Shary POV’s: Hola, si has llegado hasta aquí por medio de Wattpad o AO3, espero que puedas disfrutar esta bella historia y el capi fue re-beteado y ajustado con los guiones largos… ahora sí les dejó su lindo, y largoooo dramamón. xD
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🔥 Capítulo 12: ¡Encontrada!
🔥 Autora: Shary
🔥 Arreglos y Re-Beteos: Liz y Shary
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En algún Jet privado de Tokyo a Moscú
Marzo del 2017 – 8:00 A.M (Una semana después)
Orejas y cola de gato atigrado revoloteaban en un pasajero que estaba cerca a la ventana de ese vuelo con dirección a Moscú, la mirada felina curiosa de quien hablamos no era de nadie más que del C.P Plisetsky. Él no se alejaba ni un segundo del dibujo que le dieron en honor a su persona, lo miraba, lo retiraba y otra vez lo fiscalizaba. Ni hablar de ese intento gracioso de letra cursiva infantil en inglés… Lo avergonzaba en el acto cuando la leía cancaneada y en voz baja por lo enredada que quedaba.
—Para Yurio Niisan, con mucho… Ca… ¿Cariño?… Reeee gre-sa rápido para jugar. Atentamente:¡Yuuki- san!
¿Y dónde estaba la puerta del avión para tirarse con todo y llevarse su pena?
Acomodado cual malcriado y con su puño casual en su mejilla, mantuvo ese calorcito regocijante gracias al chiquitín cachetón. El kazajo hallándose junto a él y atento a sus movimientos, lo sacó de su trance.
—Captó muy bien tu esencia huraña. —Le quitó el dibujo de sus manos para observarlo mejor y sonreír un poco. Yuri chasqueo su lengua de mala gana, pero no puede negar que le gustó lo que vio. Al frente de ese par, estaba el «King J.J», quien no perdió oportunidad de fastidiarlo con sus comentarios pedantes.
—Awwww que tierno, Yurio-Niisan está sonrojado.
—¡CIERRA LA MALDITA BOCA LEROY!
—Eso no fue lo que dijo el pequeñín sobre ti, querido YU – RIO. —Esa fue Mila siguiendo el jaleo.
—¡¡¡CON UN DEMONIO, ME LLAMÓ YURI CARAJO!!! ¡¡¡YURI!! ¡¡¡EL PRÓXIMO QUE ME NOMBRE ASÍ LE PARTO LA CARA!!!
—¿Incluso al mini-Yuuri? —Sorteó con chiste J.J.
—Porque si lo haces, el T.C será quien te rompa la cara a tí y se deleitara llamándote así, Yurio~ —Y Mila le continuó.
—¡E-ESO ES CASO APARTE! A él se lo permito porque es un niño pequeño, ¡PERO CON USTEDES NO TENDRÉ COMPASIÓN! ¡Y ESE MALDITO CERDO ME LAS PAGARÁ!!!
Una risa descarada resuena por el lugar, se trataba de Giacometti que les escoltaba, el rubio ruso despotricaba palabras soeces valiéndole un coñazo. Estos chicos iban directo a la FSB a dar sus reportes de la investigación y de los resultados que arrojó en compañía de algunos del E.E.I que forman parte del F.E.G.I
Ah, por cierto… ¿Si preguntan el cómo llegamos a esto?, el día que ocurrió el desmán, nuestro honorable e Hijuep******… ¡digo!, «Honorable y práctico» Teniente Coronel, se las supo cobrar por completo de sus subordinados rusos más rebeldes, aprovechándose de la ocasión.
—Al menos «Yurio» es mejor que «conejita», la cadete se llevó la peor parte, toda la academia se enteró gracias a las indiscreciones de Mila y Jean. —Susurró Otabek calmando a un Yuri bufador con la faz amargada.
Plisetsky giró su rostro topándose con la ventana, y por sus ojos pasaban esas cortinas de nubes blancas llamado a su sosiego al tiempo que reflexionaba las palabras puntuales del quien sería su jefe definitivo. Claro que ese enano japonés buscaba una provocación, es su estilo para marcar territorio pero más que provocación, a menudo lo consideraba una «justa» para substraerlo de su zona de confort y llevarlo a conquistar su eficacia en las situaciones menos inesperadas. En algún punto las voces guasonas no llegaban a sus oídos concéntrandose en eso, y la sonrisa socarrona emergió de sus labios, quizás en respuesta a aquella «entrelinea» que a simple vista se daba para malas interpretaciones, Pero una vez que se analizaba, te invitaba a defender el valor de la tenacidad y el respeto de apreciar tu trabajo o bien… eso pensó.
—»¡Ya verás Katsuki… Seré un digno rival para tí!»…— Dedujo en su mente al cerrar sus parpados y divagando aliviado con esa proposición.

(T.S.P.A ) – Tokyo / Japón
Marzo del 2017 – 8:00 A.M (Mismo día)
Volviendo a la academia, las cosas están bastante ajetreadas. Empezando por un Emil y una Vickytoria sancionados durante dos semanas (eso andar de «chachos» en cierto operativo de alto calibre sin autorización de ninguno, no fue muy buena idea…) Como tal, el par de críos merecían expulsión si nos seguimos por el manual. Pero el T.C ,teniendo en cuenta de que los novatos fueron pieza fundamental ese día y que evitaron un desastre mayor, su lado «benevolente» atacó… Así, que los asignó a Crispino para que llevará a cabo todas y cada una de las repercusiones a los que serían sometidos por desacato directo a la autoridad.
Ahora, con respecto a nuestros expertos, todos marchaban bajo el ritmo de la ANP. Esa gente quería resultados rápidos después de lo ocurrido en esa expedición, más un hombre (o bien podemos decir un gallina tailandés pata-chueca) estaba intranquilo con la llamada que recibió, exactamente en la sala de operaciones.
—¡Mi, mi, mi vida, espera…! ¡En serio, perdóname cariño! ¡Lamento que esto ocurriera…! ¡Bueno si, pero…! ¡Bueno eso también, pero…! ¡Pero!, ¡pero!, ¡pero…! ¿Holaaa…? ¿Katrinaaaa~…? ¿Cariñoooo~…? ¿Amoooor~…?
—¿Y bien, cómo te fue? —Preguntó con interés el T.C mientras acomodaba los documentos faltantes.
—M-me colgó Yuu… Esa mujer ahora si acabará conmigo… —Habló el Capitán perdiendo sus colores con desespero.
—Uuuffff ya valiste, Güey. Ni cantándole «Amorcito corazón» o buscando al «Chapulín Colorado» te vas a salvar del madrazo. —Y ese, fue el fedérale sacando a flote todas sus mexicanadas.
El japonés y el mexicano agringado desde hace tres meses junto con el suizo (que en estos momentos se encontraba en Moscú) venían presenciando esos alti-bajos en el pobre tailandés e intentaban alentarlo de su precaria situación. El enrollo aquí, es que él trabajó de nuestro hámster, demandaba tiempo y/o jornadas excesivas donde su prometida, (cuya belleza no tenía igual pero era una fiera colosal en todos los sentidos), le confrontaba enardecida y con rabietas por no cumplir en la mayoría de sus citas o postergando sus salidas. A veces por llamadas, otras en directo (siendo está, la más peligrosa a enfrentar por su integridad física).
Enamórate, decían… Será facilito siendo policía, decían… Ohhhh sobre todo eso.
Ahora con este proceso delicado de la organización criminal, el cual ya se había regado en los noticieros gracias a los reportajes del señor Moroka y su auxiliar Minami, más con todas las autoridades encima suyo, se sentía atrapado entre cadenas nocivas que le apretaban cada uno de sus intentos fallidos por corresponder en su papel de novio. El joven moreno con los ánimos contra el suelo le escuchaba las letanías traviesas que el latino lanzaba en son de broma y el japonés viendo la lúgubres pintada en esa cara tailandesa, regañó al fedérale en muy buen español.
—Leo, ¿con esa informalidad de tu boca, besas a la señora «Lupe»?, sin ofender. —Sonsacó Yuuri reseñando a la madre del latino, ya con sus documentos en mano, y listo para salir—. Y ya deja a Phichit en paz.
—¿Qué…? El español es el mejor idioma de este mundo, mi jefa Guadalupe me adora y tú ya me conoces, pinche Yuuri.
Leo de la iglesia es Agente secreto Federal de la D.E.A en EE.UU y también es Oficial Fedérale de la República Mexicana partiendo de su doble nacionalidad. A sus veintiséis años es la tercera persona a quien Yuuri, le permitía hablar de vez en cuando con ligereza de su ecuánime ser y comprendía que eso, era más por rasgos culturales. Pues, el japonés aprendió con mucha paciencia que los latinos (porque Leo se consideraba más latino que gringo) son individuos enérgicos en extremo que cantan claro sus opiniones y parece que si usan expresiones no formales o incluso un tanto de «barrio», son más francos u honestos. Ambos trabajaron juntos en la FSB cuando Andrei era su jefe y en vista que Leo, en la mayoría de las misiones siempre le tocaba con él, se esmeró por aprender el idioma de tierras iberoamericanas.
—¿Y ese «pinche» en México, se supone que es de cocinero o de insulto?
—Insulto, pero del bonito para los amigos.
—Ok, Entonces… ¿Yo debería usar un «pendejo» o «cabrón» en ti? ¿No?
—¡Óigame no!, ¿qué pasó, carnal? ¡Me pierdes, Katsuki! —Fingió resentimiento.
—Solo intenta ser neutral y más moderado en tu hablar. —Acotó directo y con algo de chanza en sus palabras.
—Chicos… —El moreno cercó lugar—. Se supone que me deben aconsejar, no discutir entre ustedes en español. —Habló en un inglés muy bajonado y sus amigos se disculparon por la indiscreción.
Sí Chris estuviera allí, a Phichit lo estaría zarandeando sin pelos en la lengua y a la «bruja cizañera» como suele decirle de modo altanero, le haría mala cara, porque ella debería tener más comprensión con él si realmente lo «ama»… Phichit le ha asegurado eso, más él por respeto se ha tragado algunos comentarios y presiente que las cosas no han ido tan bien con su actual pareja. Su sexto sentido suizo- hetero-homosexual nunca le falla.
En el caso de Leo, las pocas ocasiones que él los ha visto conversar sobre el asunto, también ha dado su opinión concordando con el Mayor de ojos verdes encandilados.
Mientras que Leo hablaba con Phichit en buena jocosidad, a Yuuri le agradaría ser alguien sabio en estos temas y poderle ayudar como se debe, es decir. Sabemos que él no es muy dado a involucrarse en la vida personal de los demás y menos si se trata para dar consejos amorosos porque él mismo se considera aislado alegando a su naturaleza reservada, más siempre ha permanecido para Chulanont como un amigo incondicional, fiel y confidente. Escuchándole sus sueños, sus abatimientos o brindándole su apoyo de la mejor forma posible, así fuese con mucha inexperiencia de su parte.
Sin embargo, como su jefe, él no podía permitir que ese gazapo (por muy dolido que sea) le hiciera bajar su rendimiento, oficio es oficio.
—Chulanont. —Phichit sabe que cuando el emplea su apellido con ese tono imparcial, lo que dirá es serio, no obstante, fue bastante afectuoso posando su mano en el hombro—. Me entristece mucho esto, y me gustaría colaborarte pero ahora te necesito concentrado. —decretó—. Te necesito aquí, con los pies en la tierra. Leo, dependerá mucho de las preguntas que le hagas a Yamamoto. Eres mi mejor carta, pero con esa actitud, él verá a través de ti y te va a enredar… ¿Si me comprendes, verdad? —Dijo Yuuri algo apenado y siendo consiente del mal momento que estaba viviendo. Debió ajustarle para el caso que llevan y Leo también ratificó esa moción de su superior aligerando las cosas con su chispa carismática.
Phichit con sus ojos negros y algo opacos, entiende. Por mucho que Yuuri sea su casi hermano y Leo un buen «compadre» (palabra que aprendió por ese Gringo-mexicano aunque no sepa español.), el orden en conjunto con la ley, imperan. Sin más alargue, sonrió un tanto perezoso alejando esas marañas y diciéndole a los muchachos en confianza un—: Tienen razón chicos… ¡Vayamos a trabajar!
—¡Así se habla cabrón! —Amenizó el fedérale con mucha alegría, y de Yuuri solo se presenció un asentimiento agradable.
Ya por los pasillos y a mitad de camino se topan con el Detective Jefe, Seung Lee. También presenciaría junto con ellos los interrogatorios a Yamamoto y al líder inglés. Katsuki, asumió la bandera declarándoles las estrategias a perpetrar, el Detective irá con el T.C y el Fedérale con el Capitán.
—Por cierto, ¿quién de esos dos será el «Bad Boy«? —Preguntó el moreno para ver si se le pegaba algo de la buena vibra de Leo y aprendía una que otra nueva jerga rara usando el spanglish.
—Te la debo, por lo menos sé que al «chino-coreano» que tengo por «patrón» nunca cambiará su cara de «culero» estreñido. —Señaló el latino susurrando en bajo haciendo reír a Chulanont por esa referencia de Lee. El detective lo remató diciéndole que al menos no tiene facha de idiota enamorado cuando se halla en misiones de sondeo con la Agente Oficial Guan y el calor apabullante atravesó las mejillas de Leo. Al marcar el paso, Yuuri en una muda sonrisa se alegró por la fuerza emocional de Phitchit, anhela que en el transcurso del día el talante de su amigo vaya para mejor, así como lo de ahora y casi al finalizar el recorrido ocupó su erguida postura de alto mando.
—Una vez dentro, necesito que todos se pongan a tono. ¿Entendido, caballeros? —Demandó Yuuri, y el «¡Sí señor!» emitido les revalidó su responsabilidad.
La puerta se abrió depositando una alerta en los dos hombres a entrevistar, las miradas de cada quien eran de por sí, un lumbral endurecido por la peculiar compilación inflexible. Las parejas se fueron con uno y uno, leyéndole sus derechos como lo ameritaba la normativa policial, y poniendo en práctica sus artilugios elocuentes, artilugios designados que han embrollando con cada pregunta a los implicados de dicho interrogatorio.
Takeo Yamamoto, poseía contrariedad y angustia en sus facciones fatigadas a cada consulta que Phichit o Leo musitaban ( más en el moreno puesto que su especialidad era la mediación y la oratoria) la lengua viperina y maestría del ex-intendente no brillaban con la pericia avasalladora que le caracteriza, e incluso se le vio errar en ocasiones cuando observaba de reojo el uso de fuerza tácita en los fraseos del T.C o del Detective Jefe en contra de su cómplice, Grey Sulivan. Sin florituras, sin aditivos, eran severos en sus preguntas haciendo que el inglés le dificultara el habla, al punto de sentirlo como un tormento emocional que le desencadenaba miles de dilataciones borrosas…
Y de hecho, en ese arquetipo de análisis, era de «oficio» tomar como referencias estas estrategias centradas exclusivamente con el objetivo de sacar información a como dé lugar, empezando desde un «personaje blando», llegando a uno «neutro» y pasando a uno «duro» en cuestión de segundos.
El caos seguía en ese espacio pequeño, gris y nimio. Dicha «tortura» en el marco de la lucha contra el terrorismo como opción final, fue aplicada por el mismo T.C cuando vio un intento de amague del inglés escupiéndole en el rostro al Detective, y con rapidez, le tomó por la crin estrellándole su cara contra la mesa. Katsuki daba punzadas en sus oraciones al tiempo que empleaba presión sobre todo el contorno facial de ese individuo, una con ganas y siguiendo las pautas.
Seung con su cigarro, calaba la colilla a como dialogaba indiferente a la situación. Yamamoto reflejaba una coerción atosigante en su ser al ver menuda finalidad implantada por ambos superiores, y Phitchit al percatarse de su punto de quiebre, movió sus fichas como el gallo jugado que era.
—Yuuri no dudará en hacer lo mismo contigo, Takeo Yamamoto. —Expulsó el Capitán con seguridad.
—Hazle caso, hermano. Te sugiero que cantes los corridos que sepas…—Aquello, ayudó al Federale a pillarse lo que intentaba realizar su compañero, y le siguió sus aguas. Por último, Phitchit concretó su estrategia marcial.
—A menos, que quieras tragar madera como lo está haciendo tu colega.
Los dos jóvenes adultos estando cruzados de brazos y aun lado del ex-intendente, apuntaron con sus dedos en dirección a la otra mesa donde todavía se efectuaba esa cuña planeada delimitando la acción (bastante bestial) que se entiende por «interrogatorio»
Él no quería pasar por ello otra vez, ya sabe de primera fuente lo que se siente un trancazo directo de Katsuki en su cara (y más en su boca)…Él no quería verle las caras a los tipos de la Organización Terrorista para la que trabajaba, el desliz que cometió no era permitido y eso se pagaba con muerte, una muy lenta y dolorosa que configuraría su raciocinio…Y antes que vivir esa resolución fatal, con la poca balanza a su favor, el capturado ha tomado una decisión.
—Yo…yo quiero hablar, ¡Pero exijo que mis derechos sean resguardados bajo el artículo de confidencialidad y protección al testigo!
—¡MALDITO SOPLÓN! —Rabió Sullivan, ante la brutalidad del colega mientras era sostenido por Katsuki—. ¡ERES UN COBARDE CAGADO! ¡HAGAS LO QUE HAGAS ESOS MALNACIDOS NOS MATARÁN Y NOS LLENARAN DE BALAZOS EL CULO!
—¡¿Y TÚ CREES QUE NO LO SÉ, MALDITA SEA?! —Yuuri jamás pensó oír del intendente chapucero esas expresiones de «poca monta» expulsadas de su «fina labia elitista«—. ¡PREFIERO PASAR MUCHOS AÑOS EN CÁRCEL ANTES DE QUE ME JODAN!
—Bien, ya que está dispuesto, no quiero suciesas de su parte. —Yuuri con esa ponderación frívola que le caracteriza tras ir en camino a Yamamoto, le había cedido la guardia a Seung quien retomó la labor que ejecutaba hace unos instantes con el perro inglés—. Je, resultaste un cobarde de primera. Es lo mínimo que puedo esperar de una rata como usted.
—Mide tu lengua conmigo muchacho engreído, mi información vale oro para tí.
—¡MÁS BIEN, MIDA LA SUYA Y DEJE DE SER TAN HIPÓCRITA! ¡TRAIDOR INFELIZ!— Afirmó el T.C austero y adusto a lo que el vejestorio palidecía como hoja en blanco del escalofrío cuando el contrario plasmó un manotazo en la mesa—. No está en posición de reclamar, se hará como yo diga y quizás… Si lo que dice me es útil, le daré la protección que necesite, eso sí… Una falla, una sola falla que vea. —Remarcó con su dígito estando frente al fulano, sin perder contacto a su vista—. ¡Y DARÉ LA ORDEN DEFINITIVA PARA QUE QUEDE FUERA DE TODO PRIVILEGIO Y ME VALDRÁ UN COMINO SU VIDA!—Decretó con dureza al final, Katsuki.
El Ex-Intendente estaba hasta al cuello y en la inmunda.
—Tómelo o déjelo, usted decide y hágalo rápido… porque mi memoria es de poca retentiva. —y al final, nuestro T.C le dio dos palmadas sonoras con sorna en las mejillas del asiático atribulado para luego llevar sus manos a los bolsillos esperando respuesta.
La pesquisa como plato principal no daba tregua al charlatán de negociar y viendo todas las cosas puestas en ese hilo delgado, no le quedó de otra más que aceptar. Phichit y Leo, chocaron sus palmas en son de Victoria, al inversa de Yuuri o Seung que mantuvieron su rudeza. El problema planteado fue disuelto gracias a esa jugada y sacaron en poco tiempo de esa confesión juramentada, información vital, confirmando las sospechas de Chulanont, Katsuki, Lee, De la Iglesia y Giacometti.
