Shary POV’s: Recuerden que la versión mejorada la encontrarán en ALIANZA YOI o Inkspired.
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🎄Autora: Shary
🎄Capitulo 11: ¡Al Fin En Belén!
🎄Au: Navideño / Omegaverse
🎄Total de palabras: (4380 ) XD
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¡Y las Vainas de Shary, presentan!: ¡PeCebre On Ice … con «c» de cabrón!

El manto nocturno adornado con las estrellas brillantes del cielo y la luna llena no abandonaban el andar de dos foráneos que llevaban así por dos días. ¡Ya saben de quienes hablo!, de un Alfa carpintero más creído que el divo de Juárez y un lindo Omega en cinta que solo buscaban preservar sus vidas y cumplir con los mandatos del todo poderoso o aquella profecía que estaba a nada de gestarse desde que aquel carismático Arcángel llegó a Nazaret y declaró en la palabra de Dios, el milagro del Mesías hecho Cachorro.
Eso, y puede que quizás, haya uno que otro shipeador que os maldijere a la autora en el capítulo anterior, por no hacer que el angelito con el demonio se dieran como «conejos» en plenos besuqueos.
Pero, como sabrán… La muy sabandija es troll y no le dio la gana de hacerlo.
Si, lo sé… Yo también ando ofendido por ello pero ni modo.
Retomando la escena antes de que me desvie, Víctor José cada tanto se aseguraba de que Yuuri María estuviera cómodo sobre el buen montar del burrito café llamado Makkachín porque faltaba poco para arribar como en ese villancico español que decía: a Belén, Belén, Belén…
Sin embargo, los senderos en medio de la penumbra silenciosa le dan un aspecto tenebroso y puede que por su poca costumbre de no peregrinar tan seguido, ni supieran lo que les aconteciere…
—Víctor José… —Habló primero su omega dudoso.
—¿Qué os pasa, rollito de mi corazón? —Respondió alegre el alfa despistado de boca acorazonada.
—¿Estáis seguro que es buena idea avanzar de noche por aquí? Siento que debimos hacer un pare y retomar por la clara de la alborada, esposo mío.
—¿Y queréis que espere a que entréis en dolor de parto en la intemperie o que a mí os dé el «Mímisky» de solo pensar que pueda pasar? ¡Dios mio, agárrame que me desmayo! —Exageró con su típico drama fresón y echado en sus gestos de horror.
Según él ruso, su cachorrito está próximo en anunciarse (su instinto de padre alfa nunca le falla) y como están a pocos kilómetros de la famosa Belén, vio prioritario avanzar. Yuuri María comprende que ande super protector o mucho más de lo habitual por su estado, pero eso de ir por un camino escabroso, a media noche, solos, y sin armas, era equivalente al no escatimar los peligros al acecho o si lo planteamos de otra forma, era crónica de una muerte anunciada y conste que la autora no es fan de Gabriel García Márquez .
—¡Cariño!, Confiad en tu alfa de lomo plateado. —Dijo eso enérgico llevando su puño al pecho, luciendo ganador. —Que hasta ahora os vamos bien y Dios está con nosotros.
—Pero incluso Dios manda a sus hijos a ser sensatos. —Lo fusiló con ese enunciado bien tierno y directo como siempre.
—¡Yuuri Maria! ¿Porque eres así?
—Solo os digo la verdad.
—¡Eso no es para nada Amazing! —Le lloriqueó encaprichado.
—Y he de insistir en que debimos acampar… —Yuuri María tenia un mal augurio de todo esto—. Si Phichit-riel os acompañará, estuviese más tranquilo pero estamos solos y el enemigo anda suelto.
—¡NO LE TENGO MIEDO AL DIABLO!
—¿Me lo dice aquel que osó ocultarse debajo de mis prendas? —Falló al querer verse serio. Terminó riéndose.
