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Knockout 01: 👊 ¡JAB! 👊


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👊 Capítulo 01: ¡Yak!
👊 Beteo: (Beta Japonecita)
👊 Autora y Arreglos finales: Shary 
👊 Total de palabras2.765
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Y las Vainas de Shary, presentan: ¡KNOCKOUT!   -「un gancho directo al corazón」

¡Disfruten!

La velada de hoy en las Vegas prometía ser maravillosa, debido a que hoy desde MGM Grand Garden Arena, será transmitido en vivo y en exclusiva por Fox Premium, la pelea del siglo en la categoría peso «Superpluma», cuyas jóvenes promesas, Minami Kenjiro por Japón o Yuri Plisetsky de Rusia, han de ser los contrincantes de esta vibrante noche.

El sitio poco a poco se fue aglomerando, observándose a personas de varias partes del mundo reunidas en el lugar. Miles y miles pagaron altos costos en sus tiquetes sólo por venir a observar el enfrentamiento, mientras las apuestas iban o venían y el ambiente de incertidumbre era por mucho, candente. Desde hace meses, la batalla profesional había sido anunciada al ser ellos los mejores luchadores en sus ramas deportivas.

Los chicos se encontraban en sus camerinos haciendo previo calentamiento, como lo estipula la federación de boxeo y obviamente el reglamento, para evitar calambres musculares.

Minami Kenjiro, japonés de diesciseis años, siempre demostró un estilo enérgico y dinámico, especialmente en la manera que ejecutaba su cuerpo para esquivar los golpes del contrario. Dicho deporte no era muy propio de un país oriental como Japón, más sus movimientos rápidos y certeros le ayudaron a escalonar en medio de la multitud, ganándose así el merecido respeto de ser apodado ¡Mina – Bee!

Sin mencionar su característica y carismática sonrisa, una que volvía locas a todas sus fervientes admiradoras.

Pero dicha actitud difería completamente de su rival ruso, Yuri Plisetsky; cuya cuota era ferozmente agresiva, además de ser dos años mayor que él. Su mirar de jade era arrogante y desafiante; una que generaba presión en sus adversarios al punto de que sus golpes eran comparados con las garras de una bestia salvaje y cabe mencionar que Yura «El Tiger» Plisetsky, era el mote de pila que le dieron sus fans.

Tal y como se esperaba en ambos jóvenes de su talla, con un hambre voraz de victoria.

No obstante, el otro motivo que hacía este combate tan particular, eran las súper, mega e hiper expectativas que generaría el ocho veces campeón mundial de Peso Super-Wélter de procedencia rusa, Víctor «The Wolf» Nikiforov si lograba ganar, ahora, en su debut de este año como entrenador.

El ruso de treinta y nueve años (aunque no los aparentaba por tantas sesiones de GymSpa y uno o dos pequeños retoques en su rostro con el bisturí, como el vanidoso que era), forrado en dólares cuál narco (sudaba dinero hasta sólo por respirar) y para la suerte de muchos, solterito y a la orden (porque nunca le dio la gana de comprometerse, siendo libre como el viento, así como cierto amigo de allá abajo que se pavoneaba como Dios lo trajo al mundo cuando se encontraba solo en su penthouse), decidió hacer un pare prudente y continuar con su pasión deportiva, desempeñándose como guía titular.

Su retiro entristeció a muchos, pero no le refutaron, de hecho fue aplaudido y el que ahora mantuviese su legado con jóvenes estrellas bajo su cuidado, era sin duda un gran suceso.

Gracias al estricto régimen que le había puesto a su colega y pupilo, Yuri Plisetsky, se podría decir que no perdió ni un solo round desde su ansiado debut. Pero quien sabe y su suerte pueda cambiar… Él había estudiado varios videos de encuentros del contendor, y admitía que era buenísimo por la agilidad que demostraba (cosa que en Yuri deberá trabajar mucho) pero confiaba en sus capacidades.

Las estrellas fueron llamadas al ring para hacer la última revisión de su peso y que todo marchase en orden, cada quien caminaba por su cuenta muy concentrados…¡Ah sí!; ni hablemos de la canción de fondo a lo Rocky Balboa, aquello le dio un toque ochentero moderno a la cuestión entre ese par.

Eye of the Tiger, decía el meme.