Ese pez grande ahora era un gran Tiburón al acecho.
Los capturados serían trasladados a sus celdas provisionales, Phichit tenía a Yamamoto consigo escoltado, mientras que Seung apagaba el sobrante de su cigarro con el pie. El humo salido de sus labios acompañada de esa faz irritada denotaba su estado de aburrimiento, odia llenar papeleos. Leo se supo reír con gusto de los gestos del coreano y ambos salieron de allí a tramitar la transferencia y las licitaciones conseguidas a la dependencia estatal de la ANP más cercana de Shibuya con copia al consulado Norteamericano para los jefes de la D.E.A.
Por su parte, Yuuri optó por traer a remolque al tipejo inglés quien se rehusaba a franquear sus pocos bríos en una aposento abarrotado carente de muchas de las necesidades a la que estaba acostumbrado. De lado y lado iban con él, un par de policías del rango ordinario y al juzgarlos con determinación, son algo novatos en el tema. Yuuri se apartó un momento para contestar la llamada del General y ponerlo al tanto del caso, el pusilánime, ubicado en esa zona en la cual hacían los registros dio rienda suelta a su imaginación, pues si bien, Sulivan es corrupto, también conoce a cabalidad su profesión y los procesos en ella.
—Estas porquerías me aprietan, no hay unas más grandes. —Habló en un claro inglés.
—Lo siento señor, no podemos hacer cambios, son ordenes de arriba. —Mencionó uno de los policías.
—¿Pero me las pueden aflojar, no? ¿O también me privaran de ello?
Los dos policías desconfiaron un tanto de hacer aquello, más él cómo capturado podía alegar, así que entre ambos estaban reajustando las esposas. (Error garrafal) cuando los novatos picaron anzuelo, el inglés apelando a su resistencia (pese a las heridas que estaban por sanar) logró zafarse con un par de golpes e incluso alcanzó a tomar un arma asustando al personal civil como ejecutivo. Yuuri escuchó los gritos provenientes del lugar, cuando se pudo dar cuenta el tipo lanzó un par de disparos, sacándole de sus labios un: «¡TODOS AL SUELO!»
El huyó por los pasillos cual fugitivo y más atrás fue Katsuki para tratar de alcanzarlo… Otros oficiales en conjunto con el par que se encontraban apenados por esa novatada, dieron aviso a Chulanont quien no dudó en acudir en su ayuda dejando a Yamamoto encerrado en la celda asignada. El recorrido fue rápido, sin espera alguna, ha sacado horrores a algunos empleados del rango secretariado por la balacera desmedida del tipo a su andar y Yuuri no demoró en responder con su S&W 500 Magnum.
—¡Será mejor que detengas, Sulivan! —Gritó el oficial mientras corría y disparaba cuidando de no lastimar civiles en su paso.
—¡Prefiero morirme antes de tocar esa cochina celda otra vez! —Entre dientes, soslayó ese criminal.
Arrancó a la derecha tirando todo como un obstáculo de retraso pero eso para Yuuri no era problema, el inglés reparó una de esas alarmas que se activa al percibir cualquier onda de calor, y atino certero, haciendo que la gente en la academia evacuara despavorida pensando que había un incendio.
En ese mismo circuito aparecieron las duchas de la T.S.P.A. En ella o al menos en las asignadas para las damas, se hallaba cierta cadete de ojos azules que permanecía de pie bajo el agua, sacándose toda mugredad de su bello ser generado por las prácticas de hoy. La humedad escoltaba el momento íntimo con su cuerpo, delineando delicadamente con los dedos de aquellas finas manos sus curvas, rozando sus brazos y finalmente parte de su cabellera platinada la cual se pegaba a su espalda, glúteos y ocultaban su evidente «pechonalidad» con dos mechones sobresalientes. Entre tanto se retiraba la acumulación de jabón con esa ola refrescante llamada regadera, en su cabeza solo daba por sentada la hora de tomar represalias sobre cierto Teniente Coronel…
—Conejita… —Recordaba con un puchero enorme y un tic marcado en su amplia frente ese apodo intencional—. Mis biin rizili i ti pilichi, piquiñi cinijiti,… ¡Ja!, si claro… «Conejita…» ¡Na, ña, ña… Ñeehh~! —La cascada de agua no dejaba divisar del todo su cabreo, más ella seguía inmersa en su mundo de querellas. Le bastaba y sobraba con que su papi o abuelito en broma le citaran de ese modo para que ahora ese señor se lo recordara —. ¡¡POR SU CULPA AHORA TODOS EN LA ACADEMIA ME DICEN ASÍ!! ¡¡AISHH!!! ¡¡¡ ODIO A ESE TONTO CARI-BONITO Y SU TONTA PRÁCTICIDAD!!
Más y más refunfuñas infantiles afloraban de esa boca rosada y de repente un recuerdo flashero por su mente también le hizo recordar que no solo sus familiares le llamaran de esa forma.
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—VKUSNOO!!!, ¡LAS PELOTAS DE ARROZ ESTÁN MUY RICAS, CHUUBBY!
—¡¿D-de verdad?!, M-me alegra que te gusten, pequeña conejita
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Su primer amigo, ese gordito adorable, buena gente, de lentes muy gruesos, lleno de tapabocas, bufandas y gorros fue quien inició esa inocente jugarreta por demostrarle afecto amistoso. Con el paso del tiempo lo había olvidado hasta ahora que el tema sale a colación, no pudo evitar que una risilla agradable emergiera.
—¿Me pregunto qué será de su vida? —Echó su cabeza hacia atrás para dejar que el agua permeara con facultad su cara.
Pronto sintió que la puerta principal fue abierta con brusquedad, Sullivan desesperado miró a varios lados y visualizó una rejilla de los ductos que conducían al exterior y más adelante prendió sus últimas balas que rompieron algunos tubos del calentador soltando desmedidamente el vapor, y eso por reacción de segundos hizo la sirena se activara dejando confusa Vicky. El espesor blanquecino cubrió toda el área al igual que la lluvia eventual por las regaderas anti incendio para que su presencia al momento de volarse del lugar no fuese captada. Vickytoria cerró su ducha, tomó su toalla, esperó algún movimiento inesperado para así atacar y cuando el tipo logró aproximarse….
Sxf: BAMM!!!
De una patada, Vicky empujó la puerta de metal con mucha fuerza desorientándolo por completo, ella tomó el arma ajena más no tenía municiones, el desertor trataba de agarrarle pero ella al estar mojada se zafaba con agilidad. En medio de eso, Vicky perdió su toalla; cuando el hombre se vio en las manos la tela rustica, le observó con descaro expulsando sangre por su nariz y boca. Era una severa belleza mostrada como Dios la trajo al mundo.
—¡PERVERTIDO! —Dos bofetadas, un rodillazo en sus partes nobles y un último golpe a su quijada con el mango de la pistola, aprobaron el deceso mortal del gorila inglés. Ella recuperó su toalla pero no se la envolvió, solo la sostuvo a lo largo dejando que medio le cubriera lo necesario y así, le daba patadas a ese miserable echado en el piso por cada insulto que le tiraba en orden alfabético. —¡ATREVIDO! ¡BELLACO! ¡CRIMINAL! ¡DESCARADO! ¡GAMBERRO! INFAME! ¡PATÁN! ¡SINVERGÜENZA!
El T.C arribó a las duchas quedando empapado completamente y logrando divisar a unos metros dos figuras no muy claras gracias al ambiente nublado. Él no lo premedita, corrió un par de pasos dando el disparo.

Disparo que dejó en silencio absoluto ese espacio puesto que sin querer, atinó a la campana ensordecedora consiguiendo asustar a la joven platinada, y que se voltee para encontrarse con sus ojos.
—¡ALTO ALLÍ, DESGRACIADO! ¡Y MÁS TE VALE NO HACER ALGUNA CO…! ¡W-w-wow!
—¿Y-Yuu…ri?— Vicky no sabía que hacer o decir al verse expuesta con su rostro ardiente de la pena ante su jefe.

—«¡Por Kami!, ¡Qué vergüenza!«….— Pensó el joven abochornado sacando humo sin disimular y maravillado por lo que han visto sus irises marrones…

Parece que el sistema neuronal cuadriculado de Yuuri…Dejó de funcionar momentáneamente, cuando con ese revólver todavía apuntaba a esa diosa de cristal y cuyas hebras plateadas arropaban lo necesario.
Las manos de Vicky apretaban con desasosiego esa rosada textura estrujándola a su pecho a su vez que las gotas cristalinas o parte del vapor recorríera su silueta bien definida, tan blanca como la nieve, sonrosada hasta las orejas y desnuda, cual Eva Rusa en el paraíso divino.
En medio del agua la cual ayudaba a serenar su avergonzado ser, él no niega que esa conejita con cuerpo de mujer le dejó un buen impacto recorriéndole con un cosquilleo toda su existencia y descrestándole con cada detalle la retina de su aguda vista. Lo movió en más de un sentido, instándole a venerar algo sublime, una imagen que difícilmente podrá olvidar por un largo tiempo. Pero Yuuri, aún con sus nervios acalorados a flor de piel, giró su rostro a un lado y con la palma de su mano cubrió sus ojos pecaminosos. Vicky con sus circuitos a medio marchar comprendió el aspaviento pudoroso de su jefe y ella cual conejito veloz regresó a la ducha donde se aseaba a encerrarse.
Llegaron los oficiales con el T.C preguntándole si todo estaba bien, Katsuki en su estado trató de no evidenciar en su voz lo ocurrido, y se predispuso a concentrarse en el tipo que causó tal disparate y que aún seguía desmayado con cara de pirobo taimado, (Yuuri asume que fue Vickytoria, la que le dio tremenda paliza y tiene una idea del porqué), de solo pensarlo sus mejillas otra vez adquieren ese calor flameante y se sacudió esos pensamientos primitivos diciéndose para si un: «¿Qué clase de superior descarado eres, Katsuki?»
Él no es imbécil, no lo es… Vickytoria le ha sabido mostrar un lado instintivo de él mismo, que desconocía.
En fin, lo esposó y sus hombres lo sostenían a lo que impartía indicaciones primordiales. A medida que eso acontecía, Vicky estaba hecha un mar de penas con toda la gama del rojo pintada en su rostro y su dramatismo incluido. Recién cae en cuenta que el bonito pero amargado tío de Yuuki, le vio casi en su totalidad, (y digo «casi», porque tiene suerte de que su cabello haya crecido un poco más de la cuenta). Sentía que la suerte, esa que aparentemente obedece a una estrella que nos augura buena protección, continuaba jugándole a gusto la perra malditidad a su coexistencia.
—¡Oh por Dios!, ¡Oh por Dios! —Hiperventilaba la pobre muchacha muy quedita con sus ojos llorosos de infarto tirando a candorosos—. ¡¿Por qué me pasan estas cosas a mí?!, ¡¿Por qué siempre es con él?¡ ¡Ahhgggg!, ¡Siempre es lo mismo!, ¡La vez pasada fue en su oficina! —Infló sus cachetes a reventar recordando ese incidente, aquella vez en el caso de ella, fue accidental más Yuuri lo hizo intencional, y entonces allí, a la niña se le prendió el foco poniendo su carita juguetona para la fechoría que hará…
—Dos pueden hacer lo mismo ¿No? —Sentenció. Ahora Yuuri, sabrá lo que es plantarse… «¡a un Nikiforov!»
Él nunca tiene compasión cuando hace esas movidas, (aún no le perdona lo de su peluchito o el apodo de conejita) y si él no la posee, con esto a su favor… ¡Ella tampoco la tendrá!…
Reuniendo valor y sacando pecho, acomodó muy bien su toalla dejando figurar lo esencial, su cabello lo alborotó algo coqueto, observó su reflejo en esas cerámicas de lujo posando cual modelo y ya metida en su papel, respiró muy hondo rogándole al cielo que todo le salga bien. ¿Qué se ve corriendo ejercicios espartanos hasta acabar con su vida?, lo sabe. Pero valdrá la pena con tal verle su cara.
Mientras la diablilla Nikiforova salía de su ducha con cautela, Yuuri terminó de dar los últimos consejos.
—Ese tipo de incidentes no pueden volver a ocurrir, ¿Entendido?
—¡SI SEÑOR! —Respondieron todos, y uno de sus hombres se atrevió a hablar—. ¿Y qué hacemos con él, señor?
—¿En serio debo decirles? —Devolvió seco la pregunta.
—¡Yo empezaría diciéndoles que deberían abandonar inmediatamente este «espacio»! —El T.C y los oficiales voltearon a ver a esa estampa caminando con soltura, contoneando sus caderas y sus buenos…»ya lo saben», resaltaban con ese bamboleo natural sobre la diminuta tela que le cubría. Ella no detuvo para nada su desfilar—. «Espacio», el cual era ocupado por una dama desprevenida, que tomaba su baño reglamentario y que todos ustedes incluyendo al jefe de línea con ese «atarbán» que tiene capturado, irrumpieran de modo brusco mi actividad. ¡Sin ofender, caballeros!
El dorso de su mano alzó con elegancia esa cabellera luciendo su atractivo, al pararse con finura propia de su personalidad, se cruzó de brazos esperando reacciones y lo consiguió…Todos se pusieron enrojecidos… y Yuuri… Perdió el año también, con ese tenue carmín en sus pómulos haciéndole ver dulce y torpe ante la situación… Lucía como un cachorrito regañado.
—«¡Oh!, ¡Qué lindo se vé!»… —Interiorizó ella a lo que posaba sus dedos en medio de sus labios acorazonados, a Vicky le pareció precioso ese gesto tímido en su superior, de no ser tan antipático juraría que es tan tierno como su bebé Yuuki. Ella siguió con el desquite justificado—. Pero descuiden, sé que cumplían sus labores, yo aún sigo esperando a que salgan tranquilos o será que… —Se los quedó mirando de abajo hacia arriba remontándolos con un—: ¿Se les perdió algo más por aquí, caballeros?, Porque yo no lo creo. —Habló con gracia al final arqueando su ceja.
Yuuri, más ruborizado que nunca, no titubeo en su voz al decirles a aquellos hombres idiotizados que salieran del lugar con el tipo, aparte del extra tirando a amenaza de no contar nada de lo que ocurrió a los demás. Ellos con tal de sobrevivir, hicieron caso con pose militar y escaparon con el reo desvalido de allí.
—WOW!, AMAZING! —Se llevó su mano a su boquita de corazón—. ¡A eso le llamo ser efectivo! ¿No te parece Yuu~~ri? —Ironizó con chiste la niña.
Katsuki aún no se acostumbraba al tuteo de su persona por parte de ella (y viceversa) más sigue pensando que fue mala idea seguirle la locura a Phichit. ¡Total!, siempre pierde compostura cuando se trata de la «cadete rebelde»
—¿A qué se supone que estás jugando…Vickytoria? —Le reviró con ojos acusatorios mientras se acercaba.
—¿Yo?, nadaaa, querido… Todo lo que dije fue verdad, y eso que no mencioné que me viste en casi toda mi… Mi… ¡MI DESNUDEZ! ¿O se lo recuerdo?, ¡Señor sinvergüenza cuadriculado! —Amenazó en quitarse la toalla muy enojada en medio de sus pucheros.
—¡Espera!, ¡¿Qué?!, ¡NOOOOOO! —Y el pobre japonés le sostuvo las manos a sabiendas que esa cadete iba muy en serio con su propuesta de exponer nuevamente su esbelta figura en su presencia… (Algo que no le molestaría, si me preguntan.), ¡PERO NO!… ¡ EL ES JEFE!, y más que un jefe… ¡Es todo un caballero educado lleno de principios!. (Ejem… Ahmmm… ¡Eso! ¡Principios!)
—¡Ya entendí!…¡Ya entendí! ¡N-no fue mi intención!… Pero yo no sabía que estabas en las duchas.
—¡Ja!, Qué curioso… Algo parecido me pasó contigo hace varios días. —Cantó triunfal por ese golpe bajo… ¡Al fin punto para Vicky!—¡Ahora ya sabe lo que se siente que le hagan una cosa de estas! ¡Y no me salga con que lo de aquella vez fue un castigo práctico!, ¡PORQUE NO LO FUE!
La gallardía que ella mostró al inicio, se desvaneció dejando entrever su arranque infantil y nervios temblorosos, ya que pululaban sonrojos castos en su piel.
—«Oh, ahora comprendo todo, perfecto.«… —Mientras lo repasaba en sus adentros, él sonría calmado tomando fresco su hechura neutral y ella se arrinconaba como la linda criaturita que es.
¿En serio esa pequeña era la misma mujer indomable que hace unos minutos desprendía sensualidad natural? Él simplemente continuó con esa sonrisa ladina de oreja a oreja. Yuuri adivinó que en los intentos sarcásticos de Vicky con algo de recato en sus palabras, su rostro escarlata y ademanes inseguros, que fue una travesura en venganza.
Y vaya que sí se le notó el enorme esfuerzo para hacer semejante barbaridad.
—¿Q-qué?… —Reclamó con esa pantomima enfurruñada y linda en su semblante—. ¿Qué es lo gracioso?
—Querías vengarte por lo que pasó en la oficina… ¿Cierto, conejita? —Mencionó Yuuri a propósito y la careta de Vickytoria fue impagable.
—¡Listo! ¡FUERA DE AQUÍ! —Le volteó de repente y lo empujó cual retroexcavadora por su espalda.
Yuuri con su «¿Eh?» difuso, previó muchas manifestaciones por parte de Vicky pero ninguna de esta índole, y sorprendido por sus atrevimientos atolondrados, entre pujanza y pujanza, el señor seguía moliendo el tema.
—¿De verdad, todo ese berrinche fue por lo que pasó la vez anterior? —Repitió oponiendo algo de resistencia con picardía.
—¡Quizás! —Respondió roja ante lo que dijo, y continuaba con ese coraje apoyándose en la espalda ajena para sacarlo de allí a empellones—. ¡Y NO SOY CONEJITA!
—Tú me dices amargado, antipático, cuatro ojos, regañón, cuadriculado o carbonito, y no me ves quejándome, ¿o sí? —Fue todo lo que pudo decir.
—¡S-solo vete! —Gritó exaltada. —¡Vete!, ¡Vete!, ¡VETE!
—¡Ok!, va jugando, Vickytoria… ¿Sabes qué cavaste tu tumba conmigo?
—No me importa, ¡FUERA DE AQUÍ! ¡Ya al rato me castigas o lo que sea que me hagas!, ¡Tonto Yuuri!
—«¿Me estás jodiendo? … —Lo pensó cuando arrugó un poco el ceño de modo gracioso o bien reprimió una risa genuina y sincera para no hacer enojar más a su cadete de lo que ya estaba. Ya ni sabía en qué momento empezó a divertirse tanto por algo tan inusual, y todavía no se creía el descaro de la muchacha. Al llegar a la salida, ella le dio un último empujón que por poco le hace perder su equilibrio, y giró sobre si para dar con esos bonitos ojos azules que definitivamente, le encantan.
—¡Pagarás caro tu imprudencia! —Él, señaló fingiendo severidad.
—¡Dígame algo que ya no sepa! —Ella, Contra-atacó.
—¿Esto es en serio?
—¡Completamente! … y si me disculpa, voy a cerrar.
—¿No te atreverías a dejar a tu superior con la palabra en la boca? —No midió sus impulsos y su rostro se instituía invasivamente con el de Vicky, quien tampoco se percató por su enojo.
—Pues esta cadete, ¡Si lo hará!, ¡Y puede apostarlo! —El «¡Bang!» se hizo notar cuando le apuntó a su pecho empujándole con delicadeza, dejándole abrumado, con un tic marcado en esa faz acalorada, finalizando con un cantarín: «¡Bye byeeee!» y de un portazo, dio por acabada esa discusión.
Ella, (la coneja descarriada) deslizando todo su peso muerto al otro lado de ese sitio, no salía de su estupefacción.