—¡Os resguardaba a Yurito de Jesús! —Mintió el cobarde sonrojado usando de excusa a su hijo no nacido. El omega arqueó su ceja con ese «¿Hmmm?» acusador, indicando de una algo tipo «A mi no me engañas» Víctor se vio con esa justa perdida—. Ok de acuerdo, reconozco que no soy el gran luchador pero sacáis esas vibras de vuestra hermosa coronilla. Tal vez estáis ansioso por lo que nos ocurrió hace poco en Jerusalén, pero Phichit-riel nos socorrió, ya llevamos caminando dos días y no nos ha pasado nada—. Víctor José fue optimista y acabó por besarle el dorso de su mano.
—Quizás tenéis razón y solo exagero… —Y luego pensó: «Dios cúbrenos de todo mal»
Aquel ruego de sus deseos hacía que su instinto omega se revolcara internamente, como alertando que no era prudente y no es para menos; escondidos entre los arbustos o en las ramas de aquellos árboles resecos, se hallaban un grupo de zelotes ( bárbaros cuya religión extremista no les permite discernir sus propios actos vandálicos) usan la noche a su favor para robar a los extranjeros y así obtener recursos para financiar su sicariato en contra del imperio romano.
Los colores salieron de la nada y los abordaron, Víctor José hizo uso de todas sus fuerzas para evitar que esos bandidos hicieran de las suyas con su Yuuri María quien le gritaba con Makkachin a un lado, al final eran demasiados para él solo. Medio golpeado y con su rostro embarrado en un charco, su lado alfa y melindroso no disminuyó, por el contrario seguía en alza.
—¡¿Y se hace llamar guerrero?!
—¡Es un delicadillo!
—¡Os seré delicado como la fragancia primaveral, pero visto con fashion y tengo una pinta guay! —Les arrojó eso al mirarles con estilo prejuicioso.
—¡Callaos! —El nuevo pisotón le dejó un rojo en su calva, haciéndole caer cercano a Yuuri Maria, y obvio el Omega con el burrito fueron en su ayuda.
—Parece que ese tío aún no sabe en qué posición se encuentra.
—¡Mi vida! ¡Por favor señores, os ruego que paren con eso! ¡No tenemos cosas de valor!
—¿Y quien lo dice? ¿Un Omega rechoncho que tiene por esposo a un intento de Alfa Galileo que parece más un «griego» y que no es capaz de cuidarlo? ¡Es una vergüenza! ¡Waja, ja, ja, ja, ja!
Las risas estallaron, Víctor José se sintió muy mal por no ser de gran utilidad, y se sintió peor al no ser el gran Alfa que todo el mundo esperaba, no es hombre de fomentar pleitos ya que en su casa de todos los Hijos del señor Putin Nikiforov, siempre fue el pacífico (como tontarrón en sus bromas) Las Omegas mujeres y los Omegas Hombres en Nazaret cuando le veían por primera vez, se dejaban fascinar por su cuerpo ardiente, ojos divinos y rostro espectacular. Sin embargo conociéndole a fondo o al salir con él, lo desechaban por todas sus imprudencias. A finales de sus veinticinco para cumplir veintiséis años no esperaba que alguien le tomara en serio. Solo Yuuri María, su amigo y actual pareja destinada lo tuvo en cuenta.
Yuuri Maria a sus castos quince años era el Omega más codiciado entre todos, pues este era recién llegado a esa ciudad con sus padres y ese Omega, quien pudo ignorarlo, prefirió tratarlo con amabilidad, con respeto, además de ofrecerle su sincero cariño y amistad. Por ser alguien tímido y ansioso sobre sí mismo, a veces no se proyectaba como debería, aminorando por mucho sus cualidades, Víctor José siempre se encargaba de decirle que era valioso por donde fuese y que no se menoscabara.
