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MOF – 🔥Cap 17🔥



Shary POV’s: Hola, si has llegado hasta aquí por medio de AO3, espero que puedas disfrutar esta bella historia, Anteriormente este fragmento estaba dividido en 2 partes, pero se unicó en un solo capítulo y les recuerdo que la versión corregida estará en ALIANZA YOI e Inkspired.

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🔥Capítulo 17: ¡Incertidumbre! (Completo)
🔥Autora: Shary
🔥Re-Beteo y Arreglos: Shary y Liz Nikiforov

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Oficina del Gral Feltsman (T.S.P.A.) – Tokyo /Japón
Finales de Abril del 2017 – 8:00 A.M. (Al día siguiente)

Lo siento, Nikiforova… Son órdenes del General, no puedo recibirte en mis clases…

El capitán e instructor de procedencia italiana le había anunciado la cruda noticia con mucha seriedad. Los compañeros, compuestos por muchos cadetes novatos ese día, no comprendían lo que pasaba con su compañera. Ella era de las más destacadas de su grupo, por ello no podían salir de su asombro. De hecho, ninguno de sus tutores académicos e instructores de combate le podían dar acceso por el calificativo interpuesto y tampoco, podía participar en ninguna actividad referida a la academia a partir de hoy. El aviso fue de carácter irrevocable.

Las exclamaciones o el susurro inesperado entre sus colegas no se hicieron esperar, pues ellos desconocían los pormenores. Emil quiso abogar sobre el por qué, pero Vickytoria le detuvo con un simple toque en su brazo. El muchacho giró lentamente su rostro para dar con una pequeña adolescente vulnerable y avergonzada. Esos gestos o el mirar resignado en Vicky, le dieron a entender a Emil muchas cosas para nada gratas, recordando lo que pasó entre el T.C con su amiga (aunque pudo inferir que su conversación no fue amena, precisamente). Pero… por sobre todas estas, ella ya sabía de antemano lo que ocurriría.

El superior habló por última vez, indicándole que el General necesitaba tratar un asunto de carácter urgente en su oficina. Vickytoria, tomó un fuerte respiro para intentar verse con buena apariencia frente al gentío que le rodeaba y afirmó con delicadeza a lo informado por su Capitán. Hizo el ademán militar y dio media vuelta para retirarse del lugar.

—Vicky, Yo te acompa…

Ni se te ocurra Nekola. Lo interrumpió—.  Y lo mismo va para ustedes…

—Pero Mikey… Digo, Capitán… 

Michelle conocía muy bien las buenas intenciones del muchacho que tiene por oficial, más no podía permitir que su lado bondadoso lo meta en problemas. Se acercó hacia el checo para decirle expresamente en su idioma lo que opinaba al respecto.

—El General fue claro al decir solamente  «Nikiforova«,  y no  «Nikiforova y compañía « Remarcó—; Los novatos de la  T.S.P.A. no saben de lo acontecido, pero tú como estudiante y ahora como oficial activo del  F.E.G.I.  estás enterado. Lo que hizo tu compañera no se quedaría en simples palabras y queramos o no, deberá afrontar las consecuencias.

Vicky…

La mañana que apresuraba por tener una ruptura triste o simplemente una estación difícil en la vida de aquella oficial, eran premoniciones constantes de un total martirio y ella lo sabía. No renegaba o se quejaba de ello porque simple y llanamente se lo ganó a pulso por llevar las cosas con sulfuro, sin controlar sus impulsos emocionales y demostrando así, su falla garrafal a nivel profesional y de experiencia. Para su desdicha, el recordar la decepción que vio en Katsuki, una que notó en sus iris marrones, en sus acciones y su frustrar, la hacían sentirse como una tonta o en palabras más claras… Vickytoria se sentía de la mierda por haber demostrado una actitud terriblemente malcriada e impropia de su clase.

Cada paso que daba lo concebía pesado, llegando a romper su pulsación en dos versos malogrados y aunque no quisiera enfrentar lo que se le viene, debía hacerlo. Presa por su propia curiosidad como culpabilidad, Vickytoria tocó la puerta y la voz senil (bien conocida a sus oídos), le brindó el paso a sus aposentos.

Feltsman le esperaba desde su puesto. Su hechura inquebrantable, firme y siempre seria, hicieron en Vickytoria un remolino de sensaciones, puesto que se encontraba a la expectativa.

Cuando se halló sentada frente a él, no dio demora en su discurso y fue directo al grano.

Le remarcó todas y cada una de sus actitudes del día de ayer, su comportamiento prepotente, o de aquel descaro al no acatar las órdenes como se le planteó. El simple hecho de desobedecer a alguien del calibre como Katsuki, se prestaba para expulsión inmediata según lo establecido por el Código Penal de la Policía Metropolitana en Japón. En su más reciente actualización, contaba con 250 normas para los civiles y las sanciones que contemplabla en cuanto a los agentes u oficiales, eran las amonestaciones de diferentes grados, la participación en actividades pedagógicas, las multas generales o especiales, y por última instancia, la revocación del cargo.

Al escuchar esa líneas cortopunzantes de la boca de su máxima autoridad, la Oficial Nikiforova entró en un temor anunciado, uno que tras escuchar la palabra «revocación» (y que traducido al idioma castizo, sería «dar de baja») ella lo esperaba; y muy en el fondo el ahogo, como la propia rabia para sí misma no le permitían objetar nada, estando dispuesta a asumirlo por completo.

Sin embargo, el ruso mayor tenía otros planes y al explicárselos, Vickytoria no sabía cómo identificarse, permaneciendo inmersa en ese orden de ideas al momento de haberlas escuchado de su superior.

¿Seré…Reemplazada? ¿No… no lo entiendo? yo pensé que sería Expul…

Relevada, es la expresión correcta. Nikiforova.  Feltsman desde su postura, se lo hizo saber.

Él como General, (si le diera la gana, la expulsaba) y podría tomarse esa atribución en muchas formas. Para ello, necesitaría entrar en una junta directiva o recurrir a los artículos para validar ciertas movidas de modo independiente, pero no tenía tiempo para discutir minucias… Por esa razón, Feltsman era de los pocos que siempre le permitía a sus jefes de rango alto manejar a libertad, potestad o disponer de sus oficiales dentro de los estatutos. Katsuki tenía un tiempo límite para apresurarse con su decisión y a él por ahora, le convenía llevar la «incertidumbre» creada en Vickytoria, a su favor.

Al estar suspendida por propias palabras de tu jefe, no puedes entrar en ninguna de las actividades competentes a la T.S.P.A. Eso te deja como un N.N en términos legales. Su voz fue concreta en medio de su aura severa.

¿Y los casos que llevo con Plisetsky?

—Tu lugar será ocupado por varios oficiales de tu misma promoción, hasta nueva orden. ¿Acaso no dije que ahora eres una N.N?, eso también te excluye de los casos que llevabas con Plisetsky. Ningún oficial tiene corona cuando comete errores. Nadie se salva e inclusive yo o cualquiera de tus superiores, tenemos eso muy claro.

Yo…Apretó con desasosiego parte de su ropaje entre sus manos, la culpa no dejaba de carcomerle—. Lamento mi actitud y todos los problemas que he dado…

Esas palabras no debes decírmelas a mí y lo sabes, muchacha. —Le miró con comprensión, aunque no por eso dejó de verse con esa autoridad dura. Vicky, seguía sin darle la cara—. En lo que esto se soluciona y como no puedo dejarte sin hacer nada, cumplirás con trabajos comunitarios o de oficina. ¿Entendido?

Si… señor…

Parece que Feltsman estaba logrando su objetivo al tomar esta jugada… El estar un tiempo a solas o sin rodearse de sus conocidos, sobre todo de Giacometti o Chulanont, haría que Vicky reflexionara al máximo en todos sus actos. El ruso como cuota adicional, le explicó que la ordenanza perpetrada sería «temporal» en lo que esperaba que su Teniente Coronel entregue el reporte final de lo que desea finiquitar, dejándola más y más aplastada de sus errores.

Recién era consciente del calibre al que se estaba enfrentando desde su visión, recién era consciente de las palabras de su superior, logrando erizar su piel de modo atroz y al ser un estandarte ecuánime o ejemplo del rol que impera sobre la vista de todos, la ventana que cerró no será fácil de volver a abrir. Al menos no lo era con Yuuri, la confianza pérdida de manera estúpida era peor que cualquier barbarie cometida y aun no se explicaba el por qué no la habían echado… Eso concluyó Vickytoria para sí.

Pero al mismo tiempo, Yakov sabía que un Yuuri calmado y de mente fría actuaría mejor que el «Yuuri» alterado de ayer. Que sí Vickytoria heredó lo impulsivo de Andrei, también supuso que ella había tomado ese «detalle característico» de su padre de ser reflexivo para arreglar las cosas de una manera particular en medio de sus emociones sobrecogidas. Que ambos descubrirían la forma de aclarar sus roces (aunque ahora estén distanciados), y con esa posibilidad, él daba por hecho que la lectura o el rumbo de aquel libreto podría cambiar. Solo era cuestión de tiempo… 

Solo era buscar el momento adecuado.

En paralelo con esto, también trascendieron otros hechos para los nipones. Los escándalos y las peleas territoriales entre Yakuzas eran más frecuentes y muchos noticieros, columnas entre otras plataformas, trataban de buscar el hit o la nota exclusiva, pero solo una persona marcaba tendencia con ese delicado asunto.

Ø Ø Ø Ø

LOS DISTINTOS CLANES YAKUZAS, PODRÍAN ENFRENTARSE A UNA NUEVA AMENAZA POR MANTENER EL PODER – (Asashi —  Asia)

Para nadie es un secreto que la  A.N.P . ha seguido el oleaje de asesinatos desmedidos por el poder territorial en Shibuya, debido a una nueva amenaza latente que ha ido creciendo como espuma en estos últimos meses y que solo hasta ahora, han decidido mostrarse. En contadas ocasiones, también hemos visto que las labores del Departamento distrital del  F.P.J.  no han sido suficientes y el hecho de que la comandancia del  F.E.G.I.  entre a jugar un papel importantísimo como bloqueo de contención ante esas vicisitudes de esa humanidad para la comunidad shubuyense, es preocupante…

También podría mencionar que sosteniéndose de ese desvío, las pequeñas bandas o grupos armados han intentado hacer de las suyas (si miramos lo del atentado, que por suerte el  F.E.G.I . cumplió una vez más su labor y no llegó a una fatalidad) pero ese no es el punto específico…La gravedad aquí es otra.

Retomando lo del tráfico de drogas, la trata de personas, las batallas a muerte, entre otras labores ilícitas al margen de la ley, son campos que ahora están siendo liderados por otro clan que se hacen llamar  «Los Kazuma».

No solo son los responsables de que dichos abatimientos tengan convulsionado el epicentro de Shibuya, sino que también, se encuentran alcanzando otras prefecturas aledañas a ella… Más la situación podría cambiar a «mayor», si el estado metropolitano de Tokyo se queda dormido en sus  « laureles « .

Esta retribución ha puesto en jaque a todas las jefaturas estatales en la capital y si bien, Yakuzas como los  Yamaguchi-gumi Inagawa-kai , y los  Sumiyoshi-kai , son los más importantes en este país, y que bajo a preacuerdos se encuentran regulados por catalogarse como grupos humanitarios que mantienen el orden en Japón, según fuentes policiales, el resto de clanes han expresado sus solidaridad a «Los Kazumas» y viendo que aquel grupo criminal ha ido remontando con la élite, no dudan que próximamente se estén uniendo a ellos.

El número de víctimas que ha traído está posible guerra anunciada entre clanes va en aumento, llevándose consigo a inocentes de promedio y puede empeorar de no hallarse una solución en concreto.

Algunas hipótesis, dan la señal de que este grupo esté custodiado bajo la tutela de cierta  mafia u organización extranjera,  cuyo calibre es  desconocido  para nosotros. Los mismos dirigentes como la cúpula policial, no se han manifestado ante nuestras investigaciones; y su silencio prudencial en cuanto lo ocurrido en la prefectura de Shibuya como blanco principal, es otra consigna más a nuestras especulaciones.

Estos extractos no fueron sacados de la nada, son engranajes que vienen de sucesión en sucesión y lo único que se le pide al directivo son «respuestas» para su pueblo… De lo que sí estamos seguros, es que el armado Yakuza de hoy en día tiene como premisa el dinero y que a este, vale más la sangre. Algo que no es incierto, ya que en décadas anteriores se pasó por algo parecido.

La fracción rebelde del Clan Kazuma al ofrecer cuotas de asociación, no solo con los clanes opositores, sino que a su vez con gente de la propia bancada gubernamental nipona, tomando como referencia el caso del cartel académico donde la institución se vio empañada y deshonrada por uno de sus más célebres intendentes -Takeo Yamamoto. – O el asesinato en extrañas circunstancias de su «veedor» – Grey Sullivan. – son una latente a repetir ese mismo camino, con la diferencia de que quizás… Ellos podrían ganar de no hacerse algo al respecto.

Escrito por:  Hisashi Morooka, Periodista de TVAsashi
09:45 ET (21:53 GMT), 2017

#Japón #Yakuzas #Mafias #Noticias #Asia
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190 Comentarios…. Ver todos….>>>

«@JhonIce. hace 5 horas:  Buen trabajo como siempre Sr. Morooka, felicitaciones. Aunque yo le añadiría a su incertidumbre y parte del lío actual en Japón, la política del típico: «¿Cómo voy yo ahí o qué me das a cambio?» para no perder el poder… Esperemos que sus palabras finales no se hagan realidad en nuestros tiempos.

«@Le-Nepe. hace 3 horas :  ¿¿¿Han reportado muchos golpes en Shibuya en el transcurso de estos meses y el gobierno insiste de que no ocurre nada en nuestra prefectura???? ¿¿¿Es en serio???

«@Ahiko01. hace 3 horas :  Shibuya se ha vuelto una de las prefecturas más peligrosas en Tokyo y ahora con este artículo, lo compruebo.

«@M-Kenjirou8000. 1 hora :  ¡Por suerte, el T.C. Katsuki junto a su gente, están protegiéndonos a toda costa!, ¡pero tienen razón! ¡La mesa directiva en Shibuya nos debe explicaciones!

>> Ver más…

Ø Ø Ø Ø

Este Muchacho…

El periodista sentado sobre el sillón negaba con una gran resignación graciosa en su rostro, borrando el último comentario que había leído. 

Es como la décima vez que le he dicho a Minami-kun que sea más discreto y que no dé nombres específicos. Acabó rindiéndose y dando un gran bostezo al estirar todos sus músculos.

Cada vez que el señor Morooka realizaba una de sus columnas escritas, se ponía a la tarea de revisar los comentarios pues su pupilo solía dejarse ganar por su estado efervescente o «fanboylístico» en pro al trabajo magistral del F.E.G.I. y más, si se trataba de su héroe justiciero favorito, el Teniente Coronel ¡Katsuki Yuuri!

Los últimos días no habían sido sencillos de lidiar para la comunidad pacífica de Shibuya, siendo este uno de los lugares económicos y de mayor influencia de la Ciudad de Tokyo. Morooka temía que volvieran a recaer en ese tiempo de oscurantismo de hace años atrás. Años convulsionados que no deseaba recordar, años en que muchas personas se mataban entre sí, solo para acariciar ese codiciado botín llamado «soberanía absoluta», repercutiendo con masacres masivas, familias separadas, dolor y mucho sufrimiento.

Por cuenta de las peleas del primer ministro, su bancada y los partidos de tal misiva mencionada (y que hasta la fecha se encuentra censurada), salieron a flote todos los eslabones y escándalos al descubrir varios negocios con gente del mal común en comitivas nacionales, llegando hasta los internacionales. Rusia se vio salpicada en ello también y los mismos, al tapiñar sus espaldas, creaban comunicados a sus lacayos para acabar paulatinamente con el orden, y en ello a los policías activos. Pagaban por cada cabeza mutilada y era una cacería constante. Según el Gobierno, «nunca se alió con delincuentes para combatir a otros de la misma calaña o inclusive de los suyos»

Pero muchos sabían que eso era una gran mentira… Mentira la cual pocos, se atrevieron a desenmarañar y terminaron hasta la fecha en tres metros bajo tierra.

Morooka recordaba en su momento haber colaborado junto al Sargento Kouji Katsuki y a su hermano menor, Yuuri Katsuki, en las labores de inteligencia, buscando información para ellos. También recordó el ataque recrudecido que el sagaz Sargento dio contra los altos tribunales, rechazando todas y cada una de esas declaraciones maquilladas. Recriminó sobre la negligencia, por los desmanes en su país como al otro de tierras eslavas donde le apoyaba su amigo y colega ruso, Andrei Nikiforov.

Finalmente se quejó, presentando pruebas circunstanciales que lograron hacer encarcelar a muchos de los implicados y de esta forma, desmantelar al cártel de aquella organización que imponía su manto de maldad, liderada bajo la alianza de un demonio que con grandilocuencia sumó consigo, a agentes de la DEA en apoyo a las autoridades militares y de la policía de Japón.

Morooka aún mantenía fresco en su mente el día que le dieron captura y también, el día en que esa sombra invisible a la vista del pueblo, más no para los dirigentes y oficiales de la época logró escapar, y finalmente, recordó por palabras del mismo Yuuri, en aquel funeral donde la tarde se tornó brusca y oscura bajo la lluvia, que el mismo gobierno calló de un modo ruin la voz de Kouji Katsuki y la de su amada esposa… Al tiempo que con su mentor.

Para el Katsuki menor, no cabía duda de que fue una emboscada planificada en conjunto de ese hombre y sus matones… Morooka, pensó de la misma manera.

Con el paso incalculable, (y en apariencia) el problema desapareció por arte de magia…Su caso no pudo cerrarse del todo, quedando sellado en el olvido por seis largos años (casi siete).

Hasta ahora…

Morooka no era un simple presentador de noticias, él era todo un señor periodista en el buen sentido de la palabra. Desde hace muchos años, llevaba manejando un trazado investigativo (toda la vida se había especializado en ello), ganándose una gran reputación. Parte de sus estudios estaban basados en asuntos importantes, que algunas personas u organizaciones peligrosas deseaban mantener en secreto, ocultas a la luz pública. El Teniente Coronel Katsuki, conociendo la clase de persona íntegra que era, cada que podía, pedía consulta en cosas puntuales cuando tenía casos de mayor índole. A cambio, Katsuki le brindaba ciertas primicias en sus columnas que para el bien de Morooka y ventaja en el mismo Katsuki, las habían sabido llevar con discreción…

Y si regresamos al punto de la ruleta, el año pasado se fueron presentando con laxitud algunos focos que recién en este nuevo año, los habían acaecido a sucesos tan significativos, prósperos o adversos, repitiéndose nuevamente el patrón de conducta criminal y él no veía la hora en que la que pudiera lanzar sus letras e idiosincrasia marcada. Se sentía en una gran deuda, porque no deseaba que volviera a suceder otra aberración igual. No vio justa la forma en los de arriba apagaron las vidas de muchas personas, entre esas, la del sargento Katsuki, y cuando Yuuri Katsuki (el severo Teniente Coronel de la actualidad y no el novato oficial de hace años atrás) le comentó sobre las últimas eventualidades… Eso sin duda, fue una señal clara.

Los gajes volvían a su cauce y haría todo lo que esté a su alcance para ayudar al T.C. Katsuki…

Aunque antes de todo eso… Lo primero que Morooka haría, sería tener una larga conversación con cierto reportero/aprendiz de cabello tinturado de amarillo con un mechón rojo. Podía tenerle estima, pero Minami tenía que dejar a un lado su fanatismo endiosado hacía su héroe, cuando se tratara de realizar investigaciones y medir más su gran bocota porque de otra forma… ¡Los metería en problemas!

(Departamento de Casos policial o Marco legal) T.S.P.A. – Tokyo / Japón
Finales de Abril del 2017 – 8:00 A.M (días después)

La oficial amonestada desde hace cinco días, pasaba horas y horas aislada entre los tumultos de archiveros o realizando actos comunitarios. Horarios y encargos los había cumplido sin queja alguna, mientras se debatía su situación final. Podría decirse, que su estadía pendía de un hilo y para ella, era más agobiante el no saber si quedará o no en este lugar, que el estar realizando este tipo de labores. Y si bien, cabe anotar que en los actos comunitarios, fue donde ella encontró algo de tranquilidad consigo misma, puesto que los realizaba en la escuela de Yuuki y al saber que el pequeñín estudiaba allí, solo en ese lapso de tiempo pudo olvidarse en gran parte de su problema…

Ella no negaba que se sentía como si fuera un fantasma, deambulando en los pasillos al regresar a la T.S.P.A. No negaba que desde su amonestación, las cosas allí parecían encontrarse en calma y todo había ido marchando armónicamente sin su presencia, como aludiendo al artilugio de un reloj (tal cual como le profesó Yakov Feltsman). Y tampoco negaba que experimentar aquello, le dejaba un vacío estruendoso por el cual, caía sin fin alguno. Donde su voz no tiene potestad o validez, pero no se quejaba. No podía, porque desde el primer instante en que se percató de sus errores, se halló avergonzada… Lo único que le quedaba por hacer era cumplir sus deberes o cerrar su imprudente boca.

Estando en los departamentos, con los archiveros llenos montones y montones de papeles por organizar, solía toparse con Katsuki de vez en cuando o de cuando en vez… y era incómodo. Vicky admitía muy en sus adentros lo incómodo que era estar nuevamente en ese punto, donde ninguno de los dos se dirigía la palabra y más por parte del Mayor, pues este de modo indiferente, o incluso llegando a ser seco, optaba por no hablar y en caso de hacerlo, solo fraseaba palabras puntuales como «Buenos días«… Si Vicky intentaba decir algo más, quizás por ser cordial (saber si estaba bien, simplemente eso), el superior de ojos marrones cortaba la conversación con el típico: «Necesito este documento radicado en mi oficina, mándalo con tal persona» o un «Me retiro, sigue con tu trabajo« 

Palabras frías carentes de toda calidez en ese individuo que daba la impresión de nunca haberse codeado con nadie, en especial con ella. Eso la entristecía y ella no lo juzgaba… Lo había arruinado todo.

Yuuri, por su parte, agradecía a Yakov el que hubiera puesto a Vickytoria lejos de sus suburbios y de sus divisiones, reemplazándole por varios novatos en su ausencia. Pero si hablamos de eficiencia (retomando lo profesional), los chicos de dicha promoción no llenaban los talones de la oficial. Eso era innegable y sus propios hombres sintieron el cambio, así como el resto de los Guardias Imperiales que aplicaban en rangos de segunda o tercera línea.

Estos últimos, aunque no lo exteriorizaban abiertamente a su jefe, los comentarios o murmullos abundaban en el F.E.G.I.y aquel acaudalado río, golpeaba con fuerza los oídos de Yuuri.

Él debía arreglar lo más pronto posible el status de Nikiforova como oficial. No quería dejarse influenciar por los sulfuros que tomó en el operativo anterior y trataba de meditar con calma muchas opciones, más no se sentía preparado para mantener una conversación concreta con ella, porque desconfiaba en sí mismo, desconfiaba en ser alguien débil o blando en sus decisiones, desconfiaba el no tener una idea clara sobre cómo sobrellevarlo o incluso, desconfiaba en darle el beneficio de la duda a esa oficial… Se la brindó una vez y la desperdició (o bueno, más bien, él la llevó a ello) ¡Ah! pero aquí es donde el karma jugaba en su contra, teniendo en cuenta la experiencia de vida que le comentó Yakov con el padre de Vicky o esa larga y concisa conversación que solo le habían creado más dudas sobre lo que debía hacer.

Adicional a ello, los encuentros fugaces con su oficial no ayudaban mucho, sobre todo al ver los amagues genuinos y sinceros de la pequeña para hablar con él por las oficinas en las que ella cumplía su sentencia o cuando presenciaba su mirada en las mañanas en medio de las paredes silenciosas. Yuuri prefería no ceder por los motivos anteriores y mantenerse neutral.

De hecho, día tras día era más apartado y de comportamiento cortante, a pesar de aparentar una «cortesía» ante esa muchacha de ojos azules ancestrales.

Su muralla, una ley del hielo que él sólo usaba para corresponder no sólo a una locución pasiva de inexpresividad contra los truhanes de mala calaña en los tribunales o aquellos que perpetuaban en los interrogatorios, sino que ahora lo atribuía como un mecanismo disfrazado para salvarse así mismo de su actual dilema, aun si esto, implicaba herir de modo indirecto a la persona sobre la que se designaba y peor aún, cuando era evitable parar la lluvia de crucifixiones, sin importar la tardanza de ésta.

En esos días, al buscar un modo parcial de reprenderle, pensó en castigarle seriamente, sacándola de la T.S.P.A., degradarla de su nombramiento Oficial Imperial del F.E.G.I. a Cadete inicial (viendo su estado de prueba) y trasladarla a otro lado de menor categoría, aunque lo veía poco viable. Las demás academias policiales ordinarias japonesas no aceptarían a Vicky por ser clasistas o por sus antecedentes revoltosos y conociéndole, ella preferiría que la dieran de baja, (algo que él hubiera optado desde un inicio porque se encontraba demasiado enojado y que de no ser por la intervención Yakov o las palabras de Christopher que habían calado tan profundo en él, ahora ni se supiera de ella) Y él seguía enojado, aunque no como en un principio, pero eso implicaría mandarla nuevamente a Rusia…

No podría verle otra vez…

No podría ver sus iris azul celeste, su dulce sonrisa y otras cualidades fuera de lo físico como su carisma, sus despistes o la inocencia que desbordaba por momentos y que él había ido captando con detalle dado al paso de estos meses…

Eso era otro problema que le carcomía, uno enorme porque involucraba peligrosamente a sus sentimientos y no podía permitirse aquello siendo un superior de élite.

Katsuki Yuuri, se encontraba entre la espada o la pared… y aún estando acorralado, cumpliría su veredicto.

Si observáramos el punto de vista de los compañeros del F.E.G.I. al enterarse «a medias» de lo ocurrido con Nikiforova, no dejaban de asombrarse. Los pocos que estaban reacios a aceptar a una mujer en las filas, vieron esto como una oportunidad para apoyar su destitución. Otros concordaban que no debían expulsarle y claro, los más cercanos a ella (los que sí sabían a fondo la situación al ser el equipo de planta), no dieron demora en explotar sus sentires. El vándalo ruso estaba dispuesto a pelear con aquel estúpido-superior japonés con el cual compartía su nombre o con el otro anciano canoso, pero Jean y Emil lo detuvieron a la fuerza como es costumbre, para que no armara más revuelo del que ya había, no obstante…

¡Basta!

Fue Vicky quien les pidió a todos, incluyendo a Yuri, en no meterse en otro lío por su culpa.

—Para bien o mal, eso fue lo que consideraron para mí y si ellos lo hicieron de ese modo, yo lo veo más que justificadoExplicó la muchacha en calma, aunque sus gestos y expresiones denotaban una dejadez perdida—. De hecho… Pensé que me expulsarían, y aún existe esa posibilidad por lo que me dijo el General o puede que me trasladen a una academia de menor rango, en realidad… No lo séAseveró—. De lo único que estoy segura es, que me equivoqué en muchas ocasiones, que siempre los puse en peligro a todos ustedes, incluyéndome y todo por seguir mis necedades, así que les exijo que no se metan en este asunto… Porque me sentiré mucho peor si me entero que por mi culpa, los jefes se la tomen en contra de ustedes. ¡Mis problemas son míos! Yo…estaré bien, y veré cómo salgo de esto. Solo, no lo se metan, ¿si? —Al final la chica intentó sonreírles o eso había parecido, pese a que su cadejo plateado no dejó apreciar su rostro del todo.

Pero…

Los tres muchachos no pudieron completar su alegato. Vicky se despidió de ellos con ese habitual ademán agraciado en su mano, aparentando una calma o una seguridad de la cual no gozaba en esos instantes, más lo hizo solo para que dejaran de preocuparse.

Cachorro, ¿La coneja…Nos ignoró? —Ese fue Jean con una cara de incrédulo contrariado.

Yo creo que sí, su majestad. —Le siguió Emil, en la misma tónica.

¡HEY, NIKIFOROV! ¡NO ME DEJES HABLANDO SOLO! Yuri más atrás, de muy mal humor por esa actitud disfrazada que pudo percibir, le gritó sin contención. Sin embargo, la chica no se inmutó o se volteó, continuando su camino sin prestarle atención y dejándole como loco—. ¡¡¡Y AÚN NO HEMOS TERMINADO! ¡¡¿ME ESTÁS ESCUCHANDO, MOCOSA?!!! ¡OE! ¡OE!

Ya la escuchaste Plisetsky, déjala…

¡Pero Beka! ¡Tks!

Altin había llegado desde hacía un rato, escuchando toda la conversación. Él comprendió que los tres chicos quisieran ayudarle y entre todos dieran sus puntos a favor, pero el subteniente siendo alguien centrado, vio más prudente en darle el espacio a su pequeña colega, además de tener razones de sobra para querer solucionar esto por sí misma y con esa sobreprotección de los demás, no iba a lograrlo. Para el resto, y en especial para Plisetsky, fue una forma muy sutil de decir «aléjense», no en un mal plan, tampoco es que los negase, pero era necesario en Vicky verse capaz de reparar su necesidad.

Esa tarde dio paso a la noche y la misma, a las altas horas de la madrugada. Vickytoria se encontraba sentada en su cama, sin poder dormir o estar en paz. Cada día le era más difícil respirar el aire que le rodeaba en laT.S.P.A. Cada día, veía escurrirse de las manos la posibilidad de hablar con Yuuri. Tenía la ilusión de que si le brindaba otra oportunidad, buscaría la forma de enmendar sus errores ante él (ya sabía quién era realmente, con respecto al pasado y poco a poco ha ido comprendiéndolo), pero con todo lo ocurrido, este seguía sin hablarle, mucho menos, examinaba sus sanciones cumplidas, teniendo de por medio los compromisos en el caso que hasta momento, daba buena marcha con el equipo.

Y si le agregamos que a Vickytoria le afectaba en gran manera ver ese trato austero que Yuuri había estado aplicando hacia ella, la pequeña oficial veía muy difícil lograr su meta.

Lo veía difícil, pues ella no creía que volvieran a ser «amigos» como hace años atrás cuando ella era pequeñita o el un adolescente y mucho menos, como se encontraban en su actual presente. Lo pensaba complicado en el último de los casos, porque entendió que el japonés le había perdido «confianza» en todo, incluyendo la que tenía a nivel profesional. Su corazón no podía seguir aguardando una esperanza de lo que parecía una primavera marchita por cómo se encontraban las cosas con él, e incluso con la mayoría de sus compañeros y ella lo sabía.

Por más dolor que ella sufriera al luchar, lo sabía.

Si por algún motivo ya no viera alguna vía posible para reparar lo que provocó, estaría dispuesta a aceptar la decisión de su jefe o quizás
By Sharayanime

Si por algún motivo ya no viera alguna vía posible para reparar lo que provocó, estaría dispuesta a aceptar la decisión de su jefe o quizás… se adelantará a los hechos y terminará por concluir lo que ese hombre le instó con aquellas palabras demandantes de su boca…

—Ya no hay vuelta atrás con esto, amigo… Aun si me haces esa carita, creo que si me retiro ahora, es lo mejor…

EM Restaurant – San Petersburgo / Rusia
Finales de Abril del 2017 – 2:00 P.M. (Seis horas de diferencia con Japón)

Entre tanto ese embrollo pasaba, el otro par de superiores (o más bien los auto-denominados padrinos) tenían el mismo sentido de protección, pero el General los había enviado a trazar planificaciones en Rusia con el espía infiltrado que poseían como colaborador y realizar el empalme respectivo.

Aclamada como la «Venecia del Norte», debido a sus más de 400 puentes y canales entrelazados por toda la ciudad, un restaurante concurrido, pequeño y temático en San Petersburgo, «EM»  fue el sitio acordado para entablar el cruce de palabras. Christopher y Phichit se hallaban con un humor revuelto y no estaban solos, Leo en compañía de Guan, también servían de apoyo. Chris por momentos, intentaba concentrarse en los documentos y hablaba en voz alta para todos sobre el cómo se manejaría la charla, pero obviamente, el fastidio o estrés no le abandonaba. Dejar a Vicky sola con ese «reservado Kamikaze» a su merced, no era buena idea. Phichit pensaba lo mismo que su compañero, hasta que Leo se cansó y rompió el ambiente con su característico y «mexicanisímo» hablar.

—Ya está bueno el drama, ¿no? —Expresó Leo.

Chris bufó, sentado en su silla y con el reguero de hojas encima suyo.

¿Y te parece poco, Leo? Le habló un Phichit incómodo con las fotos en sus manos—. Tú conoces perfectamente al «cabrón» como sueles llamar a tu jefe. En cualquier momento, puede cometer alguna injusticia y todo por su terquedad.

—¡Apoyo al Hámster! —Chris lo secundo.

Y si el chino culero del Katsuki le hubiese dado de baja, lo habría hecho sin demora desde el día en que la pelusa cometió la infracción. Los calló de sopetón—. Están peor que mi jefa cuando no ve sus novelas en Televisa, ¡Ya párenle al pedo!

—¿Novelas literarias? —Guan no entendió para nada la referencia—. ¿Qué tienen que ver las novelas literarias con lo que haga o no el señor Katsuki?

Ja, ja, ja, no mi chula, no son ese tipo de novelas, digamos que son «cosas de latinos» Le besó tiernamente, y eso hizo que su rostro se enrojeciera en el acto.

—¡Leo, no hagas eso!

—¿Por qué no?, Esos «vatos-chimuelos» no dirán nada.

—¡N-no importa, son nuestros superiores y… y… y estamos trabajando!

Al menos espérate a que estén solos en el hotel. —Bromeó Chris con sutileza disfrazada.

Fíjate, que jalo con esa idea. ¡Me gusta! Al guajolote sinvergüenza se le pintaron un par de cachos y cola de diablo en toda su aura mexicana.

—¡Chris!, ¡Leo! ¡Ya basta! ¡Pobre de Guan jajaja!, pensará que sus jefes son unos pervertidos. —Phichit como buen salvador alegre, acabó los dobles sentidos, aunque ya fue demasiado tarde.

La joven asiática estaba con un carmín mucho peor. Chris retomó la conversación, señalando con causa a ese Fedérale.

—¿Y tú de qué partes estás? ¿De nosotros o del diablo? Con «diablo» se refiería a Katsuki.

—¡De ninguno!

¡Du bist ein «Hurensohn»! —Lo insultó en alemán.

No sé qué me dijiste pero ¡Chinga tu Madre, Mariposón! Se la devolvió como si nada—. Ya hablando en serio, hasta donde sé, Yakov habló con él y Yuuri tiene estos días para tomar una decisión «justa», por algo el viejo ruso metió su cucharón, ¿no?; ahora si hablamos de Vicky, no es por echarla al agua, pero la regó bien culero con eso de los desacatos. El cachorro de Nekola me dijo que está suspendida de todo y la tienen realizando trabajos de oficina o labores comunitarias a modo temporal hasta que definan su situación. Yo pienso que la ha sacado bastante barata. Al menos están definiendo su estancia.

—Tú no viste lo que nosotros vimos y desconoces un par de acontecimientos que propiciaron este lío, Leo. ¡Y sí! Quizás si estamos algo sobreprotectores con Vicky, sobre todo yo, eso lo admito; pero si hubieses estado ese día allí, no pensarías igual. Culminó Christopher.

¡¿Un poco?! ¡No mames Chris, pon duros los huevos, cabrón!… Le habló con franqueza el mexicano—. ¡Tú y Phi parecen mamá gallina cuidando a su pollo…! ¡Ella no es una pequeña flor que necesite que la defiendan…! ¡Lo ha demostrado!, ¡Puede darle pelea, a su manera!

¡Déjame ser! ¡Es mi lirio ilegal! ¡Mi bebé! ¡Sus lágrimas son demasiado puras para derramarlas por ese Eros amargado! Chris ahora estaba en modo «padre fresón, llorón e indignado» y Leo, solo pudo soltar un largo suspiro por sus arranques.

—Yo comparto tu sentir Chris, créeme. Sin embargo, pienso que esto ocurrió fue fructuoso, y no me mires con esa cara de estreñido, ¡No manches, güey! Lo digo en el buen sentido de que si Yuuri, no llegase a darle la «baja» a Vicky, esa mujer ahora sí se pondrá al tiro y se tomará las cosas con más propiedad.

—Bien dicho, «llegase», pero tú y yo sabemos que eso no ocurrirá, ¡y que sí la destruirá!.

—¡No seas fatalista! ¡El partido no se acaba hasta el árbitro no del pitazo final!

—¡Oh genial!, ¡El futbolista ha hablado!

—Pa’ que veas como hablo de bonito, cabrón.

Leo…De repente, la Agente Hong, mencionó al aire su nombre—. ¿Tú crees que el T.C. Katsuki si sea capaz de aquello?

—El T.C. no es de los que le tiembla la mano en su accionar, amor. Pero por extraño que parezca, aún no ha dado  la orden de «destituirla» —Fue claro en su explicación—.Es por eso no estoy tan preocupado, y tengo esa corazonada de que él meditará bien las cosas.

Y espero que medite bien, porque podría arrepentirse si comete un error. Aludió Phichit—. Yuuri no tiene idea que Vickytoria lo recuerda y que ya sabe todo, o bueno… Una gran parte sobre él o de su pasado, desde hace varios días.

¡MIERDA! ¡¿ES EN SERIO?! Gritaron el par de hombres.

—¿Ah? ¿Cómo así? ¿El T.C. y Nikiforova se conocen desde antes, Capitán?

Phichit ladeó su sonrisa sincera hacia Guan, que poco o nada entendía y él decidió explicarle con calma el enlace de ese par, sus vivencias y parte de su pasado. Lo hizo porque la chica le inspiraba confianza e igual los tres mayores, habían «regado la sopa» al tratar ese tema delante de ella. La muchacha se sorprendió al saber que Vicky fuese la hija del mencionado detective y ex jefe, del cual Leo había hablado con nostalgia aquella vez o que precisamente, Katsuki; ya la conociera de antes y que desconociendo ese hueco nocional, haya desarrollado leves sentimientos hacia su oficial. Parecía un guión de película fantástica.

Y en lo que el telón para los cuatro jóvenes se estimaba desde aquel punto, a pocos metros de ellos, el taconear de una dama se daba a conocer a través del in­se­pa­ra­ble acto de ca­mi­nar. Usaba un vestido negro casual con cortes rectos a medio muslo hasta las rodillas, que era cubierto con un abrigo de piel largo y sintético de oso polar blanco. Los bloques eran en blanco, además de lucir una capucha tupida que ocultaba sus hebras doradas con iluminaciones blancas, sin duda excepcional y por donde se paseaba, robaba la atención de la mayoría de las miradas, finalmente daban el paso a los senderos o la ausencia de toda magnificencia de entablar conversa con ella.

By Sharayanime

La dama observó al grupo a través de sus lentes de sol, y dentro de esos, a tres caras inconfundibles para ella. Sonrió con una línea pícara muy amena, usando la comisura de sus labios bañados en rojo channel y no dio espera. Leo, Guan y Phichit estaban de espaldas por lo que no podían verla mientras hablaban, pero Chris si la pudo distinguir, asombrándose con gusto en su pestañear y entonces…

—¡Pos ya que, cabrón! ¡Ni modo que no sufra!, ¡¿no?! ¡Si quiere demostrar de qué ovarios está hecha ante el kamikaze para quedarse en el F.E.G.I, aguante vara y que saque lo picosa que es!

Y tú sigues tan burdo en tu hablar como siempre… Mi queridísimo Leo.  La delicada palma de aquella mujer se había posado encima del hombro ajeno, asustándole por completo.

¡A SU PUTA MADRE!, ¡LA DIABLA! Gritó, con muchos gallos en su voz del miedo.

¿JA? ¡IGUALADO! ¿A QUIÉN CARAJOS LE LLAMAS «DIABLA»?, ¡GRINGO BALURDO, «CHICHÓN DE PISO»! Ahora sí la hizo enojar, los espectros oscurecidos a su alrededor aparecieron, además de su siniestra sonrisa—. ¡Te recuerdo que seré muy portuguesa!, ¡Pero soy Hispano-americana al igual que tú y qué hablo perfectamente tu idioma, Leo!

¡PERATEEEEEE GÜEEEEY, ERA BROMA!.El pobre hombre definitivamente cavó su propia tumba.

Phichit tomó del brazo a Guan para ponerla a salvo de esa leona y Chris, aplicaba la misma de su compañero. El resultado, fue ver una fuerza descomunal en esa mujer, al ser capaz de levantar a Leo con propiedad, usando ambas manos y lanzarlo fuertemente lo más lejos de su existencia.

El guiñapo humano, (tirando más a un guacamole) se llevó muchas sillas por delante y el escombro a su paso fue demoledor. Los lugareños observaban con interés el espectáculo.

Los dos hombres junto con la joven, fueron al rescate del mexicano golpeado.