—¿¡Qué carajos le acabas de hacer al jefe?! … Vickytoria, ¡Yuuri te lapidará! ¡Ahhhhh Me mueroooo~~!
Y allí quedó en modo dramática disipada en sus lamentos. Fuera de las duchas Yuuri bufo con sátira adoptando una postura mandona con sus puños de lado y lado de su tronco.
—¡¿Ahhh?! Me… ¡¿Me cerro?! —Concretó indignado. Resignándose soltó un: «Mejor voy a trabajar», prendiendo fuga y dejando atrás la experiencia vivida. Eso sí, Jura por lo más sagrado que Vickytoria, ¡Le pagará con creces, esa «jugada»!
Lo que el Kamikaze no sabía, era que un hámster tenía rato de estar en el lugar, los oficiales le explicaron que ya tenían la situación bajo control y que su jefe andaba en las duchas femeninas, al aproximarse había escuchado la voz de Yuuri y al cerciorarse de la otra voz (una ya conocida) pegó un chillido ahogado, y se ocultó netamente para agudizar el oído cual paparazzi sobre esa interesante conversación con su nueva invención. (Aún estaba a modo de prueba) pegó el microchip magnético en esa puerta de metal. El aparato le permitió ampliar doce veces las ondas o vibraciones sonoras.
A su percepción de las cosas, ¡Ha sido lo más legendario en toda su cochina vida! Phichit desde su guarida no pudo evitar su alegre emoción.
—¡Eso significa que me hiciste caso, Yuu. ¡Qué genial! —Realmente estaba contento por ese paso, y conociendo el estado ansioso e irritado de Yuuri, no quiere presionarlo, tampoco le dirá nada a Chris, esperará a que el mismo japonés sea quien le cuente las cosas.
Y hablando de japoneses, ese Superior caminaba a paso pesado y con sus facciones algo liadas porque ratificó ciertas conjeturas. Que no debió ceder a los consejos de Phtchit, y que nunca debió ceder ante esa cadete… ¡Ah! pero esa cadete…Esa cadete ya le hizo daño.
La cadete poco a poco con su despampanante de ser atacaba cierta zona de su interior, una que latía con fuerza, a mil por hora instándole hacer cosas que jamás había hecho; y claro, sus emociones pagaban el plato roto cuando se hallaban en desorden, o su mesura recatada se disociaba, cosa que le frustraba.
Le frustraba porque él no estaba seguro de cómo proceder, le frustraba porque él es consiente que en medio de su renegadera, esos zafiros son y serán difíciles de borrar de su memoria, le frustraba que su barrera invisible tambaleaba.
y con esa pincelada minúscula pero monumental de hoy… (Nombrando el severo cuerpazo angelical que se manda la niña.) Bueno…Será más complicado olvidarle.
—Katsuki, vas de mal en peor… ¿Qué te está pasando? —El suspiro fue tan largo que extendió ese vaho a los lugares menos pensados.
Yuuri cerró sus parpados para serenarse, y los abrió para cambiar su chip…Otro día se crucificará. El T.C se centró cuando logró arribar la dependencia jurídica a verificar que todo vaya en orden con la detención oficial de los dos canallas y abrir el nuevo expediente a profundizar en este caso que ahora toma giros internacionales.

Pista de practicas (T.S.P.A ) – Tokyo / Japón
Marzo del 2017 – 7:00 A.M (2 días después)
—¡VAMOS ROMÁNOVA, TE HE VISTO CORRER MEJOR, EL UDÓN DE AYER TENÍA MÁS FLUIDEZ QUE TUS PIERNAS! —El mayor comandaba con voz autoritaria a un extremo de ese circuito infernal.
—¡NO ES JUSTO, A LOS DEMÁS NO LES PUSO ESO! WAIT! ¡WAAAAAAAHHHH! —La menor esquivaba como pudiese esos proyectiles en forma de pelotas además de usar su espada ropera como defensa. Pero más que esquivar, parecía un conejito escurridizo evitando ser atrapado por el zorro feroz.
—¡MENOS CHARLA Y MÁS ACCIÓN O TE PATEARÉ LA COLA DE CONEJO QUE TIENES! —Advirtió, y los estudiantes sentados en sus bancas pensaron que tenían a al mismísimo diablo encarnado con ellos.
Tal como lo prometió ese temible Teniente Coronel, cumplió su palabra. En resumidas cuentas, después de dos días intensos de papeleo, jurisdicciones, alegorías, decretos y demás; los capturados fueron llevados a las penitenciarías de máxima seguridad en Japón. A Yamamoto se le tenía un innegable trato preferencial por los datos arrojados de su boca, esa organización criminal fantasma mantiene redes no solo con bandas al margen de la ley, sino con clanes externos (como en el caso de los Yakuzas). Obvio no todos, sin embargo ese revés era importante, incluso entre entes disciplinarios del gobierno. Lo expulsado de ese hombre fue que la finalidad de ellos era tomar posesión en todos los campos mal habidos como la distribución de drogas, la trata de blancas, suministrar armas, entre otras envergaduras de interdicción para prevalecer como los reyes vanagloriosos y restregar su opresión. En Algunos países de Europa, Asia y América ya están haciendo estragos, no obstante Japón al ser una de las ventanas más apetecidas en el continente asiático, su sociedad podría verse perjudicada una vez más en esa porquería aborrecible de no hacer algo.
El japonés seguía de brazos cruzados, no perdía su vista en los ejercicios de Vickytoria a su vez que estaba absorto en la plática particular que obtuvo de aquel inglés llamado, Sulivan.
Ese rufián a diferencia de Yamamoto, se le asistía cual procesado común por no acogerse a un convenio, más advirtió que no importa los planes que efectúen para contrarrestarlos, no importan cuantos aliados consigan, no importa cuántos reportes o golpes les hagan, ellos siempre iban un paso adelante y tarde que temprano su mordida venenosa llegaría a sus manos y seria su fin…
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«Demuestra fuerza, y obtendrás poder, haz lo contrario, y lo pagarás con sangre» —Mencionó el hombre corpulento con insolencia marcada en sus facciones y que en vez de irradiar bizarría, todo en él gritaba aversión, Yuuri Katsuki y Seung lee se limitaban a escucharlo concentrados y con su mirada neutral, reparando cada letra o salida en falso de la boca del acusado—. «Ese es el lema bandera que les acompaña a esos tipos, y cuando errores de tal cadencia como los que nosotros hicimos a plena luz del día son irremediables. Los hacen prevalecer.
En pocas palabras, sus días estaban contados, y eso, Yuuri… Lo supo interpretar con el ejemplo más básico que daba la ley de Darwin…Los eslabones débiles están condenados a perecer.
«Nosotros somos simples peones que seguíamos órdenes, o al menos yo lo era… Tal vez aquel imbécil sepa más cosas, pero tampoco deja de ser un títere cualquiera. Ellos lo silenciaran, a mí también y cuando menos se los esperen, no podrán hacer nada«
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Esas últimas frases desvanecidas de Sulivan hacia Yuuri, le quedaron retumbando en su cabeza y razonó que la cuestión no era para tomarse con folclor alguno. Por primera vez en estos 6 años sentía que al fin estaba avanzando en su búsqueda implacable, claro, necesita más señales para asegurarse de que esa «sombra» melindrosa sigue vigente, pero sin pruebas no puede hacer nada para reabrir ese viejo caso y mucho menos, ligarlo al actual.
Miró su reloj como quien no quiere la cosa, aún tiene algo de tiempo, despejó ese manto de incertidumbres de su cabeza y regresó a tierra con su otra labor…La reprimenda a su rebelde cadete.
Viendo que hoy tuvo una brecha en su agenda, lo aprovechó para hacer lo que le diera su reverenda gana, y fue cumpliendo como instructor de combate en una de las clases ordinarias, hace años que no impartía cátedra en rangos inferiores dentro de la misma academia, a lo mucho se le veía en los entrenamientos del F.E.G.I por estar en una categoría Élite. Más no nos pregunten el cómo o el por qué, él solo tomó la vocería y punto.
Los cadetes y alféreces novatos estaban pávidos del miedo ante esa clase magistral y al ser a la hora de la práctica, todos fueron sometidos a ejercicios mortales, y cuando pensaron que no podía pintar para peor.. .Alguien quería sucumbir por el grado de dificultad…
—¡SI SOBREVIVISTE A LA CONVOCATORIA, A MÍ PALIZA, Y LOS BALAZOS EN ESE OPERATIVO, ESTO DEBERÍA SER PAN COMIDO PARA TÍ!
Ella llevaba casi cuarenta y cinco minutos en esa tónica desgastante de aquí a allá, los más largos de su adolescente vida; la excusa de Yuuri fue reforzar su «resistencia» (y aunque en sí, la chica necesitaba trabajar en esa debilidad, el muy maldito se deleitaba con sus querellas) las fuerzas de Románova fallaron y por default perdió por… ¿quién sabe cuántas rondas su reto principal.?
El resultado fueron muchos golpes y moretones feos con esas esferas al por mayor.
—Nekola. —El cachorro grandulón dio un brinco haciendo ese gesto militar con una cara fantasmagórica cuando escuchó su nombre por boca del T.C—. Busca más suministros y carga la máquina.
—REALLY?! —Estriló con sus mechones plateados trastornados sin nada de fashion—. ¡Ya no doy más!, ¡¿q-quiere acabarme, señor?!
—Es solo la decimotercera vez. —Espetó con franqueza absoluta y la chica se desplomó. Los estudiantes mantenían su aura espantosa esperando cualquier anuncio de ese Jefe-Tutor que les tocó hoy—. ¿Ya te cansaste?, a tus compañeros les doy sus clases de acuerdo a su rango, y obviamente a usted por realizar los obstáculos de la convocatoria, debo exigirle el triple por esa simple cognición.
—¡Entonces a Emil debería hacerle lo mismo! —Reclamó Vicky llorando.
Emil le miró con horror, hasta se le pasó por su mente un desesperado: «¡¿Y YO QUÉ VELAS TENGO EN ESTE ENTIERRO?!»
—En efecto, debería. —Por casi al checo le daba el soponcio, más Yuuri continuó aclarando su punto—. Pero, hay un diminuto detalle, no puedo ser condescendiente con un novato que se vuela los conductos y habla con «atrevimientos» a sus superiores… Nekola es respetuoso, algo que dista completamente en usted, cadete. —y allí ella, maldijo la hora en que no midió su lengua nociva en esas duchas. El jefe japonés prosiguió—. Tómalo como un escarmiento suave de mi parte.
—¡¡¿SUAVE?!!!
—¡Y prepárate!, porque empezaremos otra vez. Si te equivocas, te haré correr todo el campus. Nekola, activa la máquina.
—C-como diga señor, ahmm… ¡Lo siento Vickyyy!, ¡No me odies! —Expresó el muchacho chillando de compasión.
—NO WAY!!!, GYYYAHHHH!!! —y la lluvia de pelotas infernales reinició.
En una esquina algo alejada y con muchos fólderes en mano, el hámster no sabía si pegarle a Yuuri por tal castigo exagerado o si exponerlo con Chris para que pagara su karma.
—Ay Yuuri… ¿Por qué eres así?
Mencionó al aire Phichit, cuando negaba con su cabeza y esa gota de sudor recorrió su frente escurridiza… La vio venir sin anestesia. Sinceramente espera de corazón ver una buena evolución en ese par, siguió de largo a su fortaleza tecnológica para recuperar parte de los archivos eliminados en la laptop de Yamamoto.
Pasó una hora, el entrenamiento había terminado y Yuuri en lo que pudo observar les dio anotaciones estrictas de reforzar su uso con las armas a todos y que cualquier día los podría sorprender con otra clase dirigida por el mismo, cosa que puso a más de uno con los pelos de punta. Cuando estaba por irse giró su cuello para divisar mejor a Romámova, quien se asemejaba a un espaguetti derramado en la grama. Nekola con su gorra la abanicaba lo mejor que podía y le daba moral para que recobrase sus fuerzas, el japonés satisfecho y con una sonrisa dura por su cometido, se retiró del lugar a reanudar el itinerario de su apretada agenda.
La mañana consolidaba en curso, han pasado más horas y el trabajo no cesaba en ningún momento. El Capitán Chulanont organizaba los nuevos planos de posibles «caletas» donde el micro-tráfico está siendo financiado. Aparentemente esos mini casos irían deslindados al tema principal, pero no lo es. Lo arrojado por Yamamoto, voltea el marcador a su favor haciendo esto más y más enrollado cual bola de nieve. Iba de salida enviándole las coordenadas a Sala y Georgi para que fueran inspeccionando la franja cuando se vio frente de él, a la pequeña pelusa plateada hecha calavera con miles de correspondencias, pero…
—P-Phi… —Ella soltó todo y se le tiró encima echándose a llorar cual niña mimada. El moreno siendo alguien cándido la recibió y le acaricio sus flequillos, esas pataletas tenían nombre propio. Uno que empezaba por «Yuuri» y terminaba en «Katsuki».
Vicky con un perfil destemplado tirando a chistoso, aun abrazando como koala al tailandés y sorbándose su roja nariz le comentaba sus penurias (castigos) otorgados por es monstruo kamikaze que tiene por jefe, (Chris no estaba, así que en su ausencia el moreno se haría cargo de ella).
Él reía mientras con su pañuelo le secaba los lagrimones exagerados que brotaban por sus ojos acuosos, se hizo una nota mental de charlar con Yuuri para que fuese más flexible. Si bien, Vicky es fuerte al punto de confundirse por un chico y no se amilanaba ante ninguna de sus pruebas o reprimendas, tambien era la más joven del grupo (aparte de ser una señorita) y por ende, uno que otro día mostrará su lado voluble propio de su edad.
—Ánimos Vicky, ¡Mira lo positivo!, eres la única que le da encare a ese amargado con estilo.
—¿Pero a qué precio?, me duele todo mi bello cuerpo. Siento que sí me vuelve a castigar, me romperé un hueso. Te lo juro Phi, ¡Ese hombre es horrible! —Continuó berreando aniñadamente.
—Yuuri, no es tan malo. Créeme, es buena persona una vez que lo conoces, tenle paciencia. Aunque también debes poner de tu parte y hacerle caso en sus indicaciones. —Con cariño le hacía ver las faltas cometidas y Vicky le entendía, pero con ese japonés, no puede.
—Mmmhhhmmm… lo veo difícil…—El mohín sonoro de sus labios se notó—. Si no fuese por ciertas cosas «buenas» que le he visto, definitivamente pensaría que come alacranes en su desayuno. Es un milagro que Yuuki, no sea así. — esos reclamos hicieron soltar una gran carcajada a Phichit con gusto, y cuando reparó que estaba «calmada», abogó por ese cuadriculado.
—Te diré algo personal, pero queda entre nosotros ¿De acuerdo Vicky? — esos ojos azules de la conejita se agrandaron por el fisgoneo, y Phicthit en lo que seguía limpiando el pequeño rosto de la rusa, prosiguió—. Aunque no lo creas, el Yuuri que vez ahora, discrepa por montón al Yuuri de hace años atrás. Él era… más tímido y risueño.
—¿En serio? —Curioseó con sorpresa.
—Ya viste como es su sobrinito Yuuki, con eso te haces una idea. — y la dejó con la boca tan abierta que Phichit no se contuvo en botar otra vez su risotada al instante. Continuó esa revelación—. Claro, con la profesión que ejercemos él endureció, pero digamos que su parte noble sigue allí, muy en el fondo… Yuuri, solo revela esa cualidad en el momento indicado y apuesto todos mis hámsteres a que ya habrás visto algún indicio. —Ahora que ella lo piensa, tiene algo de sentido ciertos comportamientos amables que notó al codearse más seguido con él kamikaze, repasemos:
»El día que se disculpó en el duelo. (Fue muy cordial y sincero.)
»Aquella ocasión que le curó sus heridas (aunque al inicio echaba chispas por la imprudencia que ella cometió), terminó portándose como todo un caballero protector.
»Y el bochorno que vivió hace dos días al verle en paños menores. (Su rostro de cachorro colorado y gestos avergonzados, lo dijo todo.)
Son solo algunos ejemplos, pero sin lugar a dudas lo anterior escoltado con esas sonrisas espontáneas de Yuuri para con ella, le robaban más de un bonito suspiro… Su sonrisa le daba un toque simpático pensando que no debía ocultarla, y de hecho le agradaba verlo en ese plan…¡Segundo punto para Katsuki!.
Phichit con sus ojos negros fijos en Vicky, se dio cuenta que la imagen de ese japonés siendo amable le quedó sonando en su cabeza, y como ya él sabe que Yuuri dio el primer paso con ella, ese ratón de laboratorio shipeador movió sus fichas, con tal ver más pinceladas alegres en el alma de aquel renegado.
—Sé que le guardas respeto y estima pese a lo regañón que es contigo, Mmmm… ¿tal vez si intentas ganar su confianza y ser su amiga, mejore su trato y puede que veas más de esa amabilidad oculta de Yuuri?
—Uhmmm, ¿Tú lo crees? —El semblante en Vicky seguía suavizado hasta verse adorable, y el mayor asintió.
Phichit le animó, incluso le dijo que el día que se encontrara en aprietos, le ayudaría junto con Chris si es necesario, más insistió que dependerá de ella y solo de ella si quiere que las cosas mejoren con Yuuri. Al mencionarle los privilegios que tendría de aquella locura (por su lindo principito, Yuuki). Vicky, sentada en ese mueble enorme con sus piernas recogidas a su pecho, ocultó media cara tentada a esa propuesta.
El capitán le dio su espacio para digerir la idea al tiempo que observa las correspondencias, hay unas para él, otras para varias dependencias y unas cuantas para Yuuri, la invita a ponerse de pié puesto de que debe salir, Vicky igual necesita marcharse a su próxima clase, la cual es con el viejo bigotón de Richelieu y si no llega temprano, deberá aguantarse sus cantaletas.
Cuando iban por los pasillos, la cadete llevó sus manos detrás de su crin aun con su expresión relajada, y descargada, miró las posibilidades por tal suceso, y no negará que ahora ese bicho curioso por saber más cosas del misterioso T.C, la abruma.
—Phichit. —El susodicho se ha detenido y le observaba alegre—. Yo, lo estuve pensando y… haré el intento de llevarme mejor con el jefe, primero por mi lindo príncipe Yuuki, y segundo porque si voy a estar aquí bajo su mando y nos vamos a seguir viendo las caras, al menos la estadía en la academia debe de ser más cómoda ¿No?
Allí mintió un poco, en realidad le sonó la intuición de saber a profundidad el cómo es su verdadero ser y si es así, como Phitchit le ha comentado.
—¡Eso sí!— Le apuntó con su dedo y un buen puchero enojón—. ¡No te prometo nada como él me salga con sus cosas «prácticas»! ¡Eso puedes apostarlo, Cariño!
—Yeeeees!!! —El puño traído al aire del canijo bribón, lo sintió como una batalla ganada. ¡Bien!
Para variar, el joven amargado pasaba por allí con su vestuario imperial y con… ¿Más papeles? (¿como que hoy es el día de los pliegos blancos y los sobres de manila en esa academia?) En fin, leía los resultados finales de aquellos que ingresaron exitosamente al F.E.G.I, Plisetky, Altin, y Leroy pasaron, Nekola también, continuó leyendo de rapidez hasta encontrarse con el nombre de esa Conejita problemática en sus filas y como supuso, ella se ganaría su lugar. Esa línea recta ahora curva en sus labios fue mostrándose de a poco al ajustar sus lentes.
—»Deberé buscar más analgésicos con la Médico jefe Yang para mis futuros dolores de cabeza»…—Eso especuló.