Oh sí, los flashes y obturadores retumbaban por doquier al primer asomo de los boxeadores. El primero fingía una sonrisa risueña en su timidez cordial (en realidad, estaba muerto del miedo y su entrenador se dio cuenta de ello), el segundo mantenía su huraña cara de estreñido (palabras textuales de Christophe, quien los acompañaba ese día como Asistente Especial). Yura le reclamó con muchos improperios e insultos a los dos «vejestorios» debido a este comentario. Chris se burlaba con descaro y Víctor de escuchar esa cantaleta, ¡Lo haría!, pero su atención se dirigió hacia otro punto, viéndose cautivado por algo precioso a sus ojos.

¡Incluso sintió como con sólo mirarlo recuperaba años de vida! ¡Era hermoso! ¡Era lo más bello que habían visto sus cochinos y lujuriosos ojos!

¡Itai!

—Párate derecho, Minami-Kun.

—Sensei… eso dolió.

—No puedo permitir que te pongas nervioso, se supone que yo soy el cobarde ante el público aquí… No tú, Minami-kun. —cruzado de brazos y con mirada noble, habló su entrenador japonés.

La nalgada en su trasero fue contundente, haciendo saltar como resorte al menor de mechón rojo. Su cuerpo se erizó y se rastrilló con el alma esa zona dolorida, además de poner sus ojos caramelo tan acuosos como gelatina.

Ahora que había captado la atención del muchachito llorón, el joven posó su mano de modo sereno sobre su cabeza para sacudir sus cabellos, esta dinámica siempre la había realizado desde el instante que estuvo bajo su tutela. La voz calmada pero sin perder directriz en sus fraseos, instaron al chico a no tener miedo; el mayor le recordó su objetivo, todo por lo que había luchado y que hoy era el momento de demostrar el porqué «nació para ser historia» en el deporte del Box.

O el «Bax», como dice el «Stalone»

El brillo en los ojos acaramelados remarcó con fuerte determinación en expresiones como: —¡Daré lo mejor de mi, Sensei! ¡No se arrepentirá! algo que el asiático notó y ladeó un poco su afable sonrisa, aprobando su locución.

Víctor quien se mantenía observando aquella escena, le fue sin duda bastante tierna como divertida y bueno… Ese hombre tampoco era del todo santo, la nalgada le quedó sonando. De hecho, se preguntaba qué tan suaves serían los glúteos de ese sexy japonés y que para variar, ¡Está como quiere!

¡¿Cómo es que no lo había visto antes en su círculo deportivo y por qué nunca le conoció?¡ ¡Él siente que ha deshonrado todo!

¡Ay! ¡Deshonor!… ¡Deshonor para él! ¡Deshonor para él y deshonor para su vaca!… ¿Era una vaca?

—¡Oye viejo!

—¿Ah? ¿si?— ¡Que mal! el vándalo de su pupilo interrumpió su bella panorámica.

—¡Presta atención cuando te hablen, carajo!

—Claro que te escuché, gatito. —la respuesta distraída que dio en sí, no le ayudó para nada.

Chris no contuvo su risa maliciosa. El otro continuó mirando detenidamente, analizando con deleite en dirección al interesante japonés y con Yuri, diremos que echaba espuma por la boca de la rabia que le había hecho coger ese estúpido anciano.

—¡Bastardo, no mientas! —Le reviró arisco. — ¡Y deja de mirar a ese cerdo!

—¡Oh vamos! ¡Tiene buen cuerpo! Yo no le veo nada de «cerdito»

—¿Hmmm?— la sonrisa maldadosa en su mano derecha decía lo contrario. —Vitya amigo mío, quien no te conozca que lleve en saco de oro, querido. ¿Quieres ligar con mi lindo Yuuri japonés?

—¿Eh? ¿Así que se llama Yuuri?

—Yuuri Katsuki, para ser exactos. —Completó con certeza el demonio suizo. —Es buen chico aunque muy tímido, pero sus ojos son divinos, de buen cuerpo y trasero…¡Sobre todo lo último! — alzaba y bajaba su entrecejo insinuador. —Están como para morderlos, son los duraznos más bonitos que he manoseado. ¡Ah! y lo mejor es que por esa timidez, nunca le he conocido pareja alguna, y puedo asegurarte que aún sigue siendo virgen.

—Buena introducción, aunque lo virgen lo veo predecible con ese rostro puritano, debe de ser algún auxiliar de 19 o algo así.

—Nada de eso, allí donde lo ves con su cara de ilegalidad, tiene 26 años y es el Entrenador de Mina-Bee. ¡Dios bendiga esos genes rejuvenecedores en los asiáticos!

