivo. en mi pais su equivalente seria «gran güevón»
*Chabacano(a) o Chabacanería = En el país de la arepa de Huevo con suero (llámese Colombia) puede ser alguien segun el contexto a explicar un Ordinario, de mal gusto, grosero o mi favorita, demasiado frescolandia (y esa ultima si aplica en Vickytoria xD)
*¡Maluco! En Colombia, es un adjetivo coloquial que denota o señala lo repugnante, repulsiva o asquerosa que puede ser una cosa, situación o persona. también se puede usar para marcar algo aburrido o algo que no le guste (esta palabra es full usada en los pequeños: «ese remedio sabe a maluco» «tu si eres maluco» …Ya en Venezuela, según el contexto puede ser usada de forma despectiva para referirse a alguien o puede ser usada de modo amistoso para molestar a su compañero (y sirve como sinónimo de pajúo que también tiene esa doble función)
*Mingón Hámster/ 「 ˈmɪgnən hæmstər」 = un juego de palabras entre francés e inglés, significa «Lindo hámster»
*Armar «peo»= En la jerga del «malandreo chamoloseano y Costeño-Colombiano» eso significa Pelea a punta de puño, plomo y navajazo. Acabe a notar que «peo» es la contracción de «PEDO» ya que en ambos países omitimos la «d» si sus habitantes son de lugares costeños como Barranqulla, Caracas, Zulia, Cartagena, Maracabo, Ect.
* Ay caramba!, É verdade! Ela é uma catira! : Del Portugués , significa «¡Ay caramba!, ¡es verdad! ¡E lla es una catire! »
*You Got it? / 「¿Y u gareit? 」 = del inglés , significa «¿ Comprendes?/¿ Me entiendes? /¿Captas? /¿Lo tienes?/ Etc… »
*Catire= Expresión Venezolana que se usa para denominar a aquel o aquella que tenga el cabello rubio o con el pelo rojizo y ojos verdosos o amarillentos, por lo común hija de blanco y mulata, o viceversa. (Vitya aunque no lo crean entra en la gama de los rubios, porque su color es Rubio cenizo y eso me lo confirmó una estilista de salón hace rato) el equivalente de Catire seria «Guero» en México y Centro America o «Mono« en el resto de las ciudades que no son fronterizas con Venezuela en Colombia.
Para info de carácter técnico policial, pueden ir al botón que dice (Vocabulario del Fic)
🔥N/De Shary: HOLA AL PUEBLO ¿Cómo están? ¡Yo aspiro a que bien! ¡Porque volvemos con su telenovela alocada y policiaca habitual! ¡Don MOF! ¡Estamos por el Capítulo 20 y contando!, y tuvo 21.900 Palabras :3 (¡Con la nota del final + vocabulario me quedo en 22.472 Juemadreee!!! Alv xDDD) pos no es récord, pero si es largo xD
Bueeee, voy con lo propio: ¿Les gustaron los dibujitos pal cap 20? fueron cuatro y a puro skech y flaag color porque yolo (si lo hago muy elaborado el capi nunca sale) xD
Este capi fue algo transicional, por la llegada de nuevos personajes (La presentación formal del nuevo T.C «Sagara» que se le suma a la lista de quienes «no gustan/odian de Yuuri xD» Ehhhhh solo diré que lo van a odiar tanto como a Akón y que este señor le formará mucha tranca D: con los operativos que realicen. Los Kazumas anda stand by por ahora dejando que su gente siga en las suyas…ellos regresaran D: y de la peor forma.
Tambien Alessia llegó a las filas del FEGI a formar su revuelo y de paso a sumarse al Bullying de Chris y Phi contra el pobre de YUU, y con eso, muchas anécdotas de YUURI JOVEN BORRACHO EN MODO EROS. XD les recuerdo que el Yuuri de este Fic es «maduro» en muchos aspectos, y antes de que me lo pregunten, NO …no hay YuurixAle (Eso quedó muy claro en el capítulo) esos dos se aprecian como amigos y Alessia solo le gusta molestarlo, ambos son concientes de que lo que pasó hace años fue producto de las bebidas y que Yuuri estando sobrio jamas haría eso. xD
y pues, tambien porque actualmente el corazon de nuestro Yuuri Amargado es de Vitya aunque le hayan desvirgado su «paquetito» por andar de Borracho Como dijo Chris jaajaja xD
Oh ni hablemos de los celos que hacen daño y que marean a cierta conejita xD yo veo logico que los tenga, porque hasta el momento ella era la única oficial dentro del FEGI, y pues que llegase Alessia cubriendo severo terreno, la saca de su zona de confort. Ademas si nos vamos al canon Victor demostró ser algo celoso y caprichoso con Yuuri en el capi 04, cuando le reclama con sus pucheros al pobre japones del porque no le había comentado ciertas cosas que Su viejo entrenador si sabia. xD
Eso me lleva a las siguientes preguntas. Chan chan chan:
-¿Qué cosas creen que pasarán en el cap 21? (porque se viene lo chidorry )
-¿Cómo manejará Vitya sus crecientes Celos?
-¿Será que Yuuri se dará cuenta o Alessia deberá darle un bojazo en la cara para que reaccione xD?
Pregunta extra: ¿Cómo se imaginan esa disputa entre los F.E.G.I.S para saber quien es el mejor de todas las prefecturas? porque veremos un mano a mano fuerte entre los del TEAM Taitō y TEAM Shibuya muy pronto.
Todo esto y mucho más en el próximo capítulo !!!
PARA FINALIZAR:
1) ¡¡¡QUE YA ME FALTA POCO PARA PONER AL DIA MOF (NOS QUEDAN 4 CAPIS VIEJOS, UN ESPECIAL, Y LUEGO EL NUEVO CAPITULO, YESSS!!!
2) Podrán saber de adelantos y cosas sobre mis fanarts en mi fanpage de facebook “StarsDub’s” y también los invito a leer otros fics que llevo por allí en Alianza YOI, u otras como Inkspired, o AO3.
3) ¡Nos vemos en el que sigue! ¡¡¡Cambio y fuera!!! ¡¡Muchos Saluditos a todos!!
Atte: su servilleta, la Shary : D