La mujer había perdido todo glamour, respiraba como un toro y su cabello se había despeinado cuando la capucha que traía puesta se desacomodó, dejando ver todo su look…

En fin, tampoco es que ella acostumbre todos los días a ser una dama delicada, es bien sabido que las venezolanas son de mano pesada cuando ponen los puntos sobre las ies, y en lo personal, esa mujer siempre ha sido fiera desde que nació y así morirá.

¡Leo!, ¡Leo!, ¿Estás bien? Lo removía Guan con desespero en el suelo.

—En el bosque de la china… la chinita se perdió…—Balbuceó, teniendo sus ojos en espiral. Al parecer, el golpe fue tan fuerte que terminó cantando una canción infantil, alusiva a la tierra de su amada pareja—. Y como yo estaba perdido, nos encontramos los dos… ¡Ay güey! ¡y era de nocheeeeee… y la chiniiiiiiitaaaaaaa…!

Ok, esto es grave… Leo está en su propio mundo. Acotó Phichit con burla 

—Alessia, cariño…Chris le continuó con tono malicioso y acusador. ¿En serio había necesidad de usar la fuerza bruta?

¡Coño! ¡Más bien, deberían de agradecer el que no le haya arrancado las bolas para que pueda tener «descendencia»! Terminó cruzándose de brazos con gran fastidio y al resoplar, uno de sus mechones se espolvoreó en el aire—. ¡Él sabe lo que me arrecha ese apodo de mala clase!

—Si todos los latinos son así como tú o Leo, déjenme decirles que son muy interesantes.

 ¡Oh tú cállate, Christopher!

—¡Ja, ja, ja, ja, ja, ja! ¡Me encantan estas cosas!

Si ustedes preguntan sobre quién es la misteriosa mujer, o el por que habla con tanta familiaridad con las ratas de alcantarilla, digo, nuestros honorables hombres de la ley, pues les he de comentar que es una vieja conocida de ellos y se llevaron la sorpresa del año al darse cuenta que ella es el contacto infiltrado directo que su General Feltsman, en convenio con los dirigentes policiales de Portugal, suministraron a su disposición para sustraer en secreto información exclusiva para el caso clasificado.

Nombre: «Alessia Nazareth Batista Do Santos» 
Alias: «La Diabla» 
Ocupación: Agente Secreto

En ese sentido «Alessia», De veintiocho años; ostentaba el cargo de Agente secreto (espía) en las fuerzas armadas portuguesas y cuando no ejercía su rol, asumía el de Capitana al comando de compañías dentro de los diferentes batallones en la cúpula policial de Venezuela. Al poseer doble nacionalidad por cuenta de su padre (Coronel portugués de ascendencia Kazaja, ya retirado) y su madre (una docente en idiomas de nacionalidad Venezolana), la convertía en una mujer exótica, atractiva, vigorosa y de temperamento sumamente fuerte, que muchos hombres u otras mujeres oficiales, ya fueran bajo su mando o fuera de este, se la pensaba dos veces antes de cometer alguna estupidez.

Aunque su paso en la milicia del país que le vio nacer (Portugal) no había sido fácil, fue luchado, debió acogerse y ganarse su lugar en su segunda patria (Venezuela) para que de esta manera pudieran apreciar su potencial y eso Phichit o Christopher, lo sabían de primera fuente. En su época dorada, el par junto con Yuuri o Leo ya habían trabajado con ella en misiones de espionaje e incluso Alessia, había colaborado en algunas labores de máxima confidencialidad bajo la sombra del General Feltsman, razón por la cual sus experiencias vividas la habían convertido en una mujer decidida, recursiva y dura, no solo como guerrera o una subordinada superior, sino también en sus palabras.

Su lema:  «Decir la verdad, aunque duela y preferir que duela ahora, a que se haga una cicatriz más adelante «

Después del pequeño momento tragicómico para Leo, original para Guan o nostálgico para los mayores, y habiéndose acabado las presentaciones formales, Alessia con un mocaccino bien cargado en la mano, les entregaba el reporte a quien sería su «equipo de apoyo» de ahora en adelante.

Ella comentaba que hace un par de meses atrás, se había encontrado con el viejo lobo de Feltsman. Supuso que su reunión confidencial no sería la típica charla de dos personas del común. Él expresamente le había expuesto sobre ciertos rumbos que estaba tomando su investigación, y la participación directa de otras entidades que también deseaban dar con los detractores de aquellos actos ilícitos (como la droga, la pelea territorial o el asomo de poder). La mujer al comprender el asunto, pudo notar lo delicado y oscuro que se estaba tornando el caso. No era para menos… Su país también estaba pasando por una situación similar.

Portugal de puertas afuera mostraba una cara, pero a nivel interno, estaba jodido con la alta corrupción y la instauración de muchas bandas o grupos criminales que mantenían el mismo modus operandi. Algunas, habían caído por los convenios gubernamentales o alianzas entre países (Japón era uno de ellos) más no era suficiente. Lo acontecido en este oleaje de violencia premeditada debía hilarse y tomó más profundidad cuando Feltsman se refirió a cierto fantasma que ensombreció una linda época de su vida, dando con las muertes de grandes héroes queridos para ella. Peor aún, el divisar con sus propios ojos, el desgarre de cierta alma resquebrajada, que estuvo a punto de perderse en la locura y que de no ser por la fuerza de voluntad en Phichit, o la intervención oportuna de sus colegas cercanos como Christopher o Leo, quién sabe qué hubiese pasado con él o con la pequeña criaturita de cinco años que tiene en la actualidad a su cargo.

De encajar las piezas con tal precisión al nuevo caso, ese archivo olvidado resurgirá a la luz… y al enterarse que sus colegas asistían a sus labores, ella no tuvo que pensarlo, así que aceptó la misión, adentrándose en el corazón de ese despacho político en la FSB por sus antiguos nexos y haciendo alarde de su requerida habilidad como espía experimentada. Feltsman a hecho lo propio, hablando con los magistrados de su país para que le dieran total aval a la chica y de la misma forma como hicieron con el Trío de la FSB (Plisetsky, Altin y Leroy), las condiciones explicadas gustaron en gran medida a los jefes de Alessia (triunfo robado como es de presumir), pero era ceder a sus pretensiones o la capitana se vería atada de manos.

Explicó que había detectado movimientos o jugadas inusuales. Que varias carpetas habían estado siendo trasladadas a zonas aisladas con la categoría de «jurisdicción protegida», sabía que los movimientos han sido hechos por mandatarios políticos y tenía conocimiento de que algunos diplomáticos de la cúpula élite policial en Rusia estaban detrás de este asunto. Las grabaciones que había captado, daban una fuerte señal de aquello y sus palabras dejaron a descubierto el pasmo patente en sus compañeros, en especial a Phichit… Sentía que poco a poco, la bola de nieve podría reventar y no sabía de qué manera Yuuri asimilaría el escenario.

—Lo que la capitana Do Santos comenta, es muy delicado…

Y aún no has visto nada, Hong. Leo puntualizó con seriedad.

Esto es solo la punta del iceberg. Su colega latina sorbió un poco de su mocaccino sin tanto reparo.

Pronto, miró con intriga a Leo. Luego observó con curiosidad a la señorita y no pudo evitar joder a su compatriota, poniéndose de lo más cómoda con su jerga de barrio.

—Cambiando un poco el tema… ¿Esa linda Jeva de la ley, es tu nueva oficial?. ¡Por primera vez te veo buen gusto. Dicen que las asiáticas son bien ardientes en la cama!

Sfx: BRRRFFFFFFFFF!!!!

Leo escupió todo el café en cualquier dirección ante tamaño comentario y obvio, no se quedó callado con las intenciones de Alessia, siempre hace eso cuando le gusta o quiere ligar con alguien y él no lo permitirá.

—¡¿Hey, qué pasó, qué pasó, vamos ay?! ¡Más respeto con la chava!, Pinche buitre!

¿Eh? A Guan le costaba entender el español «refinado» en ambos personajes y ella, inocente, supuso que hablarían cosas de viejos camaradas, por lo que se retiró del sitio para pedir algo de comer para todos.

Tras irse Guan, la dupla latina pudo soltarse de lengua o abusar de sus tarugadas… Phichit les grababa con su Iphone muy interesado y Chris no paró de carcajearse…Se sintió como en sus viejas épocas, solo faltaba un Andrei apostando con un Kouji sobre si el mexicano saldría ileso y un Yuuri que les regañase a los dos por su vocabulario…

¿Entonces qué, chamo? ¿Me harás el «dos»? Como estamos en plena misión, prometo no emborracharla o «tirar arepa» con ella, por ahora… y pensaba cumplirlo, hasta alzó su mano derecha validando su juramento.

¡VALE RETRO SATANÁS!, ¡SACA TUS PUERCAS MAÑAS DE MI CHAPARRITA! Exclamó furiosamente, se había puesto en extremo celoso—. Y para tu información, esa linda china que está bajo mi jurisdicción es «mi» novia y madre de mis hijos. ¡Chínguese con su «poliamor» a otra parte! ¡Tienes prohibido manosearla! ¡Para tus manoseos perversos, puedes buscarte otra chava o intentar con las ratas de Phi y Chris!

Paso… Le recalcó Christopher con distinción—. Yo soy un bota-plumas profesional, todo un «joto« en tu jerga, ¿Recuerdas?

¡Ah!, pero bien que revolcaste conmigo ese año, tienes potencial para hetero, piénsalo mi vida.  Le sugirió Alessia mirándole con su ceja alzada.

¡Tú y yo estábamos borrachos!, ni siquiera sé cómo quedé preso en esos pechos. Por cierto, ¿Siguen siendo suavecitos?  Preguntó curioso y juguetón, pestañeando con rapidez.

¿Quién sabe?, te invito a comprobar. Le sugirió ella, en confianza.

¡Nah!… mejor otro día. Se horrorizó—. Me conformo con manosear el durazno de mi linda conejita e ilegal.

«¿Linda conejita e ilegal?«…  se preguntó para sí. Se preparaba para indagar sobre esa última frase dicha por su compañero suizo, pero el mexicano la interrumpió alegremente, al memorar otra cosa de ese suceso.

Ahora que recuerdo, ¿Phichit también participó en ese trío, no?

Eso forma parte de mi oscuro pasado como swinger y les he de recordar que tengo novia. —Aclaró Phichit—. Así que también «paso» con tu propuesta, Ale.

Si esa mujer verdaderamente te amara, no pondría tantos pretextos o te hiciera sufrir como lo hace. —Lo mató el suizo y al final acomodó su rostro en uno de sus codos de mala gana—. ¡Y sabes que lo que digo es cierto! Exclamó finalmente. Alessia pudo notar algo escondido en las palabras de su amigo, y solo se dedico a escucharlos.

¡¡¡Ahhhh!!!! … Eso… Eso fue cruel… El tailandés se deprimió… era un va­ga­bun­do de sí mis­mo al momento de recordar las dificultades que estaban sopesando en su relación.

¡Pinche suizo, tenías que ser! ¿Sabes todo lo que nos costó a Yuuri y a mí hace días atrás para poner alegre al hámster?  ¡Te pasas, perro!, ehhemmm… No le hagas caso Phi. Anda, ven conmigo, ayudemos a Guan con los pedidos.

Phichit se dejó guiar de Leo y en medio de sus sollozos del niño encaprichado, le estaba costando acep­tar esa reali­dad tan ver­da­de­ra. Chris entendía que él daba su mayor esfuerzo pero Katrina, no es y ni será la joya preciosa que Phichit les platicaba… Chris lo sabía.

Alessia terminaba de beber su mocaccino en con una apacible serenidad, mientras sus jades verdes observaban profundamente a Christopher. El silencio que se había hecho presente entre ambos era consensuado, aunque poco inusual en él. Se encontraba liado y quizás algo fastidiado por lo ocurrido. El hombre soltó una exhalación profunda para poder sacarse la tensión del momento, pensando que tal vez no fue correcto haber mencionado aquello y ahora su conciencia le pasaba una mala jugada, después pensaría cómo disculparse con Phichit. Se sacudió sus malas vibras retomando la vista en Alessia y se excusó por el cuadro que había presenciado, pero la muchacha claramente no se quedaría con esa.

Christopher Noah Giacometti, ¿Hasta cuándo seguirás en la banca?

¿Eh? ¿A qué te refieres? sabes muy bien que no entiendo nada sobre ese juego de bárbaros llamado soccer.

Uy, ya habló el niño delicado con su inglés británico. Dijo la joven, exagerando su ademán de realeza.

Toda la vida lo he sido, cariño. El caballero tomó su café por la punta de los dedos demostrando su etiqueta.

¿Qué tiene de malo el fútbol? ¡CR7 es toda una delicia de jugador! Se levantó de su silla y se sentó a su lado para rodear los fuertes brazos de su colega.

¡A mí no me engañas, hija de Lucifer! Tú solo lo miras para fisgonear los traseros de los jugadores.

¿Dónde me dejas las piernas de espartanos o los abdominales de lavadero? ¿Osea niño? ¡¿Qué te pasa?! ¡Me pierdes! ¡Me pierdes! Le reclamó en broma y ambos se fueron en risas, luego continúo retomando el tema que salió a colación—. ¡Hey, Chris!, Ya en serio. No te hagas el loco conmigo, Pretty Boy. Tú sabes de lo que estoy hablando.

Yo estoy perfectamente bien.

Pero yo me refiero…»aquí»  y con su índice, apuntó con propiedad a su corazón.

No tienes remedio, ¿Eh?  Le sonrío algo cansado—. ¿Pensé que esa página la habíamos pasado?

Al parecer, tengo mis dudas sobre tu versión de los hechos y con esto de ahora, sigo insistiendo en que debes confesarte o te vas a lastimar más de lo que ya lo has hecho.

Para ella, Christopher más que un colega, fue de sus primeros amigos. A ambos les habían hecho traslado como parte de los acuerdos bilaterales en sus gobiernos para recibir una fuerte preparación y se apoyaron mutuamente por el hecho de compartir afinidades en su personalidad «liberal»

Los dos se cuidaban las espaldas de los malos comentarios en su momento y para cuando el joven oficial tailandés llegó a pertenecer al equipo del Shinigami Mayor (entiéndase por Kouji Katsuki), o que a los dos días de haber llegado, los defendiera de las malas lenguas generadas (pues, como buen stalker se enteró de sus hazañas y les admiraba por su trabajo excepcional), digamos que el joven espía suizo de veinte quedó prendado y anonadado por el carisma del enérgico tailandés de dieciocho, lo suficiente para quedar idiotizado y obviamente, su compañera de espionaje revolucionaria se percató de ese detalle.

La amistad entre los tres fue inmediata. Phichit nunca puso reparos en ambos por ser como lo eran, aceptándolos con sinceridad y Christopher entre más tiempo pasaba con Phichit, ya fuera adiestrándole durante las misiones, al verlo gozarse sus ocurrencias o que se sintiera en total plenitud con él, siendo como era, cada día caía lentamente en ese cálido sentimiento llamado amor. Chris lo sabía y Alessia por igual.

Más tarde, llegó un Yuuri de dieciocho a integrar al equipo, puede que al principio a Chris le haya costado un poco verlo como un amigo y no como una “posible” amenaza, por lo realmente cercano que era al hámster; al punto de llegar a sentirse relegado. más eso se arreglaría dias después y de un modo bastante chistoso.

Por obvias razones, Yuuri no entendía en su momento pero solía intimidarse, estando en una aversión constante al ver la postura airosa y defensiva de Christopher o debido a las diferencias entre sus rangos, sin embargo, todo aquello fue diluido en la convivencia que se desarrollaba al pasar el tiempo. Christopher se halló como un completo tonto tras haber conversado con el muchacho de ojos marrones grandes y expresivos. Él solo veía con nobleza absoluta y hermandad a su amigo tailandés.

Desde allí, Christopher se deshizo de sus preocupaciones, considerándolo un camarada más e incluso Yuuri ya era víctima de los descarados toqueteos hacia su persona. Los duraznos ajenos, pagaron el precio de ser estrujados.

Alessia por su parte prefería no hacer mal tercio, llevándose al lindo hermanito del sexy y amargado Shinigami con ella, para dejar solos al par de chicos intencionalmente, bromeándoles con observaciones picantes o lanzadas sobre lo bien que se ven como pareja (un pequeño empujón para ayudar al suizo) pero Chris en medio de su disimulada elegancia la frenaba, tomándolo todo a chiste y no avanzaba más allá de lo que eran, amigos…solo eso. Siendo su amigo y hacerse el desentendido a sus sentimientos, era una forma segura de no alejarse de él.

Por mucho que Phichit fuese abierto, él ya tenía una identidad definida, además de hacerse a una imagen libertina del suizo sobre sí, debido a su largo historial de parejas. Era algo difícil de borrar. Sí Christopher optaba seriamente en confesar su amor hacia él, la cofradía construida se vería afectada. Quizás Phichit, se haría una errada idea de que nunca fue su amigo y que sólo se acercó a él en primer lugar para acostarse con él, cuando jamás fue así.

Si algún día Phichit le hablara de esa forma, le dolería demasiado perder su amistad para siempre. El panorama era claro para él… Continuaría negado a hablar.

Alessia estando en Portugal, de vez en cuando solía encararlo a través de sus llamadas por celular o vía skype, motivándolo a que soltara todo lo que llevaba por dentro. No era bueno que se guardará cada uno de sus afectos y lo limitará a un simple «es mi amigo» cuando en realidad, deseaba más que eso.

Por más parejas o revolcones que buscó y por más que él luchara en contra de su corazón, negando lo que era obvio, Phichit se hallaba presente en sus sueños, en su soledad o en aquellos momentos donde la calentura natural de solo imaginarse junto a él, rozando su piel encantadoramente apetecida de misterio sin igual, de origen ancestral como el dulce y amargo sabor del chocolate, podía más que su razón…

Chris pronto lo comprendió. Un día se armó de valor, estando a unos instantes para confesarlo, más Phichit le expresó su felicidad al comentarle que tal vez ya había encontrado al amor de su vida.

Algo en Christopher, se había quebrado al oír sus palabras.

Utilizando su mejor cara encantadora como fachada, le brindó su apoyo incondicional y le deseo la mejor de las suertes con esa joven. Él tuvo muchas oportunidades para luchar por él, pero no lo hizo por cobardía y ahora mucho menos al ver cómo estaba esta situación… Cuando Phichit le preguntó sobre lo que él quería decirle, Chris minimizó todo diciendo que era «algo sin importancia» y que lo realmente importante, acababa de ocurrir con esa «buena nueva». Así continuó año tras año, detrás de esa banca callando para sí mismo lo que ha querido gritar. No obstante, el nuevo curso y actual situación entre Katrina-Phichit, Chris no negará que se abría una pequeña esperanza para él.

Alessia se puso al día en esa brecha al quedar sola con Chris, hablando sobre su problema sentimental y ella le dio miles de ideas. Pero, ¿ir corriendo detrás de Phichit, escupiéndole esa bomba y así como se encontraba de afligido? El demonio Suizo liquidó que no era buena idea… Lo podría tomar para mal.

Yo sinceramente quisiera que el hámster no sufriera. Él está aferrado a esa bruja. Entre Leo y yo se lo hemos dicho, más él insiste… Hasta Yuuri, que no es alguien dado a esas cosas, le ha aconsejado lo mismo.

Lo que sucede es que Phichit es de esas personas que le buscan solución a todo, es un buen samaritano en toda la extensión, pero su propia naturaleza hace que él no acepte cuando ya algo está asfixiado.

Esa chica solo lo usa como «monedero» para sus gustos y darse la buena vida.

Caramba! Um pagou o pato?! Oh meu deus!, Esse «Chamo» está fodido! Le expresó con asombro en portugués y con su mano bien acomodada en su mejilla.

No sé qué signifique, asumo que es… algo malo en tu idioma.

—¡Oh sí, mi cielo, créelo!, con más razón pienso que esta puede ser tu última oportunidad. No digo que le caigas como perro en celo, solo se directo cuando veas el momento indicado.

Pero no por ahora, Ale.Le aclaró—. No puedo hacerlo, aunque quisiera. Phichit en estos momentos lo que menos necesita es algo como «esto» y menos viniendo de mi.

—¡Ahh me rindo!, eso es algo que nunca entenderé de los sufridos enamorados. Por eso amo mi libertad. Si te gusta alguien, ¡Solo díselo y ya!.

Y no lo entenderás, porque nunca te has enamorado, Ale.  Ahora fue él quien le abrazó tras oír su barbaridad—. El día en que dejes ese carácter de mierda y te permitas sentir cosas por esa persona especial, podrás entender al resto de mortales, sufridos y enamorados como yo. Le habló con su acostumbrada cuota afilada…aunque su semblante seguía de por lejos algo decaído.

Creo que es mejor dejar el tema así, allí vienen los demás. Pero tú y yo definitivamente nos seguiremos hablando.

¡Gracias, pero no!, Demasiada información trágica y personal de mi vida amorosa, por hoy.

Me caes gordo, ¿Sabías?

¡Y así me amas! ¡Touché!  Se sintió ganador. Pero pronto su cara se tornó seria al fijar su vista en las fotos o documentos desglosados y eso a la espía aliada, la hizo entrar a tono. Christopher profundizó su voz—. Más bien, sigue contándome sobre el resto de datos que hallaste en Rusia, Capitán Do Santos…Eso… Que has investigado, me ha dejado con un mal presentimiento y si sigue así, tendremos grandes dificultades con las pruebas que necesitaremos para enfrentar a los tribunales internacionales.

¡Como diga, Mi Mayor!

Allí ambos, dieron por terminado su charla personal para así, centrarse en el tema principal que los convocó en ese lugar…


International’s Shibuya Art Academy (I.S.A.A) – Tokyo / Japón
Finales de Abril del 2017 – 2:00 P.M

Vamos corazón, no temas a expresarte. Si te equivocas no importa, pero solo así aprenderás a perderle el miedo.  Habló con amabilidad la mujer. 

La aprendiz asintió y repitió otra vez su rutina mientras era observada por aquella figura erguida… Más no por mucho, porque también se había incorporado en la demostración.

Muchos estudiantes comprendidos por pre-adolescentes en edades de diez hasta los doce años, estaban encantados y felices, sentados en aquel escenario especial. Motivados por los pasos coordinados entre la niña y la dama extranjera, prestaban atención las instrucciones, en donde las expresiones artísticas como la danza, la mímica y el teatro, tenían un juego lleno de contrastes hermosos. Otro grupo de muchachos, todos mayores de  diecisiete en adelante, pero no menos importante, también se encontraban allí, admirando la presencia de la bella damisela con emoción. Cada uno con su instrumento a la mano, esperaban una nueva orden para tocar las melodías de sus partituras. El más contento sin lugar a dudas, era el chavalín de nuestro cuento de chicos grandes. Uno que ya conocen, de carita redondeada con ojos enormes, y lentes de montura azul gruesa, en compañía de su fiel amigo perruno, más un trío de niños contemporáneos a su edad.

La voz delicada pero firme en medio de ese escenario desde hace una semana y media, explicaba que el Ballet, siempre se ha caracterizado por tener movimientos agraciados o complejos buscando el control absoluto del cuerpo, al dejarse guiar por el compás o los acordes musicales. Que era una disciplina que requiere concentración, entrega, pasión y capacidad para desarrollarlo no solo con actitud, sino también como una forma de vida.

La joven de hebras platinadas, con ese gesto acostumbrado de posar sus índice en medio de sus labios, lo conocía muy bien, por algo se graduó como era maestra en ello, y en lo que continuaba con sus lecciones a los futuros danseurs de aquella academia y coordinaba cosas la orquesta en general como parte de su acuerdo trazado con Feltsman…Su mente o sus inquietudes no dejaban de fluctuar sobre lo que sería de su futuro policial, sin mencionar el cómo haría para ayudar a su amiguito japonés a salir de su reciente problema…

°°°《 Flash back 》°°°

💠 

Los pre-adolescentes bailarines y los jóvenes de la orquesta juvenil estaban a la expectativa. Fueron reunidos por unas de las docentes del comité de danza y música. Les darían las noticias de algunos cambios que surgieron a último minuto y dicha curiosidad, se desbordaba notoriamente en cuatro chiquitines (dos niños y una niña con edades de ocho años y un último niño de cinco años) que ya eran músicos de planta principal en la orquesta. Los más experimentados sabían lo extremadamente preguntones, quisquillosos o volátiles que podían ser los niños cuando hay cambios repentinos, por muy genios que sean en su disciplina artística…no dejan de ser eso, ¡Infantes aventureros tratando de ir a la par con gigantes!

Mientras eso ocurría, los niños trataban de animar a su compañero más pequeño, él no había tenido una buena semana. Se ponía triste sin razón, no participaba en sus clases o se incomodaba al punto de bajonearse, porque fallaba constantemente en algunas notas de su violín…

¡Vamos Yuuki! ¡Ánimo! ¡Pronto aprenderás lo que te falta! ¡Eres un niño listo!  Le habló su amiguita de cabello castaño a un lado con su flauta transversa.

Eso intento, Ro-chan. Yuuki mencionó eso muy quedito y con timidez, al tiempo que abrazaba su violín.

¿Bromeas? Los profesores este año te pasaron a tercero de primaria, porque eres un sabelotodo como Dexter. No todos los días tienes de amigo a un niño de cinco años, que sepa tantas cosas. Dijo el otro niño alegre, también manipulaba el mismo instrumento de su hermana. Los cachetitos de Yuuki ganaban un bonito color rojizo por los comentarios de sus compañeros.

Y tú deberías tomar ejemplo de Yuuki con los estudios, ¡Eres muy flojo!

—¡Bahhh!… Con ganar mate y japonés en un 3,0 me basta.. — Se refresco—. Aunque lo que dijo la quejosa de mi hermana es muy cierto Yuuki, eres muy inteligente, ya te saldrá bien tu parte del violín.

Es que… No quiero dañar el trabajo de los demás, todavía no puedo en las últimas partes de Le Bayadere de Ludwig Minkus, porque no las entiendo, Dy-chan.

¿Y si le dices a tu tío «Yuuri Ninja» que te ayude?

—La profesora te regañará por no usar los honoríficos o respetar a los mayores. Y mi tío Yuuri no es ninja, es un Policía-Guardian Imperial.

Tu tío sabe artes marciales y usa espadas chinas, para mí es un Ninja. Los ninjas usan espadas chinas, ¿no?

Se llama katana… Lo corrigió Yuuki—. Los ninjas no tienen katanas, usaban Shurikens o espadas con filo de mango corto. Las katanas son sables, lo que las hacen más grandes y los ninjas tampoco son de China, son de Japón. Lo más cercano a lo que tu dices, sería un Samurái; y de ellos se desprende esa categoría especial de Guardia Imperial por el hecho de usar Katanas.

—Ok, ¿Por qué siento que me dijiste bruto? —El chico perdió la batalla de saberes contra el pequeño nipón y su hermana rió por completo.

No es que lo hiciera por gusto, ni tampoco por creerse, pero Yuuki al ser un «Katsuki», suele ser perfeccionista (¿Así o mas Yuuri?) y lo es el doble a modo inconsciente, cuando el pequeño se encuentra con sus ánimos en bajo.

Oye Dy… ¿Si sabes que un policía y un ninja no son iguales? ¿Así como China y Japón son países distintos, verdad? por eso es que pierdes los exámenes de historia con Keiko-sensei, si no estudias serás burro. El cuarto y último niño, un moreno, se metió en la conversación. Comía su rico emparedado de jamón y queso, además de tener su clarinete.

—No me gusta estudiar, Rock. Me gusta jugar, y tocar mi flauta… —Se metió un dedo a su nariz para chuparse sus mocos.

¡IIIUUUHGG! —Su hermana quería vomitar—. ¡Qué cochino eres Dylan!

—¿Qué? ¡Los mocos son ricos y saladitos!

—¡GUACALA! ¡Claro que no y deja de hacer eso!, ¡Estoy comiendo! ¡Qué Asco! —Le respondió Rock, asqueado.

—Eso es de muy mala educación. —Yuuki lo secundó con su vocecita desganada y distraída, tampoco miraba a nadie. Dylan hizo eso de los mocos a propósito para ver si Yuuki se reía, ¡pero no funcionó! y sus amigos Rossy o Rock no les agradaba verle así, por ello trataron de animarlo.

Mmmmm, pero lo que dijo el bobotrón de mi hermano, sobre tu súper tío, es verdad. Habló Rossy alegremente.

¡¡OYEEEE!!

Y tú nos dijiste que el señor Yuuri, sabe tocar muchos instrumentos y que él siempre te ayuda a practicar. Rock recordó eso, ignorando la queja del gemelo flautista.

Si, pero mi tío Yuuri ahora, está muy ocupado en cosas muy, pero muy importantes de su trabajo. Tiene muchas semanas de estar así —Se entristeció un poquito—. No quiero que se canse más de lo que ya lo hace. El trabaja bastante para ayudar a las personas, atrapar a los señores malos y cuidarme. Le pusieron tantas cosas en su trabajo a mi tío, que ya no hablamos como antes, y por las noches me toca ir a buscarlo a la sala porque se queda dormido en el sofá y con muchos papeles encima, y…y…y…yo no quiero molestarlo con mis tareas, o mis partituras de violín para que pueda descansar. Yo intentaré aprender solito lo que me falta. —Terminó de hablar muy desanimado.

Yuuki… Rossy, le abrazó.

Oye Dy… Creo que metimos la pata de nuevo. Susurró Rock al gemelo.

—Y no creo que la Psvita o un Katsudon ayude… —Completó Dylan, al otro por lo bajo.

Si bien este año, el pequeño Yuuki estaba dichoso por tener amigos en la escuela por primera vez, como lo eran los tres chicos revoltosos de hace unos minutos, Rossy, Dylan y Rock (aunque al inicio no fue sencillo, pues Yuuki no era dado a hablar, ni se sentía en clases), a veces, se entretenía escuchando las discusiones divertidas de aquel trío. De hecho, los gemelos y su otro amigo ya habían percibido que el niño siempre les observaba, así que se dirigieron a él muy divertidos, invitándole a jugar.

Yuuki, nervioso, no sabía si aceptar la invitación o acercarse al grupo. Él no era muy hablador, capáz, tampoco alguien «cool» (un chiquillo con peluches al lado de niños grandes, no era considerado «cool») y pensó que probablemente los aburriría, más él, recordó ciertas palabras de su señorita Vicchan cuando estaban en Hasetsu.

《  «Los amigos aparecen en los lugares y momentos menos esperados, todo comienza con un»hola» o una «invitación», lo demás depende de tí, pequeño…Así nos hicimos amigos ¿No?«  

Yuuki respiró profundo, tomando mucho valor y con el Sr. Kobuta acompañándolo, se acercó a ellos. Ese día no solo les ayudó con la partida, les enseñó muchos trucos en Bloody Road y claro, los tres niños quedaron muy fascinados. Encontraron una cara distinta en Yuuki, una diferente al serio, tímido y silencioso que demostraba ser en clases. Sus gustos similares y el que repentinamente a Yuuki lo convocaran en la categoría juvenil (llevándose la sorpresa que el trío, ya pertenecía allí) les era más divertido.

Pero…Otras cosas se habían complicado en su casa. En estas últimas semanas, no ha podido hablar o jugar con su tío como lo hacía siempre, no podía quedarse en sus prácticas como antes, o buscarle a la escuela (la dulce Sra. Marie, iba por él). Le veía apurado en las mañanas o cuando se iba a dormir. Yuuki sabía que su tío era responsable con su trabajo y por esa misma razón prefería no molestarle, pero eso le estaba haciendo sentir cosas muy tristes a su corazoncito.

Para completar el problemón, el grupo de ballet acudió a la orquesta juvenil para presentar una de las incontables escenas emblemáticas de la obra «Le Bayadere» 

A Yuuki, le había costado mucho aprenderse los ritmos por su estado de ánimo y su distracción, también se reflejó en sus clases habituales o en las particulares de violín. Ahora con ese impase, pensando miles y miles de formas de no preocupar a su tío por su inconveniente, el pequeño se mantuvo con la mirada fija al suelo, haciendo dibujitos circulares imaginarios con su dedo en el piso y sus amigos ya no tenían idea de cómo animarle.

Aquel que diga que los niños no tienen preocupaciones, no sabe o no dimensiona la percepción infantil. Nosotros como adultos las tenemos, ¡Ellos también!. La diferencia está, en que no siempre saben cómo expresar lo que les sucede, sin que afecte a sus seres queridos. Razón por la cual, la mayoría prefiera «callarse» y Yuuki era uno de ellos.

Muchas veces, el pequeño evitaba contarle sus problemas (que en sí no lo eran, pero para un niño de su edad, era algo enorme), porque pensaba que de esta forma, no provocaría molestias a su tío favorito, más de las que él ya tenía en su trabajo.

Entre tanto, la espera se hacía eterna, al despacho principal de la ISAA, había llegado Vickytoria. Aparte de realizar labores de oficina por órdenes de Feltsman, ella debía presentarse en ese lugar como parte de su sanción temporal. Cuando llegó junto con Makkachin, infería desde su cabeza demasiadas preguntas, entre aquellas: ¿Qué tarea debería desempeñar allí?

La única explicación que recibió por parte de la T.S.P.A. fue que le correspondía colaborar en lo mínimo que dispusiera la Coordinadora Kamiya. La dama de rasgos asiáticos se llevó una grata sorpresa al ver que una jovencita tan simpática perteneciera a una profesión netamente liderada por hombres, además de que fuese extranjera o que estuviera en la categoría tradicional (con lo nacionalistas y clasistas que eran en la cúpula policial en su país).

Pero en su rostro, por alguna razón, podía distinguir un rasgo familiar… demasiado familiar. La dama le había dado una cordial bienvenida con esa inconfundible reverencia japonesa y procedió a realizarle un resumen sobre las locaciones de su Academia. Cuando se disponía a asignarle sus labores, recibió una llamada imprevista.

La oficial no pudo evitar escuchar con atención su conversación, o el cómo la coordinadora de la academia infantil, juvenil y universitaria estaba intranquila porque uno de sus docentes prestigiosos, estaría incapacitado por varios días. El resto de su personal ya tenía su agenda apretada y ninguno podía ocupar su sitio. Los bailarines de la categoría infantil debían ultimar detalles para su próxima presentación junto con la orquesta y Vicky, al cerciorarse del estado inquieto de la noble señora, ofreció sus servicios como instructora, aclarándole que se graduó como maestra en ello, aunque en sí no lo había ejercido, pero que solía participar en espectáculos relacionados con la danza clásica, moderna o contemporánea como danseur profesional en Rusia, y al momento de revelar sus fotos desde su IPhone para dar constancia de su labor, la dama exclamó completamente sorprendida…

¡¡OH POR KAMI Y TODOS LOS DIOSES!! ¡¿ERES NIKIFOROVA-SAN?! ¡¡¡LA BAILARINA DE HIELO!!!

¿Eh…? ¿Ahamm…? ¿Hai…? Le afirmó con su boquita de corazón, en lo que cara se mostraba confusa y graciosa a la vez por la extraña situación, realmente no esperó que le conocieran.

¡NO LO PUEDO CREER! La directora casi se infartaba de la emoción—. ¡ESTO ES UNA MARAVILLA!, Ciertamente no le reconocía por su atuendo policial y cabello corto. ¡¡¡Pero efectivamente por su documentación, puedo ver que sí es usted!!! ¡¡O.M.G!!¡¡GRACIAS KAMI-SAMA!!  Imploró a viva voz hacia al cielo, levantando sus manos y Vicky ahora era la que se mostraba preocupada. Si a la dulce señora de edad le daba un patatús, Feltsman la matará. ¡¡¡ESPÉRAME AQUÍ!!! ¡¡YA VENGO!!!¡¡Los docentes, los estudiantes y mis colegas de las otras academias no creerán que tengo aquí y en persona…A LA DANSEUR PRODIGIO DE RUSIA E HIJA DE UNA DE LAS PRIMAS BALERINAS MÁS TALENTOSAS DE TODOS LOS TIEMPOS!!

O… ¿Okay? Esa gota rodó por toda su amplia frente—. Al menos… Sé que a la señora no le dará algo, ¿Tú qué opinas Makka? El caniche se acomodó entre sus piernas esperando atención cariñosa de su dueña.

La señora trajo a Vicky junto a ella, explicándole con rapidez lo que harían y ella prometió colaborar arduamente mientras que el profesor a cargo se recuperara de su lesión. Finalmente, se encontraban en el escenario de prácticas con ambos grupos. La coordinadora les hablaba a todos explicándoles los pormenores y Yuuki se sintió aún más nervioso…

Cuando ocurrían imprevistos de último minuto, o cuando realizaban cambios de profesores en los actos escénicos, desestabilizaba por mucho la ejecución del pequeño violinista, porque temía no hacerlo correctamente y temía a un mal comentario del profesor. Sin embargo, cuando la alegre dama presentó a la joven quién sería el reemplazo temporal de su antiguo profesor…

Hiii~~

¡¡¡ES VICCHANNNNNNNNNN!!! Gritó de júbilo y saltó radiante.

Yuuki se vió muy contento, tanto que se le olvidó que se encontraba en un espacio silencioso. Los músicos, los bailarines, el trío infantil, como el resto de los que estaban ahí le observaron muy divertidos. No era común ver esos aspavientos estruendosos en Yuuki. Él se dio cuenta de su imprudencia y tanto sus orejas como rostro se sonrojaron de golpe. Se ocultó, haciéndose bolita sobre sí mismo y pidiendo en bajo un: «Gomenasai Kamiya-sensei«

Las risas reventaron a buen plan en el grupo musical, y en sus amiguitos ¡También!, al menos ya no se veía tan triste. Lo que sí les sorprendió, fue el hecho de que tendrían a la mismísima Vickytoria Nikiforova instruyéndolos en su academia. Bailarines y músicos en general se motivaron enormemente, ¡Ahora sí, su presentación quedaría estupenda!

Habiendo terminado la charla, chicos y chicas de todas las edades rodearon a la oficial, y ella solo les sonreía, mostrándose cordial. Yuuki pudo sentir el alivio recorrer su interior, si Vicchan era ahora la nueva instructora, estaría súper cómodo. Esperó a que le dejaran sola y a la primera oportunidad, salió corriendo a sus brazos y ella inmediatamente lo cargó, consintiéndolo lo más que pudo. Yuuki al hacer sus preguntas deslumbrantes, podía observarse un brillo encantador. Vickytoria solo se limitó a contarle que la «castigaron» y como parte de su sanción o que en lo que su profesor se recuperaba, ella dirigiría al grupo de ballet y seguirán el ritmo de la orquesta.

¡Yupiiiiiiiiiiiiii!, ¡Podré verte bailar!

Yuuki, ¿No vas a presentarnos? Preguntaron los tres niños embobados. Eran admiradores de la danseur rusa y se acercaron a ellos, sosteniendo marcadores y hojas que habían aparecido mágicamente en sus manos.

Vickytoria se asombró, sus pupilas se deleitaron de tal pleitesía, debido a que su Yuuki se zafó de su manto protector, y sin dar tregua alguna, tomó a su señorita de la mano para ir en dirección de los menores. Le comentó que eran sus nuevos amiguitos, que no había podido escribirle eso en sus nuevas cartas porque su tío Phi no había ido a su casa, sin embargo, ya que ella ya estaba aquí, ¡Se los iba a presentar!

La hermosa sensación que brotaba en el interior de Vicky por su pequeño fue increíble y se dijo para sí misma en su cabeza la siguiente frase—: «¡Qué bien, Yuuki! ¡Ya tienes amigos!»… «Es bueno que los tengas, así será menos doloroso para ti y para mí cuando me vaya de Japón.«

Le costará romper el tierno vínculo que formó con él en este tiempo. Es realista, sabe que sus días están contados…Simplemente, se dedicará a disfrutar lo poco que le queda junto al menor.

Pasaron las horas y al quedar sola con ambos grupos, Vicky se puso en marcha para verificar las planificaciones que llevaban hasta ahora y también escuchó la armonía de la orquesta. Les dijo que a partir de mañana y todo lo que restara de la semana, trabajarían mucho y trataría de dar lo mejor de sí para que su función fuese fenomenal o sino, se quitaba el nombre. Al terminar la clase, cada quien se retiró a sus casas, y cuando Vicky estaba por preguntarle a los niños sobre el paradero de Yuuki, los encontró en una «mini reunión».

Yuuki, ¿Y si hablamos con tu señorita bonita?

¡¡¿Ehhh?!! ¡¡¡NOOOOOOOOO!!!! ¡¡Y-yo puedo solito!! —Se hizo el fuerte, aunque tartamudeó al responder.

—¡Ella puede ayudarte, no seas terco!

¡No! ¡No quiero decirle las cosas a Vicchan!

¿Y qué es lo que no puedes decir, Yuuki?

—Ahammm… —¡Los cacharon!

Ahora tenían a una dulce mujer esperando una respuesta, con esa pose de «De aquí no me muevo hasta que hablen»  y como sus amiguitos sabían que Yuuki no diría nada de nada, les tocó desembuchar todo lo que sabían.

Vicky no dudó ni por un segundo que lo dicho por el trío fuese cierto. Ella sabía de buena pinta que Yuuri era un hombre dedicado a su sobrino, pero tampoco negaría el hecho de que él había estado muy ajetreado con los movimientos o jugadas sucias del clan Kazuma. Se le había visto tan metido en el embrollo, que aún no se percataba de la situación por la cual estaba pasando su pequeño… y Yuuki al compartir similitudes con ese cari-bonito amargado, como el «cerrarse a la banda», sabía que no era correcto que se guardase las cosas para sí mismo. A como dé lugar, trataría de que su lindo rollito olvidara su tristeza en los días que ella asistiese a la academia.