Se enamoró perdidamente del tierno jovencito en ese lapso, descubrió que era su destinado ¿Qué cómo lo supo? no lo sabe, simplemente fue la señal de su corazón de que ese chico, era el indicado y luego de confesarse cualquier día (de un modo torpe, sin querer y bastante infantil), Yuuri María quedó callado. Él pensó que le rechazaría penando por adelantado, más Yuuri María al sonreírle, lo aceptó tal cual y como es porque también intuía, que era la persona que estaba esperando, solo que no encontraba las palabras adecuadas para expresarlo.
Desde ese día Víctor José ha sido el hombre más feliz sobre la faz de la tierra con sus veintisiete años, pero ahora que lo medita bajo su contexto actual, y con esos rufianes en su camino, se pregunta el por qué ese bello omega sabiendo sus torpezas deliberó en escogerle.
—Mi amado no ostentará las grandes joyas, trabajo, enceres y no será el visionario o alfa esperado a la vista de la chusma. —Yuuri María sacó valor para enfrentarles con sus palabras—. Pero él es un buen hombre que sabe vivir la vida sin hacer daño a los demás, y que también me ama así como al hijo que llevo dentro de mí.
—¡Y-Yuu-r-ri…! —Gimoteo su nombre con esa cara empapada gracias a sus exagerados lagrimones de alfa consentido. Su omega es el mejor esposo de todos.
—¡Aaaaah!, ¿es que estáis preñado y no rechoncho?
—¡Es una pena!
—¡Apuesto y el mocoso saldrá igual de imbécil, griego y calvo que ese mengano!
—¿Disculpa? ¿Escuché bien? ¿Podéis repetiros lo que has dicho de mi cachorro y mi marido?—Yuuri María con la diplomacia más fingida en este reino, no puedo evitar un tic en el ojo y una vena marcada en su sien.
—Que su crío os nacerá Imbécil.
—¡Y marrano como aquel panzón, jefé! ¡No se le olvide!
—Waajajajajajajaja.
—»Ay esto no es bueno»… — Víctor José por el tono de voz en su «amorcito» (ya que ese, era el que usaba cuando lo regañaba) se percató que aquello no sería nada favorable para Yuuri, es decir, puede que con él sí le permita sus sartenazos (Víctor José es un flan de Dios que no se atrevería alzarle la mano) pero los zelotes son otro cuento. Son mercenarios malvados expertos en el arte de matar. Aunque Víctor José estaba por aprender que no hay nada más peligroso que ver a un omega nazareno de ascendencia Japonesa enojado… más aún si su enojo se debe al meterse con sus seres queridos.
—»Son hombres muertos» —Pensó el Omega al sonreirles aparentemente inocente y pronto habló—. ¿Cariño, queréis llevaros a Makkachin a un lugar seguro y si puedes, pasadme mi sartén por favor?
—Pe-pe-ro M-mi vida, n-no es buena idea que yo te deje sol… —No terminó, el de cabello azabache solo giró su rostro y sus ojos demostraban una furia acumulada.
Sería inútil de su parte intentar de dialogar o refutar su orden, ademas no quería ser aporreado por Yuuri en su fase de vaca poseída y prefirió hacerle caso como buen esposo obediente. Yuuri María con su sartén en mano y moviéndola de arriba a abajo al sonarla con la otra, poco a poco se fue acercando a los Zelotes que le miraban con escama y algo de escalofríos.

—Tal vez os permita insultarme o pensar cualquier cosa de este marrano, pero hablar así de mi marido no se las perdono y menos de «mi» retoño. ¡Pidan disculpas si no quieren morir bajo una lluvia de sartenazos!
Ni sabían el porque presentan tanta pesadez y tembladera ante ese gordo cuatro ojos, ellos se armaron como pudieron.
—¡S-SOMOS ZELOTES, M-MALDITA SEA! —Gritó con tartamudez el líder radical—. ¡Dejen de ser gallinas y enfrentenlo como tal!
—¡Perfecto! —Yuuri les esperó listo para atacar.
—¡Makkachin no miréis! —Víctor José tapo sus ojos y de paso los de su noble corcel emburrado, protegido por los arbustos verdes—. ¡Que esto será una masacre brutal!

