Shary POV’s: Hola, si has llegado hasta aquí por medio de AO3, espero que puedas disfrutar esta bella historia. Este capitulo estaba dividido en 2 partes pero se unificó.
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🔥Capítulo 04: Problemas.
🔥 Autora: Shary
🔥Arreglos: Shary
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《Por primera vez él joven quedó cautivado por algo distinto y aquella señorita…también.》
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Curiosamente, rusa y japonés estaban pasmados ante dicha «aurora boreal» que reflejaban a su alrededor y pudo mantenerse así… sí no fuera por cierto cuadrúpedo que los sacó de su burbuja de colores al ver a los pequeñines acercarse.
—¡MAKKACHIN! —Gritaron ellos.
El caniche más que contento, les dio un poderoso ladrido y fue corriendo para buscar su atención porque los dos humanos tras su «embobamiento» no le hacían ni pizca de caso. Vicky, al percatarse de lo que estaba haciendo se sonrojo más de la cuenta, y fue la primera en reaccionar sacudiendo su cabeza varias veces, terminó de acortar la distancia que le separaba del joven asiático (quién aún algo ido) trató de salir de dicha situación surrealista.
—¿En serio se encuentra bien? —Volvió a preguntar en inglés y con un hermoso acento británico.
—¿Ah?… Yo… claro, estoy bien, gracias. —Fue lo que pudo articular en su «intento» de respuesta masticada en dicho idioma solo que su acento fue uno soso y Estadounidense, la jovencita pudo respirar con alivio y notó que sus facciones se relajaron totalmente brindándole una cálida sonrisa, algo que lo sacó de base y sus malares se tiñeron de un suave carmín…
¡Ja! era curioso ya que siendo francos, él hombre de facciones finas no tenía ese tipo «aspavientos» repentinos como en su época de adolescencia, en ese instante las vocecitas infantiles llegaron al lugar haciéndole girar rápidamente para verlos.
—¿Niños, qué hacen aquí? —Se puso de pie olvidando todo y fue con ellos.
—»¿Eh? ¿No entiendo nada? «—Pensó Vicky, parpadeo tan rápido como el colibrí batía sus alas, en su rostro se veía el desconcierto, sin mencionar la incógnita que rondaba al instante.
¡¿De dónde los niños conocen al muchacho?! Que para variar el asunto, le consideraba «alguien muy llamativo»
Las trillizas saludaron con alegría cuando su tío arribó en su dirección y detrás, de ellas fue Yuuki, quién sin miramientos se lanzó encima ocultando o restregando su carita en medio del hombro. Su tío lo recibió en brazos acariciando sus cabellos y finalmente, su sobrino le miró contento, por lo que su familiar favorito le dio un beso en la coronilla haciéndole reír.
—»Oh Damn!!!… ¡Sí que es lindo!»…—Afirmó Vicky en sus adentros, ella no tomó represalia o actuó impulsivamente puesto que los niños estaban cómodos con su trato y se nota que es alguien familiar para ellos. También le pareció muy tierna la forma en la que cargaba a Yuuki, pero no pudo evitar hacer comparaciones en el físico de ambos…
—¿Qué vínculo tendrá con Yuuki?, ¿Será su hermano? —Intuyó, pero pronto recordó que el niño no tiene hermanos. Descartó por default lo del «tío» porque se imaginaba a alguien «mayor de sesenta años, gordito, tierno y bonachón»
(Strike One)
—¿Acaso es algún primo?, ¿y sí es su padre?, pero se ve muy joven pese a vestimenta señorial, es demasiado, a lo mucho tendría unos diecinueve… —Mencionaba esto mientras posaba su dedo en medio de sus labios.
(Strike Two)
Y así divagó, hasta llegó a imaginar a qué edad él muchacho tendría a Yuuki… ¿Quién sabe? Ya su cabeza echaba humo a borbotones, gracias a sus especulaciones extraordinarias.
(Con esto llegamos al strike three y nuestra conejita se ha ¡ponchado!)
Ya mareada de inventar cosas y sus ojos hechos un «espiral», simplemente se quedó inmóvil en su lugar, igual necesitaba saber su nombre y su apellido para ver si sus conspiraciones eran válidas o no, en eso, pudo mirar como aquel hombre bajó al pequeñín del grupo y teniendo a «toda la tropa» de infantes bajo su tutela, les regañaba con disciplina con los brazos cruzados.
—¿Se puede saber que hacen afuera?, ¿No saben que es peligroso estar solos por ahí?, últimamente han pasado cosas peligrosas… ¿y a todas estas? ¿En dónde está su Tía?
—¡Es que estábamos en una misión!
—¡Eso es muy cierto!
—¡Nuestro fugitivo se escapó!
—¡Y teníamos que atraparlo para que volviera con su dueña!
—¿Fugitivo? ¿Dueña? —Soltó él confundido (sin mencionar que los chiquillos hablaban en inglés, lo cual fue aun más raro), su voz llegó a oídos de Vicky y cuando él se disponía hablar la risueña sonrisa de ella, le hizo devolver su mirada inmediatamente.
—Disculpelos joven, fue mí culpa, no los regañe. La señora Yuuko me pidió cuidarlos, pero nuestro amiguito fugitivo de cuatro patas. —Dijo aquello señalando con el dedo a Makkachin quién estaba al lado de Yuuki y las trillizas—. Hizo la bonita gracia de «salir» sin permiso, de allí a que ellos me acompañarán, tampoco me atrevía de dejarlos solos en el complejo. Yo asumiré toda la responsabilidad de lo que mí mascota le haya hecho, pero no les regañe por favor. —Terminó con una «reverencia» tal como las ha visto en su pequeño principito.
Él mayor aún cruzado de brazos vio el gesto de arrepentimiento en la muchacha, tenía lógica después de todo (además de que al fin pudo asociar los objetos nuevos que había encontrado tirados en el hielo o el que ellos hablasen en inglés, la dama es extranjera) nuevamente su vista se posó en ella.
—¿Le dieron problemas, señorita?
—¿Ah? no, no, no al contrario, se portaron muy bien.
—Le preguntó porque sé cómo suelen comportarse. —Les miró con ojos entrecerrados y alzando su ceja… En el caso de Yuuki, Axel, Loop y Lutz… Bueno… Ese grupo sintió el «peso» de sus palabras encima de su ser (solo les faltó imaginarse a su tío con algún látigo, cuernos y cola), ¡Pero Vicky, les salvó otra vez!
—Tenga plena seguridad que los niños se portaron como unos angelitos. —Acotó gentilmente la chica y luego de pensarlo un par de segundos, se dirigió a los chicos y les habló sin perder su toque de autoridad.
—Por esta vez se los dejaré pasar a los cuatro. —Un «uff» mudo se les evidenció a los chiquillos, su alma se vio aliviada porque se salvaron del posible «castigo» gracias a su heroína, Vicky—. En cuanto a lo otro, no sé preocupe por su amigo. No… pasó nada grave en realidad. —Término de dialogar con la neutralidad y serenidad que le caracteriza, ahora Vicky era quién se hallaba con el color carmín dibujado.
Cabe destacar que ese detalle no pasó por alto al caballero, el cual sólo supo observar y deleitarse con la imagen muy tranquilo, con el rostro relajado, una sonrisa de lado (muy poco usual pero se veía condenadamente sexy) y ocultando de a poco sus manos en los bolsillos de su blazer.
En esas apareció Yuuko, llamándolos a todos a viva voz para que fueran a comer. Al enfocar mejor al muchacho que estaba junto a los chicos (quién no era más que su mejor amigo) no dudo ningún segundo en dar la carrera, tirarse sobre de él, atiborrarlo de besos y abrazos de oso cariñosamente, incluso los niños y Vicky veían corazones y brillitos acaramelados en el aire sobre la cabeza de Yuuko.
—¡Yuuko, me e-estás a-ahogando!
—¡No seas así!, pocas veces mis niñas, mí esposo y yo te vemos, ¡¿Por qué no me avisaste qué vendrías?!
—¡Te explicaré sí aflojas tú agarre de mí cuello!
—¡UPS! —Se percató, y lo liberó de aquella tortura amistosa, al fin el aire llegaba sus pulmones, los niños rieron fuerte mientras que Vickytoria seguía intrigada por el hombre misterioso, Yuuko al mirar a su invitada, no pudo contenerse y volvió a hablar.
—Pero en serio, ¿Qué haces aquí, Yuu?
—Tenía pensado visitarte, pero me encontré con ellos haciendo de las suyas y dando problemas a la señorita.
—Para nada, descuide, ellos se portaron muy bien ¿ verdad niños?. —Guiño muy pícaro el ojo al finalizar y el grupo de chicos contestó con un «si» muy fuerte.
—Sí Vickytoria lo dice es porque así fue. —Le siguió Yuuko… su amigo ahora intrigado no pudo dejar escapar un implícito «¿Hmm?» a la muchacha de cabellos castaños y recién fue que ella pudo captar su mensaje—. ¡Oh es cierto! Soy una tonta. Ella es mí invitada de honor, se quedará unos días aquí. —Yuuko hizo una señal a Vicky para que se presentara, sin chistar se acercó con formalidad.
—Mucho gusto Joven, mí nombre es Vickytoria Románova. —Extendió su mano con suma elegancia al tiempo que el mayor no demoró en tomarla entre las suyas.
—Katsuki Yuuri, es un placer conocerle, Romanova-San. —Por su nombre y apellidos dedujo que era rusa, sobra decir que el tacto de sus dedos con los ajenos fue cándido y pleno, una sensación electrizante recorrió su cuerpo por completo y sin cesar, dando por hecho que en el mundo, ésto es lo más cercano al sosiego eterno que no tiene fin. Sin embargo hay algo en ella que aún le atrae…
—«Siento que la conozco de alguna parte, pero…»
Los pensamientos del japonés por extraños que parezcan le evocaban a esa maraña sin respuesta, el siente que ya ha visto esa mirada, esa expresión marcada en los iris ajenos, la cuestión es… ¿En donde?
En medio de su vacilación, Vicky lanza un comentario y Yuuri (como se ha nombrado) se desajusta un poco, dando por terminado el roce sutil de ambas manos.
—Disculpe… ¿Acaso dijo Katsuki? —Yuuri logró asentir… Yuuko sabiendo por donde vá la cosa le hizo una jugarreta al señor «cuadriculado»…
—Yuuki y Yuuri se parecen muchísimo una vez que los comparas físicamente ¿Verdad? ¡Como padre e hijo!