Yuuki con su vocecita resquebrajada y casi por llorar, le rogó que no le comentara nada a su tío… Ella acordó guardar el secreto por ahora, diciéndole que le ayudaría hablando con su profesor de música para que en las tardes, pudiera tomarse media hora a solas con él y así reforzar las partes faltantes. No obstante, le hizo prometer que cuando se sintiera muy “achicopalado”, que no se quedara callado y confiara en comentarle sus incomodidades.

Yuuki juró hipeando “¡Sí!” a todo. Vicky aparentó estar mejor (cuando en realidad era lo contrario). Ella necesitaría hablar con Yuuri, aun si él no lo desea y señalarle lo ocurrido lo más pronto posible…

°°°《 Fin del Flashback 》°°°

💠 

Con el panorama visualizado, la joven esfumó ese recuerdo de su cabeza e hizo un par de arabesques complejos, combinándolos con piruetas dobles y triples. Había ganado buena altura con su último salto y cayó en gracia sobre sus pies para así, terminar con un bello demi-pointe en cuarta posición. Muchos aplaudieron ante la bella demostración, sobre todos los cuatro pequeños del equipo. Ella hizo la reverencia acostumbrada, y rápidamente pasó a llamar a los bailarines principales. Comenzó a explicarles cosas puntuales de sus personajes, como que que Solor era un noble guerrero, uno que emanaba deseos de encontrarse con Nikiya, quien era la bayadera del templo y que ambos prometieron solemnemente sobre el fuego su fiel amor eterno. Claro, Vickytoria al ser alguien de ademanes muy gestuales, distinguidos y corporales, todo lo realizaba con un enigmático encanto ante los muchachos y muchachas, que no despegaban la vista de la joven, sentían como si un bello ángel fuese quien les estuviera narrando la historia.

Allí mismo, la coordinadora estaba siendo acompañada por un agitado teniente coronel, con el cabello mojado, despeinado y avergonzado por llegar quince minutos después de la hora acordada. Vestía informal, sin perder sobriedad. Lo primero que hizo fue pedir disculpas a la señora Kamiya y esta le restó importancia. Ella tenía conocimiento de su profesión o de los compromisos apretados de los cuales, Yuuri llevaba la carga principal sobre sus hombros y ya le conocía desde mucho antes que él fuese oficial, un músico innato. Nunca lo olvidaría…

Le hubiese gustado que joven que ahora tiene frente a sus ojos, volviera a retomar esa linda vocación, pero ella no era quién para meterse en las decisiones ajenas. Ella siempre le dio su apoyo de manera condicional, y ahora que tenía a su cargo al sobrinito de su ex-estudiante, aquí… Le era más que grato.

Caminando alrededor de las instalaciones, le había hecho llamar para darle el reporte trimestral de Yuuki (que el mismo Yuuri había pedido con anticipación, una excepción para que sus notas le fueran entregadas otro día y de esta forma no se cruzara con su agenda) y la coordinadora no tuvo problema en ello. Las notas de Yuuki fueron excelentes, le mencionó que se había acoplado muy bien a uno de los terceros de mayor complejidad en primaria. Como era de esperarse, su sobrino había superado todas las expectativas y que no tenía de qué preocuparse, porque todos sus nuevos compañeritos pese de ser mayores que él, se peleaban por tenerlo en su grupo. Yuuri no pudo evitar sentirse orgulloso, él admitía que se hallaba algo reacio con la idea de promoverlo a un curso superior por lo asustadizo que era su niño, pero parecía que al final, resultó ser beneficioso. Sin embargo, la señora Kamiya también le comentó que la profesora académica a cargo, había observado en estas semanas una actitud cabizbaja o aminorada en el menor, la misma observación le había externado el profesor de música o el director de la orquesta y eso súbitamente encendió los sensores en Yuuri, no era una buena señal.

Yuuri sabía que a esta hora su sobrino debía estar en prácticas y la señora Kamiya gustosa, lo llevó al gran salón y en lo que continuaban su travesía, conversando de otros asuntos, la dama aprovechó para mandarle un recado al señor Feltsman, agradeciéndole animosamente por enviar a los cadetes y/u oficiales novatos para ofrecerle soporte en las alfabetizaciones y en las labores comunitarias. Le había sacado de muchos apuros y aún más por un personaje en particular.

¡Jamás esperé ver en nuestra academia, a la gran Vickytoria Nikiforova!

—La Oficial Nikiforova…¿Está prestando sus servicios aquí? —Preguntó nerviosamente.

—Oh, ¿se conocen?

—Ella es mi subordinada.— Esa no la vio venir…El karma lo persigue—. ¿Todo en orden con ella?

—Obviamente es un si… y de hecho de no ser por la señorita, lo de su sobrino se hubiese acrecentado. Tras empezar la tercera semana, iba a llamarle y no sé que fue lo que sucedió, o tal vez fueron muchos compromisos juntos, pero al llegar Nikiforova-san como caída del cielo en esa semana, el pequeño recuperó su buen semblante. Por ello, preferí esperar hasta el dia de hoy para no alarmarlo y evaluar paso a paso los cambios en Yuuki. No quise suponer cosas antes de tiempo.

Katsuki en un estado de preocupación, le preguntó si su sobrino había recaído en ese extraño comportamiento, ya que en casa no solía demostrarlo. La dama le respondió que desde hace una semana para acá, el niño nuevamente se mostraba muy alegre y abierto.

—El director de la orquesta, el profesor de música o su maestra académica me han dicho que con Nikiforova-san, ha estado como un cachorrito feliz.

Entiendo… «Aun si ambos no nos encontramos en buenos términos, siempre terminas ayudándome en cosas que yo debería de darme cuenta«…

Mentalizó en ello, con una pequeña punzada a su pecho y conciencia. ¿Qué clase de Tío/Padre tan patético era, que no se percató del asunto como corresponde?

—Pero… —La condición en la voz envejecida, era un llamado de atención y ella continuó—. El que se encuentre alegre ahora, no es motivo de bajar la guardia señor Katsuki. Yo… le recomiendo estar atento para que pueda localizar la fuente de dicha rareza, esos cambios repentinos pueden volver a suceder. su ser calmado y peso en años le daban la razón. Yuuri asintió con un gesto ansioso.

Dentro del escenario, el caballero de orbes marrones localizó a Yuuki, junto a los que parecían ser los tres nuevos amigos que él le había descrito en una ocasión en sus tan acostumbrados dibujos. No había tenido tiempo de conocerles… Lo veía rozagante, con una radiante sonrisa que no la cambiaría por nadie (tal como le dijo la coordinadora) y más adelante, se encontraba Vickytoria en medio de la plataforma. Su vestuario, un enterizo negro de ballet que lucía junto a unas medias veladas color blanco y sus zapatillas de bailarina realzaban con gentileza su fina figura y hasta podía admirarse un aura de autoridad tremenda en ese arte, pese a su edad. El cabello lo llevaba recogido en un tomate y su rostro se hallaba despejado de todo cadejo platinado. Vicky en ese momento, solo pidió piano para explicarle a los jóvenes bailarines en general, la energía o el derroche de seguridad que debían mostrar al enfrentarse con el público. No importa cual fuere la obra, ellos eran los actores encargados de transmitir la adrenalina y las emociones a través de su cuerpo.

Respiró hondo, tomando la quinta posición en sus pies, pero sus brazos acariciaban bellamente la cuarta posición… y la música comenzó de manera armoniosa. Stammi vicino fue la pieza aria que tomó como base para su cometido (era su sello o huella con la cual ascendió rápidamente en los bríos de la danza clásica por excelencia). El piano reflejaba el vibrar de las notas calmadas y entre tanto, la bailarina rusa retrataba en brazos y pies la escena a perpetuar.

Yuuri se permitió olvidar por un segundo los malestares que le generaba la «Oficial Vickytoria», centrándose solo en «Vickytoria», misma en la que su mirada estaba perdiéndose en este instante y desde primera fila, quedó cautivado ante la belleza y gracia de sus movimientos.

Tal acto, era majestuoso e intrigante a sus iris marrones. Sus pupilas estaban enfocadas totalmente en ese hermoso lirio en ascenso, cuyos pétalos rozaban la pista en un ritmo y compás relajado. Pudo detallar profundamente su rostro. Aunque su belleza en cada alzada, braceo o giro sobrepasaban lo artístico, este solo ansiaba un aire de soledad y nostalgia, sin dejar recuerdo o rastro alguno, así tal cual como la instrumental italiana que ha de resonar en ese espacio sagrado.

Quizás para los presentes, era un simple acto escénico, ella era una artista después de todo. Para él, siendo conocedor de los escudos, las fachadas y demás, el verle o descubrirle su verdadero interior así de agrietado, solitario y acongojado en la orilla de un sendero abrupto… Era triste y más triste lo era, para quien se sentía así.

Por eso, como el silencio de su boca podía valer mil palabras, ese mismo silencio auguraba una reservada admiración, y a ciencia cierta no lo expresaba tras su compostura neutra, pero manifestaba lo contrario, situación que podía resultar bastante...
By Sharayanime

Por eso, como el silencio de su boca podía valer mil palabras, ese mismo silencio auguraba una reservada admiración, y a ciencia cierta no lo expresaba tras su compostura neutra, pero manifestaba lo contrario, situación que podía resultar bastante comprensible…Viendo que ninguno de los dos se encontraba bien a nivel personal.

—Es una lástima que haya optado por ser oficial, seguramente podría haber brillado y ocupado el lugar de las Ex-Primas ballerinas reconocidas como Lilia Baranoskaya, Minako Okukawa, o la de su madre, Alissha Romanova de Nikiforova. La coordinadora, tenía el aura rosada marcada en toda su faz, y no podía evitar emocionarse de modo ameno al ser una fan de la danseur. 

Sus palabras trajeron al caballero con los pies a tierra. Muy en el fondo… compartía la misma idea.

La señora Kamiya se encontraba fascinada, admirando la increíble demostración de aquella bella joven y le hubiese gustado estar observando un poco más, pero lamentablemente debía reiniciar labores. Se despidió del joven Katsuki, dejándole solo en las sillas del escenario y él imitó su gesto en despedida.

La práctica había finalizado y Vickytoria se reunió con algunos padres de familia que habían venido a buscar a los bailarines, empezando por comentarles sobre los cambios que habían ocurrido y mientras tanto, Yuuri buscaba a su sobrino Yuuki. Pudo identificarlo a lado de sus amiguitos, y junto a un Makkachin juicioso. El japonés tenía alrededor de tres minutos de estar escuchando a los menores con una ceja levantada, muy interesado en la conversación que estaban manteniendo. Hablaban sobre cosas, como de las tareas que había encargado la profesora, alternadas con las historias que Yuuki les contaba sobre su tío como policía (oírle conversar a su sobrino así de él a otras personas, lo enterneció profundamente) o de las distintas espadas, pistolas y sables que tenían en su hogar.

A Dylan se le había ocurrido una idea poco usual y le propuso a todos realizar la tarea en casa de Yuuki (todo con la excusa de ver si las espadas o armas del tío de su amigo, eran reales), y bueno… Nuestro «práctico» señor Katsuki no era ningún tonto, por lo que se rió de dicha ocurrencia.

—¿Tú quieres meter en un lío a Yuuki y matar a nuestros papás, verdad Dy?  Preguntó su hermana menor con gesto mandón.

—¿Por qué dices eso, Ro? Siempre te quejas de que no estudió, y ahora que quiero estudiar, ¡Me regañas!

—No te hagas Dy, sabemos que no harás la tarea y querrás tomar sin permiso las cosas ajenas del señor Yuuri. Rock lo echó al agua como a un vil pato.

—¿Yooo?, soy incapaz de hacer eso, Rock…. ¡Yuuki, no les creas!

—De todos modos, husmear sin permiso las pertenencias de un Oficial, trae sus sanciones.

Los niños se asustaron tras oír la voz adulta a sus espaldas, todos menos Yuuki. Esa voz la reconocía perfectamente porque era su tío Yuu. El menor salió a su encuentro, abrazándolo al igual que Makkachin y Yuuri les recibió a ambos cálidamente. El trío recién pudo reaccionar, volteándose y levantando sus pequeños rostros para mirar al señor policía de la ley que se encontraba cruzados brazos, con una pose confiada y gesto socarrón.

Se hizo el «duro» ante ellos, aunque en realidad el muy maldito reía en sus adentros, debido a las reacciones amedentradas en los chicos, sobre todo en aquel niño llamado Dylan. Le hacían recordar a sus sobrinas » las trillizas»  cuando querían pasarse de listas con él. 

Yuuki presentó a su tío y Yuuri suavizó su semblante, cambiándolo por uno amable y sereno al saludarles. Un Yuuki muy curioso, indagó la razón por la cual se encontraba hoy en su escuela y él contestó tranquilamente que solo le habían llamado para que viniera a buscar sus notas (omitiendo el otro detalle, ya que pretendía hablarlo a solas) y le felicitó por sus buenos puntajes, prometiéndole llevarlo el fin de semana a pasear, ya que lo tendría libre.

Yuuki no lo podía creer y esta vez, no se contuvo de gritar un «¡SIIIIIIII!», ¡Al fin tendría tiempo con su tío para él solito! ¡Sin papeles, sin trabajos y sin jefes feos! Hablaron un poco más, en especial de las tareas o de la profesión del tío de Yuuki…Y la curiosidad atacaba de nuevo cuando tocaban el tema de los armamentos.

—Entonces, ¿Es verdad que tiene espadas y pistolas de verdad en su casa, señor?

—No creo que esto que llevo encima sea de «juguete», ¿O si, pequeño? —Un Katsuki confiado, abrió con su mano derecha parte del blazer que portaba con mucho estilo, y dejó entrever el chaleco policial donde alojaba su revólver personalizado o la placa brillante de metal bañada en plata. Dylan se asombró al igual que Rossy o Rock, para Yuuki era normal ver a su tío con ello, pero no por eso dejaba de ser sorprendente.

¡WAAAAAOO!… ¡QUÉ COOL, SEÑOR KATSUKI! Exclamaron con escándalo, hasta podían observarse brillos alrededor de los pequeños.

—¿Tío Yuu, mis amiguitos pueden ir a mi casa, ahora? Yo sé que estás muy ocupado y pocas veces te pido cosas, pero… ¿Podríamos hacer la tarea en casa, por favor? Imploró Yuuki con sus ojos de cachorro y para Yuuri, fue un tierno golpe a su corazón. No es que le molestase la petición del menor, aunque era cierto que al tener a los chicos en casa, deberá dejar de lado parte de su trabajo para poder atenderlos.

Nuestros papás están por llegar, usted podría hablar con ellos, y ya conocen a Yuuki porque ha ido a nuestras casas.  Mencionaron los niños efusivamente, estaban ilusionados.

—¡Eso es verdad! Yo nunca he llevado a nadie, ¡¿Anda, sí?!, ¡P-Prometo que nos portaremos muy bien y te dejaremos trabajar! Segundo golpe y definitivo a su alma. Yuuri no sabía cómo tendría lista su documentación para mañana, no obstante, ¡Cumplirá con el deseo de su sobrino!

—Creo que… Una vez que terminen su tarea en mi casa, podría mostrarles parte de mi colección de armas blancas. ¡Eso sí! nada de estar tocando lo ajeno, ¿Estamos?   Les señaló a todos con ojos acusadores y casi de forma juguetona.

—¡Señor, si señor! —El grupo infantil hizo la pose militar y Yuuki brincó por todos lados con el caniche café. 

Yuuri internamente se preguntaba, ¿por qué siempre los niños que conocía, o ya fueran sus sobrinos (con Yuuki y el combo de las trillizas liderando el asunto) hacían eso? Optó por reírse, su sobrino le había ganado…Habló con los padres de los chicos, anotando sus números telefónicos y luego se retiraron, dejándole a cargo a sus hijos. Cuando iba a dar las instrucciones de cómo se harían las actividades, Makkachin se levantó de la nada y el pequeñín en voz alta llamó a la culpable.

—»Es Vickytoria»… Se anticipó.

«¿Yuuri?»…  Quedó estática.

El pequeño junto a sus amigos fueron directo hacia ella, al igual que Makkachin para poder despedirse. Yuuri quedó perdido por segundos, pero rápidamente se repuso y pasó a obtener una expresión neutral ante su oficial. Vickytoria se encontraba igual o quizás más cohibida por la presencia de su superior, pero el problema era entre los dos, no pensaba involucrar a Yuuki o al resto de niños en un mal tercio, por lo que ella hizo alarde de su mejor recurso (comportarse como diva y hacer como si todo fluyera normal entre ellos), estrategia que a Yuuri al inicio, le resultó completamente incómoda de sobrellevar.

—¡Vicchan! ¡¿Qué crees?! ¡Mi tío prometió llevarme de paseo el próximo fin de semana, por portarme muy bien!

—¡Y nosotros iremos hoy a su casa a hacer tareas y ver las armas de su tío!

—Amazing! ¡Ya era hora que ese tío regañón que tengo por jefe amargado hiciera algo divertido! — Dijo la joven molestándolo solo por guardar apariencia, Yuuri seguía algo irritado por la situación.

—Eso lo dices porque tío Yuuri siempre te regaña por no hacer caso.

—Moooooooh~~

Yuuki río al tiempo que Vicky se comportaba de forma infantil, inflando sus mofletes o poniendo sus pucheros… y no podía refutar porque su principito tenía mucha razón. Por otro lado, Dylan, Rossy y Rock parpadearon con chiste, ver a la señorita bailarina actuar así fue muy gracioso, aunque el despiste no duró mucho…

—Yuuki-chan…

—¿Si, tío Yuu?

—Dile a tu amigos que busquen sus cosas, ya nos vamos, los espero en cinco minutos.

Yuuki acarició a Makkachin y abrazó a su señorita para despedirse. El trío también se despidió y todos fueron a sus lockers a buscar sus pertenencias… y solo allí, Yuuri pudo expresarse en medio de su inconformidad.

—¿Qué crees que haces, Nikiforov? —La confrontó, mirándole seriamente.

—¿No es obvio? — Fue frontal y directa con el joven—. ¿Acaso quiere que su sobrino se sienta mal o piense algo que no deba, solo porque los dos estemos peleados? ¿Eso quiere, señor? Yuuri se mantuvo en silencio ante la dureza formal que halló en la voz o en los ojos azules de Vicky, y aunque le costara aceptarlo, tiene un punto a favor—. Lo que nos pase a nivel laboral o incluso más allá, no tiene porqué afectar a Yuuki o al resto de personas. Eso lo tengo claro.

Vaya, me sorprende esa postura, viniendo de una persona tan poco sensata como usted. —Su intención no era sonar frío o recriminador pero…

—Lo sé, algo tarde y lo reconozco. —El peso en sus palabras, resultaron en extremo dolorosas en Vicky, y solo admitió su error con sinceridad, cosa que Yuuri nunca esperó, dejándole genuinamente sorprendido—. Sobre lo otro, tampoco es como si me agradara fingir «armonía» entre ambos, cuando sé sobre el nudo en el que me encuentro. No tiene que ser tan incisivo, Señor Katsuki.

—No lo dije con esa intención, y en caso de que te hayas ofendido, excusa mis palabras.

—En realidad, ya no importa, al final, eso es… Lo que todos piensan de mí y me lo gané a pulso.  Respondió sin mirarle, distrayéndose con el ir y salir de las personas que ocupaban el local—. Lo que sí le pediré es, que me dé un tiempo para hablar con usted. y con estas palabras giró su rostro, observándole fijamente a los ojos.

Por alguna razón, Yuuri presentía que esto no sería para agradable. La sensación ansiosa o muy estrecha, le estaba superando; más aún, con esa seguridad acérrima en Vickytoria.

—Sé… Muy bien que se encuentra ocupado por las labores de inteligencia. Pero si es posible, me gustaría tratar algo de suma importancia para mí, que no puede dar tregua y tiene que ser lo más pronto posible.

—¿Te parece bien tratar lo que necesites el Lunes a las 0800 horas de la mañana, Nikiforov?

—Perfecto señor Katsuki, no tengo problemas. — Finiquitó la joven. No iba a dar más alargues sin sentido aparente a su situación y con la actitud pasiva, aunque fría, nefasta y replicante en Yuuri, no le cabía duda que el pedir su retiro, una vez que terminara de colaborar en el evento de Yuuki, era la mejor opción, así le toque por sí misma, adelantar su trámite.

Vickytoria no encontró lógica en despedirse, sabiendo que Yuuri se pondría a la defensiva. Ella solo asintió y llamó a su lindo caniche para dirigirse a la oficina de la señora Kamiya a revelar sus avances, pero antes de hacerlo, se aseguró de decirle una última cosa al japonés que aún se encontraba a su costado.

—Espero que… Realmente le cumplas con esa salida a Yuuki…Te extraña.

—¿Podrías ser más explícita?

—Quizás debas averiguarlo por ti mismo, Katsuki Yuuri… —Por primera vez desde que hablaron, le nombro sin honoríficos y relajó sus facciones, tornando su rostro sereno. La paz gobernaba sobre esos faroles azules—. Yo… Solo soy una «aparecida» en la vida de tu sobrino o para ti, después de todo.

Yuuri la observó totalmente perplejo, sintiendo un horrible cosquilleo ante esa última pincelada en clave y sincera que se impregnó con rudeza en su mente. Mientras analizaba lo dicho «entre líneas», que aquella joven le había puesto en vela, se retiró del lugar sin perder el tiempo, tomando sus cosas con esa gentileza que le acontecía y caminó a paso elegante seguida por el caniche.

A Vicky le costó sostener por mucho ese rol severo, pero ya se había hecho a la idea que deberá ser así de ahora en adelante… Pensó en un inicio comentarle sobre lo ocurrido con Yuuki en estos días, pero apenas le oyó hablar de la forma en que lo hizo, eligió ser prudente y no meterse (siempre y cuando solo fuera completamente necesario). A fin de cuentas, eran asuntos que le competían solamente a Yuuri, viendo que es su acudiente o familiar de sangre y no a ella, que simplemente era una «aparecida»… Una aparecida que solo quería el bienestar de esa bella criatura a la cual le brindó su cariño y amistad, así como alguna vez se la ofreció con nobleza ese japonés, al ser ella una niña solitaria en una mansión fría de cristal en San Petersburgo…

Casa del T.C Katsuki – Tokyo/Japón
Finales de Abril del 2017 – 12:30 A.M

A veces, los seres humanos necesitan ese «algo» que les haga notar sus falencias. A veces cuesta aceptarlo porque temen que el arraigo se torne pesado, ya que las señales siempre estuvieron allí y nunca se percataron de aquella fricción.

《 «Quizás debas averiguarlo por ti mismo, Katsuki Yuuri» 》

Retumbó en su conciencia alerta a esa frase aguda y franca que carcomía todo a su paso, incluyendo sus huesos. Después de tener su casa vuelco arriba por el KinderGarden improvisado, ya había bajado el telón nocturno. En esa madrugada, logró adelantar sus itinerarios para poder presentarlo a sus jefes, más no podía conciliar el sueño del todo. En su cabeza tenía presente lo conversado con la coordinadora entrada en años sobre Yuuki y lo dicho por la joven Nikiforova, tampoco le dio buena espina (Vicky será caprichosa para muchas vueltas, pero en situaciones así, saca a relucir su madurez).

Yuuri, estando en la recamara de su sobrino, abrigaba un buen rato al estar vigilando su dulce dormitar, o su pausado respirar, mientras que esa criatura inofensiva apretujaba con gusto a su lindo cerdito de felpa. Su boquita se encontraba ligeramente abierta y un pequeño asomo de lo que parecía baba, se había escapado por una de sus comisuras. Yuuri sonrió algo avergonzado porque tanto Yuuki, como su hermano o el mismo, siempre han sido de sueño profundo. Sentado al borde de la cama, continuó acariciando cuidadosamente el oscuro cabello de Yuuki, observando su perfil aniñado y su cachetitos sonrosados.

Siguió pensando. No dejaba de pensar, le era imposible no dejar de hacerlo.

¿Qué es lo que habrá pasado para que Yuuki le oculte las cosas?, ¿Desde cuándo lo hace?, ¿Tan descuidado se había vuelto?, ¿Tan ausente había sido?

Pensaba, pensaba, pensaba y volvía a hacerlo con más intensidad sin interrumpir su labor.

—Es obvio que hiciste algo mal, Katsuki. —Hablando consigo mismo, con un humor liado y cargado en su voz, mientras que arrastraba ambas manos desde su rostro hasta la crin por el diminuto, pero no llevadero por estrés generado. Se estaba sofocando.

El movimiento repentino, hizo que el menor despertara algo aturdido. Medio levantó su cabecita y rastrilló uno de sus ojitos, topándose con la imagen borrosa de su tío.

—¿Tio Yuu? ¿Qué haces? —Preguntó con voz ronquita y adormilada.

—Veo que te desperté… — Escucharlo lo trajo a la realidad y la sensación de ahogo fue desapareciendo. Prefirió centrarse en el niño que amaba y adoraba—. Gomen-ne…Yuuki-chan. —Lo atrajo consigo y Yuuki no opuso resistencia, pues aún seguía en sus laureles dormilones.

¿No puedes dormir? ¿Tuviste esa fea pesadilla de la otra vez?

—No exactamente…—Le aseguró—. E igual no puedo dormir aunque quisiera, mañana debo entregar algo muy importante, pero descansaré. No te preocupes. —De no hacer algo al respecto con su problema, tendrá a futuro más y más días sin dormir.

—No me gustan tus jefes, son señores muy feos que no te dejan… Whooaaaarmm…. descansar. —El bostezo que dio fue largo y se acurrucó en el acto, buscando abrazar a su tío Yuuri. Este solamente sonrió por el comentario ocurrente de su sobrino—. La profesora nos dijo que si los niños y los adultos no descansamos, estaremos muy cansados para estudiar, jugar y trabajar. Siempre te duermes en la sala con muchos papeles en tu cabeza de tanto escribir.

—Oh, ¿Me lo dice el pequeño quejón, que siempre tiene sueño pesado en las mañanas, por jugar hasta tarde con mis consolas? Se mofaba con gusto al picarle su respingona nariz—. Eres todo un caso, mini katsudon.

—¡Eso no es cierto! ¡Yo si duermo!, ¡Tú no lo haces! Enfurruñó el menor, quejándose de lo bonito—. ¡Y cuando te levanto del sofá, pareces un espagueti zombie! ¡Mira! ¡Así!… ¡Roarrrrr, Rawhhhg, Rarrrr! E imitó por inercia una cara aterradora (o más bien tierna) y manitas espeluznantes del cómo hacía su tío cuando se encontraba hecho un tarugo mal envuelto debido al sueño, pero estaba contento. Hace tiempo que no jugueteaba con él, de esa forma.

—Ah ¿Con que esa tenemos? ¡Perfecto!

¿Y así es cómo se supone que son los zombies con cara de espagueti? ¡Eso es lo último! Aunque, aquello lo tomó para bien. Viendo que su sobrino estaba tan presto con sus regaños, inició su ronda interrogativa para descubrir ciertas acciones.

—Ya que estás quejoso conmigo, yo también puedo quejarme, preguntándote algo.

—¿Ah? ¿Y por qué? ¡Si yo me porté bien! El pequeñín fue honesto, sin entender mucho…

—No lo creo jovencito…—Su tío no le dio más vueltas a ese ruidillo que rondaba en su interior y sentó al niño en el borde de la cama, arrodillándose para estar a su altura para así, tomarle con delicadeza su rostro redondito entre sus grandes y delgadas manos, poniéndolo nervioso.

—¿Has estado bien en estos días? Dime la verdad.  Yuuki no podía dejar de mirarle y ahora tenía miedo—. Vamos, no me mientas pequeñín… Solo… Quiero saber si has sentido incómodo estos días..Yuuri soltó su rostro y Yuuki se asustó aún más. ¡Oh no!, por su cabecita infantil pasaban muchas y muchas cosas, ¿Será que su tío ya sabía qué estuvo triste y por eso le estaba preguntando aquello? Él se hizo el fuerte, no debía preocuparle.

—Ahamm… Yo… yo… yo…—Gradualmente su vista bajó a sus deditos, jugaba con ellos, mientras que se atoraba con las palabras—. E-estoy muy b-bien, Tio Yuu.

—¿Seguro, que has estado bien?  Le enfatizó con ese tono suave que él solo sabe usar y le alzó el rostro de nuevo, con una nimia sonrisa—. Porque tu carita me dice otra cosa. No quieras hacerte el «listo» conmigo. Eres… igual que tu papá cuando se negaba a hablar, ¿Eh? Yuuki se sonrojó al instante, poniéndose más nervioso. Tan nervioso, que sus palabras salían atropelladas o temblorosas al tratar de ocultar lo palpable.

—¡T-te juro que e-estoy bien!, ¡y…y…y que yo me porte bien!, ¡Yo…Yo…YO….¿M-mi profesora dijo algo? ¿Y-yo hice algo malo, tío Yuu?

No lo sé… ¿Dímelo tú? Se puso de pie cruzándose de brazos, esperando una respuesta.

Yuuki no sabía que decir…

Yuuki no sabía que hacer…

Yuuki no quería darle más problemas a su tío y sus ojos cafés empezaron a envidriarse o su naricita en ponerse húmeda como roja por el escozor… Yuuri lo notó y pensó que fue suficiente, pero al menos, confirmó una cosa. Si su sobrino no le había hablado, era porque se había forzado a no preocuparle por sus cosas, pero…

¡¿Cuáles eran?! ¡¿En qué momento su sobrino asumió esa postura?! 

《 «Yuuki te extraña«

Vaya que fue negligente… y empezó a entender las líneas de Vickytoria.

Yuuri lo tomó entre sus brazos, dirigiéndose a su propia habitación. Se acostó en su cama con él y no se despegó del pequeño ni por un segundo, esperando a que sosegara su hipear. Cuando lo encontró más sereno, le comentó su inquietud en palabras que fuesen sencillas de comprender para el niño.

—Yo… no quiero que pienses que te estoy regañando, ¿Sabes? —Hizo una pausa y continuó—. Yo… Te quiero mucho y siempre voy a estar allí para ti. Más sé por esa actitud que hace varios días no estabas bien por mi culpa y no intentes negar, porque una conejita por ahí se dio cuenta, pero yo fui el único que no lo notó por estar metido en mis asuntos del trabajo. Lo siento Yuuki… — Le hablaba con cariño, uno propio que lo ha ido fortaleciendo con el tiempo. Yuuki se sentía tan pequeñito por haber fallado, él no quería que su tío se sintiera así—. Tampoco quiero obligarte a que me digas lo que te pasó, yo esperaré el tiempo que sea necesario ¿De acuerdo?, y buscaremos una solución juntos, como siempre lo hemos hecho.

—P-per…dón…Sniff…  Su vocecita se quebró y empezó a llorar con fuerza—. Per…dón…T-tío Yuu. L-Lo Sien…to, e-es que yo n-no que…rí..a que…

—Hey, no te disculpes. No llores. Shhhh, Ya pasó, pequeñín. Con dulzura lo calmaba y arrullaba a sus anchas—.Si estabas así, fue por mi… Solo, no lo vuelvas a hacer y nunca temas en decirme lo que te pase. Eres muy importante para mí. ¿Cómo podría ayudarte o saber qué te incomoda si me ocultas lo que sientes? Prométeme que no lo harás, ¿sí?

Yuuki asintió, protegido entre el manto paternal de su tío y llorando muy suavecito en silencio. Yuuri solo se dedicó a consentirle, hablando con más paciencia sobre sus actos. Transcurrió aproximadamente una hora de aquello y el pequeño quedó dormido a su lado. Tenía los párpados hinchados y el joven japonés, en lo que retiraba las pequeñas gotitas de la carita redondeada de Yuuki, todavía se hallaba un tanto apenado por lo sucedido. Replanteó muchos puntos en su labor de «padre» o sobre qué había pasado por alto para llegar hasta este rollo.

El cansancio le estaba pasando factura y ya su cuerpo empezaba a ceder al sueño. Claro que aún tenía cosas por resolver aparte de lo de Yuuki, como su caso clasificado, las reuniones con los directivos, o de ese pendiente que Vickytoria deseaba plantear con él (que lo ha dejado en un suspenso enorme) Con ella nunca se sabía que vueltas tomar y ya en últimas, su cerebro pedía a gritos besar los sueños eternos… Decidió no torturarse más y arropó con uno de sus brazos a su sobrino. Necesitaba dormir, solo dormir un poco para tener fuerzas y estar a la altura de todo.

Centro de Shibuya – Tokyo / Japón
Inicios de Mayo del 2017 – Sábado 09:00 A.M. (Día del paseo)

La semana avanzaba rápido y algo pacífica después de esa charla entre tío y sobrino. Yuuri no paró de trabajar, pero al menos, intentaba en lo posible de asegurarle a Yuuki que le buscase en lo que fuera en caso de necesitarlo y el pequeño lo prometió.

Si nos vamos a la agenda a nivel laboral de Yuuri en modo «T.C.», tenía los tiempos ajustados entre las reuniones con el general, con los altos diputados o con su equipo de trabajo para desmantelar los modus operandis del Clan Kazuma y sus expendios de droga. Habían dado minúsculos golpes, pero no de gran importancia como en el operativo de hace semanas atrás, sabían que ocultaban una gran caleta de respaldo, y no habían podido dar con ella o sus aliados anexos.

Por otra parte Leroy, Nekola y un par de oficiales en reemplazo de la rusa, estuvieron revisando y analizando todo lo referente a la simbología y las posibles organizaciones entrelazadas a ello, bajo la tutela del Cabo Plisetsky. ¡Eran demasiadas!, más la mayoría no encajaban en el perfil buscado. Plisetsky no podía pedirles mucho a sus hombres porque el enlace de casos donde la representación sensorial de una idea que guardaba un vínculo convencional, no eran de la especialidad del rey, ni del cachorro gigante y menos de esos aparecidos (especialización bien adiestrada en el rubio de ojos verdes) y aunque a veces, atinaban en una que otra cosa, él no podía negar que su quehacer con la conejita era mucho más eficaz, ambos se complementaban bien y tendían a pensar en miles de posibilidades.

Plisetsky cabreado, estiraba sus dedos o su cuello de mala gana, sentado frente a su laptop desde la comodidad de su casa y tragando cualquier cosa como un animal. Ni modo, le tocará ir al ritmo del nuevo equipo y no como él quisiera. Todo por culpa del «Cerdo» de su jefe…

Así siguieron los días, hasta que llegó el ansiado sábado para un pequeñin alegre de ojos enormes y brillantes
By Sharayanime

Así siguieron los días, hasta que llegó el ansiado sábado para un pequeñín alegre de ojos enormes y brillantes. Su tío tenía ese día libre y se encontraban en unos de los espacios abiertos y públicos del centro de Shibuya. Afinaban los detalles faltantes antes de irse en auto al barrio de Ikebukuro y visitar sus parques temáticos. La inocencia pintada en el alma de Yuuki se veía reflejada en su alegre carita. Allí en la plaza, Yuuri recibió una llamada y se dispuso a contestar, mientras que su sobrino quien se encontraba sentado con el Sr. Kobuta chan en la banca, mantenía su corazón lleno de felicidad.

—Kobuta-chan, ¿verdad que tío Yuu, es el tío más genial de todos? Miraba a su cerdito, ya se imaginaba las miles y miles de atracciones mecánicas a las que irían o los ricos platos que comerían. Les mostraría las fotos a sus amiguitos en la escuela y a su señorita bonita como prometió…

¿Y hablando de señoritas? ¡A Yuuki se le vino una buena idea a la cabeza!

Tal vez le pida a tío Yuu comprarle un regalo para mi amiguita Vicchan. Ya sabes, cosas que usan las niñas como vestidos… ¿O quizás ganchitos rosados? ¿Tú que opinas, Kobuta-chan? Seguía mirando a su cerdito, como si este supiera las cosas y se auto-respondió con un—: Mejor le pedimos otra cosa, Vicchan se puede enojar.

Recordó que su tío tiene pésimo gusto (Y EN MAYÚSCULA) hacia la ropa… ¡Empezando por sus feas y horribles corbatas! De solo pensarlo, sintió un escalofrío en todo su cuerpecito.

Le diré que le compre un conejito de peluche, a Vicchan le gustan los conejitos, aunque siempre se moleste porque tío Yuu le llame «Usagi-chan» Aún tiene mucho tiempo para pensar su regalo, además de llevarle un tigre de peluche a Yurio.

Todo estaba resultando bien hasta ahora, la conformidad de la vida ha de brillar para algunos, más muy poco para el adulto japonés, se alejó, avisándole a Yuuki que tenía que terminar de atender esa importante llamada. Se ubicó por los sitios verdes de la plaza y allí continuó con un dejo agobiante en su voz…y en lo que eso acontecía, una muchacha también se encontraba en ese lugar desde hace rato.

Estaba reclinada sobre uno de los árboles y al lado de su caniche consentido. Lucía un vestuario deportivo y retro de los 90’s y de bajo de este, llevaba otro muda de ropa más sencilla. Pretendía trotar viendo el buen clima que hay, despejar su mente jugueteando con su amada mascota y por los artículos que había leído en inglés, la plazoleta verde de Shibuya era el sitio indicado… Lo necesitaba después la precipitación que había caído horas antes de arribar.

En resumidas cuentas, y asumiendo que nuestra conejita aventurera de la ley, era una «Fantasma« o «N.N» dentro de la T.S.P.A. y en el F.E.G.I. no debía rendirle cuentas a nadie más que a su General. De igual forma Feltsman, había creado un cronograma el cual Vicky siguió al pie de la letra y ese día lo tenía libre. Aprovechó la mañana para ir a la biblioteca y así leer ciertos trámites sobre el cómo adelantar su proceso de retiro. Encontró todo lo que necesitaba, llenó sus formularios y firmó sin titubear el acuerdo donde ella misma expresa salir de allí por voluntad propia. Solo faltaba la firma de una autoridad. Con Feltsman sería imposible, le llovían las juntas en la cúpula policial y el primer ministro le respiraba en su cuello, pidiendo avances de la investigación o las capturas de los implicados. Su única opción, sin que se leyera masoquista, era Katsuki.

Al ostentar el cargo que tiene y el ser la segunda cabeza al mando, por default, las asignaciones del General recaían en él; y ella ya no iba esperar más…

Es cierto que había cumplido con sus sanciones, pero no era tonta, sabía que Feltsman puso aquello como un distractor menor de su problema real. Sentía que aquello no era suficiente para expiar el grave error que cometió por no haber sido profesional en un momento crucial o desafiar la experiencia de un veterano como lo era Katsuki… Además de dejarse afectar por sus emociones y mezclar de forma incorrecta las atribuciones del pasado nuevamente con su jefe, sin conocer las causas a profundidad…

¿Quién sabía qué acontecimientos ocurrieron entre Feltsman o Katsuki para dejarla así a la deriva y no haberla expulsado ese día?…lo suyo ameritaba ese castigo. En parte, no solo debía escuchar a diario los murmullos ponzoñosos sobre ella en los pasillos, o que sus amigos le dijeran que todo estaría bien (cuando comprenden que no lo está), también sentía un peso enorme, derrumbado sobre sus hombros, al no cumplir con ese cometido que le propuso a Yuuri en Hasetsu.

Falló a su palabra y no solo a él, también a su padre.

Si su padre viviera… ¿Él se sentiría orgulloso de ella? No vaciló, pensando que tal vez estaría decepcionado. Sus miedos aparecieron, la soledad le embargó, llevándole a un precipicio o como una bola de nieve rodando por la colina, haciéndose más y más grande en pleno frío de invierno y esa vieja incertidumbre, una escuchada por los labios de su tía, la cercenó una vez más…Quizás su ella siempre tuvo razón y solo luchaba por algo efímero.

Quizás nunca debió interesarse en una profesión de vanguardia como lo es proceder directamente a una autoridad reconocida (llámese oficial), quizás solo debería comportarse como los estándares que su retrógrada sociedad en Rusia le exige… Quizás… Quizás… Quizás…

—Quizás nunca debí aceptar esto, debí olvidarlo y limitarme a lo que asignó mi tía para mí…

La bola de pelos gigante de color café comenzó a sollozar. Lamía el rostro de su dueña, buscando hacerle reír, pero no lo conseguía. Vicky se había cansado y no se sentía con la moral de seguir al lado de nadie, ni siquiera con sus propósitos…Ella mantuvo su vista fija en ese papel que diligenció, y solo deseaba que el día lunes llegase pronto para acabar con lo que estropeó y entonces…

—¿Uhmm? —Una voz se escuchó sobre los arbustos…y la reconoció—. ¿Esto tiene que ser una broma o sí?

Caminaba despacio al tiempo que guardaba el papel en su mochila. De pisada en pisada sobre las hojas verdes, logró esconderse un poco para evitar que la figura le viese y ella no podía creerlo. El destino parecía querer torturarle, enfrentándola nuevamente con ese hombre serio de lindo rostro hasta en la sopa. Pero él no afloraba su típica practicidad, más bien, podía observarse una fuerte irritación en su faz.