—¡AYUUUUUUUUUUUUUUDAAAAAAAAAAAAAAA!
—¡ESE OMEGA ESTÁ DEMENTE!
—¡QUIERO A MI MADREEE!
—¡Vamos mi Yuuri!, ¡Daros con la silla, con la silla! —Animaba con su puño al aire ese ruso.
A la voz de esa chambrana y de los lamentos exiliados en aquellos infelices que cometieron la brutalidad de meterse con los dos amores de un tal Yuuri Maria (Duro de matar version verse) de Nazaret a pocos kilómetros del majestuoso Belén, la nueva pareja interestelar formada por un joven Arcángel y el arrogante Demonio les buscaban allí, con la esperanza de encontrarles bien. Seung optó por usar ropas oscuras menos llamativas que preservarán la vestimenta acostumbrada del Hanbok. Su paso era cuidado y esquivo, lo poco que pudo averiguar de Belén es que su ciudad era transitoria entre mercaderes y gente de otros confines del mundo por lo que la hacía un tanto peligrosa hasta para los mismos lugareños. «Phichit» (como le nombraba de vez en cuando) sí mantuvo su colorido estilo con el uso de su Lofbaz y Chakkri típicos de las tierras a las cuales representa en su forma humana. El moreno iba de aquí para allá como si de un animalito se tratase, impaciente y preocupado al preguntar por sus amigos.
Lo otro por lo cual estaba arisco era por su aroma, por muy controlado que el chico tenga el pre-celo al tomarse las hierbas medicinales, su fragancia aún persistía con ese dulce enloquecedor producto de su inestabilidad celestial el cual delataba su postura de Omega recién iniciado y para rematar, virgen. Algunos alfas babeaban o buscaban alguna oportunidad de ligar con él aparentando que le querían auxiliar con su rastreo de sus amigos y sin importarles que el chico ya tuviese un collar que les indicase que está formalmente con su pareja. Phichit-riel al tener nula experiencia sobre los cortejos o estrategias que montan los «depredadores» Digo… ¡solteros necesitados!, les creía su amabilidad.
¡Oh! pero descuiden… en Seung aplica el refrán de «más vale el diablo por viejo que por diablo»
Él sabía como imponer y espantar sutilmente los goleros de su «alado»
—¡Seung! ¿Sabéis qué ocurrió con los señores que estaban aquí? —Indago inocente.
—Ni idea y ni me interesa. —Se hizo el demente.
Mostrarles su versión calavera demoníaca a lo zombie en el momento que Phichit-riel fue a confirmar información con una tendera del lugar, fue lo justo para hacerlos marchar.
—Y aun no sabemos nada de mis amigos. —Su ánimo mermó un poco.
—Ya deja esa cara. —Por alguna razón se pone malhumorado cuando le ve así. Prefiere su rostro alegre. —Llegamos hace quince minutos, aun faltan muchos sitios por recorrer.
—¡Es cierto!, ¡Hay que seguir buscando! —Rápidamente se contento y salió corriendo disparado. — ¡Vamos! ¡Andaros!
—¡Procurad de ser menos apresurado que recién te repones del pre-celo, coño! ¡Parecéis un roedor!
—¡Estoy bien!
—¡Si os desmayáis, me largaré y os dejaré a tu suerte, Phitchit!
—¡No lo harás! —Grito fresco como si nada.
—¿Cómo estáis tan seguro que no lo haré? —Fingió indiferencia—. Os recuerdo que soy un Caído.
—Y yo diría que para mi buena fortuna, soy un ángel que resultó ser el destinado de… un «Serafín» que fue juzgado injustamente y cuyos sentimientos siguen siendo nobles pese de estar en el otro bando. —Se giró sobre de sí para verle alegre y sonriente, mostrando su enlace dibujado en el dorso de su mano que tintineaba con gracia.