—¡¿UN MOMENTO?¡ ¡¿ES SU PADRE?! ¡WOW! ¡¿ENTONCES YUUKI SÍ ES SU HIJO?! ¡¿CUÁNTOS AÑOS TIENE?!, ¡¿A QUÉ EDAD LO TUVO?! —La rusa escupía todo sin pensar como metralleta en automático muy acelerado—. ¡AH! ¡CON ESTO NO LE ESTOY DICIENDO VIEJO O ALGO POR EL ESTILO! ¡ES SOLO QUE SE VÉ DEMASIADO JOVEN! ¡ES DECIR!…—Y La risa en exceso de Yuuko fue impresionante, eso hizo detener el resto de incógnitas de la chica de cabellos color plata cuando también vio a los pequeños con sus caras de «no entender nada», de Yuuri por su parte, solo pudo negar, resignándose a que su amiga nunca cambiará… Él lo vio venir.
—Yuuko, Podrías dejar de hacer eso, por favor…
—¡Admite que esa fue buenísima, Yuu!
—Haammm…—Bufó malhumorado, rodó los ojos en blanco fastidiado girando su rostro y este dio frente con frente al de Románova. Viendo que la pobre fue víctima de la broma de Yuuko, pudo relajarse y se dispuso a aclarar las cosas. —Señorita Románova, Yuuki no será mí hijo aunque es como si lo fuera. —En esas le dedica un vistazo agradable, uno con comprensión mientras se apoya en el hombro del pequeño quien muy feliz lo recibió—. Pero él es únicamente sobrino, yo soy su tío. —Respondió al final.
—¡¿É-ÉL TÍO?! —Y acá murieron sus teorías, sobre todo la del tío, el tío de Yuuki era de todo menos un chubby adorable de sesenta, ¡¡Está versión era muchísimo mejor!!—. ¡Yo pensé que…! ¡Pero la señora Yuuko dijo…! ¡Y, y, y…!
—Y como consejo, es mejor no tomar en serio las palabras de la señora Nishigori. —Asumió una actitud irritada cuando se acercó a la acusada. Además de posar su mano sobre la cabeza de ella reiteradas veces (algo como hacerle ¡pata pat! a un lindo gatito), Yuuko se quejó y Yuuri solo le ignoró olímpicamente.
—Contigo no se puede jugar, pero en efecto Vicky, él no es su papá, es su tío. Uno soltero, muy guapo y bastante regañón para tener veintiséis años, pero que tiene su lado tierno «muuuuuy al fondo»
—¡YUU-CHAN!
—¿Qué?, ¡Si es verdad!, ¡Extraño al antiguo y tierno Yuuuuuuri! —Empezaron una divertida discusión que a oídos de los niños solo fueron risas porque en parte, su tía tiene mucha razón. Los «¿ah?» ahogados de Vicky eran un poema tras de otro y ahora más que nunca quería que se la tragara la tierra por especular en grandes cantidades…
Pero veamos el lado positivo. Ya sabe que el caballero misterioso japonés se llama Yuuki Katsuki, que es el tío de Yuuki, que tiene veintiséis años (los cuales no los aparenta) y que está, «soltero. . . »
«SOL-TE-RO»
Esa palabra le cayó como taladro a sus pensamientos cual eco repetidor pero se auto-reprendió, en que esté soltero no significa que este vociferando públicamente si mantiene citas o no y ella no vino a Japón por esas «banalidades», porque tenía un meta que cumplir a toda costa. ¡Debía concentrarse y debía hacerlo ya!

Casa de Yuuko – Hasetsu/Japón
Enero del 2017 – 6:00 PM
Después de semejante situación «cómica», los comensales se disponen a disfrutar de una rica cena tradicional Japonesa, Yuuko ya había terminado al igual que Yuuri y retiraron parte de sus platos, en esas, el de orbes marrones vio con curiosidad y hasta con algo de diversión reclinado en la pared que daba entre la sala y la cocina con sus brazos cruzados esa escena del comedor, Vicky tenía su propia batalla personal con los palillos (instrumento primordial en la cultura asiática para poder saborear la comida) Yuuki y las niñas reían sin parar dándole indicaciones y en últimas olvidando todo protocolo, tomó su tenedor y al fin pudo dar su primer bocado…
—Lo siento, pero definitivamente… ¡Amo mi tenedor!, ahora si me disculpan… —Dio otro bocado enorme —. ¡¡ВКУСНО!!
Sonrisas infantiles explotaron por todo el lugar. El Ramen como le habían explicado que se llamaba y que degustaba era exquisito, su estómago agradeció aquello infinitamente.
—Vaya… —Con su ceja levantada, el japonés apenas alcanzó a dibujarse una corta risita en medio de su seriedad y no podía negar que le causaba gracia… Yuuko aún no acaba de lavar una parte de la pila de platos, fue con su amigo, se encontraba intrigada porque era primera vez en mucho tiempo que él estaba «curioso por alguien» en medio de estado natural, ser reservado. Le rodeó uno de sus brazos con mucha confianza, se apoyó con descaro y tanteó terreno.
—Es toda una lindura esa chica, ¿No lo crees, Yuuri?
—¿Qué insinúas Yuuko Nishigori? —Mencionó Katsuki con neutralidad.
—¿Yo? ¡Naaaada!, yo solo decía. —Respondió haciéndose la «desentendida» mirando para otro lado.
—¿Quién no te conozca que te compre, cierto Yuuko?

Con esa frase la supo desarmar y la muchacha se fue haciendo un ademán exagerado de tragedia indignada. Yuuri ya estaba acostumbrado a los comentarios «sueltos e intencionales» de su querida amiga, siempre fue así con él desde que eran niños, y en cierto modo ella le recuerda a un hámster y mejor amigo tailandés, que también se expresa abiertamente sin importarle nada a su alrededor. Pese a que ambos querían lo mejor para él y que se diera más con las personas, Yuuri prefería no salir de «su zona de confort», enfocarse en su trabajo y en lo más importante en su vida. (su amado sobrino) Esas cosas eran suficientes para él.
Se acercó al lavaplatos donde estaba la señora de la casa y mientras lavaban, seguían con tema que sacó a colación Yuuko, que precisamente fue quién habló.
—Aún me sorprende que esa pequeña vaya presentar el examen en la (T.S.P.A)
—¿Así que los datos que me pediste fueron para ella?
—Y fueron de mucha ayuda. Gracias, ¡¡Te adoro !!
—Fue un gusto, encuentro lógico que siendo de Rusia deba hacerlo aquí, su gobierno es absurdo y estúpidamente conservador en extremo… Pero, sí lo meditamos bien, Japón no es que diste mucho, la doble moral aquí es «Opio» que nos perjudica.
—Te recuerdo que no soy política, ni filosofa y menos policía. —Le dijo en broma—. Pero sé lo que quieres decir, al menos hay personas que intentan hacer un cambio aquí, tú por ejemplo… Siempre has sido alguien sensato y no por nada eres de los mejores.
—Yo solo doy la razón cuando hay validez, es todo. —Se mostró bastante apenado ante los halagos de Yuuko pero al reflejar serenidad en sus facciones, su amiga no se dio cuenta y él continuó—.Volviendo con lo de tú invitada, sí aún decide hacerlo, asumo que irá a la fija en la modalidad de«secretariado». Es lo común en la mayoría de mujeres que quieran alistarse aquí ya sean nativas o de otro lugar.
«Aunque… Sería muy decepcionante sí ella va por la rama fácil«
Pensó eso para sí mismo en un silencio prolongado. Apoyaba el hecho de que hay cosas por cambiar en su país como otras las cuales solo son «decadentes», está, era una de ellas.
En las academias policiales japonesas era válido que cualquier persona prestará el servicio a nivel «Directivo / Tradicional» o «Secretariado / Ejecutivo» siendo este último (algo muy facilista), pues una vez que contaban con toda la información, optaban por lo más «cómodo» y por default si una mujer prestaba su servicio, iba a parar allí, siendo esto con el tiempo un arma de doble filo.
Una forma engañosa del gobierno para decir que hay «equidad de género» cuando en realidad eran «pañitos de agua tibia»… Si claro, «equidad», sobre todo «equidad»… ¡Odiaba eso!
Yuuko no tenía necesidad de preguntarle o algo por el estilo, lo conocía y ella sabía que su amigo era y es de cuestionamientos profundos, sin más le ha tirado la «bomba» para ver su reacción.
—Pues allí sí te equivocas querido «Teniente Coronel Katsuki», porque ella piensa ir en la modalidad «Directiva»
—¿Tienes que estar bromeando? —Aseveró y dejó la esponja a un lado del lavadero para encarar Yuuko, pero al ver que la mujer le daba esa sonrisa pícara, confirmó que sus palabras eran ciertas. No dijo nada, y retomó su labor…
«Interesante«
Esa palabra según la RAE es un adjetivo que indica «interés» en algo, fue todo lo que pudo abarcar Yuuri en su momento, al parecer la delicada y exótica flor siberiana resultó ser una «cajita de Pandora», es acá donde hay un proverbio que dice: «Jamás juzgues a un libro por su portada«, ¡y eso fue lo que pasó!.
Tuvieron que pasar cuarenta años para que las Fuerzas Policiales en Japón contarán con seis mil mujeres uniformadas en su cúpula. Aún así ninguna tuvo el valor de ejercer la profesión a nivel tradicional porque se iban por la ramas del papeleo y del protocolo… En otros países (muy pocos por cierto) La incorporación de mujeres ha hecho que este ente de la ley cuente con expertas en variados campos: Jefes de Contra-inteligencia, analistas de inteligencia,entre otras…
De hecho, varias de ellas se vistieron con cascos y escudo para formar parte del E.S.M.A.D, así como algunas llevan a cabo funciones de rango superior, por ejemplo, mujeres coroneles dando grandes golpes a la mafia. Si bien, Japón está con el tema de la inclusión e igualdad, ese detalle todavía no se había presentado del todo (hasta ahora), porque sí lo dicho por Yuuko llegase a ser «verídico» (y que por lo visto lo es) daría una controversia anticipada… ¡No! ¡Esperen…! ¡UNA HECATOMBE!
Esa es la expresión que acoge a tal acontecimiento.
Solo una mujer de procedencia extranjera se le ha ocurrido la descabellada idea de llegar a ser la primera Oficial en el país oriental en modalidad directiva (tradicional), toda una novedad y por supuesto Katsuki, al ser parte de la (T.S.P.A) como también de ser un jefe de alto mando certificado y catalogado de los más importantes por no decir el mejor en su categoría de la F.P.J y del F.E.G.I, con buenas posibilidades de ser ascendido a Coronel por sus méritos y de ser así, tendría el reconocimiento de ser el más joven en obtenerlo, quería ver todo en primera fila.