¿Y tiene que ser precisamente hoy? Katsuki quería estrellar cualquier cosa que tuviese a la mano.

Los jefes necesitaban coordinar un par de asuntos que no habían quedado suficientemente despejados sobre las pequeñas redadas hechas en los macro-operativos de estupefacientes. Para Yuuri, era una completa pérdida de tiempo, por mucho había adelantado su reporte en un escrito, especificando cada suceso y lo podían llevar a cabo con los subordinados de la cúpula ordinaria del FPJ, aunque la situación cambió al escuchar las siglas ANP y con ellos, era un ¡sí! o ¡sí!… ¡Maldición!

—Katsuki Yuuri no te atreverías a hacerle eso a Yuuki, ¿o sí? —Masculló descompuesta para ella y jadeó incrédula por lo que estaba oyendo…

Veía junto a Makka, como Yuuri poco a poco se dejaba convencer para asistir en su día libre a las oficinas de la ANP (cosa que él no les había mencionado, y no le pareció necesario), aunque su estado se miraba frustrado y Vicky fue arrugando su ceño, además de lucir un puchero enojón.

Vickytoria concretó que cuando él debía sacar su lado «hijueputeable«, no lo hacía. ¡¿Qué rayos?! ¡Katsuki Yuuri, perfectamente podía mandarlos al carajo! pero su conciencia de «responsabilidad» extrema, lo hacía perder el norte y con los meses de haberlo ido conociendo, sabía que él no dudaría en aceptar una orden, sacrificando su descanso con tal de cumplir su deber.

—¡Ok! esto no es amazing, tenemos que hacer algo y rápido Makkachin o Yuuki, ¡No lo perdonará!

¡Ella no lo soportó más! La conejita, en un arranque impulsivo, evitará que ese amargado, cabezadura y «trabajólico» de su jefe cometiera un carísimo error, porque de hacerlo, Yuuki no le dará ni el habla. Corríó buscando al niño. Si Yuuri se encontraba en este lugar, ella sobre-entendió que Yuuki, ¡También!

—Perfect!, ¡lo encontramos Makka! Ahora presta atención y mira lo que harás…—El chiquitín aún seguía sobre la banca, esperando pacientemente a su tío, así que la niña haciendo uso de su lado estratega heredado de la milenaria familia Nikiforov, puso en marcha su plan. 

Oh ese Teniente Coronel, no sabía lo que estaba por ocurrirle…
¡¿Pero que les parece si Repasamos los hechos antes de la tragicomedia?!

Bien, tenemos al joven que recibió una llamada de último minuto y la cual pone en peligro sus posibilidades de pasar un día tranquilo con su sobrino y a una señorita que hará lo que sea para cumplir su misión. Dadas las circunstancias Yuuri colgó, y retornó a buscar a Yuuki con un gran dilema entre sus manos, de no ir a las oficinas de la ANP se meterá en problemas, pero eso implicaría romperle el corazoncito a su ser querido, ya le vio llorar en Hasetsu, hace poco lloró en sus brazos, no quiere repetir esa amarga experiencia… Lo único que lo salvaría… ¡Era un jodido milagro!

—¡Por Kami! ¿Qué puede ser peor?—Expresó con cabreo sincero de su boca, mientras sus manos cubrían su cara, a sus pies sintió llegar una pequeña pelota morada, se agachó a recogerla para entregarla a su propietario pero…

Sfx : WHAMMMM!!!!

Algo Gigante y Lanudo, lo ha tacleado sin contemplación.

—¿Ehh? ¿Makkachin? —La lamida de ese perro a su cara le dio veracidad a lo que estaba viendo—. ¡Stop!, ¡Stop! ¡Stop! ¡Espera!

—¡Oh mira Yuuki! ¡Parece que Makkachin se encontró a un Cari-Bonito muy Amargado! —Expresó sin vergüenza, la adolescente de hebras platinadas con una mano en su cadera y la otra entre sus labios. El niño reía alegre.

—¿N-Nikiforov? ¿Q-qué haces aquí?

—¿Eso mismo debería de preguntar? ¿No se supone que hoy era el paseo, Katsuki? —Fue sagaz en su movimiento al entrecerrar sus ojos.

—Etto… —Literal, palideció.

No se sentía con el valor de decir en frente de su sobrino que ya no irían, pero Yuuki respondió inocente de todo.

—¡Siiii Vicchan! ¡Mi tío me llevará al paseo!, le estaba acompañando a buscar unas cosas, y cuando ya íbamos al parqueadero alguien lo llamó y por eso aún no nos hemos ido. Pero ya nos vamos. ¡¿Verdad, tío Yuu?!

Yuuki, miró con mucha ilusión al desdichado japonés que se ahogaba en un barril sin fondo, Vicky no tiene que ser adivina para suponer que Yuuri, fluctuaba consigo mismo o que se auto-maldijere. Así que presionó un poco más con su siguiente jugada, y para eso, su pequeño rollito debía picar el anzuelo.

—¡Wow! ¿Y en qué lugar es Yuuki? —Se hizo la intrigada con gesto chistoso.

—¡En Ikebukuro! ¡Hay muchas cosas ahí Vicchan! ¡Puedes jugar, nadar, comer y hay un acuario enorme! ¿Nunca has ido?

—¿Yo?… —Le dedicó una sonrisa y negó amablemente con su cabeza—. Nunca he visto un acuario gigante, Yuuki. De niña no pude ir a esos sitios. Pero… ¿Apuesto todo mi dinero a que debe ser un lugar muy lindo e interesante? Yo no conozco nada de por aquí, y aún no habló japonés, me toca usar mi celular para poder entender y a veces me pierdo. Es por eso que no suelo salir mucho.

—¿En serio? —Preguntó Yuuki curioso y sintiéndose algo triste de que su señorita no pudiera divertirse.

Vicky, asintió.

Yuuri, miró con su ceja en alza a la estampa ilegal que tiene a su vista. Sus sentidos le indicanban que «algo» no huele bien y que «algo» debe llevar entre manos su revoltosa oficial. No es normal que se comporte tan tierna o dócil de la nada… Si nos vamos por el contrario, Vicky al ser la reina de la actuación, esperaba conmover al pequeñín. Era igualito a Yuuri, pecaba por su bondad, y como era de suponerse…

—¡¡¡TÍO YUUUUUUUUU!!!Gritó y saltó encima de él, con mucha seguridad asustándolo; y lo siguiente que dijo, descolocó al japonés por completo¡¿PODEMOS LLEVAR A VICCHAN Y MAKKACHIN CON NOSOTROS?! En sus ojitos brillantes había una fuerte determinación.

—¡¿N-nani?!

—¡¡ANDA POR FAVOR TÍO YUU!!! ¡¡¡DI QUE SÍ!! —¡Listo! ¡Cayó en su trampa!

—¡¿Ehhhh?! N-No podemos disponer del tiempo ajeno, jovencito…Y no sabemos si ella este «ocupada» ¿Cierto, «Nikiforov»? —Se levantó con cuidado cargando a Yuuki al mirar a la nombrada acusadoramente.

Ese «ocupado» y su apellido enfatizado le indicó a Vicky, que su jefe ya sospechó de ella, ¡Ja! ¿Pero que creen?, ¡A la niña le valdrá un comino! Siguió con su hecho pensado y le quitó a Yuuki de sus brazos.

—En realidad tengo «mucho» tiempo de sobra.

—¡¿Entonces si quieres ir con nosotros?!

—Mmmm… No lo sé pequeño príncipe, deberás preguntarle al gruñón de tu tío.

—¡¿ÉH?!

Yuuki dichoso haría de todo para convencer a su tío, y Vickytoria le sonrió. El señor japonés de nombre «Yuuri»… bueno, ese estaba a punto de entrar a una crisis neurótica debido a la molestia.

Vickytoria le pidió el favor a Yuuki, de traer a Makkachin. Le dio su correa y él como buen niño hizo caso a las palabras de su señorita para cumplir con su encomienda. En lo que Yuuki corría detrás de Makka el fugitivo, ella le cuidaba su peluchito de felpa y le decía en voz alta con esa boca acorazonada o agitando su mano de que tuviera cuidado. Yuuri, viendo que estaban solos, la tomó por el brazo para alejarla unos cuantos metros por lo que ese «eh» descuidado en Vicky, escapó y sin más, cuando le soltó, ella se quejó.

—Mooh~~ ¿Nadie le ha dicho que esas no son las maneras apropiadas de tratar a una dama sofisticada? —Trató de ser formal.

—¡Basta de juegos Nikiforov! ¿Por qué haces esto? ¡Sé que tienes algo entre manos!

—¿Y tras que le estoy ayudando, así le habla a su ángel de la guardia? —Lo encaró con ese bello mohín y mirándole con porte—. ¡Jefe amargado! ¡¿Por qué eres así?!

—¿Ayudar? —Ciertamente, lo último lo confundió…

—¡No permitiré que cometa el peor error de su vida por andar de «Trabajólico»!

—N-no… ¿No sé a qué te refieres? —Por alguna razón tuvo un estremecimiento en todas sus vértebras al ver el enojo infantil marcado en la frente de esa mujer.

—¡Ah! ¡Perfecto! ¿Negará en mí cara que pretendía ir a la ANP sabiendo que es su día libre?

Sfx : ¡PUM!

—¡Auchs!…¡Itai! —Primer peluchazo y Yuuri se sonrojó por completo. Vickytoria sabía de sus intenciones

—¿Estabas escuchando mi conversación?

—Por desgracia… ¡Sí!  ¡Yo tenía un buen rato de estar en este lugar primero que usted! El que me lo encontrara o le escuchara su…proposición, fue casualidad; ¡Y no me cambie el tema, señor Katsuki! ¡Que ganas no me faltan para darle otro en la nariz!. —¡Y lo cumplió!

—¡Stop! —Yuuri, por suerte logró cubrirse a tiempo, sin embargo…

No pudo salvarse de la cascada que se le vino encima de él. Hasta que al fin le quitó el peluche.

—¡Oye dámelo!, ¡Eso mío!, ¡Mío! ¡Mío! ¡Mío! ¡Mío! —Brincaba en puntitas hasta decir no más, o trataba de tumbarle y viendo la diferencia de tamaños, optó por pegarle caprichosamente.

—¡Deja de golpearme, mujer! —Yuuri esquivaba sus empellones con apuro.

—¡No! ¡Te mereces eso y mucho más! —Dio un último manotazo a su repertorio de golpes contra su jefe, hasta su formalidad se esfumó y continúo en su reclamo —. ¡¿Sabes lo importante que es este día para Yuuki?! ¡No es necesario que vayas, y por lo que escuché son protocolos de segunda instancia, Katsuki Yuuri!

—¡C-claro que lo sé!

—¡¿Y entonces por qué no les dices la verdad a los de la ANP?! —Meditó por un segundo el hombre frente a Vickytoria y ella no le dio tregua de respirar—. ¡A mí me consta que trabajas!, ¡Pero maldición, es tu día libre! ¡Se lo prometiste a Yuuki! ¡¿Y aun sabiendo cómo está tu sobrino, iras?! ¡Eres un intransigente! ¡Y ni se te ocurra darme la espalda porque ahora me escucharás!

Con propiedad la mujer sacó pecho y caminó con firmeza haciéndole ver como un niño pequeño, tal vez como una hormiga a punto de ser pisoteada o al menos, eso era lo que Yuuri sentía en esos instantes.

—Comprendo el que seas un cuadriculado y un adicto al trabajo. Comprendo que seas exigente y veedor de la responsabilidad. Incluso me da lo mismo si me haces tus prácticidades en las clases o si me das tus regaños en los operativos, y eso lo entiendo porque es tu labor como Jefe… ¡PERO TODO TIENE SU «MALDITO» TIEMPO Y EN ESTE MOMENTO SOLO ERES TÚ, SOLO TÚ Y NADA MÁS! Acabó exasperándose por completo y le importará un bledo si le soltaba una que otra palabra de su lengua—. ¡NO, EL MALDITO TENIENTE CORONEL! ¡TAMPOCO EL «MALDITO» SERIO Y SEÑOR AMARGADO! ¡ YUUKI SOLO QUIERE A SU TÍO! ¡TE QUIERE A TÍ! ¡A YUURI! ¡A MÁS NADIE!

Yuuri parpadeaba tras esa acción. (Una muy irrespetuosa y claro que lo era, viendo sus diferencias de edades o de rangos) y aunque le duela en su orgullo o le dé pena reconocerlo, sabe que fue el amotinamiento más acertado en la menor. A su vez sus mejillas, eran adornadas con ese notable carmín y su mente a media marcha no procesaba la opinión honesta y estrellada en su cara. Vickytoria siguió con la retahíla, tomándose un respiro o acomodándose su mechón con actitudes propias de toda una dama distinguida.

—Yo… ¿Ya te lo dije antes, no? Siempre sobrepones tu trabajo por encima de tus deseos, sacrificándolos. En otra ocasión te la dejaría pasar, ¡Pero esta vez no puedo! No con ese pequeño allí esperando con ilusión a salir contigo… Así que será mejor que desistas de ir a la ANP, que tomes tus cosas y vayas a ese parque o sino…

y aquí le tiró de su ropa para ponerlo a su altura, Yuuri supo lo que era el verdadero terror hecho puchero al ver su furia contenida en esos azulejos encandilados…

¡Yo te romperé tu bonito rostro o patearé tu asiático y disciplinado trasero! ¡Y ESO PUEDES APOSTARLO!

¡Y-Ya b-basta Nikiforov! —Se liberó como pudo y quiso imponer orden aunque él tartamudeó no lo dejó—. ¿Huh?… —Pronto su IPhone volvió a sonar en el momento que estaba por reprocharle.

Vicky supo por su expresión que serían ellos, así que cuando Yuuri lo abrió, ella se lo arrebató de sus manos y contesto por él, haciéndose pasar por una productiva secretaria.

—F.E.G.I Office!, Good morning! Románova speaks!. Let us know how could I help you? —Como no sabe japonés, habló en un convincente y formalismo inglés Británico.

Katsuki quería morir, los papeles se invirtieron. Él intentaba como sea quitarle su aparato pero esa conejita era muy escurridiza.

—¡Oh! ¡Algo así me comentó el Teniente Coronel, y de hecho iba para allá! Pero se le ha presentado un evento familiar muy importante y no podrá asistir, señor magistrado…—Volvió a amagar para atraparla más Vicky fue rápida. pegó un brinco por lo alto cual liebre, y Yuuri terminó clavado al suelo.

En parte Vicky, no mintió. Yuuri tenía su salida con Yuuki, eso era válido. Ella aterrizó en su espalda y acabó tronándole toda su columna vertebral para dejarle Knock Out.

ITAI!!! —Ese «crack» le reventó hasta el alma.

—Usted comprenderá la situación y que estas circunstancias, son causas de fuerza mayor… ¡Ajá! ¡Ajá! El General está enterado. ¿Si quiere? Puede llamar y verificar versiones. Tengo entendido que le dio este día como libre… —Vicky no perdió el tiempo y tapó todo con las coartadas reales, además, ¿No es que él estuviera infringiendo algo o sí?

La descarada rusa se cruzó de piernas como toda una miss universo, bien acomodada y revoloteándose su flequillo plateado con el índice de su dedo, aun estando sentada en la espalda maltratada de su jefe.

—¡Perfecto! ¡Le diré al T.C que no debe preocuparse en asistir a su reunión! —El magistrado no puso en tela de juicio a la voz de Vicky, que se escuchaba confiada y segura—. ¡Ajá! ¡Ajá! ¡Sí! ¡Sí! ¡Sí! claro, fue un placer en atenderle señor magistrado. ¡Tenga usted un buen día! —Concluyó la conversación. Vicky indiscutiblemente fue la ganadora.—¡Listo! ¡Un achaque menos!

—Me vas a meter… ¡EN PROBLEMAS!

Se la quitó de toda su entelequia al pararse con su espalda maltrecha y adolorida. 

—¡¿Cómo se te ocurre mentir?! ¡¿ESTÁS DEMENTE?!

—¡Wow! ¡Qué genio!…y no he dicho nada falso, digamos que solo fui alguien «Práctica», ¡Eso lo aprendí muy bien de ti, Señor amargado! —Su boca y sonrisa de corazón no mienten.

—¡Y dame mi IPhone! —Dio pasos enojados o más bien quejosos hacia a ella con toda la intención de recuperar su aparato aunque…

—¡Nope, óbligame! —Ha estirado un poco su blusa, y se supo guardar descaradamente el artefacto dentro de su brasier.

—Ahhhh!!! ¡Nikiforov, esto no es un juego! ¡Y SÁCATE ESO DE ALLÍ!, ¡E-ES UNA ORDEN!

—Es una lástima que no pueda seguir la instrucción al pie de la letra, porque te recuerdo que no poseo placa, querido. ¡Soy una N.N para todos y estoy de civil! ¡Sorry but not sorry! —Ella, la muy persh**…. ¡Digo!, ¡La muy diva de Juaréz! (o más bien de Rusia), veía sus uñas con reparo interesante y al final ladeo su cabeza con estilo hacia él mandándole una señal frontal—. ¡Ah! y como yo no confió en ti, me aseguraré de que Yuuki disfrute su paseo, ¡Así que también iré, te guste o no!

¡¿QUÉÉÉÉ?! ¡CLARO QUE NO!

¡OH SI! ¡CLARO QUE SÍ Y PUEDES APOSTARLO O ME DEJO DE LLAMAR VICKYTORIA NIKIFOROVA ROMÁNOVA!

Los transeúntes que pasaban por el lugar, se quedaron un buen rato admirando la pinta chistosa. Vicky y Yuuri no se han dado cuenta de la función que están entregando, el japonés en su cuadriculado ser no tuvo compasión, expresó todas y cada una de las cosas que pensaba, algo que a Vickytoria, por un oído le entraba y por el otro le salía con su actitud despreocupada.

Eso sí, a la gente le hizo tanta gracia la discusión entre dama y el caballero…Que un niño comentó a sus padres lo que vio.

—¡Mami! ¡Mami! ¡Mira! ¿Esos muchachos son pareja?

Yuuri y Vickytoria copiosamente enrojecieron mirando al niño… ¡¿Ella y él?! ¡¿Novios?! ¡Ja! ¡Ese niño está loco!.

Él no es tan desquiciado como para que la OTAN o la ONU lo metan preso (por mucho que le atraiga la bella oficial) y ella ni en sus sueños más extraños, pensaría estar en una relación amorosa con ese antipático (uno que a gusto personal se ve sexy con ese genial tatuaje pero sigue siendo antipático).

Mmmm…. solo en caso de que ese señor insista en negarse de llevarla con Yuuki, la idea descabellada que lanzó el niño, la usará a su favor.

—¡Se pelean igualitos como tú y papá!

—Mi vida, ¿Recuerdas nuestros inicios?

—Ahhh el amor…¡El amor está en el aire!

¡Q-QUÉÉÉÉÉÉÉ!, ¡NOOOOOOOOO! ¡Ella no es mi….novia! ¡E-Es imposible!

—¿Entonces ese peluche que me diste en nombre de nuestro amor fue una mentira?

Vicky dramatizó con tristeza en su voz y Yuuri trató de esconder al Kobuta-chan de la vista de todo el mundo. Él pensó que su oficial se terminó de enloquecer…

—¿Acaso solo fui un juego para ti? —Exageró llevándose su mano al pecho. —¡¿Y qué me dices de los besos pasionales que me dabas ayer en la habitación o bajo la luna teniéndola de testigo taciturno?! ¡¡¡Oh~~Eres…Tan cruel!!!… —. Las perlas salinas escapaban lentamente de los zafiros azules de esa reina del drama (llámese divaforov)

Y Yuuri…Ejem… Queridos lectores… Les hemos de decir que el TC, ¡Ha sabido joderse fenomenalmente! Incluso, se vio en ese vídeo de Vocaloid donde los Kagamine cantan su canción de las mariposas que vuelan… ¿Cómo era que se llamaba? ¿Migikata No Chou?

¡NOOOOO! ¡ESO NO ES C-CIERTOOO! No le…N-No le crean….

¡Y LO SIGUES NEGANDO ANTE EL DIOS TODO PODEROSO!, ¡Qué gran decepción me he llevado de ti!, ¡Ahhhhhh~~¡ ME MUEROOOO!

La actriz rusa se ha desplomado en el suelo, y Yuuri emblanqueció con los abucheos en su contra. Le tiraban papeles, piedras, zapatos, tapas, cajitas de jugo vacías o pitillos. Por más que él explicará que todo era una artimaña de esa pequeña arpía que tiene como oficial, no le creían… ¡Mejor dicho!, se negaban a pensar que ese bello ángel puro de cabellera platinada e inmaculada fuera una sabandija…

Vicky seguía fingiendo llanto sufrido en suelo como María Mercedes (para servirle a usted), Yuuri desesperado, trataba de dialogar, negociar o de llegar a un acuerdo viable con ella.

—¡Ya basta!, ¡Esto no es gracioso!, ¡¿Por qué haces esto?! —Masculló todo en bajo con angustia perpetuada en su fantasmagórica faz.

—Porque esta es la única manera de asegurarme que me lleves contigo. —Le habló también suavecito disimulando con sus manos en la cara que estaba llorando.

—¡Ya te dije que no lo pienso hacer!

—¡Bien!, entonces… ¡Prepárate para una oleada de gente pidiendo tu cabeza, Katsuki! —Ella lo acribilló con una mirada pícara y llena de maldad.

—»¡Carajo!»


y esto definitivamente…
No era un simulacro a los ojos del Teniente Coronel…

¡¡¡ME QUIERO MORIR!!!!! ¡¡¡¿PORQUE ERES TAN VIL Y ASI CONMIGO?!!! ¡¡YO TE ENTREGUE TODO!!, ¡¡¡MI CUERPO COMO MI ALMA TE PERTENENCEN!!! ¡¡¿Y ME SALES CON ESTO!! ¡¡TÚ ERES UN NECIO, UN ESTÚPIDO ENGREÍDO, POCO HOMBRE, VANIDOSO, QUE ME HAS ROTO EL CORAZÓN!!!

Yuuri sermoneará al mexicano cuando regrese de Rusia por enseñarle a la diablilla que tiene por oficial esas canciones dramáticas de Roció Durcal y de Amanda Miguel.

¡Espera! ¡Espera! Ya no… N-no grites …—Seguían los abucheos—. ¡Etto, juro que esto es un mal entendido! —La avalancha de cosas hacia su integridad era inevitable.

¡MENTIRA, TODO ERA MENTIRA! ¡PALABRAS AL VIENTO QUE TU ME DECIAS! ¡TOMA! ¡TOMA! ¡TOMA! ¡TOMA!Y no se sabe cómo le hizo, pero Kobuta-chan regresó a sus manos, convirtiéndolo en una arma mortal felpuda hacia ese japonés—. SEÑORES, ÉL ME MINTIÓ, ÉL ME HA DICHO QUE ME AMABA Y NO ERA VERDAD, ÉL ME MINTIÓ, NO ME AMABA.

Stop!, Stop!, STOP PLEASE!, Ok!, Ok!, Ok! ¡Tú ganas! ¡Tú ganas! ¡TÚ GANAS! Yuuri la acercó a él, como si la abrazara. Continuaron hablando susurrado bajo esa posición—. ¿Si dejo que vengas conmigo acabarás con este espectáculo de mal gusto?

—¿No me estás mintiendo? —Le sonrió inocente con esa boca de corazón y ojitos radiantes.

—¿Tengo cara de estar fregando, Vickytoria? —Al fin le tuteó—. ¡Solo ayúdame y sácame de este lío!

—Amazing! —Y se salió con la suya, primer punto para la conejita traviesa, cero para el zorro kamikaze.

—¿Y q-q-qué se supone que deba hacer?

—Eres mi supuesto «novio« tratando de pedir disculpas, tienes que hacer alguna cosa romántica creíble para así seguir la corriente…

—¡Ahhh no! ¡Eso sí que no! ¡Me niego a pasar una burla pública y bochornosa como esa! ¡Es demasiado para mí! ¡Soy japonés!

—O es dejar tu dignidad, reservades y orgullo aun lado o te tocará tratar de escapar a una manada de toros… Yuu~ri…—La voz cantarina de Vicky al nombrarle o al sonreírse juguetona como si nada, dictaban que no podía salvarse y Yuuri, solo pensaba que esto era una pesadilla sin fin—. y te recuerdo que el uso de armas contra civiles, está prohibido.

La mujer que se pavoneaba con sus dotes actorales le daría «luz verde» para que él, de alguna forma sacara a relucir su experiencia «Práctica». Su jefe es, Yuuri «Práctico» Katsuki, Vicky confía en que se las arreglará.

—¡Bien! ¡Gamba, Katsuki-san!.

—¡¡¡Vickytoria!!! ¡E-espera! ¿Qué es lo que debo decir?. ¡N-no me dejes solo!

Su reacción nerviosa y aminorada fue demasiado tarde…Ella se ha separado de golpe, alejándose muy afligida de él y habla en voz alta sus ocurrencias disparatadas.

¿SI TANTO DICES AMARME POR QUÉ ME NIEGAS COMO TU NOVIA? ¿TAN POCO DURÓ TU AMOR HACIA A MÍ? ¡¡¡VEN Y DIME QUE NO ME AMAS EN MI PRESENCIA, YUU~RIII!!!

—¡¡Es verdad!!
¿Por qué niegas a la linda señorita?
—¡Buuuuuu!
—¡Poco hombre!
—¡Tírenlo al rió antes de que deje Críos!
—¡Despiadado!
—¡De seguro ese desgraciado está revolcando con otra, querida!
—¡No merece tus lágrimas, amor! ¡Estoy disponible!!

¡Basta!, ¡Basta!, ¡Basta, STOOOOOP!  ¡Jaaaaaaaaaaa… Ahamm…ahhmmm…! ¿Ca…Cariño?—Por primera vez la conejita tenía que reunir fuerzas para no reírse y mantener su fachada ante la cara roja o la timidez extrema que ha puesto su jefe—. Yoo… T-te dije que esto es un mal… E-entendido.

—¡Entonces dímelo! ¡¿Porque no me reconoces como tu novia ante los demás?!

—Porque yo…

¡Ok!…Vickytoria dijo romántico ¿No?, Yuuri meditó mucho las palabras que debía escoger en medio de sus ansias y sus temblores. Él espera que lo que tiene en mente ¡funcione! ¡Si Phichit o Chris se llegaran a enterar de este papelón, será hombre fregado como shipeado de por vida!

—P-porque Yoo… Yooo…

¡¡¡¿YO QUÉ?!!!

¡¡PORQUE YO NO PUEDO LLAMAR NOVIA, A LA MUJER QUE SE ROBA MIS SUEÑOS, MIS DESVELOS O QUE ME TIENE IMPLORANDO SUS CARICIAS EN MIS ALAS DESGARRADAS, YA QUE SERÁS MI ESPOSA ANTE EL ALTAR!!! Expresó inseguro pero firme al fin de cuentas. Por lo menos no tartamudeó.

El «Ohhhh« dentro del público, o el jadeo de sorpresa se replicaban por montón y Vickytoria no esperó que su jefe tuviese esa «imaginación»… Eso sonó como a una propuesta de matrimonio, porque si lo era, ¿No? ¡Que impresionante! Debía admitir que fue muy recursivo. Inclusive, sus pómulos llegaron a colorearse de un bello carmín al tomarla desprevenida.

—P-por eso te p-pido que me perdones si… Sí… Si te hice llorar por ese mal entendido… —El silencio lo destrozaba, y no dejaba de sudar o apretar sus manos en su aminoramiento. Seguía tenso esperando algo y que Vicky le ayudara en lo sea… ¡Cualquier cosa!

La conejita se cubrió su cara, Yuuri pensó que ahora si era hombre muerto, y lo que no se imaginó fue que esa mujer sea tan malvada con las bromas, que finalmente mostró un rostro lloroso de la felicidad.

¡¡¡YUUUUUUURIIIIIII!!! ¡¡¡MI VIDA!!! ¡¡¡TE AMO!!!Dio un par de zancadas y pronto se lanzó hacia él como Julieta a su romeo.

Ya ustedes saben cómo es Vickytoria, Necesitaba darle realismo al asunto.

Ese par, terminaron en el suelo, la chica restregaba sus cachetes con los ajenos diciéndole muchas cosas lindas y con muchos corazoncitos esparciéndose en el lugar. Nuestro público gritaba y aplaudía de la emoción por ver el final feliz en esta «parejita improvisada». Mientras tanto, el muchacho quedó hecho una piedra carbonizada, o más bien su cerebro se fundió por lo que acaba de hacer.

Con ese fandango, Yuuki ya tenía a Makka a su lado, buscaba tanto a su tío como a Vicchan, y al ver el tumulto de gente se dirigió allá para ver qué pasaba. Yuuki llevó sus manos de lado y lado de sus redondos cachetitos en sorpresa, cuando pudo visualizar a su tío rojo como tomate, al lado de la señorita bonita y ella le rodeara unos de sus brazos cariñosamente.

—¡Qué vergüenza! —Dijo aquello acartonado, producto de la pena—. ¡Jamás había hecho algo tan vergonzoso en mi vida!

—Lo siento cariño, debías hacerlo si quieres vivir. —Le guiño un ojo—. ¡Y dime lindura! —Continuó bromeándole.

—¡No pienso decirte eso! —Se defendió—. Eres un demonio con un rostro de ángel.

—Moohhh~~ que amargado «Esposo» me he ganado y yo que me estaba divirtiendo. Peeeeero, ¡Gracias por el halago! ¡Ah! y recuerda nuestro trato «mi vida» o te irá «peor» —Le pellizcó sus mejillas al final. La cordialidad que disfrazaba su amenaza, acompañada con esa sonrisa de corazón, ¡Se sintió!

Más la gota escalofriante y escurridiza sobre la frente de Yuuri, ¡Apareció!

El T.C no tenía opción, él suspiró con esa batalla perdida contra la chica, esa, la misma oficial rebelde, que le abrazaba muy caprichosa como triunfadora, se llevó todos los honores.

Habiéndose calmado el alboroto de hace unos instantes, Yuuki preguntó sobre lo que había pasado, y Yuuri técnicamente fulminó con la mirada a Vickytoria (si lo sabemos, frase cliché pero ameritaba escribirse) Ella no le daba detalles en son de paz, al menos inventó una historia «creíble» para Yuuki, aunque le hubiese gustado contarle todo.

Ya eran las 9:30 A.M, Yuuri revisaba que todas las cosas que consiguió estuvieran en orden en su auto, y mientras estaba concentrado en el portón de atrás, Vicky se puso a su lado con una carita curiosa y ambas manos detrás de su crin.

—¿Y bien, señor amargado? ¿Cuándo nos iremos? —Preguntaba con interés en lo que Yuuki jugueteaba por ahí con Makkachin.

—¿Hmmm? ¿Tras que me obligas a traerte… Me exiges? —Bufó con sátira—. Eres demasiado pretenciosa, Vickytoria. —Cerró el portón, al terminar de contabilizar todo.

—¡Ok! De acuerdo, de acuerdo, admito que se me fue un poco la mano. Lo siento, Yuuri amargado. —Se disculpó.

Hace rato que Vicky le hablaba con amabilidad o sin formalismos para verse fuerte ante él y tal vez le nombraba con cariño porque admitió que su guardia bajó demasiado o porque extrañaba tener esa cercanía con su «jefe/amigo», desde que sucedió el impase que les distanció.

—Pero era eso o tú no me llevarías…

—¿Ah sí? ¿No me digas? ¡Cuéntame más! —Respondió con una pizca de ironía.

Él también había cedido su muralla, no del todo, pero al menos ya le dirigía la palabra o aceptaba el que llamase «Yuuri Amargado», «Cari-bonito» o esa clase de cosas a su persona.

—¡Fíjate! ¡Si te digo! —Se la devolvió en la misma forma y con decencia al juntar sus palmas en un ademán petulante.

—¡Y olvídate de tu idea! ¡No pienso llevarte!.

—Oh usted no aprende, ¿Verdad? —Le arguyó con causa—. Veamos cómo le harás con Yuuki presente.

—¿No serías capaz de jugar tan sucio?

—¿Me estás retando? —Le arqueó su ceja con malicia—. ¿Quieres que repita el escándalo y le cuente a Yuuki lo que pasó?

¡Diablos, señorita! ¡Directo en su quijada! ¡Y ella no pensaba dar su brazo a torcer!

La pelea tontamente se extendió hasta que Yuuki apareció a salvar la patria, y definitivamente Vicky volvió a sacar ventaja. Yuuki, ha saltado con su tío diciéndole sobre cuando partirían al paseo, además de recordarle de querer llevar a Vicchan con ellos.

La Oficial estratega, se hizo la indecisa para montar mejor su mejor coartada o también jugó su papel de «modesta», diciendo que no quería incomodar, pero Yuuki no desistió, al contrario insistió. Yuuri no puede usar su «prácticidad», porque su sobrino estaba muy encariñado con la conejita, lo otro que jugaba en su contra, era el sentido de compasión tremenda en su pequeñín y este, le explicaba el por qué quería llevar a Vicchan con ellos. Terminó dándole un fuerte gancho derecho a sus buenas costumbres altruistas y a su nobleza.

—¡Vicchan y Makkachín, no conocen a nadie aquí! ¡Se pueden perder! ¡Y tampoco conocen lugares bonitos! ¡Sería muy cool si pasearamos todos! ¡Anda Vicchan!, ¡ven con nosotros! ¡Te prometo que te vas a divertir! —Pasó a rogarle a su señorita y luego volvió con Yuuri—. Tio Yuu, ¡¿Verdad que Vicchan si puede venir?! —El golpe bajo fue peor y ya con esas palabras del infante, Yuuri no podía retractarse.

Y pensar que el señor quería un día tranquilo… Al parecer, ¡no podrá!

—¡Tío Yuuri! ¡Por favor! ¡Por favor! ¡Por favor! ¡Tú me enseñaste que los caballeros nunca dejan solos a las señoritas, y más si son conocidas de uno. Puede pasarle algo por no saber el lugar. ¡Vicchan es una señorita!, ¡y una muy bonita por lo que me dijiste en la casa! —Toda la gama de rojos estallaron en la cara de Yuuri y tal aspaviento ha hecho que la jovencita le mirase con cierta incredulidad o que se le saliera una risilla conspiradora.

—¿Hmmm?… Así que… Soy «bonita» para tu tío ¿Eh?… ¿Quién lo creyera? —Dijo haciéndose la interesante.

Aunque por dentro estaba nerviosa de la impresión, y no sabía cómo manejar esa sensación «burbujeante» que le produjo escuchar eso. Quizás sea por el hecho de no imaginarse a Yuuri en ese plan (a sabiendas de que él, está enojado con ella) o tampoco en verlo sostener ese tipo de conversaciones con el pequeño… Eso pensó.

Yuuri quería que la tierra lo tragara completo… Su sobrino sí que sabe ponerlo en aprietos, pese a lo dicho por Yuuki para convencerlo, no fue suficiente como para obligar a Yuuri a «aceptarla del todo»; y Vickytoria atacó con un último as bajo su manga.

—¡Bien Yuuki!, Hagamos algo… ¡Iré contigo!, pero mi condición será que el amargado de mi jefe acepte el estar con nosotros a cada instante, cuidarnos, subirse a los juegos que me muestres, reírse y tomarse muchas fotos.

¡¡¡YUUPIIIIIIIIII!!!

—¡¿Ah?! —Un tic en su ojo surgió.

—¡Lo que Oíste! ¡Solo así aceptaré!

—¡Por favor! ¡Por favor! ¡Por favor! ¡Por favor! ¡Ya Vicchan dijo que si irá, Tio Yuu! ¿Llevémosla, si? —Juntó sus manos en ruego. Sus ojitos adorables o esa carita tierna en Yuuki, le dieron el toque final.

—Pe…peero…

—¿Y no creo que seas tan ruin de romperle el corazón a tu sobrino con tal de no llevar a su linda y bonita señorita con él? Yo que tú lo hiciera, de no hacerlo, eso sería muy grave y malvado de tu parte
By Sharayanime

¿Y no creo que seas tan ruin de romperle el corazón a tu sobrino con tal de no llevar a su linda y bonita señorita con élYo que tú lo hiciera, de no hacerlo, eso sería muy grave y malvado de tu parte.… —La pelusa tramposa comentó aquello en ruso, se sacó otra vez el clavo.

Fue inteligente obteniendo su segundo punto ante ese zorro.

Yuuki se fue derechito al Auto con Makkachin, esperaban afuera mientras los más grandes, hablaban sus cosas de grandes. La verdad Vickytoria toreaba el fastidio de Yuuri de la mejor forma posible, y ella no niega que se estaba divirtiendo. El hombre no paraba de quejarse en el idioma ajeno de tierras eslavas.

—Vamos no es «taaaan» malo.

—Ahora si eres ilegal cuando te conviene, ¿y también una damisela indefensa? —Eso sí que lo hizo bufar sarcásticamente—. ¡Tú eres una oficial en formación!, ¡de mis reclutas más jóvenes del F.E.I.G y una experta esgrimista bajo la mano de Crispino! ¡Podrás arreglártelas! ¡Ah! pero si tanto quieres llevar a mi sobrino, ¡Ten! —Le dio su billetera—. Yo los dejaré a ambos en Ikebukuro mientras soluciono mi asunto en la ANP.

—Ooooh, pero vuelvo y te planteo todo con la nueva situación que me propones. Soy ilegal y con una pequeña criatura en mis brazos, expuesta a los grandes peligros de la ciudad. ¿Y si me pasa algo en Ikebukuro o me piden documentos que acrediten mi mayoría de edad como los permisos tuyos para tener a Yuuki conmigo?, porque en Japón son estrictos cuando se trata de infantes. ¿Y si nos perdemos allá porque al señor adulto, maniático de las reglas y de la extrema disciplina policial estuvo más al pendiente de una Reunión externa que en su sobrino? —El Fatality moralista tomó bandera en Vicky—. Por muy emancipada que sea, sigo siendo menor de edad acá en las leyes de Japón y yo aún no domino el idioma. También te recuerdo que el magistrado ya debió confirmar con el General lo de tu día libre, ¡Así que no hay excusas! ¡Debes velar por nosotros! ¡No seas amargado!

—¡Me siento invadido!…— O tal vez quizo decir «asaltado» en su espacio personal…

—!Y te pondrás viejo y calvo como mi tío Yakov de tanto quejarte!

Lo gracioso fue, que el desatine del final por casi hace que aflorara en él una pequeña risilla de lo absurdo de su situación. Podría jurar que ya podía comprender a su hermano mayor cuando su ex-jefe (el padre de Vicky) lo sacaba de quicio y optaba por darle patadas voladoras en respuesta. Vicky a su lado, se dio cuenta de ese detalle risueño en la faz de Yuuri (aunque durara pocos segundos) y se atrevió a elevar su apuesta.

—¡OK! ¡Ok! ¡Ok! ¡Te propongo algo, Yuuri amargado! —Le detuvo para que le mirase y le habló con su típica dulzura—. ¡Hagamos tregua solo por hoy entre los dos como los adultos civilizados que somos!

—¿Hmmm?

—Ok, como la casi mujer adulta que soy. —Corrigió—. Mañana si quieres, me pones a correr con tus entrenamientos de ogro espartano o me das todas las carpetas del Locker judicial para organizarlas y morir en el intento porque es casi que imposible poder con ello. Lo que sea, cualquier cosa que se te ocurra para castigarme más de lo que ya lo has hecho. Pero acepta su petición, ¡Míralo como esta!, ¡Se ve feliz! ¡Mírale esa sonrisa!

Allí señalo en dirección a Yuuki, acariciando y hablando muy contento con el gran caniche café.

—Sé que fui una entrometida, aunque de no hacer esto, Yuuki lloraría y jamás te lo perdonaría. Sé te tocó sacrificar tus vacaciones cuando yo estaba en Hasetsu por el mismo motivo. Dime algo… ¿Dejarás que tu trabajo dañe de nuevo, este bonito momento que tienes con él? —Y ha de pulular en él ese toque carmín en las mejillas del asiático comprendiendo el punto.

Su vergüenza o la culpa de su terquedad le superan por mil… Una que no quiere cargar nuevamente por «sobreponer» sus responsabilidades laborales al relegar los deseos de su sobrino o de si mismo, al mínimo, como le ha dicho la cándida joven que tiene a su frente. Él odiaba eso de él. Odiaba ser así tan ensimismado a su quehacer, que inconscientemente lastima a quienes rodean…

—¿Entonces? ¿Aceptas…? ¡Prometo no darte problemas de esta índole otra vez! —»y de igual forma…esto será lo último que haga…» —Pensó eso aquello para ella.

El fraseo final escondía algo que Yuuri no visionaba por estar pendiente a su sobrino, más para Vickytoria era un fuerte indicio, de que sería su despedida. Tenía claro de que si Yuuri hablaba con ella fue porque lo obligó hacerlo en contra de su voluntad. Sabe que su jefe aún está distante y renuente a socializar con ella, después de joderlo todo por su necedad o no ser lo suficiente madura en esos días que acaeció la calamidad. Aunque también, es probable que él acepte su iniciativa, porque está en juego la alegría de su sobrino.