También especulaba en ciertos baches que encontró en la información inicial de Vickytoria en estos días al revisar su expediente con lupa. Sus gustos, morisquetas, destrezas y habilidades exactas a los de Andrei, o en la conversación inusual que le hizo al M.G Josef Karpisek Giacometti para colaborar ciertas procedencias. El tío de Chris era habilidoso como su sobrino. Sin embargo, al señalar referencias familiares titubeo un poco, esas cruces mal parqueadas le daban vida a su primera «teoría» y esa «teoría» le provocaba ansiedad, una que le recorrió de ida y vuelta las venas de solo sintetizar aquello.
Detuvo su andar cuando sus irises marrones dieron con las dos estampas charlando como comadronas en ese sendero. La niña al notar la presencia de su fastidio, se puso a la defensiva con su típica careta linda y enfurruñada. Luego, recobró su actitud de diva orgullosa de la nada. Él parpadeo desprevenido, ella pasó caminado a un costado levantando su coleta plateada con gracia y se fue de largo a su clase. Yuuri con esa ceja alzada y en pleno uso de sus facultades, infiere que la cadete aún no le perdonaba ese castigo macabro, el «Jum» de Vicky no miente.
—Yuuri, ¿Qué le hiciste a la niña? —Chismoseó contento el hámster observando todo en primera fila, fresco como lechuga y con mano bien puesta en su mejilla.
—¿Yo?, nada que no te importe. Más bien deja de ser su hada madrina y ponte a trabajar. —Y continúo su camino reservado leyendo sus papeles.
—Siiii, claro…Yuuri amargado, pero algún día vas a cantar. —Susurró el ratón descarado. Phichit, no se ha equivocado en decir que entre esos dos está pasando algo bonito… innegablemente iba lento, pero bonito al fin y al cabo.
Pasillos de la (T.S.P.A ) – Tokyo / Japón
Finales de Marzo del 2017 – 1:00 P.M (Muchos días después)
La vida en la T.S.P.A sigue movida con todos en sus asuntos. Lo bueno, es que el moreno ha sido un buen intermediario para que japonés y rusa se codearan un poquito mejor. Aunque… Las prácticidades, los berrinches divosos, y las jugadas a muerte (divertidas para el shipeador de Phichit) eran infalibles entre Yuuri y Vickytoria.
Pero, si la academia ya estaba revolucionada con el «amague de ese par», más todo lo anterior (refiriéndonos al caso del cartel) , el tifón que resonaba en forma de pasos por alguien mayor, uno bastante entrado en años los cuales se daban a conocer en sus hebras canosas y sus facciones duras además de envejecidas, llegaría a retomar las riendas de su equipo. El señor de setenta años no dio anuncio alguno, y muchos de la división directiva o ejecutiva se asustaron en el acto.
Adelantó su regreso de esa cumbre internacional por dos causas. La primera por el giro de 180 grados que ha tomado el caso del cartel académico, debe dirigir a sus muchachos y revalidar las opciones a seguir (y siendo sinceros, ya estaba aburrido de verles las caras a esos octogenarios que no mueven ni un dedo) y la segunda, que aparentemente era algo mínimo pero que en realidad es de mayor gravedad e inclusive apoteósica, era confirmar un mal presentimiento después de recibir hace dos días una llamada de una vieja conocida explicando alterada todo el malestar que ha vivido por la escabullida repentina de su familiar hacia tierras niponas y sí sus sospechas son ciertas de que ese «personaje» esté en sus filas (porque su academia es la única en Japón que ha roto la etiqueta en aceptar a una mujer a nivel directivo/Tradicional), tendría a esa fiera espeluznante a más tardar hoy mismo en su territorio armando severo escándalo morrocotudo y que ni con la ayuda del canoso vejete ruso tirando a sureño, evitaría el desastre…
Camino con rostro ceñudo, quería llegar rápido a su oficina a resolver esos «pendientes», su rezongar y mal humor salieron a flote hasta que preciso escuchó en la próxima esquina al profesor Richelieu reclamando algo en específico (mínimo algún estudiante le sacó de casillas), pero la otra voz… Esa voz le puso la piel erizada, esa voz la conocía.
—¡Esa muchacha! ¡No le perdió pie, ni pisada al bodoque de su padre! —Maldijo en ruso apresurando su marchar.
Podrían pasar los años, podrían pasar las épocas, podrían pasar muchas cosas pero siempre vá a reconocer en cualquier lugar a la joven Nikiforov. Con su rostro desencajado, acarreando una mano rastrera porque esa penitencia que tanto presintió estaba por efectuarse, pensó regañarla como nunca lo ha hecho en su rusa vida.
—¡Ya le dicho que no me gusta que me llegue tarde a mis clases! Y menos que me falte al respeto —Reclamó el subintendente.
—¡Y yo ya le dije que estaba ayudando al capitán Chulanont en unos pedidos! Podemos ir perfectamente a su oficina para que verifique mi versión y sobre lo otro, ¡usted empezó faltándome el mío! — atacó la cadete.
La pelea del bulldog vs la conejita estaba chispeante, sus compañeros no decían nada, Emil trataba de apaciguarlos hasta que…
—¡¿QUÉ DIABLOS SUCEDE AQUÍ?!
El perfil de todos los presentes pasó de rosado a pálido, y Vicky solo pensaba tras escuchar aquello por boca de ese viejo cascarrabias… Que esto era una pésima jugada del destino.
—«¡Деeeeрьмо!»… «¡Es es el viejo!»… —Pensó. ¡Ahora si se fregó!
—¡Den la cara de una buena vez que les estoy hablando! —Distinguido, con su traje negro portando sus manos detrás a su espalda, y dando cátedra de cuando lucirse con atribución, el General Yakov Felstman remontaba sus pisadas en dirección de esa revoltosa que ya se había girado haciéndose la despistada escondiéndose detrás de Emil. El señor habiendo llegado a su puesto con un revoloteo arisco en su mano apartó a los jóvenes dejándole solo con los dos novatos y el subintendente que estaba más perdido que loco en año nuevo. Richelieu intentó comentar un resumen de lo que estaba pasando con la Cadete, Yakov ni lo piensa…
Dio órdenes estrictas a todos los estudiantes de buen comportamiento en cuanto afiló sus ojos huraños en Vickytoria. La superaba en altura, la superaba en experiencia y con su fisonomía irritada escupió un—: A MÍ OFICINA, ¡AHORA! —Para tomarla por su oreja cual niña pequeña siendo regañada y pasearla así sea a empellones. Le avisó a Richelieu que se encargaría de darle su buen castigo. (Como una fachada para despistar al hombre en lo que arreglaba el problemón)
Los ojos de los demás quedaron como emulando unos platos y blancos de lo abiertos que estaban, pronto el maestro recobró sus sentidos perdidos y con un par de palmadas disipó el desorden mandándoles a entrar al aula de clase y así seguir con la lección. A lo que eso pasaba, el aguacero para Vickytoria seguía torrencial por parte del lobo mayor que al manifestarse alejado de todo turullo y estando en su gabinete a puerta cerrada, liberó la oreja ajena y habló.
—¡¿SE PUEDE SABER QUÉ CARAJOS HACES EN JAPÓN?! —Él ya sabía por la querella de Ivonne algo de su descabellada locura. Cruzándose de brazos, esperaba una respuesta lógica por propia boca de Vickytoria en lo que expulsaba toda ira por sus fosas nasales.
—Moohhh~ Eso me dolió. —Dijo ella cuando se acarició su oreja—. y no deberías tomar tanta rabia, Viejo Yakov, o te dará algo y quedaras más calvo de lo que ya estás.
—¡¿Calvo?!, ¡¿CALVO?! ¡MAS BIÉN UN INFARTO¡ ¡ESO ES LO QUE ME VAS A PROVOCAR, MUCHACHA DEL DIABLO! —Se movió de lado y lado como un leon hambriento para no cometer una demencia en su contra—. ¡¿Y QUE FORMA DE TRATARME ES ESA, VITYA?! ¡RESPETA A TUS MAYORES!
—»Vitya» no es propiamente un nombre para una chica. —Mencionó con inocencia despistada valiéndole todo.
—¡TU SABES QUE TE LLAMO ASÍ PORQUE JAMÁS TE COMPORTAS COMO UNA SEÑORITA, SINO COMO UN PANDILLERO DE BARRIO! ¡Y NO ME CAMBIES EL TEMA! ¡QUE LA COSA ES CONTIGO, NO CONMIGO! —Esos descaros por parte de ella con su boquita típica de corazón, le dio más rienda suelta a la bravura que Yakov sentía. Lo paradójico era, que esos mismos comentarios de tal talante, le hicieron recordar las conocidas salidas imprudentes del fanfarrón de Andrei y los días en que él, lidiaba a Vitya (su pequeña y revoltosa Vitya) cuando era una criatura en las instalaciones de la FSB… quien ahora es toda una mujercita a sus ojos.
El sentimiento lo abordó un poco pero hizo a un lado para seguir con el regaño.
—Mira nada más que venir sola a Japón apoyada por el alcahuete de tu abuelo, y huyendo cual fugitiva de tu tía por caprichos… porque eso es lo que son, ¡Caprichos y nada más!
—¡NO LOS SON! —Exclamó con fuerza, y eso lo sorprendió, el semblante en Vicky paso de alegre a serio en un abrir y cerrar de ojos—. Lo que estoy haciendo no es un simple capricho avalado por mi abuelo. Es mi sentir… Es mi deseo, y mi camino a seguir en esta vida. —Remarcó con fuerte justificación sin dejar de mirarle—. Estando en Rusia no podría hacerlo, sería condenarme o cortarme las alas antes de intentarlo.
Las respuestas entre ambos iban en aumento, cada quien desde su posición, defendiendo lo suyo, hasta que el clímax llegó a su punto cuando mencionaron a la causante de tal vahanería.
—Tú deberías estar en Rusia con tu tía Ivonne y no estar jugando a los policías. Abandonaste una buena oportunidad con Anatoly Golstying sin mencionar la artística en el Ballet de Balshoi bajo la batuta de Lilia Baranoshkaya .
—Esa señora también le lavó el cerebro con eso de hacer cosas que vayan acorde a mi preferencia o condición, ¿verdad?—La frustración en Vicky era enorme y despejó los mechones de su cara—. Tío Yakov, escúchame, los he visto a ti y a papá realizar su labor con respeto, un respeto y amor que los dos a su manera, me trasmitieron de pequeña enorgulleciéndome día tras día. Mi padre lo hizo hasta el último soplo que brindó en su ser con tal de entregar todo lo mejor de sí.
Su clamor fue sentido y el hombre pudo ver un brillo en los ojos de Vicky, ese brillo terco y necio que solía tener Andrei cuando discutía con él.
—Mi abuelo sabe mis gustos y aspiraciones, si es cierto que la danza hace parte de mí, y enseñar arte me agrada, por algo me gradué de ello… Más no es la fuerza que me motiva. Eso mi tía Ivonne también lo sabe pero se hace la desentendida. Ella siempre se mantuvo limitándome a sus reglas sin sentido, y digo «se mantuvo» porque ya no pienso seguirle más la corriente. No soy la niñita de seis o diez años. —Le tomó por su rostro cándidamente y le miró con ternura—. A ella y a todos, incluyéndote a ti, Tío Yavok… Se les olvido que ya crecí lo suficiente para entender las cosas, tomar mís decisiones y ser responsable de mis actos.
—Ciertamente no eres la pelusita pequeña que tenía en mis brazos. —Correspondió con una faz y sonrisa nostálgicas al tener a la rusa mirándole con sus ojos grandes y azules—, y ciertamente tienes cualidades que te hacen especial, una genio que a corta edad ha hecho grandes cosas. No obstante, si me voy a términos legales sigues siendo una adolescente e Ivonne es tu tutora, ella me dijo del procedimiento deslindado que hizo el sinvergüenza de Sergei y está buscando alguna forma legal para llevarte de vuelta a Rusia. —Eso inquietó a Vicky un poco pero se sobrepuso ante ese golpe.
—Me cuesta creer todo esto…y me duele ver que esa mujer me haga tal cosa por sus sentimientos egoístas, de veras. —Ironizó al aire.
—¡VITYA!
—¡Es verdad! si estar de etiqueta como una «muñeca de porcelana» en la alta sociedad cerrada solo por dar gusto a los demás, y esperar a que un idiota como Anatoly me tome como florero de recepción porque según mi tía es «lo mejor para mí»… Entonces, renuncio a esa mala experiencia y prefiero morirme bajo de un puente. —Recriminó con porte, para el mayor eso le sonó a sus típicos berrinches.
—Por el amor de todos los dioses ¿Te estás escuchando? Ella siempre ha querido lo mejor para ti, muchacha. Es tu tía, no un escorpión.
—Bien dicho, es mi tía. No mi madre y mucho menos mi padre, estoy segura que ellos dos de estar vivos me apoyarían. —Concluyó con respeto—. Y eso último a mi tía, le encaja perfectamente en su currículum.
—Vickytoria… —Le regaño algo sosegado.
—Discúlpeme tío. —Se excusó con más calma y haciendo un pequeño puchero. Yakov puso mano senil sobre su delicado hombro—. Pero no sé qué más pensar de ella, entre mi abuelo y mi tía, él siempre me brindó su cariño incondicional, y nunca ví algo así por parte de Cruela-forova, solo sus regaños o sus imposiciones sin consultarme.
Le dijo con franqueza su inconformismo. Tomó un merecido respiro y continuó expresando sus deseos guardados a aquel señor que consideraba como su tío cascarrabias aunque no fuese familia directa de ella…
—Yo quiero…Que ella comprenda que mi vida es mía y que si me quisiera como ella dice, lo ideal es que hable conmigo, que me aconseje, que lleguemos con acuerdos y no que venga de buenas a primeras a exponerme como trofeo en algo que me hará infeliz. Mi abuelo siempre me ha recalcado eso, de que todas las personas son libres de tomar en sus decisiones, y también me ha dicho que por mucho que él o ella me den sus consejos, me cuiden, o me guíen, solo yo y nadie más vivirá lo que tenga que vivir… Por favor, tío Yakov te lo ruego… No me regrese con ella. No lo haga.
Vicky dejó caer su cortina de consternación ante el ruso de ojos azules. Los iris de aquella niña se veían redondeados y angustiados; por tanto inseguros por el futuro incierto y negro que se le pintaba.
—Estar en Japón fue, es y será la mejor decisión que pude tomar… Quiero ser oficial, ¡de verdad quiero serlo!, me gusta ayudar, me gusta su academia, jamás había llegado tan lejos en ello y ahora que por primera vez en años me siento en mis facultades de hacer lo que realmente me nace desde aquí. —Apuntaba con distinción a su propio corazón—. No quiero dejarlo.
Vitya (como le nombra Yakov) le explicó que aquí, no la miraban como la chica prodigio, no la miraban como una joya preciosa la cual debe ser guardada en su cajita de cristal. Aquí en Japón, sus compañeros la tratan como uno más del común, que tiene amigos que le han expuesto su afecto, que ha experimentado cosas nuevas y que tiene superiores (tomando de ejemplo a Yuuri) que le exigen o la ponen a prueba llevando al máximo sus límites. El General ruso seguía circunspecto y atento al resto de súplicas en Vicky, pueden que sus fraseos sean bonitos más no sucumbiría a ellos. Teniéndola aquí, era problema asegurado con esa tormenta llamada Ivonne. Se sobó el puente de su nariz mientras meditaba lo que estaba por decir…
Le rompería el corazón a su dulce señorita.
—Yo no sé exactamente qué cosas hayan pasando en tu casa para que hicieras tal atrocidad, Vitya. En lo personal soy algo chapado a la antigua y sabes que no estoy de acuerdo en que señoritas como tú ejerzan una profesión tan peligrosa como esta… Pero entiendo que el mundo cambia, y te acepté porque mí hombre de mayor confianza, el T.C Katsuki, me convenció al mostrarme parte de tus resultados en la academia como cadete desconociendo por completo que se tratase de tí.
—¿Eh? ¿El Amargado…?
—¡Vitya! ¡Por Dios!
—¡Ah!, ¡digo!, ¿El Teniente Coronel Katsuki hizo eso … por mí?
—¡Ten más respeto con tus superiores! ¿Acaso hay otro Katsuki en este lugar? —Caminó girando a su ventana para ver al gentío del campus, Vicky con una supuesta calma llena de ansiedad desde su puesto no perdía ni un segundo a cada cosa que decía, pero le estremeció saber de primera mano ese detallazo del japonés.
—Obviamente, sabiendo que la estampa que tengo enfrente eres tú, la moneda cambia. Ya conoces a tu tía… Si fuese Sergey tu acudiente, otro resultado fuera y te aceptaría en un periodo de prueba. Pero ella, es quien tiene la mayoría de potestad sobre ti. Ella es una mujer que hará lo que sea para sacarte a rastras, se valdrá de cualquier artimaña judicial o escrita, y tú al ser una estudiante en la T.S.P.A y menor de edad, puede hacerlo. Lo que menos necesito es un escándalo que involucre a la academia o que pasemos vergüenza a nivel nacional por problemas de segunda instancia… —Y lo que tanto temió en un inicio, se realizó… una vez más, Ivonne estaba por apagar esa brecha de esperanza en su recóndito ser.
—Tío, por favor…
—Lo siento, pero hoy mismo recoges tus cosas, haré que te den de baja como cadete en la academia. —y ese filo mortal fue como un balde de agua fría para Vicky, una helada carente de toda existencia.
La niña apretó sus manos con impotencia revirando en voz alta que no era justo, no era justo que sus esfuerzos se fueran al caño solo porque aquella mujer que tiene por tía le daba su reverenda gana. Sus documentos estaban en regla, le puso entrega, sudor entre otras cualidades para lograr su cometido.
—¡YA DIJE QUE NO, Y ES UNA ORDEN, VITYA! ¡Tengo demasiados ojos encima como para agregar otro más a mí lista! —Su alegato se vio interrumpido por una llamada, y como si el diablo fuese invocado, Ivonne Nikiforova le informó que ya está en Shibuya y que en cualquier momento llegaría al lugar.
Él se lo hizo saber a Vickytoria…y ella en respuesta…enmudeció.
El rostro de Vicky fue de total y amarga decepción, no quería llorar, no deseaba hacerlo porque era aceptar una derrota manipulada. Apretó con fuerza sus dientes para no aflorar lamento alguno, se tragó esos impulsos y volvió a reclamar con más fuerza.
A medida que el par de rusos tenían ese careo intenso, el T.C Katsuki se aproximaba por los pasillos, con el General de regreso, en sus manos portaba tres fólderes donde tenía resúmenes de las cosas hechas hasta ahora en la academia, sobre el caso del cartel y la convocatoria flash del F.E.G.I más las voces explosivas le detuvieron todo movimiento. Para él es de pésima educación estar parando oreja en conversaciones (más bien gritos) que no son de su incumbencia, pero el que sean Románova y Felstman, le llamó toda su atención. Sobre todo porque no imaginaba la familiaridad entre ambos individuos.
De pronto, la puerta se abrió de golpe con esa cadete corriendo y más atrás el General vociferaba su actuar. Vicky no pudo…Vicky con temblor en sus labios empezó a sollozar, hasta que se topó con su jefe…corrección, su ex-jefe. Azul y marrón otra vez se encontraron, y el japonés estaba callado observando la fragilidad en esa chica que normalmente era dinámica y radiante.
Ella le miró con su rostro enrojecido y decaído, luego le sonrió escueto. De todos sus superiores fue el que llevó la peor parte por los embrollos que siempre le propinó y en cierto modo, ya se había acostumbrado a sus regaños, sus lecciones, sus peleas constantes, entre otras cosas a sus buenos consejos y esa encantadora sonrisa que solo le ha mostrado en completa amabilidad.
Lo va extrañar…así como extrañará a su sobrinito.
—¿Puedes decirme lo que ocurrió? —Rompiendo toda discreción, levantó su perfil como pudo tomándole su pequeño mentón, Vicky luchaba para que las lágrimas que yacían de ella no salieran, y eso expuso verdadera preocupación en Yuuri.