Quería ver como se quemaban las pestañas y ver arder a sus jefes «elitistas» porque a pesar de que es el mejor en su campo, discrepa en muchas leyes y artículos irrisorios con argumentos de peso, y por eso, también quería ver qué tan preparados están los Super-Intendentes, Magistrados y autoridades de la Corte Suprema de la institución en su país para una situación como esta. Sin dudas este año, la convocatoria será «muy interesante» sí la chica (aún jugando su edad en contra) logra entrar en la T.S.P.A
—Sé lo que estás pensando. —Habló Yuuko—. Sé que la chica es joven y que es alguien «distraída y cariñosa» a simple vista pero, sí la hubieses visto en acción, ¡Tiene lo necesario para ser una buena buena oficial, Yuu!
—¿Y exactamente qué hizo? Digo, para que hables así con tal emoción, tiene que ser muy buena. —Preguntó como quien no quiere la cosa.
—Este…bueno… —Y allí la mujer dudó en sí decirle lo que ocurrió el día del paseo o no… sin querer se echó la soga al cuello, sí no le cuenta, este le hará el interrogatorio de su vida y sí le cuenta, era seguro que su «amigo» la va a degollar y de paso dejaría viudo a su marido y a sus niñas sin madre….
Incluso vio su epitafio escrito por Takeshi a futuro: «Aquí yace mí esposa, y aquí ella por Yuuri Katsuki, reposa«
Aunque pensándolo bien, tarde o temprano él se iba a enterar así que sin tanta parafernalia, se echó la bendición y un ave María interno como le enseñó cierto mexicano colega del Japonés, y le explicó todo no sin antes pedirle «comprensión», le dijo desde como Yuuki se había extraviado (en ese punto, al tipo se le deformó el rostro en enojo absoluto con una vena marcada por ocultarle algo tan importante.) le comentó del como Vickytoria se había encontrado con Yuuki, del cómo lo había cuidado en ese lapso de tiempo, del cómo logró dar con ella y eso, que aún no le decía lo mejor, el «Cuentazo» del intento de «robo» y «algo más» a su persona con los pequeños al regresar a Hasetsu…
Yuuri, ahora más enojado que nunca, bramó furioso, reclamando el no haberle avisado y nuevamente su amiga en medio de sus miedos, le comentó cómo fueron salvados por la jovencita rusa con lujos y detalles, no aumentó o quitó comas, fue clara y contundente al decir que la chica manejaba actitudes para la profesión que quiere desarrollar, además de verse agradecida por ese gesto o pedido de auxilio, por eso ella accedió a colaborar con ciertos datos y de paso hospedarla (porque al final la niña se había extraviado en varias ocasiones con las rutas) y eso logró «momentáneamente» bajarle un poco el estado neurótico al asiático y de paso Yuuko se salvó de su posible muerte adelantada.
Para que su amiga abogara de tal forma es porque la señorita que se apellidaba Románova tiene «algo» que mostrar, su curiosidad por ver aquella chica en esa faceta se despertó más de la cuenta, por ahora dejará que todo marche a su cauce, y ya tendría su propia charla, no sin antes, dar un aviso anticipado a la mujer de ojos almendrados.
—Su apellido es Románova, ¿Cierto? —Dijo sin mirarle y Yuuko asintió con un «ajam». —Perfecto, escúchame bien porque solo te lo diré una sola vez, Sí aprueba o no, dependerá de Románova, y en caso de hacerlo, sabes que no soy para nada «benevolente» cuando se trata de mí trabajo… Ella quiere ser «Oficial», espero y sepa comportarse a la altura.
—¡Yuuuuuuri!, ¡No seas cruel con la niña!
—Las cosas como son, Nishigori. Te dejaré en claro que sí tú amiga llora, patalea o incluso sí me maldice o se queja como princesa abnegada entonces, se puede ir a otro lugar a fregar con muñecas.
—¡Auchs! ¿Nadie te ha dicho qué eres un ogro como jefe? —Yuuri no hizo caso y continuó con lo suyo.
—Pero, sí acepta el reto, entonces debe prepararse, ya sabes que no suelo jugar y mucho menos andar con mediocridades. Por ahora prefiero que no le digas nada sobre mí, quiero ver su comportamiento cuando esté en Tokyo. ¿Queda claro?
—Pero Yuu…
—¿Queda claro o debo repetirlo?
—Aishhh~ ¡Está bien! ¡Señor «antipático» General de la Nación Regañona!
—Número uno, más que antipático soy «realista» —Tomó el último plato que lavó y lo dejó en el portaplatos para que se escurriera—. Número dos, soy Teniente Coronel del FPJ a cargo de la prefectura de Shibuya y sus alrededores sin mencionar que soy él Comandante por no decir la cabeza principal de las Fuerzas Elite de la Guardia Imperial que me corresponde. Si fuese General allí si me odiarás con gusto y número tres… —Se quitó el delantal, lo guindó en su lugar de siempre y se giró para dar frente con frente a su amiga cruzándose de brazos—. Ya sabiendo mis condiciones doy por finalizada la conversación. Quedas advertida. —Se fue y con eso acabó la charla de ambos.
—¡Odio cuando hace eso! —Dijo esto con un chillido berrinchudo de disgusto y mordiendo la panola con cual secaba su plato y jaloneándola con desespero, pero no le queda de otra y confía que su invitada pueda soportar a su posible y futuro jefe «amargado» cuando esté en Tokyo.
Cuando Katsuki regresa al comedor, Victoria tenía un Yuuki en brazos muy feliz defendiéndola o dándole peluchazos a sus primas y de Makkachin, en esas le entró una llamada a su número personal, era nada más y nada menos que Phichit, su amigo y colega. Se alegró un poco al escucharle su voz pero su rostro ensombreció cuando se dio cuenta que su llamada no era para una charla casual, Phichit había viajado a Hasetsu para avisarle que se encontraba en el Onsen de su familia y que necesitaba hablar urgentemente con él. Eso no auguraba cosas «agradables»
Empuño su mano izquierda para mirar su reloj, le dijo que diez minutos estaba en su casa, colgó de inmediato y llamó a su sobrino.
—Yuuki, busca tus cosas. Debemos irnos.
—¿Tan pronto? Pero aún es temprano y… —El niño empezó a alegar bastante extrañado, el resto estaban atentos al cambio repentino del familiar y este solo dijo que tenía que arreglar un asunto personal. Él pequeño intentó convencerlo para quedarse y jugar un rato más con Makkachin, sus primas y su «nueva amiguita», más de plano su tío dio un tajante «negativo en civil» y Yuuki a la voz de eso arrugó su cara con una querella en respuesta. Se fue a buscar sus pertenencias tal y como lo había indicado su tío.
Yuuko le hizo prometer que seguirán conversando, se despidió de todos, y al dar con la señorita se la quedó observando de pies a cabeza, para luego asentir con su cabeza en señal de reverencia y se retiró.
—«¿Wow?, Qué serio…» —Inquirió asombrada la niña después de eso, Yuuki hizo lo propio dando abrazos, la última en recibirlo fue Vickytoria y otra vez con gusto, le dio muchos besos en sus cachetes y naricita (cosa que a Yuuki le gustó mucho) y salió corriendo detrás de su tío poniéndose de mal humor rápidamente por tenerse que ir cuando se estaba divirtiendo.

Hotel Yutopia (Familia Katsuki) – Hasetsu/Japón
Enero del 2017 – 7:10 PM
Como había dicho, llegó a su casa en diez minutos; el primero entrar fue un pequeñín enfurruñado, abrazando su peluchito y con sus mofletes inflados, seguía molesto con su tío por irse tan temprano, por no dejarlo jugar con la señorita bonita o quedarse en casa de su tía. Phichit y Mari al ver a su sobrino pasar de largo frente de ellos y sin saludar, les sorprendió aquello.
—Algo pasó. —Dijeron al unísono y más atrás vieron al tío «incómodo» porque no sabía qué hacer para contentarlo durante el camino.
Mari le saludó con un simple «Hola», lo mismo hizo Yuuri (se la llevaban así y no necesitaban usar muchas palabras para saber cómo se siente el otro) la mayor de los Katsuki sabiendo la urgencia de Phichit, les dio su espacio a ambos no sin antes decirle que iría hablar con Yuuki, cosa que su hermano menor agradeció.
—¿Y bien? ¿Qué le hiciste a mí sobri, Yuuri gruñón? Entró con cara de pocos amigos, me recordó a ti cuando te enojas con Chris, con el pelotón en general o conmigo jajaja.
—Está enojado porque no lo dejé con Yuuko y con las niñas…
«y con aquella jovencita»
Eso último, lo dijo para él.
—Es normal que quiera jugar Yuuri, tú sobrino es pequeño, pocas veces puede divertirse y verse como lo que es «un niño tierno y pequeño» aunque me sorprendió su actitud.
—Espero y se le pase pronto, vayamos a otro lugar a conversar porque no creo que vengas en plan «turista», ¿Verdad?
—Tienes razón, lo que tengo que decirte es personal, de allí a que nuestro General dejara el recado conmigo. —Todo lo relacionado con Yakov Feltsman, máximo jefe del FPJ era «Problema cien por ciento asegurado»
No perdieron tiempo y fueron a un discreto café público en la platica pequeña de Hasetsu, en ese punto, Phichit Chulanont, Capitán del Escuadrón de Investigación y Espionaje, fue directo al grano.
La ofensiva policial desarrollada en Shibuya por estos días, permitió neutralizar a una parte el denominado «Plan subversivo» del microtráfico, que consistía en tomarse gran parte del barrio, bloqueando así los puntos clave para su distribución. Sí los tipos (los cuales eran dirigidos por peces gordos) lograran tal cometido, sería cuestión de tiempo para inundar en grandes proporciones el resto de la ciudad con Cocaína, Marihuana, Heroína e incluso otros estupefacientes sintéticos de alto riesgo como la Methylenedioxypyrovalerone por sus siglas en inglés (MDPV) y la Mefedrona (ahora ilegal en los Estados Unidos, Reino unido entre otros). Se encontró que ambas son de 10 a 50 veces más potente que las tres drogas básicas juntas.