Conoce muy bien ese lado «frío mezclado de una cortesía protocolaria» de él, (pero en esta ocasión Yuuri no estaba siendo así, realmente accedió, solo que Vicky se estaba anticipando a los hechos)  así fuese temporal, aprovechará por mucho, sus últimos tratos en el país oriental y luego desaparecerá de sus vidas.

Retomará su camino solitario, lleno de máscaras elitistas y terminará dándole la razón a su tía sobre su «locura encaprichada» como ella le dijo en un principio cuando se opuso tajantemente a que se realizara con la misma profesión de su padre.

No menguó a la tristeza oculta de sus pensamientos, prefirió olvidar, centrarse en Yuuki quien  en ese momento aparece llamando la atención al par de jóvenes grandes, y mantuvo su buena actitud enmascarada tras su falsa sonrisa…Sonrisa que Yuuri, no pudo ubicar como suele hacerlo otra veces por el rollo complicado que está atravesando.

—¡Vamos!, ¡Será divertido! ¿Qué dices? Katsuki Yuuri no tenía escapatoria y debió asumir sus cargos con una frase…

—¡Vamos!, ¡Será divertido! ¿Qué dices? — Katsuki Yuuri no tenía escapatoria y debió asumir sus cargos con una frase
By Sharayanime

¡NO TE ARREPENTIRÁS, YUURI!

Su emoción fue tal que ella se le tira encima, olvidando protocolo y él no sabe cómo reaccionar. Pronto, Vicky fue consciente de lo que hizo.

—»No te emociones, Vicky»… «Recuerda que es un convenio». . .Se reprendió a sí misma. Se alejó de golpe, intentando respetar el espacio ajeno o quedando visiblemente nerviosa, por lo que disimuló sus inquietudes gritándole algo tipo: —¡¿HEY?! ¿¡QUÉ ESPERAS?! ¡ERES EL CONDUCTOR, YUURI AMARGADO! ¡EL PASEO NOS ESPERA! —Mientras corría para estar con Yuuki…

Yuuri solo observaba a esa muchacha con calma y él se preguntaba si… ¿Hizo bien en «confiar» en ella una vez más?

Parque temático de Ikebukuro – Tokyo / Japón
Inicios de Mayo del 2017 – Sábado 10:10 A.M (mismo día)

Ikebukuro hace parte del sorprendente «barrio» famoso de Toshima y el viaje desde Shibuya hasta allá, puede durar de veinte a cuarenta minutos según el vehículo a usar. Pero no estamos aquí para hacerles una descripción geográfica, sino para saber cómo será el desenlace final entre el zorro japonés vs la conejita rusa gracias al poder de convencimiento del mini-katsudón.

Pisando terreno, Vickytoria desde el asiento trasero no dejaba de asombrarse con su boca de corazón o de mirar todo con un brillo único de fascinación en sus enormes ojos de conejo revoltosos por medio de la ventana. En sí, ese sector es un complejo con tiendas de todo tipo, manteniendo un gran acuario y un mirador en el rascacielos «Sunshine 60» el cual era el más alto en su momento en todo Japón…

En el Tokyo Metropolitan Theater suelen interpretar conciertos de música clásica y ópera. Las calles o alrededores se hallan locales de series Anime, Cómic americano y mangas. Los aficionados al cosplay han de reunirse para enseñar sus trajes en variados parques, hay Outfits especializadas con el último grito de la moda (cosa que mató de gusto y por mucho a la rusa), o restaurantes cinco estrellas, entre otras variedades. Vicky gritaba como loca al seguir emocionándose. Le señalaba de todo al pequeñín o le preguntaba cosas que no entendía del idioma asiático y Yuuki también estaba feliz porque su paseo sería el más divertido de todos los tiempos del mundo (valga la redundancia) «mundial» por tener a sus personas favoritas consigo, además de Makkachin, quien dormía plácidamente encima de ellos.

Se veía feliz y pintado en todos los juegos con ellos…

Por otra parte Yuuri, avistaba por segundos las acciones impulsivas e infantiles de Vicky, la cual se ha convertido en otra niña más y no en la «supuesta» joven madura que le ayudaría con Yuuki. Él no sabía lo que deparará el día de hoy. Tan solo esperaba sobrevivir ante los disparates arrolladores de la rusa y a la resistencia titánica de su sobrino.

De tantos lugares optaron por en el parque temático más emblemático de Ikebukuro. La oferta gastronómica incluye cafeterías al estilo de anime, puestos de Ramén y restaurantes locales como extranjeros. También gozaba de escenarios temáticos a muchas series televisadas a nivel nacional en el país oriental, atracciones mecánicas, zonas verdes y el famoso Acuario gigante. Siendo este último, al primer lugar donde Yuuki la arrastró y a su tío también.

¡Oh! ¿y si preguntan por el IPhone ajeno?, Vicky lo devolvió pero le advirtió que como le escuchará hablar con los tipos de la ANP, no dudará en golpearlo.

¡¡WOW!!! ¡MIRAAA YUUKI SON MANTARRAYAS GIGANTES! Aparentemente Vicky se prometió no deslumbrarse pero esa mujer no paraba de gritar, correr o de apuntar con su dedo a todo lo que movía con brillos a su alrededor sobre los enormes cristales traslucidos—. ¡¡WAHHHHHH¡¡ ¡¡ESOS SON DELFINES! !Y ALLÁ HAY UN TIBURÓN BLANCO! ¡MIRA SUS COLMILLOS! ¡MIRA SUS COLMILLOS!

—Mi maestra me dijo que los tiburones son muy grandotes como peligrosos y eso que no has visto el «Calamar Colosal» —Gesticuló todo lo dicho con muchas expresiones graciosas.

REALLY?! —En un santiamén se vio marchando a la velocidad de la luz, se puso a la altura de Yuuki para abrazarlo, mirarle con sus ojos llorones de huevo frito y soltando ideas conspirativas al temblar de miedo por ese de ese animal depredador de las profundidades del océano—. ¡¿Y SI ESTO SE ROMPE Y EL TIBURÓN O ESA COSA VISCOSA QUE ME DIJISTE NOS COME?! ¡¿NO SE ROMPERÁ O SI PEQUEÑÍN?! AHHHHHHH~~ ME MUERO!

¡¡¡Shhhhhhhhhhhhhhhh!!!!! Algunos citadinos la forzaron a callar.

—Era de esperarse con esos gritos… Tu dueña es muy exagerada y escandalosa, amigo. —Yuuri habló en voz baja al acariciar a Makkachin, y el perrito le da un lengüetazo en respuesta. La vio venir en Vickytoria…

—Ups! S-sorry.

—También mi maestra me dijo este acuario de cristal es muy fuerte, así que no se romperá. ¡Mira! ¡Vayamos a otra zona¡ ¡Allá hay varios pececitos de colores! ¡EL PEZ BAILARÍN TE GUSTARÁ!

—¿Eh? ¿Un momento? —El chiste en su rostro fue imparable—. ¿Pez bailarín?

—¡Sí y es de mis favoritos!, porque su bonita cola y sus aletas tienen muchos colores. Son parecidos a un tutú de bailarina y cuando nada o mueve sus aletas en el agua, me recuerda mucho a ti al bailar.

—»Awwwww me lo como a besos» —Yuuki definitivamente sabe cómo derretir su corazón y pronto habló—. ¡¡Oh Right here we go!!

—¡Yeiiii!

Esos dos iban o venían de un cristal a otro mirando las especies marinas del lugar sin parar de gritar o pedir disculpas a los visitantes, y en sí, este no es el acuario más grande (se encontraba en Okinawa), en ese orden de ideas. Pero su bosquejo llamaba la atención por los juegos de luces y la vegetación marina que hacían que cada depósito de transparente sea una obra maestra y digna de la vida submarina.

No obstante Yuuri, con su ceja por lo alto o sus manos dentro de su viejo y cómodo blazer, no dejaba de asombrarse ante lo vivas y enérgico que estaba su sobrino, parecía otro o de la misma Vicky. Fue como si esa pequeña conejo curiosa que conoció a sus seis años de edad, emergiera de la Joven adolescente.

¡¡¡TIO YUUU, CAMINAAA, NO HAY TIEMPO!!! —Yuuki tironeaba inútilmente de sus ropas llamando su atención…

—¿Ah? ¿Y ahora qué?

—¡¡¡TIENES QUE TOMAR MUCHAS FOTOS!!!, ¡¡¡LO PROMETISTE!!!

—¡HAZLE CASO, AMARGADO! ¡VEN CON NOSOTROS! ¡TÚ TAMBIÉN, MAKKACHIN! —Y Vicky fue en su ayuda empujando a su jefe por la espalda.

—¿Eh?…P-Pero…

¡¡¡CERO EXCUSAS!!! Gritaron felices al tiempo y Makka volvió a ladrar.

Los jueces alegres con la bola peluda café, arrastraron a su víctima por todo el lugar, y él no pudo oponerse a ninguna de sus demandas. Les tomó muchas fotos con poses chistosas, otras extrañas y las últimas fueron tomadas por Vicky. Ella sí o sí, hizo que el adulto del grupo saliera al lado de su sobrinito. Aunque después, le regañara por esa risa robotizada.

En fin, Yuuri no es que sea el más apasionado en el arte de la fotografía, ¿cierto?

Luego de ello, salieron de allí y arribaron a la zona de videojuegos virtuales o tradicionales. El formato era parecido a una mini feria en Ikebukuro. Vicky nunca había tocado tantas maquinas (O aparatejos) que emularan algo del mundo real y no era la más diestra pero se divertía junto con Yuuki en Las motos, los Esquíes, el Minibasket, en el DDR o el Just Dance. Del mismo modo, ocurrió con los artefactos manuales y obligaba a su jefe a que le enseñase, haciéndolo participar en varios de estos como los topos, el tiro al blanco, los aros, el martillo o las botellas. Solo fueron algunos de los tantos que probaron reivindicando esas tradiciones de antaño que con sus diferentes formas y múltiples coloridos llenaron de alegrías a muchas generaciones…

Justamente, de lo manual emigraron otra vez a las consolas de mando (Los árcade, La Play 5 o la Xbox One) para jugar las categorías dentro del mundo gamer, y unas de las favoritas de Yuuki, eran los de combate.

—¡¡¡Moooh~~!!!! ¡¡¡Pido cambio de personaje!!! —Revoloteó su puño en protesta al cielo. Fue toda un chuscada porque ella no era tan sagaz en estas cosas como su principito.

—Te dije que Alice the Rabit era difícil de usar sino conoces bien sus mandos.

—Bueno, si me lo dijiste pero…. 

—¿Peeeero?

—Es que…—Todo se le olvidaba rápidamente con ver lo fashionistas que eran las chicas en Bloody Road—. ¡¡¡ES QUE SE VÉ TAAAAAN DIVINA CON SU LOOK!!! ¡¡REALMENTE AMO SU OUTFIT!!

«Y después tu dueña dice el no tener un gusto a los conejos, ¿puedes creerlo Makkachin?»… El ladrido de Makka sirvió como apoyo a lo dicho por Yuuri y ese, (el quejón) estaba a lo lejos escuchando la algarabía de la auto-invitada.

YuuYuuki, le indicaba como desplazarse o utilizar los botones y poco a poco Vicky le fue agarrando la maña. Yuuri fue a mirar un par de catálogos nuevos, pensaba comprarlos para llevarlos a su casa o mostrárselos al hámster cuando bajase la marea con su trabajo y asi ambos junto con Yuuki tuvieran tiempo para jugar. Pero, él vio que de la nada, unos tipos que no pasaban de sus dieciocho años, usurparon el lugar del pequeñín o de la conejita en la máquina de juegos creyéndose la gran cosa. Ellos reclamaron y los otros se negaron a devolverle su partida, diciéndoles que este lugar no era para niños. Vicky con su puchero reluciente o un Yuuki con sus cachetes inflados en respuesta, estaban a punto de exigirles su lugar y en esas…

—¿Ocurre algo?

—Yuuri Amargado / Tio Yuu… —Vicky y Yuuki lo nombraron por inercia.

El caniche atento gruñía al lado del humano japonés que dio un par de pasos hacia los muchachos con circunspección, les pidió amablemente que les devolviera puesto que les pertenece porque su sobrino y su invitada llegaron de primero. (Hasta allí, todo «normal») Solo que Vicky, sintió una aura pesada e implícita en sus palabras y sabe que cuando Yuuri se pone así, es porque piensa hacer alguna de sus hijuep****** …digo, «jugadas prácticas» y de hecho, ¡Lo hará!

Los chicos se burlaron a sus anchas del «cuatro ojos» con ropa de anciano (como le apodaron) cuando él, les hizo la propuesta de regalarles el puesto e incluso todo su dinero a cambio que le ganaran una partida en algún juego de combate. No importaba cual fuere el de su preferencia.

Y si ganaba, deberían aceptar todas sus condiciones.

Vicky no entendía mucho porque aún no sabe japonés y menos las tretas que hay bajo cuerda en el lado obscuro de los gamers, pero Yuuki sí le entendió y le explicó muy a su manera. Los muchachos aceptaron, pensando que tendrían la plata fácil y escogieron KOF (The King Of Fighters)

Que equivocados estaban….

—¡Y El ganador es el Señor Katsuki! —Dijo el juez improvisado del lugar.

Caballeros fue un honor hacer trato con ustedes, pero pensándolo bien les dejaré el espacio. Mi sobrino y mi acompañante quieren ir a otro lugar. Yuuri hace un corto asentimiento después de recibir el dinero acordado y se va con sus protegidos.

—¡IDIOTA! ¡¿No que siempre se te llena la boca diciendo que eres el mejor jugando estas cosas?!

—¡¿Y QUIÉN CARAJOS EN SUS CINCO SENTIDOS PENSARÍA QUE UN MOJIGATO CON ROPA DE VIEJO Y GAFAS, FUESE «KATSUDAMN01»?! ¡ES EL JUGADOR ONLINE MÁS BESTIAL QUE HAY SOBRE LA PLATAFORMA VIRTUAL DE COMBATES EN KOF!

—¡Ahí fue toda mi Mesada!

—¡ESTA MIERDA ES TU CULPA!

—¡ES TUYA, ESTÚPIDO!

Y así se golpeaban entre si el par de abatidos… Menuda sorpresa que se llevaron al ver que Yuuri no solo acabó la batalla de forma mortal, sino que a cada uno les hizo combos, y trucos distintos como el Twister Drive, el Chain Slide Touch, e incluyendo el famoso «desespero» usando a «Chris» como personaje jugable. (y conste que los muy llorones….es decir, los rivales se fueron por Rugal) Los espectadores, muchachos de otras edades o gamers vieja guardia no paraban de hablar o de asombrarse por la tunda que el famoso «Katsudamn01» ¡les dejó! y que obviamente le reconocieron sus movimientos porque solo ese usuario se daba el lujo de manejar a ese personaje a la perfección. Yuuki, le hablaba a Vicky que ese juego era uno de los favoritos de su tío y que precisamente Chris, es su personaje predilecto.

—¡Yuu Oji-San, Kakoiiii neeee! —Alabó el más chiquitín del grupo. 

Yuuri le sonrió y sacudió sus cabellos en respuesta con un «Arigato Yuuki-chan»

—Sabía que esa amabilidad no era del todo sinceraHablo Vicky con pavor—. ¡Pobres!, ¡los dejaste limpios y sin el pasaje de regreso!

—Ellos aceptaron y solo seguí las reglas. —Afirmó serio con base de sobra—, y no me quejo, todo lo que sea ahorro en el bolsillo para nosotros, bienvenido sea. —Mencionó concentrado al contabilizar el botín ganado.

—Señor Amargado… ¿Nadie te ha dicho que aparte de ser tan cuadriculado, también eres un tacaño? —Su lengua no se medió.

—Esos dulces que tú te comes cada tres minutos no se pagan solos. ¿Cierto Makkachin?

¡WOOF-WOOF! —El ladrido resuena por el andén dándole la razón al humano varón.

¡¡¡¿AAAHH?!!! ¡ESO NO ES CIERTO! ¡¿LO ESTÁS ESCUCHANDO YUUKI?!Vicky le abucheó por en todo el camino en lo que su niño lagrimeaba de la risa—. ¡MAKKA, NO LO APOYES!

y Yuuri sin darse cuenta ha comenzado a disfrutar del paseo, en el instante que esa línea curva y tímida se dibujaba en sus labios.

Pronto fueron a otros puntos de Ikebukuro, exactamente a las atracciones mecánicas de alto calibre. Allí Vickytoria si se dio gusto de gritar «Amazings» a diestra y siniestra junto con Yuuki. Montaron el carrusel, o los carritos chocones (en este juego, Yuuri terminó siendo víctima de los choques intencionales de Vicky teniendo a su principito consigo, en venganza por haberle dicho «glotona»…Pero el señor no se quedó atrás e iniciaron una guerra sin fin entre los tres), Yuuri en el resto de juegos no quiso subirse pero se ofreció a tomarles muchas fotos y sin renegar, incluso estaba más presto. Yuuki y Vicky accedieron a los paraguas y a la casa de los espejos. También al Twister, El Lapicero, El barco de Marco Polo, El Platillo Volador y muchos más.

Las Cataratas fueron divertidas según la adolescente y el chaval en la parte donde chapuceaban. Más adelante Yuuki vio una nueva atracción que recién se inauguraba en Ikebukuro: El salto en Bungee. Yuuki pretendía montarse ahí con su «valentísimo» tío, Cosa que a Yuuri lo tomó fuera de base o que tragara duro la saliva que pasaba por su árida garganta al mirar el aparato de abajo hacia arriba con su cabeza inclinada hacia atrás.

Era alto, exageradamente alto para su japonesa y desahuciada expectativa.

Vicky no paraba de reírse insolentemente de su jefe, hasta le dio algo de moral al palmearlo con gusto en su hombro, como diciéndole: «¡Fue un placer conocerte, vaquero!»

Pero allí, uno de los trabajadores avisó que el niño por no tener la altura requerida, no podía montarse. Yuuri pensó haberse salvado de ese intento de suicidio predeterminado. Sin embargo, como Yuuki no podía permitir que su tío subiera allí desamparado, le pidió a Vicky que fuese con él.

WHAAAAAAAAAT?!

—¡Ve con tió Yuu! ¡Sí van juntos, tío Yuu no se sentirá solito! Yo no puedo acompañarlo porque esos señores no me dejan subir, ¡buuuuuuuu~~! —Se cruzó de brazos e hizo una mueca en su carita redonda, denotando su enfado con los feos trabajadores.

Vickytoria se puso blanca como la nieve, en cambio Yuuri le miraba socarrón y con una pose de superioridad única, que con tal de verle en suplicio o pidiendo ayuda, se tirará hasta del Cañón del Chicamocha, si es necesario.

En fin, como dirían los latinos (Leo y Alessia):
« «Al que no quiere caldo se le dan dos tazas« »

Él no perdió tiempo y tampoco le fue difícil jalonear a Vickytoria. Una jugada a su lado competitivo encarandole que no sería capaz de hacerlo, fue la engañifa retadora orquestada por ese zorro japonés. Concibió que la conejita cayera en redondo bajo sus artilugios y respondiéndole con un «¡NO TENGO MIEDO!»

Ahora, hallándose desde lo más latente y alto de ese rascacielos monumental, con todos los implementos de seguridad puestos o cuando miró de rapidez como las personas parecían hormiguitas sobre la larga plataforma elevada, ¡Se quiere bajar de allí como sea!

—¡R-retiro l-lo dicho, quiero irme! —Esa libre platinada y espantada, quiso correr.

—¡Negativo en civil, zanahorias! —Yuuri la acaparó por completo con un brusco abrazo. El hijo de puta disfrutó con ganas el llamarle por ese apodo, así fuese prestado por Disney—. ¿No pretenderás decepcionar al pequeño príncipe que te espera con los brazos abiertos?, ¿o sí? ¡Tú lo dijiste, hay que hacerlo por Yuuki! —Se sintió genial devolverle el guante blanco que le armó antes de viajar…

—¿Y tío Yakov dice que no rompes ni un plato? ¡TÚ ERES LUCIFER! —Se volteó a su frente dándole golpes (unos suaves) a su pecho para que le soltara.

—¿Acaso tengo cara de santo? —Katsuki no pudo con ese comentario sin dejar de escapar su risa engalanadora… Una real al tenerla demasiado cerca y sucumbiendo a su travesura.

¡¡¡YA NO QUIERO!!! ¡¡¡DEJAME IR, TONTO AMARGADO!!! ¡¡¡TÍRATE TÚ SOLO!!!

—¡Me la debes, Nikiforov! Tú querías venir al paseo, ¿no? ¡Ahora te aguantas!

¡¡¡HEEEEEEETTTT!!! Negó en ruso.

頑張る,  頑張る, Nikiforova-San!!! Continuo molestandole en su idioma natal.

Solo a ellos se les ocurre pelear cuando el conteo regresivo no dio espera, un «tres», un «dos» o un «uno», se escuchó y el sonido que indicó a la plataforma abrirse…

¡WAAAAAAAAAAHHHHHHHHHH!Los hizo gritar a ambos en plena caída libre.

Fue rápido, Vicky sintió morir allí mismo al desgarrarse con sus chillidos, gritos, y quizás rezaba en ruso a los distintos dioses eslavos como Svarog, Dazhbog, Perún, Veles o Mókosh. Yuuri no negará su aprensión pero debía mantenerse fuerte, así estuviese a punto de desfallecer al susto, y todo esto por su sobrino. Vicky no pudo con tanto y acabó envolviéndolo entre sus brazos. No se le despegó en medio del descenso a más de no sé cuántos metros de altura y hasta le dijo un claro: «No me sueltes» El hombre hizo caso a esa premisa solemne, afirmando su agarre sobre la cintura ajena y en respuesta cercano a su oído, declaró un: «No lo haré»

La experiencia inigualable en este tipo de deportes extremos donde desafiar a la ley de la gravedad le dio el toque adrenalina, ha de demostrar que los valientes no son aquellos que usan una armadura o portan una placa y revolver. La cuerda elástica los balanceaba de un lado al otro, sintiendo el aire rosar parte de su piel, ropas o cabellos. También dicha fibra los hacia rebotar con sensaciones que fueron únicas e inexplicables pero nunca se soltaron, y fuera de lo esperado, Yuuri fue quien más se plació en ese néctar extasiado y arriesgado.

Yuuki aplaudía junto a Makka que ladraba bajo el cuidado del staff que manejaban esa atracción, y las otras personas echaban un vistazo al par de estampas en el cielo. Al acabarse el tiempo, el sistema de seguridad los soltó en automático y los dejó caer sobre el colchón gigante e inflable de aire. Yuuri de alguna forma hizo que Vicky aterrizara encima de él, evitándole así un mal golpe y ella al verse que ya tocaron tierra, se dispuso a llorar como toda una niña mimada.

Ella no bromeó con eso de no soltarle. Parecía un koala, Yuuri a sabiendas que «la conejita llorona» estaba en automático, debió cargarla y llevarla en sus brazos como toda una princesa para abandonar el lugar e ir al punto de espera donde estaban Yuuki y el caniche café.

—Tío Yuu ¿Qué le hiciste a Vicchan? —El mini juez, le indagaba a su tío entrecerrando sus ojitos y sobaba con cuidado la cabeza de su señorita bonita.

—¿Yo?, nada que yo sepa. —Fue sincero en su respuesta y su sobrino no le creyó—. ¡En serio, lo juro!

—¡N-n-no es cierto! —La mujer no mostraba su rostro a ninguno y gimoteaba en su contestación. —¡E-esa co-sa m-me dio mucho m-miedo, es tu culpa! —Y seguía aprisionando a su perrito en medio de sus sollozos.

Se hallaron en una banca dándole tiempo a Vicky para que se le quitara esa «fea» impresión (según ella), Yuuki miró un señor que vendía algodones de azúcar y fue a comprar dos de ellos con la idea de alegrar a su amiguita. Yuuri estando a la altura de esa muchacha, solo negaba con su cabeza o se resignaba ante sus lloriqueos; pasaron un par de segundos y lo dicho hizo que le gustara lo ocurrido.

¿Y quién no? ¿No todos los días se salta en un aparato de esos, llegando a sobrevivir y ver el drama tatuado en esa rebelde pelusa platinada que siempre lo mete en problemas? ¡Se vengó!

—¿Te la pasarás llorando todo el día?

¡¡¡Síííííííííí!!! —Ella levantó su carita enojada, roja y mojada.

El ceño, sus labios fruncidos, su naricita, todo era adorable para Yuuri, hasta tu frente si le preguntan. Tenía tiempo de no valorar aquello y retiró todo rastro del cadejo platinado para así observar sus avivados ojos con ese ademan acostumbrado de su mano o limpiar con su pulgar derecho esa lagrima que le recorría por la mejilla.

Creo que con esto, ahora si quedamos a mano… «amor» —Comentó aquello recordando la maldad que ella le craneó en Shibuya. Aun así, Yuuri fue (Medianamente) amable…

Tonto… Yuuri. —De tener a Kobuta-Chan consigo, se lo tiraría en su cara.

Yuuri tras meditarlo o incluso olvidar por completo su distanciamiento y las razones de este, cedió su muralla y le fue imposible no auxiliarle o ser compasivo sin dejar a un lado, su bien mal habida prácticidad en broma sobre ella sacándole en cara lo cobarde que ha sido. (Fue otra cosa que en cierto modo, extrañó) extrañaba muchas cosas que recién interiorizaba y con demasía, extrañaba su ayuda o sus consejos apremiantes, unos tan sinceros y sabios en momentos tan cruciales como estos, donde él se ve limitado o amarrado.

Por su parte, la Oficial no pudo evitar un ligero sonrojo al hacer su reclamo, como también el T.C no desistió en mostrar esa sonrisa dadivosa y recatada al revolverle sus hebras plateadas. Vicky ni pensaba visionar ese gesto de su jefe o que le mirase así nuevamente, pese a todo el disgusto generado. Si tan solo Yuuki no hubiese regresado tan pronto con los algodones rompiendo el encanto, ella se quedaría abstraída y perdida en sus finas facciones.

El pequeñín, le dio uno a Vicchan y el otro se lo quedó para él. Yuuri se lamentó por el poco tiempo que duro a solas, pero lo vio prudencial. Avisó que buscará algún puesto relajado en donde pudieran recargar energías y comer muchas botanas. Mientras le esperaban sentados, Yuuki y Vicky degustaban esas nubes rosadas con formas de animalitos (un cerdito y un conejito respectivamente) Por mucho que Vicky se concentrara en el aperitivo, no borraba de su mente la imagen del señor amargado «sonriéndole»

—»No te emociones»… «Él solo se porta así por Yuuki, y solo es amable contigo para aparentarle a Yuuki, no lo olvides, fue un simple acuerdo»… —Se laceró muy fuerte obligándose aterrizar.

Sí tan solo supiera que ese señor ya está reconsiderando un poco sus acciones.

—¿Vicchan, estás mejor? —La voz de Yuuki la trajo a la realidad, ella lo arrincona consigo y asiente besándole la coronilla de su cabeza con cariño.

¡Por cierto! ¿Y a todas estas? ¿No nos van a preguntar que es de la vida de Makkachin?

Bien despierto, ese caniche debajo de la banca, rastreó con su vista, la cantidad de frisbees voladores… su imagen ondulada, giratoria y aventurera, pedían a gritos ser mordidos. No se resistió y prendió carrera. Yuuki y Vicky ven a ese perro loco ladrar, su dueña va atrás él en un intento de agarrarlo pero se le escapa, Makka es ágil. Se logró llevar el frisbee ajeno, mordiéndolo o llenándole de babas. Para acabarla de molar, ahora ve a un lindo gatito y decide corretearle. Yuuki encuentra el juguete, en lo que el niño devuelve a sus dueños el juguete, Vicky sigue al fugitivo travieso.

¡Makka por aquí! ¡Makka por allá! ¡Y un Makka-Little te saludará!… ¡ah no eso es de otra peli, disculpen!

Lo que quise decir es que entre tanto ¡Makka!, ¡Makka!, y ¡Makka! por la voz de su cachorra humana, el caniche intrépido iba y venía en contra de ese minino asustado que maullaba desesperado, como diciendo: ¡Auxilio! ¡Me des-miau-yo! ¡Un perro me está amedrentando!

Pasaron por mesas, bandejas e incluso por debajo de la falda de una señora lográndola levantarla debido a su velocidad, los viejitos del lugar se la quedaron mirando y chorros de sangre salieron de su narices. Vicky gritaba su nombre estando a la orilla de un lago artificial, Yuuki tiraba de la mano su tío (cuando eso Ya Yuuri había regresado) su sobrinito le había dicho todo para que ayudará a Vicky con Makka y sin aviso…

—¿Eh?….—En sus manos cayó otro frisbee volador.

Y esta vez fue de unos pequeños. Creo que ustedes ya imaginarán lo que acontecerá…

¿Dónde están los parachoques de esa mujer?

La aplanadora café Makkachin ha de tirársele en todo su divino ser, mandándola directamente al agua. Yuuki, Yuuri y muchos citadinos cerraron sus ojos con el «ouchs» unificado. ¡Eso sí que se sintió! Ni hablar del chapuzón.

—¡MAKKACHIN PERRO MALO! ¡ME MOJASTE TODA! ¡HAAAAMP! —Y todo ensombreció cuando miró sus manos con horror—. ¡Y ME DAÑASTE MI MANICURE!

Fuera del agua (ni tanto, solo se puso de pie tapándole parte de sus piernas por debajo de la rodilla), la humana le reclamaba hecha una bárbara a ese detractor de la ley, la paz y el orden con forma de perro adorable. Makka escapó y se refugió detrás del humano mayor con su rabo entre las patas y las orejas tapando su cara. Yuuri sinceramente no dejaba de aseverar su teoría de que esa niña era un imán para los problemas de cualquier índole. ¡Ah! pero el muy cabrón no desatendía esa risilla cuando hizo esa mención intencional. Vickytoria quería masacrarlo.

—¡Quisiera verte igual de empapado! ¡Sábelo-todo, cuatro ojos y antipático! ¡Jum! —Resopló el agua que caía de su mechón, y se lo echó para atrás, ladeando bruscamente su cabeza.

—Agradece que es agua y no lodo. ¡Anda! ¡Sal de allí para que puedas secarte!

—¡Vicchan, el frisbee! —Dijo en voz alta Yuuki, los pequeñitos había llegado a buscarlo.

—Es cierto… ¡Hey! ¡Amargado!

—¿Hmmm?

¡TEN! Se quitó la blusa y se la tiró en toda su cara quedando solo en un top morado.

El de ojos rasgados quedó impactado con un rubor notorio en sus mejillas y tal vez «medio irritado» por los tipos que al pasar por allí, miraban o balbuceaban frases incomprensibles por ese «desligue» de ropa, complementados con ese derrame nasal.

¡POR KAMI! ¡¡¿¿QUÉ CREES QUE HACES, VICKYTORIA???!!

—¿Pretendes qué me de neumonía con eso puesto?

—¿Vicchan, qué es Neumonía? —Yuuki Preguntó.

La misma pregunta se hacía el par de chiquillos que fueron a buscar su frisbee. Todos los niños (incluyendo Yuuki) tenían sus ojitos tapados por sus manos para no mirar a la muchacha. Pensaban que estaba en paños menores. (Los pequeños japoneses son muy respetuosos.) A Vickytoria le pareció encantador y no vio reparo en explicarle y también le dijo que lo que traía encima, era ropa. Sin embargo, Katsuki decía lo contrario.

—¡No importa! ¡Sal de ahí y ponte la blusa! ¡Eso parece una prenda interior!

—¡No estoy desnuda, señor amargado, y lo deportivo sigue siendo ropa exterior! —Cosa que era cierta por diminuto y entallado que sea.

Recordemos que ella hoy haría ejercicios con Makka y tenía esto puesto debajo de su vestuario. Sus planes cambiaron por lo de Yuuki. Vicky en su atolondrada lógica, le era preferible estar así, que optar lo otro, demoraría mucho en secar. Yuuri concluyó que esa chica hacía todo por impulso y sin medir sus peligros. Pese al disparate fomentado, el único que no se inmutaba era Makkachin, pues está acostumbrado a ver a su dueña en esas fachas o que durmiera como dios la trajo al mundo y acurrucada en su cama cuando iban a dormir.

Nuestra coneja ya ni le siguió prestando atención, se quitó el baggie que portaba luciendo solamente un short del mismo color que su top, y también se lo tiró atinando a su cabeza. Se zambulló al agua por las indicaciones que Yuuki le dio, y los hombres estaban eufóricos por la belleza extranjera… Mientras Vicky en cierta postura donde daba a resaltar su hermosa cola al aire, moviéndola de un lado a otro y buscando con desafuero el frisbee, los descarados no dejaban de tomar fotos, chiflar, aullar o hablarle cosas en japonés como lobos hambrientos.

—¿Les parece apropiado decir esas lisuras ante una joven? —Dijo aquello en su idioma duró y marcado.

Ciertamente a Yuuri, ¡No le gusto!. Los señores suspendieron todo arrebato desde que le vieron retirar su chaqueta a propósito y dejó revelar su placa policial o en ese instante que no demoró en sacar su revólver, solo para intimidarlos. Katsuki no permitiría tales atrevimientos.

¡Y no!… No es porque estuviese celoso o algo por el estilo, No señoras y señores…Su código de caballero no adjudicaba ese acoso visual a «Su» oficial. (Sin placa) pero sigue siéndolo.

Quiero ver que hagan lo mismo cuando los lleve presos por morbo predeterminado a una menor de edad. ¡LARGO DE AQUÍ ANTES DE QUE ARREPIENTA DE HACER OTRA COSA! —Les ladró sin anestesia ese mercenario militar y la gente obediente huyó a toda la velocidad.

Vicky encontró el frisbee recuperando su postura gloriosa y salió del lago artificial, los pequeños le agradecieron con muchas reverencias. Yuuki hablaba con ella o le oía su rezongar en contra de Makkachin. El agua escurría por toda su piel, y a Yuuri no le cabe duda que supo armar un gran revuelo por su exquisito cuerpo, de prominentes caderas, buen busto y cola… una demasiada esponjosa, bien torneada y peligrosa incluso para él mismo…

Tanta magnificencia hecha ilegal no es buena para su corazón.

«A mí es a quien deberían llevar preso o destituirme«… Caviló en sus adentros abochornándose por completo de su pecado al cubrir sus ojos.

Más hombres fueron llegando, no disimulaban su lado depredador, cosa que lo puso con los sentidos en alerta. Tal fue la sensación incomoda de que le vean de esa manera tan carnal, que fue a su dirección y lo primero que hizo por reacción robotizada fue cubrirle con su Blazer.

—¡Ponte esto!

¿Eh?, ¿por qué?

—¡No preguntes y solo póntelo! ¡Estás mojada, te dará un resfrió! —Mintió, pero trato de sonar convincente con su seriedad—. ¡Hazme caso!

—¿Ok? —Respondió la conejita.

Él terminó por acomodarle su saco y Vicky se dejaba, le hacía gracia el gesto enfadado pero bonito que puso en su rosto.

¿Aun no sé cómo se te ocurrió quitarte la ropa en un lugar público? —Hablaba en ruso—. ¿No tienes vergüenza?

¿Me lo dice aquel, que se me mostró semi-desnudo con tatuaje ante mí y en su oficina?Yuuri echó humo como tienen idea, en lo que Vicky acariciaba sus labios con su dedito juguetón, ella jamás se lo perdonará—. Pero ya que hablas de desnudos, no es como si no me hayas visto antes, ¿o te recuerdo lo del baño de damas? ¡Como sea! ¡Aún tengo ropa puesta y eso es lo más importante! ¡Descuida!

«Esta niña, es un caso de otro mundo»… —Suspiró turbado.

La boca acorazonada y chistosa de Vicky en despiste, siguió confirmándole muchas cosas al mayor sobre lo inocente que resultaba ser en muchos casos (aunque no lo parezca) Su sobrino aseguró con la correa a Makkachin y Yuuri les propuso a todos de ir a otro lado, consiguió una zona verde, calmada y con pocos transeúntes donde se permite hacer picnics y descansar. Ellos le siguen la corriente con alegría, él internamente agradece aquello, porque no se contendrá la próxima vez si otra ave de rapiña intentara hacer alguna salida en falso con esa extranjera mostrando sus atributos y de ojos bonitos a su cuidado…

Zona de picnics de Ikebukuro – Tokyo / Japón
Inicios de Mayo del 2017 – Sábado 2:00 PM

El juguetear de Yuuki al recorrer todo el prado verde con la mascota perteneciente de esa mujer, dueña de unos lindos ojos azules iguales al cielo o de una belleza enigmática y quizás la culpable, de que todo en el día de hoy tuviese una sazón diferente, hacen único e inolvidable el recuerdo
que tendrá el pequeño.

Yuuri a lo lejos los observaba bajo esa seriedad. Una muy digna de ser exhibida ante los libros antiguos de urbanidad de Carreño. Para él, también fue refrescante e interesante experimentar este agasajo como vivirlo.

Dio por hecho, que el paseo no fue como él esperaba o como lo planeó, más sintió que su niño estaba radiante y gozoso o incluso más de lo que hubiese imaginado y todo gracias a su insistente Oficial. De no ser por el Boicot ante su «sentido laboral cuadriculado», tendría a un Yuuki odiándole de por vida y eso él no lo soportaría, ni se lo perdonaría. Él llevaba un par de segundos de estar relegado a unos cuantos metros, se los tomó para analizar las cosas con cabeza fría y razonó que fue buena idea en confiar solo por esta vez en ella y dejarle venir (al menos la chica se hallaba presta a cumplir su promesa de no meterlo en líos) pero le era inevitable no despegarle sus ojos de encima e indagar ese comportamiento «nuevo» que le encontró.

Si bien la chica, demostró en un inicio esa aparente aura de despiste, detalle muy raro pese a pertenecer a la clase élite, se atrevió a asegurar que lo que ha observado, le indicara que por primera vez descubriese del mundo, de los placeres más sencillos de la vida y con ello, de soltar a una «Vickytoria» nunca antes vista…

Hasta donde el conocía, comprendió que Vickytoria antes de apersonarse como Oficial, era alguien que marcaba la parada en Rusia y quizás a nivel global en el arte desde que era una niña a su actualidad, debía mantener sus distinciones y de haber continuado su carrera, se elevaría aún más. Pero también descubrió un condicionamiento exigente para seguir aquel ritmo. No obstante, sabía que ella abandonó aquello para seguir su verdadera vocación. Abandonó el mundo superficial o limitado que conoció (comentado por ella misma), y así adentrarse a otro totalmente desconocido, el real… Sacándola de su zona de confort.

Eso lo hizo pensar un poco…

Al sortear el sendero donde esa mujer reposaba a metros de él, no perdía oportunidad en cavilar sus conjeturas anteriores… Es decir, si retomamos el asunto, su rostro o sus gestos espontáneos al encontrarse con cosas tan simples en el mundo real, para ella eran un tesoro escondido que brillaba por su valor. Le revelaban que fue muy en serio cuando Vicky le mencionó sin pena o gloria hace tiempo atrás, el no haber ido a estos lugares, de no asistir a rutinas cotidianas, de no realizar cosas del común como comer en chazas, ir a colegios, de vestir como quisiera, tener un presente. Lo que cualquier individuo haría en su diario vivir o el experimentar sensaciones multi-diversas que para alguien de su edad ya debió palparlas como el compartir, el amar, el vivir, tener amigos y hasta la otra cara de la moneda…

Aquello era triste, prácticamente se manejó sola por lo poco que ha indagado de su cuenta o lo visto en libros para enfrentarse como pudiera a esos espejos superficiales durante muchos años, exponiéndose a lo mínimo… Sin su padre, sin su madre, y con visitas contabilizadas de su abuelo por órdenes legales de su tía al ser su tutora y autora de dicha gestión…Simplemente por explotar sus dones.

Por cada paso cuidado, Yuuri formulaba muchas preguntas para así.

¿Qué tan estricta fue la sociedad y su propia acudiente con ella que ni siquiera pensaran en lo solitaria que debió sentirse?

¿Qué tan rígida fue la vida esa muchacha en su niñez al punto de privarla de muchas vivencias?

¿Qué tan fuerte fue la presión para que ella cumpliese un estatus y posicionarse en un puesto invicto casi intocable?, ¿aun si este fuera vacío al final?

Su maestro como también padre de la que ahora es, su «pupila», alguna vez le explicó que muchas personas suelen estar enjauladas o presas por un don en específico cuando no se les deja escoger libremente lo que desean…

°°°  Pass 04  °°°

💠

《  Cuando las mentes creativas rompen con el esquema de la capacidad humana, aun conociendo que los criterios no son absolutos, suelen ser juzgadas. Por mucho que siguieras esa corriente asignada, podría ser una condena previa. El Sargento de procedencia rusa, no sabe en qué momento de su amena conversación llegaron a ese tema, más explicaba con paciencia que no todas las personas que están en la cima, o que se desviven en algo, llevan una vida feliz por no tomar las riendas…y muy pocos (lo que realmente adoran su profesión) logran tener una estabilidad total.  