—Parece que…Al final n-no puede c-cumplirle mi promesa, K-Katsuki-San. — su voz suave y desquebrajada le indicó el mal instante que estaba pasando incluso le alarmó que lo nombrara con esa formalidad—. Lo lamento… lamento todos los impases q-que le di. —Se inclinó en una reverencia dejándolo desarmado y más confundido que nunca y estando próxima a llorar otra vez con esa revoltura en su estómago, se fue sin decir más nada.
—¡KATSUKI! —Felstman llamó a su subordinado—. ¡Déjala y ven conmigo! —Yuuri apurado asintió, y deseó que su jefe no lo hubiese llamado para auxiliar a la cadete.
El ruso, no vio del todo el cruce de palabras pero infirió que Vitya se la llevaba muy bien con él (es carismática, suele ganar la confianza fácilmente aunque es algo «excepcional» que logrará tal proeza con su mejor soldado por ser un zorro solitario) ya dentro, el General le pide reportes concisos y el T.C obvio, se los daba, pero en medio de sus explicaciones no pudo evitar sacarse de la cabeza la imagen de su cadete y la expresión afligida que vio. No puede seguir así.
Con cautela Katsuki, supo torear a Felstman preguntándole sobre lo que pasó con la joven. Por supuesto, el señor malhumorado se descargó contándole rápidamente la travesura cometida. Enterarse del escape espectacular filmado como película hollywoodense le consagró méritos a esa conejita y Yuuri ni siquiera lo pone en duda… (Lo del operativo fue una muestra de sus ocurrencias) pero, lo siguiente que comentó Yakov, lo dejó fuera de base
—Por suerte ya di aviso a sus familiares. Es impresionante que hasta las chuscadas de Andrei se las heredará.
—¿A-An-Andrei? —Mencionó atorado.
Sus sobresaltos se encendieron con solo oír su nombre…entonces no estaba loco cuando intuyó ese pequeño indicio.
—U-un momento… ¿Me está diciendo que el padre de la cadete es… es…?
—Si Katsuki, Es Andrei Nikiforov. —Afirmó sin anestesia.
—P-pero… Se supone que en su ficha ella aparece con el apellido Románov, por ende su participio y patronímico es Románova… —y Yakov le platicó al azorado japonés, que el abuelo de la niña, el señor Sergey con ayuda de Josef, redactaron la inscripción con el apellido de su madre Alisha para que ella pasara por bajo perfil, además de esquivar otros datos.
De haberse inscrito con el apellido de su padre, armaría revuelo en Japón… para Yuuri, ahora todo tuvo lógica…
—Vaya…Esto es….Tan…
—Increíble e inaudito. ¿No? —Resumió el señor sentándose en su sillón de mala gana.
Yuuri quedó hecho un bloque de la impresión deslizando los dedos por sus cabellos negros, Yuuri aun digería esa acaudalada información en su sistema sin vacilaciones, la corriente hecha verdad le dio ese golpe lúcido que necesitaba para crear su escenario… En sí, se hallaba abstraído en sus pensamientos, todas las señales estaban allí y él, hecho el idiota nunca se dio cuenta.
—»¡¿Cómo carajos no lo supuse?!»… —Pensó.
Aunque…Era justo que no le recordara, y menos que asociara su imagen actual a la que tiene de ella en su pasado de hace once años y parece que Vicky, no tiene ni la más remota idea de que ya se conocían. Siendo ella una linda nenita de seis añitos cuando le vió, era obvio, que lo olvidara. Aun así, esto no deja de sorprenderlo, y no sabe cómo afrontar aquella realidad donde le toque ver a esos ojos azules hermosos nuevamente, pero lo que sigue… Lo vuelve a golpear.
—Dentro de poco su tía Ivonne vendrá a llevársela.
—¿P-por qué? —Musito extrañado por la nueva sorpresa.
Yakov pocas veces se le dá por tomar en el trabajo, pero la situación lo tenía estresado. Mientras se servía de su mini bar un trago de voldka pesado, le comenta en confianza a su subordinado que Vitya e Ivonne no tienen propiamente una buena relación de «sobrina – tia» y desde la muerte de Andrei las cosas se complicaron, Vitya siempre ha hecho cosas llevándole la contraria e Ivonne siempre la ha obligado a realizar actividades que no son de sus gustos… Yuuri en los meses que convivió en la mansión Nikiforov o las discusiones que presenció de su maestro para con esa mujer, supo que Ivonne es alguien que impone sus opiniones sobre quien sea.
Aunque lo que vivió Katsuki con su hermano fue algo distinto, al final Kouji, depositó su fe en él, su jefe, sus amigos y familiares también.
Yuuri poniéndose en los zapatos de esa pequeña y ya conocida conejita, pensó en lo duro que le ha tocado luchar, en lo que ha cambiado y entiende él por qué mantiene esa actitud rebelde con él, con todos, contra el mundo y no por gusto… Pero lo que más le movió fue ese ese sentido «lo lamento», recordando su promesa de estar en sus filas cuando le encaró en Hasetsu.
—No quiero que esa fiera venga con sus arrebatos. —Sentenció—. Vitya habrá pasado sus exámenes en la T.S.P.A como cadete, pero hizo muchas cosas sin el permiso de Ivonne. Me tiene con las manos atadas y ella podría armar revuelo en la prensa. Soy un hombre muy viejo para esto…—y se terminó su trago de un sorbo.
Yuuri tenía que hacer algo… tenía que hacerlo…
—Gracias por escucharme. Siento mucho comentarte de mis nimiedades muchacho, ya puedes retirarte. Te dejaré trabajar tranquilo en tus asuntos. —Estaba por salir por esa puerta cuando Yuuri, posó una palma recatada en su hombro a modo de petición.
—Espere señor, Yo… No soy quien para cuestionar sus arbitrajes y para mí esto es sorpresivo, pero siento que se está cometiendo un error apresurado con… La señorita Nikiforova. —Se albergó extraño llamarle de esa forma.
Felstman le reparó su actitud con sus dejos gentiles al igual que su mirada compasiva… Una que hace tiempo que no le veía al japonés. Yakov llenándose de prudencia, instó a seguir en su esclarecimiento a la vez que recorrían el sitio. Katsuki, en su neutralidad respetuosa, le hablaba del desempeño de la cadete, de sus habilidades, de sus as fortalezas y del como poco a poco se ha ido ganado su espacio, todo esto basándose en las anotaciones dadas por los instructores y subintendentes (excepto Richelieu, ya con calma le dirá los roces de ambos). El General en silencio templado, detalló su oratoria. Para que su mejor carta hablase así de aquella adolescente revoltosa, es porque ella ha desplegado una buena gestión.
—Solo digo que si la deja ir, se nos vá un buen elemento.
—¿Tanto así, muchacho?
—Totalmente. Moviendo las fichas correctas puede ser alguien dócil y brillante… ¿Puedo tener un permiso para dar una opinión más «personal», señor? —Yakov le dio un «concedido» y Yuuri habló—. Si la cadete Nikiforova lo hubiese querido, se valdría del nombre de mi maestro y agarrarse de su recorrido. Algo que yo no permitiría por muy hija que fuere de él y eso usted lo sabe. —Le comentó directo a su superior—. Pero no lo hizo… Ella quiere ganar las cosas por sus propios medios, y quiere demostrarles a los demás que si puede, es algo para tener muy en cuenta. A ciencia cierta lo del escape de su casa y lo de ocultarme parte de su procedencia no estuvo bien, yo veré como la sanciono. Más eso lo compensa en la ayuda que me dio en la investigación. —Yuuri reveló una fuerte determinación y Yakov quedó con los crespos hechos con eso último, porque no entendía que pitos tocaba Vickytoria en algo clasificado.
Rápidamente le departió sobre los documentos que protegió de las garras de Yamamoto, sobre los análisis que logró sacar bajo su guía de aquel cartel, o sobre el contra-Ataque que hizo con los de la FSB, evitando que se robaran el resto de la droga dentro de la misma academia.
—¡Válgame Dios! ¡Esa muchacha no sale de un hueco cuando ya se ha clavado en varios!
—Lo sé, ella es joven y no negaré que posee un carácter «complicado y aventurero» por su propia edad.
—Rebelde, es la palabra indicada. —Rezongó el mayor arrugando el ceño.
—Concuerdo en ello. —Afirmó Yuuri—. Mas puedo decir que su rebeldía y terquedad cuando la traza por buen camino pensando en el bienestar de los demás, no sabe medirse al punto de exponerse…Ya me ha desobedecido en algunas ocasiones pero lo que hizo conmigo y mis hombres es una heroicidad que no hay que pasar por alto. —Allí Yuuri aprovechó para comentar el par de hazañas que cometió la niña a sus espaldas, esa filtrada en el falso-positivo en trampa que ella descubrió con tal de salvar las vidas de sus oficiales (y la suya) era el enganche que necesitaba para tramar al patriarca mayor.
El rostro del viejo regañón se desacopló por tal osadía de su pequeña Vitya y Katsuki solo asintió confirmándole todo con una sutil sonrisa ponderada.
—Piénselo bien… La cadete Nikiforova es un diamante en bruto el cual toca esculpir con mucha minucia y ahora que ella aprobó limpiamente en el listado del F.E.G.I y que hace parte legalmente en mis filas como Oficial, no la pienso perder. Eso se lo puedo asegurar. —Se jugó todas sus cartas el muy cabrón al darle papel con todos los nombres de los aprobados…
Yakov deberá pensarlo dos veces antes de acceder. Como estudiante de la T.S.P.A, él tendría más poderío de la situación para darla de baja, el hecho que ahora aparezca aprobada en la F.E.G.I, cambia las cosas completamente… Serían más papeleos, muchos problemas legales, y más estacas a su espalda.
Para rematar, el fuego en los iris envinados de su Teniente Coronel, le dio a entender que sí o sí hará lo que esté en su alcancé para no dejar escapar a su pupila, así como luchó al principio por su ingreso. El hombre tomó una pose pensativa reconsiderando las cosas, sabe que no será fácil encarrilar a esa cabra-loca que tiene por sobrina (no de sangre pero si de corazón) cuando tenga sus impulsos traviesos, y bueno, Yuuri no es ningún pintado en la pared para dejarse tironear de las ocurrencias de la rusa, confía en que puede pararle el carro a su manera… La piensa respaldar.
—Muchacho… te brindare el beneficio de la duda con Vickytoria, si abogas así por ella por algo, espero no arrepentirme.
—¡¿De verdad, Señor?!
Los ojos de Yuuri se agrandaron y su rostro irradió un aire de nobleza en su sonrisa.
— ¡No se arrepentirá, eso delo por seguro! —Soltó con seguridad, Yakov le miró el aspaviento con una buena cejuela alzada a gusto, juraría que vio por micro-segundos a ese amable pero torpe crio Oficial de hace años atrás. El pobre, al percatarse de lo que hizo, tosió para disimular y cobró su compostura seria sonrojándose copiosamente.
—Excuse mi atrevimiento, Señor Felstman.
—Je, descuida Yuuri. —Se burló con sorna el viejo dándole palmadas duras a su espalda—. Es bueno saber que algunas cosas no cambian en ti. —Le habló como un padre lo haría con un hijo.—Ahora, el dolor de cabeza será Ivonne, cuando se enteré de mi nueva decisión… ¡Armará el Armagedón!
—¡De eso no se preocupe! ¡Yo me encargaré de ello!
—¡Dios te oiga!
Ambos abrieron sus caminos y se prepararon para ese terremoto que estaban por afrontar…
Sala de Recepcion de la T.S.P.A – Tokyo / Japón
Finales de Marzo del 2017 – 1:30 P.M
—Como supuse, este paraje es un…Cuchitril, espero que ustedes tengan todo preparado para irnos hoy mismo a Rusia.
—¡S-si señora!
—Y lo primero que haré cuando lleguemos, será avisarle al heredero de los Golstying, Anatoly, que e salga con ella o juro que me dejaré de llamar, Ivonne Nikiforova.
En paralelo, a la T.S.P.A arribó la mujer temida que rinde honor a su sobrenombre como Cruela-forova the Vil, taconeaba rozagante en medio de la multitud escoltada por sus guarudas en dirección a las oficinas principales, el abrigo de piel fino, su peinado sofisticado al igual que su maquillaje resaltaban a la vista, los hombres no disimularon para nada el deleite, tales reacciones les parecieron corrientes y vulgares propios de este tipo de lugares no aptos para una dama como ella y claro, para su sobrina tampoco.
Si nos preguntan por el señor Sergey, se encontraba varado en pleno el embotellamiento (ya saben, hora pico haciendo daños en las carreteras) ¡Menuda suerte la suya!, y con ella tenía ganas de arrancar esos carros de su camino. Él no le dirigió para nada la palabra a su hija durante el vuelo express que se pegaron a Japón, su negativa era un tema delicado que involucra a su nieta, incluso se imaginó como debió afectarle esa mala noticia, rogaba al cielo de que le pusieran en su camino al ex- pupilo de Andrei y así buscar alguna solución a este absurdo.
Y si hablamos de Vicky, ella odiaba experimentar sentimientos nada gratos, su lindo perrito estaba en su dormitorio y se ha acercado como si al olfatearle calzara muchos puntos de su tristeza para contentarla, le lamía juguetón por todas partes, y lo que más le lamía eran sus gotas perladas que al fin cedieron a su congojo de ese inconsolable rostro.
Ella solo se aferraba a ese lanudo amigo hallándose perdida en el desierto de sueños agrietados. No se quería ir… no quería dejar esto… no quería dejar a sus amistades… No quería dejar su sueño. Emil y algunos compañeros fuera de su entrada le tocaban en repetidas ocasiones nombrándole, pero nada. No les abría. No lo hacía porque si les veía sus caras se pondría el doble abatida. Vicky espero un poco más hasta que se fueron de allí y después se largó a otro lugar donde no se viera presionada.
Regresando con aquella ilustre mujer, se sacó sus lentes de lujo Dolche & Gabanna con garbo ante una de las secretarias, le miró petulante y exigió revolucionando todo de buenas a primeras hablar con Yakov Felstman. La mujer apocada por esos ojos filosos intentó explicarle que sin una cita reservada no podía hacerle pasar, y ella con esa aura penetrante de «¿no sabes con quien te estas metiendo, querida?» hizo encoger de miedo no solo a esa alma bien aventurada sino al personal completo que le rodeaba.
Reclamó a viva voz denotando la ineptitud incipiente del servicio y se voló todo protocolo para ir a buscar a ese hombre por donde sea. Digamos que sus tontos (los wachimanes que tiene por guardaespaldas) como no pecaban de ignorancia alnconocer sus rabietas, mejor la «dejaban ser»… ¡Ni locos se le meten por el medio!, hasta que todo intento de desastre en dicha academia, fue paralizado por Katsuki Yuuri.
Los operarios del lugar temblando de miedo, le advirtieron la situación y este hizo un ademan con la mano diciéndoles que no se preocupen porque el mismo la atenderá, Ivonne le reparaba con movimientos de aristócrata y sintió que lo ha visto antes pero… ¿En dónde?
—Sígame por favor, señora Nikiforova. —Habló elocuente, en perfecto ruso impresionándola.
—¡Señorita! —Corrigió al instante.
Katsuki con todo el entrecejo en alza, soltó un «Ok…Señorita.», le dio el paso libre como el caballero que es a la dama para guiarle a una oficina auxiliar y así no hacerle caminar a la suya. Se acomodaron en sus asientos, yendo al grano para lo que les acontece, Yuuri le comentó que el General estaba ocupado en una reunión muy importante y en su reemplazo la atendería. Luego, le dejó hablar todo lo que quisiera exhibiendo su indiferencia a la academia y decretando sus razones. Oírle sus pretextos de esa forma tan despectiva, provocó nauseas en Yuuri.
¡Ah!, pero lo que irritó en gran medida fue el menoscabe que ella daba a los estúpidos «caprichos infantiles» de su sobrina, y su sueño de ser oficial.
¡Listo!
Se le fue a la estratósfera su calmada jurisprudencia.
En su escritorio fortuito, con sus manos apoyadas en su barbilla y sus índices rozando el tabique de su fina nariz, premeditó con antelación los fraseos a usar en contra de esa presumida mujer que se las dá de «Dios todo poderoso»…Haber sido pupilo de Andrei «sin pelos en la lengua» Nikiforov y Hermano de Kouji «sarcasmo Practicó» Katsuki, tiene sus beneficios.
—Señora mía. —Ivonne hizo un mal gesto recalcándole el «Señorita», Yuuri hecho el desdeñado a propósito se eximió y continúo—. Me temo que lo que piensa hacer en el día de hoy no será posible.
—¿Lo está insinuando?
—No lo estoy insinuando, lo estoy afirmando. — Respondió seco—. Como bien sabrá de la condición, el General estaba al tanto de lo que hizo su sobrina, pero al ver su desempeño y consultar algunas conjeturas con mi persona, lo pensó mejor y desechó esa opción.
—¿Yakov se volvió loco?, él sabe perfectamente que vine a llevarme a mi sobrina porque este lugar salvaje no goza de las reseñas llamativas para alguien como Vickytoria.
—¿Está desmeritando como vulgar una noble labor la cual es el servir de protección a los demás? ¿Eso es lo que debo de entender?—Soltó nefasto y acusatorio carcomiéndole los sentidos a la dama—. Porque si es así, el señor Felstman, su propio hermano que en paz descanse y el resto de personas que nos dedicamos a esto seriamos unos lánguidos cualquiera y su sobrina igual, ¿no?
—No exactamente, señor…señor… ¿Tabuki?
—Katsuki. —Aclaró.
—Eso…—Ell apellido le quedó sonando en su cabeza pero prosiguió con tono arrogante. —No quise pordebajearlos… Mire…Señor Katsuki, usted comprenderá que este recinto no es adecuado para una joven de la talla como ella, tiene futuro en otras cosas más vistosas y que por su loca cabeza de llevarme la contraria la quiere desechar.
—Curioso, porque yo pienso que es una mujer joven bastante centrada pese a su edad, y que resultó ser alguien con aptitudes más que adecuadas para lo que se requiere.
—¿Por favor que vá a saber ella sobre lo mejor para su vida? Son simples arranques febriles y torpes de chiquilla adolescente.
—Sin ofender, pero se me hace amoral que su propio familiar hable así de su sobrina.
—¡SEÑOR KATSUKI, ME ESTA FALTANDO AL RESPETO!
—¿Dígame alguna palabra exacta de mi boca donde yo haya usado algún apelativo en su contra? —La mujer calló vertiéndose en un blanco vacío—. No la hay ¿verdad?… Entonces, le sugiero no hacer acusaciones en falso. Ahora, desde que llegó la he dejado hablar sus parabulías o vascuencias disfrazadas de cordialidad hacia nosotros y de la Cadete Nikiforova, la cual pertenece a mis filas. No pienso permitir eso… No ponga en tela de juicio mi inteligencia.
Estática en su silla jadeó indignada y algo dramática, no espero tal descargue pretencioso de aquel oficialucho de ojos rasgados, cruzó sus piernas de golpe hacia el otro lado renovando sus aires de reina y manteniendo su muralla.
—¿Quién se cree usted para hablarme así?, Puedo ir con su jefe directo y hacer que lo boten como a un perro. —Chasqueó sus dedos en el acto—. Será mejor que no me rete, querido. —Terminó con preeminencia la dama y el caballero pensó que Vickytoria daba más «cátedra magistral» que su tía, al momento de dar argumentos.
—Para usted no soy nadie, por supuesto. —Ahora Yuuri, remontó el marcador—. Para mí personal solo soy un superior delegado que odia las indirectas y más cuando lo dicen a mis espaldas… «señorita», y francamente por respeto a la memoria de mi maestro, es que la lidio con sutileza. Así que le pido manejar cordura.