Si esto tomaba vuelo, arremetierían con el resto de prefecturas y daría paso a otras actividades ilícitas como es lo habitual en este tipo de organizaciones (trata de blancas, prostitución, lavado de dólares, etc.) solo que al por mayor. Yuuri estaba concentrado y con una mirada neutral a los documentos mostrados por Phitchit, en cada hojeada a la información que les ha dado La D.E.A (Agencia Antidrogas de Estados Unidos) los cuales son sus aliados en su actualidad, reporta que estas drogas son fabricadas en plantas químicas principalmente en China o África Oriental, y son enviadas a las distintas mafias. los estudios dicen que una mínima cantidad puede valer un tercio de millón de dólares. Las ganancias pueden ser astronómicas si se pasan a la divisa japonesa el «yen».
El plan se efectuó al atacar sus campamentos base, sus redes de apoyo y neutralizar en parte a sus cabecillas (en conjunto con La Policía Nacional Ordinaria, algunas brigadas y la Guardia Imperial de esa zona a cargo del T.C Katsuki) Se incautaron más de seis mil kilos de explosivos, armas, equipos de comunicación y material de intendencia. Pero lo preocupante es que aún tras dar ese gran golpe, siguen llegando más y más grupos al margen de la ley irrumpiendo la vida tranquila en Shibuya, todos de procedencia extranjera.
Incluso los Yakuzas se han visto en grave situación de conflicto entre ellos mismos por esta nueva ola, desplazándolos de sus territorios y provocando muertes constantes cosa que estaba casi «extinta» en el país oriental hace un par de años.
—Esto es grave, Capitán…
—¡Y lo es T.C!
—¿Algún indicio de la posible mente maestra, Chulanont?
—Negativo T.C; buscamos información al respecto del responsable, sabemos que esos grupos que han ido apareciendo son financiados por alguien «grande» del bajo mundo, Él Mayor Giacometti, el resto del escuadrón de espionaje y mí persona hemos hecho lo propio, pero cada vez que damos un avance quedamos como al principio. Él tipo es un «fantasma» y los pocos capturados no hablan, lo que si tenemos confirmado son las pocas acciones de interdicción, pero no dude que van a seguir llegando.
Con ese aviso, él T.C Katsuki no le queda de otra que hacer un forzoso retiro de sus vacaciones (eso implica desilusionar a su sobrino con no llevarlo a paseos o jugar con él como le había hecho prometer) y retomar labores en Tokyo, el Capitán Chulanont posó su mano en el hombro de su amigo y jefe de línea con un culpable, «lo siento»

Hotel Yutopia (Familia Katsuki) – Hasetsu/Japón
Enero del 2017 – 7:40 PM
No demoraron mucho en el viaje de regreso, Yuuri invitó a Phichit a pasar la noche en su hogar ya que mañana debía regresar a Tokyo, el llego a su habitación y entró sin hacer mucho ruido, Yuuki no se dio cuenta de su presencia por estar practicando en su violín Adagio, de Johann Strauss, la pericia del niño con sus dedos al recorrer traste por traste del brazo de madera con el cual realiza las notas, es de primera. Al cerrar la puerta, el violinista se distrae e interrumpe sus armonías para ir con él, con un par de platos de su platillo favorito (el Katsudon) que tía Mari le dio, se le pasó su disgusto momentáneo. Yuuri por el contrario, se hallaba algo nervioso del cómo hablar o explicarle a su pequeño genio musical sobre lo que ha pasado.
Se sentó al borde de la cama, la presión en sí mismo era sofocante, pero debía hacer un esfuerzo… más experimentar nuevamente ese sentimiento a estas alturas del partido no fue nada grato. Yuuki quién le miraba expectante de todo con sus iris agrandados no dudo en preguntarle qué le pasaba y Yuuri poco a poco fue contándole la desafortunada noticia…
—な -なぜ? —Fue el interrogante que salió así no más sus labios con esa vocecita infantil, a Yuuri se le apretó su corazón explicándole todo, el niño aunque bien, entendía lo que hacía su tío, fue soltando gotitas, cada una de ellas más dolorosa que la anterior.
—¿Y no puede hacerlo otra persona, tio Yuu?— escucharle eso fue Kármico. —Extraño estar en casa de mis abuelitos con tía Mari, extraño jugar con mis primitas y mí tía Yuuko, hace poco hice una nueva amiguita, mí amiga Vicchan y con ella me he divertido mucho y me deja acariciar a Makkachin, su perrito y me e-enseñó muchas co-sas… —No controlaba los temblores en su cuerpo debido al agua cristalina que yacían en sus ojos—. Pero lo que yo más quiero y deseo es… Sniff… Es… —Ya en su límite moqueaba sin cesar, más lo último que dijo le dejó un vacío y sentimiento de culpa a Yuuri—. ¡Q-que extraño jugar contigo! Sniff, t-te extraño mucho, a veces quisiera que no fueras un policía… No m-me gusta…
Lo dijo al inicio en un susurro casi inaudible el cual poco a poco creció en medio del desespero y sentir del niño…
—¡No me gusta!, ¡No me gusta!, ¡NO ME GUSTA!
—Yuu. . . Yuuki. . . —Su sobrinito explotó en llanto y le dijo todo.
Se removió intentando zafarse, cosa que logró, salió corriendo con su peluchito con sus ojitos llenos de lágrimas pasando a un lado de Phichit quién escuchó todo detrás de la puerta, el tailandés sabía que era algo imparable y que a su amigo le costaría afrontar, son gajes de su oficio después de todo, aunque realmente lamentaba el suceso porque Yuuri, espero con ansias ese permiso de un mes completo para tener tiempo de calidad con su joya más preciada y ahora se ve obligado a romper su promesa.
—¡Oh genial Katsuki!, excelente, no solo le fallas a la promesa, sino que también lo haces llorar, soy un imbécil… ¡Argh! —Se maldijo… todo el peso se desplomó en la cama con furia al fallarle y se siente miserable en su jodida vida.
En otra de las habitaciones del hotel, la noche fue larga para el consentido de la familia Katsuki, sus hipidos fueron mermados por caricias y palabras conciliadoras de su dulce abuelita, la señora Hiroko, hay momentos en que la vida suele ser muy injusta, eso sentía el pequeño, vio injusto tener que irse de Hasetsu, de su hogar favorito de todos los tiempos y ahora más que nunca de tener que alejarse de su super-duber-hiper heroína y nueva amiga, Vicky. Quién resultó ser alguien muy agradable y juguetona como su perrito Makkachin. Esperaba con todas sus ansias un milagro o que su tío dijera: «Hey pequeñín, nos quedaremos un poco más»… pero, Yuuki sabe que la responsabilidad va siempre de primero, lo sabe porque ese es el ejemplo que ha visto en su tío Yuuri desde que tiene uso de razón.
Yuuki no es el típico infante promedio, siempre se mostró ser alguien «aventajado y maduro» pese a su corta edad de cinco añitos y comprende todo con gran rapidez, por esa comprensión era que no podía decirle mucho a su tío, él sabe que lo ama y que sí pudiera lo complacería en todo. Pero ser policía era muy trabajoso.
—Me gustaría que no fuera policía… —Habló en desgane—. Me gustaría que se quedara… A-aquí… C-conmigo, abuelita. —Y volvió a quebrarse en un hilo de voz muy quedito… Uno tan quedito que a cualquiera le rompe el alma. Con el pasar de las horas y agotado de tanto llorar cayó rendido rodeado bajo el manto de la señora.

Hotel Yutopia (Familia Katsuki) – Hasetsu/Japón
Enero del 2017 – 1:00 P.M (Al día siguiente)
El amanecer complicado llegó, el hogar parecía un velorio y no es para menos, Yuuri buscaba a toda costa alivianar la desazón de su sobrino por faltar a su promesa hablándole con tacto, más el niño no le devolvió el saludo como esperaba. Fue algo escueto, sin ánimos y eso lo comprendía (seguía muy disgustado), el minutero seguía avanzando hasta llegar a la tarde, y recién probaron algunos Menchikatsu hecho por las bellas manos de la dueña en Yutopia, Yuuki rompió el silencio con una simple pregunta.
—Ya termine de comer, ¿Puedo ir al jardín a jugar, por favor? —La forma en que lo pidió fue tan sobria y carente de toda alegría que Yuuri nuevamente sintió una puñalada en su alma. Le dio el permiso y se retiró sin hacer mucho ruido. Phichit sabiendo como es Yuuri cuando se trata de su sobrino, le aconsejaba.
—Dale tiempo… se le pasará.
—Me siento de lo peor… Por no decir de la… —Soltó un suspiro frustrado sobándose la sien y respiro profundo para calmarse—. Solo… olvídalo, Phichit. —Que se expresara de esa forma para nada (formal) y poco propio de él, preocupó mucho al tailandés.
—Ánimos amigo, no te auto-flageles… Insisto en que debes darle tiempo, ¿vale?
Yuuri no se convenció mucho… ¿Cómo se supone que un adulto como él reponga fuerzas que mantengan su buen criterio del valor de la palabra, de hacer lo indispensable o la voluntad de atisbar en algo cuando no puede cumplir sus propósitos personales?
Ahondemos más allá… ¿Cómo recuperar la confianza de alguien que la ha depositado en ti?
En ese vaivén de dudas no dejó de maldecir internamente, pero ya no podía hacer nada y solo dar «tiempo» y esperaba que ese «bendito tiempo» le fuera de ayuda.
Organizaron maletas (en este caso las de Yuuri, porque Phitchit viajó en avión de ida con una Ita-bag de Devil My Cry para despistar ) habiendo tomado todas sus pertenencias, las guardaron en el carro con anticipación, y Katsuki se ofreció a llevar a su colega al aeropuerto. Aprovecharía para mandar sus pertenencias vía express y de paso traer el carro a Yutopia nuevamente para dejarlo aparcado (odiaba rentar, como el gana relativamente bien, se dio el lujo de tener dos autos a su disposición), se despidió de sus padres y hermana, lo mismo hizo el pequeño, su otro tío (quien no desaprovecho para tomarse sus afamadas selfies) y arrancaron de una vez.
Antes de llegar al aeropuerto pasaron donde Yuuko para dejar al pequeño allí mientras hacía la diligencia, bajó del auto con el agarrado de la mano, los pasos eran pesados pero no escatimó segundos para expresar sus disculpas.