—A veces, llegan a ser rodeadas por gente que supuestamente están con ellos. Pero eso es solo una fachada, deben detectar quien les buscan por ser como es y no por mera vanidad. Lamentablemente muchos que nacen con esos dones o privilegios, acaban aislándose o excluyéndose porque el mismo medio corrosivo, te obliga a ello.

—Ahamm… ¿Y usted no sería una especie de prodigio a nivel policial, Nikiforov-Sensei? Digo, Andrei-san…

—Andrei a secas Yuuri, ya no eres un simple pupilo. Eres mi colega, deja de ser tan formal. —Lo regaño con su puchero—. ¡And Of course! Por algo tu maestro es la eminencia suprema. Lo sé, no me lo agradezcas. ¡Soy espectacular! —El canalla se alababa con su frescura sin igual y claro que exageraba, es solo que no puede evitar sacarle esas caretas enfurruñadas a su pupilo.

—»En momentos así, es cuando deseo que Nii-san, le diera unas patadas»… —Pensó el muchacho de lentes gruesos, resignádose ante el señor infantil que tiene por jefe.

 El grandioso «Egoforov», más conocido por ser la ilustre figura Andrei Nikiforov, se acomodó bien relajado en el vagón del tren que los conducía a Moscú por asuntos de máxima seguridad, y mientras, se disponía a concretar su magnánime idea…  

—Pero no sirve de nada ser un prodigio, genio o un experto en ciertas virtudes cuando te encaminan a un lado equivocado de lo que quieres, si careces de las dos joyas más importantes de estos andares como lo es la vida y el amor en cualquier logró que desees obtener. —Allí el hombre ruso sacó su cigarro y lo fumó con una calma y seriedad mística, propia en su accionar—, estos se aprenden interactuando con gente que te anime a probar o ensayar, que se preocupe por ti y te deje experimentar aun si te equivocas. You know what I mean? —Soltó aquello captando mucho más su atención. Andrei en su manera tan inigualable y directa de recitar las cosas, continuó—. De esos eslabones, el resto de complementos, fundamentos y criterios hacen al ser humano, ser lo que es, Yuu~ri. … No te diré que sea fácil, porque así como hay gente que te muestran lo divino, hay otros que planean tu futuro sin tu consentimiento, aquí es donde toca luchar por tus sueños y tratar de tener empatía. Sin aquello, el prodigio solo será ser un esclavo sufrido y condicionado a sobrevivir entre el lujo desabrido o la hipocresía que te impongan, lo mismo aplica para alguien supuestamente del común.

—Creo…entenderle señor.

—Me alegra saberlo, muchacho. —Dio otra calada a su cigarro—. En mi caso… Escogí ir en contra de la corriente y soy feliz siendo un Detective mal pagado de la ley.

—Etto… usted y mi hermano son sargentos que ostentan un buen salario. Sin ofender. —Yuuri lo atacó en su timidez y sin perder su lado cuadriculado.

—Ok, gano más que un oficial promedio y no me quejo, amo ir en primera clase. —Lo dijo sin recato alguno.

—y tambien es un despilfarrador, Nikiforov-sensei.

—¡Oh C’mon, boy! ¡No le sigas las aguas al tacaño y amargado de Kouji! ¡Es una orden, Katsu! —Rió por ello—. ¿En dónde me quedé? ¡Ah sí! A muchos les incomodó mi decisión, en especial a la controladora de mi hermana porque me veía como abogado. Otras personas me apoyaron, y por ellos, soy quien soy. Eso mismo que me ha pasado, quiero enseñárlo a mi pequeña conejita, quiero que ella tome sus propias riendas de lo que desea ser, asi como deseo hacerlo contigo y que lo aprendas a tu manera para tu vida, Yuu… Tenlo presente.

El silencio en su pupilo de dieciocho le anuncio lo mucho que interiorizó sus palabras, y él asintió.

*
*
*

En resumidas cuentas, Yuuri solo podía tener certeza en una cosa…

Él veía en Vickytoria esa premisa «prodigiosa» cuando visualizaba sus sonrisas falsas… De las pocas alegres y reales.

Le hizo sentirse mal, y tal vez entender el por qué esa muchacha para unas cosas fuese inmadura, llegando a ser terca, y voluble, que no supiera separar unos asuntos de otros por su propia falta de experiencia como lo ocurrido en ese apoteósico operativo; y que ahora que lo pensaba muy bien… su amigo tuvo razón en soslayarle y decir que él tuvo una parte de culpabilidad.

《  No te dejes auto-gestionar por pequeños baches como su inexperiencia, su edad o indiscreción. Vickytoria es muy buena cuando se lo propone y lo sabes, es prodigiosa. Pero como todos, tenemos nuestros pros y contras…y allí es donde juegas tu papel de maestro y jefe. ¡Guíala!  

A fin de cuentas, era una joven que le ha tocado a fuerza dar sus pinceladas en un medio adulto desconocido para ella y era obvio que para aprender, necesitará estrellarse, nadie nace sabiendo.

¿Cómo espera que esa muchacha demuestre su potencial si no la deja crecer o no le deja tomar con sus manos, las herramientas necesarias que él mismo le niega?

Claro que a Vicky no hay que dejarle pasar por alto sus impulsos. Por muy mal encaminados que estuvieran debido a su cegamiento, tal vez orgullo herido y falta de desacato, pudieron costar caro y por suerte, el problema no paso a mayores ahora que lo piensa. Pero aquel desmán o disgusto entre subordinada y superior, se habría evitado si él no se hubiese cerrado tajantemente por crearse marañas o idealizarse impresiones (recordando la charla que le dio su General, la discusión sin filtro sostuvo con Christopher o la otra que tuvo anteriormente con Phichit ), que a la final, su postura resultó ser muy diferente y acabaron tapándole la boca. Todo por no ser sincero desde el principio.

《  Estoy  seguro de que si hablas con Vickytoria como se debe porque es ineludible un careo, sé que te escuchará, que te entenderá, que te hará caso y comprenderá la magnitud de las cosas que involucren tu pasado, el de ella y lo de ahora… Piénsalo Yuu…  

Lo correcto era haber confiado en la fuerza de voluntad de Vicky (y por lo que ve, poseía una descomunal que supero sus expectaciones) A su vez hablar con profundidad todo lo referente a sus memorias, de ser franco, de que ya la conocía, de lo turbio que fue el deceso de su padre junto a otros conocidos y lo que implicaba esta investigación clasificada, claro, si es que ella decidía proseguir el camino de afrontar la verdad y hallarla.

Y así como era figuradamente inmadura, en otras ocasiones contaba con una madurez increíble, una envidiable en asuntos como los de esta índole para con su sobrino. El decirle sin tapujos las consecuencias que repercutirían de seguir así o herir inconscientemente a Yuuki, habiendo ella vivido la soledad de primera mano era sin exagerar, porque ya había indicios y se lo hizo saber. Fue muy idónea su intervención, y realmente lo agradece…

Quizás por esa razón y muchas otras más, este reconsiderando todo… Porque así como ella tuvo sus sofocaciones y deslices, él también los tuvo.

Lo reconoció…Nadie es perfecto.

De pronto con una revaluación de los hechos, una larga charla donde ambos expresen lo que deseen el uno del otro en sus labores, permita finalmente, conectar ese eslabón que falta. Además de disculparse por haber sido tan cortante. De lo que si estamos seguros es que él no quiere perder a una buena oficial, ¿y por qué no? No quiere perder como amiga a esa revoltosa y pequeña señorita que ya ha ganado su aprecio, a pesar de que él tenga esa jodida manera de ser tan aislada, tan mierda y nefastamente neutral.

Cuando estaba por llegar un vendedor de Takoyakis que pasaba por ahí, lo abordó. Yuuri pensó que sería buena idea comer algo, así que compró ocho chuzos de Takoyakis. (Dos para cada integrante del paseo) y eso involucraba también al caniche café. Al retomar su andar, No le dio mucha cuerda al rollo y ha tomado su decisión; el lunes, día en que se reuniría con ella para ese «pedido» importante que le convocó, le diría sus intenciones, esperaba a que todo saliera bien y…

—¡Lindura, no vayas muy lejos! —Ha dicho por todo lo alto y en una voz casi maternal, Vickytoria.

—¡¡¡Haiiiiii, Vicchan!!! 

Sus lagunas se vieron interrumpidas por el llamado de la muchacha a la criatura… Vickytoria estaba atenta al pequeño y su mascota. No se atrevía a jugar dejando sus pertenencias por ahí, las de Yuuki o su ropa recibiendo el sol sobre la grama. También se encontraba algo cansada por ese «corre que te alcanzo» (cortesía de Makkachin) y trataba de recuperar algo de calor. Aun si está sentada con sus rodillas recogidas gracias al saco prestado que le quedaba tan grande, que le hacía ver más pequeña y dulce de lo habitual. El aroma que expelía de la tela que le cubría era uno fino, suave y sin dejar de ser varonil, tal vez no era la gran marca, pero el simple contacto de la esencia a sus fosas nasales le hacía sentirse cálida.

No obstante, ella pareció negar, como si se reprendiese consigo misma, y de la nada su expresión cambio a una retraída…

Yuuri le fiscalizó ese hallazgo en sus facciones y le preocupó…

Vicky tenía su celular y su bolso, revisaba un mensaje «importante», su concentración fue tal que no supo cuando arribó Yuuri, sacándole un sobresalto que casi deja caer el aparato. Para encubrir su averiguación, el hombre se comportó como siempre (un tanto práctico pero confiado, aduciendo que iba en son de paz) le entregó uno de los aperitivos y se sentó a su lado, cuidando de respetar su espacio. Fue una buena minuta para que Yuuri pudiese despertar de su retraimiento a Vickytoria, molestándole apropósito o diciéndole que si ya se sentía cansada por no aguantar el ritmo de su sobrino y cosas así, Vicky no tardó en darle su replicona respuesta, muy a su manera.

Yuuri suavizó su mirada… alcanzándosele a entrever ese dejo noble y Vicky con su sonrojo a la vista como a la defensiva, regresó a devorarse su Takoyakis con más intensidad…

Los minutos en silencio seguían, se escuchaban algunas voces, el soplar de la brisa y las carcajadas de Yuuki con Makka. Aquello ayudó a Yuuri a volver a hablar, pero esta vez centrándose en Yuuki y en lo feliz que ha estado durante el paseo. Él no se predispuso a pensarlo, de la forma más recatada le supo dar las gracias a esa muchacha dejando a Vickytoria absorta o reparando cada vocal salida de sus labios. Comprobó que fue sincero y así como él, ella tomó un respiro para decirle lo que opinaba al respecto…

En su charlar, el japonés no vaciló en su siguiente conjetura: Vickytoria Nikiforova siempre encontraba la forma de hacerle ver las cosas con regaños que no lo parezcan.

—Tengo motivos de peso para haber hecho eso, aunque suene arbitraria o imprudente. ¿Realmente quieres saber el por qué estoy tan insistente en este tema, Katsuki? —La Guardia activa que mantuvo al inicio se ha diluido por completo.

Pues solo se veía a la dulce oficial con la cual estaba acostumbrado a conversar premuras de este tipo, Pero también notó la formalidad en su voz, una poco usual ya que ella recurrió al nombrarle por su apellido y es una cualidad heredada de todo Nikiforov que él supo distinguir.

—Yo… una vez te mencioné que no fueses tan entregado al trabajó, ¿verdad? —El japonés asintió. —De que fueses más abierto con tus deseos y de hecho te lo volví a repetir, pero creo que no has tomado mi consejo del todo. Debo recordarte que tienes a alguien pequeño que te espera en casa, sé que tu trabajo no es fácil. Más estos días has estado tan inmiscuido en ello, que Yuuki se sentía muy solo e incluso triste pese a tenerte a tu lado, y prefirió guardarse muchas cosas con tal de no preocuparte.

« « Yuuki te extraña» »

Otra vez esa frase adquirió el doble de su peso y las conjeturas que el infirió con la conversa que tuvo con Yuuki revalidaron los sucesos.

Yuuki realmente estaba muy triste cuando fui la primera vez que asistí a su escuela, y solo se alegró un poco conmigo en los siguientes días.

—La vez que cruzamos palabras tú lo sabias y no me dijiste nada a modo directo… ¿Por qué?

Porque en últimos días fuiste distante, aparentabas cortesía cuando la verdad me sacabas el cuerpo en tu obstinación y preferí callar o evitar que tomaras a mal mis comentarios sobre lo ocurrido con Yuuki o que creyeras cosas erradas. —Se encogió a si misma abrazando sus rodillas sin mirarle—. No lo niegues… no nos llevamos bien en estos momentos y eso lo comprendo.

Se halló callado y observaba con arrojo analizador o capaz, con algo de pena en sí mismo, el sentir de Vickytoria.

Pero ocurre que Yuuki es mi pequeño amigo, y al verle así solo porque que el principal problema fuese precisamente, el no preocupar a su persona favorita , quien es mi jefe y es el hombre con quien estoy hablando, ya que se ha sumergido mucho en su trabajo; hace que todo cambie y que Yuuki se guardara las cosas. —Aquí si le cantó las «íes» sin tapujos.

Pese a que su voz se hallase suave, el sentido con el cual expresó todo fue duro, y Yuuri no renegó en ello, dándole la razón.

Créeme cuando te digo que haré lo que sea por ese niño, aun si debía dejar de lado mi orgullo para conversar contigo y te des cuenta que tu actitud, aunque fuese sin malas intenciones para tu sobrino, le estaba haciendo daño. Eso lo debes reconocer.

Katsuki seguía reflexionando aquello. No pensó que su ritmo de vida estuviese afectando a su retoño, siempre se ha refugiado en su trabajado para darle lo mejor (pero reconoce que este año las cargas han aumentado. Tanto, que no se dio cuenta de la magnitud) ¿Qué tan arraigada tiene en sus manos las responsabilidades a cumplir, que ni siquiera exploró esa posibilidad?

Se Maldijo así mismo por ser como es… se maldijo muchas veces por interno…

Vickytoria notó su expresión, y pudo comprender que al fin Yuuri captó la idea, lo pudo ver en su mirada fruncida, que en cierto tiempo prolongado dio hacia otro lado o el que sus manos al ejercer presión en la grama se tornaran rojas… Ella lo sacó de sus lagunas llamándole por su nombre y Yuuri dio con la ojeada comprensiva como diluida en esa muchacha. Le aclaró que no debía mortificarse, y que se alegraba que al fin tomase en cuenta su petición, aun con todos los problemas que lleven encima…

—Como te dije ese día en la escuela de Yuuki, solo soy una extraña para ambos, pero… creo que una vez que se conoce a un niño tan precioso con la ternura o calidez de Yuuki, es inevitable no quererle de la misma forma. Quizás estoy así con él porque ya pasé por lo mismo, y sé lo que es tener de familiar a un policía o lo que es estar sola desde que era una niña. —Una lacónica sonrisa apareció—. Sé lo que es esperar pacientemente meses o años, para jugar o estar con esa persona que adoras y se nota que Yuuki no está acostumbrado a ese tipo de ritmo, ¿Es así o me equivoco, Katsuki? —Lanzó al aire su interrogante, dejando descubierto al japonés. Le leyó todo como si fuese un libro abierto y él…

Tienes razón. —Fue honesto—. Yuuki no está acostumbrado a estar tan solo, es mi culpa por dejarme llevar o no tomarme mis pausas; y en cuanto a lo otro, yo… No te considero extraña… Para Yuuki no lo eres y para mi igual. —Concluyó al cerrar ese interrogante o al reclinar parte de su cara de lado apoyándose en una de sus rodillas, la faz de Vicky mostraba un asombro o un color rosáceo genuino con lo último en mención (acto que no escapó para nada a la vista aguda y seria de Yuuri) hablaron un par de cosas, y ella en lo distraída que estaba, no supo cómo se armó de valor para poder soltar algo que tenía atorado en su garganta y que ya no daba más tregua de ser encerrado…

—Y tal vez…También me comporté así porque después de mucho tiempo, Yuuki es… El tercer amigo que he tenido.

—¿El tercero? —Gestó el joven, y ella confirmó con un sonido de afirmación.

En mi academia de Esgrima, Marcus ha sido y es un buen compañero, pero no es equiparable a Yuuki o a esa primera persona. Aunque es… algo irónico lo ocurrido con tu sobrino… Porque mi primer amigo, lo tuve a una edad cercana a la de él y esa persona está ahora conmigo, pero resultó ser un olvidadizo de primera… Mr. Chubby puede ser alguien cruel cuando quiere…

—¿Eh? —El jadeó en corto, como el apañe de su rostro fue sorpresivo. —¿Espera?, ¿tú…?

No negaré que me entristecí con los años al no poder verte, sinceramente pensé…Que me olvidaste.

La pequeña dama no fue consciente de lo afectado o sonrojado que dejó al Teniente Coronel de la vergüenza al tirar sus oraciones sin filtro alguno.

Y luego que Mr-Chubby, se enterara de las cosas y que me recordaras, no me dijiste nada… Preferiste callar y hacerte el desentendido, eso dolió un poco… Chubby-San es muy egoísta en ese aspecto… Eso es cruel… —La sonrisa quebrada y nostálgica no abandonó sus labios al mantener su firme mirada de color azul

Vickytoria…—El nombre escapó en un susurro de su boca… y se sentíó acorralado.

La Oficial le explicó que de no ser porque Yuuki, que se atrevió a comentarle la situación (o lo poco que el mismo Yuuri le había revelado a cuestas) quien sabe hubiese pasado o como ella fuese reaccionado ante una verdad de tal calibre.

Que de no ser porque días después, el mismo destino en aquel operativo caótico, Phichit no saliese con ciertas explicaciones que involucraban el pasado de Yuuri o el desencadenamiento sombrío en su padre, en sus tíos favoritos (Lucy y Kouji, este último el padre Yuuki, y hermano de Yuuri), y el cómo lo marcó, hasta ver el Yuuri que actualmente conoce… Ella seguiría a la deriva o divagando en su rabiar contra su jefe de manera injustificada.

Razones así para ella, son más que comprensibles para entender del porque Yuuri es «así»… Del porqué pasó por tantas dificultades al tratar de mantenerse severo en su trabajo asumiendo que él buscara a los responsables de las víctimas y a su vez, de llevar la carga impuesta en sus hombros al referirse a Yuuki. Comprendió que el «Yuuri» adolescente y adorable que conoció en su niñez la haya olvidado teniendo esa saturación de responsabilidades. Comprendió que el «Yuuri» adulto y maduro de ahora, es alguien con otras prioridades. Comprendió muchas cosas y no pensaba reclamarle… A ciencia cierta, le admiraba o respetaba mucho más que antes… Eso hacía que se auto-lacerara por no sentirse digna a su lado o de tenerlo como figura autoritaria después de romper «la confianza» que Yuuri le brindó.

Katsuki helado en toda la regla, esperaba algún despotricamiento en su contra y fue todo lo contrario, ella no lo hizo. En su simplicidad disuadida se dedicó a recordarle que no puede dejar que su trabajo acapare su prioridad principal, (su lindo sobrino) o que diluya sus propios deseos y le dijo que si su padre estuviese vivo, definitivamente haría lo mismo que ella (solo que con una veracidad descarada y terriblemente infausta) El gesto de su pupila lo terminó de abordar con una cadencia tan noble que Yuuri no podía responder, más bien sus sonrojos lo hicieron por él, Vicky continuo con ese talante pasivo sin dejar su franqueza, le era increíble ver esas actitudes tan tímidas en él y entiende que ahora, debe de estar imaginando miles de cosas sobre su cuadriculada cabeza o un «qué dirá».

—No te compliques, Katsuki…—Le testiguó sin tanto protocolo. —El pasado ya pasó… lo que importa es el ahora, y eso es algo que tu o yo no podemos cambiar… ¿De acuerdo? la opinión que te expresé ese día o «esto», no fue con mala intención. Me he dado cuenta que eres de esa clase de persona que toca sacarte de tu zona de confort. Solo así puedes prestar atención a esos detalles y mejorarlos. Sin embargo, cuando te cierras es… imposible hablar contigo…y como ya te conozco, me vi forzada a meterme en donde no me llaman, para evitar que hicieras ese «auto-sabotaje».

—Yo…te entiendo…

—Me parece bien…—Vicky regresó su mirada en Yuuki que no se cansaba de jugar y siguió su conversa —. y siento recurrir a lo «otro» de hace unas horas. —Recalcó lo del «noviazgo improvisado» abrigando incomodidad al rascarse la cabeza.

—Solo no le cuentes a tus hadas madrinas de «esto».

Vicky ha de asentir, dándole a entender a Yuuri que no lo hará y continuó platicando saliéndose un poco de ese incidente.

—¿Sabes? Fuera de lo ocurrido, pienso que has hecho un buen trabajo con Yuuki… apuesto que tío Kou y tía Lucy, deben de estar orgullosos de ti.

—Yo… siento que aún me falta para llegar a su altura. —Refutó con pena—. ¿Cómo le puedo explicar a Yuuki lo grande que fue su padre, y lo cándida que era su madre? No existen palabras para expresar como ellos lo amaban. —Yuuri soltó el aire que estaba aprisionado en sus pulmones sintiéndose liberado.

Él también miraba junto con su pupila a Yuuki correr…Pero eso no le detuvo para lo que estaba por decir.

—Aunque suene muy ridículo de mi parte, Yo… Sentía un miedo profundo sobre esta conversación cuando tocaste el tema, ahora sé que… Te debo miles de explicaciones…

No te preocupes… No tienes que hacerlo…

—Pero debo hacerlo…

—Ya te lo dije, no te preocupes… —Vicky fue insistente e incluso le habló con algo de carácter, sin verle—. Ni si quiera deberías disculparte ya que no soy quien para juzgarte…

Y sobre Yuuki…—El caballero respiró hondo para calmar sus nervios—. Me daría miedo que en algún punto olvide lo que he tratado de fomentarle de sus padres y los relegue con mi figura. Yo no me siento con la facultad de tomar su lugar… Me da miedo, porque no quiero que los olvide y mucho menos cuanto lo amaban. ¿No sé… si me hago entender? Puedo ser muy estricto con esto…Pero solo quiero lo mejor para él y que sepa que puede contar conmigo. Antes, ahora y después… Siempre será así.

Tú no tomas el lugar de nadie… Yuuri es Yuuri… Amargado y todo, pero así te quiere tu sobrino y estoy segura que así se mantendrá. ¡Ya relájate!

Ella se paró como resorte de la grama y estiró sus músculos tanto como pudo, no portaba el blazer, por lo que su silueta bien definida lucía en contraste del sol que se colaba entre las hojas del frondoso árbol donde se encontraba.

Si algún día Yuuki te llegara a llamar «papá» o algo «parecido», porque va a ocurrir con el pasar de los años y puede que antes, él tendrá muy claro que tú te has encargado de recordarle el cariño de sus verdaderos padres, así como también tiene claro, que ahora mismo eres su persona más importante. Yuuki es un niño sorprendente… Deja de auto-sugestionarte, Katsuki Yuuri.

Otro golpe franco con guante llega a sus oídos, no cabe duda que Vicky sepa cómo ganarle.

En fin… —Estando más suavizada o augurando esa pose donairosa, tomó los Takoyakis restantes—. Será mejor que dejemos el tema allí, lo que me vayas a comentar abórdalo el lunes… Ahora es el momento de Yuuki, no el de nosotros. Él no tardará de arrastrarnos a más juegos en todo lo que reste de la tarde. — Le figuró un intento de sonrisa acabando la conversación y dejándole en claro que no seguirá con eso.

Guardó su ropa medio mojada en su bolso con premura, en ese agite, un documento salió de él y dio media vuelta, llamando a Yuuki o Makkachin en voz alta para darles sus bocadillos, o bien prefirió irlo a buscarlo ignorando por completo al superior.

Yuuri por su parte no podía discernir o funcionar correctamente a medida que ese escarlata procuraba teñir muy bien sus mejillas. Vicky lo sorprendía una vez más… Es y será una persona que dependiendo de la situación, sabe estar a la altura con la moderación o la dulzura regocijándose en su elocuencia. Mucho más que sí él mismo se lo auto-delegara.

Ahora más que nunca exhibe su trasfondo, y piensa rotundamente en la forma tan particular que tiene la vida de mandarle jalones de oreja a su propio ser. Tal vez el destino le esté dando un nuevo respiro de enmendar las cosas entre ambos con esa simple respuesta al aire y aquello hace que Yuuri, trate seriamente de solucionar ese mal entendido propiciado por falta de comunicación… ¡Es un hecho! No piensa dar alargue a lo obvio, arreglará las cosas aun si deba empezar desde cero con ella.

Cuando estaba por ponerse en pie, aseguró esos objetos en el suelo poniendo su atención total al documento el cual reconoció por el formato o marca de agua que lleva de la academia, no es común verle ese tipo de cosas, el papel lo guardó en el bolsillo de su pantalón para entregárselo más tarde, y como vio que tanto su sobrino como ella se encontraban muy alejados, tomó su blazer con prisa, y corrió para alcanzarles, además de recordar otra minucia… Que en sí, es un pequeño conflicto interno pudoroso de su parte, pero no menos importante.

—¡VICKY!

—Vaya… ¿Dónde quedaron tus honoríficos? Es… raro que me llame así, Katsuki-San. —Aunque su frase se escuchara «algo mordaz» (cosa que no lo era) no por eso dejaba de serle extraño.

Hah… Hah… Hah…Ahora mismo… No soy un Oficial y menos tu jefe porque no tienes tu placa…Hah….Hah…y estamos de civil, tú me lo dijiste. —Dijo con agudeza entre cada bocanada de aire—. ¡Y ni se te ocurra quitarte mi blazer estando de esa forma! —Volvió a cubrir el cuerpo esplendoroso de la muchacha.

—¡¿Ehhh?! ¡¿Otra vez con eso?! ¡¡¡Ya te dije que llevo ropa puesta, no estoy desnuda!!!

—Créeme, me siento más cómodo si estas así.

—¿Y Por qué lo dices? ¿Quiero saber? —Su bocota de corazón o el interrogante gigante dibujado sobre su cabeza delató el despiste absoluto en ella.

—¿Y tienes «ovarios» de preguntarme eso? ¿Sabes algo? ¡Olvida lo que dije! —Ni respondió al irse de largo, resopló en rendición al esconder sus manos en sus bolsillos en su momentánea neutralidad—. ¡Y será mejor que camines, Usa-forov!

—¡¡¡Moooh~~¡Pero quiero saber! ¡Y es ¡Nikiforov! ¡ No soy conejito! 

¿En serio? ¿La joven que tiene en frente fue la misma que hace unos minutos le hablaba con cátedra en su conversación a solas? ¡Eso pensó!

Deberá hacerse a la idea que si reintegra a Vicky en su equipo, si o si tiene que aceptarla tal cual como es, con sus despistes, su infantilidad, sus arranques, sus dejadeces u ocurrencias. De solo pensarlo ya sintió las punzadas o dolores de cabeza de lo que le costará guiarla, más no le importará con tal de que acepte reintegrarse… 

En algún Restaurante temático de Ikebukuro – Tokyo / Japón
Inicios de Mayo del 2017 – Sábado 5:00 PM

Se puede decir que el resto de la tarde fue tal cual y como lo predijo Vicky, Yuuki terminó por pasearse en todos los juegos mecánicos faltantes, Yuuri estuvo más activo en esta segunda ronda, cosa que Vicky alegró bastante, incluso el pequeñín logró montarse en uno de los más tradicionales como la montaña rusa gracias a los poderes de convencimiento de su súper heroína, Miss Bunny.

El asunto fue que Yuuki al ser de bajo estatura le faltaban uno o dos centímetros para la altura requerida y mínimo debería tener sus seis años para montarse. Los señores del staff estaban firmes en no dejarlo subir la montaña rusa. Yuuri no pudo hacer mucho, pero Vicky… ¡Es Vicky!, su niño se montaría allí y lo iba a conseguir.

Si yo no pude con esos tipos, no creo que tú puedas.

—¿Ósea? ¡¿Perdón?!, —El gesto que hizo con su mano fue de por sí, de indignación total—. ¿Me lo dices a mí?, really? —La palabra «rechazo» no existía en el vocabulario de esa pequeña conejita melindrosa, se lo quedó mirando con una cara de prepotencia, diciéndole un—: ¿Acaso no sabes que estás hablando con una Nikiforov? ¡Ja! mira y aprende… Caribonito.

Se quitó el blazer tirándoselo con gracia a Yuuri, se acomodó un tanto su mechón o posaba demasiado cerca para él (técnicamente lo acorraló con esos zafiros azules afilados que porta por ojos) dejándolo ruborizado al preguntarle con un tono de voz acaramelada, que si se veía mejor con su cabello suelto o recogido.

Esa actitud de reina o la ceja alzada hicieron ceder en demasía la espontaneidad apresurada en el japonés, que acabó hecho un volcán de lo rojo que quedo al hallarse en el suelo y aunque Yuuri no le habló (y ni podía, su lengua se había trabado), Vicky con esa sonrisa ganadora, supo que su acción iba por buen camino.

Consideró que esas clases que recibió del cabo Plisetsky en el operativo del bulevar sirvieron de algo.

Yuuri fue tras ella después de que Makkachin lo trajera al mundo de los vivos con sus lenguetazos, Vicky en su arranque ocurrente le prometió que todo estará bien, además de llevarse al pequeñín, quien inocente de todo se seguía por todas las indicaciones que le dio la conejita y así lograr a cabo la «misión especial» (como ella le había dicho) para que su plan funcionara.Cuando llegó con los señores serios y robustos del staff, la niña se mostró con una carita angelical o unos ademanes muy adorables y les saludó con esa cortesía atrayente. Los hombres no disimularon para nada el estupor o el aturdimiento que Vicky les generaba luego de que contoneara sus caderas a su andar. El embobamiento con esos corazones o sus babas hablaban por ellos. Con sus encantos logró que el par de idiotas dejaran entrar al niño, pidiéndoles el favor tiernamente sin perder esa coquetería natural propia en ella, y para rematarYuuki hizo su parte rogándoles con ilusión a los señores. Ellos no soportaron el voltaje.

Aunque… quizás, también ayudo el que esa bella mujer se reclinara sobre esa baranda, en una puesta picara con esa cola de conejo predominando a la vista de los susodichos o al menos, eso Yuuri maquinó en su cabeza reservada al tratar de centrarse en el caniche café. Más fallaba en el intento por muchos pensamientos ilegales dentro de su cabeza… ¡Oh que karma tan problemático!

¡Hey!, ¡No lo culpen! ¡Ya mencionamos que un derrier así, es peligroso para cualquiera!
By Sharayanime

¡Hey!, ¡No lo culpen! ¡Ya mencionamos que un derrier así, es peligroso para cualquiera!

Al final… ¡La recompensa fue ver a Yuuki montado al lado de Vicky, gritando de la emoción al bajar o subir con rapidez en esa serpiente mecánica!  

—¡Yeiiiiiiii! ¡Fue muy divertido! ¿Nos viste allá arriba tío Yuu? —Yuuri asintió con suavidad al acomodarle los cabellos del pequeñín, eso ayudó a que él pensara en «otra cosa» que no fuese la parte trasera de la rusa.

Estoy esperando señor amargado… ¿Quién es la mejor? —Dijo la caprichosa en victoria.

No pienso decirte nada. —»Y es igual de alabanciosa que mi maestro»…

Se lo calló para él.

Admite que lo soy, sabes que lo soy. Pero bien, ¡dejémoslo allí! ¡Algún día lo escucharé de tus labios, Yuuri Amargado! —Le llamó bien informal o aseguró aquello al voltearse rápidamente para verle mientras caminaba feliz de la vida por su exitosa misión y otra vez la chica se giró para ir con Yuuki.

—¡¡Pequeñín!!! ¡¡Vamos a otro juego!!!!

—¡¡¡SÍÍÍÍÍÍ!!!

Yuuri les miró de reojo, intentando recuperar lo poco que le quedaba de su alma desvalijada ante esa belleza que presenció y tampoco podía evitar el rojo indiscreto que se reflejaba en toda su cara…

Más juegos fueron visitados en el proceso, si de escoger un momento grato para recordarlo por siempre y que fuese enmarcado en un cuadro, la rueda giratoria fue de esas atracciones especiales donde los tres integrantes y la mascota de este cuento, disfrutaron muy radiantes. Yuuki abrazaba a su tío, podía ver todo el paisaje en lo alto de esa rueda y a su señorita le señalaba al dedo muchos lugares bonitos.

Yuuki pensó que sería muy cool una foto estando en la cima, Yuuri quería cumplírselo. Él tomaría la foto para que salieran los menores y Makkachín, pero Vicky en sus arrebatos inesperados tomó el IPhone ajeno, agarró el cuello de Yuuri para acercarlo a apropósito (acto que no le dio tiempo al desprevenido japonés para musitar nada) de modo que Yuuki se ubicara en medio de ambos y el flash como el «Whiskey» destacaron.

Al menos tienes una «simpática» carita de cachorro.

—¡N-no la tengo! —Se quejó sin dejar de abochornarse.

—Claro que sí, ¿No es cierto que tu tío se ve tiernito como un cachorro, Yuuki? —Lo molestó con su sobrino.

—Yo no sé, pero hay una aplicación donde puedes poner orejitas y naricitas de animalitos a las caras en las fotos, Vicchan. Si haces eso, entonces tío Yuu si parecerá un perrito.

—¡¿En serio!? ¡Enséñame!

—¡¡¡Yuuki-Chan!!! —La poca dignidad que mantuvo se fue al caño y optó por ocultar todo su perfil enrojecido entre sus manos.

Yuuri ya ni sabe cuántas veces se ha encandilado por esos comentarios libertinos de su pupila hacia su persona y el que su sobrino (ese pequeño traidor ingenuo) participara inconscientemente en su «Bullying-neada», tampoco era bonito.

Pronto el hambre arrasó con los estómagos de todos, Yuuri indagó un poco en su IPhone y a unas cuantas cuadras quedaba una nueva sucursal de cierto restaurante que estaba tomando auge en las prefecturas de Tokyo y recién lo inauguraron en esta semana. Yuuki feliz, le seguía el paso en medio de sus personas favoritas, a su mano derecha agarraba la de su tío Yuuri, a su mano izquierda la de Miss Bunny y el que lideraba la comarca era Makkachin. En las exigencias de ese principito, Yuuri y Vicky solían alzarlo al tiempo para columpiarlo de sus brazos.

—¡Yei!! ¡Más alto! ¡Más alto! ¡Ja, ja, ja!

—¿Más? Te quedaras sin brazos, pequeño quejón.

—¡Ah! C’mon! —Ella salió en defensa de su príncipe por ese comentario. —No seas amargado y cumple su capricho.

—Entonces, tú le comprarás el analgésico para sus dolores.

—¡Que aguafiestas!

—No… No lo soy, soy alguien…

—»Práctico»… Sí, sí, sí, eso lo sabemos señor amargado. ¡Déjalo jugar! ¿Nunca tuviste infancia?

—Claro que la tuve…

Pues, no lo parece.

Esos dos debatían a lo tonto sobre sus comparaciones cuando eran niños, Mientras Yuuki, con su sonrisota de oreja a oreja al sostener con firmeza ambas manos de sus protectores entre las suyas, no podía pedir más en su día. ¡Han sido los más divertidos en sus pequeños cinco añitos de vida!

Entrando al famoso sitio, ya se anotaban en la recepción con la Hostess (anfitriona) italiana de tez morena pero las cosas según cierto Chef-Jefe y dueño del local iban «patas arriba»

Sxf: CRACK!!!!!

El plato volador fue interceptado por esa puerta de metal que separaba a los comensales del personal, que se comprendía de meseros y auxiliares de los chefs (todos nuevos). Rezaban para que la Neura endemoniada en ese señor ruso de filipina negra con bordes blancos bajara, pero Dios se hacía el sordo, Dios no les escuchaba o de plano no los tenía incluidos en el libro de la vida bañado en oro.

—¡Hey! ¡¿Cabeza de Paníni? ¡¿Me estás oyendo?! ¡¿Eh?! ¡¿Ehhhh?! ¡¿EHHHHH?! —Le daba palmadas sonoras a su mejilla—. ¡¿QUÉ SE SUPONE QUE LE LLEVARÍAS A «MI» CLIENTE?!

—Un.. Un… Un p-p-p-pollo rostizado… C-chef.

Oh…»Un pollo rostizado» —Rió irónico, luego se tapó la boca al moverse de lado y lado—. «Un pollo rostizado»… —continuó en su ranqueado caminar haciendo retroceder a su gente y se detuvo frente a la víctima a degollar—. ¿Sabes lo que pienso de tu extraordinario «pollo rostizado»?

—N-n-n-no, C-chef

—¡¡¡QUE ESTÁ MÁS CRUDO Y ROJO QUE TU PUTA BARBA BARATA!!!!

¡L-lo-lo-l-l-lo siento, Chef!

¡¡¡MI ABUELA LO HIZO MEJOR Y ESO QUE LA DESGRACIADA ESTÁ MUERTA!!!

Le Petit Agape, restaurante que marcaba tendencia entre lo más espectacular en el mundo de la cocina con temática angelical para compartir un día ameno en familia o traer una cita incondicional, fue el sitio seleccionado por el T.C y su pelotón. Katsuki y el Chef-jefe Nikiforov se conocen por casualidades raras del destino, ya ha comido junto a su sobrino en el antiguo restaurante donde ese hombre (el emputado de hace unos instantes) forjó su reconocida reputación -Le Petit Eros- y como cosa rara, ambos se la llevan bien.

¿Será por qué los dos están llenos de maldad al momento de ponerse exigentes y severos en sus profesiones? ¡Quién sabe!

El T.C Katsuki, es de los pocos que ha compartido su cocina, y es obvio que es de los valientes que se ha dado el lujo de codearlo tan fresco como lechuga y no salir mal librado. Fue una grata sorpresa para él saber de qué su amigo, se le midiera a abrir una sucursal en este punto de Ikebukuro, por lo que no dudo en traer a Vickytoria, a Yuuki y Makkachin, ¡Aquí! Pero el Chef ruso, no se encontraba en sus días, y no quedaba ni un rastro del buen humor o de su lado dócil. Veían en su lugar a un energúmeno invocando los poderes de su maestro Gordon Ramsay.

La razón fue por los jueces Michelín que estarían hoy en su restaurante y permanecerán en total anonimato para que su función no se vea afectada…Eso significa que todo debía ser «perfecto»

y el que fuese «perfecto», significaba un Ruso alterado hasta por los cielos y podría joder a todo su personal, si nada salía como lo tenía craneado… ¡Pobre gente!

¡Si! ¡Eso!, y agréguenle que su terroncito de azúcar japonés (el chef repostero que es como una versión del T.C, solo que pacifico, adorable pero el triple de perverso cuando está a solas con su esposo) se hallaba diligenciando unos papeles legales del local.

—¿Alguien sabe en dónde está el Sous-chef Giacometti? —Susurro el pinche canadiense.

—No sé. —Mencionó un indiferente mesero kazajo.

¡TSK!, necesitamos que ese cabaretero mariposón venga o busque al marido de ese calvo poseído. Si él sigue así, acabará con todos los platos, la Sucursal y … ¡MIERDA! ¡ABAJO! —Concluyó el otro mesero ruso tras agacharse, jalar a su pareja y al otro idiota al piso por ese objeto volador de vidrio identificado.

¡¡¡FÍJATE A QUIEN LES TIRAS TUS PORQUERÍAS, ANCIANO DECREPITO!!!

¡¡¡ESTÁS EN MI MALDITA COCINA, PLISETSKY!!!. ¡¡¡SI A TI O AL RESTO NO LES GUSTA, SE PUEDEN METER TRES HECTÁREAS DE ZANAHORIAS POR EL CULO Y LARGARSE DE AQUÍ!!!

Yuri, Otabek y Jean (otra versión casi idéntica de nuestros trió de policías con sus nombres y todo, aunque el hada rusa de la cocina era más bajo de estatura que el cabo primero) también estaban de colaboradores con el personal nuevo ese día, más su trabajó no se podía optimizar con ese ruso de mierda ladrando sangronerías cuantas veces le venga en gana. El Chef-jefe dio un ultimátum a todos, y les dijo que si algún cliente le hiciere un mínimo reclamo por algo de su comida, conocerán el propio infierno con trinche y cuchillo en mano en sus bolas.

Fuera de allí, el Sous-Chef Suizo estaba en pleno chismorreo con su primo-hermano favorito de todos los tiempos. Chulanont, De la Iglesia y Hong estaban descifrando los códigos encriptados que les dio la capitana espía en otra zona de San Petersburgo, y mientras, El Mayor Giacometti tenía a su costado precisamente a Dos Santos, y trazando planes de acción. Su trabajo fue largo y ellos pensaron en hacer un pare para comer, habían escogido un restaurante pero tenían nulo conocimiento de los platillos servidos allí, por eso la vídeo-llamada a su primo para consultar sobre que aperitivos debían probar.

—¿Ninguno de los dos han considerado salir con mujeres? ¡Marico, tienen potencial!

¡Never in the life! —Ambos suizos respondieron al tiempo.

—Es una lástima… Ustedes se lo pierden.

—Buen intento Ale, pero ya sabes mi situación actual. —Ese fue el Mayor Christopher.

Y yo ya tengo una gran y enorme salchicha suiza para mi solito.— Lo dijo con una voz cantarina y cara de soñador el Sous-Chef Chris—. De solo imaginármelo, se me hace agua la boca hasta corr…!