En sí dijo aquello sin doble intención, (siempre ha sido franco o deslindado en sus opiniones, es lo que pudo extraer de toda su situación ) no obstante, las palabras de ese muchacho han creado un rollo bonito al joven de ojos negros quien terminó furiosamente ruborizado.
—¡Date prisa, Seung! —El alado recobró su camino corriendo hacia otro grupo de personas.
Seung soltaba el estupor resignado, por más que le hablase le entraba por una oreja y le salía por la otra. Lo cierto es que cada que miraba el tribal que marcaba su enlace completado, que recordaba los besos robados o que devolvía su ojear al moreno inquieto, no podía negar el hecho de que ese crío, tenía razón.
—«Va jugando» …—Pensó y un «je» socarrón apareció tras eso al ir con pausa.

Un rato después a su llegada a Belén, un Yuuri María Triunfal y Víctor José orgulloso de tener un Omega poderoso pero apenado por esos alfas que osaron en retarlo para quedar hechos chilaquiles con puré apunta de sartenazos, buscaron un lugar para alojarse, pero llegaron demasiado tarde y todo estaba completo.
Víctor José desesperado, no quería dejar a su virgen bendito a la intemperie de esa fría noche y se paseaba sus dedos con brusquedad por su pelo platinado y Yuuri María por su parte, ya sentía que su malestar en su vientre iba en aumento a raíz del enojo que tomó por esos trogloditas, más no se arrepiente, valió la pena cada golpe, y sartenada sus cabezas por meterse con lo suyo.
Aunque comprendió que se le fue la mano y ahora solo que se hacía el fuerte ante Víctor José para no causar una catástrofe monumental en su dramaqueenerio reafirmado. Víctor estaba a nada de darle uno de sus tipicos shows cuando la voz de un angelito guardián se escuchó.
—¡VÍCTOR JOSÉ!, ¡YUURI MARIA!, ¡ALABADO SEA MI SEÑOR! —Phichit-riel les abrazó a ambos de la emoción por haberles hallado, sobre todo a Yuuri Maria, quien pronto detectó el aroma dulzón en el alado. La bonita fragancia le ayudo un poco a tranquilizarse y sentirse mejor. Mas no pudo contener su curiosidad y preguntarle de su cambio, Phichit-riel en sus sonrojos explicó lo más «básico» de su situación y la razón por la que le costó mantener su lucha en Jerusalén y les mencionó que una vez que les dejará bien ubicados, iría por el «compañero» que le acompañó durante todo el rastreo para presentarlos.
Víctor José solo entendió lo que le convino de forma pecaminosa y fue indiscreto saliendo con sus despampanantes ocurrencias.
—¡Mirad el lado bueno!, estando como un humano Omega podréis gozar de las maravillas terrenales y carnales como mi Yuuri y mi persona o tener cachorros¡ Amazing! —Su emoción fue imparable, Yuuri María se le olvidó todo malestar después de semejante barrabasada escuchada, se le caía la cara de la vergüenza con el Arcángel, que para variar, el pobre parecía un farolito rojo de navidad.
—¡Y con ese exquisito aroma y belleza expuestas no os dudo que encontrareis pareja que quiera tomar vuestra flor! ¡Como ese muchacho colaborador que habéis mencionado, por ejemplo! —La intensidad del rojo en las mejillas de Phichit-riel aumentó o que esa expresión corporal timorata hablase por él, Yuuri María estaba a nada de perder su paciencia y de paso su juicio sobre la falta de moral en Víctor José.
—Pero si no resulta algo con él, tengo un amigo Alfa rubio de ojos verdes y largas pestañas proveniente de tierras celtas que os podría interesar y …
Sxf: ¡BAMM!
—¡Víctor José Nikiforov de Nazaret!, ¡¿Qué clase de atrevimiento es ese?! ¡Respeta al enviado del señor! ¡Es un ente inmaculado!