—Hey, pequeñin… yo… yo lo lamento, sé que estás enojado conmigo, pero… quiero que sepas que siempre, siempre eres lo más preciado que tengo. —Por inercia el niño apretó con su manita las de su tío y trato de no lagrimear escondiendo su naricita sonrojada en su bufanda, y continuaron su caminata muda hasta llegar al portón, Yuuko los recibió a ambos como siempre, con buena vibra pero Yuuki soltó la mano bien formada del mayor y fue directo buscando a alguien… Alguien que poco a poco se supo ganar su confianza y ahora con su pronta partida, ya no quería irse.
—Yuuri y esa cara, ¿y ahora qué les pasó a los dos?
—Historia complicada Yuu-chan, después te cuento cuando regrese de hacer lo mío. ¿Puedes cuidarlo por mí? —Mencionó aquel con un intento de sonrisa que parecía una mueca mal trecha, ella no hizo más preguntas, infirió que la llamada de ayer tuvo que ver con el comportamiento de Yuuki en el día de hoy, aceptó en colaborarle y Yuuri regreso al auto con Phichit.
En el mismo lugar, Vickytoria acababa de enviar su tercera carta en físico a su abuelo comentándole toda la experiencia que ha tenido hasta ahora. A ella no le importó gastar parte de su dinero para que estas fueran mandadas vía «express», lo ultimo que había comunicado el viejo Sergey en respuesta, fue que logró obtener un nuevo aparato del diablo (uno sencillo del cual su hija no supiera nada) para poder escribir por allí sin dificultad y así mantener mejor comunicación. Se encontraba divagando en la pista de hielo (ese día Las trillizas acompañaron a su padre en una reunión familiar por lo que Yuuko y ella se encontraban solas) hasta que su mascota empezó a saltar y revolotear por ahí, solo hacía eso cuando aparecía algún conocido (quien era Yuuki) Vickytoria contenta se dispuso a recibirlo pero al verle su carita le halló tristeza en sus ojos marrones.
El caniche se dirigió a la puerta e hizo su gracia de siempre, como si supiera que necesitaba el cachorro humano de cabellos alborotados. Allí, el pequeño pudo sonreír un poco, de repente la adolescente se acercó y le saludó cariñosamente. Yuuki al oír su voz, le miró…
Estos días al lado de la jovencita fueron magníficos. ¿Hace cuánto que no se divierta o reía en grande? ¿Cuándo en su corta vida esperaba tener una compañera de aventuras con un super intrépido can o que alguien le escuchara y le hablara así de bonito como «su señorita bonita» lo hace?

«No quiero irme»
No supo cuándo o cómo… Tal vez fue un impulso, pero corrió con todas sus fuerzas y le abrazó…
«No quiero irme»
Le abrazó como si fuera lo último a lo que quisiera aferrarse y no dejarle ir…
«No quiero irme»
Le abrazó y lloró porque sabe que pronto partirá, que todo se acabará y estará sólito de nuevo en esa enorme y fría ciudad…

Ice Castle – Hasetsu/Japón
Enero del 2017 – 3:00 P.M
Cuando se es pequeño, uno vive de ilusiones, de idealizaciones, de pensamientos alegres que solo queremos realizarlas con la persona más importante en nuestro sencillo universo, pero no siempre hay risas, no siempre hay tiempo y poco a poco la soledad en conjunto a la monotonía toman parte de ello dándole un tono gris a esas pinceladas. Pinceladas grises que vio Vickytoria reflejados en el llanto desesperado de Yuuki.
Ella nunca se consideró buena lidiando con personas que sollozan, menos con niños como su amiguito y es natural, el ambiente de donde es su procedencia nunca le permitió vivir a cabalidad todo el esplendor del ser humano. Es decir, toda la vida ha sido sociable, es del tipo de individuo que a la vista del público le resaltan sus cualidades y talentos. Lo malo de eso, es que se hace más intenso sí es perteneciente a ese específico «grupo selecto» con los que siempre hemos soñado, al punto de endiosarlos y hacerlos ver como seres intocables o dando por hecho una imagen «errónea» y por ende, no buscan conocer a profundidad su verdadera naturaleza.
Es lamentable ver como el universo donde uno se desenvuelve te acompañe en todo lugar y a su vez, se encargue de alejarte por instinto y prevención, porque no se sabe realmente quien te busca por ser como eres y no por una «imagen superficial», lo que hace aislarte en menor o gran manera. A eso es a lo que llamamos «contacto emocional» y para su infortunio, Vickytoria pertenece a ese grupo y no por gusto, si no por circunstancias de la vida misma.
De cosas sabe cómo tratar con su abuelito Sergey cuando está en modo «reina del drama» cuando lo aborda la tristeza de manera jocosa con el recuerdo de su amada esposa o su hijo y con muchos tragos de vodka encima en sus fechas memorables, pero la situación es distinta, esto era algo serio.
Como pudo, intentó apaciguar el lloriqueo desmedido de Yuuki en una de las bancas del lugar, pasaron horas largas dejándole desahogarse y arrullándolo con voz casi maternal, esto sobrepasaba sus límites, pero no se rendiría, estaría allí para su pequeño príncipe. En algún momento Yuuki había acomodado su cabecita a medio lado en las piernas ajenas y con su peluchito a su pecho, la niña viéndolo más sosegado le empezó a preguntar.
—Yuuki, cariño… ¿Ahora sí me dirás el por qué lloras, corazón?
Le rosó muy gentil cada parte de su rostro rojito, consternado y congestionado de tanto lagrimear. Yuuki con su sentimientos a flor de piel y en medio sus gotas gruesas que se derramaban por sus ojos le contó todo. Que estaba triste porque su tío le dijo debían irse antes de tiempo a Tokyo y no quería, estaba triste porque él quería estar con su compañía, quería seguir visitándola para jugar con ella y Makkachin, porque sí se iba, allá estaría muy sólito (como de costumbre) y su tío difícilmente jugará con él por su trabajo (el cual no le dijo de que era porque Yuuri, le enseñó que ese tipo de datos nunca se le da a otra persona, a menos que él dé autorización de hacerlo) aparte de eso, está muy enojado porque no cumplió su promesa y no era la primera vez que pasaba.
—Oh boy… —Al poder comprender mejor todo el asunto pudo percibir tantear «con maña» la cruda realidad, ¿Qué se debe hacer en estos casos?, ¿Qué hacer cuando alguien se encariñe contigo?
Cuando viajó a este país no le pasó por su cabeza en lidiar algo así y tampoco se le cruzó ni en sus más remotos pensamientos experimentar algo como es tener «amigos», no le molesta; al contrario le encanta. Es la tercera vez en mucho tiempo que alguien (y más si es tan tierno como Yuuki) le pedía ser su amigo. Pero la cuestión era mucho más dura si se pone en los zapatos del menor. No tener hermanitos con quien divertirse o la uniformidad de pasar horas y horas en solitario, es aburrido, era algo que ella sabía por experiencia propia.
No tener con quién hablar y callar, sólo el alma sabe la verdad de la vida…
—Vicchan… ¿Por qué sí mi tío está de vacaciones conmigo tiene que ir a trabajar? No es justo, normalmente me la paso sólito en casa, en mí escuela los niños pocas veces hablan conmigo y ahora que al fin tío Yuuri está libre, lo hacen trabajar otra vez, no me gusta estar sólito en mis vacaciones mientras él tiene que trabajar, no me gusta su tonto trabajo y sus feos jefes…Yo solo quiero, tenerlo a mí lado. —Otro golpe a sus memorias, que el ser querido (en su caso, él fallecido Sr. Nikiforov) estuviese en labores e incluso poner su profesión de prioridad y romper «su palabra» en días especiales los cuales deberían ser para ellos y nadie más… Era tenaz.
Incluso ahora siendo ella una adolescente le sigue doliendo con nostalgia el solo memorar aquello… verlo a través de Yuuki y que él viviera lo mismo, le desencadenaba un deseo infinito de abrazarlo y decirle: «Te entiendo».
—¿Y tus papás? —Lo mencionó sin pensar pero le respondió que su tío es su única familia y siempre ha estado con él desde que era chiquitito, un bebé…
Vickytoria quién no es mujer de estar merodeando en la vida de los demás más le llegó el siguiente interrogante: ¿Qué habrá pasado con sus padres? Ahora más que nunca le conmovió el sentir de Yuuki y conocer más a fondo al pequeñín pero no lo vio prudente… Tal vez, más adelante se animaría hacerle otras preguntas, ella ahora solo quiere animarlo y hacerle saber que puede confiar en ella y también hacerle entender con palabras sencillas para un niño, que los adultos tienen deberes y que esa persona que tanto amamos de poder cambiar el destino, lo haría sin pensarlo dos veces. Sin embargo, no siempre se puede tener todo por más que lo añoremos. Lo poco que vio de su tío y la relación de esos dos le dio esa buena corazonada.
—¿Sabes Yuuki?, apostaría todo mí dinero a que tú tío se puso muy triste por no poder cumplir su promesa. —Dijo la chica de hebras color plata tratando de calmarlo un poco.
—¿Tú lo crees? —Mencionó eso al recordar las disculpas del mayor cuando caminaban al Ice Castle.
—Yo sí lo creo, ¿Y tú? ¿Tú piensas que a él le gustaría verte triste? —Y el niño negó con su cabeza dando razón a su amiga.
—Entonces tengo razón… —Ayudó al niño a sentarse sobre sus piernas para que le mirara fijamente a sus azulejos—. Sé que ahora estás muy triste, y sé que no quieres estar sólito, pero tu tío también lo está, estoy seguro que a él realmente le gustaría jugar contigo porque se ve que te quiere mucho… ¿Tú también lo quieres verdad?
—Si, y mucho. —Aclaró Yuuki ya calmado de su llanto. —Me gustaría que pasara más tiempo conmigo y que no trabajara tanto… pero tampoco me gustaría irme porque ahora no te vería más…
—«Awww Qué tierno»… —Concluyó Vickytoria limpiando la carita infantil y redondeada de todo rastro de aguas salinas—. ¿Y quién dijo que no nos seguiremos viendo? —Aseguró.
Le explicó que debe ir a Tokyo a presentar un examen muy importante. (la ciudad en donde Yuuki reside) Dadas las circunstancias no le diría que era para lo de ser oficial o de seguro con lo acongojado que estaba el niño, volvería a llorar, así que le comentó que sí todo sale bien, ella podría de vez en cuando ir a visitarlo o incluso llevar a Makkachin consigo y eso llenó de gozo al corazoncito de cristal de su pequeñín.
—¿Lo juras?, ¿N-no mientes? —En sus ojitos se veía añoranza.