—¡Coño, chamo! ¡Que ya la capté, pajúo!

Alessia paró en seco todo intento subliminal de ese cochino cocinero y el otro descarado aun sabiendo que se puede ganarse un golpe, no le importó reírse. El Sous-Chef de seguir hablando con su primo o de molestar a su acompañante, ¡Lo haría! Pero su atención y sus picaros ojos verdes tenían un nuevo objetivo a trazar.

—¡OH MY GAYNESS! ¡¿PERO QUIÉN PIDIÓ POLLO JAPONÉS?!
 —Hiperventiló igual o peor que ese YouTuber llamado «La Divaza» y pronto, el muy menso recordó que tenía una conversación vía telefónica —¡MIS CIELAS, LOS DEJO!

—¿Por qué? —La voz elegante por la otra línea ha preguntado asombrado—. ¿Ya acaso ya tienes a algún trasero para atacar?

—Pobre la criatura que caiga en manos de tu primo…—Dijo la Capitana.

¡No me simpatizas Ale! —Se lo restregó en su cara y después respondió a su lindo primito—. Pero efectivamente, te cuento… ¡QUE ACABA DE LLEGAR EL «PAPUCHO» QUE TIENES POR JEFE AL RESTAURANTE… ¡ME CALIENTA MÁS QUE EL SOL DE VERANO! —Se mordió el labio inferior muy sugestivo en lo que se empeluchaba su filipina blanca para lucirlo con clase.

¡¿Ehh?! ¡¿Ahhhhhhhhhhhhhh?! ¡¿QUÉÉÉÉÉÉÉÉ?! ¡¿UN MOMENTO?! ¡¿Te estás refiriendo a quién yo creo que es?! —Ha de soltar el interrogante infiriendo que fuese cierto malparido y erotizado japonés—. ¡¿Estás seguro que no me estas jodiendo?! —Insistió el Mayor Suizo, estupefacto.

—¡Te lo juro por todas mis plumas!, ¡Manita de loca si miento! ¡y cada día que pasa se pone más bueno el condenado!, ¡ya quisiera ser la funda de su pistola!

—¡Ay qué perra!, ¡Qué perra!, ¡Qué perra, Christinaaaaa! —lo fregaba Giacometti con su mirada chismosa..

—¿De quién hablan? ¡Y tú! … ¿No se supone que tienes novio? —Contra-atacó Alessia con voz anti-sonante. 

Una cana al aire no hace daño y más sí es con alguien tan atractivo con él. Me recuerda a mi lindo repostero solo que serio, elegante y varonil. ¡Aisshh que rico! —Expuso su opinión con esos brillos rosados alrededor—. ¡Ohhh~ la~ laaa! ¡Y el señor japonés no viene solo!

¡¿Cómo así?! ¡Dame los detalles! —El mayor suizo no esperaba esa.

Parece que está con su adorable sobrinito, ¡y también le acompaña el bonito caniche con la simpática ilegal que trajiste la otra vez, primito!, viéndoles así, hasta lucen como la familia ideal. —El Mayor quedó sacado de órbita y su primo se despidió—. En fin… ¡Nos vemos, amor! Al rato te cuento si logré que ese bombón samurái maneje su diestra «Katana» conmigo… ¡Byeee~~! — colgó.

Christopher todavía no sale de esa imagen mental que le ha dado su primo, algo debió de pasar para que esos dos estén juntos. Hasta donde recuerda, no se podían ni ver.  Alessia chasqueaba sus dedos o movía la palma de su mano enfrente a sus ojos y nada que reaccionaba…Ella no entendía, pero esta era la segunda vez que hacían mención de la llamada «ilegal» y necesitaba respuestas ¡Ahora!

Yuuri, Vicky, Yuuki y Makkachin fueron guiados a una de las mejores mesas (Allí permitían tener a sus animales), se les hizo un bonito lugar. Además que los colores nuevos eran resplandecientes y muy acorde con su decoración. Vicky trataba de leer lo que decía la cartilla en japonés ayudada por Yuuki, aunque eso cambió cuando su Jefe, quien bebía té verde de lo más calmado, le sintió su cancaneo y no disimuló para nada su risa apacible por ese desglose tan infantil de su parte.

Yuuri tenía tiempo de no reírse así…Vicky quería masacrarlo por segunda vez en este día.

En lo que aquello pasaba, el Sous-chef estaba listo para ir con toda por ese zorro ardiente y sensual, más sus planes no pudieron ser concretados. La pareja de meseros y el pinche lo abordaron llevándolo a la cocina. Por la puerta principal aparecería de ruego divino el aclamado esposo y segundo dueño del local, Yuuri Katsuki «Valastro», el joven ya traía puesta su filipina azul, y se dedicaba a preguntar a cada cliente sobre su trato o si todo estaba en orden hasta que vio a los cuatro personajes de nuestra historia.

Fue educado al saludar con una reverencia, el T.C y su sobrino imitaron su gesto. Vicky fue más espontanea abrazándole o incluso quedó sorprendida cuando vio lo parecido que era a su jefe con esa carita indiscreta. Ligereza que la llevó a hacer muchas preguntas por la cual el T.C le regañó, pero el repostero lo consideró gracioso y solo explicó lo básico, saciando el fisgoneo de la conejita.

¡Es como ver una copia de ti, solo que más amable! ¡Aprende a como tratar a una dama, Yuuri amargado! —Le reviró.

El Teniente Coronel, no gastó sus cartuchos en esa afirmación y el otro Yuuri, (Don Valastro) al ver la ternura en esa pequeña o su sonrisa de corazón, le recordó mucho a su Chef ruso cuando se pone avivado y juguetón con sus caprichos o en lo brillantes que son sus frentes. Yuuki por su parte estaba concentrado, buscando que plato comer para dárselo a su señorita y cuando al fin lo encontró, grito de la emoción.

—¡KATSUDÓN!

Todos se lo quedaron mirando, el niño se apenó escondiendo su carita detrás de la cartilla para que no vieran lo sonrojado que estaba pero sus diminutas orejitas decían lo contrario. Vicky fue receptiva hablándole bonito y convenciéndole que no hay problema, allí Yuuki reunió valor nuevamente para explicarle que quería comer Katsudón con ella.

—Ka…tsu… What?

—¡Katsudón! —Repitió Yuuki ahora más alegre.

—Es su platillo favorito. —Agregó su tío.

—Y esa es una buena elección. —Ahora, habló el repostero—. Mi esp… Digo, el Chef Nikiforov prepara una versión gourmet y bajas en calorías realmente deliciosa. ¡Deben probarla!

—Ehhh~… ¿El Chef también es de apellido Nikiforov como yo? ¡Wow!

¿Vicchan, el señor y tú son primitos? —Dijo el más pequeño.

—Maybe? —Mencionó muy atenta.

Eso me recuerda, hoy no he visto a Ramsayforov por aquí. —Dedujo el T.C extrañado… Más no por eso deja de relucir el alegórico apodo de su «amigo» en un tono jocoso.

—Ni me lo recuerde, Katsuki-Tōrikusan. Ahora está nervioso porque nos evaluaran, esperemos que todo salga bien y que no se pase de exigente. Suele extremarse al punto de ser un déspota. —Terminó estresándose al recordar ese defecto.

—Oh fíjate, ¡que curioso! Mi jefe es igual de regañón y sangrón que el tuyo… Suele patear todo mi hermoso cuerpo en mis entrenamientos. —Esa no se la guardó y un ligero enfurruñamiento en el Teniente Coronel apareció cuando le miró acusador.

¿Sabes que de vez en cuando al frentón de mi pare…Digo, de mi jefe, también se le da por hacerme «eso»? solo que en vez de usar revolver como el señor oficial, maneja cuchillos. Sin ofender, Katsuki-Tōrikusan—Se sintió identificado perdiendo la timidez para sacar esos litigios represivos.

—¿Y también te grita o te trata feo? —Le miró condoliéndose de su suplicio.

—¡Oh sí!, ¡Todo el tiempo! —Fue totalmente sincero y un poquito dramático.

—¡Son unos desalmados! —El puchero de Vicky apoyaba su enojo.

—¡Son engendros del diablo! —Yuuri Valastro también se cabreó.

«En serio se están quejando de nosotros»… «¿Y en nuestra cara?» … «Ahora si lo he visto todo»…—Su descaro no tenía comparación, eso fue lo que pensó el T.C consternado con el codo la mesa y el puño sirviendo de apoyo a su mejilla, Yuuki al igual que Makkachin, no comprendía nada del inglés enredado en el par de llorones. Apurado escucho «engendro»… y pretende preguntarle a su tío o tal vez a su profesora que significaba esa palabra.

Pero, al menos ya puedo enfrentarlo y amenazarlo porque aparte de ser su Chef Repostero… ¡Soy su «Esposo»! Solo que en el trabajo guardamos distancia. ¿Quieres ver mi sortija?

Really!!! —Chilló emocionada al ver el ilustre anillo de matrimonio que el muchacho portaba en su mano estirándola orgulloso—. ¡Y a los costados tiene un copito de nieve! ¡Awww~ eso es tan romántico! ¡¡Si algún día llego a tener novio quiero compartir algo así con él!! —Ella le comentaba que la obra de arte hecha oro, era hermosa, y no porque fuese costoso o algo por el estilo. El significado que rodeaba el objeto y que fuese compartido por la persona que amas no tiene precio.

—Será un lindo presente si te lo da la pareja indicada, Nikiforova-san… ¡Animo! —y su contraparte también opinaba lo mismo, era algo único entre su amado esposo y él.

Cabe mencionar que el repostero y la conejita tenían pensamientos similares, también concordaron en esta última anotación: ¡Que ese anillo lucía malditamente «her-mo-so» en sus manos!

La divertida tertulia fue interrumpida por el Suizo cocinero o el gato malcriado, sus caras fueron de espanto. El repostero educadamente debió dejar a su (nueva amiga comadrona) y preguntó de inmediato lo que ocurría. Sus amigos le narran todo (incluyendo la reventada de platos o su casi intento de asesinato a su persona al intentarlo calmarlo) Yuuri Valastro en un ahogo se llevó las manos a su boca, pensando lo peor con esos pobres inocentes. Se fue del lugar no sin antes decirles a ese par que atendieran a los invitados y los trataran como si fueran de casa. Víctor Nikiforov sabrá… lo que es ver a un Yuuri Katsuki de Nikiforov empoderado.

Yuri atendía al niño, que con respeto y toque infantil le señaló el platillo de Katsudón. Vickytoria no borraba su boba sonrisa de corazón al sentirse a la expectativa de probar la comida favorita de su amigo. El ruso rubio cada tanto veía con recelo a la muchacha frentona (gemela perdida del calvo) Creyó que le habían extraído su ADN de lo exactos que son. La diferencia radicaba en que ella tiene vagina y el otro pene «Maximizado» (según su lógica deslenguada)

Allí mismo, el suizo al tener en bandeja de plata esa presa masculina, inicio su «candente» cortejo …Es decir, su servicio al cliente con uno que o toqueteo y mirada sensual al revolotear sus pestañas rubias y tupidas. El T.C, sentado su café con una seriedad única como el mismo, no se le hizo rara la actitud en ese pavo real de plumas doradas. Era como tratar con su endiablado y subordinado suizo, siendo el Sous-Chef, el triple de peligroso o candente en sus intenciones y «plumífero» entre otras cosas…

Su nivel de plumicidad estaba al tope como Pavlín, el pavo plateado orgulloso que aparece de vez en cuando en ese libro de comedia romántica que lee su amigo Phichit, en el momento que su dueño (curiosamente otro ruso) se encontraba embrutecido por el amor de su vida. Que por cierto… También era japonés…

¿Pagaría por saber cuál es la conspiración se traen algunos autores(as) con la gente de esos países en sus historias?

—Entonces, Mi lindo Teniente Coronel… ¿Hoy será el día en que se deje seducir de mis platillos? —No encubría para nada su coquetear. Hablaba en alemán porque aún era horario «zanahoria» y no quería ganarse un despido—. Las personas que han probado mi «chorizo suizo» quedan muy encantados.

—Gracias Sous-Chef, pero optaré por lo que decida mi «acompañante». —Respondió inteligentemente amparando su espacio en el mismo idioma al dar otro sorbo a su té, y quemando toda posibilidad de ligue al Souf-chef.

El malandro de su mesero le llamó para avisar que ya tenía el pedido y que debían ir a las otras mesas. Chris se fue con él, no sin antes tirarle una última caña.

Aowwwww es una lástima que no pruebe la madures de este «chorizo». Pero algún día tengo la esperanza que cederá. Siéntase como en su casa ¡Rorro! —Y apretujó el pómulo asiático en su atrevimiento y dejándole como bicho raro.

Sí para el T.C los traqueteos invasivos no paraban… La cocina experimentaría la voz de mando del repostero, entre abrió la puerta y el nuevo plato volador identificado casi reventaba a su cara, de no ser por sus reflejos al cerrarla podría caerle a un comensal. Yuuri respiro hondo y con actitud abrió otra vez el portón de metal por completo y deteniendo todo clase de turullo. Katsuki fue a paso firme con Víctor, quien se pasmó con solo verlo y su «amorcito» no paró de sermoneo con fundamento.

—¿Qué hablamos de ser amables con el personal? —Estuvo frente a él con una pose mandona y con ambas manos en sus caderas.

—Es que…ellos…

¡ELLOS NADA, SO ANIMAL! —El sartenazo en su calva hizo justicia por los empleados que muy en el fondo, le agradecieron—. Prometiste en tus terapias medicadas ser muy amable con todos y cuando te estresaras, evitarías romper las cosas o atentar contra sus vidas.

—Es que… Es difícil, amor…

—¿Acaso me casé con un cavernícola o con un Chef de primera clase?

—¡Claro que soy todo un Chef, amor!

—No lo parece…—Se cruzó de brazos esperando «algo» y Víctor captó la indirecta… Muy directa.

El ruso con vergüenza, carraspeo un poco al ver a todos reunidos. Pidió disculpas por su comportamiento, el que se sienta presionado no era excusa para actuar así, entre otras cosas que Yuuri «Gravy» le obligó decir. Luego, quedaron solamente Sala, Otabek, Yuri, y Jean con el par. Víctor pensó que eso sería suficiente pero…

Amor, ¿perdóname, sí? —Le abrazó con dulzura y buscando un beso.

Ah-ah–ah. —Detuvo la intención con los dedos de su mano—. Esta no te la dejaré pasar, señorcavernícola, me falta tu sanción. ¡Nada de besos o de «ya sabes qué» por tres días y hoy duermes con Vicchan!

WHAAAATTTTTTTT?! ¡Yuuuuu~riiiiiiiiiiiiii! ¡ESPERA! ¡AMOR NO ME HAGAS ESTO! ¡Lo de los besos lo entiendo pero lo «otro», noooo! ¡ESTAMOS RECIÉN CASADOS! ¡ESO ES MALDAD PURA!

No más que lo tuyo Vitya-Ramsay, y ya vamos a trabajar. Hay muchos pedidos que entregar y un Michelín que ganar.

—¡Eso no es justo!… —El berrinche por ir detrás de su marido fue algo gracioso de ver, todos soltaron risas candorosas menos el Yuri ruso, que lo único que pudo sentir fue una repulsión y una arcada con lengua ante ese viejo cantaletoso.

La tarde marchó en calma con la gente feliz en sus asuntos y en sus platillos refinados. El pedido de Yuuki al fin había llegado, tres grandes platos de Katsudons nivel Gourmet, (y otras delicias de la culinaria japonesa) ¡Hey! también había uno aparte de puras croquetas de pollo para el caniche. Los ojitos de Vicky no paraban de curiosear o de dar una linda pesquisa en su pestañeo tras pasar de un plato a otro y aunque no entendía ni media palabra de lo que decían los meseros, eso no ha hecho que pierda su interés en los nuevos sabores que probará su paladar.

Dieron gracias por la comida, y el ataque gustativo ha comenzado por parte de Yuuri, seguido por un Yuuki muy animado, el pequeño con sus propios palillos le da a probar el delicioso Katsudón a la boca de Vickytoria. La explosión de sabores fue tan cautivadora y exquisita en ella, que no pudo evitar salir con su emblemática frase en ruso.

VKUSNOOOOOO!!!!!!!! … ¡¡¡Es estupendo, exquisito, esplendoroso, y magnifico!!!

—¡¿Cierto que sí?! ¡Es muy rico! Aunque mi abuelita Hiro-San los hace más ricos y grandotes en Yutopia.

—¿Yu…topia?

Yuuki en su mini-explicación, le dice a Vicky que sus abuelos en Hasetsu son dueños de unas hermosas y relajantes aguas termales, cosas propias y características del Hotel llamado Yu-topia, A Vicky le hubiese encantado conocer eso que mencionó con tanta pasión su pequeño rollito.

El deleite siguía, Yuuri no detuvo sus mordiscos a su plato (pocas veces podía comerlo, porque tiende a ganar peso rápidamente y debía mantener su físico pero una vez al año no hace daño ¿no?), Yuuki también comía, sin embargo, parecía que la conejita Nikiforova presentaba su propia pelea con los palillos al momento de querer tomar su propia porción de ese alimento ancestral y fallaba. Yuuki fue en su rescate indicándole cómo hacerlo, ella intentó de nuevo pero era inútil. Erraba constantemente al punto de salpicarse su cara y parte de su frente… Yuuri al mirar esa escena tan poco agraciada en la dama «fashionista», lo tomó tanto por sorpresa que su risa encantadora y reservada ha de manifestarse en la mesa.

—¡¡¡Deja de reírte, Yuuri malvado!!!

—Lo siento, no puedo… Es… Muy gracioso…Pppfff… Ja, ja, ja.

Por tercera vez en mucho tiempo él no se contuvo y se diviertía sin presiones a causa de las destrezas estratosféricas en aquella oficial; y por supuesto, la espontaneidad risueña del T.C llegó a oídos de Vickytoria, quien se sentía en una gran desventaja, con un bochorno abismal, así como también expresaba sus pataletas en protesta.

Yuuki no paraba de sonreír por ese par que estaban muy chistosos y más de su tío, porque no era común verle así de contento. Solo se comportaba de esa forma con él. Yuuri por otra parte, no pudo con ese asome maldadoso, su oficial siempre se llenaba de jactancia por ser alguien de gran etiqueta y glamour (al igual que el quisquilloso su padre), pero acá su pinta se ha caído por completo y todo por culpa de unos palillos. Aunque aquí entre nos, él extrañaba con anhelo el poder disfrutar de esas ingeniosidades que eran sello único en Vickytoria, sus días se hallaban apagados y quien sabe que otras salidas alegres se habrá perdido por predisponer su muralla absurda en vez de realizar el debido proceso o brindarle esa «oportunidad» de probarse para lo que se formó.

Él reprende por mucho haberse dejado llevar por sus auto-sugestiones como bien le remarcó Phichit o el que ambos vivieran esas incomodidades en los eventos pasados y los actuales. Él ha reconocido que gran parte del problema también recayó indiscutiblemente por él. Yuuri sabía que aún no han arreglado del todo sus diferencias, no obstante, ya rompió toda necedad en sus pensamientos. Al calmar su risa, o quizás de mirar el enojo precioso de su revoltosa amiga y oficial ( una «amiga» que ya se ganó un espacio especial en la vida de su sobrino y propiamente en la suya), Yuuri se ha levantado de su puesto suspendiendo toda broma, y permitiéndose ser sincero y cordial…en pocas palabras, ser él mismo, solo Yuuri.

—Si sigues peleando con ellos, tu comida se la terminara comiendo Makkachin.

—¡¡Eres cruel!! —Su alma casi se le escapa al decirlo Trágicamente, como los lagrimones no demoraron en salir—. ¡Y estos palillos son horribles! ¿No pueden usar cubiertos como la gente normal?

Los rusos a todo le ponen remolacha y no ven a los japoneses quejándonos.

—¡Es deliciosa! —Justificó ella con su puchero y Yuuri no dejó de observarle en su nobleza con dejos de picardía. Vicky le siguió la cuerda a su queja—. ¿Y qué es lo gracioso?

Él no dijo nada, más era evidente en su percepción de las cosas que la chica, está hecha un bonito desastre y simplemente rió, se acercó para limpiarle con la servilleta de tela blanca hallada sobre el comedor. Vickytoria se puso roja por los roses suaves a su perfil o por la actitud tan sutil que ha encontrado en Yuuri. Una de la cual el joven no estaba del todo consiente, ya que él siguió concentrado en su labor.

Sin querer se acercaba aún más a ella, tomándole la mano con la cual ha de manejar los palillos y le iba enseñando como comer.

Si los agarras «así», y los usas de este modo, será más fácil degustar el platillo para ti y…

Allí, y solo allí, Yuuri se da cuenta de su repercutido e inocente acercamiento, quedando nariz con nariz al girar su rostro con el de ella o que esos grandes y hermosos ojos azules que representan el mar, le detallaran con expresividad sus iris marrones.

No es necesario decir lo que vino después… ¡Y olviden cualquier indicio de beso en sus mentes!, es demasiado pronto… Lo que si hubo por parte de Yuuri fue un fogoneo intenso en sus mejillas al estar a centímetros de esos labios pequeños y rosáceos o que su corazón acelerara su pulso en menos de nada.

Ahamm…Yo… —Tosió para disimular el nerviosismo que adquirió—. C-creo q-q-que iré a buscar más pañuelos con que limpiarte… ¡Y-ya ya vengo! —Y se fue corriendo como todo un delincuente a quien habían pillado en fragancia.

Vicky en sus parpadeos indagadores o posando su dedito en sus labios no comprendía el por qué su jefe se aturdió de esa manera (desde luego, la sensación que sintió en su interior fue inexplicable), Yuuki tampoco entendió, ¿su tío solo le enseñaba a usar los palillos a su amiguita y de pronto se fue?

—Los adultos son raros. —Soltó Yuuki así no más, y Vicky solo supo reír. Infante y Adolescente se miraban entre sí con un grandote y chistoso símbolo de interrogación en sus cabezas…

Yuuri seguía huyendo hasta toparse con el baño de hombres no sin antes tropezar con dos sujetos que ya iban de salida y pedirles disculpas apresuradas. Abrió el grifo, se retiró sus lentes, se remojo miles de veces con el agua que brotaba de ella y pequeños chapuzones recorrieron su cara hasta que pudo calmarse o respirar con más cautela.

—¡¿Q-q-que fue eso?! —El hombre no dejaba de cuestionarse en tono audible al rastrillar la palma de su mano hasta los primeros mechones negros que cubrían parte de su faz—. ¿Qué carajos estabas haciendo, Katsuki? Eso…Eso fue demasiado… —Alegó para sí mismo.

La situación fue un golpe de emociones no previstas. Con solo un par de horas de lidiarle (aunque al inicio estaba reacio), y de reflexionar sobre sus hechos, se sintió tan a gusto por su decisión que no delimito cuanto disfrutaba su compañía a colmo de llevar ese pequeño desliz…

¿Tanto extrañó su presencia?

¿Tanto fue el daño de no verle en estos días que ya se encontraba así?

Lo de hace unos segundos fue una respuesta inconsciente que se había estado reprimiendo por querer cumplir a cabalidad su racionalidad…Yuuri no es ningún caído de hoja blanca. Eso fue más que su lado noble o un gesto amistoso, aquello involucraba a su corazón y lo sabía de sobra.

Katsuki Yuuri, eso no puede volver a pasar… Eres su jefe y ella es…—¿Qué era realmente Vicky para él?

¿Su pequeña amiga?

¿Su imprudente oficial?

¿O algo más «especial» que esos simples denominadores?

Porque para él era demasiado irrefutable lo que acaba de pasar, que allí seguía ese «sentimiento» cuyo nombre no se atreve afirmar…y eso lo aturdía aún más en su conciencia, necesita despejarse.

¿Y hablando de oficiales?, Vicky en la mesa rompió los palillos y le valió un rábano todo al comerse el rico katsudón con el cuchillo y el tenedor. Yuuki tenía al caniche a su lado jadeando y lamiéndole la cara para retirarle los restos de su comida. En esas, unos hombres (tres en total) que anteriormente habían chocado con Yuuri, se distribuyeron estratégicamente en el sitio con vestimentas de trabajadores industriales y de un momento a otro, uno de ellos sacó un objeto negro de su caja de herramientas, lazó un tiro al aire provocando que los comensales se asustaran y tras ese ataque, lo primero que hizo Vicky instintivamente, fue tomar a Yuuki entre sus brazos, tirarse al piso y ponerlo a salvo debajo de la mesa con Makkachin aprovechando el alboroto. (Estaban algo retirados, los bandidos que se colaron no les prestarían mucha atención)

—¡¡Vicchan, yo quiero ir contigo!!

—Pequeñín, mírame… Quédate aquí, ¿sí? —Alejó todo asome de gotas asustadizas en sus ojitos enormes.

Le dijo que no se moviera del lugar, que ella estaría bien y buscaría la forma de impedir que las otras personas no les pasara nada. Entre tanto Vicky trataba de solventar aquel impase, el líder de la banda gritaba amenazante, que aquello era un asalto. Mandaba a la gente a callar apuntándoles con ese revolver en varias direcciones e hizo dos disparos quebrando el piso de madera fina o rompiendo una parte del Bar-Tender… Nadie se negó en entregar sus pertenencias. En simultaneo, Yuuri iba de regreso (con la cuartada de muchas servilletas), más había escuchado el ruido generado por las balas y cuando vio a una parte muchedumbre correr a tiempo, no dio tregua en sacar su arma y pasar por esa turba descarriada. Su sobrino y su oficial peligraban.

En la zona derecha del restaurante pese a que estaba uno de los ladrones que se acercaba a la caja registradora a hurtar las ganancias del día, que el otro vigilaba los movimientos y que el ultimo siguiera gritándoles, la mayoría de los asistentes eran padres con sus retoños muy aterrados de que esos infames cometieran algún indulto en su contra. Los meseros, pinches y auxiliares tirados en el piso se sentían impotentes, lo mismo sus dueños. Ellos pedían mesura por ese comportamiento y más por los niños que no paraban de llorar pero la causa no dio el efecto esperado.

En Ikebukuro no se presentaban estos incidentes por contar con buena seguridad en sus cámaras y sus constantes requisas por los cuadrantes, pero los tipos habían burlado todos los protocolos, e hirieron al único guardia, no eran ningunos pintados en la pared. Katsuki se había escabullido con éxito, sus pasos no fueron notados, llamó a la patrulla más cercana avisándoles de la situación y al notar el descuido en los otros, ¡Reaccionó!. Lesionó con tiros piernas y brazos a los dos malandros que se ubicaban en la caja registradora, también les golpeó con osadía y pateó sus pistolas fuera de su periferia manteniendo el control temporal.

La gente se escandalizó, agachándose al suelo y protegiendo a sus niños o sus parejas. Ahora Yuuri apuntaba con propiedad y seriedad absoluta al último de los delincuentes, gritándole con voz firme que bajara su arma. El muy cobarde se había escudado tomando al repostero como rehén y el Chef-jefe imploraba con sus fuerzas que le dejará libre. Incluso, trato de acercase pero fue en vano, un solo disparo al piso bastó para detener su amague o que sus trabajadores/amigos lo jalaran hacia a ellos para evitar que hiciera una locura.

—¡VÍCTOR! ¡NO TE ACERQUES ES PELIGROSO! —Gritaba el muchacho preocupado para calmar los nervios en su amado mientras era agarrado fuertemente por su opresor.

—¡¿Estas demente, anciano?! ¡CASI TE MATAN! —Aseveró el ruso de hebras doradas.

—¡ESE MALDITO TIENE A MI YUURI! ¡¿QUÉ ESPERABAS?! ¡¿QUE NO HICIERA ALGO? ¡ME HAGO MATAR SI ES NECESARIO!

¡YA CIERREN LA PUTA BOCA Y YA DAME EL DINERO! —Amenazó de nuevo el hombre de mala calaña, desesperado.

¡EL QUE DEBE CERRAR LA PUTA BOCA ES OTRO, INFELIZ! —Aquí el T.C, a unos cuantos centímetros del Cheff y del personal, conserva su guardia en alto y no le temblaba su mano para marcar territorio—. ¡Teniente Coronel Katsuki del F.E.G.I!,  ¡Tire su arma y libere al rehén, o me veré obligado a dejarlo como colador! ¡No estoy bromeando!

¡No soy idiota, Tombo de mierda!, ¡si disparas en donde estoy, estas expuesto a que esos vidrios polarizados hagan que tus balas reboten en esas personas¡ ¡Incluso puedes fallar y matar a mi presa! ¡ASÍ QUE ALÉJATE! —Acercó su revolver a la sien del repostero haciendo que sollozara o que el aire en sus pulmones se hallara escaso por la agonía que estaba viviendo.

Yuuri vio a Vicky en medio de la gente, así como ella lo divisó, esperaba un tiempo propicio para hacer alguna jugada que pudiese ser factible para su jefe. Los civiles eran prioridad.

Katsuki por mucho que impusiera carácter o maquinara su orden, no podía armar mucha bronca e ignorar los detalles. El maldito la supo saltar, pero el Teniente Coronel también tiene sus cartas, no se rendiría tan fácil.

Sfx: Bang!

—¿Quieres ponerme a prueba, Imbécil? —Reafirmó el agarre y su apunte directo en la cabeza del delincuente dejándole pasmado tras esa bala que pasó de largo, dejando una línea roja en su pómulo y que se incrustó en la columna de cemento reforzado—. ¡La próxima vez será en tu cara, esto fue una advertencia!

Víctor, casi se desmayaba, ya se veía a futuro como viudo, y de no ser por su pequeño primo arisco el seguiría con esa fúnebre u exagerada imagen mental. Vickytoria sabía que lo común en estos casos era que el oficial desistiera y tirara su arma en pos de salvaguardar la vida de la víctima, más Yuuri en su experiencia cambió la estrategia a la «inversa» tornándose agresivo, logrando asombrarla y que el enemigo perdiera su seguridad o sus estribos. La subordinada captó de una, las intenciones de su jefe.

—¡¿Q-qué mierda?! ¡¿A-acaso quieres verle morir? —El tipo era un perro faldero que solo ladraba por ladrar y la angustia en el repostero era horrenda con ese fierro oxidado del contrario, presionándole en todo su ser.

—Se lo repito por última vez, ¡libere al rehén y ríndase! ¡Déjese de estupideces o si no…!

—¿O si no qué? ¿Quién más me puede joder aparte de ti?

—¡Yo por ejemplo!

—¡Qué demo…!

La oficial hecha una fiera hizo una buena entrada, fue tan rápida, que el blazer que usaba lo tomó y lo aventó como si fuese una capa cubriéndole parte del brazo al agresor, eso le ha imposibilitado toda reyerta en su contra. El chef gritó a su repostero haciéndole reaccionar, mordió el brazo ajeno y pudo liberarse para ir a los brazos reconfortantes del chef Nikiforov. Vickytoria atacó con un fuerte golpe en su cara y tres patadas en puntos vitales siendo la última muy devastadora al romperle su nariz. El delincuente giró en el aire, luego cayó de bruces al suelo al soltar su arma a una distancia prudencial y en el momento de querer tomarla en sus manos, el disparo de Yuuri fue certero lastimándolo sin piedad.

La sangre desbordada en los tendones lacerados de su mano o los alaridos desgarradores de aquel sujeto retumbaron por todo el recinto con la multitud observando el acecho. Levantó su rostro topándose con el cañón de metal que portaba Katsuki…sin mencionar su mirada amenazadora. Intentó retroceder lo más que pudo pero Nikiforova con gallardía, dio un giro enrollado al suelo para apoderarse de la otra pistola, acabar con una pose espectacular estando de rodillas y tenerlo en la mira. No quedaba rastro de la dulce fémina adolescente, allí se veía a una jodida Oficial Imperial diciéndole en viva voz un—: «¡Te mueves y te quiebro, cabrón¡»

Se puede decir que el susto vivido no pasó a mayor gravedad, el cuadrante solicitado llegó tiempo después de que los tres tipos fueran amordazados y fueran atendidos por los auxiliares médicos. Los comensales rendían sus declaraciones o agradecían a esos valientes Oficial de civil, que por fortuna estaban en el momento correcto.

Yuuri revisando los papeleos se detuvo un instante para observar un tanto lejano a Vicky chillar, tenía a Yuuki en brazos regañándole con sus pucheros y  moco tendido. Pues, cuando fue a buscarle en el lugar donde le dejó sano y salvo ya no se encontraba, y estuvo a punto de entrar en un soponcio infinito. Por el contrario, ese pequeño escapísta se hallaba en primera fila con su perruno amiguito, viendo como su súper tío y su súper señorita combatían a los malos con un estilo muy cool. Vicky le hizo recontra jurar al niño en sus lloriqueos mimados que él jamás, pero jamás en la vida, volvería a exponerse de esa forma y Yuuki le elevó su manita, jurándole si a todo como buen niño obediente.

Yuuri se conmovió sonriendo un poco, su pupila parecía una madre dramática y anegada con ese pilluelo que tiene por sobrino. Los responsables del cuadrante fueron con Yuuri, interrumpiendo su «ojeada» y claro, el japonés cambió su semblante suave a uno serio.

Cuando la conejita y el principito fueron a buscar a Katsuki, el señor… Ya no estaba de muy buen humor que digamos con los oficiales ordinarios a cargo.

—¿Y ese es el «pretexto» que me dan por su demora? ¡Esto es ridículo! ¡Qué clase de majadería es esa?—Denotó fastidio embravecido en su voz—. ¡Sí mi oficial o mi persona no estuviésemos en el lugar de los hechos, quien sabe que pasaría por su ineptitud!

—D-disculp-p-penos, S-señor, Es que…

¡NO ACEPTO EXCUSAS! Ni lo dejó hablar—. ¡Su plan de acción debería de ser de dos a tres minutos. ¡No diez!, ¡No quince o media hora! ¡Cada segundo vale! ¡Se fueron de juerga abandonando el Koban que les correspondía y que está a escasos metros del restaurant!, ¡NO PUEDEN VENIR AQUÍ A PLANTARME EN MI JODIDA CARA SUS MEDIOCRIDADES!

Se sintieron minúsculos ante las sentencias y señalamientos de su Jefe (con razones de sobra) no dejó de desplegar sus reclamos o sus ineptitudes, sancionándoles con un reporte a su curriculúm. Al pedir que se retiren de su vista con los tres reos causantes del robo frustrado, el ladrido de Makkachin lo sacó de su cabreo temporal.

La señorita caminó hacia Yuuri y su sobrino se escabulló para ir a sus brazos. No paró de preguntarle lo mínimo, que si estaba bien, que si le hicieron daño, cosas que en medio de su intranquilidad al ser tío/padre al tiempo, le eran algo normal después de un episodio como este. 

El niño de carita redondita y tierna le respondía con alegría, pronto Yuuri estando frente a su oficial (una colega digna y bien formada a la cual ya deseaba reintegrar) no dejaba de darle inmensamente las gracias por estar al pendiente de Yuuki o de pedirle disculpas a ambos por no estar allí. Vicky le restó importancia diciéndole que lo más importante era que todos los civiles incluyéndoles a ellos, se hallaban con bien, gracias a su experiencia como jefe policial. Eso provocó que el carmín en ese japonés reservado apareciera en su rostro.

De repente aparecieron parte del personal de Le Petit Agape, el Chef-jefe Nikiforov y el Chef repostero Katsuki, fueron los primeros en brindar sus gracias totales por evitar una tragedia y que las veces que quisieran llegar a sus sucursales todo entraría por cuenta de la casa, los demás también retribuyeron sus agradecimientos.

Estando algo retirados para darle espacio a par de oficiales, allí el más eufórico por la adrenalina generada fue el mesero Plisetsky, quien no dejaba de endiosar a la copia del cerdo policía y la hermana perdida del calvo como los putos amos del universo, sus movimientos y el manejo en sus armas lo impresionaron y hacía comparaciones para molestar con saña al par de cobardes llorones que tiene por jefes de cocina.

—¡Yura ya basta! ¡Yuuri, dile que deje de molestarme! —Estrilaba Víctor malhumorado. Yuuri solo reía ante la puesta infantil de su marido.

¡Es la jodida verdad, viejo! ¡Aprende de tus fotocopias!—Todos rieron por esa atribución del ruso.

—¡Por mi parte, solo diré ese amigo tuyo, hermano Vitya, fue tan salvaje y tan varonil que solo deseo que me arreste y me haga todo lo que quiera! —Suspiro el Sous-Chef suizo demasiado sensual.

¡Iuuuuhggg! ¡Qué asco! ¡Deja de ser tan puerco!

—¡Nel!

—¡Lo mismo con tus perversiones y…! ¿Hah?

—¿A dónde irá Beka? —Mencionaron, Sala, Yuuri, Jean, y Víctor

El mesero Otabek con ese modo tan sobrio de ser, caminó hacia el hombre y la mujer que estaban por partir para montarse en las ultimas atracciones mecánicas con el pequeño. Sus amigos más atrás le siguieron para saber qué haría y cuando dio su última pisada, posándose frente al par de oficiales de la ley, él soltó una insólita frase que era bien conocida en el grupo de cocineros…

 Sus amigos más atrás le siguieron para saber qué haría y cuando dio su última pisada, posándose frente al par de oficiales de la ley, él soltó una insólita frase que era bien conocida en el grupo de cocineros
By Sharayanime

Preguntó Vicky con voz adorable y sin entender nada mirando a Yuuri, el pequeñín intuye lo mismo imitando a la señorita. Nuestro T.C se sonrojó ferozmente sin saber cómo responder a sabiendas que él si conoce el termino.  

El Chef-jefe ruso, el mesero con pinta de vándalo, el pinche canadiense, la anfitriona italiana y el Sous-chef suizo, cayeron de espaldas al suelo chistosamente al ver que Otabek apañó esa curiosa expresión inglesa formando un corazón con sus manos. (Aunque su rostro seguía igual de inexpresivo por mucho que fanboyleara en su interior) y todo por esa pareja de policías que era como ver una versión Hetero-Shonen de los protagonistas de su programa favorito (Yuri On ice) del cual precisamente, es el líder del club de fans en su comarca. Su contra-Parte sería el capitán Chulanont, de conocerse se le sumaría a la causa «Yuuvikistica». Es una lástima que ese hámster aun lo tengan relevado en Rusia.

 y Yuuri Valastro, solo atino a reír o negar con su cabeza. Dedujo que ese karma del famoso programa de patinadores sobre hielo, aún sigue persiguiéndoles en miles de formas y sabores…

Casa del T.C Katsuki – Tokyo / Japón
Inicios de Mayo del 2017 – Sábado 9:30 PM

Lo único que se escuchaba en medio de la autopista poco transitada era el manso murmullo causado por el motor del automóvil último modelo de color obscuro, la noche con sus luceros sobre lo más alto les regían su camino de vuelta a casa y a ciencia cierta, todo pareció haber acabado de modo fructífero.

Katsuki Yuuri cerciorándose de que todo marchara en orden, de vez en cuando miraba de soslayo atraves de su retrovisor, y siempre se topaba con la preciosa e inigualable estampa.

Su niño dormido y reclinado apaciblemente en el pecho cálido de aquella señorita, quien a su vez dormitaba sentada en el asiento trasero. Ella lo acurrucaba por inercia en medio de su sueño, dando pequeñas caricias en la melena ajena y ambos lucían sus diminutos labios entre abiertos. Por último, Makkachin, el cual tampoco se quedaba atrás, mantenía parte de sus patas delanteras y cabeza encima de las piernas de su querida dueña. Pese al percance ocurrido en el restaurante, eso pudo pasar a segundo plano cuando terminaron de disfrutar su estadía en los juegos faltantes en Ikebukuro. La puesta final destacó con esos tres bellos durmientes bastante cansados pero felices por este día y por supuesto, el adulto del grupo compartía el mismo sentimiento. Más tramos, luces y vías por recorrer, ya estaban sobre el borde de Shibuya, Katsuki decidió llegar a su casa primero para que Yuuki descansara en su cama.

Aunque también quería aprovechar ese momento a solas, solucionar de una vez el malentendido con Vickytoria y darle la buena nueva de ello. De aquí al lunes lo sentiría eterno y su ansiedad lo carcomería de solo contabilizar las horas. Por fin estaban en la urbanización a la cual pertenecía, estacionó su auto en el parqueadero, abrió la puerta y le habló a la muchacha o tocaba su hombro con cuidado procurando de no asustarle. Ella en su letargo y parpadear logró enfocarse en los ojos marrones que le observaban con nobleza.

—¿Y qué tal tu siesta? —Le bromeo al tiempo que Vicky se apenaba.

Ahamm… yo…yo no debí quedarme dormida…

—Veo lógico que te agotaras, Yuuki saca fuerzas cuando uno menos se lo imagina… —Dijo con honestidad—. La academia esta algo retirada, ¿puedo llevarte si quieres? —Sugirió, si ella le colaboró con Yuuki, mínimo debía retribuirle de alguna forma.

—Yo…no creo que sea correcto. —Rechazó su oferta, Yuuri no negará que le dolió más no se rendirá. ella continuó—. Es mejor que me vaya por mi cuenta y que ya no te moleste como acordamos.