La mujer echando cabeza y observando mejor sus fracciones ya logró atinar en donde ha visto tal sarcasmo y familiaridad en el sujeto. Sonriente, acomoda su mechón para continuar la tertulia.—Sabía que me eras conocido de alguna parte, tú eras el hermano menor de ese impúdico japonés amigo de Andrei. —Ha mencionando a Kouji, ella y él siempre se odiaron—. ¿Yuuri Katsuki, no?, veo que ha cambiado en estos años… Lo recordaba más «sencillo»
—Las personas cambian, señorita. Igual, ese no es el tema, mi competencia es la hija de mi maestro en estos momentos. — rápidamente le mostró el curriculum y hoja de vida de la muchacha a su tia para que lo fuese leyendo mientras él exponía sus litigas—. Cuando vino aquí, sus documentos fueron llenados en regla, actualmente si ella continuará siendo cadete en la T.S.P.A, quizás podría llevársela, pero…
—¿Y? ¿Cuál es el «pero»?
—La señorita pasó a las filas del F.E.G.I, lo que complicaría su «petición»
El rostro austero de la mujer se fue descomponiendo a medida que Katsuki con artículos de su constitución le dio discernimiento que Vicktoria, debutaría como Oficial de prueba bajo asistencia profesional debido a que su caso y el de otro compañero (Nekola) están siendo evaluados al ser novatos con alto rendimiento. Según los estatutos, aquellos que integren la Guardia Imperial de Japón, no pueden ser dados de baja a menos que ocurra algo de mayor gravedad como la falsificación de documentos o una enfermedad. Obviamente, la señora recrimino ese hecho justificándose con la escapada y el arreglo bajo cuerda que hicieron su padre y el M.G Giacometti, algo que en ningún momento Katsuki negó, más el General estaba al tanto de todos los pormenores (en teoría, Vicktoria nunca violó los datos personales… Usar el apellido materno es legal) y lo tomó como un «bache menor» al llevar un registro profundo de los logros de Vickytoria.
Yakov ya le había mencionado con anticipación que esa mujer era de armas tomar y él, al confirmar bajo lupa todo su itinerario, estaba listo para atacar.
Rusia Vs Japón… Veamos cómo les vá en el mundial, a estos jugadores con su marcador.
—Como verá, no podemos acceder. En caso hipotético de hacerlo, ella podría meter una acción de tutela, Japón es un país de reglas, el gobierno, mi jefe y persona no pensamos perder a un prodigio como Vickytoria y menos que se nos reclame por incumplimiento de términos.
—Sí ese el problema, estoy segura que mi padre y mi sobrina hicieron algo fraudulento. Legalmente ella es menor de edad y está bajo mi amparo.
—Ok, entonces ¿De quiénes son las firmas que aparecen en este permiso de emancipación?
—WHAT?! —Le arrebató el papel de sus manos sorprendida—. Es obvio que son la de mi padre y la mía pero…
—¿Alguien la obligó a firmar?
—Claro que no… pero…
—¿La abordaron con un revólver?
—Ya dije que no, pero… ¿no sé en qué momento los firmé? A no ser que… —Allí su mente la llevó al causante de todo—. Los días antes del escape de Vickytoria, mi padre me dio unos papeles a firmar pensando que era algo insignificante—. primer gol para el japonés y porque fue auto-gol de la rusa.
—Eso no me interesa, de lo que sí le puedo hablar es que dentro de las leyes, el acta firmada es «legal» y totalmente genuino a nivel internacional, un perito puede fiscalizarla y le dirá con certeza que el documento es original. Eso significa que su sobrina tiene libertad total de decidir indefinidamente como un adulto sin permiso de tutor alguno hasta que cumpla su mayoría de edad. —Segundo gol de para Japón y de taquito.
—¡TIENE QUE SER FALSA!
—Puede ir a la ANP en mi país, a la Fiscalía Rusa, cualquier otra institución, y lo primero que le dirán es eso que le comenté. O bien, puede regresar tranquilamente a su mansión y dejar el asunto morir allí. —Tercer golazo de Japón y de chilena cuál Oliver Atom.
Marcador actual: 0 para Rusia, 3 para Japón.
—¡QUÉ INSOLENCIA! ¡¿CÓMO SE ATREVE?! —Ivonne no hallaba forma de sobrellevar la realidad a cada daga impartida por Yuuri, lo cual significaba aceptar la derrota montada sobre olas picadas.
Por mucho que detestara reconocerlo ese hombre le ha sacado lo peor de si, le ha sacado de sus casillas e irónicamente se reúsa a que su sobrina, se halla salido con la suya. Yuuri con su aura de apariencia tranquila pero letal, no bajaba la guardia.
—¡No sé cómo le haré! ¡Pero tarde que temprano esa emancipación la pienso revocar y esa niña regresará conmigo! ¡Tengo a muchos contactos en el exterior que…!
—¡Y le recuerdo que esto no es Rusia! ¡Tampoco es su casa! —Se impuso sin necesidad de levantar la voz. —Usted no es quien para hacer lo que quiera aquí en mi oficina o montar imperio en las decisiones de nuestra jurisdicción. Conmigo no funcionan ese tipo de artimañas baratas.
—¡SEÑOR KATSUKI!
—Nikiforova es «autónoma» en términos constitucionales. Ella pasó de cadete a Oficial, ella se queda. El general o la ley nipona no le darán de baja. ¡Fin de la discusión! Y no insista en lo mismo porque voy a recurrir a otros entes por obstrucción a la normativa. Usted es una mujer de muy alto estatus, eso no le convendría, ¿Qué dirían sus amistades? —Le dio un último golazo a su valla vencida por donde más le duele atándola de manos. Un total de cuatro goles dejando como ganador al equipo Nipón!
—¿Acaso me está amenazando? —Se levantó apoyando sus manos con rabia al escritorio.
—Ese es un título muy «grotesco», yo pensaría en un gaje «práctico»— Se mostró frío poniéndola a temblar pero de la ira.
—¡¿Esto no puede ser en serio?!
—No lo dude y como diría alguien conocido para usted: «Puede apostarlo» —La saña acumulada en los puños de Ivonne era evidente, se contuvo en reclamar, y Katsuki para cerrar con broche de oro, se puso de pie con formalidad e ironizó con su ultimo fraseo—. Me alegra haber conversado y obtenido un buen acuerdo, señorita Nikiforova. ¿Le acompaño a la salida?
Y esa fue la gota que derramó el vaso con ese insípido japonés para Cruela-forova. Sin más, tomó sus cosas dando media vuelta con su taconear infernal, abrió la puerta y la cerró de un solo portazo.
—Ok, ya entendí. —Pestañeó copiadas veces y procesando lentamente de que salió ileso, de esa arpía de tierras siberianas.
Mientras tanto, afuera tonto uno y tonto dos dieron un salto involuntario al ver a esa demonia echando chispas y fueron tras ella, chocándose en el sendero. Y del otro lado, la figura del señor Sergey en medio de su carisma y modo simpático para tratar a la personas logró que el personal de la academia le dejará avanzar por el lugar buscando al Ex-Pupilo de Andrei como enganche (a diferencia de su hija, los ejecutivos pensaron que el venerable anciano era un pan de bono muy adorable con esa boca de corazón). Frente con frente, ambos zafiros azulados mantuvieron su dirección fija, la mujer solo quería que esa experiencia insatisfactoria si no también catastrófica no fuese de tal nivel a su destrozado ego, solo quería explotar en palabras, más la misma nulidad del fracaso se lo impedía.
Caminaba de un lado a otro, inhalando y exhalando con fuerza para calmar sus atribulados sentidos y pronto, en un gesto llevó su índice a la cara, remarcando su impotencia y señalándole mudamente por todo, sin expulsar cero letras u oraciones de esa boca carmesí. Se fue al hotel donde se hospedaba y más atrás sus hombres asustados como gelatinas, le seguían sin revirar.
Sergey Nikiforov quedó consternado, el que su hija escapara como veleta de esa forma sin ver un escándalo a su paso es que algún milagro operó atajándole sus intenciones. Ya estando cerca del sitio y al no estar seguro de cuál de las secciones estaría Felstman o Katsuki, se le dio por probar suerte.
Si pasamos la página con Yuuri, ese muchacho estaba derribado en su sillón, con su mejilla aplastada al escritorio y sacándose el estrés del momento. Resopló importándole nada, la cuestión de sobrevivir a esa señora y contar el cuento, ya era una gran proeza a su larga lista de logros. La perilla fue girada dando cabida al caballero de canas quien se alegró mucho al toparse con la persona que buscaba y escucharle severa frase graciosa salida del alma aun sin percatarse.
—Vickytoria Nikiforova Románova… me debes una…y una bien grande. —Acotó agotado.
—Ya me imagino la guerra campal que tuviste con Ivonne para que te expreses así de mi pequeña conejita.
—¿Eh? —Se reincorporó en el acto al identificar esa voz señorial y gentil—. ¿Señor Sergey?
El viejo Nikiforov le dio una radiante sonrisa con esa postura de feudal tan arraigada en su ser, se acicalaba su bigote a medida que se aproximaba.
—¿No me piensas saludar, Yuuri? —Y en su aturdimiento, el japonés fue con él, recibiéndole con esa reverencia acostumbrada. Sergey sabiendo cómo es de modesto, ni lo pensó, trazó un abrazo rompedor de costillas, saludándole por lo mínimo al tiempo que le regañaba con buenos visajes por no escribirle o no saber nada de él en estos seis (casi siete) años, Yuuri intentaba liberarse, de no hacerlo moriría ahogado y de paso expulsando sus pulmones.
—Vaya… Mírate Yuuri. Ya no eres ese adolescente gordito que vi a sus dieciséis o el novato oficial de dieciocho, eres todo un hombre de ley hecho y derecho a sus veintiseis años. Te ves como todo un caballero imperial, de esos galanes que sacan suspiros a su andar. —Le tomó por sus hombros expiándole todo el físico—. ¡Andrei diría algo más audaz de estar aquí!
—¡S-Sergey-San! —Lo enrojeció por completo y Yuuri no lo duda, su maestro siempre fue ligero de lengua por no decir un «canalla» adulador.
El mayor sinvergüenza rió con gracia, su comentario aparente indiscreto lo tiró con cierta intención, trayendo esa suma de cartas enviadas por su nieta a la cabeza, ahora entiende sus despampanantes descargas al momento de describir a ese «Bonito-Amargado» que tiene por jefe.
—Aunque con ese traje no puedo evitar en recordar algo de Kouji, en ti… Él…estaría muy orgulloso.
—Eso… suelen decirme mi madre o mi padre. —Una pequeña curva en sus labios apareció.
El par de hombres hicieron una pausa, memorando ese reencuentro, seis años largos sin saber de cada quien. No era sencillo platicar de aquello mientras caminaban por las instalaciones para oxigenarse, y en gran medida no era sencillo para Yuuri revivir de manera eficaz esos fogonazos del pasado que más que alegrarle, trazaban en él una mística de nostalgia aderezada en duelo, un duelo cargado el cual Sergey, supo notar en sus cortas respuestas y en su mirada seria. (Diferente al Yuuri alegre y jovial que lidio.)
Y también pudo notar que el paso del tiempo ha fortalecido a Yuuri en unas cualidades, lo ha endurecido para mostrar un lado severo pero que en otras, solo esperan desestancarse. Siguieron su plática, Sergey relajó el ambiente intentando ponerse al día en esa brecha corta con cosas triviales.
—¿Qué son de Chris, Phichit o Leo?
—Esos tres están bien, siguen siendo un torbellino si no se les ponen límites.
—¿Y qué me dices de tu sobrinito?
—¿Yuuki-chan?
—Дa! — afirmó feliz en ruso—. ¿Apuesto y el ahijado de Andrei debe de estar tan sano como lo fue su papá y disciplinado como lo es su tío?
—¡Lo es! —Dijo orgulloso el japonés con un expresión más amable—. Tengo suerte que no heredara el genio explosivo de Kouji y que si tuviese el lado tierno de Lucy. Pero… se ha vuelto algo consentido y quejón gracias a cierta «conejita» en mis filas y a su amigo perruno, Esos dos… se supieron ganar a pulso su cariño.
Sergey estaba feliz y dichoso que el destino le dejara a su bonita «conejita» en unas buenas manos y que Ivonne dilapidara totalmente la batalla, Yuuri aparte de darle esa novedad, también le dialogó de las ocurrencias de su ahora «Oficial bajo prueba» y de las impacientadas que le ha causado en el transcurso de su travesía en Japón.
El anciano en medio de esa suelta confesión, hacía un cuadro comparativo del par: Ella es intrépida y él es reservado. Ella es hielo y Él es fuego. Ella es alegre y Él es serio. Son dos almas disyuntivas por donde sea que les mirase (algo muy similar con lo que pasaba entre Andrei y Kouji con ciertas ligerezas), Las carcajadas de Sergey al final resonaron gracias a los lamentos del pobre Yuuri.
Decidieron descansar en una zona verde del campus, la mayoría de los estudiantes asistían a sus clases teóricas por lo que el anciano y el joven estaban solos en esa banca.
—Vicky… aún no sabe que eras su amigo «Mr. Chubby», que fuiste el pupilo predilecto de Andrei y que eras hermano de su tío postizo Kou, ¿Verdad? —Preguntó curioso el señor, Katsuki rascándose su cabeza le dio un «negativo»
—Felstman-san, me soltó la información sin anestesia en el dia de hoy… Yo sospechaba algunas cosas, aun así, me sentí un completo idiota… Recién estoy asimilándolo.
—Tranquilo, Yuuri… —Vio ese estado ansioso en el menor, Yuuri no deja de necear con sus dedos a cada rato, era entendible—. De seguro cuando Vicky lo sepa se pondrá contenta.
—O será lo contrario. —Concluyó con vacilación—. Deberé buscar el momento indicado para hablar con su nieta, y darle un sentido perdón por no cumplir esa vieja promesa. Siempre quedé en visitarla cuando era niña y nunca pude concretarlo… Tampoco he podido cumplir la suya.
Sergey sabía a lo que se estaba refiriendo, pero él no quería generar esa presión ansiosa bien instruida en el muchacho, era lo que menos le importaba, se hizo el loco y se fue por el tema de su nieta.
—No te des tan duro, él trabajó, y esos acontecimientos no ayudaron…¡Hombre, ánimos! —Le rodeó con su brazó alegre. Yuuri en silencio supo que el señor no le mencionaría aquello, él no es tonto…También decidió olvidar y retomar su giro principal, Vickytoria.
—Si los dos están en el mismo lugar es por algo…Ya podrás arreglarlo.
—De hecho pasó mucho tiempo. Unos que ¿diez u once años sin verle? Ella ahora es toda una señorita no por no decir «mujer adulta» en toda la regla, no creo que me recuerde o si es que lo hace, presiento que me aniquilará. —Y no bromeaba, casi lo hace el día que se batieron a duelo en la prueba de armas blancas.
—¡Mínimo te dará peluchazos en la nariz! ¡Cuando estabas en la mansión lo hacía, esa conejita es una dramática infantil al igual que su padre!
—Lo hace sonar fácil, Sergey-San…Para mí es complicado y ahora es… más complicado.
—¡Patrañas!, ¡Tú puedes!, aunque nadie dijo que sería fácil, Yuuri, es parte de la vida. —Le mencionó en reflexión el ruso ignorante del escenario actual vivido por dicho japonés.
Ese fraseo de Yuuri tiene sus tintes borrosos… y lo dice no tanto por eso, el pasado es solucionable, ella allí era una niña y Yuuri le miraba amistosamente. Él hace alusión por las otras cosas que le ha «omitido» en este presente y justamente, no con la niña pequeñita, sino con la «señorita» de Diecisiete que está por cumplir su mayoría de edad pronto.
Esa bellísima señorita de ojos azules cautivantes por la cual ha ido cayendo en esa «zona peligrosa» sin querer, y desconociendo que fuese hija de Andrei. Las agitaciónes que ha experimentado gracias a la rusa, han causado que rompa muchas reglas y todo se ha hecho más turbio en su conciencia.
—Solo digo que vayas a tu ritmo, antes fueron amigos, podrán serlo de nuevo. Vicky ya no es precisamente una nenita y sé no puedes tratarla con privilegios porque eres su jefe, entiendo que debas ser «el monstruo amargado» por lo que ella me ha contado en sus cartas. —Yuuri le miró en sorpresa cual bicho raro e incrédulo por lo que decía el señor, ¿Vicky le ha comentado sobre él?
Y ni tuvo que preguntarlo, porque el ruso de hebras plateadas con rabillos blancos, asintió con un «Дa!» gustoso.
—A lo que voy es, que lo pasado, pasado. Lo que importa es el hoy y el cómo te reivindicarás…Yo por ahora no le diré nada a Vickytoria para colaborarte, te conozco y sé que querrás hacerlo por tus medios. Es de Katsukis ser tercos. —Le reprendió—. Lo que si te pido es que me cuides mucho de mi retoño en mi ausencia y le tengas mucha paciencia, puede ser muy inquieta a veces, pero es buena niña…—Le posó esa mano a su hombro en cofradía.
—Lo Intentaré, pero no me pida mesura cuando deba regañarla o me saque de casillas.
—Lo entenderé, y otro detalle para tener en cuenta es que ella, no solo heredó ese espíritu indomable de su padre, también sus falsas sonrisas. —Aquello le pareció al japonés una dato interesante, ya se lo había detectado.—Solo la usa para ocultar algún impedimento con tal de no preocupar a sus seres queridos, debes estar muy atento a ello Yuuri, ella es… Es todo lo que me queda de ese cabeza hueca de mi hijo.
Le terminó por abrazar depositándole toda su familiaridad, tratando de no sollozar. Yuuri quedó allí, cargando el peso de ese hombre envejecido y golpeado por la vida.
No lo piensa defraudar. No lo hará, y desea cumplirlo a cabalidad.
Salón de clases de la T.S.P.A – Tokyo / Japón
Finales de Marzo del 2017 – 5:30 P.M
Katsuki recorrió casi todo el campus buscando a esa conejita escurridiza. Después de un par de sucesos y de finalizar esa amena charla donde las horas pasaron volando. Sergey quiere ver a su nieta, Yuuri le ha pedido que vaya a la recepción y que esperara allí tranquilo mientras él se pone en la tarea de buscarla…
Pudo mandar a varios dragoneantes para ese encargo, pero él mismo quiso hacerlo…
Más pasillos, más cadetes o salones y nada de Vicky. No asistió a sus clases faltantes y nadie sabía de su paradero. Su salvación fue el cachorro grandulón. Se lo topó de salida en su antepenúltima intervención teórica y estaba por ir a la cafetería. El checo le comentó que la última vez que le vio en el día de hoy, su rostro lució triste a igual que sus ánimos, y Katsuki con mayor razón necesitaba encontrarle, necesitaba decirle que la mala hora pasó.
Por ello le explicó de rapidez parte de lo ocurrido con Vicky, Emil se puso nervioso en segundos, Yuuri supuso que Vicky ya le ha hablado de sus problemas (son buenos amigos) Así que le calmó dándole a entender que ya conocen su verdadera procedencia, de su real apellido de pila, que citaron a su acudiente y llegaron a un acuerdo para que ella siguiera con su carrera de Oficial.
A Nekola, eso lo puso feliz. Esa caretilla chistosa resaltó a la vista de Yuuri, (claro, el japonés solo le comento lo justo, omitiendo muchos pormenores). Además dijo que le urgía encontrarla porque su abuelo, estaba de visita.
—Solo se me ocurre un lugar, pero este es algo retirado, Señor Katsuki. —Pensó en voz alta muy inocente el Cadete-Alférez
—¿Hmmm? — Yuuri arqueó ceja esperando la ubicación.