—Des-d-descuide, joven Yuuri María. —Con voz temblorosa, trató de ignorar el comentario en su estado más pudoroso y todavía no había podido explicarles del todo que Seung en sí, es su pareja.
—¡Yo os diría que fue un descarado!
—¡F-f-fue una broma, lo juro! —Se metió el frentón sin que lo llamaran, el virgen enojado hizo otro amague de usar el Sartén en su frente si no paraba su indiscreción y Víctor José al igual que su instinto de Alfa imploraron perdón.
Digamos que Phichit-riel se intimidó al punto de sonrojarse con mucha fuerza. Parece que estas conversaciones en los humanos es el pan de cada día.
—Pero él no se equivoca del todo con mi condición, al ser como vosotros no puedo usar mis poderes por los detalles que os comenté y debo cuidarme, ya que presento lo que llamáis en su reino un «Pre-celo» y me hace compatible con su especie, de allí a que use esta gargantilla o collar en mi cuello en lo que regresó a la… normalidad y de allí a que que esa persona me acompañase. Admito que no me acostumbro a tantos cuidados, es «extraño»
—Tranquilo Phichit-riel, pronto veras que tus poderes regresaran. —Ese fue Yuuri Maria transmitiendo algo de paz con su rostro amable—. Estoy feliz de que estéis bien y con nosotros.
Víctor José se conmovió por el par de omegas abrazados fraternalmente, jura que de tener algún aparato que le permitiese retratar el momento lo haría, pero debió interrumpirlos para seguir buscando un buen hostal. Fueron tocando varias puertas como también fueron rechazados de manera constante hasta que finalmente, un Alfa de tierras Mezoamericanas y de costumbres Mayas casi se ve obligado a ceder para que pasaran la noche porque su esposo, un Omega del Imperio Chino se compadeció de ellos y regañó a al tacaño dándole duro en la torre con su abanico de mano.
¿Es mi imaginación o todos los omegas se traen algo con eso de golpear a sus maridos?, ¡La autora debería promover la campaña del no al maltrato de alfas o esas vainas!
—¿Qué pasó? ¿Qué pasó? ¡Vamos! ¡Ay!
—Nada de «Ay», «Ey», o «Cuys» Leo Moctezuma de la Iglesia, Te conozco.
—¡Pero mi Guan, así es la chamba, caray!
—¡Ya dije! Ellos se quedan, la pareja del alfa galileo está en cinta y a nada de dar a luz.
—P-p-p-pero…
—¿Y qué me dices del otro jovencito?, ¡Míralo! —Le tomó su temperatura comprobando sus sospechas desde que le sintió su olor—. Se ve flaco y afiebrado por su pre-celo, pobrecito. ¡No seas negado!
—Pero si todo está lleno, Mi’jo. Los mecos esos de los espartanos se irían porque me debían un chingo y recién me pagaron hoy. Ya no los puedo echar, el único lugar disponible sería el establo y esa madre ta’ bien cutre.
El alfa nazareno, el omega virgen e inmaculado y el alado guardián les escurría esa gotita por su sien tras verles esa discusión en un idioma incomprensible y pronto otro individuo, quien llevaba rato observándoles tras guiarse por la fragancia de su omega angelical, intervino para dar una solución dialogando en la misma jerigonza.
—¿Si te doy esta lana dejarás de quejarte y permitirás que ese Alfa fresón de allí con el omega preñado que está junto al roedor de mi compañero puedan descansar en esa parte de tu hostal?
—¡Hecho cabrón! ¡Hablando claro se entiende la gente! —A ese maya majadero se le vio el signo peso pintado en sus ojos con la cantidad de dinero en sus manos. Cuarenta monedas de plata y diez de oro—. Es un placer hacer negocios con usted, patrón ya mero le limpio el rancho.
—Es un gusto, y lo quiero bien limpio, cabrón. —Sonreía airoso y acicalando su fina barbilla.
—¡Ya rugiste!