En realidad no me molesta. —Le detuvo aclarándole las cosas—. Quiero hacerlo.

—Pero…

Denegado. —Reiteró—. Esperarme aquí, te llevare.

El hombre ayudó a bajar a la muchacha del auto como todo un caballero y fueron al apartamento por petición del mayor. Mientras que Vicky cargaba al mini-katsudón dormilón, Yuuri le hablaba que él mismo se encargaría de acercarla a la academia. Vicky intento negarse, pero Yuuri desistió. No ve prudente que ella se vaya sola a estas horas de la noche, y expuesta de esa forma por falta de ropa. Su conciencia no se lo permitiría.

Ya dentro de la vivienda, Vickytoria la encontró acogedora, sencilla y hogareña. Yuuri liberó a Vicky del muñequito de felpa que era Yuuki debido al sueño, le dijo que le esperase unos minutos para dejar a su sobrino en la cama y se irían. Vicky quiso volverse a negar pero ya Yuuri había entrado a su cuarto. Ella en silencio observaba el lugar, y vio un par de fotos. Algunas eran familiares, a veces con amistades u otras donde el marco golpeó feo su estancia y realidad, que le recordó sus diferencias tanto en lo profesional como en su madurez, sin mencionar la neblina culposa que le rodeaba.

—El jefe amargado se ve bien aquí con su traje de oficial, ¿verdad, Makka? —El husmear del caniche sobre la foto del humano mayor lo ponía contento al mover su cola vertiginosamente—,y veo que te agrada mucho… A mi también, ¿sabes? Creo que no te comenté que Yuuri ya era mi amigo cuando aún era pequeña. —En su desahogo, la dueña le correspondía con roces amistosos—. Solo que… Ahora lo arruiné todo por mis imprudencias y ya no sé cómo arreglarlo o ni cómo debería proceder. 

Makka buscaba consolarla cuando ella regresó la foto a su lugar y luego Vicky apoyó su rostro sobre el pelaje de su amigo.

De hecho, lo de hoy fue un capricho excesivo y tengo suerte de que no tomara represalias por Yuuki. Presiento que puedo empeóralo en cualquier momento y cometer otra falla… Ya estoy llegando a creer que soy experta en dañar todo. —Sonrió forzada, hallándose en el mueble blanco. Fue una línea triste que no perduró mucho tiempo pero fue lo suficiente para removerle su fortaleza, que lagrimeara y quebrantar su voluntad…

A fin de cuentas, es su propia culpa que él ha perdido toda credibilidad en ella. Vicky no olvidaba que por su inexperiencia y reclamos inmaduros le defraudó en reiteradas ocasiones, que si él se portó «amable» en el día de hoy,  fue porque acordaron una tregua. (O eso pensó, desconociendo que Yuuri ya recapacitó y que en todo ese lapso que compartieron no se obligó a ser cortes por Yuuki, lo hizo por gusto y porque le estima). Vicky no dejaba de inferir consigo misma que ya le había dado muchas molestias desde que llegó a Japón, no se siente a su altura y mucho menos tiene el derecho de estar ocupando ese lugar en su academia. Incluso sigue cuestionándose miles de veces del por qué aun no la han expulsado.

Experimentar ese nudo en el estómago no era sencillo, experimentar que falló a su promesa y ver que su tía, Ivonne Nikiforova tuvo razón también, y es duro… ¡Total! Ella ya ha pedido la de baja, y confía en dar por terminado ese trámite el lunes con la firma de su superior. Vicky toma su bolso y se fue con Makkachin por su cuenta.

Yuuri demoró más de lo esperado porque buscaba alguna camisa limpia para cubrir a la muchacha del frió y cuando miró por última vez a Yuuki removerse o bostezar en su cama con Kobuta chan aprisionado en sus acortados bracitos o cuando sacó su mano de uno de sus bolsillos de su blazer, de este cayó un papel. Recordó que este le pertenecía a Vickytoria, se le dio por leerla (por simple curiosidad ya que él se la devolvería) y al tomarlo entre sus dedos o detallarlo mejor tuvo una horrible sensación, una que no asimiló o bien le costaba por el formato de presentación…

Tokyo, Japon xx de Mayo de 2017
Prefectura de Shibuya.


Señores:
Dirigentes, Jefes de Personal, y a quien corresponda en el F.E.G.I de SHIBUYA. 
Dirigentes, Jefes de Personal, y a quien corresponda en el T.S.P.A de SHIBUYA.

ASUNTO:  Petición de Retiro Voluntario…

Yuuri necesitó hacer una pausa… Yuuri no podía creer lo que estaba leyendo…

Entre más reparaba todas las palabras y oraciones en esa carta, sintió como miles de cristales eran rotos. Desde su dispositivo obtuvo acceso a la base de datos y efectivamente confirmó que Vickytoria hace días había solicitado adelantar su retiro… Solo faltaba la firma de cualquier superior, en este caso la del General Felstman o por default la suya.

Yuuri salió con desespero de su cuarto al tener un mal augurio en su ser, llegando a la sala y encontrarse con un vacío espectral. Miró en la cocina, o abrió su puerta principal pero no le vio, Vicky ya no estaba. Entonces, su mente traicionera rememoró su petición…

《  Me gustaría tratar algo de suma importancia para mí,  
No puedo dar tregua y  tiene que ser lo más pronto posible.  

—¿Eso era lo urgente que querías tratar conmigo el Lunes?, ¿ésto es real?

Las señales estaban ahí… Siempre estuvieron allí… Por eso ella actuaba así en esta última semana, por eso insistió con lo de Yuuki, ella se iría y Yuuri hallándose como el gran imbécil del año, no se dio cuenta.

 ¿Entonces? ¿Aceptas la tregua por hoy? Prometo no darte problemas de esta índole otra vez… 

 Aquellos pensamientos no dejaban de martirizarle su cabeza y recién dimensionaba las cosas. Yuuri aceleró su paso, Yuuri necesitaba hablar con ella y convencerle de que desista…

«Retiro voluntario«

Esa palabra lo dejó asustado, preocupado, angustiado, con miles de sentimientos acumulados que no sabía cómo abordarlos… Esa espina presionaba su pecho por quererla encontrar, los vigilantes le avisaron que vieron a la chica salir hace poco en dirección al norte que colinda con la fuente principal y nuevamente arrancó para alcanzarle.

—¿Dónde estás?

Poco a poco, el eco de sus pasos apresurados se propagaban en medio de la calle. Poco a poco, la expresión de su rostro se fue tornando más y más atribulada.

《  « si continuas así, te arrepentirás de tus actos  
y cuando te des cuenta, ya será demasiado tarde  》

—»Soy un estúpido»...Poco a poco lo dicho por Christopher se cumplía de una manera burda a su parecer. El destino tiene miles de formas para ajustar a las personas o hacerles ver sus errores, ese paseo ayudó mucho para que Yuuri pudiese apreciar lo valiosa que puede ser Vickytoria en muchos aspectos, a él no le alcanzaría la vida o la otra por agradecerle lo que hizo por su sobrino y ahora que por fin pudo decirle gran parte de sus temores del pasado, el estrellarse con esa posibilidad de que ella se fuera…

—¡¿Dime en dónde estás, ¡Por favor?!

Tendría que ser muy desgraciado sí la dejase ir o prescindir de sus servicios profesionales o incluso de su amistad por causas en la que ambos y que sobre todo él, forjó en su mal arranque y accionar. Supuso que aparentar esa dureza, después usara la ruptura y luego maldita terquedad o austeridad pasajera para con ella, logró que Vicky se arrojara a esa decisión. 

¡Por un demonio! ¡Claro que ella tiene bases para hacerlo! ¡¿Qué persona sensata no lo haría?!

De milagro pudo figurar a lo lejos la cabellera plateada de esa chica y que al parecer, debió esperar a que su mascota saliera de esa fuente de agua.

¡VICKYTORIA!

—¿Yuu?, ¿Yuuri? ¿Qué haces aquí? —El asombro fue espontaneo en ella. No pensó que le buscaría.

—¡¿Por… qué… te…fuiste?! —Sudaba y respiraba errático entre cada pausa y por todo el esfuerzo físico que realizó—. Te dije…que…te llevaría.

—¡Porque ya no quiero incomodar! ¡Te dije que puedo irme sola, no seas terco! ¡No tienes que hacerlo! ¡Ve con Yuuki!

—Yuuki está dormido y yo solo quiero que te dejes ayudar, pero insistes en ser rebelde…—Su abrupto cambio no pasó por desapercibido en Vicky, Yuuri ya no le permitiría más declines…

—Si ya sabes que soy rebelde, porque por eso estoy a la deriva en mi trabajo como Oficial y en muchas cosas… ¿Entonces qué haces aquí? ¡No tienes que seguir fingiendo conmigo! —Soltó con tono apagado, defensivo y dispuesta a marcharse con Makkachin, pero Yuuri no la dejó…

—Estas muy equivocada, Vickytoria. —Le habló una vez más con paciencia—. Eres una mujer inteligente y puedes diferenciar mis actitudes fingidas o sinceras perfectamente, aunque sí soy franco… También quiero que me expliques el porqué de «esto»

La seriedad brillaba en sus ojos, haciéndole ver imponente en sus pasos cuando devolvió el documento ajeno a la oficial, la joven arrugó el ceño, exigiéndole por qué tenía algo que era suyo, Yuuri ignoró toda valía en ella centrándose a lo que vino.

—Sigo esperando respuesta. —Sus gestos se volvieron serenos y calculados.

—Esto es el colmo. —Ella rió incrédula ante lo escuchado pasando su mano por el cadejo platinado que le sobraba—. ¿En serio, Katsuki Yuuri? ¿Tú me estás preguntando eso a mí? ¿Tú cuando hace varios días tenías pensado el retirarme? 

Vicky no aguantó más, y ha tomado un respiro…Un día más o un día menos, este punto lo tendrían que tocar.

Todos los días me reventabas aquella expresión de «Retiro» en mi cara por no ser lo que tú esperabas cuando yo realizaba las misiones o que cometiera mis equivocaciones. Para nadie es un secreto que muchos miembros del F.E.G.I como los tutores de la T.S.P.A, no me aceptaran porque me encontraban algún defecto, que soy indisciplinada o que fuese la oveja negra por no llevar los protocolos. Porque a veces suelo desafiarlos y exponerlos a ustedes en obstáculos peligrosos… ¿Y sabes que es lo mejor de todo el asunto? —Se afligía así misma—. ¡Que en cada maldita palabra hay razón de ser! ¡Los hechos hablan por mí! ¡Acabé suspendida de toda actividad por mis malditas imprudencias y mi maldito ego!, ¡mis compañeros de la Guardia Imperial rumorean cosas sobre mí, y por más que quise arreglar mis dificultades y aún más contigo, te fallé!

Su rostro concordaba con los remolinos internos que cargaba. Sus iris fueron nublándose por el resurgir de sus lágrimas y estas se fueron derramando… Vicky se odió en ese momento…Odió llorar frente a Yuuri Katsuki y que le viese ese lado tan patético, infantil y débil de su parte.

—¡Te fallé y no cumplí!, ese motivo es suficiente como para pedir mi retiro… Te defraudé miles de veces copando tu paciencia y vi razonable el que no me hablaras o me dirigieras la palabra por estos días o que me tratarás fríamente. Tienes razón de ponerte así porque nunca medí mis consecuencias, abusando de ello.

—Vickytoria…

—Porque mezclé cosas que no deberían de indisponer mi trabajo con lo emocional, y acabé liándolo aún más… Mi tía tuvo toda razón en decir que soy una caprichosa que no sabe qué acciones tomar o hacer correctamente. Que era una locura lo de ser oficial como papá…

La tristeza como el fiasco en esa muchacha era grande, Yuuri deseaba de alguna manera mitigar parte de ello pero Vicky no paraba de culparse o sentirse minúscula.

Y lo que más odié de mí y que me causa repulsión cada vez que me acuerdo de haberlo hecho, fue el saber que aunque tú ya supieras quién soy, que me recordaras o el que decidiste no decirme quién eras en ese momento porque no lo viste adecuado. Yo me sentía enojada contigo por enterarme de aquello y que no me buscaras. Que en esos días que ocurrió nuestro primer confrontamiento, porque no me dejaste participar pensando que era por falta de confianza; Yo, la muy estúpida, no me puse en tu lugar ni un segundo y me arrepiento…

Víckytoria dejó fluir todo su remordimiento al sollozar, uno que Yuuri supo entender y capaz de traspasar. El japonés, le brindó el espacio a esa muchacha para que botara todo lo que llevase por dentro. Yuuri no se equivocó, fue acertado en intuir que Vickytoria, detrás de su fachada defensiva o sus sonrisas impuestas al mostrarse como realmente es, no era más que una pequeña y bella flor solitaria a punto de ahogarse en la soledad.

Te reproché cobardemente mi enojo con cosas que nunca debí pensar, ni sé cómo hice para sacarte en cara las promesas que me trataste de realizar, que pacientemente de pequeña esperé y esperé pero que lamentablemente desde la muerte de papá y más adelante por la de mis tíos o que te encargaras de Yuuki, debieras romperlas y no por gusto propio. Optaba por llamarte «mentiroso» o decirte «indirectas»… Fui una persona «horrible» contigo sin saber aquello… Y ya para cuando terminé de arruinarlo en ese segundo choque, donde tenías todo el derecho del mundo de regañarme como lo hiciste… Phichit me buscó y me explicó parte de tu situación. Yo…Yo….Yo…

Se abrazaba a sí misma y apretaba ese papel, en el instante que fue perdiendo fuerzas al quedar de rodillas al suelo o bajar su perfil. Su hipear, su vulnerabilidad y el temblor de su cuerpo habían expiado su muro de concreto haciéndolo franco.

—Yo sinceramente no sé porque tío Yakov aún me tiene aquí sabiendo que no cumplí con sus expectativas de Oficial… Y tampoco sé porque tú aun sigues teniéndome aquí tras haber roto tu confianza… Yo no me siento digna de ser tu colega, de que me trates a tu igual cuando no es así o que tú continúes siendo mi jefe y mucho menos mi amigo… Por eso te pido que me des el retiro, para ya no darte problemas e irme… —Estiró su mano empecinada mostrando el documento—. Solo falta tu firma y esto se acabaó para mí.. yo de verdad lamento haberte juzgado…P-perdón, Yuu…ri… Per…dón… Perd…hamm….

Mares y mares de lágrimas caían en abundancia después de ese desfogue… Estas contaban cada «Perdón» o un «Lo siento» de esa boca… Vicky revuelve todas sus emociones en sus disculpas, unas sentidas que llegaron a oídos ese hombre y quien estaría mirándole con mucha quietud compasiva. Al ser el adulto, entiende el reaccionar ajeno (claro, algo tarde y después de un par de empellones por cortesía de Chris y Phichit) pero ya no quiere ver a su pequeña pupila y amiga, así.

Dio un par de pisadas, también se arrodilló para acabar abrazándola. Aunque al principio la niña opuso algo de resistencia, y aun si no es su costumbre, Yuuri vio que esto era lo más indicado para tratar con el conforte de la joven apocada que ahora tiene bajo su manto. (y le está costando) Puede no lo parezca porque es el tipo de persona que nunca ha sido expresivo a nivel corporal; mas tratará de resolver y quitarle esas ideas de su cabeza, sin dejar de lado su prácticidad. Obviamente una dosificada debido al momento entablado.

¿Cómo quieres demostrarme de que estás hecha sí solo te veo llorar y rendirte cual niña pequeña? —Su voz fue suave endulzando el oído de la muchacha al tiempo que agasajaba su cabellera.

Vicky había parado de removerse en medio de sus brazos o de su pecho y se dejó hacer conteniendo nuevamente el asome de gotas salinas que peleaban por salir.

Ahora quiero que me escuches lo que pienso decirte… y préstame mucha atención, ¿de acuerdo Vickytoria?

Yuuri le comentaba que si bien, ella hizo mal en todos los pormenores que ha mencionado y que era alguien con particularidades «volátiles» por su manera de ser… También le explicaba que nadie es perfecto, y que todos… ¡Absolutamente todos!, en algún momento pasaban por ello. Incluso, podían pasar los años en personas que le doblan la edad y fácilmente podrán recaer en sugestiones por «x» o «y» circunstancia, él mismo se puso de ejemplo.

Si alguien aquí tiene que pedir disculpas y sentir vergüenza, debería de ser «yo» por llevarte a ese estado… Debí ser sincero desde el momento en el que supe quien eras y no lo fui. Fueron tantos torbellinos juntos, que terminé provocando lo de ahora… Gomen-ne Vicky-san. —Yuuri continuó apoyando su rostro aun lado de la mejilla ajena, la calidez emitida al juntar sus pieles fue una bonita sensación que le obliga cerrar sus ojos o comentarle sus opiniones de modo íntimo, y respetuoso sin perder el norte del tema—. Pero ahora que lo pienso… La vida sabe cómo jugar sus cartas, y quizás esto tenía que pasar para que tú vieras muchos puntos de los cuales, ya estás consiente y que yo pudiera detenerme a pensar con cabeza fría, sobre mis juicios.

—Ahmm….Mmmbb… Yo…   Ahawwmm…  Lo…Sien…to.

—No lo hagas, ya no te culpes… Tranquila.

Acabó separándose y quedando justo frente con frente, Vicky había cerrado sus parpados negándose a llorar y otra vez su sentimiento sufrido puede con ella agachando su cabeza. La sensación de sentirse así, tan accesible a ese caballero, no le agradaba. No le gustaba generar esa expectativa. Pero Yuuri infiriendo que ella podría pensar que su actitud llorona evocaba «lastima», le dió a entender lo contrario.

Con esto no me estoy justificando y de hecho, no me arrepiento de haberte tratado con dureza ese día… Tal vez hubieron palabras que nunca debí decirlas, y me hicieron ver como un patán… Eso si lo reconozco, más era algo que sí o sí, tenía que pasarnos y más a ti, porque de seguir dilatándose tu comportamiento como lo venías haciendo, a futuro podría haber acontecido un problema peor de no ponerte un «freno»… Los chicos son blandos contigo, el propio Felstman lo es, pero necesitabas a alguien que te sentara cabeza y paradójicamente fui yo el verdugo… ¿Si me comprendes, verdad?

Aceptar los altibajos como también enterrar los miedos, y aprovechar los consejos, todo eso le comentaba Yuuri en lo que calmaba las ansias a Vicky o que poco a poco lograse que al fin le ojera con ese sonrojo gracias a la humedad y sus descargues repentinos.

—Pero… Yo te fallé…

—¿Y?

—¿Acaso no entiendes? —Alzó su mirar azul sin titubear—. ¡Yo no merezco esto! ¡No quiero compasiones!, ¡quiero asumir mis consecuencias!

—¿Y quién dijo que me estoy compadeciendo? —Fue directo—. Solo te planteo el problema y una solución. Nadie dijo que sería fácil y más cuando sé que fallaste, así como yo también fallé. Ambos fallamos. —Vicky debió tragarse sus palabras. Yuuri continuó con su postura, era severa pero no pedía su aire afable—. Cuando Felstman habló conmigo me dejó muy en claro que debo trabajar muchas cosas en las cuales te fallé contigo como tu jefe, así como tú debes esmerarte como Oficial. Por esa razón él no delegó nada en concreto hasta que analizara el asunto en mis cabales y por eso él se encargó de tu caso personalmente… 

Katsuki le dijo eso sosteniéndole su rostro con sus manos para no darle tregua a que le esquivase.

—Ahora, si definitivamente quieres irte, yo no puedo detenerte e igual, siento que estás tomando la vía equivocada y siento que estás forzándote a dejar lo que te apasiona por presiones en tu cabeza… ¿Dime? ¿Acaso te ves viviendo en Rusia de nuevo o retomando tu antigua rutina como lo fue alguna vez?, porque por más que me agrade tu arte magistral como Danseur, yo no te veo allí…

Vicky sabía muy bien a lo que Yuuri se refería pero su conciencia la declaraba en un conflicto interno entre lo que era correcto o no… Yuuri logró crear una sacudida significativa en los pensamientos de la Oficial y atacó con más sutileza en su hablar.

—Si escoges huir o hundirte en tus lloriqueos antes de que yo pueda darte un veredicto, no sabré del cien por ciento de tu potencial. Lo que dará una falsa razón a todos, incluyéndome de esa percepción sugestiva que tenemos de ti y allí, si me decepcionaría o me sentiría con mi tiempo desperdiciado, y esas cosas no las tolero. —Fue honestamente nefasto—. Pero… Sí tú realmente quieres reivindicarte con Felstman, con todos y conmigo… Entonces deja de llorar, y comienza de nuevo. —La sonrisa a medio lado surgió en su prácticidad…

¿Por qué me dices esto?

—Porque una vez te dije de que nosotros y solo nosotros, somos los encargados de dar un punto de vista negativo o positivo de nuestro propio reflejo a los demás… SÍ ponemos lo expuesto en una balanza, estamos iguales… Yo te invito a que me muestres tu capacidad real o por lo menos considera la propuesta un par de días y en el camino veremos lo que ocurre.

—¿Tan… seguro estás de ello? —Preguntó con timidez—. ¿Tan seguro estás de que no te defraude otra vez?

Lo suficiente como para decir que eres alguien que no le gusta perder o tampoco rendirse a los retos y que sí te equivocas, encontrarás la forma de arreglar lo que liaste… Eres… Una Nikiforov después de todo.—Yuuri se encargó de ser frontal en su respuesta tras acomodarle su mechón, un mal habito culposo que ya se le hizo costumbre—. ¿Y sabes lo que pienso de «ésto»? —Tomó ese papel y lo hizo añicos—. Que no debes apresurarte a los acontecimientos, no sigas mis ejemplos…Y mucho menos, suprimir tus deseos… Eso último me es curioso ya que… ¿Hoy me regañaste por ello, no?

Vicky acabó sonrojándose mientras Yuuri continuó con más y más explicaciones, una más convincente que la otra con el simple propósito de hacerle ver a esa pequeña que en la vida es relativamente subjetiva. Que sí los dos van a trabajar otra vez, deberán hablar largo y tendido para que dicha confianza entre subordinada y superior se reconstruyera de nuevo… Vicky redefiniendo lo dialogado entre ambos, no le cabía duda que las intenciones de Yuuri fueron certeras, y luego, algo dentro de su interior la impulsó a expresar un único deseo…

¡Yuuri!

¿Ah?

Ella en un arranque gritó su nombre sorprendiéndolo al tirársele encima, estando en medio de sus piernas y tomarlo por sus hombros. Makkachin se puso detrás del humano buscando atención.

—En…Enséñame…—Musitó por lo bajo.

—¿Qué?

—¡Enséñame! —Su voz fue audible y adorable al tomar ese respiro y sacar valor—. Yo quiero que me enseñes… A cómo debo hacerlo. Si…Voy a quedarme aquí, quiero estar a tu igual o incluso mucho más para no defraudarte de nuevo, como tampoco a los demás y no dar cabida a malos comentarios… Yo realmente no quiero fallar esta vez… No más… No quiero…—La joven quien ahora cambió su semblante a uno determinado.

Le exigió que sí tiene que ser más duro de lo que ya lo era con palabras crudas hacía ella, que lo hiciera y que en retribución, tratará de compensarlo con mucho esfuerzo, sudor y entrega en su labor… Así su cuerpo obtenga magulladuras.

—¿Estás segura de pedirme eso? —El marrón de tintes obscurecidos solo de dedicó a perderse en esos  azulejos, contento por su cometido al saber que su señorita se quedaría—. Porque sabes que no seré nada benevolente y que por cierto, no lo soy.

—Yo… Yo realmente deseo hacerlo… Yo no quiero que vuelvas a decepcionarte de mí. —Y el azul claridoso en Vicky, recobró su brillar enigmático.

—¡Okay! ¡Es un trato!… —Con una sonrisa amable le dío su mano en aprobación, como sí firmaran un pacto. Vicky la tomaba con delicadeza y mucha timidez, quizás sorprendida de su acción y luego su vista posó nuevamente a los ojos de aquel hombre para escucharle sus condiciones—. Pero… entonces mi confianza no te la brindaré fácil, y eso puedes apostarlo… Зайка. —Concluyó así no más con ese dulce apodo… El primero que le dio con mucho cariño en su idioma cuando ella era una linda pelusita en Rusia…

—Yuu…Pensé que no lo… Recordabas…

Cuando las remembranzas se disparan cambiando los colores de obscuros a claros…Para Vicky, al saber que Yuuri aun tuviese tan fresco aquel bonito detalle que hizo con ella en el pasado, terminó por desboronarla. Lo abrazó y respondió con un «si» a todo, entre sus lágrimas nostálgicas.

—Eso significa que debemos trabajar, ¿estamos, pequeña Зайка? —Le acariciaba con mesura sin perder autoridad y dulzura en su voz.

—Ajamm…

—Deberás ponerte al día en todo y cuando digo «todo», es «todo»

—Ajamm…

—Además de cumplir con tus sanciones… hasta nuevo aviso.

—Ajamm…

Y que podamos hablar de muchas cosas que nos competen a ambos… Cosas que necesito decirte, pero dame… Paciencia… Solo un poco más… ¿Sí? —Eso ultimo era referente a su pasado, a su maestro y ciertas escenas en esta cinta que no serán fáciles de digerir…

Entre más palabras y condiciones le acuñaba Yuuri hacia su tierna pupila, ella no paraba de afirmar cual niña pequeña sin soltar su agarre o esconder su perfil cristalizado en el pecho ajeno. Por otra parte Yuuri, al recapacitar por haber hecho lo correcto con Vickytoria, pudo sentir mucha paz en su interior. Al final la cofradía y el pasado que les unió, permitió que los dos pudieran arreglarse y que el mal rollo que se originó por la falta de dialogo, se diluyera por completo… Tiempo ido del que solo queda aprehender y pensar en el ahora.

No obstante y pese a que esta dichoso… Katsuki tampoco deja de pensar en lo que se le viene, dando por hecho que una vez que Nikiforov se reintegre al equipo y por ende a la investigación clasificada, el ritmo arribará con piedras torcidas e «incertidumbres»

«Incertidumbres»… que estarán rondando ese tiempo ingrato, y que por lo visto, a medida que esto avance o tomé el vuelco en su clímax, deberá responder a muchas inquietudes en la joven prodigio y Oficial que tiene a su cargo, sin embargo desde su razón, él ha de creer que cuando aquello explote, aspiraba a que Vickytoria mantenga esa poderosa fuerza de voluntad inquebrantable que pudo descubrir… y ruega al cielo para que le permita llevar la situación… Lo mejor posible.

 Lo mejor posible

📷📷📷📷📷
Continuará…
📷📷📷📷📷

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Vocabulario Cultural o Idiomático (  Y full  laaaaago x_x )
************

*Estar dormido en sus «laureles»  =  dicha expresión colombiana y quizás en otros países, va dirigida a al típico individuo que siempre ha de ser «dejado» en todo, o para ser más claros a nivel latino americano o ibérico «camarón que se duerme se lo lleva la corriente» :3

*Puesto en jaque =  en el Ajedrez, hace alusión al Jaque mate, pero a nivel  policial  se lanza esa expresión para concretar que una banda criminal, organización y o cualquier otro grupo al margen de la ley ha sido neutralizada, también aplica para cualquier civil u otro contexto parecido donde sea menester usarla.

*consigna=  Orden que se da a los subordinados o que se transmite de unas personas a otras en una misión.

*Yamaguchi-gumi ,  Inagawa-kai , y los  Sumiyoshi-kai  = OJO los clanes mencionados aquí son de los más antiguos de Japón desde el periodo EDO, las tres organizaciones se derivaron de los códigos de los samuráis, pero esto varían puesto que son mucho más estructurados; todos los clanes se consideran una familia donde hay fidelidad absoluta a la banda, y según la Wiki y otros blogs, el ultranacionalismo, la obediencia al mayor rango y su estricto y brutal código de honor son la ley.

*Empalme= Significa ponerse al corriente de algo por medio de alguien. Un ejemplo sería con los docentes provisionales. Ellos llegan en reemplazo de otro profesor por x o y motivo y el viejo profesor, debe ponerlo al día con respecto al curso, su plan de área, etc. el nuevo profesor tomará las notas pertinentes.

*Pon duro los Huevos= esa frase en mexicanoSignifica que no dejarse engañar, o que sean franco. la beta ardilla me dijo que lo usan para decirle a alguien que dice las cosas a medias, por conveniencia propia, sabiendo que no es verdad. otra version de eso seria » dejese de mamadas, compa» xDDDDDDDDDD

*Televisa = ; empresa de canal nacional directamente desde el país del taco, encargada de producir vainas TELEVISIVAS como «la rosa guadalupana» «María la del barrio» «y los refritos del refrito de sus refritos»(¿?) xDD

*Vato  se puede decir que tiene dos significados. El primero, es el diminutivo de la palabra «chivato» mmm según lo que yo recuerdo de mi abuelo y de la gente mayor , le decían asi a esos que se «berreaban» es decir, que son soplones o bocafloja. Esa palabra pertenece al argot delincuencial español pero la trasmutaron a «vato» en tierras mexicanas…lo curioso es que coincide con la historia griega de «BATO» y precisamente hace alusión a un «posible soplón» otra ves xDDD (El señor pillo a Hermes/Mercurio robándole la merca a Apolo y este le da algo a cambio para comprar su silencio xD pero al final Hermes prefiere curarse en salud y lo convierte en piedra para que no abra la bocota) LOL.

El segundo significado (y del cual hago referencia en este fic)…es que un Vato en la jerga juvenil mexicana, es el equivalente al «fulano o al mengano» xD

*Chimuelo=  Expresión Mexicana, aplica a la persona a la que le faltan dientes (pero Chris y Phi los tienen todos so…A Leo le gusta joder xDD) Acá en mi ciudad (C/gena de Indias) a los chimuelos, les decimos «esmellaos» (se escribe esmellados pero nos comemos la «d» al hablar LoL)

*Balurdo=  Expresión Colombo-Venezolana para aquella persona que es ordinaria, faltona, o maleducada… también aplica para alguien grosero o que no cumple ni con años xD.

*Chichón de piso=  Yei! vamos con expresiones Venezolanas, la usan para referirse a  alguien bajo en estatura  (LOL, Leo es literal un enano ante esa «caballota» rubia y emputiciada xD )

*Coñazo=  Expresión de venezolana, se usa para decir que le darán un fuerte golpe o para referirse a alguien que es Re-fresquísimo (Yavok con Vicky y Alesia con Leo jajajajxD) pero también, puede ser un insulto fuerte según la situación.

*Chula=  Expresión que en Mexico, en varios paises de America central y parte de América del Sur hacen alusion a una mujer «bonita o linda» …En españa se usa pero como un sinonimo de la palabra Guay, la cual indican algun objeto bonito un ejemplo sería : «Mira qué juguete más chulo/guay!»

*Guacamole=  El guacamole es una salsa triturada y deliciosa de origen mexicano (gracias México por esa ambrosiana de comida sdgkasjdghas 7u7) que se utiliza para un gran número de platos diferentes, y cuyo ingrediente principal es el aguacate (palta en otros países, aunque soy #TeamAguacate Xd (Y pos Leo no le fue bien xD)

*Arrecha=  En Venezuela, esa expresión puede significar, MOLESTIA o EMPUTE TOTAL en una persona (Alesia estaba enojada, así que vi propio que usara la palabra XD)….

*Nota adicional:  OJO, no confundir con la ver. de Honduras o de Colombia (en ambos países se le dice así a la persona que tiene una gran excitación sexual)

*Jeva=  en el Argot de los jovenes venezolanos tipo brayans, es la forma «tosca»  para llamar a una  mujer , en mi ciudad seria  «una lea» xD

*Chamo(a) =  es el equivalente para nombrar a un chico/chica/niño/niña, pero en Venezuela.

*Hacerle el 2=  Esta frase en el contexto Colombiano o Venezolano, significa  ayudar al amigo para poder salir con «esa» persona que le gusta. xD otra expresión sería  «un cuadre»

*Chava(o)=  Expresión cariñosa de México y de América central para nombrar a una  «chica» o un «chico»  que está entre la adolescencia o la adultez y también se usa, cuando se está en una relación amorosa xD…  Al inicio tenía mis indicios que tomaron esto de la jerga española (con respecto a » Chavala/Chaval») y pensaba que habían hecho un préstamo para hacerla mexicanismo… pero parece que en sí, «Chava o Chavo» viene de la palabra «Chaví» que significa niño o niña en el idioma  «ROMANÍ»  de los Gitanos/Calé O___o (ehh lo que uno se encuentra)

*Swinger =  es una práctica concertada (y tabú para varios) que suelen llevar a cabo algunas personas de espíritu libre para estar con una o más personas, son como «compañeros de piso» y se aventuran a este tipo de relaciones porque en el fondo no buscan una relación afectiva profunda, en si, solo buscan pasarla bien. (y digamos que Chris y Alesia comparten ese tipo de jugadas). Los que son menos liberales pero lo sostienen en lo curiosos, (como lo fue con Phi) solo buscan experimentar antes de decidirse completamente a alguien.

*CR7 =  A nivel deportivo, es el Apodo por el cual se conoce al Jugador Cristiano Ronaldo xD

*Caramba!, Um pagou o pato? Oh meu deus!, esse «Chamo» está fodido!=Del Portugués, y la frase Significa «¡Caramba! ¿Un pagapato? ¡Oh Mi Dios! ¡Ese chamo está Jodido!» (é sei lo preguntan ? e_é Eu solo sei que falo portugues muito bonito xDDD) y que la expresión «caramba» también la usan en Brasil y portugal.

*¡Du bist ein «Hurensohn»! =  Del Alemán, y la frase significa  «¡ Eres un hijo de puta ! » ( Ste suizo  xD)

Bayadere/ 「ˈbīəˌde(ə)r Del Hindú, Significa «Bailarina» en español o en otros paises sobre todo en Rusia, lo escriben como «Bayadera»

*зайка / 「 zayka Del Ruso, Significa «Conejito»

*Het/ 「 Het Del Ruso, Significa «No»

*頑張る, 頑張る, Nikiforova-San!/ 「 Ganbaru, Ganbaru, Nikiforova-San! Del Japones y dicha expresión si se contextualiza puede significa« ¡Ánimos, Ánimos, Nikiforova!»

*Desboronar=  Significa quebrantarse o dejarse quebrar, comparte el mismo significado que su  versión  evolutiva (Desmoronar con M) Desboronar o Desborone es mas usada en cuanto a derrumbes y aunque aparece en la RAE y su uso sea correcto, esta se encuentra en desuso por falta de costumbrismo (la gente ya se acostumbró a usar más «Desmoronar»)

*Paújo= Esta frase Actualmente en el contexto Venezolano y parte de la costa colombiana de donde soy yo,  significa«Hablador de (inserte la palabra grosera, aquí) « o aveces se le dice asi a la persona que se pasa de pendejo o mamón (como lo fue el primo hermano perdió del Mayor Giacometti xD)

Pero si nos vamos más atrás, por allá en tierras romanas de donde es el Crispino. El pajúo era aquel «delator» que solía recriminar a otra persona con la intención de dejarlo en evidencia delante de todo el mundo con un fin oculto.  Ejemplos como apoderarse del puesto de algun trabajo ajeno o evitar que le echaran la culpa de algun robo, o quizás ganarse la partida de algo que no le pertenece (como ocurrió con Cristobal Colón) son los mas sencillos.  Regresandonos a Roma, Dice la leyenda que ese colonialismo, nació debido a que un senador romano quería culpar a un custodio de robarse las escribas de la época, y el resto de custodios lo repudiaron con la siguiente frase   «Pajuum pajunatum est» eso en Latín significa «»He aquí al pajúo»»  xDDDDDDDDDDD… y pos, no es que difiera mucho con su versión actual jajajaja. 

*痛い!/Itai = Del Japonés, y significa (¡Duele!)

*  ¡Yuu Oji-San, Kakkoiii neeee!   En el Kanji Japones se escribiría algo como ( ユーリ おじさん!!!,カッコイ!!!) y traducido al español seria algo como (¡Tío Yuu! ¡Eso fue Cool!)

* F.E.G.I Office, Good morning! Románova speaks!. Let us know how could I help you?  =  Del inglés, y la frase significa    ¡Muy buenos días! ¡H abla Románova desde  las Oficinas del F.E.G.I! ¿E n qué puedo ayudarle?  

Para info de carácter técnico policial, pueden ir al botón que dice (Vocabulario del Fic)

Bien ahora si los saludo como se debe, e_e! HOLA AL PUEBLO ¿Cómo están? ¡Yo aspiro a que Bien! debí juntar las dos partes en una sola y me dio un total de 52.461 palabras xD ahh y los capis que siguen son igual de largos TOT.

Bueeeeno, voy con lo propio: ¿Les gustaron los dibujitos pal cap 17? Porque la cantidad de dibujos aquí fue demasiado.

Vimos muchas cosas puntuales como que los Kazuma o la organización a la cual pertenecen se va tornando más peligrosa O: y tambien vimos la Inclusion de un nuevo personaje! ALESSIA!

Les comento que esto, ya lo tenía planificado desde que extructuré MOF, y el personaje no interferirá en la rerelación del Yuuvik (y no me gustan las infidelidades e_e), pero habrán misiones que los chicos no podrán realizar, es allí , donde Alessia siendo una espía y brazo alterno, entra en acción bajo el mando del viejo ruso Feltsman… agradezco enormemente a Victoria por sus aportes a lo Chamo style! añkshdjsld ❤ el capi va dedicado a ella.

D: ¡¡¡Vimos el distanciamiento entre la conejita y el zorro japones!!! Aunque es lo indicado, una barrabazada de estas no se le podía pasar por alto a Vickytoria y ahora que ella es consciente que tiene que ser «madura a nivel profesional», y que sabe más o menos las cosas del pasado de Yuuri, se siente full «mal» y con verguenza….

tambien ví realista hacer el «apartado» de Yuuri con Yuuki, tener a un nene a cargo demanda tiempo…y Yuuki estaba sientiendo el vacio, a diferencia de otros años…Esos cambios aunque no lo crean, afectan a los peques y muchos niños suelen callar sus problemas por no preocupar a sus papás… lo digo desde mi experiencia como profe. (ya se puso las pilas -a medias- más no es suficiente) …tambien pasamos de la tristeza al humor, de esta a la acción y de la acción al perdón, todo en un mismo día !!! Igual no me gustan los dramamones sin sentido, y pos no me gusta verle separados. TOT soy muy flan. Creo que acá, descubrieron muchas facetas nuevas en Vicky y en Yuuri !! lo malo de ser la ficker Fail es que soy lenta pa avanzar q_q lsakjdhjsad. que sadddd.

Pues ¿Qué puedo decir?, en una parte del capi hice una mención especial para una personita y que desde que empecé a realizar este fic ha estado al pendiente, PAOO VIVAS Q___Q que no se note mi amor a KBT y a tu Beka shipeador jajajaja.

ADOREN A YUUKI BEBÉ PORQUE HIZO QUE SUS CASI (Mami y Papi ) SE HABLARAN DE NUEVO Y LIMARAN SUS ASPEREZAS…<3 ❤ !!

Eso me lleva a las siguientes preguntas. Chan chan chan:

-¿Qué cosas creen que pasarán en el cap 18? o__o porque Veremos a los Kazumas entrar en acción again. Se acabó el recreo mis niños!! xDD
-¿Veremos a Yuuri cuestionarse aun más sobre lo que siente por Vitya-fem? porque el hombre se está haciéndolo. ¡AL FIN! (Ya sácate ese espíritu onoderadozo y besa a la ilegal cabrón xD)
-¿Chris y Phichit se enterarán del paseo de esos dos xD? y si es asi, ¿Quién les dirá toda la sopa? xDDD porque se viene el bullying!!

Preguntas extras: ¿Cómo créen que reaccione Alessia cuando Conozca a la conejita y De quien creen que Yuuki heredó su buen gusto por la ropa?…¿De su linda mami o del amargado sexy su papá (hermano de Yuuri) xD ?

Todo esto y mucho más en el próximo capítulo !!!

PARA FINALIZAR:

1) Podrán saber de adelantos y cosas sobre mis fanarts en mi fanpage de facebook “StarsDub’s” y también los invito a leer otros fics que llevo por allí en Alianza YOI, u oras como Inkspired, o AO3.

2) Si tengo dedazos de redacción, o alguna corrección que hacer, díganmela! la idea es mejorar q_q y que estos capitulos estilo biblia para ustedes queden bonitos, gracias 

¡Nos vemos en el que sigue! ¡¡¡Cambio y fuera!!! ¡¡Muchos Saluditos a todos!!

Att: su servilleta, la shary 😀

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Publicado por sharayanime

Profesora de Día, Artista, Fanficker y Fanduber de noche.

2 comentarios sobre “MOF – 🔥Cap 17🔥

  1. necesito con el alma mas capitulos… porfis… por cierto, puedes decir que fic son los que vas agregando a la historia, porfis…. los recuerdo haber leido, pero no recuerdo el nomnbre, xfissss

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    1. ohhhhh ya te los digo, sé que ahí esta el de Pavlin (como ganarle a un pavo real de Yuuri katsuki), Irisidicencia de carolina, Kiss the cake de Pao vivas, tengo que recordar el resto xD

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