—¡A veces cuando Richelieu la saca de sus clases, se vá a las azoteas de la academia, señor! En especial a una que… —Y le dio los datos exactos, Yuuri sabía de cual hablaba porque en sus primeros años en la T.S.P.A cuando se hallaba estresado también solía ir allí a calmarse.—¡Pero no le diga nada que yo le dije o Vicky me matará! —Chilló en tono agudo el grandulón.
Katsuki agradeció con un corto asentimiento, se marchó en su búsqueda pasando por varios pisos, al llegar al sitio, pareciere que esa cadencia silenciosa no dejaba de mantenerse. Hace tiempo que lo no frecuentaba.
De repente, el reflejo de sus lentes le dejó divisar a la estrella que brillaba por su ausencia.
Escondida en esa azotea siendo la parte más alta de la estructura enorme, una poco visitada que goza de jardinera natural, llena de muchas plantas ornamentales, y plantas decorativas cuyas flores exóticas resaltaban a la vista por ser un lugar muy apartado de las aulas de clases, estaban Vickytoria y Makkachin. Mientras daba sus pasos con más sosiego esperando no espantarla o en ponerla en alerta, las pestañas de esa cadete deslucían por tanto llorar. estando en el suelo se martirizaba más y más porque solo era cuestión de horas para que la sacaran de este sitio donde empezaron a presentársele nuevas cosas, nuevas experiencias, nuevos desprendimientos que eran mitos o quizás ilusiones en su cabeza y que solo al palparlas con su mano las pudo comprobar.
—Se acabó, amiguito… —Makkachin acomodado a su lado chillaba triste en lo que ella lo acariciaba y le hablaba indispuesta—. Se nos acabó la aventura… ¿Tú también te acostumbraste cierto? — Makkachin siempre le ha acompañado y ha aminorado sus presiones, no es para menos. Su vida siempre fue ajetreada. El elitismo, la alta sociedad y el ritmo de exigencia perfecta que le pedían no le permitieron torear su niñez y parte de su adolescencia como alguien del común gracias a las pretensiones de su tía, y cuando al fin pensó que estaba en el lugar indicado, esa señora de vil corazón se impuso otra vez.
La vida es una mierda… una mismísima mierda cuantificada….Eso pensaba la de cabellos plateados.
Vicky en su dejadez apesadumbrada y sus lágrimas constantes, lágrimas que si bien, se veían como diamantes deslumbrantes en ese bello rostro de ángel, eran un pecado premeditado para cierto caballero japonés de iris serios que observaban su pesar. Vicky no sabe en qué momento su presencia no la sintió, tampoco supo cuando ese hombre se había arrodillado ante ella. Él con tacto, pasó su pulgar retirándole el resto de ese líquido salino de su cara sonrosada y menguada.
Y Solo allí, ella se percató que ya no se encontraba sola con su perruno amigo
—Es… Primera vez que te veo llorar de esa forma, conejita. — Tanteó algo asombrado y con voz serena.
Makkachin movía feliz su colita cuando vio a ese humano bondadoso. Vicky aún seguía cabizbaja sin animarse a conversar o mirarle a sus ojos, no quería que le viese chillar como niña pequeña. Es algo orgullosa después de todo.
—Y para que no me reclames por tu apodo es porque el asunto es muy grave. —Ahora continuó apartándole su cadejo platinado con una leve sonrisa en lo que ladraba el caniche, como confirmándole sus palabras.
—Tal vez… —Musitó en corto Vicky—. Será mejor…que me deje sola…
Ella no se movía aunque tampoco hacía amague para quitarse esas manos varoniles y agraciadas de su existencia. De apoco ya se ha ido acostumbrado a ese «gesto particular» de su superior. En el caso de Yuuri, suspiró y con un ademán gentil le realzó su faz para que le encare como se debe.
—»Es… más encantadora cuando se muestra alegre»… —Caviló el mayor en sus adentros y con sus facciones suavizadas por lo que vio.
Las joyas azules de su cadete lucían lamentables sin iluminación. Su naricita húmeda y roja o el talante frágil y pasivo que le rodeaba, le proveían ese toque de conejito desamparado a Vickyoria, y Katsuki no sabe el por qué… Pero tenía unas ganas desbocadas de quitarle con todas sus fuerzas esas cargas mal pasadas que sufrió y que estaba sufriendo por esa egoísta mujer que comparte lazos familiares con ella.
Él da por sentado que la niña aún no sabe nada de la nueva decisión. Vickytoria por su parte, hipó un poco apretando su boca temblorosa denotando sus intenciones de no llorar otra maldita vez, más eran claras para Yuuri.
—Yo… —Ella quería decirle tantas cosas a ese antipático y bonito japonés…y no pudo, Vicky falló nuevamente cerrando sus ojos gimoteando, con el escozor y sus pálpitos producto de mala noticia.
No obstante, el mayor como siempre, ha roto sus conductos parándole con sus dedos todo asomo de gotas en sus ojos y mostrándose muy amable. No es de los que le gusten imponerse, tampoco sobrepasarse con las personas, digamos que esa niña ya ido haciendo meollo a su barrera. Eso sí, guardando su característico porte neutral. O bueno, lo poco que le quedaba. Makka se echó a un lado acostado en el suelo y mirando con ojitos indagadores la plática del humano adulto con la linda cachorra que tiene por dueña.
—Llorar sobre la leche derramada no te servirá de nada, y eso lo sabes, Vickytoria Nikiforova. —La niña abrió sus párpados con timidez encontrándose con el perfil de ese hombre sabio y reservado. Ya pensaba lo peor, ya se imaginaba un regaño, o que ya llegó su tía, cualquier cosa…Pero no… no fue así.
—¿Y bien? ¿No me dirás nada? —Esperó paciente a que ella hablara. Pasaron unos segundos y la tónica se mantuvo—¡Ok! —. y en un ágil movimiento se sentó cuidando su espacio y de no irrumpir el ajeno.
—¿Por qué? —Preguntó con voz menuda esa figura desmigajada—. ¿Por qué lo haces si ya debes saber lo que hice?
—Porque no me pienso ir de aquí hasta escuchar tu versión de los hechos. —Respondió en calma—. Alguna razón tuviste para hacer tal locura, ¿tanto te gusta ser oficial?
—Más de lo que puedes imaginar Yuuri, es… Mi sueño… J-juro que e-esto no es… un simple capricho. —Expresó con un intento de sonrisa apagada. Los dos miraban el paisaje en lo alto de ese lugar, Vickytoria poco a poco se pudo relajar y comentarle miles de motivos, pero hubo uno en exclusivo que si lo sacudió.
—Mi padre alguna vez me dijo que todos tenemos una razón de ser, o una senda a seguir que nos hace vibrar y sentirse completo en la vida como persona. Probablemente comienza con un interés inocente cuando sé es niño.
—En efecto. —Afirmó Yuuri—. A medida que crecemos ese interés o esos intereses, porque pueden ser varios a la vez, se reducen a cualidades. Una vez que pones en la balanza esos detonantes y ratificas que uno solo en específico es el que explota por tus venas, simplemente lo acoges. —Y concuerda con esa analogía porque él lo vivió en su momento y eso, lo está enfrentando Vickytoria. De una prodigio en artes y danseur a una Agente de la ley, es un cambio brusco.
A ella le pareció que la idea de su superior fue muy abreviada y precisa para la ocasión y también que resultó ser un buen conversador pese de ser discreto. Entro con más confianza, ya había cesado de llorar, y solo se dedicó a soltar más y más descargues sinceros sin medirse.
—¿Nunca le ha pasado en que se es bueno en algo que aparentemente es muy apetecido por muchos, y por más que intentes llevarlo, en realidad te agrada lo contrario?
—Quizás…—Soltó entrelineas Yuuri. —¿Ese es el detalle qué pasó contigo?
—No del todo. —Negó Vicky perdida y sin visos de iluminación.—Pero, podría decirse que sí…
Explicó que desde pequeña siempre tuvo claro la parte de la ley y el orden, que si se metió con el arte como tal, fue porque era una forma de acercarse a ese amor inmenso que su padre le profesaba de la labor de su madre. Claro, le gusta y le tiene cariño especial. Aunque si le ponen a escoger entre una placa y unas zapatillas de ballet, bueno… Ustedes como lectores, ya saben lo que pasará.
—Papá siempre me apoyó, verlo a él fue mi primera una fuente de inspiración. Y cuando llegué a la academia y comencé a codearme con el resto de oficiales superiores no negaré que algunos se ganaron mi admiración, y me motivaron a seguir en ello.
—¿Ah sí? —Inquirió Yuuri.
—Tú por ejemplo… —Vicky lo arrojó con rapidez atolondrada… Ni modo, por andar de boca floja le tocó revelar ese diminuto secreto.—¡Eres excelente en tu labor!, Chris y Phitchit también son geniales pero de los tres, tú eres el más versátil, eso es maravilloso.
Ella se situó mejor en donde estaba sentada y ocultó su rostro en sus rodillas para que Yuuri no le viese el poema rojo que era su cara. La confesión indiscreta lo dejó nervioso y él no se siente con esas grandes potencialidades para infundir una vocación en alguien. No es grande como Andrei, no es elevado como Kouji u otros referentes de renombre, aun así, el sentimiento inexplicable le proporcionó una bonita sensación, y que fuese precisamente ella quien le diera esa opinión esplendorosa de su persona, lo puso internamente el triple de contento.
—Yo… Solo hago mi trabajo. No…me considero alguien tan… importante… ¿Eso creo?
—¿Bromeas?, Tal vez lo dices porque eres del tipo de persona que no deja que se le suban los humos a la cabeza. Eres el Teniente Coronel del FPJ , Comandante de línea del F.E.G.I, y el más destacado en Japón a tus veintiseís años, no todos llegan a esos cargos siendo tan joven, eres un caso excepcional.
Yuuri optó por ser modesto disimulando en su rostro serio todo agasajo de bochorno a cada halago de Vickytoria y luego intentó escaparse usando de enganche a su maestro pero… Se le complicaron las cosas hablando de más…
—Sobre lo otro, creo que es algo normal. Su padre fue un gran oficial de primera categoría en la FSB y la SVR y en el Ranking internacional se escalonaba entre los 5 mejores. El que falleciera fue una pérdida grande para muchos que seguíamos su trayectoria o que fuimos asistidos bajo su mando como en mí caso.
—¿Eh?, ¿Tú y mi papá se conocían? ¿Trabajaron juntos?— Le ojeó algo sorprendida, no mantenía su típico vestigio alegre pero esa curiosidad inoportuna persistía acribillándolo con muchas preguntas.
—Ahammm …Yo pertenecí a sus filas pero no del modo que tú piensas. —El entusiasmo inicial en Vicky mermó con un «Ya veo»…y Yuuri mintió un tríz en su respuesta. Aún no se siente preparado para contarle del todo, la verdad—. Él era un hombre ocupado, aunque se expresaba jovial con todos sus semejantes, incluyéndome. —y por poco se salvó de no desembuchar nada que le comprometa.
Él esperaba tener más «average» o valor para detallarle las cosas con el pasar de los días… y esa muchacha que escuchaba a su jefe (ese a quien admira) sin despegarle la vista, pensó que el que trabajase en algún momento con su padre, era algo fenomenal…sí tan solo pudiera quedarse, le podría averiguar varias de sus historias pasadas…pero no se haría ilusiones…
Ella sabe que solo era cuestión de minutos para que llegase la condesa Nikiforova y la raptara junto con su jauría de pirañas. La charla se hizo más larga y profunda hasta que regresaron al punto de inicio y eso afectó la poca paz recuperada en Vicky.
—Tras el fallecimiento de mi papá, mi tía quiso encaminarme por sus vías, quiso organizar mi vida, e incluso en otras entes que absolutamente no van conmigo y las cosas no son así… para ella, mí opinión no vale. Lo mío no son caprichos o arrebatos y ahora que pude vivir en carne propia lo que se hace en la academia, cada día lo ratifico. —Declaró y esos remolinos en su cabeza regresaron—. Fue por esa razón que escapé con ayuda de mi abuelo como una última opción para lograr mi cometido…
—Pero, no puedes tapar el sol con un dedo, porque tarde o temprano te van a descubrir. —Fue sincero y directo, Vicky no se quejó porque Yuuri tuvo razón…
—Solo quería demostrarle a ella que si puedo ser una buena oficial, y que no es una tonta estupidez… pero no importa lo que haga, ella seguirá pensando igual de mí… Ya convenció a muchos aquí que es así…y eso me duele…
Hubo un silencio consensuado entre ambos jóvenes. Vicky, ya se contemplaba otra vez cual pajarito de oro que pronto sería enjaulado para ser dada al mejor postor en ese mundo falso que le espera en Rusia, y Yuuri, se ha limitado a detallar esa pequeña petición. Él sonrió porque no es quien para crucificarla, y no es tan santo como lo pintan… Reía nostálgico porque irónicamente también se agarró de la misma estrategia, también hizo «sus imprudencias» (no al nivel de Vicky, ella lo supera) y dejó a un lado su gratificante futuro como músico definido, a sabiendas de que su hermano se enojaría. (Gusto que se ve reflejado al tocar el piano, el violín o cualquier otro instrumento cuando su sobrinito se lo pide, solo por escucharlo.) Renunció a todo con tal de pelear un cupo por su anhelo a lograr.
Ahh…Las facturas de la vida… Si a él le ayudaron en lo suyo, ¿Por qué no ayudarle? fue lo que reflexionó.
Ya habiendo oído lo suficiente de parte y parte, de corroborar que sus intuiciones al abogar por ella ante Yakov fueron correctas, le pareció que es hora de dar la buena noticia a la chica, con su sello característico, «ser práctico»
—¿Y te darás por vencida tan fácilmente? —Manifestó con fingida seriedad.
—¿No es obvio? —Inquirió desganada mirando a la nada.
—Qué poca garra tienes. —Se elevó ecuánime como si nada. Vicky arrugó el ceño y Yuuri le miró con esos aires empoderados porque ya logró lo que quería, abrirla de ese mapa que la había obscurecido. La chiquilla no estaba de humor para aguantarle sus practicidades.
—Lamentarte como víctima no ayudará en nada, eso te lo he recalcado… Si te rindes a la primera y continúas con esos lloriqueos, quiere decir que perdí mi tiempo y malgasté mis palabras abogando por tí.
—Si va a empezar con sus fraseos será mejor que me deje sola y… ¿Espera? —Sus circuitos se cortaron—. ¿Qué dijiste? —Se puso a su altura algo insegura.
—Lo que oíste. —Aseveró.
Más dudas le asaltaron, ella pensaba que era una muy mala broma de ese «japonés», una tan mala que su enojo afloró sin demorar.
—¡No juegues conmigo!, sabes perfectamente que me largaré a Rusia y no estaré más aquí porque mi tía convenció al General para que me dieran de baja! —El apretón que ella ejercía en sus puños dejaba entrever su impotencia y ganas de llorar.
Yuuri ni se inmutó, porque ya esperaba un arranque rebelde por parte de ella. Su sonrisa confiada salió a flote, se hizo el desentendido y de inmediato sacó el papel donde aparecían los aspirantes clasificados para el F.E.G.I
Ella leía incrédula e ignorando esa vil pasada, sus ojos iban de esa hoja a Yuuri y luego devuelta a las letras donde releía su lúcido nombre.
—¿En serio no …no entiendo? ¿No comprendo nada?
El T.C sin tanta estela, desglosó para Vicky lo que le dijo a su tía sobre del cambio repentino de Yakov, eso la tomó fuera de base porque no se enteró cuando llegó a la academia, Yuuri le resumió al máximo lo que pudo de esa «conversación» titánica que dirigió con esa dama asustando a Vicky, y luego concluyó con las cláusulas legales que le acogían al haber aprobado para el F.E.G.I, y que de insistir en llevársela, ella se vería en grandes problemas con el estado nipón…Vicky no se la creía, su boca acorazonada quedó sutilmente abierta…
¡El cielo operó un milagro! ¡Un jodido milagro, maldita sea!
—¡¡¡¿Esto que me dices…es verdad?!!! —Yuuri asintió con su cabeza y manteniendo sus manos en sus bolsillos al ver que poco a poco el aura simpático de la conejita regresaba—P-p-pero… y si ella… ¿Y si ella quiere apelar?, ¿Y si ella quiere revocar mis papeles?… Yo aún… Aun no me la creo y…
—Y tú hablas demasiado…—Le calló—. En vez de un conejo tengo a un loro de cadete, ya te lo he dicho antes ¿no?
—¡¡¡OYE!!! —Abucheó con una bonita cara molesta en respuesta y eso es otra buena señal que Yuuri pudo percibir.
—Es cierto que bajo el código civil de Rusia e incluso en mi país o en cualquier otro lugar aún eres menor de edad, pero con tu documento especial de emancipación, constitucionalmente ejerces como un «adulto» a modo temporal en lo que cumples tus dieciocho y ella no puede hacer nada una vez que haya firmado eso.
—¿Nada de nada?
—Дa! —Le confirmó en ruso.
—Yo…yo…. Yo no sé qué decir… —Se llevó sus manos a la cara represiva de todo, no es para menos; hace un minuto estaba achicopalada a su suerte y ahora recibe esa noticia surreal. Makka de modo juguetón ladra en contadas ocasiones sacándola de su trance y pronto ese hombre retomó la palabra.
—Sé que lo que hiciste no fue lo más lo más acertado, eso lo tengo claro… y no se me hace raro de ti, es lo mínimo que puedo esperar siendo la hija del Detective más revolucionario e intrépido de toda Rusia. —Con la punta de su dedo le picoteó su frente echándole hacia atrás varias veces en reproche y ella se quejó tratándole muy informal.
—Sin embargo, en tu situación yo hubiese clavado por lo mismo, y que de hecho… Lo hice…
—¡¿Aaaaah?! ¡¿Mientes?! ¡¿No te creo?! —¿Yuuri Katsuki? ¿rey de la disciplina? ¿Haciendo fechorías? ¡no le cree ni un quinto!
—¿Acaso tengo cara de estar payaseando? —Respondió funesto.
¡Bien! Eso le tapó la boca, ella le creyó.
Yuuri prosiguió con su anécdota personal. Después de sus tres colegas, o personas muy cercanas en su círculo, esta niña es la única que sabe esos detalles tan resguardados. Siempre se descubre sincero con ella por alguna razón.
—La diferencia fue… Que corrí con mejor suerte que tú y no me perdí en un tren cuando estaba en Rusia.
Vicky recuperó sus bríos, interrogándole con un gesto chistoso más asombrado que el anterior y Yuuri con su gallarda sonrisa al verle su cambio de ánimo en sus ojos, hace que ella verifique esa huella.
—Aunque no fue para nada fácil tener la apreciación de los demás, nada en la vida es fácil, todo es luchado… Y aquí me ves, valió la pena el esfuerzo…
—Vaya…Nunca imagine eso de tí… Siempre te ves cómo alguien tan…Reservado y rígido.
—Y lo soy, pero el que sea reservado no me hace un santo. — Le sacudió sus mechones de manera jovial—. y nadie está exento de exponer una que otra necedad. —Le atestiguó—. Lo otro a favor fue, que el hecho de no saber que eras hija de Andrei, me permitió evaluarte con más cautela. Si lo quisieras, te valdrías de ello… y no lo hiciste.
—Mi padre, es mi padre, y sé el peso que tiene en este ambiente. No me sentiría orgullosa que me trataran con condescendencia por ser su hija, si obtengo algo aquí es por mis propios méritos.
—Eso no te lo discuto. Porque lo sé y te he lidiado, fue que intercedí por tí en el dia de hoy.
—Yuuri… —Eso la mató poniéndole un bello carmín en su perfil
Yuuri mientras se deleitaba de la vista paronímica le hablaba en completa confidencialidad.
—Cuando me enteré de tu posición por boca de del señor Felstman y lo que pensaba hacer. Decidí jugarme todas mis cartas por tí…— le regresó la mirada—. Sería una injusticia dejarte ir después de hacer lo que has hecho. Además del operativo anterior, y la ayuda que nos brindaste a mi equipo y a mí… Ahammm… Creo que con eso, quedamos a mano.