—¡Puedes apostarlo! —Con su muñeca refinada hizo su típica figura de «revolver» y simuló un «Bang» pinchandole su nariz, eso hizo reír a Yuuki, y él de su parte, prometió no llorar más y pedir disculpas a su tío por haberle gritado, lo que le pareció a Vicky lo correcto. Ambos sellaron lo hablado cruzando sus dedos meñiques como los buenos amigos que ya son y Makka se les unió con muchos lengüetazos y babas juguetonas.

Ice Castle – Hasetsu/Japón
Enero del 2017 – 8:00 P.M
Llenar formularios, papeleos, hacer el check-point e ir a la comisaría o Koban más cercano a Hasetsu para dar su reporte ante la situación planteada y retomar su oficio, le ha sentado de la patada. Katsuki se hallaba atribulado y afligido por lo ocurrido pero no importa como lo denomines, no importa que tan bien dejes el camino libre, siempre pasan cosas de último minuto…
Que el trabajo llegue a ser tú martirio en tiempos de paz y regocijo familiar era de la mismísima mierda… (pensaba Yuuri en medio de su cabreo) ¿Habrá otro motivo para no estar lo suficientemente molesto por ver llorar a su tesoro más preciado, aparte de hallarse como una rata por no efectuar lo que pactó desde un inicio con él?
¡Si!, si lo hay, y es uno más profundo.
Su cargo le mantenía con un yugo eterno y horarios de esclavo, pero era algo que de por sí ya sabia y asumirá su rol a cabalidad con tal de dar con el único objetivo que se trazó desde el momento que envaino su katana, empuñó su revólver y portó con orgullo agridulce su placa para la nación. Hay un trasfondo, de eso no nos cabe la menor duda, uno que le aqueja año tras año, del cual aún no se ha podido perdonar jamás y el karma lo sigue jodiendo.
Por más golpes que él ha dado, por más coraje y justicia él haya inaugurado en nombre de aquellos cuya sangre derramaron, el destino buscaba la forma de que esa «aberración corrupta y podrida» que tanto buscaba para hacerle pagar con creces todo el daño realizado a inocentes se le escurriera de sus manos como aquellas arenas del tiempo y lo ha hecho otra vez.
Si es cierto, aún no tiene plena certeza que sea «él»… pero sus instintos más primitivos le indican que «tal vez» lo sea… Solo encontrará sosiego cuando le dé captura a la «cruz» que se ha puesto.
El joven al llegar al Ice castle esfumó toda neblina fantasmagórica que rondaba por su cabeza, no le haría bien estar culpandose de lo que pudo cambiar o no de su pasado, ahora tiene algo más importante en sus manos y era arreglar las cosas con su sobrino, fue directo a la cabina transparente donde se ubican los patinadores residentes del lugar, allí estaba su amiga en silencio, él preguntó lo propio, ella con un simple gesto ayudada de su pulgar le señaló a la pista, y ambos callados en sus lugares solo observaban la suntuosidad que Vicky ha hecho en Yuuki, que riera y que le quedara un bello recuerdo antes de su partida.
Claro, todo eso fue sobre el hielo. El hielo a veces en medio de su mística logra sucumbir y derribar la melancolía o los pesares de la forma menos esperada. La menos pensada, y por supuesto, eso es poderoso.
—Desde que llegó, Vicky solo se dedicó a escucharle y hacerle feliz. —Mencionó apreciando lo visto por sus iris—. Y llevan así un buen rato. No sé qué pasó ayer con ustedes dos, pero al menos… Al menos Yuuki está mejor, y podrás arreglarte con él, sea lo que sea que haya ocurrido.
—Comprendo…—Le contestó exhorto en ese cuadro. El aire frío caló por su nariz así como el suspiro deseoso de ser él quien debería hacerle reír y no otra persona, aunque fue agradecido con aquella virtud y gesto altruista que tomando figura de ángel platinada en el hielo se hizo presente. Yuuko optó por irse y le dejó solo en el lugar, necesitaba su espacio y le brindó suerte.
Katsuki caminó poco a poco hasta ubicarse a unas de las barandas más cercanas de la zona en donde patinaban, apoyando todo su peso en una posición cómoda en sus codos y mano izquierda en su mentón, reflexionando en sus adentros sobre lo de ayer y parte de hoy de lo que Yuuki le ha expresado con melancolía y llanto. Mantuvo su punto mirando a la deriva hasta perderse en la inmensidad helada y en el eco que las cuchillas trazaban en el calmado lugar por esa mujer de piel nívea que guiada por el viento austero de Rusia llegó como tifón y un salvavidas en el momento justo e indicado para su niño, Lo reconoce.
En esas el caniche marrón se percató de su presencia y chillo contento meneando su cola, fue directo con el humano que entre otras cosas, le cayó muy bien y Yuuri no pudo negarse a acariciar un poco el pelaje del can juguetón. Yuuki detuvo a Vickytoria y le señaló con el dedo, ahora miró a su familiar directamente a sus ojos, y de igual forma, el otro hizo lo mismo al levantar su rostro y también observarle con bastante fragilidad y una sonrisa de culpa. Vicky al saber lo duro que era para el pequeño, entrelazó su mano a la suya en un toque reconfortante, ahora el niño miraba a su bailarina de hielo y ella con un rostro afable le dio entender que «todo estará bien» y sin más, de deslizaron por la pista por última vez para ir con el joven…

Ice Castle – Hasetsu/Japón
Enero del 2017 – 8:30 P.M
Yuuki guardaba sus cosas en su maletín en compañía de Makkachín organizadamente y no se ha puesto sus zapatos, mientras que el niño hacía lo suyo, a Yuuri solo se le escuchó un: «Te espero afuera»… Por su lado, Vicky se hallaba en la entrada del local, vagos luceros emergieron del cielo nocturno de Hasetsu a su vez que la circunspección reinaba. El perfil de la niña mirando a lo lejos el complejo de la ciudad con los claros visos de la luna denotaban una caricia ausente… Ausencia que se borró en cuando el azul marino contrastó con el marrón oscurecido que le observaba en absoluto silencio, en su necesidad consciente y probable de que la chica sepa parte de lo ocurrido con su sobrino. No restringe el tiempo y entabló conversación pero también lo hacía con otra intención, al fin y al cabo sí ella pretendía tomar el servicio como oficial, ¿Por qué no hacerle una prueba previa de lo que le esperaba y juzgar desde ya, sí está preparada para aguantarlo?
—Románova-san…— Aquello llamó la atención en la joven.
—Puede llamarme Vickytoria si quiere, Yuu~ri… ¿Es su nombre, verdad? —Mencionó ella al tratar de recordarlo.
—»Yuu~ri»… —La forma en como lo ha pronunciado y que salió de sus labios fue curiosa e interesante para el japonés, lo fue tanto que lo repitió, esa última palabra se ha quedado grabada en su mente desde esa vez que la vio en pleno atardecer, y cada vez más hacía presencia.
—Está en lo correcto, Yuuri es mi nombre.
— ¿Y el pequeño Yuuki?
—Aún sigue guardando sus cosas.
—Ya veo…
—Por cierto, preferiría que me llamase por mí apellido, nada personal, espero y no me mal-entienda.
—¿Ehh?… ¡Nah!… ¡Tranquilo, no hay problema! Aunque…—Habló con actitud despreocupada y risueña, muy propia en ella—. ¿Ahora me pregunto sí todos los japoneses son así de formales o nada más usted?
—Solo me gusta ser formal. —Fue neutral y se acomodó de modo que su rostro no perdiera de vista el mínimo gesto hecho por la pequeña dama.
—Le creo, se le nota el formalismo. —Ella con el dedo índice entre sus labios, concluyó. Su indiscreción y modo de ser despistado no tenía límites—. Aun así, aunque yo tengo diecisiete y usted me supere en edad, no es necesario que sea tan formal conmigo o bueno, eso creo…—Pronto tras cometer esa imprudencia se retractó de la manera mas disparatada en sus gestos chistosos—. ¡T-tampoco es que sea taaan viejo! ¡Es decir! ¡Casi juraba que tendría unos dieciocho o diecinueve años! ¡y yo casi seré una adulta! ¡B-bueno… Yo!—si, como se predijo, no tiene límites.
A Yuuri le ha caído en gracia la pantomima en la joven y sonrió de lado.
—¿Acaso tiene algo de malo? —Preguntó con un tinte de interés malicioso que se revela en su rostro, pero ella no pudo disimular una pequeña risita nerviosa, y eso causó un embrujo cautivador en él esperando respuesta.
—Para nada, Yuu~ri. Es solo que Yuuko tenía razón en algo… ¡No me cabe la menor duda de que Yuuki es su sobrino!
—¿Puedo saber la razón? —Hizo una nueva pregunta para saciar su intriga sin perder de vista aquel iris azul, en otra situación cortaría cualquier intento de habla por sus imprudencias, pero no se sentía incómodo con la charla en la cual ambos apoyados en el barandal que da a las escaleras en medio de la noche templante, mantienen de modo «natural»
Cómoda para la menor, pero peligrosa para el mayor.
—Cuando conocí a Yuuki en aquellas circunstancias… —Señaló eso refiriéndose a la ocasión cuando llegó a Japón—. Me pareció un niño con una formalidad tremenda en medio de su timidez, incluso me supera, me cuesta ser formal y lo admito. Hablar con Yuuki… Es como estar con un viejito sabio en un cuerpo pequeño, es raro, pero bonito y ahora que hablo con usted puedo ver de donde lo heredó. — y siguió explicando más datos y cosas aún con la risa fresca y dinámica su versión de los hechos.
Para ser la primera vez donde el uno al otro intercambiaran diálogos (o más bien ella, porque él T.C Katsuki solo se limitaba a escuchar y realizar preguntas o respuestas cortas con el fin de «analizarla») había encontrado una sospechosa sensación placentera de paz, como el augurio de una fábula y no como lo que tenía planeado en primera instancia, le miraba con intensidad, tomaba nota de cómo eran sus ojos, sus expresiones, sus palabras, ella no se enteraba de esa dulce encuesta, que sí bien empezó como algo «tapiñado»… Terminó sin querer en otra cosa, un interés real, se dejó llevar y lo sabía, lo sabía muy en el fondo…
—»Esto no es bueno»… —Eso cruzó por su cabeza al haber cedido de forma tan extraña y desviarse de su «exploración netamente profesional»…
Necesitaba componer el asunto, y rápido, porque de seguir así, su misión de verle bajo presión sería falla. Importándole poco su brutal y negra honestidad en lo que tendría en mente para medirla, él… ¡Empezó!