Los humanos codiciosos como el señor Leo solo ven lo que sus ojos desean, cuando se entere de que sus monedas no son más que carbones da por hecho que se pegaría con un palo. Seung, recién terminaba de hablar con el encargado y su mujer, Phichit-riel con sus mofletes inflados no habrá entendido mucho por la falta de su aura celestial, pero al mirar muy acusador a cierto personaje que solo le faltaban sus cachos y cola a la vista, supuso que el dinero era falso y que hizo algún truco de su parte. Cuando el demonio terminó de arreglar términos, la pareja del Victuuri en su asombro no dejaban de escudriñar la escena más el angelito fue con él, se lo llevó a unos cuantos pasos, (obviamente dejando al otro con cara de: «¿ahora qué pasó, joder?») y se ha de poner en puntas sobre sus pies para murmurarle su reclamo valiéndole un bledo todo.
—¡Coño, pero que sois la leche! —El mohín en su faz hermoso, Seung reía. —¿Cómo queréis que Dios os perdone vuestra alma, si continuáis tus fechorías? ¡Hijo de belcebú!
—Era eso o que tus amigos con la bendición la pasen afuera, ¿Tú decides, novato? —También apaña un tono de voz baja y juguetona, aprovechando que el dueño ya no estaba y se fue a limpiar el establo gracias al «falso» botín.
—Eres un…
—¿Cabeza hueca? ¿Idiota? ¿Blasfemo?¡Oh ya sé! ¡Soy todo Gilipollas! fue esa, ¿Verdad? —Completó el mal pensamiento al crío alado, haciéndole colorear su cara de rojo por el cabreo—. Dime algo que no sepa.
—Será mejor que cerréis la boca antes de que me hagáis pecar más de lo que ya lo he hecho, joder. — mencionó con tono «neutral» para no levantar sospechas ante los demás, quería matarlo.
—¿Sabéis que me encantas cuando maldices, Phichit?
—¡¡Basta, Seung!!
El sujeto le sonreía sin perder su engreída astucia al ser místico infantil que tenía por novio, y un Víctor José con un Yuuri María muy confundidos por ese «flirteo disfrazado», solo se preguntaban una cosa: ¿Quién era el hombre misterioso?

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Continuará
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🔥N/DE LA SHARY: HOLA OTRA VEZ AL PUEBLO ¿¡Cómo están!? xD y el dramamón…¡¡Continua!! jajaja Este fue el Cap 11 de su Telebovela Colombo-Española-Mexicana.
Ay ya me esta dando nostalgia porque calculo que estoy a un capi o dos del final y fuera q_q despidanse de la primera saga. TOT Y BIEN SOBRE ESTE CAPI XDD creo que ya sabemos que Yuuri Maria aun si esta preñado os da miedo…. MUCHO MIEDO XDDDD y que a Seung le fascina marear a Phichit xD y eso me lleva a las siguientes preguntas. Chan chan chan:
-¿Les gustaron los dibujines?
-¿Qué cosas creen que pasarán en el cap 12? o__o (¡Porque ahora si nos preparamos para la Recta final) despidanse del fic Q__Q Todo eso y mucho más, solo aquí por su canal favorito (?)
PARA FINALIZAR:
1) Si tienen alguna pregunta Idiomática, cultural o algo referente al fic, haganmela saber aquí en este apartado, los diálogos al ser puestos en un «español diz que antiguo» según yo y cuyo voseo es complicado, suele enredar… no duden en preguntarme.
2) Podrán saber de adelantos y cosas sobre mis fanarts en mi fanpage de facebook «StarsDub’s» y también los invito a leer otros fics o/y Artbooks que llevo por aquí, en ALIANZA YOI, tambien Inkspired, Wattpad o En AO3,
3) Si tengo dedazos de redacción, o alguna corrección que hacer, ¡Díganme! la idea es mejorar q_q y que estos capítulos para ustedes queden bonitos, gracias ❤
Atte: su servilleta, la Shary 😀