—¡Wow! ¡Interesante! —mencionó el ruso sin reparo, con sus dedos sobre el mentón.

—¡Oh por favor! ¿Esto tiene que ser una joda?—se llevó una palmada a la cara, ya con esa perspectiva.

Es obvio que el asunto tomó más fuerza en el idiota de su calvo entrenador, pero… ¿Justamente tenía que fijarse en el adversario?

—¡Ni siquiera es la gran cosa! — rugió con ponzoña.

—¡Te equivocas gatito! —Chris apeló en defensa del muchacho. —Ese chico al que llamas «cerdo poca cosa», en su momento fue un buen exponente en ascenso de la categoría del peso Super-Ligero y Wélter, por no decir a mi concepto, el mejor que tuvo Japón.

—¿En serio? — Víctor en gestos elegantes o comedidos, no pudo ocultar su curiosidad e iba en aumento por cada palabra expulsada de la boca del suizo indiscreto.

Les comentó que cuando aún era boxeador activo pertenecía a la misma división que Katsuki, pudo verlo pelear o ganar su título, solo que por razones misteriosas el japonés decidió retirarse a la edad de 20 años. Sin embargo, la federación de Boxeo japonesa logró contactarlo a finales del año pasado y en medio de negociaciones, lograron encaminarlo para que formase parte de su equipo. El que lo viese aquí le era sumamente grato y si él era el entrenador del chico alegre de cabello bicolor, les atestiguó que la victoria de ese título la tendrían complicada. ¡No se las dejará fácil!

Víctor captó esa línea al vuelo, tramándolo aún más, y con esos nuevos designios, deseó genuinamente saber todo acerca de aquel japonés.

—¡¿Hah?! ¡Eso lo veremos! — decretó con aires de grandeza el menor del grupo.

Los jueces llamaron a los dos equipos para que se reportaran. Yuri se adelantó y Víctor iba a seguirle, más fue detenido por su irreverente amigo.

—Víctor, yo normalmente no me meto en tus conquistas… Pero por esta única vez no deberías de hacerlo. Katsuki no es el tipo de persona que tú buscas.

—Tranquilo Chris, no soy un diablo. — rió con premura y buen semblante. —Solo quiero… Conocerlo un poco más o saber el porqué se retiró así de joven si era tan «bueno» como dices, es todo.

Sus palabras eran sinceras pero…

—Ajam…— Chris no le creyó del todo a ese galán rompecorazones. ¡A ese cuento le faltaba un pedazo! —Tú no me engañas, desde que llegamos no has dejado de devorarlo o desvestirlo con la mirada. Querrás invitarlo a salir y si te es posible, follar con él sabiendo que es virgen. ¡Te conozco!

La maña mal habida de Víctor no escapaba al sentido de Chris, el ruso hacía aquello cuando se daba ese aire de soltura o se interesaba por alguien (solo para que ambos la pasarán bien). Víctor aclaraba los puntos sobre la mesa, sin embargo siempre le ocurrían dos cosas:

En Primera, o sus parejas pecaban porque se enamoraban de un modo superficial de su persona, llegándolo a aburrir.

O en segunda, sus parejas pecaban por creerse con derechos a ser posesivos con él como si fuese una clase de trofeo, (esto último lo odiaba).

De manera que al final cortaba con ellos y según los niveles que él o ella hubiera vivido con ese hombre de ojos azules, la ruptura podría ser pasable o por default, traumática y dolorosa.

—Sabes que no busco a nadie con esa intención, pero tampoco tengo la culpa de ser alguien encantador y no te negaré que ese minúsculo detalle en un muchacho de su edad me llamó la atención, aparte de lo que te mencioné.

—Oh, el Brad Pitt ruso ha hablado. — fue mordaz haciendo reír a Víctor. —Por primera vez en tu promiscua y casi cuarentona vida, amárrate los pantalones, Nikiforov.

—Amigo mío, tú eres otro casi cuarentón que hace lo mismo.

—Y no por eso soy un hijo de puta para caerle a una criatura indefensa, pero bien, asumo que si Yuuri en el tiempo que lo lidié no cayó en mis encantos, tampoco lo hará con alguien como tú.

—¿Escuché mal? — la sola respuesta le resintió, mirándole acusador e infló su ego herido por las nubes.

—No lo sé, solo digo que quizás puede que tu estrategia funcione como pueda que no.— respondió fresco.