—Ya veo… agradezco que hayas auxiliado a mí sobrino, como también defendieras de igual forma a la despistada de su tía y sus niñas de esa calamidad… Pero, sin ofender… Tú acción fue muy «impulsiva»
—¿Perdón?
—Lo que dije, impulsiva y también le añadiría la expresión «estúpida». En tu lugar hubiese sido más «precavido»
Se despegó del barandal con fuerza y su cara cambió a una ofuscada, mejor dicho indignada, y eso al T.C no le asombró, de hecho, lo previó como lo normal en estos casos. Él sin inmutarse, también se movió del lugar y se puso de frente, lo que sí supo dar en su «punto» fue la siguiente frase de su pequeña contendora.
—Creo que no hay acciones impulsivas o «estúpidas» cuando se busca el bienestar de alguien «Sr. Katsuki», ¿o me equivoco?
—Oh… ¿Ahora soy señor?
—Usted pidió formalidad, ¿No?
Palabras sacan palabras, y esta nueva faceta le supo envolver aún más, al menos sabía que la chica es de carácter fuerte (nada mal a su parecer, justo lo que se necesita), y se da el lujo de escoger frases adecuadas para manejar situaciones como esta, aunque detectó su lado necio y terco… (es joven después de todo), pero omitiendo aquello, sí pasaba, ella sería un hueso duro de roer ante el resto de aves carroñeras del departamento de policía…
—Tienes razón, Románova. —Respondió tajante el hombre y ella le siguió.
—Me parece grosero de su parte referirse así de mí persona, usted no me conoce y yo tampoco, pero si no hacía aquello, realmente algo malo hubiese pasado. Es algo que si o si no permitiría… y sería el doble o el triple de «estúpido» de lo que acaba de decir. —Dijo con firmeza sin titubear ante la figura adulta que se posaba delante suyo.
El joven dio tres pasos quedando aún más cerca de esa damisela delicada por fuera pero que en sus adentros, sabía que más que una «damisela», era una majestuosa loba de pelaje siberiano lista para atacar.
—Ok, siguiendo tú lógica, ¿Qué hubiese pasado sí los dos hombres manejan un Modus Operandi estilizado y contundente?, ¿Algo distinto a lo que enfrentaste en esa ocasión?, porque se les nota a leguas que eran unos imbéciles jugando a ser «ladrones», cosa que ya pongo en duda, dejándose ganar humillantemente de una niña que piensa que por saber una que otra cosa puede ir por ahí repartiendo patadas por doquier… Quiero una respuesta inteligente, ¿Habrías podido con ambos? ¿Habrías ganado con facilidad en la forma en lo hiciste? ¿En ofensiva? ¿Así? ¿Sin más?… Por favor, no me haga reír. —Vickytoria quedó por un momento desarmada ante lo planteado por el «japonés cuatro ojos amargado»—. Tal como pensé, no tiene respuesta, eso me da razón.
Apretó su puño conteniendo de a poco su ira, estaba de piedra, ¿Quién se ha creído él tipo o qué carajos le hizo para que le hable así?
¿Un badass?
¿El jefe de la policía?
¡Es lógico que ladre de esa manera a cada puñalada con la sorna avenada por Yuuri! Pero eso no la desalentaría y él continuó como sí nada pasara.
—Hay otras formas. Miles de posibilidades que pudiste haber usado a tú favor, no digo que fue valiente, de hecho lo es. Hoy por hoy mí sobrino y familiares están aquí gracias a tí y no pienso desmeritar eso… Pero enfrentarse así de la nada, sin un plan de contingencia, sin armas sabiendo que ellos estaban armados y con la probabilidad que supieran el uso de las mismas, sin nada a tú favor… Es allí donde digo que tú impulso fue estúpido, patético y ridículo por no decir otra «cosa» de tú parte.
Respondió con la neutralidad y severidad que le caracteriza a su futuro jefe en la academia y en el servicio policial, (cayó en su trampa) y eso que aún no conoce la verdadera naturaleza «hijueputeable» de Yuuri cuando asume su rol total como Teniente Coronel.
Quién pensare que en ese par iba a prevalecer algo «adorable», pues pensaron mal. O por lo menos de parte de Vickytoria lo veía imposible y castrante. No quería lidiar con alguien tan «pesado» y de poco «tacto» como ese amargado mala leche (lo bautizó de ese modo), de facciones finas y de porte elegante. ¿En serio el cabrón es el mismo tío de Yuuki que conoció ayer?, ¿Con él que hace pocos minutos parecía una «mansa paloma»?
Bien decía su abuelo: 《 Jamás te quedes con la primera impresión porque la vida te da sorpresas》 ¡y vaya forma de darla!
Eso, asumiendo que ella no sabe nada de lo que él realmente hace.
—Yuuko, me comentó la razón de su llegada aquí a Japón. —Retomó la conversación al acomodarse mejor sus espejuelos, la chica solo estuvo atenta a cada letra salida de sus labios sin cambiar su expresión seria—. Puedo ver determinación en lo que haces a través de tus ojos y en lo que hablas, eso ya dice mucho de tí, sin embargo, sí vas a pretender ser una «oficial», deberás pensar con cabeza fría a toda hora y todo momento de cada movimiento que hagas. Ser valiente y enfrentarte a la primera no es «suficiente» de allí a mí comentario.
Avanzó un paso más sin perder de vista a la mujer y continuó con su idea.
—Igual no esperes una disculpa de mí parte por lo que te he dicho, siempre he sido directo. Más ese no es el punto, la cuestión aquí es que nada es color de rosa Románova, como la vida tampoco es un juego, la realidad de las cosas son para tomarlas con cautela en el tipo de carrera que piensas elegir y no a base de «sueños infantiles»…Pero, como sea. Acá la pregunta es: ¿Serás capaz de llegar a eso? —Golpe bajo al orgullo de la rusa.
Esperaba algún un «desmorone», algún «sollozo» o cualquier «pataleta de ahogado» como le es común cuando hace este tipo de «entrevista encubierta» pero fue lo contrario.
—¡Eso no le incumbe Sr. Katsuki!— el enojo se apoderó de su ser, ahora ella fue quien dio dos pasos además de jalar su ropa para ponerlo un poco a su altura dando así un roce continuo con sus narices de par y par.
«Te equivocas, Romanova»…— consideró para sí Yuuri, quien recuperó su equilibrio devolviéndole el impulso de la misma forma, ahora sosteniendo su antebrazo y espalda baja con firmeza atrayéndola hacia a él.
Ninguno de los dos medían causas e interés, allí estaban demostrando espesura de poder y cayendo ante las redes del uno al otro defendiendo sus criterios. A esta altura del partido, el aliento y los aromas de ambos cuerpos unidos por esa fuerza descomunal se mezclaban con naturalidad y aquel cóctel de tensiones de por si era «intensa»

—Lo que haga o deje de hacer no es de su entereza «señor» —Remarcó—. Usted no es nadie para juzgarme y mucho menos quién para condenarme. seré pequeña, incluso puede llamarme infantil por mí reclamo, pero sí estoy aquí es porque creo que puedo hacerlo, como todos, aprenderé de mis errores al máximo para sortear mejor las situaciones, y no, no me arrepiento ni un segundo de haberlo hecho.
—»¿Me estás jodiendo. . .?»
Katsuki en sus pensamientos ya no veía la hora en que llegara el tan afamado día donde se vieran como lo que son, no todos los días encuentras a alguien que hable con tal «descaro y cinismo» a un ente de la ley, pero eso se lo buscó y para colmo, le gustó. Le gustó lo que vio, le gustó su encaré agresivo-pasivo y desde ya, daba por sentado que ella ganaría su lugar, ¡Ah! pero la chica no se detuvo allí, continuó.
— Vine a Japón para que se me dé la oportunidad de ejercer la justicia. Es algo que vi en mí padre desde que tengo uso de razón, y es un legado en el que creo fielmente, pero si le dejaré en claro, que no importa cuanto me demore, no me importan las miradas de reproche, incluso me vale un rábano sus apreciaciones, pienso cumplir mí objetivo para dar un próspero futuro a los demás.
—Eres muy confianzuda para ser pequeña. ¿En serio crees poder con ello ?
—¡Sé que puedo ser buena aún sí personas como usted tengan una idea equivocada sobre mí y sé lo pienso demostrar con acciones porque las palabras se las lleva el viento! ¡Me verá con mí placa y se tragará todas sus dudas!
—¿Segura?
—¡Hablo muy en serio, señor! ¡Puede apostarlo! —Mencionó la joven, que mostraba osadía y seguridad infinita como el color del mar indómito que yacían en ellos.
—»Espero verlo pronto»
Calló y se dio el gusto de reservarlo para él, aquel discurso le dio toda la información que necesitaba, aquel discurso le mostró la actitud aguerrida y para nada dócil de Vickytoria, aún en el silencio y en aquella posición como se sabe en estos casos, es bravo y decir algo que realmente no sobrepase lo provocador, podría ser apabullante El sonido de unos pasos irregulares, cortos y apresurados los sacaron a ambos de su encandilada «discusión», la voz de Yuuki a lo lejos junto con Makkachín llegaba en el momento menos adecuado (al menos para su tío), porque realmente no quería dejarla ir.
Estaba cómodo, dispuesto a responder todo, a romper todo protocolo como ahora, a mandar al diablo su escaneo y decirle con quién carajos realmente se está dirigiendo, continuar así en frente suyo, y ser visto por esos ojos…Esos ojos de llamarada azul de los cuales está casi seguro de haberlos visto antes y no sabe en donde.
Pero ya tenía un deber a cumplir a primera hora en Tokyo y para no dar más alargue al asunto se separó (negándose, por extraño que parezca) de la muchacha así como ella aflojó de a poco su agarre. Eso sí, cada uno dándose una respuesta «entre líneas».
—Lo tendré en cuenta… Románova-san, ha sido un placer hablar con usted, quién quite y nos encontremos en Tokyo nuevamente. —»y Suerte, porque la vás a necesitar»…
Era la antesala a su sentencia.
—Es un hecho «querido» —Su sonrisa, la de ella, fue por mera por cortesía, al igual que la soltura con la que mantuvo su pose de primera dama—. ¡Y me verás no como civil, si no como toda una oficial! —y así, la historia de aquel escrutinio dio por finalizada.
