¿Qué tanto se debe esperar para ser amada?
¿Cuanto tiempo tuvo que vivir con ese dolor en el pecho? La sensación desgarradora de un amor incurable que duró tanto tiempo escondido. ¿Las cosas hubieran sido diferentes si algunas vez lo hubiera confesado? Ella realmente no lo sabe, y fue una cobarde, lo admite.
¿Pero qué pudo hacer sino esperar? iba a decírselo esa calurosa tarde de verano; sin embargo la vio llegar con una sonrisa preciosa es decir, sus sonrisas siempre son preciosas, pero esta vez fue deslumbrante, bellísima, sus ojos grandes destellaban en emoción y sus mejillas estaban tan adorablemente coloreadas con rubor.
<<¡Toshiya-kun me pidió salir, Minako-senpai!>> había gritado tan emocionada, vibrante de emoción. Y ella…
Ella solo se tragó el nudo en su garganta y el dolor en su pecho, sonrió y fingió estar emocionada también.
<<¡¿De verdad?! ¡Cuéntamelo todo!>>
¿Qué más pudo hacer sino esperar? Verla feliz con ese chico fue suficiente para menguar un poco el dolor en su pecho, la felicidad de Hiroko era su propia felicidad. Hasta que años más tarde la sostuvo protectoramente entre sus brazos delgados, intentando consolar el llanto copioso, hiposo y aterrorizado. El mismo escalofrío recorrió su piel cuando recibió la respuesta a su comportamiento.
<<Estoy embarazada…>> Sollozó contra su pecho. <<N-no sé qué hacer…>>
Le dio todo su apoyo entonces, y Toshiya no fue un hombre desagradable en absoluto, cuando se enteró alzó en brazos a su novia entre risas emocionadas, su ojos castaños brillantes de alegría.
<<Te amo>> Él le susurró con lágrimas en los ojos al oído, mientras la acercaba con fuerza a su pecho.
Minako permaneció atrás. Deseando hacer lo mismo, ella también la amaba.
¿Pero qué podía hacer ella sino esperar? Ella quería que Hiroko fuera feliz, pero también quería liberarse de ese sentimiento, y mientras peinaba el corto cabello castaño de su amor no correspondido y lo adornaba con un velo la vio separar sus brillantes labios maquillados para decirle con toda la honestidad que la felicidad inocente le podía permitir.
<<Estoy tan feliz, Minako-senpai>>Murmuró con una mano acariciando su plano estómago. Y de pronto todo su valor se desinfló, con un suspiro patético.
Y así fue durante toda su vida. Por ella fue feliz. Por ella lloró. Por ella conoció lo que era amar a un hijo. Por ella sabe lo que es pertenecer a una familia. Por ella estuvo esperando… Alguna oportunidad. Lamiendo de su mano cada pequeña migaja de inocente amor fraternal que le era entregado.
Después de todo: Estar al lado de la persona que amas es el privilegio de ser amigos.
Katsuki Mari observó con ojos desanimados la manera en la que la mujer que conoce y ama desde los catorse años observaba y conversaba felizmente con su madre.
Ella era callada y observadora. Y esa mirada de añoranza y tristeza vestida de felicidad estaba en esa preciosa mirada grisácea desde que era muy chica. Mari había sido una testigo muda del amor que Minako le tenía a su madre… Pero entre los años, ella misma comenzó a desarrollar afectos nada inocentes hacia la maestra de ballet de su hermanito menor.
¿Pero… qué podía hacer sino esperar?
<<¿Esperar qué, precisamente?>> Se preguntó a sí misma una tarde, decidida a detener ese circulo vicioso.
Minako merecía olvidar y ser abiertamente amada.
—Me gustas—. Había murmurado segura en frente de ella, con su natural indiferencia mientras retiraba el cigarro de su boca y exhalaba el humo hacía el rostro de la mayor. Observó largamente la mirada incrédula e indefensa de Minako.
A ella solo le quedaba esperar una respuesta.
Amo muchísimo esta ship, así que escribí este drabble cortito hace tiempo ya ❤
Espero les haya gustado, besos ❤
Poka Poka!
Zoey Namine
Alianza Yuri on Ice 