Chris hace años lo intentó y definitivamente no pudo y si él no lo logró, mucho menos lo haría ese ruso descarriado que tiene por amigo.

—¡Ok! hagamos algo, si ese chico en la noche de hoy no cede ante mi flirteo seductor, aceptaré cualquier penitencia que me impongas. —Si había una cosa que Víctor Nikiforov no toleraba, era perder y mucho menos que lo desafiaran en su zona de juego. ¡No por nada era considerado el más ardiente «Sex symbol» de la madre patria, Rusia!

—Oh, la la~ Señor ruso de acento francés. ¡Es un Hecho!— ambos se dieron la mano como hombres de honor. — ¡Esto no me lo pienso perder!

La gran hora llegó en el cuadrilátero, el presentador hizo una entrada vanagloriosa de parte y parte, quedando solo con los jóvenes. Sería un combate a diez asaltos donde la resistencia y la estrategia harían la diferencia.

El referí convocó a Minami como a Plisetsky, dando las pautas verbales o gestuales de las reglas del box. Víctor desde su esquina, derrochaba seriedad en su postura y amedrentaba por mucho al resto con su mera presencia severa. Al focalizar el iris marrón del Coach japonés, este se vio tenuemente intimidado con ese filo azulado.

Tal vez porque el simple hecho de ver a una figura de talla mundial como Nikiforov en el mismo recinto pudo un poco con sus nervios, lo otro era que siempre admiró su entrega y sus hazañas en cada reyerta, más no por eso quiso demostrarlo. Tranquilizó sus ansias sacándose sus anteojos, respirando profundamente. Al abrir los ojos, le regaló una mirada reservada y más allá de ser seria, era una retadora que flameaba con luz propia.

«Ya veo»… — el ruso rozó sus labios con el dedo índice en medio de sus pensamientos.

Lo que ha visto le encantó y en un pacto mudo entre ambos coaches, aceptaron ese mano a mano entre ellos.

Obviamente, no sin antes de que Nikiforov en sus atrevimientos, le guiñara su pícaro ojo al susodicho, logrando así que se sonrojarse y ese aspaviento tímido le fascinó por completo.

«¿E-eh? ¿Q-qué fue e-eso?»…— parpadeó el otro inocente.

¿Acaso miró bien? ¿Aquello era con él? Yuuri ha sacudido su cabeza negándose a todo. Tal vez su nerviosismo estaba pasándole factura.

Y con esto amigos lectores, también era el inicio que el plan de ese lobo seductor, ¡Comenzó!

📷📷📷📷📷
Continuará
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Para aprender terminología propia del deporte «BOX» den click en «Vocabulario Técnico

🔥N/DE LA SHARY: HOLA AL PUEBLO ¿Cómo están? xD y nos vamos con estreno de una nueva Telebovela desmadrosa, cortesía de su servilleta xD

Esto fue el capítulo 01 y tengo algo de nervios porque es primera vez que participo en algo así, con varias niñas hermosas guiándome en el proceso xDDD espero hacerlo bien con este tipo de AU deportivo y pretendo que ese par se den sus buenos coñazos como los deportistas que son ¿y por que no? también sus rounds de modo intimo xD  eso sí, los capítulos se irán soltando a medida de lo que indiquen los jueces, no mas tengan tantito de paciencia Q__Q (iora)

Eso me lleva a las siguientes preguntas. Chan chan chan: -¿Qué cosas creen que pasarán en el cap 2? o__o

Todo eso y mucho más, solo aquí por su canal favorito (?)

PARA FINALIZAR:

1) Si tienen alguna pregunta Idiomática, cultural o algo referente al fic, háganmela saber aquí en este apartado. No duden en preguntarme. Dentro de poco anexaré el link para el vocabulario técnico.

2)Podrán saber de adelantos y cosas sobre mis fanarts en mi fanpage de facebook «StarsDub’s» y también los invito a leer otros fics o/y Artbooks que llevo por aquí en la ALIANZA, en Wattpad o en AO3 y Si tengo dedazos de redacción, o alguna corrección que hacer, ¡Díganmela! la idea es mejorar q_q y que estos capítulos para ustedes queden bonitos, gracias ❤

3) ¡Nos vemos en el que sigue! ¡¡¡Cambio y fuera!!! ¡¡Muchos Saluditos a todos!!

Att: su servilleta, la Shary 😀


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Publicado por sharayanime

Profesora de Día, Artista, Fanficker y Fanduber de noche.

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