Cuando al fin Yuuki pudo llegar con ese par. Ambos en un mudo acuerdo se guardaron para sí esa conversación (inusual) y actuaron de lo más normal frente al pequeño, Yuuki recordando todos los consejos que le dio su nueva amiguita y con algo de valor, le pidió perdón a su tío por gritarle muy feo ayer. Intento dar más «excusas» pero Yuuri al ver a su sobrino nervioso, no le dejó, le abrazó, le abrazó como nunca diciéndole que es él quién debe hacerlo y que por su culpa, le había roto eso que tanto le había prometido, pero esperaba recompensarlo de algún modo.
Ese joven, el tal «Yuuri», se desvivía por su sobrino. Vicky lo percibió en su disculpa y en su abrazo reconfortante y no se equivocó. Pero en el fondo, le quedó la desazón de ciertas facetas (tan radicales) que puedo ver en su persona, las cuales no comparte del todo, haciéndole perder algo de su compostura y sacar su lado rebelde, cosa que deberá controlar. (y deberá hacerlo pronto porque al no saber todavía que el tipo sería su posible jefe, le va a costar), Yuuri susurrándole en japonés le dijo al pequeñín que se despidiera de su amiga y su mascota, de golpe se separó de los brazos que le resguardaban para ir con su señorita bonita y ella le recibió gustosa.
—¡Prométeme que irás a verme, y llevarás a Makkachin contigo para así volver a jugar, Vicchan!, ¡Yo te prometo no volver a llorar! —Cosa que Vickytoria volvió a jurar por lo más sagrado en su vida entrelazando nuevamente sus meñiques y Yuuki bajó corriendo por las escaleras, cuando ella se disponía a irse al local, Yuuri en un acto repentino le detuvo su mano atrapándola con la suya.
—Por cierto, una cosa más…
—¿Y ahora qué?…—ella se preparó para cualquier comentario «inapropiado» a su persona pero el hombre simplemente soltó un cálido—: «Gracias por hacer feliz a Yuuki en su último día, Románova-san…» —Que fue acompañado de un rostro amable, uno hermoso, completamentediferente y enternecedor a como estaba hace unos instantes.

—¿Eh? Yo… S-si. Es un gusto… Sr. Katsuki. —Apenada, bajo su guardia con un visible sonrojo que iba desde sus pómulos hasta sus diminutas orejas.
Por mucho que él fuese alguien de «poco tacto», al menos reconocía cuando ser agradecido y tener algo de corazón… Él joven dio un asentimiento y se retiró para ir con su sobrino que le esperaba al final de las escaleras, daba brincos y agitaba sus manitas llamándolo con todas sus fuerzas. La señorita se quedó amparando su andar, les vio perderse hasta que la sombra de sus figuras se desvanecieron en el misterio de la lobreguez de Hasetsu.

Casa Nishigori – Hasetsu/Japón
Enero del 2017 – 10:00 P.M
Por más que intentaba no pudo evitar recordar aquella conversación ridícula (a su parecer) que sostuvo con ese hombre que la sacó de casillas, le caló fuerte en su orgullo e ímpetu y tenía un deseo voraz de tenerlo al frente para hacerle ¿Quién sabe qué cosa?
No sé, ¿Tal vez golpearlo…?
¿Romperle sus lentes…?
¿O mejor dormirle con alguna cosa, tomar un marcador permanente, hacerle bigotes y dibujos feos en su cara mientras esté inconsciente?
¡Sí!, esa idea le sonaba.
—Ese japonés engreído, ¿Quién se cree…? «isi fui istipidi di ti pirti»… bla, bla, bla, ñahh, ¡Es un tonto! —Intentó calmarse como pudo, pero era frustrante—. ¡No tenía derecho de hablarme así!
Acostada en su cama y con su peluche de conejo a la mano recibiendo toda la descarga de sus rabietas con sus pequeños mordiscos en la pobre oreja de tela, el puchero en su rostro es gigantesco, tan enorme en vez de esbozar furia, desprendía lindura para quién le viera (al menos eso pensó Yuuko en cuanto le vio su malestar detrás de la puerta) y supuso que Yuuri tendría algo que ver, oh creo que su amigo cumplió con eso de la «charla inicial»… La madre cabeza de hogar retomó su camino al cuarto, solo espera a que ella rinda bien y muestre sus capacidades ante ese Teniente Coronel de «dura coraza» pero con el cabreo que trae en estos instantes, sería complicado.
—Pobre Yuuki, su tío será un «amor» con él, ¡Pero eso no le quita lo sangrón! —Pensó en voz alta—. Aunque…
《»Gracias por hacer feliz a Yuuki en su día, Románova-san«. 》
—Ese rostro… y lo que dijo al final…
Alguna vez su abuelo le explicó que hay rostros que se dibujan o brillan entre multitudes y que según sus facciones nos dan a saber como es la persona, los hay pálidos, los hay gastados, los hay ásperos, de todo tipo, pero el muchacho poseía uno que daba a mostrar cualquier cosa menos lo que ella esperaba.
—No es el de un tipo que sea del todo severo, más bien… El de alguien cuya naturaleza es y ha sido… «amable», ¿Cómo eres realmente, Katsuki Yuuri. . .? ¿Quién eres?
En su cabeza lo imaginaba como una persona Enigmática, así como su personalidad, demostró ternura y serenidad del amor que carga cuando esta con un ser amado, sí tan solo no fuera por el detalle de su estilo tan «negro y sarcástico», para nada «educado» de encarar las cosas, y meter la «llaga en la herida» otra cosa fuera. Con eso ella no desmerita que él tuvo razón en muchas cosas, tal vez ella podría intentar el ser su amiga.
Pero recapacitó con solo memorar el como derrumbó su logro al rescatar a Yuuki y de la peor manera… No podía, ¡mejor dicho!, le regreso su mal humor a lo drama queen…
—¡Que ni crea que porque puso una «cara bonita» y un «gracias» le voy a perdonar lo que me dijo! ¡Ya verá! ¡Le demostraré que seré la mejor y se va arrepentir! ¡Como que me dejo de llamar VICKYTORIA NIKIFOROVA ROMÁNOVA! . . . ¡Jum! —Ahora tiene otro motivo más a su lista para a ganar ese cupo como oficial a como dé lugar.

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Continuará…
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Vocabulario Idiomático y/o Cultural:
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* な ぜ? /「¿Naze? 」= Del Japonés, puede significar un « ¿Por qué?» a modo de pregunta o sorpresa.
* 痛バッグ ! / 「 Ita baggu ! 」 = Palabra compuesta Del Japonés e inglés , «Ita» puede significar «dolor», «baggu» es la versión romanizada mal pronunciada del inglés «Bag» y que puede significar «bolso o mochila» … El nombre en sí es gracioso porque es la forma en la que los fans a punta de pines, peluchitos y llaveros decoran sus mochilas y acababan resultando incómodos o pesados y tambiénson «dolorosos» para el bolsillo. xDDDDD
*ВКУСНО! / 「Vkusno!」= Del Ruso, puede significar «¡Delicioso!»
*Strike! /「straɪk !」= Del del Inglés , literal significa «¡intento de golpe!» pero en cuestiones de deportes (Baseball o juego de pelota xD) es el conteo negativo para el turno de un bateador, (algo como un Ataque/golpe fallido)… si el bateador tiene 3 Strikes este es «Ponchado» y se le da el OUT/ por default xD… y eso le pasó a Vicky por andar pensando vainas que no son xDDDDDDDDDD !!!!!!
Preguntas referentes a algún tecnicismo en el fic (porque ya empecé hacer lo propio) ir al Vocabulario del Fic
🔥 N/De Shary: HOLA AL PUEBLO… ¡¿Cómo están? ! yo aspiro a que bien !! 4to capítulo y contando!!, Ya no quiero seguir beteando, pero toca o sinó esto no se verá bonito xD…ALV !! —Se muere la Shary— y ya volviendo al tema… este capítulo originalmente fue dividido en dos partes, pero acá los uní y me salió por 13.000 palabras (con la nota del final me quedó en 13.500 )
Este capitulo ha sido nuevamente Beteado porque tenia muchos dedazos.
No pos que les digo, la Yuuko salió tremenda con las indirectas pero el «ÍUURI» no se deja weeee y Vicky… bueno vicky bien despistada xD !!!! xDDDDDD también vimos que Yuuri de a poco vá mostrando su lado «Jodon» en cuanto a su profesión y hago menester en recordarles que nuestro japonés «no es la persona con más tacto» …en la serie lo demuestra… acá en el fic lo será a full xD.
Ahora, como se dieron cuenta, Katsuki es… un «Lobo con piel de Oveja» xD …Vitya tendrá muchos corajes
Oh sí, ¿Qué tal la conversa de esos dos o.o? no sé, yo digo que fue intensa… Pero necesaria, en especial desde punto de vista de Yuuri, creo que ese maldito disfrutará cuando ella lo vea en la academia xDDDDD … no sé … lo presiento xDDDD…. ah si vá dedicado a angee !!! xDDD a esa mujer le gusta el bardo !!xDDD
En lo personal con Yuuki, me dolió escribir lo último q_q, eso lo viven muchos niños cuando son hijos únicos …yo soy hija única pero mí madre buscaba la manera estar conmigo xD … Yuuri es consciente y por eso le duele ver a su sobri pasar por ello… veamos cómo sortea eso el japonés a lo largo de la historia.
Ah sii!! cuando vean abreviaturas de este tipo: (M.B, T.C, S.T C, C1ro, C2do, O, G/ral, Etc) Me refiero a los cargos de mando de cada personaje a nivel policial a nivel «escrito» en mi pais los registran ¡¡¡así !!!.. por ejemplo T.C es Teniente Coronel !!
¿Les gustaron los dibujitos pal cap 4? JURO QUE SOY INOCENTE DE TODO!!!! Q__Q -huye del chanclazo-
waaaa me dieron otro regalito !!! se los voy a compartir TOT !!! lhsdkask miren esa belleza, los dos bebitos y el amargado xD agradezco a mi linda Josephineee (Lunabeu en Facebook) y el capi vá dedicado a ella xD

Para finalizar: Podrán saber de adelantos y cosas sobre mís fanarts en mí fanpage de facebook » Stars dub’s…» y también los invito a leer otros fics que llevo por allí en AO3, Inkspired o Wattpad. quiero darle las gracias por el apoyo a este fic !!! ;__; gracias, gracias, gracias!!
¡NOS VEMOS en el que sigue! 😀 …¡¡¡¡Cambio y fuera !!!! ¡¡Muchos saluditos a todos!!