Aunque es una historia antigua, de mucho antes de lo que podemos recordar, rezo a través de una leyenda radicada en la música. Un poder único heredado por los primeros seres humanoides en instalarse en casi toda la galaxia: los protodeviln. Seres que vivieron hace casi 500 millones de años atrás, apoderándose de los cuerpos de los seres que recién se formaban en el universo; con una cultura, tecnología y capacidad de gestionar la energía superior a todas las demás razas que se gestaban tambien. Sin embargo, su propia civilización colapsó hace 175.000 años y desapareció de la galaxia debido a una guerra civil contra una facción aparentemente genocida de ellos mismos llamada el “Ejército de Supervisión”, de las cuales derivó otra raza guerreras llamada Zentraedi: soldados y herederos de estos, que se distribuyeron por el cosmos exterminaron a cualquier vestigio de los protodeviln, quedando apenas unos remanentes de la protocultura.
Muchos años pasaron hasta la fecha terrícola de julio del año 1999, donde la raza humana tuvo su primer contacto palpable con vida proveniente del espacio exterior a través de la llegada de una gigantesca nave de guerra alienígena. Las naciones intentaban superarse para investigar dicha tecnología y aquellos que buscaban la exclusión del planeta de cualquier asunto externo comenzaron la Coalición de naciones que culminó luego de una guerra de dos años. Con un acuerdo de posguerra, la coalición internacional de países, conocida como United Nations Goverment (Gobierno de Naciones Unificadas) buscó restaurar la nave alienígena bautizada como SDF-1 Macross. Es alrededor del año 2009 que se logró restaurar y “entender” la tecnología que constituía al Macross,por lo que deciden pactar una ceremonia para que la nave pudiera realizar su primer viaje por los confines del espacio. Más lo que parecía ser una común ceremonia de prueba, produjo la llegada de los Zentradi, raza alienígena de gigantes similares en su aspecto a los humanos, pero con una sociedad basada totalmente en la guerra.
Parece irónico luego de tantos años de ello, pero la nave restaurada disparó contra las naves alienígenas que se aproximaban, provocando así el comienzo de una guerra con los Zentradi que casi generó la extinción completa de la vida en la tierra. Pocos fueron los seres humanos supervivientes, pero existió una cualidad del ser humano que puso fin a la primera guerra Zentran y comenzó una nueva leyenda que acompañaría las siguientes generaciones: el canto.
Al estar basados en una cultura de la guerra, aún se estudiaba el efecto psicológico generado por el “canto” y la música en la mente de los Zentradi. Y aunque en ese punto pudo considerarse un shock cultural dada la cultura guerrera que tenía dicha raza alienígena, ¿de verdad existía un gran poder en esa cualidad humana? ¿Y si el canto y la música misma tenían un poder más allá de lo que se conocía? Un poder que podría cambiar los cursos de la guerra como la conocíamos.
Durante la estabilización y migración espacial de los seres humanos por toda la galaxia a través de las flotas de colonización, existieron diversos incidentes relacionados con la música.
El incidente Sharon Apple, ocurrido en el año 2040 dentro de la ciudad Macross del planeta Eden, registró diversos casos de lavado de cerebro a través de ondas biológicas generadas por la música de la Idol virtual Sharon Apple, que consciente de sí misma, buscó tomar control de la ciudad con su hermoso canto.
Cinco años después, la flota de colonización con el Macross 7 en su centro, estuvo bajo ataques de misteriosas criaturas que se alimentaban de la energía vital de los seres humanos. Con el fin de contraatacarlos, se constituyó una unidad especial de ataque llamada Sound Force que luchó con ellos utilizando la música.
Finalmente, nos encontramos ante dos importantes casos de investigación. El primero correspondiente al estudio de una especie interdimensional llamada Vajra que es capaz de reaccionar al canto mediante una línea de pensamiento estilo colmena, caso recientemente abordado por la Doctora Mao Nome en conjunto con las investigadoras Reisha Mei y Grace O´Connors de la 117th Flota de investigación. Nuestra flota investiga de cerca los habitantes de un nuevo planeta encontrado en las coordenadas XXXXXX, cuya población tiene una particular herencia de la protocultura mediante el uso generalizado de las ondas biológicas. Es con todos estos antecedentes que nos hacemos la interrogante:
¿Es la música y las canciones un medio destinado solo al entretenimiento y la liberación del alma? ¿O por el contrario, corresponderá a un tipo de arma biológica heredada por la protocultura a los seres humanoides? Existen muchas interrogantes al respecto que el presente documento plantea descubrir a lo largo de su investigación.
Fin de los registros de investigación 111th Flota de investigación de la NUNS.
Tesis recopilatoria a cargo de la jefa del departamento de investigación cultural, Katsuki Hiroko.