—¡¿De verdad?!… ¡¿Lo juras?!
—No suelo bromear con algo tan delicado, y mucho menos de ser tan canalla para mentirle a unos ojos azules como esos. —alegó con gentileza y Vicky se desarmó por el… ¿halago?—. Aspiro a que sepas aprovechar bien esta oportunidad y me cumplas esa promesa que me hiciste en Hasetsu… Yo, no suelo hacer esto con cualquier persona…
—¡Yo lo prometo, Yuuri! ¡En serio, lo prometo! —Juró Vicky emocionada, todo en ella era alegría.
—Perfecto…—y el muy osado, cuya pinta de superior ahora aborda actitudes de adulador sin ser consiente (su mirar intenso lo delataba), le ha tomado por su mentón estando a centímetros de ella y con el detalle de rozar sus rosados labios posando su pulgar.
Esa salida en demasía con Vicky, le ha hecho arder sus mejillas, hechizarla a su merced y cohibirse ante esa actitud poco «usual» del japonés, claro está…
—Nadie a tu alrededor conoce tu verdadera fuerza o eso que te caracterice como una aguerrida oficial, y puede que ni tu misma sepas que en tu interior tengas tal cualidad fascinante en su máximo esplendor. Por eso, yo haré mi parte en lo que me compete como tu Jefe y tutor, así como quiero que hagas la tuya en tu condición… Quiero me demuestres de lo que eres capaz, y que le demuestres al resto que se equivocan… Que no son caprichos. Nosotros mismos somos los encargados de dar un punto de vista negativo o positivo de nuestro reflejo. ¿Serás capaz de mostrármelo pronto Vickytoria?
—Yo… —La dejó sin habla sintiéndose extraña y encantada por ese hechicero bohemio, el mariposeo en su estómago era imparable. Él liberó su necio pulgar de esos labios, labios que le parecieron suaves como tentadores y peligrosos al tacto.
—Si quieres no me respondas ahora, dejaré que el tiempo hable por ti… ¡Ah! ¡Eso sí! … —Le apuntó con su dígito en toda su mirada—. Me pienso cobrar ese careo de tu tía en los siguientes días cuando den tu placa de Oficial Imperial, o deba dirigir tus clases, Nikiforova… ¡y no estoy bromeando! —Terminó su alegato.
O más bien fachada disfrazada para ocultar su alegría y su implícita cobardía interna por hacer lo que hizo entre tanto se iba alejando a la rejilla de la azotea.
Y de Vicky… bueno… Ella le costó resolver todos los sentimientos cálidos que recorrían su ser…Reía como tonta espontánea por ese giro dramático en el día de hoy…¡Al fin podrá realizarse en lo que tanto quería! y todo gracias a ese aparente villano de régimen militar que se convirtió en su héroe o ángel guardián, ese hombre japonés de ojos marrones con tintes rojizos que tiene por jefe … Será muy tirano, regañón, exigente, un condenado cari-bonito (y todo un príncipe cuando se lo propone) pero en su mente, ella articuló sin oscilaciones un impulsivo y bien merecido…«¡Ok…AMO A MI JEFE!»… «¡LO AMO, LO AMO, LO AMO, L-O A-M-O!»
¡Listo!, ¡Ahora si el japonés se ganó a la rusa!, y ella… ¡No le piensa fallar!
Esa muchacha salió corriendo feliz, Makkachin pensando que era un juego fue más atrás. Yuuri, trató de tomarse con calma ese desliz desvergonzado (se le fue honda la mano) y su decisión noble de cobijarle apelando a que en el futuro, las cosas pinten para bien, y a lo que voltea su rostro para avisarle lo de su abuelo….
—¡YUUUUU~~RIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII ERES EL MEJOR!
—¡¿EEEEHHHHHH?!
Se encontró con esa conejita plateada gritando encima suyo y Makkachin aúllaba feliz por ver a su dueña así.
—¡¡¡ERES EL MEJOR JEFE DEL MUNDO!!! ¡¡¡UN BONITO-AMARGADO AL FIN AL CABO PERO SIGUES SIENDO EL MEJOOOOR!!!
Ella daba su agradecimiento desfachatado en medio de risas cantarinas, al tiempo que lo estrujaba cálidamente o le tomaba de sus manos haciéndole girar, girar y girar; olvidándose por completo de su comportamiento y finalmente, el T.C dio a suelo mareado por esa eufórica cadete. Que por cierto, no contenta con eso, le brinca como resorte y cae sobre toda su entelequia nipona botándole todo su aire.
y ni corta ni perezosa, es quien se atreve a tomarle por su rostro, dejándole rojo como velita de navidad.
—Gracias Yuu~ri –le miró con ternura matando el corazón del T.C y él pensó que su cadete, ¡se chifló!
—¡MUCHAS GRACIAS!, СПАСИБО!, THANKS YOU!, MERCI!, ありがとうございます!!!
Por cada «gracias» en ruso, inglés, francés y hasta en japonés, le daba besos en sus pómulos o por toda su frente muchas veces, pero el último fue algo comprometido, porque pensó que iba en dirección a su boca, y en un acto de bloqueo cerro sus ojos asustado, más este fue en su respingona nariz y eso…Simplemente lo noqueó fundiéndole el cerebro.
—¡V-VICKY- VICKYTORIA-SAN! —Gritó con timidez recuperándose de ese desafuero a su persona—. ¡Com-comportate!… ¡P-por favor! —Su voz y actitud se aminoraron, poniéndolo al rojo vivo.
No sabía cómo apartarla en medio de su torpeza. El temible Teniente Coronel de escudo severo y con porte de caballero, pasó a ser un lindo cachorrito…
—¡OMG! ¡QUE CARITA MÁS ADORABLE! —Llevó sus manos a su boca emocionándose por completo—. ¡PHICHIT NO MINTIÓ CUANDO DIJO QUE SI PODÍAS SER DULCE, Y DEFINITIVAMENTE QUIERO VER MÁS DE ESO!
—STOOOOOOOOOOOOOP!!! —Se alejó arrastrándose a carrera alocada contra esa rejilla a su espalda—. ¡No más besos o gratitudes! — «¡¿Acaso no le enseñaron algo llamado espacio personal?!»
Pensó Yuuri para sí algo azorado, ruborizado y temeroso en su mente, aunque él en cierto modo le ha invadido esos mismos «espacios a la señorita»… ¡El karma lo castigó!
—Mohhh~~ ¿Makka puedes creerlo? Uno intenta demostrar su cariño y él que se queja… ¡YUURI AMARGADO!, ¿POR QUÉ ERES ASÍ? —Reclamó con un berrinche chapucero y cruzándose de brazos, pero que muy en sus adentros disfrutaba la travesura.
—¡M-me basta y sobra con que cumplas tus responsabilidades!. —y allí culminó su conversa.
Ya con las cosas mermadas, Yuuri le reclamó pidiéndole recato y Vicky no le molestó más, (por ahora… Otro día lo hará). El joven revisó su reloj, eran las 5:45 P.M, recordó rápidamente por qué la buscaba y le notificó que su otro familiar (el señor Sergey) le esperaba en la recepción. Ese fue el tiquete ganador que acabó por armar toda la felicidad en Vickytoriay cuando Yuuri, le acariciaba la coronilla del caniche al tiempo que estaba por salir… Ella lo tomó por el mango de su brazo.
—Yo… En serio te quiero dar las gracias… Prometo no defraudarte, haré lo que sea para cumplir mi promesa y seré tu mejor Oficial Yuuri… ¡Puedes apostarlo!— ¡Le dedico unas de sus esplendorosas sonrisas!
Yuuri tuvo su tenue sonrojo más no abandonó su expresión amable, una bonita a los ojos de Vicky. Ella pronto le soltó, le dio otro abrazo más calmado, al igual que un «gracias» susurrado haciéndole derretir su frío interior, se fue corriendo con Makacchin gritando como loca por su abuelito y antes de pasar a la salida se giró por última vez despidiéndose de Yuuri agitando su mano y guiñándole coqueto uno de sus zafiros azules. Al final, esa conejita… se perdió de su periferia.
Con eso Yuuri descubrió dos cosas nuevas a lo que dejaba caer su peso en el piso y controlaba ese latir o el «ba-dum, ba-dum» acelerado que daba su corazón…
La primera, que no será fácil concentrarse con la «señorita bonita» en sus filas….
y la segunda (que va más amarrado a sus sentimientos) es que ese «algo» que previeron con anticipación Phitchit y Chris, ya pasó su barrera de cristal y entró a su zona más «personal» entonando un nombre de un lindo «valor» del cual está negado de «afirmar»
—Katsuki Yuuri…¡Estás metido en un gran problema! —Dijo en «desespero» total.
—¡Al fin lo reconoces!
—¡PHICHIT-KUN! —Lo que faltaba, ¿y en qué momento esa rata negra lo estaba fiscalizando?
Phichit se asombró porque hace años que no le escuchaba llamarle de ese modo tan infantil.
—¿D-des- desde cuándo estás aquí?
—¡Hace poco! —Tomó una última foto—. ¡Pero observé lo suficiente para decir que esto es algo sin precedentes! ¡YUURI PICARÓN, ESTÁS ROJO! —Ese hombre quería tomar su Katana y hacerse un Seppuku. El moreno reanudó.—Esos besos y tu perfil sonrojado, ¡Son la confirmación de que quizás si agrade o te guste Vicky!
—¡¿QUEEEEEEEEEE?! —Su sistema explotó hirviendo desde su cara hasta las orejas.
—¡POR BUDA, TE PUSISTE MÁS ROJO!, ¡SI TE GUSTA VICKY!, ¡THE YUUVIK IS REAL NOT FAKE!
—That Yuu – WHAT?!
—¡¡¡EL YUUUUUUUUUUUUUUVIK!!! —Le aclaró ese nuevo nombre con el cual ha bautizado a la linda parejita en proceso. Levantó su palma izquierda al aire y puso su derecha en el pecho comprometiéndose en su labor de cupido entrometido—. ¡Juro solemnemente que haré lo necesario como pregonero del Yuuvik junto con Chris, para que nuestra ship se pueda concretar.
Oh para qué fue eso, nuestro japonés no apañó tal cinismo. Descompuesto, se paró hecho un robot confundiendo a Phitchit, y se acomodó sus lentes blancos e inexpresivos con un—: ¡ME VOY DE AQUÍ!
—¡YUUUUUURII! ¡ESPERAA! ¡NO ME DEJES HABLANDO SOLO! ¡TIENES QUE DECIRME TODO CON LUJOS Y DETALLES! —y los gritos quejosos no se hacen esperar cuando el vá detrás de su reservado y amargado amigo.
La página por hoy termina con un final feliz, cuyo informe nos dá el sumario inicial de una etapa ajetreada, T.C Katsuki en medio de su cabreo, no solo deberá lidiar a la conejita Nikiforova y ese «¿No sé qué?» el cual siente cuando está a solas con ella (y que por más que niegue, ya está consciente de dicha advertencia).
No sólo deberá soportar las claras intenciones de ese hámster, quien dice ser «su amigo» para shipearlo (como él dice) con Vickytoria… También deberá buscar la forma que esos ramplanazos, no interfieran con los problemas que se le avecinen en su investigación milimétrica en contra del crimen organizado… Porque lo que se viene, no será fácil de digerir…
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Continuará…
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Vocabulario Cultural o Idiomático (laaaaaargo T-T)…
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* Дa!, / ⌠Da!⌡= De origen Ruso, y literal significa: «Si» xD
*Average / ⌠ævərɪʤ!⌡= de origen inglés, y literal significa: «promedio», en béisbol que representa el porcentaje de bateo y en hits (batting average, abreviado BA o AVG) pero en Colombia (esa expresión significa «calcular o promediar la cantidad de valentía para afrontar algo XD)
*腹切 o 腹切り,./ ⌠El seppuku o Hara-kiri!⌡= Es de origen Japonés, y literal significa:«corte del vientre»xD‘ Dicho ritual consta de un suicidio por desentrañamiento y era el código ético de los Samuráis para morir como hombres de honor en lugar de caer en manos del enemigo o ser torturado.(INCHE YUURI DRAMATICO CARAJOOO!! XDDD) SE LE PEGÓ LO DE VITYAA XDDD
* Cuchitríl = Da alusión de algo «sucio» o un «botadero de basura» en términos chimbo colombianos XD (¿?) mi abuela que era oriunda de Bogotá la usaba full xD
* el chacho o la chacha de la película = la expresión chachos/chachas en términos de barrio/brayan en Colombia, hace referencia al protagonista de una película, serie o videojuego (donde requiera accion) y se usa para decírselo a alguien que se las dé de superpoderoso xD (como pasó con Vicky y Emil)
*Pata-chueca= la podemos usar de dos formas, para indicar miedo en alta intensidad, o para referirnos a alguien con la pierna coja (aquí la usé en la primera medida XD pobre Hámster xD! )
* Bad Boss⌠Bead baas⌡= De origen inglés, y la palabra compuesta significa: «Jefe Malo» pero, en términos de Policiales es una de las técnicas en criminalística interrogativa (los policías deben afincar papeles según el acusado a entrevistar para sacar información) xD
*Culero = en el país del taco, cuando hay confianza usan culero para denominar a ese amigo «malgeniado o aburrido», (en Colombia lo más parecido a culero es «fulero» o «balurdo» xD) pero si el contexto es hostil… se toma como un insulto.
*Corridos= A nivel mexicano, colombiano (y no sé si en mas países), un corrido sería una canción popular con aires norteños. (y si aca también se escuchan esas vainas xD.)
*Gallo jugado = Ya la expliqué antes pero, ajá! xD un gallo jugado acá en Colombia se le asigna a una persona que tenga mucha experiencia en algún tema, profesión, o más años que otro. Y que en cierto modo, no se la deje «aplicar» de ninguno.
*En la inmunda= la traducción de esa frase colombiana a algo más conocido, sería un «FATALLITY» XDDDDDD
*Bellaco=persona que comete delitos y tiene comportamientos amorales.
*Gamberro= El que comete actos incívicos para producir molestias o perjuicios a otras personas
*Vascuencia= No existe definición en la Rae, más en mi país se toma como sinónimo de hablar sin lógica o hablar sin sentido.
Nota especial sobre Vascuencia= Ahora la procedencia se podría decir que dicha palabra podría ser en primera, una deformación de la expresion «vascuence» termino con el cual se le denomina a aquellos «nacidos en Vasconia» que hablan el idioma vasco o euskera (que se encuentra en España, y ese idioma romance es tan pero tan difícil de comprender que toca años y años para aprenderlo) pero hay un segundo estudio que idealizan esa palabra como derivada de «vacuo», (que puede significar vacio o falto de contenido), y podría estar sujeto al término «vacuidad» (y pues siendo sincera le veo más lógica al segundo estudio XD)
*Vahanería= viene de vahanera lo cual significa alguien granuja o que hace granujadas.
*Pirobo= en la zona andina de Colombia, asi es como le denominan a los «ladrones de mala clase» o los «chicos «de bajos barrios peligrosos tipo «brayans» xD… aunque también se usa en camaradería o broma en las amistades (muy poco) pero se hace. OJO, NO CONFUNDIR CON EL PIROBO DE ARGENTINA ( Pirobo allá es q la introducción del pene en la vagina.) ALV!! XDDDD
*Taimado = es alguien Ladino o socarrón, pero nivel «ALBAÑIL DESCARADO» XDDD
Para info de carácter técnico policial, pueden ir al botón que dice (Vocabulario del Fic)
🔥N/De Shary: HOLA AL PUEBLO ¿Cómo están? Yo aspiro a que Bien!, ¡Capítulo 12 y contando!, tuvo 24.850 Palabras :3 (con la nota del final + vocabulario me quedó en 25.012 Juemadreee!!! Alv xDDD ) no jodas según mi beta Ardilla ultimamente estan largos xDDDD (¿?)
Bueeeeno, voy con lo propio: ¿Les gustaron los dibujitos pal cap 12? Ese Yuuri avergonzado y ruborizado por semejante mujerón en el baño de damas xD pobrecito, ¡fue demasiado para su corazón! (escena shounen que se respete si o si tiene esta madré xDDD jaja) y pos el momento bonito de esos dos al final ❤ ayyyy !!!
OMG!!! D: van pasando los dias en la historia (estan por empezar el 4to mes en la linea de tiempo) y como lo pronosticaron los chicos…. la cuestión detrás de Yamamoto, era más grande y peligrosa…¡¿quiénes serán los encargados de tras de esa organización terrorista?!… no lo sabemos…pero Yuuri y su combo lo averiguarán! Y ahora qué llegó el viejo YAKOV, se prendió está vaina!!! jajajaaj y sí, le veremos sacar sus chispas con su revoltosa «VITYAAA»!!! XD jajajaja
LOS NOVATOS y los PERROS DE LA FSB, PASARON WIIIIIIIIIIIIII
AKSDFJASDFASG y Phitchit al fin pudo bautizar el ¡YUUVIK ! XDDDDDD Pinchi hamster… lo tenías todo fríamente calculado XDDDDD cuando Chris se entere (miércoles xD pobre Yuuri)
y hablando del Yuuvik…podemos decir que ese par ya son amigos (o al menos Vitya lo vé así) pero con Yuuri…digamos que la amistad » la tiene complicada»… porque nuestra Conejita ya le empezó a interesar en más de un sentido, y eso para alguien como Yuuri, será complejo en muchos factores… veamos como lo sorteará…
EL FANDOM: hay que sacarle a Yuuri ese espíritu de Onodera
La shary: En serio xD ¿No sé quién es Onodera weee? ¡Explíquenme!
Eso me lleva a las siguientes preguntas. Chan chan chan:
-¿Qué cosas creen que pasarán en el cap 13? D:
-¿Phitchit será perdonado por Yuuri?
-¿Será que Yakov no perderá más pelo ahora teniendo a Vitya como Oficial?
-¿Conoceremos más de aquella organización terrorista y sus nexos? (porque empezaremos ese arco de one)
-¿Yuuri en algún momento será capaz de decirle la verdad absoluta a Vitya sobre su pasado y que ya la conocía? ¿o será que Vitya lo descubrirá por su cuenta? y si es así ¿Cómo nuestra conejita reaccionará?
Pregunta extra: -¿cómo creen que era la amistad de Andrei con Kouji cuando ambos estaban vivos y tenían bajo su batuta a Leo, Chris, Phitchit y Yuuri xD?
XD y como dato curioso, les recuerdo que hay dos guiños bonitos de los episodios 2 y 3 de YOI… ¿alguien sabe? Ya había avisado que la o el que lo diga, se gana el chibie. (carolina, salem y mi ardilla no juegan xD)
PARA FINALIZAR:
1) Podrán saber de adelantos y cosas sobre mis fanarts en mi fanpage de facebook «StarsDub’s» y también los invito a leer otros fics que llevo por aquí en Alianza YOI o en Inkspired, Ao3 y Wattpad.
2) Si tengo dedazos de redacción, o alguna corrección que hacer, díganmela! la idea es mejorar q_q y que estos capitulos estilo biblia para ustedes queden bonitos, gracias ❤
3) Oficialmente empezaré a trabajar como profesora la otra semana WIII eso significa que ya podré pagar por internet propio ¡¡¡YAS!!!… lo malo es, que ya no tendré tanto tiempo libre para escribir q_q y demoraré en entregar los acts… lo mismo con los dibujos, creo que por tiempo, solo hare 1 o 2 escenas y puede que para no demorar (las haga a modo de boceto) la única manera que coloree algo, es que sea una escena muy pero muy importante. alsgdkhsdlg T-T
¡Nos vemos en el que sigue! ¡¡¡Cambio y fuera!!! ¡¡Muchos Saluditos a todos!!
Att: su servilleta, la shary 😀